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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE JUSTICIA Y ASUNTOS
PENALES Y DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES
Salón “Arturo Illia” — H. Senado de la Nación
20 de mayo de 2008
Presidencia del senador Fernández
20 de mayo de 2008
Versión Taquigráfica
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— En el Salón “Arturo Illia” del H. Senado de la Nación, a las 18 y 04
del martes 20 de mayo de 2008:
Sr. Presidente (Fernández). — Como venimos de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales,
hemos conformado el quórum con los integrantes de la Comisión de Asuntos Constitucionales
con la idea de abordar, como único tema, lo referente al sistema de subrogancias para
tribunales orales federales.
En realidad, es un proyecto que lo tratamos por separado porque así fue abordado por la
Cámara de Diputados, que en la sesión anterior estableció un sistema de subrogancias para los
tribunales orales federales, en el cual incorpora en el artículo 2° el sistema de subrogancias que
hemos aprobado, en líneas generales, para la justicia federal. Se trata de un complemento que
está en absoluta sintonía con lo que aprobamos hace escasos siete días.
Asimismo, debo comentarles —ya se ha hecho habitual— lo concerniente a una fe de
erratas de la Cámara de Diputados, que en la redacción original en lugar de “cámaras federales”
hablaba de “cámaras nacionales”. Está la fe de erratas, con lo cual estamos hablando del
sistema de subrogancias para cámaras federales. Concretamente, dice lo siguiente: el sistema
de subrogancias —también el artículo 2°— está previsto en sintonía con lo que hemos
aprobado; la designación estará a cargo de la Cámara Federal de Casación Penal pudiendo, por
avocación, intervenir la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La designación se realizará
exclusivamente por el tiempo demandado para resolver las causas mediante el dictado de una
sentencia definitiva. Lo demás es de forma.
El tema ha tenido profusa discusión la semana pasada. Vamos a hacer circular el
dictamen para poder tratarlo mañana.
Sé que no hay grandes diferencias sobre el particular. Lo hemos hecho con este
intervalo de siete días, justamente, para que todo el mundo pudiera tener no sólo acceso al
dictamen, sino también la posibilidad de trabajar armónicamente.
Tiene la palabra el señor senador Verani.
Sr. Verani. — En realidad, van a quedar hasta que dicten sentencia.
Sr. Pichetto. — Una vez que inicia el juicio, tiene que proseguir.
Sr. Presidente. — Dice lo siguiente: “La designación se realizará exclusivamente por el
tiempo demandado para resolver las causas mediante el dictado de una sentencia definitiva.”
Es decir, termina con el fallo. En el nuestro, no era así porque se trataba de jueces con otras
características. Se estaba planteando otra situación. En este caso, se finiquita con la sentencia;
nosotros no lo planteamos de esa manera porque es un único juicio. Por ejemplo, los otros
pueden ser una infinidad de causas sobre derechos humanos u otras causas. Por eso, no
pusimos plazo. Si viene un conjuez actuando en forma absolutamente normal y bien, a lo mejor,
nosotros, por el vencimiento de los plazos, generamos una situación de incomodidad
institucional. Ese fue el único motivo.
Si no hay alguna cuestión que agregar sobre el particular, yo haría circular el dictamen
para la firma.
Tiene la palabra el señor senador Massoni.
Sr. Massoni. — Debo dejar constancia de que el artículo 2° afecta las garantías
constitucionales porque claramente…
— No se alcanzan a percibir las palabras del señor senador Massoni.
Sr. Presidente. — La verdad es que no profundice ese debate, porque ha sido debatido la
semana próxima pasada. Seguramente se puede reeditar en el recinto. Si establecemos un
sistema de excepción y recurrimos al Consejo de la Magistratura, en realidad, estamos
replicando el sistema que está previsto para la designación de los jueces titulares.
Además, creo que el fallo se presta a interpretaciones que pueden convivir. En realidad,
no descarta la participación. Pero, en la práctica, el hecho de poner al Consejo en este
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mecanismo, le quita la naturaleza de excepcional y urgencia.
Por eso, simplemente, no profundicé el debate. Entiendo, cuál es su observación y
seguramente lo vamos a escuchar en el recinto porque replica la posición de la Unión Cívica
Radical.
