INDICE DEFINICION......................... 2 BREVE HISTORIA DEL CONCILIO VATICANO II (1962−1965).......... 2 CONSTITUCIONES (4):

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INDICE
• DEFINICION......................... 2
• BREVE HISTORIA DEL CONCILIO VATICANO II (1962−1965).......... 2
• CONSTITUCIONES (4):
♦ Lumen Gentium........................................................... 4
♦ Dei Verbum 4
♦ Sacrosantum Concilium 5
♦ Gaudium et spes 6
• DECRETOS(9)
♦ Christus Dominus 7
♦ Presbyterorum Ordinis 7
♦ Optatam totius ........................................................... 8
♦ Perfectae caritatis ....................................................... 8
♦ Apostolicam actuositatem ............................................ 9
♦ Orientalium Ecclesiarum .............................................. 9
♦ Ad Gentes divinitus ........................................... 9
♦ Unitatis redintegratio ..................................................10
♦ Inter mirifica ............................................................. 10
• DECLARACIONES(3)
♦ Dignitatis humanae 11
♦ Gravissimum educationis 11
♦ Nostra Aetate ............................................................. 12
• MENSAJE DEL CONCILIO A LA HUMANIDAD ................................ 12
• BREVE PONTIFICIO IN SPIRITU SANCTO .................................... 13
• OPINION PERSONAL................................................................. 13
DEFINICION DE CONCILIO.
Concilio es la asamblea de obispos convocada para debatir asuntos importantes referentes a la doctrina y
disciplina de toda la Iglesia o de parte de ella.
En el primer caso, el Concilio será universal o ecuménico (del griego "oicomenicós" que significa universal).
Para que tenga valor de tal, tiene que ser convocado por el Papa,presidido por él o sus delegados, y aceptado
en todas y cada una de sus decisiones por el mismo.
En cuanto al número de participantes, es obvio que tienen que ser la mayoría, con verdadera representatividad
de todo el mundo cristiano.
En el segundo caso, el concilio es particular, que podrá ser de una nación, un grupo de naciones, una
determinada región o provincia eclesiástica.". Cuando un concilio no es convocado en forma legítima, se
habla de "conciliábulo".
BREVE HISTORIA DEL CONCILIO VATICANO II (1962−1965)
En Junio de 1959 Juan XXIII habla por primera vez de su intención de convocar un concilio ecuménico, pero
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el anuncio oficial no se formula hasta el año 1961.
En el momento de su apertura, el 11 de octubre de 1962, con un discurso histórico del Papa, se pensaba en una
o a lo sumo dos asambleas, pero habrá cuatro, hasta el año 1965, ya que la complejidad y variedad de los
temas exigieron un esfuerzo mucho mayor del que se había calculado.
La segunda sesión, con la desaparición de Juan XXIII, fue inaugurada por Pablo VI el 29 de septiembre de
1963. todas las sesiones se desarrollan de septiembre a noviembre o diciembre; los meses anteriores son de
trabajo preparatorio. La sesión de clausura se celebra solemnemente el 7 de diciembre de 1965.
La postura de este concilio está claramente diferenciada frente al Vaticano I, que es un concilio afirmador de
la autoridad, con la definición de la infalibilidad pontificia, el Vaticano II lo es de colegialidad, laicado, temas
y definiciones que atienden a dimensiones democráticas de la iglesia. Frente a Trento, concilio defensivo,
cuyos textos están recorridos por anatemas, el Concilio que se abre en 1962 se desarrolla sin condenas, sin un
espíritu evangélico alejado de la postura defensiva del siglo XVI.
Es también más universal que ninguno, todos los continentes están representados, se abre a todas las culturas.
Incluso el número de padres conciliares es claramente superior.
En la clausura del Concilio de Trento eran poco más de doscientos; en el Vaticano I alrededor de setecientos
sesenta, en el Concilio Vaticano II toman parte en la ceremonia de apertura 2.540 padres.
El cardenal Bea ha escrito que las dos grandes innovaciones son afirmación del papel de los obispos y la
apertura hacia el laicado. La descentralización, la perdida del protagonismo de Roma, es una exigencia de los
tiempos.
En el Concilio intervienen casi trescientos obispos africanos, casi cuatrocientos de Asia, 75 de Oceanía, en su
mayor parte nativos, obispos que tienen que trabajar en zonas cuyas ideas raíces son el animismo y el
fetichismo, o creencias de las antiguas culturas de china e india, con problemas muy diferentes a los que se
presentan en la Europa industrial, con su historia secular de humanismo grecolatino.
