Por: Adoles... ¿qué? Rabia Sentimos rabia.

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Por:
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Adoles... ¿qué?
Rabia
Sentimos rabia.
Nos dicen que es debido a la edad,a que somos adolescentes y no sé que nos sucede. Nos dicen que ésta es la
mejor parte de la vida, y que un día, pese a todo, la recordaremos con mucho cariño. Nos dicen que lo malo de
la adolescencia es que pasa muy rápido, y que no te enteras de que ha pasado hasta que..., pues eso, hasta que
ha pasado y entonces la echamos de menos.
Vale, pues qué bien.
Queremos decir que nos importa un pimiento todo ese rollo. A nosotras nos duele aquí y ahora, y lo que venga
mañana..., vendrá mañana. A lo peor se nos acaba la adolescencia y el día anterior nos pilla un coche y adiós.
O sea que la promesa de un mañana mejor y lleno de bellos recuerdos del pasado nos resbala, nos importa un
maldito pimiento. Estamos hartas de sentirnos mal y no saber por qué. Hartas de tener ganas de llorar, y de
gritar, y de amar y muchas más cosas, sin saber de dónde vienen o adónde van, como si nuestra cabeza tuviera
un agujero negro por el que se nos escapara la energía.
¿A quién se le ocurriría la palabreja? ¡Porque anda que nos es ni estúpida ni nada! ¡A−do−les−cen−cia! Suena
como Disneylandia, pero en siniestro. Puro camuflaje.
Queremos el mundo, y lo queremos ahora, nada de esperar. "Hay que sufrir y trabajar para ganárselo", " Cada
cosa a su tiempo", "Ahora os toca callar y prepararos para el mañana, cuando seais mayor de edad ya haréis lo
que querráis". A nosotras es que esas frases hechas nos la repanplinfan.
Queremos ser diferente, sentirnos diferentes. No queremos que nos pongan un número, ni que nos den
órdenes. No queremos que nos anulen, ni formar parte de la masa. Queremos ser nosotras, porque cada una de
nosotras somos todo lo que tenemos. No queremos llegar a mayor y preguntarnos qué hemos hecho, o peor
aún, qué no hemos hecho y por qué. Queremos morir saciadas, queremos saber que hemos exixtido.
No sabemos porque somos así. No sabemos de dónde vienen esas ansiedades, ni por qué nos hierve la sangre.
No sabemos nada. Queremos ser. Sabemos que la compresión llegará más tarde.
Fragmentos salteados y modificados de Rabia, por Jordi Sierra i Fabra.
¿POR QUÉ ELEGÍMOS EL TEMA?
Elegimos el tema de la adolescencia por:
• En primer lugar por que nos pareció un tema muy interesante del que podíamos aprender, y aportar
mucho.
• En segundo lugar porque nos pensamos que es una de las etapas más importantes para el desarrollo
posterior de la persona.
• En tercer lugar porque nos pareció más fácil recopilar datos sobre este tema, así como también buscar
información sobre el mismo.
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• En cuarto lugar, porque pensamos que nos ayudará a comprender la etapa en la que nos encontramos.
• En quinto lugar, porque pensamos que la diversión es algo básica para los jóvenes.
OBJETIVOS:
• Conocer las características sobre de la adolescencia.
• Saber lo que es ser adolescente desde un punto teoríco.
• Analizar las relaciones sociales.
• Consecuencias principalmente negativas que trae a veces la diversión.
ESPECTATIVAS:
Esperamos obtener de este trabajo un aprendizaje teórico básico sobre la adolescencia, tanto para aplicarlo en
el caso de trabajar en el ámbito de adolescencia y juventud, como para la aplicación personal en el trato entre
adolescentes. Así como también tener conocimiento de las aptitudes que se deben tomar ante los principales
problemas generales de la adolescencia.
La presente investigación cumple con los objetivos de satisfacer la inquietud del grupo por conocer en
profundidad la etapa que estamos viviendo y entregarla a los compañeros del curso; en el aspecto teórico nos
interesó conocer la evolución del concepto de adolescencia , los cambios en las áreas específicas del
desarrollo y los conflictos que actualmente ocurren en esta etapa en nuestra sociedad.
ÍNDICE
• Introduccion
• Adolescencia, pubertad, juventud.
• Adolescencia. Época de inmadurez en busca de madurez.
• Desarrollos en la adolescencia
2.1 Físicos
2.2 Intelectuales
2.3 Lingüísticos
2.4 Emocionales
2.5 Sociales
• Sociabilidad del adolescente
• La amistad y grupo de compañeros
• Relaciones interpersonales
• Relaciones sociales con los iguales
• Las bandas adolescentes
2.6 Conducta sexual
2.7 Cambios en la Adolescencia
2.8 Resistiendo el cambio.
• Principales teorías de la adolescencia
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• La cultura adolescente
• Análisis de los temores y angustias
• La raíz que alimenta y sustenta: La familia
• Creencias e ideas irracionales
• Los problemas mas frecuentes en la adolescencia
• Consecuencias principalmente negativas de la diversión adolecente
• Adicciones
• Embarazo
• Violencia
• Anorexia y bulimia
• El tabaco
• Investigación personal
• Conclusiones− Opinión personal
1. INTRODUCCIÓN
1.1 ADOLESCENCIA, PUBERTAD, JUVENTUD
La adolescencia consiste más en un proceso, en una etapa de transición que en un estadio con límites
temporales fijos. Ahora bien, los cambios que ocurren en este momento son tan significativos que resulta útil
hablar de la adolescencia como un periodo diferenciado del ciclo vital humano.
Etimológicamente procede del Latín, del verbo adolescere, que significa madurar. La adolescencia comienza
con la pubertad, es decir, con una serie de cambios fisiológicos que desembocan en plena maduración de los
órganos sexuales, y la capacidad para reproducirse y relacionarse sexualmente.
El intervalo temporal en que transcurre comenzaría a los 11−12 años y se extendería hasta los 18−20. Sin
embargo no podemos equiparar a un chico de 13 con uno de 18 años; por ello hablaremos de adolescencia
temprana entre los 11−14 años (que coincide con la pubertad), y luego de un segundo periodo de juventud
entre los 15−20 años; su prolongación hasta llegar a la adulted, dependerá de factores sociales, culturales,
ambientales, así como de la adaptación personal.
En sociedades diferentes a la nuestra y también en la misma sociedad occidental otros tiempos, la
adolescencia puede, o podía, darse por terminada con el matrimonio y la entrada en el mundo laboral. En la
actualidad, y dentro del contexto occidental, la generalizada demora del momento del matrimonio, la situación
de prolongación de los estudios y, sobre todo, de desempleo juvenil, ha hecho difícil la delimitación final de la
edad adolescente; en definitiva la sociedad occidental ha contribuido a alargar la adolescencia mucho más de
lo habitual en otras sociedades.
Los cambios biológicos marcan el inicio de la adolescencia, pero esta no se reduce a ellos, sino que se
caracteriza además por significativas transformaciones psicológicas y sociales.
1.2 ADOLESCENCIA: ÉPOCA DE INMADUREZ EN BUSCA DE MADUREZ
El ingreso en el mundo adulto exige una serie de cambios, de maduraciones en todos los niveles del ser que
desembocan en actitudes y comportamientos de madurez. Este cambio pone de manifiesto que el verdadero
sentido de la etapa adolescente es la maduración de la autonomía personal. El adolescente en medio de su
desorientación y conflictos persigue tres objetivos íntimamente relacionados entre sí:
• Conquista de madurez entendida como personalidad responsable.
• Logro de la independencia.
• Realización de la cualidad de tener una existencia independiente, de ser, en definitiva, persona.
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La adolescencia debe entenderse, por consiguiente, como un
complejo proceso de maduración personal, como una etapa de inmadurez en busca de madurez. Pero la
inmadurez del adolescente es distinta a la del niño o el adulto inmaduro:
• La inmadurez del niño es la de la persona que, sin valerse de sí misma, no percibe esta situación como
problemática.
• La inmadurez del adolescente es la de quien no sabiendo valerse por sí mismo, experimenta el deseo
de hacerlo, y al intentar conseguirlo pone en marcha capacidades nuevas, es decir, inmaduras.
• La inmadurez del adulto normalmente no es debida a una falta de experiencia ante situaciones nuevas,
sino a una ausencia de esfuerzo.
Al comparar las actitudes o el comportamiento del adolescente con el niño bueno o el adulto responsable, se
puede tener una falsa impresión de retroceso, ya que el adolescente es menos ordenado, menos sociable,
menos dócil y menos respetuoso que antes; pero eso no significa que sea menos maduro o menos responsable.
Ahora el adolescente necesita obrar por convicciones personales lo que le conduce a replantearse su
comportamiento anterior. Ha elegido un campo de juego más difícil que antes, y esto produce que se obtengan
peores resultados, sin embargo estos resultados no son signos de retroceso, sino de crecimiento, de madurez
propia de la adolescencia. Por tanto sería un error creer que la madurez llega de pronto al final de la
adolescencia.
A partir de los 12 años comienza el aprendizaje para saber afrontar la realidad de modo personal. A lo largo
de este aprendizaje el chico/a denota comportamientos inmaduros, pero hay que decir que estos
comportamientos son necesarios para el desarrollo de la personalidad.
El adolescente madura en la medida en que se decide a recorrer el camino recién descubierto sin andaduras. El
progreso es más lento y difícil pero también más efectivo.
El concepto de madurez respecto al adolescente no debe considerarse un estado fijo o el punto final de
proceso de desarrollo; la madurez es un término relativo que denota el grado en que la persona descubre y es
capaz de emplear recursos, que se hacen accesibles a él en el proceso de crecimiento.
Junto con los comportamientos inmaduros, se dan también desde el inicio de la etapa adolescente,
comportamientos que denotan cierta madurez; porque un rasgo de inmadurez solamente queda evidenciado
cuando se ha producido algún progreso de algún tipo.
CONCLUSIÓN: La adolescencia es una época de inmadurez que normalmente (no siempre) deja
paulatinamente de serlo.
2. DESARROLLOS EN LA ADOLESCENCIA
2.1 DESARROLLO FÍSICO
Factores Hormonales del Desarrollo
Los cambios físicos de la pubertad, sin exceptuar la maduración sexual y el crecimiento acelerado, son
iniciados por una mayor producción de hormonas activadoras de la glándula pituitaria anterior, situada
inmediatamente debajo de la base del encéfalo. La señal para este incremento de la producción hormonal, a su
vez, proviene del hipotálamo, parte importante y compleja del encéfalo, pero sólo después de que el
hipotálamo ha madurado lo suficiente, lo cual puede ocurrir a edades distintas en diferentes individuos.
Una de las cosas que probablemente habrán de preocupar tanto a los adolescentes como a sus padres es la de
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la estatura final. En vista de los persistentes estereotipos masculino y femenino, esto habrá de ocurrirles
especialmente a los chicos que son cortos de estatura y a las chicas que tienen miedo de llegar a ser demasiado
altas.
Gran parte de la preocupación de los adolescentes y de sus padres acerca de la estatura final es exagerada, sin
embargo, puede ser resultado de una peculiar combinación de relaciones del desarrollo. Sin embargo, los
individuos que ya son altos en la preadolescencia tienden a iniciar el crecimiento antes. De tal modo, durante
en un tiempo pueden entrar en acción varias fuerzas combinadas engañosas y podrá ofrecerle a una chica que
finalmente habrá de ser mucho más alta que sus compañeras. Sin embargo, una vez que tal chica y sus iguales
de maduración más tardía hayan pasado el período de crecimiento rápido de la adolescencia, sus posiciones
relativas en los tocante a la estatura muy probablemente volverán a ser las de la preadolescencia.
Maduración sexual
Tanto en estatura como en peso, hay notables diferencias individuales por lo que toca a la edad en que
comienza la pubertad. Aún cuando hay alguna variación dentro de las series del desarrollo por ejemplo, los
senos puede desarrollarse en las chicas antes o después de la aparición del pelo pubiano, el desarrollo físico
durante la pubertad y la adolescencia sigue por lo general una progresión bastante ordenada.
Por ejemplo, el chico crece pronto probablemente desarrollará también el pelo pubiano y otros aspectos de la
maduración sexual; la chica que muestra un desarrollo precoz de los senos probablemente tendrá pronto su
primera menstruación. Los preadolescentes que muestran un desarrollo avanzado del esqueleto (huesos)
probablemente iniciarán el crecimiento y su maduración sexual será precoz también.
El Desarrollo Sexual en los Varones
La primera indicación externa de la inminente maduración sexual en los varones consiste por lo común en un
aumento de la tasa de crecimiento de los testículos y del escroto (la estructura en forma de bolsa que contiene
a los testículos).
Puede observarse también el comienzo, aun cuando quizás sea lento, del crecimiento del pelo pubiano hacia
las mismas fechas, o poco después. Aproximadamente un año más tarde, una aceleración en el crecimiento del
pene acompaña al comienzo del tamaño de la estatura. El pelo axilar (corporal) y facial comúnmente hacen su
primera aparición unos 2 años después del comienzo del pelo pubiano, aun cuando la relación es lo
suficientemente variable como para que, en algunos chicos, el pelo axilar aparezca realmente primero.
La voz se hace patentemente más baja o grave, pero lo común, bastante avanzada de la pubertad. En algunos
chicos este cambio de voz, es más bien brusco y dramático, en tanto que en otros ocurre tan gradualmente que
casi no es perceptible. Durante este proceso, la laringe (o manzana de Adán) aumenta significativamente y las
cuerdas vocales que contiene aplican aproximadamente su longitud, con lo cual el tono baja más o menos una
octava.
Así como el comienzo de la menstruación puede ser causa de preocupaciones para la muchacha, la erección
incontrolada y la eyaculación inicial pueden sorprender y preocupar a algunos varones púberes. Aun cuando la
estimulación genital, así como otras formas de estimulación corporal, es agradable para el niño, la erección y
la estimulación genital comúnmente llevan consigo un mayor sentido de apremio sexual durante la pubertad.
En este período el pene queda tumescente con gran facilidad, ya sea espontáneamente o en respuesta a toda
una variedad de estímulos psicosexuales; "visiones provocativas, sonidos, olores, frases o cualquier cosa que
sea; el adolescente varón (de menor edad) habita un espacio vital libidinizado, en el que casi todo puede
adquirir un significado sexual.
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Aun cuando los varones pueden sentirse orgullosos de su capacidad de erección como símbolo de su naciente
virilidad, también pueden sentirse preocupados o molestos por una aparente incapacidad de controlar esta
respuesta. Quizás les apene bailar con una muchacha o inclusive el ponerse de pie en un aula para dar una
lección. A menudo se preguntan si a los demás muchachos les sucede esa falta de control semejante.
La eyaculación inicial del fluido seminal puede ser también motivo de preocupación. La primera eyaculación
del chico adolescente probablemente ocurrirá al cabo de un año de iniciado el crecimiento en cuanto a la
estatura, alrededor de los 14 años, aunque puede ocurrir desde los 11 o demorarse hasta los 16. La primera
eyaculación puede producirse a consecuencia de una masturbación o de una emisión nocturna. Un chico que
previamente se ha masturbado, con sensaciones acompañantes agradables pero sin eyaculación, podrá pensar
que la eyaculación del fluido seminal es nociva o indicativa de que algo anda físicamente mal en él.
Al parecer, los adolescentes contemporáneos están mejor desarrollados y es menos probable que les
preocupen tales sucesos del desarrollo como son las menstruaciones o las emisiones nocturnas que a los
jóvenes de generaciones anteriores. No obstante, muchos jóvenes, de cualquiera de los sexos, especialmente
en los primeros años de la adolescencia, no reciben instrucción adecuada de parte de sus padres, las escuelas o
sus iguales y se torturan a sí mismos con miedos innecesarios.