— No se alcanzan a percibir las palabras del señor senador Massoni.
Sr. Picheto. — ¿Se refiere a que va a volver a decretar la inconstitucionalidad?
Sr. Presidente. — Está circulando el dictamen para la firma. Este debate se va a volver a
repetir en el recinto, a lo mejor no tan ardoroso como el primer debate. Creemos que hemos
salvado la observación constitucional de aquel fallo. En este me parece que estamos
cumpliendo acabadamente. El tiempo lo dirá. Ojalá tengamos razón nosotros.
Sr. Verani. — En la ley que votamos nosotros hablamos de fallecimientos, excusaciones,
recusaciones y vacancias. Acá se agrega algo peligroso. Se habla de licencias y suspensiones.
Sr. Presidente. — En el anterior, habíamos votado el sistema de subrogancias. El problema
que tenemos acá es la imposibilidad de la integración de los tribunales en lo criminal federal de
todo el país, por licencia, suspensión, recusación, excusación o vacancias de sus miembros.
Estamos hablando de los tribunales orales federales. Se pone un sustituto hasta el dictado del
fallo.
En realidad es parecido. Hablamos de otro impedimento. Pero, en realidad, en éste, el
subrogante termina su función con el dictamen de sentencia. Por el motivo que fuere, si el juez
no puede culminar con la causa, el subrogante lo hace. Y ahí se termina su función. Es bastante
limitado.
Sr. Massoni. — Quiero que se deje constancia.
Sr. Presidente. — Sí. Que quede constancia en la versión taquigráfica. No tenemos audio.
Dejamos constancia de la observación respecto al reparo constitucional de no participación del
Consejo de la Magistratura de los señores senadores Massoni y Giustiniani y de la señora
senadora Estenssoro.
Teniendo en cuenta que no hay audio, si el debate se va a replicar en el recinto,
firmamos el dictamen.
Le doy la palabra sobre otro tema a la señora senadora Estenssoro.
Sra. Estenssoro. — Quería incluir en el temario de hoy de la reunión de la Comisión de
Asuntos Constitucionales el tratamiento del expediente S. 107/08 que contiene un proyecto de
ley referido a la derogación de la resolución 125, y su modificatoria, del Ministerio de
Economía. La semana pasada, en la sesión, el señor senador Mayans pidió que se girara a las
comisiones de Asuntos Constitucionales, de Agricultura y de Presupuesto y Hacienda.
Después de esta reunión, justamente, tenemos una reunión conjunta de las comisiones
de Presupuesto y Hacienda y de Agricultura. Entonces, me parecería importante que tratemos
el proyecto.
Sr. Presidente. — No hay inconvenientes. En realidad, había convocado por único tema
porque nos habíamos comprometido a sacar dictamen sobre el tema de la convocatoria.
Respecto a retenciones, independientemente a lo que veces sucede en el recinto, quiero
hacer algunas reflexiones puntuales.
En primer lugar, este no es un tema respecto al que la Comisión de Asuntos
Constitucionales pueda sacar dictamen alguno porque no está bajo la órbita de competencia del
Senado de la Nación. No es un tema concretamente impositivo. Con lo cual está dentro de la
política aduanera.
Pero, sobre el tema de retenciones además hay un momento y una oportunidad.
Teniendo en cuenta que es un tema en el cual hoy los sectores del campo han levantado las
medidas de fuerza con la finalidad de tener una reunión mañana que, si Dios quiere y pone
sentido común, racionalidad y lógica, tendría su punto de encuentro y finalización; me parecía
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a mí esperar el resultado de esa reunión y después someternos a un profuso abordaje del tema
de retenciones.
Este tema no es menor. Creo que la política argentina tiene que fijar postura y posición
respecto a cómo se distribuyen las rentabilidades y para qué sirven las retenciones. Acá
tenemos que hablar de la propiedad del suelo y del subsuelo, de la limitación en el uso de la
propiedad, del esquema distributivo en la República Argentina, de los índices de rentabilidad,
de los extremos de los modelos. Por un lado, tenemos un modelo que drena a favor de varios
sectores condiciones ventajosas como el congelamiento de las tarifas públicas, la circunstancia
de un dólar competitivo para la exportación, que además va sobre la espalda de todos los
argentinos. Cuando hablo de tarifas de servicios públicos subsidiados, me refiero a consumo
energético subsidiado. Esto es la aplicación de una fuerte matriz energética en la cosecha y en
la producción. El Congreso de la Nación ha efectuado una fuerte disminución en el IVA
respecto a fertilizantes y agroquímicos.
