LOS ENFERMOS EN LA PARROQUIA, UNA PRIORIDAD. - INTRODUCCION: Los enfermos de hoy no ocupan el lugar que tuvieron en la vida de Jesús, su atención se reduce a la administración de sacramentos y cuidados diversos, pero no se les integra como miembros activos de la comunidad y por lo general el creyente no suele estar preparado para afrontar la enfermedad, el dolor y la muerte. ¿COMO EDUCAR PARA VIVIR LA SALUD, LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE EN LA PARROQUIA? 1.- EDUCAR PARA VIVIR LA SALUD. La salud es uno de los bienes fundamentales del ser humano, sin embargo se idealiza el vigor y la salud física, olvidando la salud afectiva, mental y espiritual. Jesús no hizo un discurso acerca de la salud, pero toda su actuación y vida son saludables, El irradia salud amando, por lo que promueve la paz y la armonía y siendo un don de Dios la debemos cuidar y disfrutar, aunque también nos invita a vivir todas las realidades incluso las dolorosas como la enfermedad. Gastar y perder la salud al servicio del Evangelio es también una forma sana de vivir nuestra salud. LA IGLESIA Y LA SALUD: La Iglesia llamada a realizar hoy un servicio a la salud de la sociedad, cuenta con los siguientes recursos: mensaje y presencia de Jesús, la fuerza del Espíritu, la palabra, la oración y los Sacramentos, además de sus comunidades e instituciones sanitarias y asistenciales. ACCIONES DE LA PARROQUIA: - Educar para vivir la salud como un don y una responsabilidad ante uno mismo y los demàs. - Mostrar que es sano estar alegres y en paz consigo mismo, con los demás, con la Naturaleza y con Dios, darle gracias y alabarle. - Ayudar a las personas a liberarse de hábitos perjudiciales para la salud. (violencia, alcohol, drogas, etc.) - Promover iniciativas y programas que fomenten una vida sana. 2.- EDUCAR PARA VIVIR LA ENFERMEDAD. La realidad de la enfermedad y del dolor <forma parte de la experiencia humana y es vano descartarlo, cada uno debe comprender su realidad y su misterio> El hombre actual no admite explicaciones al sufrimiento, antes bien exige apoyado en la ciencia y la técnica, que sea eliminado a toda costa, cuando se vuelve inevitable se encuentra desprovisto de recursos para asumirlo como crecimiento humano y espiritual. JESUS, MAESTRO TAMBIEN DEL SUFRIMIENTO. En la hora de su Pasión siente miedo y angustia, pero el Padre no evita el sufrimiento, sino que sufre con El y le ayuda a vivirlo, pues en medio de su dolor se preocupa de su Madre, perdona a los que lo matan y entrega confiadamente su vida en manos de Dios. Así vemos que el sufrimiento no tiene la última palabra y que el amor vence a la muerte. ACCIONES DE LA PARROQUIA: - Evangelizar el mundo del sufrimiento, un reto para las comunidades. - Educar para vivir y asumir el sufrimiento. - Renovar actitudes ante el sufrimiento propio o ajeno a la luz del Evangelio. Que la fé sea fuerza y no lastre en medio de la enfermedad. - Escuchar más a los enfermos, difundir su testimonio e intercambiar experiencias de fé en la enfermedad. 3.- EDUCAR PARA VIVIR LA MUERTE. Hoy es más difícil que en otras épocas afrontar la muerte, pero es una realidad innegable y forma parte de la vida, antes o después tenemos que encararla. JESUS Y LA MUERTE. Jesús no es indiferente a la muerte, se conmueve ante la viuda de Naín y ante Lázaro pero no esquiva su propia muerte, la acepta por fidelidad de manera consciente y libre. La señal de que el Padre estaba junto a El en la Cruz, es la Resurrección. EL CRISTIANO Y LA MUERTE. La muerte como acontecimiento no se improvisa, debemos mentalizarnos para asumir nuestra propia muerte preparada desde una vida que imita a Jesús, alentando en nosotros la esperanza de la Resurrección donde muchos viven cerrados a la trascendencia. ACCIONES DE LA PARROQUIA: - Difundir el “Testamento Vital”, es una profesión de fé en la vida como don de Dios y en la muerte como paso a la vida junto a Dios y cómo se desea vivir el proceso. - Dar más importancia a los programas