El Desarrollo Sexual en las Muchachas
En las mujeres, el comienzo de la elevación del seno (el llamado período del botón en el desarrollo del pecho)
suele ser la primera señal de madurez sexual, aun cuando en cerca de una tercera parte de las niñas puede
antecederla la aparición de pelo en el pubis.
El crecimiento del útero y de la vagina ocurre simultáneamente con el desarrollo del seno y también se
agranda, los labios y el clítoris. La menarquía (es decir, la edad a que comienza la menstruación) se produce
relativamente tarde en la serie de desarrollo, y caso invariable después de que el crecimiento en cuanto a
estatura ha comenzado a frenarse.
Frecuentemente hay un período que puede durar de un año a un año y medio después del comienzo de la
menstruación, durante el cual la chica adolescente no es capaz aún fisiológicamente de concebir. De manera
semejante, los chicos son capaces de tener relaciones sexuales mucho antes de la aparición de
espermatozoides vivos.
Para la muchacha adolescente, la menstruación es mucho más que un simple reajuste fisiológico. Es un
símbolo de madurez sexual, de su estatus futuro como mujer. Porque las reacciones de una chica a la
menstruación pueden generalizarse ampliamente, tiene importancia capital que su experiencia inicial sea lo
más buena posible.
Muchas chichas esperan serenamente el comienzo de la menstruación y algunas lo interpretan orgullosamente,
como señal de un ascenso de rango. Por desgracia, sin embargo, muchas otras toman negativamente este
fenómeno normal de su desarrollo. En varios estudios una clara mayoría de muchachas que todavía no
menstruaban, o que ya lo hacían, interpretaron los efectos de la menstruación como negativos o, en el mejor
de los casos, como neutrales.
2.2 DESARROLLO INTELECTUAL
Durante la adolescencia no se producen cambios radicales en las funciones intelectuales, sino que la capacidad
para entender problemas complejos se desarrolla gradualmente. El psicólogo francés Jean Piaget y B.
Inhelder, investigaron en su obra "De la lógica del niño a la lógica adolescente", cómo en la adolescencia se
pasa del estadio de las operaciones concretas al estados formales, que puede definirse como el pensamiento
que implica una lógica deductiva. Piaget asumió que esta etapa ocurría en todos los individuos sin tener en
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cuenta las experiencias educacionales o ambientales de cada uno. Sin embargo, los datos de las
investigaciones posteriores no apoyan esta hipótesis y muestran que la capacidad de los adolescentes para
resolver problemas complejos está en función del aprendizaje acumulado y de la educación recibida.
Mientras que el niño sólo es capaz de pensar, manipular objetos, pensar sobre contenidos concretos y utilizar
una lógica elemental (clasificación, numeración), el adolescente alcanza el último estadio de la inteligencia, el
pensamiento abstracto.
Desarrolla estrategias de pensamiento hipotético−deductivo, es decir, ante un problema o situación actúa
elaborando hipótesis (posibles explicaciones con condiciones supuestas), que después comprobará si se
confirman o se refutan. Puede manejar las hipótesis de manera simultánea o sucesiva, y trabajar con una o
varias de ellas.
La comprobación de las hipótesis exige la aplicación del razonamiento deductivo: capacidad de comprobar
sistemáticamente cada una de las hipótesis establecidas, después de seleccionarlas y analizarlas.
Estudios posteriores han ido matizando algunas de las ideas expuestas por PIAGET, aunque los conceptos
anteriores parecen mantenerse.
Los últimos trabajos sobre el tema, indican que parece ser que el contenido de la tarea y los conocimientos
previos del niño sobre dicha tarea influyen decisivamente a la hora de utilizar o no estrategias de pensamiento
formal
El niño de 11−12 años va entrando en lo que la Escuela de Ginebra denomina: Periodo de operaciones
formales, el pensamiento lógico ilimitado, que alcanza su pleno desarrollo hacia los 15 años. (Estudios
posteriores lo prolongan hasta los 18−20 años).
Entre las características funcionales del pensamiento formal suelen citarse las siguientes:
− Apertura al mundo de lo posible: el adolescente descubre que la vida tiene muchas posibilidades más allá
de su experiencia personal. Puede distinguir entre lo real y lo posible, probar hipótesis, trabajar con
pensamientos abstractos. De niño podía amar a los padres y odiar a las cucarachas, ahora se puede amar la
libertad y odiar la discriminación.
− Pensamiento lógico: el pensamiento formal se basa en proposiciones, no en realidades. Un adolescente es
capaz de realizar inferencias o deducciones lógicas sin necesidad de tener en cuenta los datos concretos. Por
ejemplo "todo A es B" es equivalente a "todo B es A".
− Posibilita el razonamiento hipotético−deductivo: imaginemos un péndulo, un objeto que cuelga de una
cuerda. podemos cambiar la longitud de la cuerda, el peso del objeto, la altura desde la que cuelga o la
cantidad de fuerza que usamos para empujarlo. De estos cuatro, ¿qué factor o factores determinan la velocidad
con que el péndulo se balancea?. Si queremos resolver este problema tenemos que utilizar el razonamiento
hipótetico−deductivo. Este método consiste en establecer una hipótesis, deducir consecuencias y
comprobarlas o verificarlas mediante la experimentación. Finalmente debemos interpretar los resultados de las
sucesivas comprobaciones, rechazando las hipótesis falsas. El adolescente es capaz de deducir conclusiones
no sólo basadas en la observación de la realidad, sino también a partir de hipótesis. En el problema anterior, la
única variable que determina la velocidad del péndulo es la longitud de la cuerda.
− Pensamiento egocéntrico: esta forma de pensar, típica del adolescente, se caracteriza porque se concede un
gran poder a la reflexión y a la abstracción. Tiende a supervalorar las ideas como agente de cambio social, se
cree que el mundo debe adaptarse a sus ideas y no ideas a la realidad.
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Además, al adolescente cuesta diferenciar entre su punto de vista y el de su grupo social y, a menudo, cree que
lo que piensa o le preocupa es similar a los pensamientos y preocupaciones de los demás.
Abrirse a otros puntos de vista servirá al adolescente en su desarrollo social para poder participar de forma
efectiva en la sociedad. Alcanzará el equilibrio cuando comprenda que la función de la reflexión no es
contradecir, sino predecir e interpretar la experiencia.
2.3 DESARROLLO LINGÜISTICO
Durante la adolescencia el lenguaje continúa desarrollándose, ganando en complejidad (mayor dominio de las
estructuras sintácticas, frases mucho más largas, incremento del vocabulario, uso de terminología más
abstracta) a la vez del nivel de abstracción que va desarrollando el pensamiento formal.
Las relaciones lenguaje−pensamiento continúan siendo objeto de discusión entre los investigadores. El
pensamiento parece que se desarrolla en los primeros años, a partir de acciones sobre los objetos y las
personas sin la utilización del lenguaje. Desde los 5−7 años uno y otro se complementan y se influyen
recíprocamente, y, según los últimos estudios el lenguaje influye en la adquisición y desarrollo del
pensamiento formal (en contra de las tesis piagetianas, que subordinan el lenguaje al pensamiento durante
todo el proceso evolutivo).
2.4 DESARROLLO EMOCIONAL
En estos últimos años se ha manifestado un considerable interés por un aspecto particular del desarrollo
cognitivo: el pensamiento moral. Aquí han sido también las ideas de Piaget las que han servido a modo de
trampolín para las posteriores reflexiones de este tema y, aunque se han expuesto diversas teorías para
explicar el desarrollo de los conceptos de moralidad en los niños, el enfoque "cognitivo−evolutivo" de Piaget
y Kohlberg es indudablemente más adecuado para la adolescencia que ningún otro. En su trabajo acerca del
juicio moral del niño, Piaget ha descrito dos estadios principales del pensamiento moral. El primero, al cual
designo como realismo moral, se refiere a un periodo durante el cual los niños de corta edad establecen
juicios sobre una base objetiva calculando, por ejemplo, la cuantía total de los daños que ha causado. Así un
niño que rompe doce tazas es considerado como más reprobable que otro que tan solo ha roto una, sin
importar las circunstancias. El segundo estadio, aplicado habitualmente a los niños cuyas edades oscilan entre
los 8 y los 12 años, ha sido descrito como el de la moralidad de cooperación o moralidad de reciprocidad.
Durante este estadio, Piaget creía que las decisiones relativas a moralidad se adoptaban habitualmente sobre
una base subjetiva, dependiendo con frecuencia de una apreciación de las intenciones, más que las
consecuencias.
Kohlberg ha elaborado el esquema de Piaget, transformándolo en otro compuesto por seis estadios diferentes.
Su método consistió en presentar situaciones hipotéticas, que implicaban dilemas morales, a niños o
adolescentes de diversas edades, clasificando las respuestas con arreglo a una teoría de los estadios de
desarrollo moral.
Ha descrito los siguientes estadios del desarrollo moral:
Pre−convencional (de 4 a 10 años):
Estadio 1: "Orientación castigo−obediencia". Los comportamientos que son castigados son considerados
malos. Un niño puede pensar: "si no cuido a mi hermana pequeña, quizás me castiguen".
Estadio 2: "Hedonismo instrumental". Aquí, el niño se porta bien a fin de obtener recompensas, para que le
devuelvan los favores que hace, etc. La fórmula latina do ut des (te doy para que me des) ilustra la
reciprocidad mutua de las normas morales.
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Convencional (de 10 a 13 años):
Estadio 3: "Orientación hacía las relaciones interpersonales". La buena conducta es aquella que gusta a los
demás o les ayuda y que es aprobada por ellos. ¿Soy un buen chico?.
Estadio 4: "Mantenimiento del orden social". La buena conducta consiste en cumplir con el propio deber,
mostrar respeto a la autoridad y mantener el orden social por el propio bien.
Post−convencional (a partir de 13 años):
Estadio 5: "Contrato social y/o orientación de la conciencia". Al comienzo de este estadio, el comportamiento
moral tiende a concebirse según derechos y niveles generales establecidos por la sociedad, considerada ésta
como un todo, pero más tarde existe una creciente orientación hacia las decisiones íntimas de conciencia.
Estadio 6: "Orientación según principios éticos universales". En este estadio existe una tendencia a formular
principios éticos abstractos y a guiarse por ellos (así como por ejemplo: la igualdad de derechos, la justicia o
el respeto a todos los seres humanos).
El psicólogo estadounidense G. Stanley Hall afirmó que la adolescencia es un periodo de estrés emocional
producido por los cambios psicológicos importantes y rápidos que se producen en la pubertad. Sin embargo,
los estudios de la antropóloga estadounidense Margaret Mead mostraron que el estrés emocional es evitable,
aunque está determinado por motivos culturales. Sus conclusiones se basan en la variación existente en
distintas culturas respecto a las dificultades en la etapa de transición desde la niñez hasta la condición de
adulto. El psicólogo estadounidense de origen alemán Erik Erikson entiende el desarrollo como un proceso
psicosocial que continúa a lo largo de toda la vida.
El objetivo psicosocial del adolescente es la evolución desde una persona dependiente hasta otra
independiente, cuya identidad le permita relacionarse con otros de un modo autónomo. La aparición de
problemas emocionales es muy frecuente entre los adolescentes.
2.5 DESARROLLO SOCIAL
a) SOCIABILIDAD DEL ADOLESCENTE
Con el desarrollo de la sociabilidad llegamos a un tema que se centra plenamente en la problemática de la
psicología social.
La sociabilidad se manifiesta en la búsqueda de un socius, de un compañero; o también por la integración en
un grupo. Dos aspectos generalmente enmarcados en el campo de la psicología social son las relaciones
individuales por una parte, y el grupo por otra. Pero para poder vivir las relaciones interpersonales, para poder
integrarse en un grupo se precisa una condición previa: El deseo de la persona y su aptitud para vivir con otro.
Esta aptitud no es algo innato, sino que varía a lo largo del desarrollo.
La sociabilidad es la capacidad, la aptitud que permite al individuo vivir con los otros y en grupo, y es fruto de
comprensión hacia el otro, de posibilidad de simpatía y empatía.
A partir de los 8 años es lo extremo de la personalidad lo que motiva las simpatías. Desde los 10 años las
motivaciones tienen en cuenta preferentemente la conducta del individuo frente al grupo (por ejemplo ser
buen compañero). A partir de los 11−13 años la elección de compañeros se basa sobretodo en aspectos
individuales del carácter. La simpatía en el momento de la adolescencia se dirige cada vez más hacia la
personalidad total del otro; y tiene en cuenta, sobretodo, las cualidades afectivas del otro.
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Con el desarrollo de la madurez las posibilidades asociativas se multiplican, y las relaciones sociales se
descubren mejor. El adolescente no sólo tiene la necesidad de encontrar un amigo, sino, que de hecho se hace
capaz de vivir la amistad dado que tiene la capacidad de sociabilidad.
En la sensibilidad social se distingue entre: sensibilidad ante la persona, y la sensibilidad a las normas del
grupo. Son estos dos aspectos los que se manifiestan en las relaciones con los otros, como más característicos
en la adolescencia.
b) LA AMISTAD
Las amistades son vínculos afectivos que se definen como relaciones voluntarias y recíprocas, que se
mantienen en el tiempo y que conllevan afecto.
Principales características de la amistad:
• Aceptación del amigo, sinceridad, lealtad y confianza.
• Creación de vínculos afectivos entre amigos.
• La amistad ofrece cuidado, seguridad y apoyo emocional.
• La amistad implica interés y sensibilidad; y requiere empatía.
• Los amigos buscan la proximidad física para compartir actividades y afectos.
Los amigos y compañeros desempeñan un papel especialmente importante en el desarrollo del joven durante
la adolescencia. Existen diversas razones que fundamentan esta opinión. En primer lugar, el proceso de
desvinculación de los padres y del hogar familiar, proceso que es considerado como un rasgo propio de la
adolescencia, deja un vacío emocional en la vida de los jóvenes. Tal vacío ha de llenarse y en la mayoría de
los casos, el joven acude al grupo de sus compañeros en busca de apoyo, durante el periodo de transición. Un
segundo motivo es el hecho de que la experiencia compartida crea vínculos entre las personas. La confianza
del adolescente en sus amigos y compañeros es reforzada por el hecho de que los conflictos, las angustias y
las dificultades experimentadas en el hogar, pueden ser compartidas con otros y son también resueltas así con
frecuencia, debido a la simpatía y la comprensión mutuas.
Un tercer motivo es la vulnerabilidad experimentada por muchos de ellos durante este estadio de sus vidas.
Cuando los individuos muestran una falta de confianza en si mismos, no están seguros de sus propias
capacidades y tienen que adaptarse a cambios importantes, es probable que exista una necesidad de apoyo
especialmente intensa. Por ultimo, como han señalado muchos autores recientemente, hoy día vivimos en un
mundo en el que va en aumento la segregación entre edades. Se afirma que los padres pasan cada vez menos
tiempo con sus hijos adolescentes y que, en cierto modo, abdican de su responsabilidad hacia sus
descendientes.
Es quizá inevitable, que opiniones como las mencionadas han dado lugar en muchas ocasiones a la conclusión
de que el grupo de los compañeros, al proporcionar apoyo, ejerce asimismo una poderosa influencia, tanto
sobre las actitudes como sobre el comportamiento de los jóvenes.
Diferencias entre los sexos
Sorprendentemente, son pocos los autores que han prestado mucha atención a la variable representada por las
diferencias entre los sexos, al estudiar la amistad durante la adolescencia. Según el trabajo de Powell, la
ansiedad relativa a la amistad venia a seguir el mismo curso de edad en ambos sexos, pero el nivel de ansiedad
de las muchachas permanecía mas elevado que el de los chicos durante 2 ó 3 años.