Me parece que tenemos que discutir varias cosas. Y, a partir de ahí, decir que todavía en
la República Argentina, pese a los índices de rentabilidad monstruosos que tiene el sector
agropecuario, hay sectores que efectivamente y con menores índices de rentabilidad, han
generado empleo. Me parece que tenemos que hablar en líneas generales.
Obviamente, los que estén del lado de los militantes del campo popular —lo que no es
un vestido único del Frente para la Victoria o del Justicialismo sino que también lo es de otros
sectores—, tendrán que decir lo suyo. Los que no estén de ese lado, dirán lo de ellos. Pero este
es un tema que no quiero traer hoy aquí; porque me parece que nos estaríamos adelantando a un
debate que, espero, den las partes y logren ponerse de acuerdo. No quiero huirle; me parece
realmente un tema importante.
El tema de las retenciones es un tema muy importante para la República Argentina,
donde hoy todavía estamos discutiendo que, justamente, el tambero y el productor tienen
precios magros a la hora en que se le pagan los productos; y tenemos una cadena de
intermediarios que nos están espoleando a todos y están generando una fuerte desestabilización.
Me parece que los tenemos que identificar. Creo que, contra eso, no hay que hacerse los
distraídos. Hay que dar pelea.
Creo que, en este momento —lo he charlado con otros integrantes—, es un debate
importante para dar. Me parece que el Senado no puede estar ausente en él. Ahora, si
efectivamente tenemos la suerte de que los sectores en puja, es decir, el campo y la sociedad
argentina con el Gobierno detrás, se poner de acuerdo y logran resolverlo, igual tenemos que
discutir el tema de las retenciones. Porque no es un tema menor.
El debate que ha sufrido la República Argentina merece ser zanjado en el lugar
pertinente y con los argumentos que cada uno tiene para defender su postura. Yo tengo muy
claro de qué lado estoy y creo que cada uno de ustedes también. Lo que pasa es que hay algunas
vicisitudes, algunos desencuentros, algunas desprolijidades —llámense errores— que han
generado una especie de confusión entre los unos y los otros.
Creo que aquí está todo bastante claro. Nosotros tenemos que lograr que ellos
encuentren la solución y después nosotros debatir si el tema de las retenciones lo va a abordar
el Parlamento. Para esto vamos a tener que agarrar como hojas de ruta todos los presupuestos
provinciales y todas las asignaciones de obras de infraestructura y de vivienda, para ver si eso
coincide con la coparticipación o si, efectivamente, tiene que ver con esta asignación de flujo
extraordinario que está haciendo el Estado.
Me parece un tema riquísimo. No lo quise poner sobre la mesa por las razones que aquí
le he expuesto. Me comprometo con usted. No creo que sea un tema de la Comisión de Asuntos
Constitucionales. No creo, inclusive, que sea un tema impositivo que pueda debatir el
Parlamento, lo que no significa que le quite voltaje político: es un tema político y lo podemos
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debatir.
La invito —aquí podemos coincidir todos— a esperar el resultado de la reunión del
campo y el Gobierno. En cuanto al tema de las retenciones, a darnos un debate. Yo voy a abrir
el tema. No porque le haga una gracia sino porque me ha pedido un pronto despacho y me
parece pertinente. No me parece hoy oportuno, nada más porque a lo mejor no agregamos nada.
Esta es la idea: tratar de que esto, si Dios quiere, se resuelva. Y propongo que en la
próxima reunión, si quieren abordar el tema… Repito: no porque sea pertinente ni porque sea
un tema sobre el que pueda el Congreso de la Nación y esta Comisión emitir dictamen —yo
creo que no—. Pero me parece que es un tema político y que lo podemos debatir. A lo mejor no
tiene pertenencia temática, pero no tengo problemas si quieren debatirlo.