Clarificar el papel de los laicos era otra necesidad. Los laicos habían intervenido en los primeros siglos de la
iglesia en el nombramiento de sus pastores, incluso en la elección del papa en Roma. Posteriormente se
produjo la interferencia de poderes temporales, los príncipes, en la vida religiosa, con grave daño para la
Iglesia, al mismo tiempo que esta, cargada con un patrimonio territorial, unía en el Papa una jurisdicción
temporal a la espiritual.
Reducida desde 1870 la Iglesia a un poder estrictamente espiritual, a mediados del siglo XX, como puso de
relieve en una conferencia en Milán el cardenal Montini, la Iglesia se encuentra libre por vez primera de
interferencias de poderes seculares en sus asuntos y en consecuencia no tiene ninguna justificación una Iglesia
defensiva o condenatoria.
Pero esta independencia no ha significado despreocupación de lo temporal; lo que caracteriza al Concilio
Vaticano II y lo que le dio una resonancia universal es su preocupación por clarificar las relaciones de la
Iglesia con la cultura y el mundo actual.
RESUMEN DE LOS DOCUMENTOS
CONSTITUCIONES:
• LUMEN GENTIUM.
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Trata de la Iglesia y entre otras cosas dice:
Cuantas veces se renueva sobre el altar el sacrificio de la cruz se efectúa la obra de nuestra redención.
Todos los hombres son llamados a la unión con Cristo.
El Espíritu habita en la Iglesia y en los corazones de los fieles como en un templo.
Recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y de Dios, de establecerlo en medio de todas las gentes, y
constituye en la tierra el germen y el principio de este Reino.
La Iglesia está constituida por un elemento humano y otro divino.
No está constituida para buscar la gloria de este mundo, sino para predicar la humildad y la abnegación
incluso con su ejemplo.
• DEI VERBUM .
Expone la doctrina sobre la divina revelación y sobre su transmisión.
En esta parte nos recuerda la intima relación que Dios mantiene con el hombre desde el principio de la
creacción, como fue preparando el camino para el evangelio.
Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, envió a su Hijo Jesucristo y con
la llegada del espíritu de la Verdad completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en
Dios con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida etena
Para que el Evangelio se conservara constantemente íntegro y vivo en la Iglesia, los Apóstoles dejaron como
sucesores suyos a los Obispos.
La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas. Porque surgen ambas
de la misma divina fuente.
La Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el designio de Dios, están
entrelazados y unidos de tal forma que no tiene consistencia el uno sin el otro, y que, juntos, bajo la acción del
Espíritu Santo, contribuyen a la salvación de las almas.
• SACROSANTUM CONCILIUM
La sagrada liturgia Propone una revisión de todos los ritos de los sacramentos, así como del año litúrgico, la
música sagrada, el arte y los El Papa hace una valoración sobre la necesidad de una reforma en objetos
sagrados, calendario litúrgico.
Se propone acrecentar día en día entre los fieles la vida cristiana, adaptar mejor a las necesidades de nuestro
tiempo las instituciones que están sujetas a cambio.
La Iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar el misterio pascual: leyendo "cuanto a él se refieren en
toda la Escritura" ,celebrando la Eucaristía, en la cual "se hace de nuevo presente la victoria y el triunfo de su
Muerte".
Jesucristo dijo "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos Cristo
asocia siempre consigo a su amadísima Esposa la Iglesia, que invoca a su Señor y por El tributa culto al Padre
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Eterno. Toda celebración litúrgica es acción sagrada por excelencia.
La Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana
toda su fuerza. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el
bautismo, todos se reúnan para alabar a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena
del Señor.
Es indispensable que se provea antes que nada a la educación litúrgica del clero. Por tanto, el sacrosanto
Concilio ha decretado establecer: Formación de profesores de Liturgia, Formación litúrgica del clero, Vida
litúrgica en los seminarios e institutos religiosos , Vida litúrgica de los sacerdotes.
la Liturgia consta de una parte que es inmutable por ser la institución divina, y de otras partes sujetas a
cambio. En ciertos lugares y circunstancias, urge una adaptación más profunda de la Liturgia
GAUDIUM ET SPE.
Pastoral sobre la Igesia en el mundo actual.
No impulsa a la Iglesia ambición terrena alguna. Sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la
obra misma de Cristo
Es necesario conocer y comprender el mundo en que vivimos. se puede ya hablar de una verdadera
metamórfosis social y cultural, que redunda también en la vida religiosa.
El espíritu científico modifica profundamente el ambiente cultural y las maneras de pensar.El cambio de
mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a discusión las ideas recibidas.