Douvan y Andelson, pudieron establecer compariciones entre ambos sexos durante la etapa media de la
adolescencia. En dicho periodo encontraron que los chicos se diferenciaban considerablemente de las chicas
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en las expectativas que tenían sobre la amistad. Temas como la sensibilidad y la empatía rara vez eran
mencionadas por los chicos, mientras que ocupaciones corrientes, actividades en pandilla o banda, y la
necesidad de ayuda en caso de apuro destacan intensamente entre las respuestas masculinas. Estos resultados
no son de sorprender. Ya que, para las muchachas, se espera en nuestra sociedad una orientación interpersonal
más intensa, la capacidad de intimidad y dependencia no solo resulta aceptable, sino altamente valorada y no
cabe duda de que todos los procesos de socialización tienden en tal sentido. Respecto a los chicos, sin
embargo, se da mayor importancia a las habilidades, la realización y la autosuficiencia.
Una de las relaciones investigadas en este estudio por el autor Coleman fue la amistad dentro de un grupo
pequeño. Utilizo un test de completar frases. Los resultados obtenidos indicaron, en primer termino, que las
muchachas expresan indudablemente mas ansiedad respecto a esta clase de relación, a todos los niveles de
edad. Tensiones, celos y conflictos entre amigas intimas surgían con mucha mas frecuencia en las chicas que
en los chicos. En segundo lugar, cuando se realizó un análisis posterior de las respuestas, aquellas en las que
se manifestaban problemas o dificultades las muchachas tenían una proporción significativamente mayor de
respuestas en las que surgían temas de rechazo o exclusión de una amistad. Cuando los chicos exponían
dificultades de la amistad, se trataba mas bien de desavenencias, francas disputas sobre propiedades,
actividades de tiempo libre o relación con las chicas.
Feshbach y Sones estudiaron las reacciones de muchachos y muchachas entre 14 y 15 años a la presencia de
un recién llegado a un pequeño grupo de amigos y amigas y revelaron que las chicas se mostraban menos
acogedoras y tendían mas a expresar actitudes negativas o de rechazo.
• EL GRUPO
La cuestión general representada por el poder del grupo de compañeros, haciendo constar que variara según la
edad, la personalidad, el trasfondo familiar, etc. El grupo de compañeros puede determinar el modo de vestir y
peinarse, los gustos musicales, etc. La intensidad del efecto del grupo de compañeros sobre el comportamiento
antisocial es sumamente importante, con consecuencias directas, tanto sociales como practicas.
Akers, al tratar el alcoholismo y la problemática con el asociada, se pone firmemente del lado de los que creen
que, en general, el grupo de compañeros debe considerarse, sencillamente, como una extensión de los valores
y comportamientos que operan en el medio ambiente del hogar.
El punto de vista opuesto es expresado por Plant en su obra sobre los drogadictos. Según él, la influencia de
los amigos es esencial como factor determinante en el desarrollo de tal comportamiento.
Debemos reconocer que la influencia social opera de diversos modos y que hay que establecer una distinción
entre diferentes formas de actividad antisocial. Nos es preciso reconocer también que algunos jóvenes son más
vulnerables que otros a las presiones ejercidas por el grupo de compañeros y hemos de tener en cuente, por
ultimo, que puede existir una diferencia entre las influencias que conducen a la iniciación al comportamiento
antisocial y aquellas que operan para mantenerlo una vez iniciado. Vamos a examinar sucesivamente cada uno
de estos puntos.
En primer lugar es evidente que existen muchos tipos de influencia social. Por una parte, una influencia puede
ser completamente indirecta, actuando un individuo como modelo para un joven. En tales circunstancias, el
adulto puede aumentar la probabilidad de que el adolescente imite ciertas formas de comportamiento, como
resultado, sencillamente, de la relación que existe entre ellos y no debido al ejercicio de cualquier clase de
presión o coerción. El efecto de tal `modelado' puede no resultar evidente hasta no haber transcurrido un
considerable periodo de tiempo. Por otra parte, la influencia puede ser inmediata y directa cuando, por
ejemplo, un individuo o un grupo intenta controlar el comportamiento de otros amenazando con desagradables
consecuencias a no ser que la persona en cuestión ceda. En relación con la influencia ejercida por el grupo de
compañeros, habitualmente es el miedo al rechazo o al ridículo lo que actúa como una sanción, lo bastante
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poderosa en la adolescencia como para asegurar que los miembros del grupo se atengan a sus normas.
Esta distinción entre tipos de influencia asume considerable importancia en el contexto del grupo de
compañeros adolescentes, debido a que, si cierto numero de jóvenes pasan el tiempo juntos y quedan inmersos
en alguna forma de comportamiento antisocial, es lógico pensar que intervino la influencia directa de los
miembros del grupo. Sin embargo, se presta menos atención a las influencias indirectas que pueden haber
operado y que, en algunas circunstancias, pueden ser más poderosas incluso que la presión directa del grupo
de los compañeros. Como antes hemos señalado queda claro que el grupo de compañeros influyó
predominantemente sobre esta forma de comportamiento. Pero Plant informa que gran parte de los padres de
los drogadictos estudiados también consumían drogas, aunque eran de las socialmente aceptadas. Mientras
que dichos padres se oponían vehemente al empleo de marihuana, ellos mismos eran grandes bebedores o
fumadores. Así pues resulta imposible afirmar que las influencias ejercidas en el hogar no desempeñasen un
papel, y como resulta indudable que son múltiples las clases de influencia que conducen a un determinado tipo
de comportamiento, la presión directa ejercida por el grupo de compañeros debe considerarse dentro del
contexto constituido por todos los demás factores conocidos.
Un segundo punto a considerar es que pueden operar diferentes fuerzas en la génesis de los distintos tipos de
comportamiento antisocial. Esto quedó claramente ilustrado en un reciente estudio efectuado en EEUU por
Kandel y colaboradores, en el que dichos autores distinguieron entre la influencia ejercida por los padres, la
de compañeros, las actitudes del adolescente y su participación en otras actividades desviantes como factores
que podían predecir el consumo de drogas o alcohol. Pudieron demostrar que, aunque otras variables
desempeñaban también un papel, era el comportamiento parental el que constituía el factor más importante
para inducir al joven a precoces experiencias alcohólicas. Sin embargo, en el consumo de drogas, no
destacaba ningún factor sobre los demás; las actitudes del adolescente, las malas o deficientes relaciones
padres−hijo, la influencia de un `mejor amigo' y el comprometerse en otras actividades desviantes, contribuían
conjuntamente al comportamiento antisocial y no creer que factores similares operarán en todas situaciones.
En tercer lugar, debe considerarse también que algunos jóvenes son más vulnerables que otros a determinados
tipos de presión. En estos últimos años, diversos autores han mencionado la posibilidad de que sólo sea
importante el grupo de compañeros y que su influencia, por tanto, resulte esencial para un pequeño conjunto
de adolescentes que carecen de suficiente apoyo y asistencia por parte de sus familias. Empey, por ejemplo, en
su análisis de la delincuencia, expone la hipótesis de que en la vida emocional de ciertos adolescentes existe
un `vacío', como resultado de insuficiencias o carencias parentales. Tal `vacío', es resultado por el grupo de
compañeros y el joven, ya de por sí vulnerable, carente de confianza en sí mismo, pero con una imperiosa
necesidad de ser aceptado, resulta especialmente susceptible a la presión de dicho grupo.
d) RELACIONES INTERPERSONALES
Gadner, psicólogo, postula la existencia de varios tipos de inteligencias, entre las que se encuentra la
inteligencia personal. Que es la capacidad de establecer contacto con los propios sentimientos, discernir entre
ellos y aprovechar este conocimiento para orientar nuestra conducta.
Tener relaciones creativas con otras personas requiere comprender los conceptos de deseo, atracción y
enamoramiento.
El deseo es una pulsion enraizada en lo biológico, es sentido y vivenciado como la necesidad de resolver una
tensión. Durante la adolescencia se hace mas especifico y se consolida con una determinada orientación
sexual.
La atracción supone y se alimente del deseo. Los objetos de atracción pueden ser múltiples, en esto se
diferencia del enamoramiento.
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El enamoramiento supone el deseo y la atracción. Algunas características del proceso de enamoramiento son:
• La persona sufre un proceso de encantamiento.
• Deseo de otra persona de forma exclusiva.
• Deseo de entrega. Cuando existe correspondencia entre los enamorados, la dinámica de la relación es de
entusiasmo, y si ésta es amenazada se convierte en sufrimiento.
• El enamoramiento va unido a un deseo de intimidad afectiva, sexual y de mayor compromiso.
La atracción interpersonal
Los psicólogos consideran la atracción interpersonal como el juicio que una persona hace de otra a lo largo
de una dimensión actitudinal, cuyos extremos son la evaluación positiva (amor) y la evaluación negativa
(odio) Variables que influyen en la atracción entre las personas:
• Proximidad: las personas que están próximas a nosotros tienen mas posibilidades de que nos
atraigan. Cuando más vemos a alguien, más familiar nos resulta esa persona y aumenta la atracción.
La proximidad no siempre influye de forma positiva en la atracción. Si alguien nos desagrada, su
proximidad aumenta nuestro desagrado.
• Apariencia física: este factor es especialmente importante cuando el contacto con alguien es
superficial o en los primeros encuentros que establecemos con una persona.
• La importancia del aspecto físico: una razón es que es existe el placer estético de contemplar algo
(alguien) bello. Otra explicación es que asociándonos con gente guapa mejora nuestra imagen publica.
• Semejanza: todos los individuos somos parecidos o diferentes a los demás en muchos aspectos: edad,
procedencia geográfica, personalidad, actitudes o aficiones. Se ha demostrado que la atracción
interpersonal aumenta a medida que crece la semejanza interpersonal.
• Reciprocidad: la atracción que experimentamos por alguien depende de sí hay o no reciprocidad en
la relación.
Otros rasgos muy apreciados en la atracción son el afecto y la competencia. El primero incluye ser
considerado, amigable, feliz, señales no verbales como sonreír o expresar emociones. El segundo comprende
ser inteligente y competente, tener habilidades sociales (ser capaz de mantener una conversación interesante).
Amor, pasión y compromiso
El psicólogo R: Sternberg, expone que el amor consta de tres componentes básicos: intimidad, pasión y
compromiso.
− La intimidad supone un sentimiento de proximidad, comunicación y vinculación en la relación. Para
mejorar este aspecto es necesario promover el bienestar de la otra persona, compartir experiencias, dar apoyo
emocional, reconocer el valor de la otra persona en nuestra vida.
− La pasión es la fuerza de la atracción física y emocional. Produce una visión más optimista del mundo y
una generosidad sin condiciones. A menudo, este amor se asocia con el amor erótico. Sternberg considera que
la pasión nos excita física y emocionalmente.
− El compromiso, significa esforzarse por cuidar y mantener el amor para que evolucione y no desaparezca
por desinterés o aburrimiento.
Mientras que la intimidad y el comportamiento son relativamente estables, la pasión es inestable.
La combinación de los componentes básicos del amor produce otras formas. Entre las diferentes
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combinaciones destacan: el amor romántico, que se produce cuando las personas se atraen física y
emocionalmente, pero sin compromiso; el amor fatuo, que cristaliza pronto en matrimonio sin que surja la
intimidad; y el amor perfecto, que incluye los tres componentes, pero es difícil de alcanzar y mantener.
GUSTAR
(Sólo intimidad)
AMOR ROMANTICO AMOR COMPAÑERO
(Intimidad + pasión) (Intimidad + Compromiso)
AMOR COMPLETO
(Intimidad + Pasión + Compromiso)
ENCAPRICHAMIENTO AMOR FATUO AMOR VACIO
(Sólo pasión) (Pasión + Compromiso) (Sólo compromiso)
La pareja
Establecer una relación es ir mas allá de los sentimientos, es acercar y unir diferencias.
Uno de los elementos básicos de una relación es la comunicación. Comunicarse dos personas es organizar un
ciclo de intercambios (dar y recibir) vital para la existencia humana. En la relación de una pareja, este proceso
puede ser agitado y doloroso o apasionante, depende de las habilidades comunicativas y sociales de sus
miembros.
• La comunicación: arte de escuchar y expresar S entimientos.
La comunicación afectiva tiene gran importancia para armonizar y convivir en pareja.
Debemos ser conscientes de la transcendencia de la comunicación en nuestras vidas. Un primer paso es
reconocer los numerosos mensajes destructivos que perturban la comunicación y producen bloqueos. Por
ejemplo:
• Ordenar: ¡Ven a las siete!.
• Ridiculizar: ¡Que idiota eres!.
• Imponer soluciones: ¡O dejas a tus amigos o te dejo!.
• Criticar: ¡Siempre dejas las cosas sin terminar!.
• Interpretar: ¡Estás haciendo esto para volverme loco!.
La comunicación es lo más importante, mientras exista amor, en la vida de una pareja.
• Como mejorar las relaciones
• Desarrollo de la intimidad: la intimidad supone una igualdad que no tiene nada que ver con la
abolición de diferencias.
La intimidad también implica reconocer el derecho a demandar, a pedir ser escuchado, poder expresar
sentimientos, superar la desconfianza y valorar o apreciar al otro sin manipulaciones.
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• Satisfacer necesidades: todas las personas tenemos múltiples necesidades: emocionales (apoyo,
seguridad, autoestima), afectivas (verbales y de contacto), sociales (compartir, estar con amigos),
recreativas (hacer cosas, aficiones), de autoexpresion (espacio para crecer independientemente).
Muchas parejas comienzan la relación creyendo que la otra persona nos ayudará a satisfacer todas nuestras
necesidades insatisfechas o frustradas hasta ese momento de nuestra vida. Exigir que la otra persona satisfaga
todas nuestras demandas es `pedir demasiado' y esperar lo imposible.
• Tomar conciencia: consiste en la capacidad de desarrollar y afrontar la responsabilidad de nuestras
vidas y no descargar sobre el otro/a nuestros miedos y dificultades.
• Crear un espacio de negociación: uno de los grandes desafíos en las relaciones afectivas es como
manejar los desacuerdos y diferencias. Las discusiones y enfrentamientos pueden evitarse si
comprendemos qué es lo que necesita nuestra pareja.
No son las diferencias y desacuerdos los que hacen daño, sino la forma en que los comunicamos.
En las relaciones de pareja, adoptar una actitud ofensiva o intimidatoria es un error. Otras actitudes negativas
son la huida y el fingimiento que a la larga, causa resentimiento, por no haber dicho las cosas o afrontado los
problemas a su debido tiempo.
• Formar una relación armónica: la experiencia nos dice que no es fácil conseguir una relación
creativa, porque supone conseguir el reconocimiento y el respeto mutuos.
Dos requisitos son indispensables para alcanzar esta relación: primero, aceptar que el otro/a pueda necesitar
para crecer algo de lo que nosotros pensamos que es bueno para él o ella; segundo, renunciar a la ilusión de la
verdad, aceptado sus zonas de silencio.
e) RELACIONES SOCIALES CON LOS IGUALES EN LA ADOLESCENCIA
Las relaciones con los iguales cumplen un papel importante en la socialización de las personas, pero de un
modo muy especial durante la transición de la adolescencia, ya que en esta etapa lo que se busca en el grupo
de iguales es un apoyo para ir logrando progresivamente autonomía respecto al contexto familiar.
Los estudios actuales muestran unos resultados que apuntan en la dirección de que no existe tanta diferencia
entre los valores de la familia y el grupo de iguales, ya que son los padres quienes sitúan al hijo en el contexto
externo en el que se va a desarrollar (eligen el barrio, el colegio al que asistirá,...), por tanto el entorno
inmediato de los hijos esta formado por familias del mismo nivel socioeconómico y cultural; esto garantiza
una cercanía en valores y actitudes, creencias, estilos de vida y prácticas educativas de los adolescentes.