Tiene la palabra la señora senadora Estenssoro.
Sra. Estenssoro. — Voy a dar mi punto de vista.
Creo que, justamente, es este el momento. Las entidades y los dirigentes rurales han
decidido suspender el paro a partir de las cero horas del día de mañana. Esto da un nuevo
escenario de diálogo, el cual todos los argentinos estamos esperando, para que el conflicto se
desactive; que haya una posibilidad de dar marcha atrás a la Resolución 125, que tanto malestar,
conflictos y pérdidas ha ocasionado a los distintos actores y sectores de la sociedad. Incluso, al
Gobierno, que le ha generado una pérdida, en cuanto a la opinión pública y a su imagen, muy
importante.
Entonces, me parece que el Senado y el Congreso de la Nación no pueden estar
ausentes en este debate. La semana pasada vinieron los dirigentes de las entidades rurales y los
autoconvocados a pedir al Congreso de la Nación una audiencia pública conjunta de senadores
y diputados para que tomemos acción en esto. Pedimos que se deroguen las retenciones
móviles del modo en que estuvieron establecidas a través de esta Resolución.
Me parece que si el Congreso de la Nación actúa, va a ayudar. La idea sería que
colaboremos con el Gobierno nacional para desactivar el conflicto. Que podamos crear un
escenario sin vencedores ni vencidos, sino que, tal vez, este conflicto haya servido para que nos
demos cuenta de que tenemos que ir a otro tipo de política, donde los temas que usted, señor
presidente, ha señalado, que han salido a la luz en este conflicto de la peor manera… Porque si
hubiéramos discutido política agropecuaria en el Congreso de la Nación, además de las
retenciones, más allá de si le compete o no… Yo creo que sí le compete al Congreso de la
Nación definir las retenciones, porque este tema ha sido girado también a Asuntos
Constitucionales.
No queremos discutir esto dentro de un mes. Lo tenemos que debatir ahora. No
podemos esquivar el punto a una discusión importante desde lo constitucional, desde lo
agropecuario y desde lo económico. Creo que podríamos ayudar a que el Gobierno nacional, la
presidenta y sus ministros, no tengan que ser ellos quienes tengan toda la responsabilidad y el
costo político de modificar esta resolución que, como todos sabemos, serviría para que se
apacigüe el conflicto del campo y para que los productores vuelvan a trabajar.
Va a tener que modificarse esta resolución. Creo que nosotros podemos ser funcionales
a desactivar este conflicto y a que el Poder Ejecutivo tenga un costo político menor. Que sea
una respuesta institucional del Congreso de la Nación; el cual, si hubiera funcionado
adecuadamente, en vez de que la gente tuviera que debatir en las rutas o en los pueblos o en las
provincias, no hubiéramos llegado a esa situación.
Por eso estoy reclamando esta potestad del Senado. Justamente, para colaborar con el
Poder Ejecutivo y también con los productores rurales.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Latorre.
Sra. Latorre. — Señor presidente: solicito tenga a bien disculparme ya que tengo que
retirarme. Está teniendo lugar la reunión conjunta de Agricultura y Presupuesto.
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Sr. Presidente. — Tiene permiso, señora senadora.
— Se retira del salón la señora senadora Latorre.
Sr. Presidente. — Aviso que ya no tenemos quórum. De todas maneras, no vamos a emitir
dictamen.
Tiene la palabra el señor senador Fuentes.
Sr. Fuentes. — Hay un tema que a mí me preocupa, que es a lo largo…
Sr. Giustiniani. — Les pido disculpas, pero también debo retirarme —no soy miembro de la
Comisión—. En realidad, este debate me interesa, pero…
Sr. Fuentes. — Disculpe, señor senador. Si no le resulta muy problemático, solicito tenga a
bien no retirarse, ya que lo que voy a decir a continuación tiene que ver con lo que usted dijo
antes y que es una preocupación de todos.
Sr. Giustiniani. — Muy bien.
Sr. Fuentes. — ¿Cuál es la regla del juego para separar lo que son las discusiones
trascendentes de las que hemos tenido por pescar oportunidades a los efectos de tener un rédito?