de catequesis y formación de A. de P., la catequesis ha de permitir incluso a los niños, tomar conciencia de que la muerte forma parte de la vida, cultivar actitudes que faciliten la aceptación y vivencia de la misma con madurez. - Influir en “instituciones educativas” para que desde la escuela se aborde el tema de la muerte como fin natural de la vida y de la asistencia a moribundos y familia. - Acoger y difundir lo que nos enseñan los enfermos al final de su vida, pues nos ayudan a superar nuestro propio miedo a la muerte. ¿COMO ACOMPAÑAR AL ENFERMO EN EL PROCESO DE SU ENFERMEDAD EN LA PARROQUIA? La Parroquia no puede desentenderse de la experiencia del sufrimiento, enfermedad o muerte de las personas, por el contrario, debe esforzarse por acompañar al enfermo para luchar dignamente por su salud o para acercarse a la muerte con esperanza. 1.- VIAJE AL MUNDO DEL ENFERMO. La enfermedad bloquea al hombre a pesar suyo, invade la conciencia, domina la voluntad, sus relaciones se transforman, se repliega sobre sí mismo, se estrecha su horizonte, palpa la fragilidad de su ser, quizá deba se ayudado en todo, acecha la rebeldía,: ¿porqué? ¿porqué a mí? 2.- CLAVES DE AYUDA AL ENFERMO. Para vivir su enfermedad como experiencia de gracia. Acercarnos al enfermo.No se puede ayudar a distancia, hay que acercarse sin prisas, con tacto y respeto, la solidaridad tiene un poder curativo pues hace presente el amor de los hermanos y de Dios, las horas de soledad las acorta el calor humano. Acompañarle en su camino.Generalmente este camino es largo y costoso, pasa por múltiples etapas y momentos de ánimo, todo esto comporta mostrarle confianza y amor, preocuparse sin preocuparlo, conmoverse sin compadecerlo, aguantar sus rarezas sin incomodarlo, no crearle dependencia, infundir ánimo, etc. Escuchar al enfermo.No es fácil hacerlo, se requiere sensibilidad, saber sintonizar y leer lo que digan con palabras, silencios, gestos, miradas, etc. poder implicarse manteniendo la justa distancia. En fín, escuchar es una actitud que nos lleva a comprenderlo sin juzgarle ni condenarle, estar abiertos para acoger lo que quieran dar. Comprender y acoger.Es un medio terapéutico para aliviar el corazón herido, aconsejarle ánimo y resignación son palabras inútiles cuando hay dolor, dice más el cariño, el respeto y el silencio. Fomentar actitudes y comportamientos sanos.El que acompaña al enfermo ha de ayudarle a discernir sus actitudes y comportamientos y a cultivar los que son positivos. Pedagogía para asumir el dolor: 1- Alimentar una actitud de realismo. No somos los únicos en sufrir. 2- Aceptar que somos limitados. 3- Recordar el estímulo ejemplar de otros enfermos. 4- Usar los medios normales: medicamentos, descanso, la naturaleza. 5- Fijar la atención en el presente e intentar vivirlo. 6- Orar. 7- Compartir con Cristo el dolor. 8- Descubrir la presencia del Señor., acompañante excepcional y fiel. 9- Aceptar la realidad. 10- Confiar en Dios y abandonarse en sus manos. * Encontrarle sentido.- La búsqueda seria de sentido, mantiene al hombre en el camino que conduce a una salud auténticamente humana. <El dolor sólo tiene sentido desde la perspectiva del plan del Padre, como una configuración real con Cristo, por obra del Espíritu Santo. * Ayudarle a purificar la relación con Dios. La relación sana con Dios, requiere una purificación constante, pues fácilmente proyectamos en El nuestros temores, deseos, pensamientos… y no nos relacionamos con El tal cual es. * Implicar a la Comunidad. Los desafíos del dolor son una llamada a la comunidad, hacerla consciente que si un miembro sufre, todo el organismo sufre. La Parroquia atenderá las necesidades de los enfermos sin discriminación, promoviendo asociaciones y fraternidades, así será patente que es una comunidad católica que realiza pastoral. ¿COMO CELEBRAR LOS SACRAMENTOS CON LOS ENFERMOS EN LA PARROQUIA? Son momentos únicos en la vida del enfermo y su familia y de la comunidad, su celebración ha de integrarse al proceso de asistencia y acompañamiento en el conjunto de la acción Evangelizadora de la Iglesia en el mundo de la salud. 