CLASE N° 1: ASPECTOS HISTÓRICOS DEL DOLOR Sigifredo Muñoz Sánchez Profesor del Departamento de Anestesiología – Universidad del Valle PREGUNTAS PARA LOS ESTUDIANTES, CON LAS CUALES INICIARÉ LA CLASE EL LUNES 22 DE ABRIL: 1) ¿Cuál(es) es - son la(s) función(es) del dolor agudo? 2) ¿Los pueblos antiguos sabían que el dolor agudo tiene una función? ¿A qué atribuían las causas del dolor? 3) ¿A usted le gustaría no sentir dolor, nunca? 4) ¿En la historia de la humanidad, el dolor ha sido empleado de manera equivocada o malévola por algunas personas o culturas o religiones? 5) ¿Los chinos tuvieron un concepto sobrenatural y otro más fisiológico? 6) ¿Cómo estaban orientados o a qué estaban dirigidos los tratamientos antiguos para el dolor y enfermedad? 7) ¿Cuál es el medicamento más antiguo usado para tratar el dolor? ¿Cuál nombre recibió en el Renacimiento, mezclado con vino? 8) ¿Qué es analgesia y qué es anestesia? 9) ¿Qué fue primero, la anestesia general o la local? 10) ¿Cuáles son los tres anestésicos generales inhalados más empleados, actualmente? 11) ¿Cuáles son los dos anestésicos locales más empleados actualmente en Colombia? 12) ¿Cuál es la analgesia obstétrica más empleada actualmente? 13) ¿Es correcto ordenar en la H. C, para el dolor postoperatorio: “Analgésicos según dolor”? 14) ¿Cuándo comenzó el interés por el estudio del dolor? 15) ¿Qué son los Cuidados Paliativos? EL DOLOR EN LA ANTIGUEDAD El dolor es tan antiguo como la humanidad, pero los pueblos antiguos no sabían que el dolor es un aviso de que algo funciona mal en el cuerpo y se le debe prestar atención; que es una información sensorial que sirve para proteger a los tejidos de mayor daño y que además sirve para orientar a los médicos para hacer un diagnóstico. Los pueblos antiguos atribuían su origen y razón de existir a eventos sobrenaturales, no científicos. Ejemplo de lo anterior es que, de acuerdo a la mitología judeo-cristiana, Eva fue condenada a sufrir el dolor del parto cuando, junto con Adán, cayeron en pecado, les fueron quitadas las prebendas otorgadas y expulsados del paraíso. Otras mitologías también contemplan un origen sobrenatural para la enfermedad y el dolor; por ejemplo, en los pueblos de Mesopotamia, como los sumerios, asirios y acadios, Pazuzu era el rey de los demonios, portador de la peste, la enfermedad, el dolor y la fiebre. 1 Similar concepción tenían en sus mitologías otras primeras culturas. Para los antiguos egipcios la enfermedad y el dolor se debía a posesión por espíritus como Seth; los antiguos chinos e hindúes los explicaban mediante posesión por antepasados y demonios malignos. En la mitología greco-romana la flecha de Diana Cazadora (Artemisa) era símbolo de peste, enfermedad y dolor, mientras la serpiente que acompaña a Esculapio (Asclepio) simboliza la renovación del cuerpo y al mismo tiempo la muerte, con su letal veneno. En América, las culturas precolombinas tampoco escaparon a una concepción mezcla de religión con magia, con diversos dioses y encantamientos, con rituales dirigidos por el chaman, y con plantas como el yagé, la coca y el borrachero. Así, los primeros habitantes y asentamientos humanos del planeta no comprendían la causa, y menos la función, del dolor; generalmente lo explicaban con causas externas sobrenaturales y no lo identificaban como una alteración interna del cuerpo humano, como un aviso que algo funciona mal y debe prestarse atención, reposo. El dolor no tenía la mirada médico-científica que actualmente tiene. TRATAMIENTOS ANTIGUOS PARA EL DOLOR: Si las causas del dolor y la enfermedad eran externas y de carácter religioso-demoníaco, los tratamientos para la enfermedad y el dolor eran coherentes con ello: además de algunas plantas, los tratamientos se fundamentaban en oración a los dioses, ayuno, expiación del pecado, exorcismos, sacrificios a los dioses, uso de amuletos. EMPLEO EQUIVOCADO DEL DOLOR Desafortunadamente, el dolor también ha recibido un mal empleo a través de toda la historia de la humanidad; ha sido utilizado para infligir martirio, sufrimiento, tortura precediendo o no a la muerte. Ejemplos clásicos son la tortura y muerte por crucifixión durante el Imperio Romano o las múltiples formas de “purificar el alma” o de “lograr confesiones purificadoras” durante la Santa Inquisición del Catolicismo, en