Este es un tema de construcción de voluntades. Es como pedirme discutir, en un momento en el
que estoy acotado a otra cuestión, temas que no vamos a resolver. Y al negar la discusión,
pareciera que este sector —que, según creemos, es importante— no quiere discutir ni matriz de
transporte ni matriz productiva ni nada.
Entonces, yo voy simplemente a esto. En primer lugar, quiero aclarar algunos
conceptos que la senadora volcó. Porque tiene mucho que ver. Yo he escuchado, en este
conflicto, al sector oficial, que es la expresión jurídico-política de la conducción de la Nación,
de un gobierno electo democráticamente. Acá no hay un conflicto de una parte de la sociedad
con otra; hay un conflicto entre una lectura y una voluntad política de llevar adelante una
política. Ya veremos cómo sus errores o no errores se van a pagar y si electoralmente
estuvimos o no acertados.
Quiero hacer esta aclaración porque me da la impresión de que esta es una puja. En
medio de un estado de anarquía, cada sector puja.
Este mismo sector es el que confrontó, en su momento, con la Corte Suprema que
heredamos de estructuras pasadas y con la estructura militar. No le tembló el pulso para
confrontar en las condiciones que fueran.
Quería aclarar eso: no es escaparle a un debate, el cual yo también quiero dar y estoy
íntimamente convencido de su necesidad. Simplemente, estoy diciendo que en la construcción
de nuestras relaciones de aquí adelante, durante mucho tiempo, respetemos una cosa: los
tiempos que la oportunidad política nos da a cada bloque y la necesidad de, con un comunicado,
cumplir con un mandato determinado, con lo que es una tarea de construcción de calidades a
las cuales sí nos detenemos.
Entonces, yo no quería entrar en esta discusión, pero aclarando el porqué no vamos a
darla. Esto de ninguna manera es óbice de impedimentos para discutir aquellos temas que sí
son trascendentes, en los momentos y en las circunstancias conducentes.
En este momento hay un conflicto y una mesa de negociación. El Estado, a través de los
responsables de su dirección, ha indicado una modalidad para resolverlo. Ahí tendrán que ir las
partes. Levantan la medida de fuerza. Este gobierno no negoció nunca bajo presión con ningún
sector, por más pesado que ese sector sea; no lo hará tampoco ahora y se va a aguantar lo que
tenga que aguantarse.
De chiquito aprendí que hay una responsabilidad y, a veces, uno liga lo que se llamaba
“el sopapo paidológico”, que nuestros padres nos aplicaban cuando nos equivocábamos. Si a
los tres meses de asumir un gobierno popular, un señor va con una olla al frente de una marcha
a pedir la renuncia de la presidenta legítimamente electa, lo menos que la realidad y la
experiencia demuestran que le puede tocar es un ligero sopapo, lo cual no implica de ninguna
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manera ni una política de violencia, ni amparar violaciones de derechos humanos. Gracias a
Dios, hoy, los mecanismos de denuncia, las garantías de justicia, la conducta de los
magistrados y los poderes públicos están al servicio de proteger los derechos de los ciudadanos;
esto no sucedía en décadas anteriores.
He vuelto de gira con el Consejo de la Magistratura del Pozo de Vargas, provincia de
Tucumán, y de arsenales donde cientos de tucumanos pasaron oprobios y desaparecieron; en
ese momento, no existían estas garantías.
Estamos dispuestos a dar esa discusión. Lo que no quería es que se interpretara como
una manera de escaparle al bulto. Vamos a dar la discusión, pero no en este momento.
Sr. Presidente. — Creo que hubo un antes y un después. Hubo un antes y hubo un gesto de
sectores políticos, que no necesariamente uno puede identificar con el oficialismo, que
entendían que los sectores que hoy están en franca lucha por lo que creen que es justo, debían
tener ese gesto. Lo tuvieron tardíamente, pero lo tuvieron. Sectores políticos, reitero, no
necesariamente del oficialismo, hicieron ver que era un momento para dialogar. Lo que está en
juego no es si un señor prefiere ver las vacas muertas antes que regaladas.
Tiene la palabra el señor senador Giustiniani.
Sr. Giustiniani. — En general, comparto lo que se ha expresado.
