Edmund Burke Nerea Blanco Marañón. Fue el primeroi en establecer la diferencia entre lo Sublime y lo Bello. Ya Addison apuntó de algún modo a esta diferencia, pero no los contraponía como hace Burke, pues según aquel lo sublime, en tanto que agradable, es también bello. Burke los presenta como dos experiencias contrapuestas, como dos placeres, pero uno referido a lo positivo y otro a lo negativo. Es el primero en considerar lo terrible como experiencia estética y no dentro de la fealdad, sino dentro de esa categoría que te hace tener una experiencia más grandiosa, en tanto que te ves reducido, te pierdes como sujeto e incluso te sientes parte de la nada. “El horror deleitable es el efecto más genuino y la prueba más verdadera de lo sublime.” 1ii Para Burke el Gusto ha de ser definido como “aquellas facultades que se ven influenciadas por, o que forman un juicio acerca de las obras de la imaginación o de las artes elegantes.”iii Las tres facultades que tienen relación con los objetos externos y el placer que se produce en el sujeto, y que conforman el Gusto, son: los sentidos, la imaginación y el juicio. Burke pretende encontrar unos principios comunes a todos los hombres, unos principios que sean de estas tres facultades. Lo que en definitiva Burke entiende por gusto, es el ejercicio placentero del juicio, empleado sobre el objeto, que ha sido proporcionado por medio de los sentidos y la imaginación. Pero tengamos en cuenta que este placer en tanto que es producido tras una reflexión, ya es indirecto, mientras que el producido por la imaginación es más directo y puro. El Juicio se ejercita poniendo obstáculos a la imaginación. Burke prefiere el placer puro de la imaginación no condicionado por la razón, pero este es un ingrediente necesario para la actuación del gusto. Habla de una inclinación a maravillarnos ya desde el nacimiento ante los objetos sin la necesidad de racionalizar. Éstos son juicios falsos que hacemos sobre las cosas, pero nos producen sensaciones más placenteras que en el momento en el que comenzamos a educar la facultad del juicio. Indica de este modo que todos tenemos capacidad para el gusto innata, pero que con el uso de la razón podremos crear juicios que nos permitan educar el gusto. Serán juicios que ya no serán falsosiv como los anteriores, y nos permitirán tener otro placer, que 1 Una investigación filosófica sobre el origen de nuestras ideas de lo sublime y lo bello. E. Burke. Viii. aunque indirecto, nos permitirá hacer juicios de verdad sobre los objetos y además percibir la experiencia estética. A mayor educación del Juicio, mayor es la educación del Gusto. Veamos como en este punto da paso a dos autores que, curiosamente mueren el mismo año: Herder (1744-1804) y Kant (1724-1804), así como a un tercero: Schiller (1759-1805). El primero toma de algún modo esa idea de gusto innato, que es lo que él denominará: impronta estética. Kant continúa con la idea del estudio de los Juicios, y no de los objetos. La manera de encontrar unos principios universales es a partir del estudio del juicio. Y por último, el tercero recoge la idea de la educación del juicio. v Como apunte final sobre lo que supone la obra de Burke en el mundo de la estética quiero hacer notar una idea que se retoma con los románticos. Al principio se hacen juicios falsosvi e inexactos, algo que posteriormente, con la educación del juicio nos llevará a juicios de verdad. Los románticos afirman que el arte no es mera imitación, incluso que tampoco es solo innovación, es una representación de la verdad. Burke ya apuntaba a que los juicios podían hablar de verdad en la estética. El Juicio de gusto se ejercita de manera distinta, dependiendo de la fuente de afección. Puede producir un placer positivo (pleasure) o negativo (delight). En el primer caso se entiende que son objetos bellos y en el segundo, sublimes. La tradición asociaba lo terrible con lo monstruoso y feo, pero Burke altera este punto de vista. La emoción de lo sublime se produce con la visión de lo terrible. “Todo lo que es capaz de excitar las ideas de dolor y peligro, es decir, todo lo que es de algún modo terrible, o se refiere a objetos terribles, actúa de un modo análogo al terror, es una fuente de lo sublime: esto es, produce la más fuerte emoción que la mente es capaz de sentir. Digo la más fuerte emoción porque estoy convencido de que las ideas de dolor son mucho mas poderosas que las que entran en la parte del placer.”2vii Pero en si mismo no hay deleite alguno, nos complace si no estamos sometidos a sus efectos reales, si estamos a salvo de sus efectos negativos. En un primer momento lo absoluto, lo sublime nos suspende el movimiento. 