especial en España. Los ejércitos invasores infligían crueles torturas a los pueblos vencidos; un ejemplo fueron los ejércitos conquistadores mongoles (Gengis Kan). CONCEPTOS ANTIGUOS DIFERENTES A LO SOBRENATURAL. CHINA: Es justo reconocer que los chinos no sólo presentaron explicaciones fundamentadas en posesión por antepasados malignos, porque la acupuntura y la moxibustión son milenarias. Se cree que la acupuntura se inicia hacia el año 3000 antes de Cristo y se fundamenta en el restablecimiento del equilibrio del chi o sistema energético vital yin - yan, que representan la armonía entre el macrocosmos externo y el microcosmos interno. El restablecimiento del equilibrio interno lo plasmaron mediante la inserción de agujas o aplicación de calor en puntos situados en los meridianos de los órganos y vísceras. La moxibustión consiste en aplicar calor local en ciertos puntos, quemando raíces de artemisa. Actualmente se postula que la acupuntura y la moxibustión estimulan la secreción de sustancias inhibidoras del dolor. EUROPA: En las culturas occidentales, el cambio de la génesis de la enfermedad y del dolor, de sobrenatural a científica, se inició con el médico Hipócrates (Grecia, años 460 a 2 360 antes de Cristo) y continuó con el médico Galeno (Grecia-Asia Menor, actual Turquía, años 138 a 201 después de Cristo), quienes empezaron a pensar que la enfermedad y el dolor se debe a un desequilibrio interno y no a causas externas sobrenaturales. Enseñaron que la salud depende del equilibrio de cuatro humores o fluidos internos: la sangre (caliente y húmeda), la mucosa o flema (fría y húmeda), la bilis amarilla (caliente y seca) y la bilis negra (fría y seca). El exceso o falta de alguno(s) de estos cuatro humores causaba enfermedad y dolor, y los tratamientos debían dirigirse a restablecer el equilibrio interno. El equilibrio del yin-yan y de los cuatro humores pueden considerarse como explicaciones fisiológicas primitivas. Para restablecer el equilibrio de los cuatro humores, se realizaban tratamientos como: efectuar sangrías, aplicar sanguijuelas, enemas, causar vómito o sudoración. Por ejemplo, si el paciente estaba caliente y rubicundo había que darle zumos de plantas frías y practicarle sangrías; si tenía sed y orinaba poco había que darle brebajes húmedos. Sin embargo, en estas dos culturas no hubo un desprendimiento total de las causas externas sobrenaturales, porque al igual que los chinos relacionaron el equilibrio de la energía interna con el equilibrio del cosmos, Hipócrates y Galeno vincularon el equilibrio de los cuatro humores con el equilibrio externo de los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. DEL OPIO A LA MORFINA Además de los tratamientos con oraciones, ayuno, plegarias, penitencias, exorcismos, sacrificios, amuletos, sangrías, sanguijuelas, enemas y eméticos, varias culturas complementaban el manejo del dolor con algunas plantas, y de ellas el opio es la que ha trascendido a través del tiempo; constituye uno de los tratamientos más antiguos, y que aún seguimos usando, en forma de morfina. Opio significa “jugo” en griego; es el zumo obtenido de la planta papaver somnífero y entre sus nombres comunes están amapola y adormidera; la planta contiene más de 20 alcaloides, siendo los principales la morfina y la papaverina. No se sabe exactamente cuando ni donde comenzó el uso del opio para aliviar al dolor, pero hay pruebas arqueológicas que en el año 1400 antes de Cristo ya se usaba en Egipto y en Babilonia, de donde se expandió a Creta, a todo el Mediterráneo y a Asia. Galeno se refiere al opio como el calmante y somnífero más poderoso y señaló que en altas cantidades puede causar la muerte (por depresión respiratoria); su empleo continuó a través del tiempo en diversas presentaciones, como la teriaca, que era una preparación que contenía opio más múltiples extractos de plantas; también se utilizaron esponjas impregnadas con opio y otras plantas que producen confusión mental, como la mandrágora (escopolamina, hioscina y atropina). La heroína también tiene como fundamento a la amapola, añadiendo otras sustancias adictivas. Hacia el año 1530 dC Paracelso denomina láudano a una mezcla de opio con vino, que en latín significa “digno de alabar”. En el siglo XVIII fumar opio se convirtió en costumbre popular y en adicción social, especialmente en los países orientales. 