Por tanto en el periodo adolescente el grupo de iguales cumple un importante papel porque proporciona un
entorno en el que los adolescentes ven reforzada su autoestima, en el que pueden experimentar y practicar su
nuevo rol, compartir sus nuevos intereses, así como también aprender nuevas habilidades para relacionarse.
Este contexto (grupo de iguales) representa además un microsistema relacional estable en un periodo de
cambio, que les sirve de referencia en su búsqueda de autonomía e identidad.
Para estudiar las relaciones sociales que construyen los adolescentes con su grupo de iguales, los objetivos,
características, y funciones del microsistema que forman los adolescentes con su red social de iguales hay que
tener en cuenta el enfoque ecológico de BRONFENBRENNER y la teoría de las redes sociales de LEWIS,
que son dos marcos distintos pero complementarios:
• Enfoque ecológico de BRONFENBRENNER:
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Este autor se centra en analizar el ambiente ecológico en el que se producen los intercambios recíprocos entre
la persona en desarrollo y el ambiente cambiante en el que vive. Este enfoque concibe el medio social como
un sistema organizado en el que se pueden distinguir los siguientes subsistemas: Microsistema (conjunto de
relaciones interpersonales que lleva a cabo cada persona en un determinado entorno). Mesosistema
(interacciones entre los principales escenarios de conducta de una persona). Exosistema (conjunto de entornos
que afectan a los escenarios inmediatos de conducta de la persona). Macrosistema (cultura o valores que
afectan a la persona). Pero lo que interesa analizar es el microsistema constituido por el adolescente y su
grupo de iguales: actividades, roles y relaciones interpersonales que mantienen los adolescentes en su red
social.
Los dos cambios más importantes que se producen en la adolescencia son: El cambio de rol, pasar de niño a
adolescente, y el cambio de entorno, pasar del colegio al instituto.
• EL CAMBIO DE ROL viene marcado por la pubertad (momento en el que se deja de ser niño para ser
adolescente). Este paso exige nuevas adaptaciones y aprendizajes, adquirir nuevos conocimientos y
conductas, establecer nuevas relaciones y afectos con el otro sexo, con los compañeros/as y con los
amigos/as. Por tanto la llegada de la pubertad requiere la elaboración de una nueva identidad, obliga a los
adolescentes a redefinir sus afectos, sus ideas, sus conductas, sus relaciones sociales,... En definitiva a la
elaboración y adquisición de un nuevo rol.
Los cambios de roles son momentos bastante difíciles para la mayoría de las personas debido a la extinción de
ventajas que poseía el rol que se abandona, así como también por las exigencias del nuevo rol; pero en la
adolescencia a estas dificultades por el cambio de rol se suman las motivadas por el cambio de entorno.
• EL CAMBIO DE ENTORNO: La entrada de las personas en nuevos entornos suele producir conflictos
intra e interpersonales, ya que normalmente el nuevo contexto exige también cambios en todos los procesos
de socialización (afectivos, cognitivos y conductuales) que se reflejan en la necesidad de establecer nuevos
vínculos y relaciones personales, en la necesidad de conocer el funcionamiento del nuevo entorno, así como
cambios en la conducta para adaptarse al nuevo sistema social.
Los cambios de entornos propios de la adolescencia en nuestra sociedad, están asociados al paso de la escuela
al instituto. Esta transición no solo es espacial (cambio de centro)sino que influye y afecta en muchos aspectos
de la vida de la persona (tiene que conocer la organización y funcionamiento del centro, nuevos profesores,
nuevas relaciones con compañeros,...). El tránsito es más fácil cuando se ingresa en el nuevo entorno
acompañado por personas con las que se ha compartido y participado en entornos anteriores (cuando varios
compañeros del colegio pasan al mismo instituto).
Por tanto la adolescencia (desde esta teoría) es una etapa que supone ciertos riesgos adaptativos para el
adolescente, por tener que afrontar ciertas exigencias evolutivas debidas tanto al cambio de rol, como de
entorno.
Teoría de las redes sociales de LEWIS:
Según esta teoría el ser humano, desde su nacimiento, se encuentra inmerso en un sistema de redes sociales
que van a configurar su desarrollo. Las características que definen son las siguientes:
• Los sistemas se componen por redes sociales que a su vez están formadas por elementos, sujetos o
agentes sociales. Los elementos de la red social de los iguales en la adolescencia serían: los
compañeros del instituto, los vecinos del barrio, los amigos de la pandilla, amigos íntimos...
• Los agentes sociales cumplen distintas funciones en una u otra etapa de la vida.
• Los elementos o sujetos que forman el sistema están relacionados y se influyen recíprocamente, estas
influencias pueden ser directas o indirectas.
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• Los agentes sociales o sujetos se comportan de forma distinta en interacción o presencia de unos u
otros sujetos. Las personas se comportan de manera diferente según las situaciones o los elementos
sociales presentes en cada contexto de interacción.
• Los sistemas están orientados a la consecución de unos objetivos y para lograrlos cumplen ciertas
funciones.
La teoría de las redes sociales defiende que para comprender el desarrollo social de las personas
indistintamente de la etapa de la vida en la que se encuentren, es necesario el estudio de los siguientes
aspectos que definen las redes sociales: − Naturaleza y características de las redes sociales. − Tipos de
relaciones que constituyen las redes. − Evolución de las interacciones y relaciones a lo largo del tiempo.
• Naturaleza y características de las redes sociales: Hay que tener en cuenta:
• Elementos que componen la red.
• Tipo de actividad que comparten los diferentes miembros.
• Frecuencia de los intercambios.
• Tipo de vínculo afectivo que se tiene con cada miembro.
• Reciprocidad de las relaciones.
• Calidad de las relaciones.
• Funciones que cumplen los distintos miembros de la red.
• Duración de las relaciones.
• Expectativas de cada persona en su relación con los otros.
• Igualdad o diversidad en las relaciones.
• Objetivos y valores de la red social.
• Tipos de relaciones que constituyen las redes: Para calificar el tipo de relación hay que considerar los
vínculos afectivos creados entre los miembros de la red y el grado de intimidad logrado. Teniendo en
cuenta estas dos dimensiones, las relaciones se pueden clasificar de la siguiente manera:
• Relación de apego.
• Relación de amistad.
• Relación con los compañeros.
• Relación de enamoramiento.
• Evolución de las interacciones y relaciones a lo largo del tiempo: En cuanto al desarrollo de las relaciones
LEWIS propone un modelo sobre la formación y evolución de las relaciones, a partir de las interacciones.
Siendo las interacciones comportamientos cuantificables y observables, mientras que las relaciones no se
observan, sino que hay que extraerlas de las interacciones y por ello sin más difíciles de medir.
Según esta teoría las relaciones se construyen a lo largo del tiempo, nutriéndose de múltiples interacciones
que van especificando la clase de relación y el tipo de vínculo que se está estableciendo.
f) BANDAS DE ADOLESCENTES
Las bandas son un fenóneno de la adolescencia, también son un fenómeno patológico dada la oposición que
existe entre estas y la sociedad, e ilustrada con los actos delictivos realizados por las mismas.
• Tipología: Hay muchísimas clases y tipos de grupos pero según su formación pueden ser grupos
espontáneos o grupos organizados.
Los grupos espontáneos se caracterizan sobre todo por la homogeneidad de edades y sexo, así como también
por la homogeneidad social. Las motivaciones que reúnen los grupos espontáneos son sobre todo la búsqueda
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de distracciones comunes y la posibilidad de discutir entre jóvenes. Las actividades más frecuentes de estos
grupos suelen ser: Reuniones en casa, salidas por la ciudad, excursiones, deportes,
El grupo espontáneo es una forma particularmente desarrollada de los grupos de adolescentes, su frecuencia es
mucho más importante que la de los grupos organizados.
Hay estudios que demuestran que los grupos espontáneos pueden deslizarse hacia una situación más marginal,
formando las llamadas bandas de adolescentes; caracterizadas básicamente por una falta absoluta de
organización y por vivir en un perpetuo presente, así como también por la inseguridad e incomprensión de los
integrantes.
Estas bandas de adolescentes pueden dar lugar a la aparición de subgrupos que se pueden dividir en dos
categorías:
• Grupos de amistad, fundados de manera estable.
• Grupos delincuentes (transitorios, pero mejor organizados) más frecuentes entre adolescentes
marginales.
• BÚSQUEDA DE LA IDENTIDAD PERSONAL
La adolescencia es considerada generalmente como un período de cambio y también de consolidación en el
concepto de sí mismo. Existen para ello diversas razones. En primer lugar, los importantes cambios físicos
que se verifican ocasionan, como ya hemos leído, un cambio en la propia imagen corporal. En segundo lugar,
el desarrollo intelectual durante la adolescencia posibilita un concepto más complejo y sofisticado acerca de sí
mismo, que implica un número mayor de dimensiones, abarcando tanto posibilidades como realidades. En
tercer término, parece probable que se produzca cierto desarrollo del concepto de sí mismo debido a la
creciente independencia emocional y a la necesidad de adoptar fundamentalmente decisiones sobre trabajo,
valores, comportamiento sexual, elección de amistades, etc. Por último, la naturaleza transitoria del periodo
adolescente y en especial los cambios de papel experimentados en dicha época, parecen hallarse asociados con
cierta modificación del concepto de sí mismo.
Identidad y crisis de identidad
Comenzaremos señalando que Erikson considera la vida como una serie de estadios o etapas, cada uno de los
cuales va asociado a una determinada misión, de naturaleza picosocial, dentro del desarrollo. En la infancia,
por ejemplo, dicha misión consiste en establecer un sentimiento de confianza básica y en combatir la
desconfianza. La relación con la madre es considerada aquí como esencial para constituir un fundamento,
sobre el cual el niño puede establecer más adelante relaciones basadas también en la confianza. Por lo que
respecta a la adolescencia, la misión implica el establecimiento de una identidad coherente y la superación de
un sentimiento de difusión de la identidad. Erikson opina que la búsqueda de identidad resulta especialmente
urgente en este estadio, a resultas de numerosos factores, como son las circunstancias sociales y culturales.
Así, Erikson concede importancia al fenómeno del rápido cambio biológico y social durante la adolescencia y
señala en especial la importancia que para el individuo tiene la necesidad de adoptar decisiones, en dicha
época, en casi todas las facetas de la vida.
La difusión de la identidad, según Erikson, tiene cuatro componentes principales, Existe, en primer lugar, el
problema de la intimidad. Aquí, el individuo puede temer el compromiso o la implicación en estrechas
relaciones interpersonales, debido a la perdida de su propia identidad. Este miedo puede llevar a relaciones
estereotipadas, formalizadas, al aislamiento, etc.
En segundo lugar existe la posibilidad de una difusión de la identidad temporal. En ésta, le resulta imposible
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al adolescente planificar para el futuro o mantener cualquier tipo de relación.
A continuación existe una difusión de la laboriosidad, en la que el joven tiene dificultades para aplicar sus
recursos, de un modo realista al trabajo o al estudio.
Por último analiza la elección de una identidad negativa. Significa con esto la selección, por parte del joven o
de la joven, de una identidad que es exactamente la opuesta a la preferida por los padres o por otros adultos
que revisten importancia para el joven.
Estos cuatro elementos constituyen los rasgos principales de la difusión de la identidad, si bien,
evidentemente, no todos estarán presentes en los individuos que experimenten una crisis de identidad. Además
de conceptos como los señalados, hemos de mencionar otra noción con rasgo integrante de la teoria de
Erikson: la moratoria picosocial. Con este último término se designa un periodo durante el cual se dejan
decisiones en suspenso. Se afirma que la sociedad permite e incluso estimula un periodo de la vida en que el
joven puede demorar importantes elecciones sobre su identidad, experimentando papeles para descubrir que
clase de persona desea ser; aunque dicho estadio puede conducir a una desorientación o a alteraciones.
Identidad de papel sexual
La identidad de papel sexual es un aspecto del concepto de sí mismo que rara vez ha sido abordado con
anterioridad
El término "papel sexual" se emplea corrientemente para referirse a una serie de estándares o predisposiciones
que describen el comportamiento masculino o femenino adecuado en una determinada cultura. Así, desde la
más temprana infancia, los individuos aprenden que comportamientos resultan aceptables y cuales no para
cada uno de ambos sexos. Este aprendizaje puede no tener forzosamente lugar de un modo explícito, sino que
es más frecuente que sea adquirido por el niño como un aspecto de las normas generales que existen en su
medio ambiente.
Respecto a la identidad del papel sexual, puede considerarse que representa el grado en que el individuo cree
haberse ajustado al papel prescrito. Es decir: la identidad con el papel sexual se refiere a la media en que una
persona siente que su comportamiento va de acuerdo con los estándares que operan en la respectiva cultura y
que determinan el comportamiento masculino o femenino en general.
El hecho de que la identidad de papel sexual se convierta en problemática durante los años de adolescencia
parece ser generalmente aceptado por cuantos han considerado el tema. ¿Por qué ha de ser así?. En primer
lugar se afirma que, en nuestra sociedad, antes de la pubertad se permite un considerable margen de acción en
el comportamiento adecuado del sexo. Así las niñas, si quieren, pueden presentar una conducta más bien
propia de los chicos, sin provocar mucha desaprobación, mientras que los niños pueden preferir actividades
sosegadas, reflexivas y escaso interés por el deporte hasta la edad de 10 u 11 años. Sin embargo, a
continuación de la pubertad, el individuo está sometido a dos presiones. En primer lugar, los padres, los
profesores y otros sujetos mayores consideran la aproximación a la edad adulta y desean asegurar al joven una
adaptación, con éxito, a la misma. En segundo lugar, el grupo de los compañeros va ejerciendo una creciente
influencia en la determinación de los comportamientos que son aceptables. Ambos grupos destacan los niveles
correspondientes a papel sexual y señalan, de manera que no deje lugar a dudas, las sanciones que tendrán
lugar si el adolescente se desvía demasiado radicalmente de la norma.
Cuando se establecen comparaciones entre adolescentes de ambos sexos se observa con frecuencia que
intereses y actitudes vinculados al sexo llegan a dominar el comportamiento de los jóvenes en este estadio.
Los muchachos se preparan para ingresar en el mundo laboral, estudian para obtener un título profesional y
procuran lograr cualificaciones educativas adecuadas. En estas actividades son considerablemente apoyados y
asistidos por escuelas y otros entes sociales. Las muchachas, por otra parte, reciben mucha menos ayuda en
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esta esfera. Debido en parte a esto, la mayoría presentan aspiraciones más limitadas y vagas, opinando con
frecuencia que el matrimonio las liberará, antes o después, de la necesidad de trabajar. El problema de
asegurar a las muchachas idénticas oportunidades de cualificación profesional es sumamente complejo.
La distinción entre los sexos nos lleva a considerar otro aspecto de la identidad del papel sexual: la posibilidad
de que el desarrollo de este tipo de identidad resulte más problemático para las muchachas que para los
chicos. El argumento que habitualmente se presenta en apoyo de esta noción apela la intermitencia de la
socialización. Hemos de recordar que la discontinuidad, dentro de este contexto, se refiere a la falta de una
secuencia ordenada de expectativas de papel, de un estadio al siguiente.
Podemos concluir esta sección considerando brevemente algunas de las similitudes y diferencias, en cuanto a
desarrollo de la identidad, entre los adolescentes de ambos sexos: En cuanto a la autoestima no existe ninguna
diferencia entre ambos sexos en dicha dimensión del concepto de sí mismo. En contra de la creencia común,
no parecen existir datos demostrativos que nos indiquen que las muchachas tienen niveles de autoestima
inferior a los muchachos.