La negación de Dios o de la religión se presenta como exigencia del progreso científico y de un cierto
humanismo nuevo.El mundo moderno presenta muchos desequilibrios. Los pueblos hambrientos interpelan a
los pueblos opulentos. La mujer reclama la igualdad de derecho y de hecho con el hombre
Es muy importante tener siempre presente que la criatura sin el Creador desaparece.
Hay que purificar por la cruz y la resurrección de Cristo y encauzar por caminos de perfección todas las
actividades humanas, las cuales, a causa de la soberbia y el egoísmo, corren diario peligro. Dios nos enseña
que nos prepara una nueva morada y una nueva tierra donde habita la justicia, y cuya bienaventuranza es
capaz de saciar y rebasar todos los anhelos de paz que surgen en el corazón humano.Cree la Iglesia que, por
medio de sus hijos y por medio de su entera comunidad, puede ofrecer gran ayuda para dar un sentido más
humano al hombre a su historia. El que sigue a Cristo, Hombre perfecto, se perfecciona cada vez más en su
propia dignidad de hombre.La Iglesia proclama los derechos del hombre y reconoce, además, cuanto de bueno
se halla en el actual dinamismo social.La Iglesia quiere ayudar y fomentar las instituciones en lo que de ella
dependa y puede conciliarse con su misión propia. Nada desea tanto como desarrollarse libremente, en
servicio de todos, bajo cualquier régimen político que reconozca los derechos fundamentales de la persona y
de la familia y los imperativos del bien común.
Como el mundo entero tiende cada día más a la unidad civil, económica y social, conviene tanto más que los
sacerdotes, uniendo sus esfuerzos eviten toda causa de dispersión, para que todo el género humano venga a la
unidad de la familia de Dios.
La Iglesia, al prestar ayuda al mundo y al recibir del mundo múltiple ayuda, sólo pretende una cosa: el
advenimiento del reino de Dios y la salvación de toda la humanidad.
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DECRETOS:
• CHRISTUS DOMINUS. sobre el ministerio pastoral de los Obispos
El Papa goza por institución divina de potestad suprema. Los Obispos, puestos por el Espíritu Santo, ocupan
el lugar de los Apóstoles como pastores de las almas
Teniendo cada uno el cuidado de la Iglesia particular que presiden, y en algunas ocasiones pueden los Obispos
reunidos proveer a las Iglesias de ciertas necesidades comunes.
El sagrado Concilio determina que todos los Obispos que sean miembros del Colegio Episcopal tienen
derecho a asistir al Concilio Ecuménico".
• PRESBYTERORUM ORDINIS. Sobre el ministerio y la vida de los los presbíteros.
La función ministerial de los Obispos se ha confiado a los presbíteros, en grado subordinado, con el fin de
que, constituidos en el Orden del presbiterado, fueran cooperadores del Orden episcopal para el puntual
cumplimiento de la misión apostólica que Cristo les confió, quedan marcados con un carácter especial que los
configura con Cristo Sacerdotes.
Tienen como obligación principal al anunciar a todos el Evangelio de Cristo.
La celebración eucarística es el centro de la congregación de los fieles que preside el presbítero. Deben
comportarse conforme a las exigencias de la doctrina y de la vida cristiana, enseñándoy amonestándo a los
demás como a hijos amadísimos. Son educadores en la fe.
Los presbíteros tienen encomendados a sí de una manera especial a los pobres y a los más débiles, a quienes el
Señor prefiere. Deben atender con toda solicitud a los enfermos y agonizantes, visitándolos y confortándolos
en el Señor.
• OPTATAM TOTIUS. Sobre la formación sacerdotal
El deber de fomentar las vocaciones pertenece a toda la comunidad de los fieles. El Santo Concilio
recomienda, ante todo, los medios tradicionales de la cooperación común, como son la oración instante, la
penitencia cristiana y una más profunda y progresiva formación de los fieles.
Todos los aspectos de la formación, el espiritual, el intelectual y el disciplinar, han de ordenarse
conjuntamente a la acción pastoral. Todos los sacerdotes deben considerar el Seminario como el corazón de
las diócesis y prestarle ayuda.
En lo referente a la selección de los alumnos, hay que proceder siempre con firmeza de ánimo, aunque haya
que lamentarse de la escasez de sacerdotes, los no idóneos deben ser orientados a tiempo a otras ocupacionesy
ayudados para que, conocedores de su vocación cristiana, se dediquen al apostolado seglar.
• PERFECTAE CARITATIS. Sobre la adecuada renovación de la vida religiosa.
Todos los Institutos ha de tener los Evangelios como regla suprema.
