Duelo Los avances tecnológicos permiten a la sociología, la economía y a las ciencias políticas explorar, medir, inspeccionar el cuerpo social hasta lugares recónditos, pero difícilmente permiten abordar cabalmente el problema del duelo, como reacción ante una pérdida, y aaunque se tomen en cuenta los datos objetivos de conducta social, “algo” bajo la forma de defecto o exceso se resiste al diagnóstico. ¿Si además del dolor físico por una agresión (contra un segmento de la sociedad, que es eliminado en un acto terrorista y se constituye en una pérdida definitiva), se registra un duelo colectivo, una reacción dolorosa a una agresión física o psicológica ejercida sobre una persona para viciar su voluntad y obligar a ejecutar un acto determinado, como tiende a señalar la experiencia, ¿dónde duele, dónde se puede ubicar y dónde se puede tratar el dolor del duelo por el terrorismo? Si entendemos el duelo como reacción, la calidad, cantidad o intensidad del duelo depende depende de la acción violenta recibida. El duelo es reacción contra la violencia padecida por “objetos” “blancos” o víctimas, identificadas previamente. En un sentido muy general, la violencia se puede ver como algo que impide la realización de los derechos humanos, comenzando por el más fundamental: El derecho a la Vida, seguido por el derecho a la Libertad (Comisión de Estudios sobre la Violencia, 1995). El dolor no se limita al cuerpo físico o social, se hace impalpable luego de la lesión o pérdida, se hace duelo, es una reacción ante la separación definitiva con el objeto o un sujeto con el cual existían relaciones afectivas de pertenencia. El padecimiento está afectado por la estructura del lenguaje entendido como código de uso individual y colectivo. . El duelo es manifestación inmediata sin recurrir al recurso de interrogarse, no es una respuesta calculada ante una demanda o un cuestionamiento, es un modo de rechazo a un ataque o agresión (reacción). Es la aptitud refleja de un ser vivo frente ante un estímulo. ¿Y el duelo, como reacción, dónde duele? Se puede rastrear, explorar e inspeccionar a través del lenguaje y se puede establecer si se ha somatizado o nó, con ayuda del dato “positivo”, es decir, “puesto ahí”, que es el mismo lenguaje. El dolor del duelo pertenecería a las esferas del psiquismo, con riesgo de somatizarse.i El lenguaje del paciente objeto de la agresión advierte que hay un cuerpo al cual referir el duelo y que está en relación pero no es lo mismo que el cuerpo físico. Se habla de “herida en el alma”, “dolor de patria”, “espina del corazón”. Pero el corazón es un músculo liso, y respecto al alma, las referencias para expresar el dolor del duelo son manifestaciones de la conducta. Así que las referencias son a una construcción anudada al cuerpo físico. Mientras el dolor físico compromete al cuerpo real, el dolor del duelo se orienta al cuerpo simbólico o al cuerpo imaginario, con los cuales está anudado. Un caso del duelo cuando se anida en el cuerpo simbólico es cuando la reacción es una construcción ideológica, un discurso maniqueo, una manifestación solemne del dolor colectivo, una proclama de guerra contra el mal encarnado en el agresor, una construcción física que representa los caídos, etc. Por otra parte, se anida en el cuerpo imaginario cuando luego de satanizar el agresor, la reacción es asumir que el cuerpo físico representa una realidad totalmente contrapuesta al agresor y se reviste de cualidades desde las cuales reaccionar. Por ejemplo, se asumen como identidad los atributos de animales depredadores en los emblemas e insignias de estado de las fuerzas militares, como también los nombres usados en sus armamentos - el avión "águila", etc. El agresor construye además un cuerpo imaginario de su víctima, oculta las cualidades y realza sus defectos imaginarios. La siguiente etapa puede ser el recordar a sus previas víctimas, profiriendo expresiones que delatan la representación del imaginario del enemigo. Suele ocurrir que la víctima sea desprovista de su condición humana. La propaganda militar está llena de lemas sobre los enemigos, como "perros”, “zorros”, “narcoterroristas”, “cerdos", "gusanos", etc. Es un fenómeno comparable a ver la víctima a través de la mira de una pistola. En el caso del conflicto social colombiano, se caracteriza desde el manejo de un lenguaje que le niega la dignidad humana al agredido o al agresor, para encontrar razones de continuidad (Vallejo, 1998). “Y que no me vengan los alcahuetas que nunca faltan con que mataron al inocente por poner música fuerte. Aquí nadie es inocente, cerdos. Lo mataron por chichipato, por bazofia, por basura, por existir. Porque contaminaba el aire y el agua del río. Ah “chichipato” quiere decir en las comunas delincuente de poca monta, raticas, eso”. De la misma manera, el agresor puede enfocar su atención en la construcción de su propio cuerpo imaginario, sus propios sentimientos de enojo, avaricia, odio, deseo, sadismo, etc. y así reducir su visión de las cualidades de la víctima para justificar sus motivos personales. El agresor se asume como la “bestia rubia”, como ocurrió en el caso de la representación del cuerpo imaginario del nazi. En lo que se describe como modelo "amigo-extraño", el extraño es o "usado" o asesinado. Luego de la acción lesiva en el cuerpo físico, el duelo será una reacción o expresión conversiva, relacionada con el modo como haya sido percibida la lesión física. Luego de esta caracterización del duelo por la acción terrorista, es inevitable conducir el análisis sobre la precariedad del duelo como reacción. ¿Ante el terrorismo el imperativo es una reacción de duelo o una respuesta calculada? En el caso del estado o en el caso de los movimientos que luchan contra el despotismo y terrorismo estatal, lo que suele presentarse es la manifestación que hemos relatado como reacción de duelo. Es posible otro tipo de efectos, distintos a la reacción primaria. Habría necesidad de proseguir el análisis no ya sobre la reacción sino sobre las condiciones de posibilidad para que haya preferentemente una respuesta frente al fenómeno, en particular por quienes asumen, desde el estado, el paraestado o antiestado, la representación del cuerpo social y se legitiman como cuerpo simbólico por el reconocimiento que tienen desde una base social. Bibliografía: S.Freud: Duelo y melancolía: Inhibición , Síntoma y Angustia J. Lacan: Seminarios: Los cuatro conceptos fundamentales en psicoanálisis. R.S.I J. Lacan: Intervenciones y textos . Ed.Manantial J. Lacan: La tercera J. Lacan: Conferencia de Ginebra sobre el síntoma J. Lacan: Psicoanálisis y medicina Varios, Los tiempos del duelo. Jornadas dela Ética. EFBA. 1996 Varios, La función subjetivante del duelo. Periódico. El Otro, 1996 Safouan, Moustapha: Seminario dictado en las Jornadas de la Etica. EFBA. 1996 Vega, Isidoro: El melancólico objeto del maldecir. En MATICES. Ed.Agalma VALLEJO, Fernando, La Virgen de los Sicarios. i