Algunos autores han llamado la atención sobre la posibilidad de que, mientras que los niveles de autoestima
pueden ser similares en ambos sexos, la base de dicha autoestima puede diferir en los hombres y en las
mujeres. En una investigación que realizó el psicólogo Carlson se estableció una diferencia entre orientación
social y orientación personal en el desarrollo de la identidad y los resultados indicaron que mientras que los
chicos se iban preocupando más por metas personales cuando progresaban a través de la adolescencia, las
chicas se desarrollaban en dirección opuesta, tendiendo cada vez más a una orientación social según iban
haciéndose mayores.
2.7 CONDUCTA SEXUAL
Con la pubertad ha comenzado la capacidad sexual propia del organismo humano maduro, con la instauración
de la genitalidad.
En todos los tiempos y en todas las sociedades, la adolescencia parece haber sido una etapa de peculiar
actividad sexual. Lo que varía de unas épocas a otras, de unas sociedades a otras, son los modos o patrones de
ejercer esa sexualidad.
La actividad más característica entre adolescentes suele ser la conducta heterosexual de caricias íntimas,
dentro de un marco de encuentro, que puede dar lugar a desarrollar distintos tipos de sentimientos y
comportamientos: desde la mera simpatía y amistad, hasta el enamoramiento propiamente dicho.
2.8 RESISTIENDO EL CAMBIO: LA TOMA DE DECISIONES
Una importante parte del "yo" de todo adolescente, realmente necesita y quiere "libertad", es decir que quiere
y puede tomar las riendas de su vida, tomar decisiones responsables y ser un individuo independiente, Sin
embargo, otra parte de ese "yo" teme a esa libertad, quiere que lo "salven" de ella, hace todo lo posible para
que otro tome decisiones por ellos.
El individuo quiere la libertad de tomar sus propias decisiones, pero al mismo tiempo quiere permanecer
seguro y protegido al amparo de viejos habitos, y que sea otro el que tome las decisiones.
El adolescente se encuentra inmerso en esta crisis, en estos miedos porque ha avanzado a una edad en la cual
se comienza a reafirmar la propia individualidad.
Para mantenerse mentalmente sano un adolescente necesita darse cuenta de que no es duplicado de alguien, y
que los impulsos en que se originan sus acciones vienen desde adentro y no desde afuera, Dicho en otras
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palabras, para el adolescente es fundamental desarrollar su propia identidad.
Para hacerlo, indefectiblemente necesitara tomar decisiones que difieran de las de sus padres, aunque mas no
sea para poder darse cuenta de que es capaz de originar ideas propias.
Mas adelante cuando el adolescente haya pasado por todo esto y tome conciencia de que efectivamente es un
individuo independiente. Es probable que acepte mucha de las ideas de los padres que antes rechazara, pero
con la diferencia de que ahora las acepta porque él quiere. Indudablemente representa una terrible presion
interior, tomar sus propias decisiones. Sería, por ejemplo, el caso del leon para quien ha llegado el momento
de la libertad. Pero que tiene miedo de asumirla. Sin ninguna duda una parte del adolescente, honesta y
sinceramente desea y necesita liberarse, pero la idea de libertad tambien lo asusta. La tentacion de volver
corriendo a la jaula es muy grande, por eso la mayoria de los jovenes lo hace varias veces. La forma de volver
a la jaula para un adolescente es conseguir que otro decida por él. Podriamos decir que el adolescente se ha
vuelto adicto a que le presten esa atencion negativa.
Cada vez que surge la posibilidad de tomar sus propias decisiones, los jovenes reaccionan, provocando a los
padres a fin de que asuman la responsabilidad en lugar de ellos. Y los padres lo hacen, dispensandolo, de una
u otra forma, "atencion negativa" a traves de una actitud que significa: "te ordeno que hagas tal o cual cosa".
Sin que quizas tenga conciencia de este mecanismo, la mayoria de los adolescentes comprende perfectamente
bien que es lo que le molesta a sus padres y saben como utilizar ese conocimieno para provocar exactamente
el grado de consejo, castigo o desaprobacion que estan buscando.
En una familia, por ejemplo, la hija lo logra llegando tarde o insultando a sus padres; en otra, el hijo lo
consigue diciendo que los padres no se preocupan por él o rehusando bañarse. O, como el caso de una
adolescente que solia asumir un aire totalmente inocente y le preguntaba a su padre cosas como: "Papá, ¿qué
opinas de esa chicas que quedan embarazadas ?". En ese momento ella no tenia ni la menor intencion de
quedar embarazada, ni le interesaba para nada que era lo que opinaba su padre sobre el tema, pero con ese tipo
de pregunta lograba atraer la irritada y preocupada atencion de su padre, con lo cual quedaba asegurado que él
seguiria actuando como su cancerbero, liberando a ella de toda responsabilidad.A fin de mantenerse en esa
posicion de victimas que provee la "atencion negativa", los adolescentes no solo provocan a sus padres y
autoridades en general par que reaccionen dandoles lo que en realidad buscan, sino que ademas la magnifican
y exageran, e incluso la inventan, si fuera necesario, lo que se quiere señalar es que muchas de las actitudes
preocupantes o fuera de lugar de los adolescentes, no se deben a que lo diviertan o a que odie a sus padres,
sino a que son un medio excelente para lograr "atencion negativa" liberandolo de esa forma de tener que
tomar sus propias responsabilidades y decisiones.
En conclusion, es probable que los adolescentes reciban permanentemente "atencion negativa" en forma de
reprimendas, censuras, criticas, etc, ante la forma en que ellos se comportan y desarrollan, e intentos, aun mas
desesperados, de controlar todo lo que ellos hacen.
3. PRINCIPALES TEORÍAS SOBRE LA ADOLESCENCIA
La teoría psicoanalítica de Freud
La posición psicoanalítica está caracterizada por tres ideas fundamentales. En primer lugar, la adolescencia es
considerada como un periodo en el que existe una acentuada vulnerabilidad de la personalidad, debida
primordialmente a la fuerza de las pulsiones que surgen durante la pubertad. En segundo lugar, se concede
importancia a la probabilidad de comportamiento mal adaptado, procedente de la inadecuacion de las defensas
psicológicas para enfrentarse con conflictos y las tensiones internas. Los ejemplos de tal comportamiento
incluyen fluctuaciones, depresión e inconformismo. En tercer lugar se concede especial importancia al
proceso de desvinculación, ya que es percibido como una necesidad, si es que han de establecerse relaciones
sexuales y emocionales maduras fuera del hogar.
21
Teoría sociológica
El estudio sociológico o sociopsicológico de la adolescencia está caracterizado por una preocupación y un
interés por los papeles y el cambio de estos y por el proceso de socialización. Poca duda cabe acerca de que la
adolescencia, desde este punto de vista, es considerada sujeta a sobre carga y tensiones, no tanto debido a
inestabilidad emocional interna, sino como resultado de presiones conflictivas procedentes del exterior.
Considerando tanto esto como el enfoque psicoanalítico, hemos revisado dos puntos de vista mutuamente
complementarios, pero distintos en esencia. Pese a sus diferencias, sin embargo, ambos de consideración
comparten una creencia común: el concepto de la adolescencia como periodo de `tempestad y tensión'. Ambos
enfoques teóricos consideran a los años de adolescencia como un `estadio problema' dentro del desarrollo
humano y es importante reconocer que hasta ahora no existe ningún modo de consideración teórico que
implique, como principio fundamental, la esencial normalidad del proceso de adolescencia.
Teoría de la adolescencia de ERIKSON
Para ERIKSON la adolescencia es una crisis normativa, es decir, una fase normal de incremento de conflictos,
donde la tarea más importante es construir una identidad coherente y evitar la confusión de papeles.
Escuela de Ginebra. PIAGET
Este autor señala la importancia del cambio cognitivo y su relación con la afectividad. El importante cambio
cognitivo que se produce en estas edades genera un nuevo egocentrismo intelectual, confiando excesivamente
en el poder de las ideas.
Teoría de ELKIND
Como autor de orientación piagetiana, habla de dos aspectos de ese egocentrismo adolescente: la audiencia
imaginaria, que es la obsesión que tiene el adolescente por la imagen que los demás poseen de él, y la creencia
de que todo el mundo le esta observando; y la fábula personal que es la tendencia a considerar sus
experiencias como únicas e irrepetibles.
Teoría focal de COLEMAN
Este autor toma a la adolescencia como crisis, si bien los conflictos se dan en una secuencia, de tal forma que
el adolescente puede hacerlos frente y resolver tantos conflictos sin saturarse.
4. La cultura adolescente
Definición de cultura: Es un conjunto de comportamientos, costumbres y valores que identifican a un grupo.
Los jóvenes son un grupo de reciente aparición. En las sociedades tradicionales, la transmisión del aprendizaje
no requería la separación del mundo adulto durante varios años. La escolarización masiva ayudó a la
formación de la identidad grupal.
Hoy la juventud es una forma de vida, los jóvenes han edificado un mundo propio.
Podemos distinguir algunos rasgos característicos de la cultura adolescente:
Valoración del cuerpo
Con respecto a los chicos el culto se refleja en el deporte, los riesgos y las aventuras.
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En el caso de las chicas se refleja en la delgadez y la silueta, que muchas veces suele llevar a la anorexia o a la
bulimia. Esta actitud narcisista ante el cuerpo es reforzada socialmente por la moda y la creación de
"modelos"publicitarios.
Culto a la imagen
En la sociedad de la imagen y el espectáculo, el videoclip sustituye a la conversación y parece que todo
cambia para que nada cambie y no se pierda la "eterna juventud".
Comunicación sensorial
Definición de hedonismo:
En la filosofía occidental, se aplica este término para referirse a la doctrina según la cual el placer es el único
o el principal bien de la vida, y su búsqueda el fin ideal de la conducta.
Definición de narcisismo:
Término que proviene de Narciso, personaje del que todos se enamoraban a causa de su gran belleza, y que
denota el amor excesivo a uno mismo.
El adolescente se percibe más como un "yo corporal" que como un "yo pensante". El culto a la sensorialidad
se vive como un hedonismo y narcisismo. La música esta más dotada de expresión que las palabras y se
desconfía de ellas. Por eso, el sentimiento domina sobre la palabra y la sensación sobre la abstracción.
Consumismo
La conversión al hedonismo consumista desarrollado en las sociedades occidentales culmina hoy en la
idolatría de los valores juveniles. El consumismo se manifiesta en el vitalismo atribuido a las cosas, en la
urgencia del placer y la sed de diversión. Como en los cuentos felices, se trata de suprimir el tiempo entre la
enunciación de un deseo y su realización. Lo importante no es lo que se puede hacer, sino lo que se quiere.
Trastornos psiquiátricos
Hay que considerar dos cuestiones. En primer lugar, las teorías sobre la adolescencia consideran este periodo
como de "tempestad y tensión" y está por tanto justificado preguntarse si tal fenómeno va asociado a una
cuota incrementada de alteraciones psiquiátricas. Aunque hay que reconocer 'tempestad y tensión' y trastorno
psiquiátrico no son necesariamente sinónimos.
Si la adolescencia es un autentico 'estadio problema' dentro del desarrollo, hay que esperar en ella cierto
aumento, de trastornos psiquiátricos. La segunda cuestión se refiere a la naturaleza de estos trastornos. ¿Son
los mismos que se observan en la niñez, o en la edad adulta, o bien son exclusivas de la adolescencia la
mayoría de las dificultades manifestadas durante este periodo?. Si las teorías son correctas, los problemas de
la adolescencia presentan ciertos rasgos especiales y además, la naturaleza de estos problemas puede
esclarecer en gran medida el proceso mismo de la adolescencia.
En cuanto a cuotas de alteración, varían según el tipo de población investigada. Existe sin embargo un grado
considerable de acuerdo en el limitado número de trabajos que se han realizado. Los estudios de poblaciones
exclusivamente urbanas informan de cuotas de hasta un 17% o un 19%, mientras que las investigaciones
realizadas en zonas rurales muestran que tan sólo un 8% de la población adolescente manifiesta trastornos
psíquicos. Otros estudios informan sobre cuotas de alteración que varían entre dichos extremos. Lo más
importante, en estos resultados, es el hecho de que este nivel de prevalencia es muy similar al hallado en
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poblaciones infantiles o bien adultas. Rutter y colaboradores han proporcionado importantes datos en apoyo
de esta conclusión, ya que establecieron comparaciones entre las cuotas halladas en un grupo de muchachos
de 14 años y las observadas en los mismos individuos cuando tenían 10 años de edad. Consideraron, la
frecuencia de trastornos psiquiátricos entre los padres de dichos jóvenes y, teniendo en cuenta cierto grado de
variación en su evaluación, los mencionados autores pudieron demostrar la presencia de notables similitudes
entre los grupos de edad. Parece pues improbable que exista en la población adolescente un nivel más alto de
trastornos psiquiátricos que en otros grupos de edad, aunque sin duda son precisas más investigaciones. Hay
que señalar, sobre todo, que la mayoría de los estudios se han centrado en los adolescentes más jóvenes, por lo
general de 13 ó 14 años, y se conocen mucho manos las alteraciones psiquiátricas que surgen en los de más
edad.
La segunda cuestión a considerar es la relativa a sí en los años de la adolescencia cambia la naturaleza de los
trastornos psíquicos. Pudiera ser que mientras que la frecuencia en la población general no aumente en la
adolescencia, los problemas sean, en sí, de un tipo diferente, siendo más graves, más díficiles de tratar o sigan
un curso distinto. En su revisión de los trastornos de la adolescencia, Graham y Rutter consideran esta
cuestión, y comparando los problemas psiquiátricos del niño y del adolescente llegan a las siguientes
conclusiones. En primer lugar opinan que la depresión, la ansiedad y otros trastornos emocionales son mucho
más corrientes en la adolescencia. En segundo lugar, señalan la alterada proporción entre los sexos en los
grupos que presentan problemas psiquiátricos. Mientras que en la infancia es mucho más probable que
aparezcan trastornos psiquiátricos en los niños que en las niñas, durante los años de adolescencia la
proporción se iguala más. En tercer lugar, se producen importantes cambios en la incidencia de las afecciones
psiquiátricas menos corrientes. Por ejemplo, la esquizofrenia y otros estados psicóticos, los estados
obsesivos−compulsivos y las tentativas de suicidio (todo ello muy raro en la infancia) se van haciendo
gradualmente más manifiestos como alteraciones psiquiátricas de la adolescencia. Por último, mencionan el
hecho de que en los adolescentes se presenta menos la grave discordia familiar, como factor asociado al
trastorno psiquiátrico, que en la infancia.
En resumen: durante la adolescencia no parece manifestarse un acentuado incremento de las cuotas de
trastornos psiquiátricos, aunque esta afirmación debe considerarse como dudosa en cierto grado hasta que se
hayan realizado posteriores estudios en adolescentes de más edad. En segundo lugar, y como señalan Graham
y Rutter en su revisión, los trastornos psíquicos de los adolescentes divergen claramente en diferentes aspectos
que aparecen en la infancia. No son, sin embargo, fundamentalmente distintos de los que pueden encontrarse
en una población adulta joven. La índole de los problemas manifiestos refleja el hecho de que la adolescencia
es un periodo de transición, con trastornos cuyo patrón se aproxima cada vez a los manifiestos en la edad
adulta. Por otra parte, los problemas de los adolescentes no parecen seguir un curso distinto del que se observa
en un grupo de más edad; es decir: la sintomatologia no persiste más tiempo, ni es forzosamente más grave.
Por último, el pronostico de los distintos estados psiquiátricos viene a ser el mismo en la adolescencia, que en
cualquier otro periodo de la vida.