Sólo a las autoridades competentes supuesta siempre la aprobación de la Santa Sede y de los Ordinarios del
lugar, corresponde fijar las normas de la renovación y adaptación, dictar las leyes y hacer las debidas y
prudentes experiencias. En aquello que toca al interés común del Instituto, los Superiores deben consultar y
oir a los súbditos.
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Los miembros de cualquier Instituto, buscando sólo, y sobre todo, a Dios, deben unir la contemplación, por la
que se unen a El con la mente y con el corazón.
Es necesario que los religiosos sean pobres en la realidad y en el espíritu, teniendo sus tesoros en el cielo y
ofrecan a Dios, como sacrificio de sí mismos, la consagración completa de su propia voluntad.
• APOSTOLICAM ACTUOSITATEM. Sobre el apostolado de los laicos
El apostolado de los laicos, que surge de su misma vocación cristiana nunca puede faltar en la Iglesia. Y este
apostolado se hace más urgente porque ha crecido muchísimo la autonomía de muchos sectores de la vida
humana, y a veces con cierta separación del orden ético y religioso y con gran peligro de la vida cristiana.
• ORIENTALIUM ECCLESIARUM. Sobre las iglesias orientales católicas.
La santa Iglesia católica, que es el Cuerpo místico de Cristo, consta de fieles que se unen orgánicamente en el
Espíritu Santo por la misma fe, por los mismos sacramentos y por el mismo gobierno.
Es deseo de la Iglesia católica que las tradiciones de cada Iglesia particular o rito se mantengan salvas e
íntegras a las diferentes necesidades de tiempo y lugar.
Estas Iglesias particulares, tanto del Oriente como del Occidente, están encomendadas por igual al gobierno
pastoral del Romano Pontífice. Debe procurarse la protección y el incremento de todas las Iglesias particulares
y, en consecuencia, establézcanse parroquias y jerarquías propias, allí donde lo requiera el bien espiritual de
los fieles.
• AD GENTES DIVINITUS La actividad misionera de la iglesia.
La iglesia se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres. La Iglesia peregrinante es misionera por
su naturaleza, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio de Dios
Padre.
Dios llamo a los hombres para constituirlos en pueblo, para que sus hijos que estaban dispersos se congreguen
en unidad.
Dios, para establecer la paz o comunión con El y armonizar la sociedad fraterna entre los hombres, pecadores,
envió a su Hijo en nuestra carne para arrancar por su medio a los hombres del poder de las tinieblas y de
Satanás.
El Espíritu Santo obraba ya en el mundo antes de la glorificación de Cristo. El Espíritu Santo "unifica en la
comunión y en el servicio y provee de diversos dones jerárquicos y carismáticos", a toda la Iglesia a través de
los tiempos.
• UNITATIS REDINTEGRATIO. Sobre el ecumenismo.
Promover la unidad entre todos los cristianos es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto
Concilio Vaticano II. Este movimiento de unidad es llamado ecuménico.
Por causa de las varias discrepancias existentes entre algunos critianos y la Iglesia católica, ya en cuanto a la
doctrina, y a veces también en cuanto a la disciplina, ya en lo relativo a la estructura de la Iglesia, se
interponen a la plena comunión eclesiástica no pocos obstáculos, a veces muy graves, que el movimiento
ecumenista trata de superar.
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Los hermanos separados no gozan de aquella unidad que Cristo quiso dar. "Por movimiento ecuménico" se
entiende el conjunto de actividades y de empresas que, conforme a las distintas necesidades de la Iglesia y a
las circunstancias de los tiempos, se suscitan y se ordenan a favorecer la unidad de los cristianos.
• INTER MIRIFICA. Sobre los medios de comunicación social.
La Madre Iglesia reconoce que los medios de comunicación, rectamente utilizados, prestan ayuda valiosa al
género humano, puesto que contribuyen eficazmente a distender y cultivar los espíritus y a propagar y afirmar
el reino de Dios.
Para el recto uso de estos medios es absolutamente necesario que todos los que se sirven de ellos conozcan y
llevan a la práctica en este campo las normas del orden moral.
El Concilio proclama que la primacía del orden moral objetivo ha de ser aceptada por todos, puesto que es el
único que supera y ordena todos los demás órdenes humanos por dignos que sean, sin excluir el arte.
Recuerden los padres que es deber suyo vigilar cuidadosamente para que los espectáculos, las lecturas y cosas
parecidas que puedan ofender la fe o las buenas costumbres no entren en el hogar y para que sus hijos no los
vean en otra parte.
DECLARACIONES
• DIGNITATIS HUMANAE LIBERTAD. Sobre la libertad religiosa.