Desde mi óptica, el punto de la discusión es simplemente el tratamiento de un proyecto
que un señor senador del bloque oficialista pidió que venga a esta Comisión. Este es el punto en
el cual estamos. Creo que nadie quiere rehuir al debate. Por el contrario, es un debate de
importancia nacional. Este conflicto ha puesto arriba de la mesa muchos temas. Por eso, me
parece fundamental lo mencionado por el presidente de la Comisión y la aclaración realizada
por el señor senador Fuentes.
Me parece que es un debate que tiene una cuestión específica en la Comisión de
Agricultura, que tiene una cuestión en la relación Nación-provincia.
— No se alcanzan a percibir las palabras del señor senador
Giustiniani.
Sr. Marín. — Quiero referirme a los fundamentos que usted da, que los comparto; lo que sí
creo es que tienen que ser posteriores a la reunión que se realice mañana. Si hacemos el debate
previamente, no creo que facilitemos el arreglo de un conflicto que involucró a toda la sociedad
argentina.
Como provinciano, deseo decirles que en provincias como las nuestras se sintió de una
manera importante, particularmente porque es nuestra única economía. Así también, soy
oficialista y, por lo menos, trato de ser objetivo.
Cuando se habla de retenciones, se habla de la coparticipación hoy, cosa que nunca se
habló. Cuando tocamos el tema de la coparticipación, no es solamente a ver cómo distribuimos
las retenciones, es particularmente ver qué dinero va a cada una de las provincias.
Indudablemente, tiene una conflictividad. Por eso, no se trató desde el año 94 a la fecha, donde
no obstante la Constitución determinó que tenía que estar fijada una nueva ley de
coparticipación.
Es cierto que es posible que hoy tenga mayores recursos la Nación; pero es cierto
también que las inversiones han sido importantes.
Creería que cuando hay un conflicto en el cual se reúnen las partes, casi tendríamos que
ser observadores para después poder hacerlo con una objetividad mayor. Parece que la reunión
entre el gobierno y el sector agropecuario es inminente; creo que esto les interesa a ambas
partes y a la sociedad en su conjunto. Tal vez, dificultemos más la situación si tocamos
cualquier tema previamente a ese acontecimiento.
— No se alcanzan a percibir las palabras del señor senador Marín.
Sr. Marín. — Veo que la provincia de Buenos Aires reclama su coparticipación. Recuerdo que
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en el año 83 se la retaceó Alfonsín para ver cómo equilibraba al resto del país. También
recuerdo un fondo del Conurbano que le significaban 360 millones de dólares por año, donde ni
siquiera había rendición de cuentas. Indudablemente, desde el resto de las provincias veíamos
que esa parte se sacaba del ingreso general. Nos sentíamos molestos e incómodos. En la
Constitución reformada de 1994, la compulsa que hubo con la provincia de Buenos Aires fue
que provincia de Buenos Aires quería incluir un porcentaje en la Constitución. Si se hubiese
incluido —los del interior nos opusimos—, hoy estaría sacando dos mil millones. No sé si le
corresponde o no; lo que sí sé es que se trataba de recursos que se sacarían de lo que podría
corresponderle a otras provincias.
Respecto del tema del agro, a esta altura puedo decirlo, creo que hubo errores de ambas
partes. La sociedad se encuentra inmersa en un problema que no desea ni quiere.
No creo que sea conveniente el tratamiento previo a esta relación que, en buena hora,
debemos facilitar para que se lleve adelante. En definitiva, la preocupación es de la sociedad y
no de unos y otros. Detrás de esto, —usted es inteligente y lo sabe— a veces, se le marcan sus
posibilidades en virtud de presiones sectoriales. Esperemos que ahora no ocurra y encontremos
el punto. Tal vez mañana arreglen el tema de retenciones. Así para que adelantar el planteo que
tendremos tanto tiempo para hacerlo. Esta es mi opinión.
Sra. Estenssoro. — Lo dejo como una inquietud. Creo que tenemos que hablar estos temas.
Podemos esperar esta semana, pero no dejemos que este tema nos pase por al lado. Creo que no
le hacemos un favor al gobierno ni al Congreso de la Nación ni a la sociedad que está
reclamando un Congreso que tenga más participación en los asuntos del país.
Estamos viendo que una Argentina estable, previsible y federal... tiene que debatir.