Cabe concluir que los trastornos psiquiátricos de la adolescencia, si bien algo diferentes de los que ocurren
durante la infancia, no son en absoluto distintos de los observados en los adultos. Sin embargo, existen
algunos tipos de comportamiento−problema que, son más corrientes durante ésta que en cualquier otra etapa
de la vida. Estos problemas típicos de la adolescencia corresponden más bien con el ámbito del
comportamiento social, y la delincuencia. Existen, además, otras formas de comportamiento−problema que no
son apreciadas por el psiquiatra, sino más bien por profesores, asistentes sociales, asesores escolares, etc. Por
ejemplo, casos de adicción a drogas, trastornos nutricios, depresión, negativa a ir a la escuela y dificultad para
adaptarse a un puesto de trabajo, manifestaciones de dificultad dentro del proceso de adaptación por parte del
adolescente.
Suicidio
Como han señalado cuantos han escrito sobre este tema, el suicidio de un adolescente es algo que ocasiona
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una angustia y aflicción especial en los adultos.
Pocas cosas pueden resultar más turbadoras que haber conocido bien a una persona joven para la cual la
muerte fue la única solución a los problemas que supone el hecho de crecer.
Shaffer ha investigado todos los suicidios infantiles en Inglaterra y Gales durante siete años. Encontró que no
existían fallecimientos por esta causa a edades inferiores a los 12 años, pero que entre los 12 y los 14 años, las
muertes por suicidio iban aumentando gradualmente. Al igual que sucede en la población adulta, se
suicidaban un doble número de chicos que de chicas. El estudio demostró que la situación precipitante más
corriente previa al acto suicida se debía al hecho de saber que los padres se iban a enterar de algún tipo de
comportamiento antisocial o vergonzoso que había sucedido fuera del hogar.
A partir de un gran número de estudios verificados en adolescentes próximos a la mayoría de edad, se
evidencia que las cuotas de suicidio aumentan rápidamente a partir de los 15 años. Los suicidios entre los
adolescentes de más edad, y al igual que en el grupo de Shaffer, son más corrientes entre los varones, mientras
que las tentativas de suicidio son más frecuentes entre las chicas.
Jacobs describe cuatro probables estadios dentro del desarrollo del comportamiento suicida:
• Prolongados antecedentes de problemas.
• Un periodo de `escalada' de problemas.
• El progresivo fracaso de las técnicas existentes de enfrentamiento con los problemas ya viejos, y un
aumento de problemas nuevos, que conduce al adolescente a un aislamiento social cada vez mayor en las
relaciones que poseen para él importancia.
• La fase final, caracterizada por una disolución, de todo género de relaciones sociales significativas, durante
las semanas y los días que preceden a la tentativa de suicidio.
Tal esquema quizá parezca demasiado superficial y es poco probable que sean muchos los adolescentes que
presenten una evolución progresiva tan claramente delineada.
Resulta muy difícil predecir un comportamiento suicida, vale la pena recordar que deben tenerse en cuenta las
comunicaciones de cualquier genero que pueden representar peticiones de auxilio. Los adolescentes que
hablan abiertamente de suicidio han de ser atendidos, aunque lo único que se pueda hacer es tomar en serio su
angustia o su necesidad de atencion. Conger señala cuatro signos de advertencia, que pueden servir para
alertar a cualquier adulto preocupado:
• La continua presencia de un estado de animo deprimido, de trastornos de la alimentación y del sueño o bien
de una disminución del rendimiento escolar.
• Un gradual retraimiento social y un creciente aislamiento de los demás
• Rupturas en la comunicación con los padres u otras personas de importancia en la vida adolescente.
• Antecedentes de tentativas de suicidio o de inmiscuirse en accidentes.
No obstante, por validos que sean tales indicadores, sigue siendo un hecho tan triste como ineludible el que en
muchos casos resulta imposible predecir el suicidio o prevenir a los individuos para ello.
Algunos tipos de tratamientos existentes:
Tratamiento psicológico:
Constituye una opinión general que el tratamiento de adolescentes representa un proceso más delicado que el
de las niñas y adultos. Porque:
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• Esto puede ser reflejo de sus relaciones actuales con adultos, pueden sentirse engañadas, mostrar resistencia
a los tratamientos de ayudas o enfadar por haberlas llevado a la clínica en contra de su voluntad.
• El curso del tratamiento rara vez es regular, en ocasiones, el adolescente puede manifestar una negra
depresión y poco tiempo después un exaltado optimismo. Un comportamiento tan incompatible y las
violentas oscilaciones de humor, constituyen una característica común del trabajo con adolescentes que
presentan alteraciones y no es sorprendente que puedan ocasionar desconcierto y exasperación en el
correspondiente adulto. Otro problema con el que se enfrentan los adultos que trabajan con adolescentes es
el riesgo de un comportamiento de acting−out, de agresividad contra sí mismo o contra los demás. Por
ultimo deben enfrentarse, casi siempre a la cuestión esencial ¿HAY QUE TRATAR A ESTE INDIVIDUO
COMO SI FUESE UN/A NIÑO/A O COMO SI FUERA UN/A ADULTO/A?.
Psicoterapia familiar:
Es decir la inclusión de todos los miembros de la familia en el proceso terapéutico.
La psicoterapia familiar no constituye un tipo único de tratamiento, sino que consiste más bien en un conjunto
de teorías y métodos, cuyo denominador común es la creencia de que cuanto mayor es la participación de la
familiar, más probable es que el proceso terapéutico resulte efectivo.
La psicoterapia individual, suele encaminarse en el sentido de hallar nuevos modos de resolver problemas
actuales y de relacionarse con los demás que sean mas ajustados a la realidad y menos frustrantes y
autodestructivas.
Otros objetivos son la eliminación de miedos y conflictos innecesarios del individuo con las exigencias de la
realidad. Para conseguir esto, el terapeuta registrara e interpretara las anomalías en las reacciones del
adolescente a las personas y los acontecimientos en la vida cotidiana, así como las distorsiones en la relación
del joven paciente con el psicoterapeuta.
5. ANÁLISIS DE LAS ANGUSTIAS Y TEMORES
La adolescencia es una etapa crítica de la vida caracterizada por profundas transiciones en la conducta
emocional, intelectual, sexual y social de los seres humanos.
El mundo exterior y la sociedad que los rodea, ambos también en estado de transición, aportan factores que
influyen en el proceso de transformación de la personalidad de nosotrsos adolescentes.
En dicha transformación se distinguen dos elementos, uno positivo: la fuerza ascendente de la personalidad
que se acentúa, así como de la vitalidad que se abre paso, y uno negativo: la falta de experiencia sobre la
realidad. De una realidad familiar y social que se ven alteradas por profundos cambios producidos casi de un
día para otro.
Como consecuencia de este aspecto negativo, el período de la adolescencia se desarrolla en un marco de
inseguridades, pérdidas, duelos, angustias y temores que nos condicionan en el comportamiento individual y
social.
Precisamente es nuestro deseo profundizar en el análisis de estas dos últimas manifestaciones, basándonos,
para tal finalidad, en datos obtenidos de la realidad actual, y contando para su enfoque con el contenido de los
textos encontrandos en una página web varios psicólogos. Son unos textos, en los que se les ha agregado
artículos y textos de otros autores que se consultaron con el objeto de desarrollar la siguiente exposición.
Han desarrollado el tema de los miedos en la adolescencia a partir de una encuesta llevada a cabo durante el
pasado mes de Mayo por el Instituto San Carlos Borromeo, de la localidad de Haedo − Provincia de Buenos
26
Aires.
Para tal finalidad fue consultado un grupo de alumnos formado por 140 adolescentes de entre 16 y 18 años de
edad.
A los efectos de evaluar convenientemente los resultados obtenidos, se debe aclarar que dicha encuesta se
realizó en el marco de una escuela parroquial de clase media, lo que podría influenciar sobre el orden de
prioridad de las respuestas seleccionadas por los jóvenes encuestados respecto del que podría manifestar un
grupo poblacional más numeroso y/o heterogéneo.
No obstante, los resultados se han considerado válidos como muestra acerca de las angustias y temores que
preocupan a los adolescentes actuales por coincidir mayormente con los definidos por los autores
especializados en dicha temática.
La mecánica de la encuesta consistió en una grilla de 20 preguntas acerca de los problemas que más
preocupaban o afectaban a los adolescentes, pudiendo cada uno de ellos seleccionar libremente una o más de
las propuestas, sin establecer un orden de prioridad entre las mismas.
Transcribimos a continuación la grilla de preguntas que se les propusieron a los encuestados:
1) Falta de confianza en los que me rodean.−
2) No tener un lugar en casa para mi vida independiente.−
3) Preferencia de mis padres por algún otro hermano.−
4) Padres separados.−
5) Sentirme solo.−
6) Peleas familiares.−
7) Excesivo trabajo de mis padres.−
8) Desearía tener un ambiente familiar de más "status" o categoría.−
9) Ser influenciado por los otros con facilidad.−
10) Dudas sobre algunas verdades religiosas.−
11) Mi familia no me comprende.−
12) Indiferencia en mis prácticas religiosas.−
13) Preocupación por la enfermedad y la muerte.−
14) Temor al futuro.−
15) Deseo ser más que los otros.−
16) Ser perezoso.−
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17) No poder discutir ciertos problemas con nadie.−
18) Injusticias.−
19) Una adicción: el alcohol.−
20) No tener entusiasmo por el estudio y el trabajo.−
Como resultado se obtuvieron 607 respuestas, lo que equivale a decir que cada encuestado, en promedio,
seleccionó más de cuatro opciones.
Las respuestas, ordenadas por frecuencia descendente se exponen en el siguiente gráfico
Asimismo, se ha procedido a clasificar las 20 opciones de la encuesta según el ámbito (Social, Familiar,
Individual o Personal) a la que pertenecen, exponiéndose seguidamente el número de preguntas
correspondientes a cada clasificación, y el porcentaje de respuestas que sobre el total le correspondió a cada
uno de ellas:
Ambito Social 4 opciones 27,2 % de las respuestas
Ambito Familiar 7 opciones 22,4 % de las respuestas
Ambito Individual 9 opciones 50,4 % de las respuestas
Como resultado de dicha exposición se puede afirmar, en primer término, que los adolescentes encuestados
manifiestan tener, en mayor grado, problemas que les preocupan o afectan, de origen social por sobre los de
índole familiar, destacándose en particular, por la cantidad de veces en que ha sido seleccionado, el de las
Injusticias (con 88 respuestas).
En segundo lugar se observa que se han resaltado dos temores de manera categórica, dentro de los problemas
de índole individual o personal que se han planteado como opciones: Temor al futuro (60 respuestas) y
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Preocupación por la enfermedad y la muerte (58 respuestas).
En orden decreciente, y a continuación de los casos ya descriptos, han obtenido mayor número de respuestas
otros tres problemas de índole individual o personal: Dudas sobre algunas verdades religiosas (41 respuestas),
No tener entusiasmo por el estudio o el trabajo (40 respuestas) y Sentirme solo (38 respuestas). Si bien estas
respuestas ocupan del cuarto al sexto lugar en el orden de frecuencias, su número es en todos los casos inferior
al 50% del obtenido por el que ocupa el primer lugar. Recién en el séptimo lugar, y con 35 respuestas, se
destaca un problema de índole familiar: Excesivo trabajo de mis padres.
Como se ha descripto en el Prólogo, la pretensión del siguiente trabajo es analizar principalmente las
angustias y temores que afectan a los adolescentes, utilizando para su desarrollo los resultados obtenidos en la
reseñada encuesta.
LOS MIEDOS EN LA ADOLESCENCIA
Si pensamos en la adolescencia como un proceso universal de cambio en busca de una identidad adulta, lo que
solo es posible si se hace un duelo por la identidad infantil, debemos pensar la adolescencia como un período
de generación de profundos temores.
Ante cualquier cambio o situación nueva el ser humano de cualquier edad experimenta una sensación de
temor (cambio de empleo, cambio de estado civil, cambio de nivel educativo, etc.).
Recordemos entonces los miedos que nos provocaron cambios tan bruscos y radicales como el cambio de voz,
cambios corporales, cambios en el núcleo familiar en la búsqueda por diferenciarse, cambio de nivel de
enseñanza y el cambio psicológico fundamental que significa la búsqueda de una identidad adulta y su
primera experiencia sexual.
Con respecto al duelo por la pérdida de su identidad infantil, la idea de la muerte aunque sea simbólica es
siempre el lugar común de todos los miedos y angustias. Es la generadora real de todos los miedos que el ser
humano deposita en distintas situaciones.
Hay en esta etapa una cargada estadística de suicidios o conductas suicidas cuyas causas abarcan
motivaciones tan disimiles como la confrontación con el riesgo y el peligro hasta el no deseo de vivir.
TODO UN TEMA: LAS INJUSTICIAS
Cuando pensamos en los temores que un adolescente puede sentir a partir de las injusticias, si bien estas
pueden estar generadas en el núcleo familiar (diferencia entre hermanos, padres injustamente autoritarios,
etc.), no podemos dejar de lado las injusticias de tipo social.
Las más visibles y profundas a las que son sometidos los adolescentes son propias de una sociedad con
marcadas diferencias sociales y económicas, con grandes síntomas de desprotección, falta de contención y
oportunidades.
No es casual que en los últimos tiempos varios hechos de conocimiento público tuvieron como protagonistas a
personas en edad adolescente como víctimas de injusticias y maltrato.
Debiéramos pensar cual es la reacción que grandes sectores de la sociedad tienen hacia este grupo de
personas, que en esta etapa de la vida, necesitan sentimientos contrarios a los que la sociedad les brinda. Este
es el momento en que debieran ser fortalecidos.
La búsqueda constante por saber que identidad adulta se va a construir es angustiante, y es también la
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sociedad quien debiera guiarlos, contenerlos o al menos no obstaculizar la búsqueda.
Recíprocamente la sociedad adulta reacciona con miedo frente a estos adolescentes de los que solo puede ver
defectos: ira, gula, pereza y lujuria. Como consecuencia de estos temores nuestras mentes miran hacia otro
lado y hacen como si nada estuviera sucediendo. Otro mecanismo para reducir la angustia consiste en volverse
tan parecido como sea posible al objeto del temor. Como consecuencia de esto, muchos adultos toman
posturas adolescentes.
UNA INJUSTICIA: LA DISCRIMINACION
La discriminación valorativa es uno de los más grandes obstáculos para la realización plena de los derechos
humanos y uno de los factores que genera mayor violencia social. Aprender a reconocerla y superarla es
indispensable si queremos construir una sociedad mas justa y solidaria.
Un proceso educativo dirigido a ello, debería conducir a los chicos y chicas al desarrollo de una perspectiva
pluralista, que permita identificar la existencia de miradas, opiniones, necesidades y actitudes diversas ante los
mismos hechos y situaciones. El proceso educativo debe también fomentar la aceptación de las diferencias,
como aspectos complementarios y enriquecedores de las relaciones entre las personas, más que como fuente
de competencias y conflictos. Y sobre todo, a negar todo carácter estereotipado a los seres humanos,
reconociéndolos por su potencialidad de creación y de cambio, a la que ningún prejuicio debería poner
obstáculos.
La discriminación es una actividad del conocimiento, humana y universal, mediante la cual podemos
reconocer las diferencias. Discriminamos cuando identificamos el color rojo y lo vemos diferente del azul, o
cuando reconocemos una figura que se recorta sobre un fondo y también cuando decimos que una persona es
niño o adulto, mujer o varón, blanco o negro, indio u oriental.
En ese sentido, la capacidad de discriminar y su contenido, ligado directamente a la percepción, varía según
los individuos, las épocas y los grupos humanos y no tiene necesariamente, un carácter negativo. La identidad
personal y cultural se construye mediante el reconocimiento de las diferencias.
Pero no es ése el sentido que se da a la palabra cuando hablamos de discriminación racial, religiosa,
generacional, sexual, política o de clase social. En ese caso, la discriminación va acompañada de una actitud
valorativa que desconoce la igualdad de los individuos en tanto que seres humanos.