Este Concilio Vaticano declara que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa. Esta libertad
consiste en que todos los hombres han de estar inmunes de coacción.
Este derecho de la persona humana a la libertad religiosa debe ser reconocido en el ordenamiento jurídico de
la sociedad de forma que se convierta en un derecho civil.
Cada cual tiene la obligación y, por consiguiente, también el derecho de buscar la verdad en materia religiosa,
a fin de que, utilizando los medios adecuados, llegue a formarse rectos y verdaderos juicios de conciencia.
• GRAVISSIMUM EDUCATIONIS. Sobre la educación cristiana.
Todos los hombres, de cualquier raza, condición y edad, en cuanto participantes de la dignidad de la persona,
tienen el derecho inalienable de una educación.
Hay que iniciarlos, conforme avanza su edad, en una positiva y prudente educación sexual.
El Sagrado Concilio ruega encarecidamente a todos los que gobiernan los pueblos o estén al frente de la
educación, que procuren que la juventud nunca se vea privada de este sagrado derecho.
El Santo Concilio recuerda a los pastores de almas su gravísima obligación de proveer que todos los fieles
disfruten de la educación cristiana y, sobre todo, los jóvenes, que son la esperanza de la Iglesia. La familia es,
por tanto, la primera escuela de las virtudes sociales.
En la familia cristiana, enriquecida con la gracia del sacramento y los deberes del matrimonio, es necesario
que los hijos aprendan desde sus primeros años a conocer la fe recibida en el bautismo. En ella sienten la
primera experiencia de una sana sociedad humana y de la Iglesia.
• NOSTRA AETATE. Sobre las relaciones de la iglesia con las religiones no cristianas.
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La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con
sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho
de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los
hombres.
La relación del hombre para con Dios Padre y con los demás hombres sus hermanos están de tal forma unidas
que, como dice la Escritura: "el que no ama, no ha conocido a Dios". Así se elimina el fundamento de toda
teoría o práctica que introduce discriminación entre los hombres y entre los pueblos.
La Iglesia, por consiguiente, reprueba como ajena al espíritu de Cristo cualquier discriminación o vejación
realizada por motivos de raza o color, de condición o religión.
MENSAJE DEL CONCILIO A LA HUMANIDAD.
Para todas las categorías humanas ha trabajado el Concilio durante cuatro años.
En el Concilio dice a los gobernantes: honramos vuestra autoridad y vuestra soberanía, respetamos vuestras
funciones, reconocemos vuestras leyes justas, estimamos los que las hacen y a los que las aplican. Pero
tenemos una palabra sacrosanta y deciros: sólo Dios es grande. Sólo Dios es el principio y el fin. Sólo Dios es
la fuente de vuestra autoridad y el fundamento de vuestras leyes.
A los intelectuales y a los cientificos les comunica que al igual que ellos buscan la verdad. Pensar es un deber
y tambien una responsabilidad. Tened confianza en la fe, esa gran amiga de la inteligencia.
A los artistas: este mundo en que vivimos tiene necesidad de la belleza para no caer en la desesperanza.
A las mujeres: Reconciliad a los hombres con la vida.
A los jovenes: La Iglesia está preocupada porque esa sociedad que vais a constituir respete la dignidad, la
libertad, el derecho de las personas, y esas personas son las vuestras.
BREVE PONTIFICIO IN SPIRITU SANCTO
Se clausura el concilio Vaticano II el 8 de diciembre de 1965. Mandamos y también ordenamos que todo
cuanto ha sido establecido sinodalmente sea religiosamente observado por todos los fieles para gloria de Dios,
para el decoro de la Iglesia y para tranquilidad y paz de todos los hombres.
Debe considerarse nulo y sin valor desde este momento todo cuanto se haga contra estos acuerdos por
cualquier individuo o cualquier autoridad, conscientemente o por ignorancia.
OPINION PERSONAL
Las propuestas que este Sagrado Sínodo hace pretenden ayudar a todos los hombres de nuestro tiempo. Veo el
concilio con el significado de esta palabra, punto de encuentro y mediación. Para que los hombre bajo el
impulso del amor respondan a las más urgentes exigencias de nuestro tiempo.
La iglesia en fuerza de su misión de congregar a todos los hombres bajo un mismo Espíritu, se convierte en el
signo de la fraternidad. Por eso exige que en la misma iglesia promovamos la estima mutua, el repeto y la
concordia.
El Concilio podría ser un instrumento al servicio de una clara apuesta por el cambio de talantes, actitudes y
prácticas, que por falta de dinámica histórica, se quedaron hace tiempo fuera del evangelio.
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