2 Una investigación filosófica sobre el origen de nuestras ideas de lo sublime y lo bello. E. Burke. “La pasión causada por lo más grande y lo sublime en la Naturaleza, cuando esas causas actúan con mayor poder, es el asombro o ese estado del alma en que todos sus movimientos quedan suspendidos por cierto grado de horror. En ese caso, el alma está tan enteramente llena de su objeto que no puede ocuparse de otro…” 3viii Para sentir lo sublime debemos superar este primer momento. Debemos mantener una actitud estética, que la presencia de lo terrorífico no nos aniquile. “Cuando el peligro y el dolor acosan demasiado cerca, con incapaces de dar ningún deleite, y son simplemente terribles; pero a ciertas distancias y con ciertas modificaciones pueden ser y son deleitables, como experimentamos a diario.”4 Esta sublimidad anima por lo tanto mi vida, sacude mi somnolencia e incluso me saca de mí. No es un placer pasivo, sino que tengo que actuar para poder sentir ese placer negativo. De algún modo se podrían caracterizar los dos placeres ya no como negativo y positivo, sino como activo y pasivo. Debo realizar la acción de ponerme lejos del dolor para poder reflexionarlo. No puedo dejar que me invada, pues ya no mantendría la actitud estética y por lo tanto no tendría tal experiencia de lo sublime, sino el dolor de lo terrible. En el caso de la belleza, es aquella cualidad que causan amor o alguna pasión similar a él. Es la propia belleza la causante del placer y se puede apoderar de mí sin que yo tenga que hacer esfuerzo alguno por alejarme o acercarme. Es ella la que hace todo el trabajo, hasta que la razón reflexiona sin ningún obstáculo y crea su juicio de gusto. Mi actitud es pasiva hacia el objeto bello. BIBLIOGRAFÍA RODRÍGUEZ TOUS, Juan Antonio: Idea estética y negatividad sensible la fealdad en la teoría estética de Kant a Rosenkranz, Ediciones de Intervención Cultural, Barcelona, 2002 BOZAL, Valeriano (ed.); Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas (Vol.I), Visor, Madrid, 1996. VALVERDE, José María; Breve antología de la estética, Ariel, Madrid; 19 3 Una investigación filosófica sobre el origen de nuestras ideas de lo sublime y lo bello. E. Burke. 4 Una investigación filosófica sobre el origen de nuestras ideas de lo sublime y lo bello. E. Burke. Lo sublime del desamor. Nerea Blanco Marañón “Todo lo que es capaz de excitar las ideas de dolor y peligro, es decir, todo lo que es de algún modo terrible, o se refiere a a objetos terribles, actúa de un modo análogo al terror, es una fuente de lo sublime: esto es, produce la más fuerte emoción que la mente es capaz de sentir. Digo la más fuerte emoción porque estoy convencido de que las ideas de dolor son micho mas poderosas que las que entran en la parte del placer.” Burke nos presenta unas ideas en las que propone que lo sublime tiene que ver con lo negativo, el dolor y lo terrible, mientras que la belleza es sinónimo de agradable y placentero. Veamos como una serie de palabras, entre las cuales no encontramos demasiado placer, nos transmiten el sentimiento más grande y magnífico que imaginamos. Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso: no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso: huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño: creer que el cielo en un infierno cabe; dar la vida y el alma a un desengaño, ¡esto es amor! quien lo probó lo sabe. Lope de Vega. Leyendo tal poema descubrimos unos sentimientos agradables y otros dolorosos . Habla más bien de aquellas sensaciones que aunque dolorosas, amamos porque a la vez nos resultan dulces. Ese es el sentimiento que produce lo sublime. Lope de Vega habla de Amor, pero todo esto se puede sentir bajo una tormenta, con la visión de la erupción de un volcán, con la explosión de fuegos artificiales, o con la visión de la inmesidad del mar. Sentirte Vivo y parte de la naturaleza, Muerto, pues ves que eres una minúscula parte del mundo y crees que ya no eres nada. Valiente, porque estás alejándote del dolor para poder sentir la verdadera y dulce experiencia de lo estético que ves. Sientes todo eso cuando tienes una experiencia de lo sublime. Lo sublime no es algo bello, entendido esto como algo agradable, sino es aquello que te lleva más lejos y te hace sentir mucho más. Tu cuerpo bulle con la misma energía que aquello que presencias. “Cuando el peligro y el dolor acosan demasiado cerca, con incapaces de dar ningún deleite, y son simplemente terribles; pero a ciertas distancias y con ciertas modificaciones pueden ser y son deleitables, como experimentamos a diario.” No hay mayor inspiración para un poeta que el dolor que siente por el rechazo de su amante. No hay poemas más hermosos que aquellos que muestran el dolor ajeno. Pero es necesario que haya una distancia entre el dolor y el sujeto para que sea posible que se vea lo sublime. “La pasión causada por lo más grande y lo sublime en la Naturaleza, cuando esas causas actúan con mayor poder, es el asombro o ese estado del alma en que todos sus movimientos quedan suspendidos por cierto grado de horror. En ese caso, el alma está tan enteramente llena de su objeto que no puede ocuparse de otro…” Si yo sufro el desamor, tan solo me invade el dolor, no soy capaz de sentir lo sublime, me paralizo y solo sufro. El hecho de reflexionar sobre aquello que me aterroriza (en este caso, la soledad y el miedo ado a una eternidad sin mi amante “ Las ideas de eternidad y de infinidad están entre las más afectivas que tenemos y quizás no haya nada de que realmente entendamos tan poco comop de la infinitud y la eternidad… casi nada apuede impresionar a la mente con su grandeza sin hacer una especie de aproximación hacia la infinitud…” “La Infinitud tiene una tendencia a llenar la mente con esa especie de horror deleitable es el efecto más genuino y la prueba más verdadera de lo sublime.” ¿Qué enamorado no suspira por la eternidad e infinitud de su amor?Por ello no hay dolor más que por lo más temdo es ese vacío causado por la infinitud, de verte sin tu amado hasta la eternidad. No hay dolor mayor que el de la privación. “Todas las privaciones generales son grandes, porque son terribles: el Vacío, la Oscuridad, la Soledad y el Silencio.”ix XXXV Olas gigantes que os rompéis bramando en las playas desiertas y remotas, envuelto entre la sábana de espumas, ¡llevadme con vosotras! Ráfagas de huracán que arrebatáis del alto bosque las marchitas hojas, arrastrado en el ciego torbellino, ¡llevadme con vosotras! Nubes de tempestad que rompe el rayo y en fuego ornáis las desprendidas orlas, arrebatado entre la niebla oscura, ¡llevadme con vosotras! Llevadme por piedad a donde el vértigo con la razón me arranque la memoria. ¡Por piedad! ¡tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas! G. A. Bécquer i Creo que debería acotar el alcance de la afirmación. La estética griega y romana, y también la medieval trabajaron ya esta distinción. Incluso hay tratados ii Referencia incompleta iii Cita sin referenciar iv La “falsedad” no es precisamente un criterio respecto al juicio de gusto, no? v Bien vista esta relación, lástima que no abunde más en ella vi Creo que ya en este punto debería definir o al menos caracterizar “falsedad” vii Referencia aún más incompleta viii Referencia aún más incompleta ix Para todas las citas en prosa de este apartado. Quiero entender que el comentario es implícito y sobre la base de los fragmentos sin referenciar La orientación poética que le confiere a su trabajo resulta tan lúcida como competente.