1- LOS SACRAMENTOS. En ellos se actualiza la acción sanadora de Jesús. * Acción sanadora de Jesús.- Jesús, sacramento sanante que trae la salvación de Dios bajo la forma de salud y que lo revela como amigo de la vida y sanador del ser humano,. * La Iglesia, Sacramento de Cristo. La Iglesia se siente enviada a los enfermos en su acción Evangelizadora, catequética, litúrgica y asistencial. * Los Sacramentos de la Iglesia. lo esencial de la Iglesia. Siete formas diferentes de concretar y actualizar 2- LOS SACRAMENTOS EN LA ENFERMEDAD. * La Reconciliación. Es motivo de gozo profundo y de celebración, ayuda a liberarse de la servidumbre del pasado, a ser nueva creación, a reconciliarse con la propia vida y sentirse como fruto de la acogida de Dios que nos ama y perdona. * Unción de los enfermos,.- Sacramento específico de la enfermedad y no de la muerte, celebra el encuentro sanador de Cristo Resucitado con el enfermo, ayuda a reconciliarse con su propio cuerpo y a renovar su capacidad de amar a Dios ya que inserta al enfermo en el misterio Pascual de Cristo. * . Comunión Fraterna: La Eucaristía celebrada por una comunidad que recuerda a los enfermos, se preocupa por su salud, ora por ellos y les envía la Comunión, es signo eficaz de la fé, la esperanza y el amor que curan y salvan. ACCIONES DE LA PARROQUIA. 1- Integrar los Sacramentos en el proceso de la asistencia y acompañamiento al Enfermo. 2- Recuperar la Unción, Sacramento específico de la enfermedad. 3- Recuperar la fuerza sanante de la Reconciliación. 4- Revitalizar la comunión de enfermos. 5- Recuperar el Viático, Sacramento del tránsito de la vida. 6- Fomentar el protagonismo del enfermo en la celebración del Sacramento. 7- Cuidar la dimensión eclesial y comunitaria de los Sacramentos ¿COMO IMPLICAR A LA PARROQUIA EN LA ATENCION A LOS ENFERMOS? 1- Como miembros de la Iglesia todos somos responsables, aunque los Sacerdotes hayan asumido la acción pastoral ya es tiempo que los religiosos, religiosas y seglares participen en ella. 2- Misión de los miembros. El Obispo. Primer Evangelizador, padre y pastor a quien obliga la promoción y dirección de la Pastoral de la Diócesis, debe prestar una atención especial hacia los enfermos más pobres y desamparados. El Presbítero. Presencia de Cristo junto al enfermo, como ministro de Sacramentos y como servidor de paz y consuelo. El Religioso/a. Cuidar a los enfermos, carisma propio de los que trabajan en este campo, sirviéndolos viven su consagración y seguimiento radical de Cristo El Profesional sanitario Cristiano. Llamado a servir humana y Cristianamente al enfermo mediante la honradez y la competencia. A dar la mejor atención, a estudiar y profundizar en los graves problemas éticos de este campo. El Enfermo. Testigo vivo de Cristo, sufre, reza, ayuda a otros enfermos, relativiza valores de nuestra sociedad, pero sobretodo nos recuerda que somos limitados y frágiles pero con energías insospechadas. ACCIONES PARA IMPLICAR A TODA LA COMUNIDAD PARROQUIAL: Sensibilizar a toda la comunidad Cristiana. Cuidar y formar a los agentes de la Pastoral de la Salud. Promover un laicado Cristiano comprometido en el mundo sanitario. Impulsar la coordinación de todos los Agentes de P.S. Organizar la Pastoral de la Salud. EL EQUIPO PARROQUIAL DE PASTORAL DE LA SALUD. Es imprescindible en estos momentos constituir equipos de P. de la S. en las Parroquias, no para desresponsabilizar al resto de los Cristianos, sino para sensibilizar a toda la comunidad Parroquial y que sirvan de cauce principal a la acción pastoral en el campo de la salud y la enfermedad. 1- RAZON DE SER DEL EQUIPO DE P. DE LA SALUD. El equipo da estabilidad y continuidad a la pastoral y evita improvisaciones y dispersiones individualistas, además es el instrumento concreto que impulsa, coordina y lleva a cabo la fraternidad y solidaridad de la comunidad a los enfermos. 