Precisamente los adolescentes, cuando se los consulta manifiestan que una de las mayores injusticias por la
que deben atravesar es la discriminación. Así, sostienen se los discrimina en las Discos. Se sienten
maltratados cuando custodios de dichos lugares bailables determinan quién entra y quién No. También se
sienten discriminados cuando deben salir en búsqueda de trabajo o de alguna actividad de carácter
remunerativo.
La discriminación así entendida, surge cuando interpretamos las diferencias entre las personas en términos de
desigualdades que valoramos como mejores o peores y organizamos nuestras actitudes y conductas hacia ellas
en función de esa valoración.
La discriminación se nutre de prejuicios que transmitimos día a día en las relaciones sociales, sin reflexionar
sobre la validez de sus contenidos. Estos prejuicios, se apoyan en la identificación de ciertas características,
como la forma, el color o las funciones del cuerpo; tal el caso de las diferencias de aptitud física, de raza o de
sexo; o bien de identidades sociales, como la pertenencia a una clase, a una religión o a un grupo político; a
partir de los cuales se construyen estereotipos.
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño aborda especialmente el tema de la discriminación.
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Recordemos que la Convención define al niño como todo ser humano menor de l8 años. En su art. 2°
determina que todos los niños sin excepción independientemente de su raza, idioma, religión, lugar de
nacimiento, opinión política o de otra índole deben gozar de todos los derechos que ella les reconoce y que es
función de los Estados Nacionales defender a los niños de toda forma de discriminación. Al mismo tiempo, la
Convención reconoce las diferencias entre las personas. Por ejemplo cuando determina que los niños tienen
derecho a recibir protección antes que nadie en caso de desastres o conflictos.
Este reconocimiento es particularmente interesante porque negar las diferencias no contribuye a modificar las
causas de la desigualdad y reconocerlas no significa aceptar las desigualdades como hechos consumados. Por
el contrario, en la base de la discriminación valorativa se encuentra el rechazo por lo diferente y la negación es
también una forma de rechazo.
EL GRAN PASO: TEMOR AL FUTURO
En la "normalidad" del proceso de la adolescencia surgen conflictos de índole emocional que ponen de
manifiesto los desequilibrios sufridos por el individuo que busca establecer su identidad adulta.
Hemos visto que una parte de los adolescentes encuestados ha destacado como problema prioritario y
preocupante su temor al futuro. En la lucha por moldear su personalidad definitiva, el joven se expone a la
angustia que le causa obtener su independencia y definir sus aspiraciones a desarrollarse como persona adulta,
provocada por tener que desenvolverse en un medio que no conoce ni domina, y el que muchas veces
considera como amenazador.
Así aparecen dos fuerzas internas opuestas que operan sobre la conducta del joven. La pérdida de los
privilegios de la infancia lo retienen en su avance. La aventura, el desafío de la vida adulta lo impulsan. En su
interior entiende que para acceder al mundo de los adultos (con sus ventajas y libertades) debe arriesgarse a
perder la seguridad y los privilegios que goza por ser un niño. Esto significa abandonar voluntariamente la
protección que le ofrece el entorno familiar y social, para abordar, sin mucho conocimiento, las tareas de una
vida adulta.
A su vez el medio social, de los adultos, condiciona este proceso de formación de la personalidad, imponiendo
reglas o normas sobre el tipo de conducta esperada (modelo de éxito). Estos códigos difieren de los
aprendidos durante la niñez, donde se enfatizaba la cooperación, la consideración de los derechos ajenos y el
compartir con los demás.
El adolescente descubre que el mundo se rige por reglas diferentes respecto de las que ha sido entrenado para
cumplir. La moral esperada no es la recibida.
También el entorno impone al adolescente la necesidad de dominar conocimientos que requieren de largo
aprendizaje o entrenamiento, lo que agrava los sentimientos de insuficiencia, ya que mientras dure el proceso
de aprendizaje deberá, en la mayoría de los casos, continuar ligado a la protección familiar, de la que
precisamente desea despegar.
"La capacitación laboral o profesional es constante, sumamente exigente (en el posmodernismo). Ha perdido
vigencia la frase: haber llegado, siendo reemplazada por otra más ansiógena: mantenerse. Los exitosos pueden
caer y desaparecer a pesar de sus grandes esfuerzos, con desesperante facilidad." Di Segnis/Obiols
En el centro de todos los elementos, se encuentra el adolescente tratando de crecer y de establecer su identidad
en un mundo en permanente cambio, que por esa misma razón no comprende, ya que le resulta imposible
poder predecir lo que ocurrirá, incluso en el futuro más cercano. También se encuentra con que es nula la
posibilidad de participar personalmente en el control o modificación de los cambios que se están produciendo.
Es un mero observador de los mismos, y un directo destinatario de sus efectos.
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Ultimamente, como consecuencia del fenómeno de la posmodernidad, se agrega un nuevo factor
condicionante, que ahonda aún más su situación de inseguridad: el conocimiento de las consecuencias que
produce la inestabilidad social en la seguridad de sus propios padres, que sufren a su vez la imposibilidad de
definir con claridad el futuro del grupo familiar.
El adolescente observa a sus padres reaccionar con temor ante tal circunstancia, aumentando de este modo sus
propios miedos. Un modo de reaccionar ante este temor es la actitud de negar el peligro. En oportunidades
este accionar va acompañado de la ejercitación de intimidaciones y amenazas al prójimo, o con agresión y
represiones irracionales. "La ansiedad asociada a la falta de confianza y temor al fracaso libera una cantidad
de actitudes defensivas secundarias: timidez, sumisión, credulidad, o en el otro extremo rebelión excesiva,
beligerancia, tácticas de intimidación y una variedad de otras tendencias compensatorias." N.W. Akerman
"El temor al fracaso y al ridículo inhiben iniciativas y convierten al adolescente en un ser introvertido que solo
pueden superarse a través de la adquisición de conciencia de sus propias limitaciones." Encic. de Psicol.
Infantil y Juvenil
Otros modos de enfrentar sus angustias es sumergirse en actividades desenfrenadas y dedicadas casi
exclusivamente a proporcionarles placer instantáneo. Las adicciones y la delincuencia son las consecuencias.
Como alternativa se pueden entregar con fanatismo participando de movimientos políticos o religiosos.
"Con frecuencia el adolescente se somete a un líder que lo politiza y, en el fondo, reemplaza a las figuras
paternas de las que está buscando separarse o no tiene más remedio que buscar una ideología propia que le
permita actuar de un modo coherente en el mundo que le ha tocado vivir, pero si es así, no se le da el tiempo
para lograrla, se lo apremia y responde con violencia." A. Aberastury
Por último algunos optan por "bajar los brazos" y convertirse en seres amargados, desilusionados, incrédulos
y sin capacidad para encarar las responsabilidades de la vida adulta. Estos han suplantado su esperada actitud
rebelde por la indiferencia.
"Considero que esta neutralidad pasiva es quizá más grave que los conflictos violentos entre las generaciones.
Lo contrario del amor no es el odio (el odio es lo mismo que el amor) sino la indiferencia, la neutralización de
las relaciones, el silencio contra el que no se reacciona, considerando que está en el orden de las cosas de este
mundo en declinación." F. Dolto
Mientras el adolescente sufre angustias y temores por su futuro, los medios de comunicación lo consideran un
público importante. Las empresas saben que son un mercado de peso y generan toda clase de productos para
ellos.
Estos mismos medios masivos de comunicación difunden a su vez un modelo de adolescente feliz, casi sin
conflictos, y por lo tanto sin angustias. Sin embargo, los problemas más serios de la sociedad actual: la
violencia, las drogas y el SIDA los encuentran entre sus víctimas principales.
SIN TIEMPO PARA LOS LIBROS: LA FALTA DE ENTUSIASMO
La falta de entusiasmo por el estudio es para los docentes uno de los obstáculos más difíciles de resolver en el
aula. Como interesar al alumno, cuales son las actividades que más los motivan, son las preguntas que nos
hacemos más frecuentemente.
Convengamos que esa falta de entusiasmo no es solo consecuencia de un estado de ánimo propio del
adolescente, sino también de un sistema educativo obsoleto, de una sociedad que no valora el conocimiento y
de docentes desacreditados como transmisores del mismo.
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La imagen que algunos adultos tienen sobre los adolescentes − desinteresados, perezosos− no condice en
absoluto con lo que los docentes vemos en un curso cuando el alumno consigue, o cuando el docente consigue
generar interés en el tema: investiga, interroga, discute, se moviliza y puede establecer relaciones con otros
temas.
Cuando un joven comienza a tener ideas propias, algunos adultos, incluidos algunos docentes, suelen
desalentarlos. Es en este momento cuando tendrían necesidad de ser fortalecidos. A los educadores
corresponde también darles la voz y el entusiasmo.
El enfrentamiento entre el adolescente y el docente se produce generalmente cuando el docente no puede ver
que las reacciones del alumno no son hacia él, sino a lo que su persona representa, el mundo adulto, la ley del
padre que ahora está siendo cuestionada.
Un mundo que él no quiere abandonar, pero si buscar modelos de relevo que sirvan para forjar su identidad
adulta.
" ...Así se transforma poco a poco la situación de la vida infantil. Va desapareciendo el cobijo de padres y
hogar. Contactos cada vez más frecuentes con cosas, personas, hechos, hacen penetrar en él el mundo exterior,
presentándolo como tal en su conciencia. Esto ocurre de modo más rápido y violento cuanto más expuesto a
ese apremio se encuentra el niño por desfavorables condiciones económicas y sociales o por falta de cariño de
los padres. Pero también cede la protección anímica. Con experiencias, que a veces se presentan muy pronto,
se le hace evidente al niño la diferencia entre seres amistosos y hostiles. Aprende a diferenciar procedimientos
útiles y perjudiciales. Aprende a ver finalidades y a alcanzarlas, a distinguir entre lo bueno y lo malo, a
esforzarse por lo justo, etc.
En la medida en que esto ocurre, se presentan los niveles del niño crecido, los del muchacho y la muchacha;
Muestran su carácter peculiar y plantean sus deberes especiales..."
UNA PEQUEÑA GRAN AYUDA: ORIENTACION VOCACIONAL
Los conflictos vacacionales pueden plantearse en cualquiera de las etapas evolutivas del ciclo vital, y en cada
una tiene características específicas, si bien en nuestra cultura suelen aparecer sobre todo en tres momentos:
Adolescencia, como momento de decisiones vocacionales.
Edad Media, como momento de replanteos, búsqueda de la integración, necesidad de reorientación. Vejez,
como momento de iniciación del retiro del trabajo y reencuentro con el tiempo libre.
El énfasis de la tarea de orientación vocacional suele recaer en el período de la ADOLESCENCIA, por
diversos motivos:
Es el período en el que en nuestra sociedad se exige que el joven tome decisiones
vocacionales−ocupacionales. Otras decisiones importantes no están pautadas de la misma manera, por
ejemplo el período para casarse o tener hijos.
Es considerada como una de las "Crisis Evolutivas", en el que se plantean grandes cambios, caracterizado por
trastornos en las áreas intelectual y afectiva, es el período en el que se toman decisiones importantes que
comprometen el futuro.
El joven necesita extender su repertorio de habilidades efectivas, y así aumentará su capacidad para enfrentar
las dificultades actuales y futuras.
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Cada etapa del ciclo vital tiene su tarea. Hay una secuencia evolutiva que va del juego al estudio y de éste al
trabajo. En cada etapa se da la posibilidad de elegir actividades e intereses, realizar experiencias y tareas,
ensayar habilidades, adquirir capacidades, asumir diversos roles.
El alto porcentaje de desorientación, nos lleva a postular la necesidad de reducir las condiciones que podemos
considerar perjudiciales en nuestro país, y sobre todo actuar sobre los recursos del mismo utilizando los
modelos de la prevención primaria.
Como causales de la situación de desorientación, podemos señalar:
El déficit de información actualizada, ocupacional y educativa, que llegue por diversas vías a toda la
estructura social.
La alta deserción en todos los niveles educativos. La escasa educación vocacional, a través de las instituciones
educativas, recreativas y medios de comunicación masivos.
La escasa posibilidad de capacitación en los niveles intermedios.
La desconexión entre la Universidad y la sociedad, como así también entre la escuela media y la vida.
Señalamos la necesidad de promover la reflexión crítica sobre los grandes problemas nacionales, a la vez que
dotar a los estudiantes de responsabilidad social y proveerlo de criterios de servicio, así como estimularlo a
descubrir y desarrollar todas sus potencialidades.
Abordaje desde la adolescencia
El adolescente pasa a ser el "objeto del trabajo". En Orientación Vocacional, se trabaja con un marco teórico
proveniente de otras ramas de la Psicología: fundamentalmente el Psicoanálisis, la Psicología Evolutiva, de la
Personalidad, General, Clínica, Teoría de la Técnica y Técnicas psicoterápicas, grupales y counseling.
Toda consulta de orientación vocacional de un adolescente es la de un joven que está atravesando una las
crisis del crecimiento más importantes. Si bien evolutivamente es normal, dado que las reestructuraciones
afectan a la personalidad global, nos encontramos ante una persona que sufre, y que está realizando una tarea
esencial: "Configurar su identidad e integrarse". Este es el momento más difícil para tomar decisiones tan
serias como la elección de un quehacer profesional.
Es fundamental el conocimiento de esta etapa evolutiva por parte de los psicólogos que van a trabajar en la
orientación vocacional del adolescente. La tarea esencial del adolescente es crecer. Adolescere: crecer,
desarrollarse. Todo el transcurso de la existencia puede entenderse como un crecimiento, una pérdida y
adquisición permanente, y éste adquiere en la adolescencia mayor relieve. Involucra sentimientos de dolor y
confusión. Crecer es siempre angustiante, por lo que se pierde y deja atrás.
En esta etapa es mayor, pues es ingresar en un mundo desconocido el de los adultos. El adolescente que se
vuelve adulto pierde a su infancia y a sus padres, y éstos al niño. El signo distintivo de la tarea del adolescente
es el desprendimiento de los lazos infantiles para poder hacer su inserción en el mundo adulto. El adolescente
es un proyecto, todo está por hacerse en él.
Piaget considera como el carácter fundamental de la adolescencia su inserción en la sociedad de los adultos,
que supone una reorganización total de la personalidad y las transformaciones del pensamiento (la elaboración
de las estructuras formales). La gran novedad reside en la posibilidad de manipular ideas (y no objetos).
Elabora teorías, hace proyectos para el futuro. Comienza a pensar en el futuro, en su programa de vida
"adulto", al buscar introducirse en la sociedad de los adultos propone reformarla.
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Paulatinamente el trabajo con la realidad le permite rectificar su percepción de lo real hacia algo que puede
elegir y transformar. La posibilidad de acercarse a lo real por propia reflexión y descubrimiento y no por
sometimiento.
Actitudes más habituales de la familia ante la elección vocacional−ocupacional del adolescente.
La familia decide "no meterse". "El que elige es él, que haga lo que quiere". De pronto se le da una libertad
para la que no se lo preparó. Se racionaliza una conducta que expresa un abandono afectivo y que puede
incrementar la dependencia de los hijos o una pseudo−madurez un "como sí".
La familia decide "ayudar". Todos dan una opinión y un consejo, pero más en función de los propios aspectos
narcisísticos de los padres. Es decir, lo que le gusta a los padres, o lo que le hubiese gustado hacer y no
pudieron, y esperan realice el hijo. Confusión. No hay un espacio, lugar propio para el hijo, ni un tiempo:
ahora es la oportunidad y vida de él o ella.
La familia ayuda realmente, acompañándolo en este momento. Ayudándolo a pensar, dudar, informarse
realísticamente, confrontando sus ideas sin tener las diferencias y oposiciones. Lo ayuda a expresar ideas
propias, buscar su camino, ser él o ella, crecer.