3 En 1803 un médico alemán aisló a la morfina del opio, y le puso este nombre, en honor a Morfeo, que similar a Hipnos, son dioses griegos del sueño. La morfina la seguimos usando en la actualidad, pero actualmente existe gran variedad de opioides como la meperidina, el fentanil, alfentanil, remifentanil y sufentanil. OTRAS PLANTAS Y TÉCNICAS ANALGÉSICAS ANTIGUAS Además del opio que da analgesia y somnolencia, para calmar el dolor y realizar cirugías se utilizaban otras plantas que producen somnolencia, enturbamiento mental o embriaguez, como la raíz de mandrágora, que contiene atropina, escopolamina y hioscina; la cannabis o hachish (marihuana) y el alcohol. Aplicar torniquetes, frío local y aún dar golpes en la cabeza o comprimir las carótidas para producir desmayos eran técnicas complementarias a la administración de opio, para realizar las escasas cirugías que practicaban los cirujanos, barberos y dentistas. Estas cirugías consistían en amputaciones en las guerras, corrección de fracturas, drenaje de abscesos, extracciones dentarias y resección de algunos tumores superficiales. Ninguno de estos métodos o combinaciones producía una verdadera anestesia, y el paciente tenía que ser amarrado y sujetado por varios ayudantes. Cualidades de los cirujanos y barberos eran ser rápidos y no dejarse descontrolar por los gritos de dolor del paciente. 1846: LA ANESTESIA GENERAL INHALADA A finales del siglo 18, la cirugía se convirtió en una ciencia, fue aceptada al interior de la medicina y las cirugías fueron realizadas por médicos, no por barberos y cirujanos no médicos. La cirugía empezó a ampliarse, pero no existía una verdadera anestesia, situación limitante para su desarrollo. Anestesia es bloquear todas las sensaciones, incluyendo al dolor; analgesia es bloquear al dolor. Hacia 1800 se generó gran interés por encontrar una verdadera anestesia, y fueron descubiertas las propiedades analgésicas del óxido nitroso o “gas de la risa”. Este gas es analgésico, pero no produce una verdadera anestesia, y podía servir en procedimientos cortos no complicados, como extracciones dentarias no complejas, pero no para cirugías medianas o mayores. Es pertinente recordar que analgesia es aliviar el dolor, mientras que anestesia es bloquear todas las sensaciones, incluyendo al dolor. Después de varios ensayos con diversos gases, en 1846 se administró la primera anestesia general con éter (gas de vitriolo), en Estados Unidos, y la cirugía consistió en resecar un tumor cervical. El descubrimiento de la anestesia facilitó el desarrollo de la cirugía. Después del éter se utilizaron otros gases anestésicos, como el cloroformo y el ciclopropano. Estos tres gases anestésicos fueron empleados hasta mediados del siglo pasado (siglo 20), y dejaron de usarse porque son explosivos, causan hipotensión, arritmias cardiacas, vómito postoperatorio, daño hepático o renal. 4 Hacia 1960 se inicia el empleo del halotano y el enflurano, no explosivos y con menores efectos indeseables que el éter, cloroformo y ciclopropano, pero también ya cayeron en desuso, porque hay otros que los superan. Actualmente los gases anestésicos más empleados para administrar anestesia general son: isoflurano, sevoflurano y desflurano. 1864: LA ANESTESIA LOCAL La anestesia local tiene sus orígenes en América, porque los Incas aplicaban hojas masticadas de coca sobre las heridas. La coca tiene propiedades de anestésico local; las hojas aplastadas se colocaban sobre los molares que dolían y también se preparaban brebajes para tomar, en caso de cólicos. La coca fue empleada por Sigmond Froid para tratar pacientes con depresión, pero aparte de obtener pacientes des-inhibidos por un momento y convertir a algunos en adictos, no obtuvo resultado siquiátrico terapéutico. Un médico discípulo de Froid se percató que a los pacientes deprimidos se les adormecía la mucosa oral y la lengua cuando tomaban el zumo de coca, y después de algunas experiencias, en 1884 la presentó como el primer anestésico local tópico, para uso en oftalmología. Como la aguja hipodérmica había sido perfeccionada unos años antes, en los años siguientes a 1884 se inició el uso de cocaína infiltrada, para procedimientos como suturas. Esta técnica también causó varias muertes