2- CREACION DEL EQUIPO. Hay que informar lo que es la pastoral, conectar con grupos de adultos, mujeres, jubilados, religiosas, que encuentren un hueco para comprometerse, teniendo alguien disponible se inician reuniones para establecer objetivos iniciales sencillos y concretos y se va a la formación y la acción. Es útil acudir a la Sección Diocesana de P. de la S. y pedir su colaboración para iniciar la marcha. 3- RASGOS Y CARACTERISTICAS DE LOS MIEMBROS DEL EQUIPO. El equipo lo forman personas: Con buena predisposición (carisma) y alguna experiencia en trato a enfermos. Con inquietud Evangélica, sentido de Iglesia, talante participativo. Con dotes de creatividad y deseos de formación. No basta la buena voluntad. Que alimenten su fé y vida Cristiana, no sean funcionarios sin vida interior. Personas que se comprometen a: Compartir con otros la asistencia a enfermos, en nombre de Jesús y la comunidad. Formarse. Aceptar sus responsabilidades y ayudar al grupo en otras tareas. Estudiar y promover actividades exigidas por las necesidades de los enfermos. Hacer presente a la Parroquia ante los enfermos, integrándolos a Ella. Colaborar con equipos Parroquiales en tareas comunes. Trabajar con otros equipos de P. de la S. y con personas y organismos civiles que trabajan a favor de los enfermos. 4- RIESGOS QUE HAY QUE EVITAR. * Que el equipo se convierta en ghetto dentro de la Parroquia. * La improvisación, dispersión o ambiciones excesivas en los primeros objetivos. Falta de realismo, análisis insuficiente de la situación y necesidades. Descuidar aspectos de convivencia, colaboración y ambiente. Convertirse en equipo pasivo, sin animador de relaciones. No cuidar a sus miembros en sus cansancios, decepciones o fatigas. 5- TAREAS DEL EQUIPO. 123456- - Conocer a los enfermos. Acercarse a los enfermos. Servir a los enfermos. Ayudar a las familias. Sensibilizar a la comunidad Parroquial. Coordinar la Pastoral de la Salud. LA VIDA DEL EQUIPO DE PASTORAL DE LA SALUD. Tiene como finalidad el servicio Evangelizador de los enfermos y su mundo. El equipo es un medio para ello, pero no es una célula aislada sino que surge de una comunidad Parroquial, es enviado por ésta y sirve de puente entre los enfermos y su problemática y la comunidad. 1- Un estilo de vida Evangelizador. La máxima preocupación del equipo ha de ser la promoción de la salud a todos los niveles y la pretensión de comprometerse a Evangelizar el entorno del enfermo, para ello se necesita un estilo de vida coherente con lo que se pretende. 2- La Formación. Ha de ayudar a los miembros a madurar personalmente, conocer mejor el mundo del enfermo y capacitarse para desempeñar eficazmente su misión. 3- La oración comunitaria, como encuentro en común con el Señor. Es la que se realiza en cada reunión del equipo. Son las celebraciones litúrgicas del equipo.(Eucaristías, Penitenciales) Es la oración en común más prolongada, en retiros o juntas. 4- La asistencia habitual a las reuniones del equipo. Será el signo más palpable de pertenencia al grupo, pues acuden a aportar lo mejor de su persona, a compartir su vida, su fé y su compromiso con los enfermos. 5- El apoyo fraterno. Contribuye a un conocimiento y estima mutuos desde la fé, a compartir ideas y experiencias agradables y dolorosas, a aceptar a las personas con diversidad de opiniones y vivencias. Favorece la estabilidad en la amistad Cristiana y en la maduración permanente en la fé y garantiza la duración ilimitada del equipo. 6- La distribución de tareas. Para que un equipo pueda desempeñar su misión hay que comprometer al mayor número posible de miembros, distribuir las tareas en función de sus aptitudes y del tiempo de que dispone y apoyarlos en su realización. 7- Las Crisis. A lo largo del caminar, los equipos viven períodos de prosperidad y de crisis, si comienzan signos de fatiga y de ausencia, se hace necesaria la búsqueda de una salida y de una corrección fraterna para mejorar la calidad de vida del grupo.