Sr. Presidente. — Quiero que hablemos de toda la Argentina. Hablemos del empleo en negro,
de la economía informal del sector, de la generación de empleo. Hablemos de todo.
Me parece que la discusión bilateral es absolutamente engañosa. En realidad, estamos
discutiendo una cosa que no es tan cierta.
Si vamos a discutir cada uno desde el sector que cree que es propio, yo quiero discutir la
externalidad del campo. Quiero saber cuánto me toca a mí por la parte de contaminación del
suelo, por la quema de pastizales, por el uso de fertilizantes.
Por eso es la retención. El suelo y el subsuelo es una propiedad de uso limitado. Acá
parece que va todo en coche.
Entonces, hablemos de la generación de empleo y del empleo en negro. En definitiva, la
sociedad está demandando esto.
Hablemos del país que queremos. Un país con el 74 por ciento de exportación de
monocultivo o vamos hacia una economía donde la mano de obra y el empleo deje de ser un
elemento suntuoso. Quiero el debate. Pero, pongamos todo dentro de la bolsa.
Sr. Verani. — Creo que desde 1810, los argentinos quieren hablar del país que quieren.
Siempre decimos que lo vamos a hablar y nunca lo hablamos. Lo individualizamos. Estuve con
el señor senador Marín en la Convención de 1994, en la Comisión de Asuntos Federales.
Construimos un federalismo distinto. Nadie habló de que aquella reforma constitucional
sancionó un artículo revolucionario, en un puntito abajo incluido con fórceps. Es el artículo
112, que dice que los recursos naturales son de las provincias.
Pero nadie dice la verdad. ¿Por qué no decimos la razón por la cual no tratamos la ley de
coparticipación? Porque hay dos o tres provincias que se llevan la mayor tajada. Esa es la
verdad.
Entonces, siempre se declama que se va a tratar. Deberíamos habernos dado una ley de
mayoría. A mi provincia, por tener regalías, le redujeron el presupuesto de 3,5 al 2,5.
Es cierto lo que dice el señor presidente respecto a que tenemos que tratar todo. Claro
que tenemos que tratar todo. Quiero ver si el plan federal de viviendas corresponde al 4,5 que
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tenemos de coparticipación que estaba disponible en un momento y no lo está ahora.
Quiero analizar si las provincias debemos noventa mil millones, después de la reforma,
al gobierno nacional y cuánto nos sacaron de las provincias. A lo mejor nos sacaron bien y lo
tenemos que pagar.
Pero, por qué tengo que tratar hoy, en el medio de un terrible despelote, la soja, el trigo,
la leche y la carne. ¿Y del petróleo por el que me pagan cuarenta y cuatro dólares cuando vale
ciento veinte?
Me parece que venimos al Congreso para todo este cuestionario y alguna vez lo vamos
a tener que tratar. No estar apurado para tratarlo. No quiero echarle la culpa a otro. Quiero
echarme la culpa solo. Yo tengo la culpa. Fui gobernador y fui herido.
Sr. Marín. — Dos errores hubo en esa constitución. Uno es el que usted plantea. Y el otro fue
la elección directa del presidente. Eso nos dejó a las provincias fuera de la posibilidad de poder
participar con mayor número de representantes.
Sr. Presidente. — En este país han pasado cosas como la limpieza de las monedas, el paso al
Estado de las cajas. Las provincias que en algún momento estaban administradas distintas, la
verdad es que la vieron pasar.
Claro que es para discutir. El debate va a ser riquísimo si lo hacemos de cara a lo que
efectivamente estamos convencidos que es lo que debemos defender. Si lo hacemos desde la
mezquina visión de un sector, va a ser una discusión muy dura, pero no va a llegar a ningún
lado.
Me parece bárbaro que discutamos. Hay sectores que gritan con razón. Otros que no
solo no tienen razón sino que tampoco tiene derecho a hablar ni a pedir en una Argentina que ha
puesto todo en este sector. La consecuencia de tasas activas diferencias porque la Argentina
pagó la deuda externa. ¿Este esfuerzo de quién es? ¿Es herencia del cielo?
Me parece que este debate hay que darlo.
— Son las 18 y 47 horas.
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