al infiltrar altos volúmenes, porque además del efecto de anestésico local, la cocaína impide la recaptación de noradrenalina en los terminales adrenérgicos, generando hiperactividad cardiaca. El descubrimiento de la coca como anestésico local condujo a técnicas de anestesia regional, como la anestesia raquídea, que se inició en 1898. La toxicidad y adicción a la cocaína obligó a la búsqueda de otros anestésicos locales, y fue reemplazada en 1904 por la procaína, que es otro anestésico local menos tóxico. La búsqueda de anestésicos locales con menor toxicidad en los sistemas nervioso central y cardiovascular ha continuado. Actualmente los anestésicos locales más empleados en Colombia son lidocaína y bupivacaina. AINES Aunque la corteza del árbol sauce se empleaba desde mucho tiempo atrás como analgésica, anti-inflamatoria y antipirética, fue en 1899 cuando se aisló el ácido acetil-salicílico de ella, el cual se convirtió durante las décadas siguientes en el analgésico más empleado, bajo el nombre de aspirina (ASA). Fue el primer medicamento de la familia AINEs. El descubrimiento de otros AINEs continuó en 1952 y 1964, con la fenilbutazona y la indometacina. Actualmente existe gran variedad de AINEs, incluyendo los que bloquean selectivamente a la ciclo-oxigenasa 2. 5 ANESTESICOS NO INHALADOS En anestesia se utilizan opioides potentes y de corta vida media, como el fentanil, alfentanil y remifentanil. La morfina es más empleada para analgesia posoperatoria y en dolor crónico y agudo intenso. Los barbitúricos son hipnóticos y antiepilépticos; fueron descubiertos en 1903, y el tiopental (Pentotal) es un hipnótico barbitúrico de acción rápida, que cruza rápidamente la barrera hemato-encefálica por su alta liposolubilidad y se sigue empleando en la actualidad, por vía intravenosa, para iniciar la anestesia general. Las benzodiazepinas son útiles para el manejo de la ansiedad (sedantes) y a mayores dosis se usan como hipnóticos y anticonvulsivantes; entre las primeras benzodiazepinas se encuentra el clordiazepóxido (1953) y posteriormente el diazepam. Actualmente el midazolam se encuentra entre los más utilizados, por su vida media corta. La ketamina, el propofol y el etomidato son otros anestésicos no inhalados, que desde el siglo pasado se unieron a los opioides, tiopental y benzodiazepinas para administrar anestesia general no inhalada (anestesia intravenosa). ANALGESIA OBSTETRICA Y POSOPERATORIA La Biblia sentencia a tener a los hijos con dolor, pero en 1853 la reina Victoria de Inglaterra pidió anestesia inhalada con cloroformo, para el trabajo de parto de su hijo Leopoldo. Esta analgesia “a la reina” no trascendió, porque los anestésicos generales entorpecen las contracciones uterinas, predisponen a las pacientes a bronco-aspirar y puede causar depresión fetal, porque el anestésico pasa al feto. La analgesia obstétrica con morfina u otro opioide por vía intramuscular o venosa durante el trabajo de parto también puede conducir a depresión respiratoria fetal. Por ello, no se usa. A mediados del siglo pasado se incluyó la técnica de bloquear a los nervios paracervicales y pudendos durante el trabajo de parto, pero bloquear estos nervios no es fácil, muchos bloqueos eran fallidos y además, la absorción del anestésico local puede producir bradicardia fetal. Recordemos que en los neonatos el gasto cardiaco (volumen sistólico multiplicado por la frecuencia cardiaca) depende de la frecuencia cardiaca, porque en los lactantes el incremento de la contractilidad no es efectivo, y no aumenta el volumen sistólico (Ley de Frank Starling). Así, hasta hace aproximadamente 45 años no existía un método de analgesia obstétrica efectivo y que no produjera toxicidad fetal. Actualmente se administra analgesia obstétrica epidural, con catéter insertado en el espacio peridural, con anestésico local a baja concentración más dosis mínimas de opioides, que no deprimen al recién nacido. El espacio epidural se localiza entre el ligamento amarillo (flavo) y la duramadre. (epidural = peridural). El manejo del dolor postoperatorio o postraumático tampoco era muy eficiente hasta hace 40 - 30 años; lo mejor que se podía hacer era administrar morfina o un AINE, por vía intramuscular o venosa después de la cirugía o del trauma. Hasta hace unos 30 años, al terminar una cirugía, era común escribir en las órdenes médicas posquirúrgicas: 6 “analgésicos según dolor”, sin determinar qué analgésico administrar, ni qué dosis, ni cada cuanto tiempo. Los cirujanos y anestesiólogos delegaban esta función al personal ayudante de enfermería. Actualmente el manejo del dolor postoperatorio es diferente; también se puede hacer mediante un catéter ubicado en el espacio epidural, o con opioides intravenosos administrados mediante bomba de infusión, para mantener concentración estable en el plasma, no con los “picos y valles” que dan por vía intramuscular o intravenosa intermitente (cada 4 – 6 – horas). En resumen, hace 50 años algunos médicos incrementaron el interés en calmar el dolor obstétrico y posquirúrgico, y se iniciaron esfuerzos por investigar la fisiología y la fisiopatología del dolor y buscar métodos y fármacos de alta eficacia, con pocos efectos indeseables. Hace unos 25 años el interés se generalizó y se empezaron a incluir asignaturas de dolor, en los programas académicos de medicina. Por ejemplo, hace 40 años se pensaba que el dolor agudo intenso había que calmarlo únicamente por razones humanitarias, para disminuir el sufrimiento del paciente, pero no se sabía que el dolor agudo intenso desencadena una respuesta neuro-endocrina con activación del sistema simpático e incremento del consumo de oxígeno y producción de dióxido de carbono, y que dicha respuesta puede generar efectos negativos, especialmente en pacientes con baja reserva funcional. Tampoco se sabía que durante el trabajo de parto se incrementa el gasto cardiaco, situación no benéfica en quienes sufren una valvulopatía. O que la hiperventilación por el dolor del trabajo de parto puede llevar a vasoconstricción en la circulación útero-placentaria, con efectos negativos en el recién nacido. INTERÉS POR EL ESTUDIO DEL DOLOR Durante la década de 1960 se incentivó en el mundo el interés por el estudio del dolor agudo y crónico. En 1965 Wall y Melzack lanzaron la Teoría de la Compuerta, que fue pionera en establecer que la médula espinal no es una simple estación de relevo entre las vías periféricas y las ascendentes, sino una estructura en la cual hay procesos de inhibición o de excitación del dolor. En éste caso particular, que las fibras gruesas (tipo A beta, inhiben a las delgadas, como son las que transmiten al dolor, tipo A delta y C). En 1973 fueron identificados los receptores opioides y en 1975 fueron aislados los opioides endógenos (encefalinas); en 1981 se inició la administración de opioides por vía raquídea y peridural, sitios donde bajas dosis de opioides tienen potente y prolongado efecto antinociceptivo, porque están aplicados muy cerca de los receptores. En 1974 se creó la “International Association for the Study of Pain” (IASP) y se realizó el primer congreso mundial sobre dolor; al año siguiente nació la revista “Pain”. CLINICAS DE DOLOR Y CUIDADOS PALIATIVOS Al igual que hasta hace 50 años había bajo interés por el estudio del dolor agudo, tampoco se prestaba la debida atención médica a los pacientes con dolor crónico, o en estado terminal, especialmente por cáncer ( el sida inició hacia 1980). 7 Era común controlarlos pocas veces en la consulta externa, y no darles nuevas citas de control, porque no se sabía cual enfermedad tenían, ni cómo tratarla, o se tenía la presunción que, si el paciente terminal iba a morir, ya no se le podía ofrecer más; la muerte podía verse como un fracaso de la medicina. En consecuencia, los pacientes en estado terminal y con dolores crónicos quedaban sin cuidado médico, buscando alternativas no científicas, o terminaban muriendo después de haber sufrido intensos dolores, náusea, vómito, estreñimiento, insomnio. Y junto al sufrimiento físico del paciente estaba el sufrimiento emocional de su familia. Desde hace aproximadamente 30 años, este panorama ha cambiado; los pacientes terminales o con dolores crónicos no están abandonados. Existen Clínicas de Dolor Crónico y Cuidados Paliativos, con enfoque multidisciplinario del dolor crónico (especialistas de varias áreas), y que ofrecen mejor calidad de vida en los últimos días del paciente, sin caer en distanasia. Paliar es aliviar, sin curar. Sigifredo Muñoz Sánchez, Md Profesor Departamento de Anestesiología. Universidad del Valle Abril 15 de 2013 8