Elegir requiere un aprendizaje que se realiza desde la infancia, a partir de la actitud de los padres de respeto
por lo real, verdadero y personal. El adolescente necesita de su familia como continente para sus temores.
El proceso de Orientación Vocacional en la Adolescencia
El trabajo de la orientación vocacional implica proveer un ámbito en el cual poder reflexionar sobre los
conflictos que crea el crecimiento, comprendiendo y tolerando esta situación, explorando y descubriendo
posibilidades de sí y del entorno para poder instrumentar los recursos que tiene, articulados con una realidad
externa. Se trata de ofrecer una contención de la crisis adolescente, tratando de transformar una situación de
urgencia en una en al que pueda pensar, promoviendo el crecimiento personal, y realizando de este modo un
trabajo preventivo y terapéutico.
La presencia de conflictos vocacionales es normal y no patológica, y eso nos lleva a la posibilidad de
instrumentar recursos preventivos y terapéuticos que faciliten la participación activa y la confianza en la
capacidad para crecer y superar las dificultades. En el proceso de orientación vocacional se plantea como
objetivo ayudar al joven a encontrar la mejor solución posible en ese momento de su vida, creando nuevas
aperturas hacia el futuro. El trabajo de la orientación vocacional requiere un proceder activo del joven en su
tarea de confrontar fantasías con realidad.
Los adolescentes están preocupados por delimitar su identidad. Este conflicto está siempre subyacente a un
problema aparentemente objetivo y concreto: elección de una carrera o de un trabajo. El adolescente está en
crisis. La búsqueda de una identidad personal es un problema de vida o muerte.
Lo central en un trabajo de orientación vocacional es: dar oportunidad de experiencias y errores, para
aprender. Ofrecer un ámbito en el cual reflexionar sobre las problemáticas vocacionales, la elección de una
profesión, el quehacer, el proyecto futuro, quien elige, etc.
"No sé que carrera seguir" remite a un problema de falta de información. ¿Qué información? En realidad no
tienen proyectos, no saben qué hacer. Quién ser. Qué hacer en el futuro con su vida. Primero necesita resolver
el quién ser para luego pasa al qué hacer o trabajo. No puede elegir "qué quiero hacer yo?" quien no respondió
a los interrogantes previos acerca de "quién soy yo?" Del ser viene el hacer. Pero no puede haber hacer antes
del ser.
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El proceso vocacional es un trabajo que se realiza, promoviendo el compromiso y tareas del joven, indagando
sus áreas de interés personal−social, su relación con el medio real y el mundo ocupacional, los roles posibles,
imaginar y ensayar sus desempeños, sus proyectos para el futuro, centrándose la tarea en la constante
confrontación entre necesidades y el repertorio disponible en el mundo real. Desde la perspectiva de las
identificaciones se puede agrupar a los jóvenes con sus diversas problemáticas vocacionales en cinco grupos:
Los que eligen siguiendo el proyecto de otro. Tienen identificaciones muy fuertes con otros, están absorbidos
por un proyecto que no es propio, sino de otra persona, que es quien decide por ellos. Manifiestan una gran
dependencia. Renuncian a plantear su propio proyecto y su vida.
Los que eligen para oponerse a otro. Hay identidad negativa.
Los que eligen por competencia con otros. Eligen algo que alguno de sus padres desearon realizar y nunca lo
hicieron. No hay buenas identificaciones en la base de estas conductas.
Los que eligen pudiendo realizar su propio proyecto. Sienten que eligen con libertad y responsabilidad por su
vida que les pertenece. Tienen buenas identificaciones con aspectos positivos de sus padres. Pueden elegir
ocupaciones diferentes sin por ello sentirse extraños, o elegir igual que sus padres o también pueden elegir en
función de identificaciones con los hobbies de su familia.
Los que no pueden elegir. Muestran identificaciones conflictivas que no se integran. Puede corresponder a una
etapa momentánea que aún no se resolvió, o a una situación que indique una patología. La crítica que
podemos hacer es que no todos los adolescentes tienen necesariamente conflictos vocacionales ni todos
necesitan un esclarecimiento como el que tratamos de presentar en este trabajo. Pero, dada la experiencia,
sobre todo con alumnos de 4to. y 5to. año, vemos que las dudas y los miedos se acentúan cada día más. Las
respuestas que dan algunas universidades (ver foto) o cursos que se dictan del estilo de "MI PRIMER
EMPLEO", no dan una respuesta total a nuestros adolescentes, quienes sienten la imposibilidad de acceder a
estudios superiores (por el alto costo de algunas universidades), o a desempeñarse en un oficio, profesión o
tarea que les permita obtener ingresos aplicando los conocimientos adquiridos en la escuela media y no siendo
simplemente repositor de supermercados, limpiando pisos en hamburgueserías o repartiendo pizzas en moto.
SIEMPRE AL LIMITE !!!: ENFERMEDAD Y MUERTE
Conducta patológica: ¿por donde pasa el fino límite entre lo normal y lo patológico? La respuesta es de Dios;
nosotros sólo podemos decir que la conducta del adolescente no es la socialmente esperada, en relación con un
marco social y cultural determinado. La conmoción de este período debe ser considerada normal, en cambio lo
anormal sería un equilibrio estable. Los conflictos de dependencia infantil que aún persisten en él, son
exteriorizados mediante luchas y rebeldías externas, y no por una sobreadaptación.
Sus duelos lo obligan a tener conductas defensivas de tipo: psicopático, fóbico, contrafóbico, maníaca y
esquizo−paranoide. Estas conductas están influenciadas por factores: físicos, psicológicos y sociales entre
otros.
Dentro de los factores físicos podemos mencionar la anarquía hormonal que se produce en el adolescente a
partir de su pubertad; dado por el aumento en la secreción de testosterona, andrógenos en general,
somatotrofina, adrenocorticotrofina, etc. En lo psicológico, la transición entre la dependencia y la
independencia desequilibran la estabilidad infantil ocasionando grandes alteraciones en el carácter, en el
estado de ánimo y en sus interrelaciones en general. La humanidad con sus normas sociales estrictas ocasiona
en el adolescente estallidos, exabruptos de su conducta y la rebeldía es producto de la impotencia ante la
injusticia.
Proceso de duelo: duelo en sentido estricto, significa combate o pelea entre dos a consecuencia de un reto o
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conflicto. También significa, dolor, lástima, aflicción o sentimiento por la muerte de algo o alguien.
Basándonos, en estas definiciones el adolescente debe elaborar el dolor por la pérdida de la niñez y buscar
minuciosamente que elementos de su identidad adulta lo pondrán en riesgo de enfermedad o muerte. Estos
riesgos en realidad son los miedos a enfermar y/o a morir.
PERO, QUÉ ES EL MIEDO?
Etimológicamente miedo quiere decir perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño, real o
imaginario; también puede definírselo como aprensión a que suceda algo indeseable. Desde Gabrielle Roth,
terapeuta gestáltica, el miedo es una emoción vital y útil; nos pone en estado de alerta, cataliza nuestras
sensaciones y aumenta nuestra conciencia ante el peligro. Es un instinto básico de supervivencia, nos pone en
atención a lo que sucede y bien calibrado nos mantiene en equilibrio con el medio.
Cuando negamos el miedo, disminuyen las señales de peligro y aumentan los riesgos, situación frecuente en
muchos adolescentes que para demostrar su "incipiente madurez", desoyen sus alarmas internas; ejemplo: los
accidentes en motos.
Los miedos tienen varias formas de expresión: lenguaje corporal, lenguaje psíquico y lenguaje social, los
cuales, considero están íntimamente relacionados y que separo a los efectos didácticos.
Estos lenguajes sirven para expresar las enfermedades producidas por esos miedos, que son:
Los trastornos de la alimentación relacionados con la imagen corporal.
Las enfermedades de transmisión sexual relacionadas con la sexualidad.
La muerte propia, de su familia directa y de los allegados relacionada con la falta de desapego.
UNA NUEVA ETAPA: LA MUERTE
En la adolescencia se plantea una dualidad, característica de esa etapa, en donde la muerte es considerada un
proceso en el cual termina la etapa anterior: la niñez. No se considera a la muerte como final de la vida; el
adolescente debe "matar" al niño, esto es dejar el cuerpo infantil, los hábitos, cambiar a los padres infantiles
por los del adolescente y sacar al niño social de la escena para incorporar al adolescente en su nuevo
escenario.
En realidad todavía en su mente infantil, el adolescente se rehusa a lastimar al niño, pero la revolución física,
hormonal y social, hacen que su psiquismo transforme los conceptos infantiles en los nuevos, más parecidos al
de los adultos.
Es tan intenso dicho proceso, que ante toda situación conflictiva, el adolescente siente riesgo de muerte propia
y/o de los seres que ama. Esto es observable a menudo, puesto que quien siente que no ha vivido se resiste a la
idea de morir. Los principales temores a la muerte se vinculan con los miedos a enfrentar lo desconocido, al
dolor, al sufrimiento y a separarnos de nuestros seres amados; vale decir a todo lo relacionado con los apegos.
En verdad, la fuerte tendencia a aferrarnos es lo que nos trae las mayores dificultades en el momento de partir
y todo esto agravado por el apego a ciertas creencias falsas. Dentro de estas creencias podemos mencionar los
temores que surjan con relación a viejas y erróneas enseñanzas sobre el cielo y el infierno, y de la imposición
de castigos por los pecados cometidos. He aquí una experiencia de vida:
"Es el caso de una paciente joven que moría como consecuencia de un cáncer de mama y clamaba a Dios por
otra oportunidad de vida para dedicarla a ser monja. Esta persona tenía terror a morir e ir al infierno por los
pecados que sentía haber cometido. En uno de los encuentros con el médico de cuidados paliativos, después
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de vencer grandes resistencias, reconoció que temía ser castigada por los juegos sexuales infantiles llevados a
cabo con sus hermanos.
Fue muy difícil ayudarla, pero finalmente descubrió que era ella quien no podía perdonarse. La joven murió
algo más liberada de su carga y aceptando mejor dicho momento."
Considero que trabajar el desapego es una de las tareas a realizar en esta vida, que comienza en nuestra
adolescencia, cuando transformamos la armonía y estabilidad de la niñez en el constante desarrollo,
crecimiento y evolución; que es la vida adulta.
UNA FORMA DE ENCONTRARSE: LA SOLEDAD
Uno de los temores que enfrentan los adolescentes es el temor a la soledad. En la encuesta realizada,
"sentirme solo" ha sido uno de los miedos que aparece con frecuencia, si bien no es, o por lo menos no lo
aparenta, una preocupación fundamental en los adolescentes.
"No estás solo. Perteneces a una familia y a unos amigos. Formas parte de un pueblo o ciudad, de una tierra,
de un país y de una cultura. Goza y disfruta con las cosas y personas que la vida ha puesto en tu camino.
Alégrate de ser parte de todo ello. Hacerse mayor es una hermosa aventura que exige esfuerzo y no un juego
para caprichosos". Gloria Marsellach Umbert − Psicólogo
Una lectura mas profunda de la encuesta descubre que hay otras preocupaciones que se suman o se relacionan
con el temor a la soledad.
1) Falta de confianza en los que me rodean.−
3) Preferencia de mis padres por algún otro hermano.−
7) Excesivo trabajo de mis padres.−
11) Mi familia no me comprende.−
17) No poder discutir ciertos problemas con nadie.−
Es interesante la relación que se establece entre estas distintas formas de "sentirme solo", ya que estas
corresponden, en realidad, a una búsqueda que el adolescente lleva a cabo casi sin darse cuenta: la búsqueda
de su propia identidad.
Si le preguntamos a un adolescente si cree que es uno mas entre tantos otros seguramente contestara que no.
Esto hace pensar en un mar de gente, demasiado estridente para poder oir una sola voz y por encima de todo,
los adolescentes quieren que cuenten con ellos, que los reconozcan, que los oigan. Las muchedumbres se
tragan a la gente. Esto es aterrador.
Estan en proceso de convertirse en alguien, de hacer algo, de averiguar quienes y que son. La adolescencia
exige espacio y tiempo, aislamiento y lugar para la expansión, libertad y oportunidades de experimentación,
responsabilidad y fé.
La juventud tiene sus clubes sociales, sus fiestas, sus pandillas y sus movimientos políticos. Está rodeada de
multitudes no sólo formada por ella misma sino por nosotros: un gran gobierno, grandes empresas, grandes
ciudades. La juventud quiere ser ella misma y desea una identidad y una apreciación individual, pero también
quiere ser parte del gran todo, pertenecer.
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El joven adolescente enfrenta una doble tarea que lo mantendrá ocupado el resto de su vida: ser diferente de
los demás y encontrar su identidad personal, convirtiéndose al mismo tiempo en miembro de la sociedad y
encontrando la unión y la identificación con los otros. Cuando la búsqueda de la unión coincide con la
búsqueda de la identidad, puede haber armonía y sentido de propósito. Cuando estan en conflicto, hay falta de
felicidad personal y ruptura social.
En algunas culturas primitivas no existía el "problema de la adolescencia" ya que era la misma sociedad la que
le informaba al adolescente su acceso al mundo de las responsabilidades de los adultos en los ritos de
iniciacion.
En la actualidad llegar a la edad adulta implica considerables tensiones entre la sociedad y el adolescente ya
que exige en la persona un equilibrio entre el control y la libertad. La identidad no es una posesión sino un
proceso dinámico que debe ganarse con la tensión de encontrar en la adolescencia nuevos poderes, de
experimentar cambios físicos y reajustes familiares, de elegir un trabajo o una carrera, de aprender a confiar
en sí mismo y a buscar intimidad con otros. Significa reconocer que la sociedad tiene derechos sobre la
persona pero también que la persona tiene derechos sobre esta.
En esta búsqueda de la identidad el adolescente experimenta asociándose a otros, tratando de identificarse con
los distintos modelos prestablecidos, probando. De ahí su conducta cambiante hasta no encontrar aquello con
lo que se identifica plenamente y colma todas sus expectativas.
Es aquí donde suelen aparecer los conflictos ya que los grupos a los que el adolescente pretender acceder, por
lo general, tienen sus propios códigos y reglas. Con el afán de identificarse con sus pares el adolescente no
sólo puede cambiar su conducta sino que en algunas situaciones trataran de modificar sus propios ideales, sus
gustos, hasta sus cuerpos. Si logran su cometido esto no significa que pertenezcan a estos grupos para
siempre, sino que si después de un tiempo este no colma sus expectativas, seguramente comenzarán una nueva
búsqueda en otro sentido.
Esto pasa a formar parte de la experiencia personal del adolescente. El problema se genera cuando para
acceder a cierto grupo, los códigos de este implican un cambio que no siempre depende de la decisión
personal, por ejemplo cambios en la personalidad que no pueden producirse por motus propio y que en
algunos casos derivan en el uso de drogas, alcohol, etc. o en el caso de un cambio en el aspecto físico lo que
puede llevar a alteraciones como la anorexia y la bulimia.
El sentimiento de soledad es en realidad el de no pertenencia, el de marginalidad, el de discriminación.
Esto puede verse reflejado, no solamente en la relación con los grupos sociales, sino también en su relacion
con la familia, ya que el adolescente cambia su rol dentro de esta y exige por un lado libertad e independencia,
pero por el otro necesita contensión, necesita ser parte activa de la familia, identificarse con esta.
Cuando esto no sucede el adolescente puede buscar modelos fuera de esta pero nunca puede desconocer su
pasado, su historia ya que su personalidad en gran parte está asociada a ella. Al no poder identificarse con su
familia aparece el sentimiento de soledad que puede interpretar como una falta de interés de sus padres hacia
su persona, sus problemas, sus necesidades y que por lo general no es así, sino que también los padres
enfrentan el reto de aceptar que sus hijos ya no son niños sino una persona en la etapa crítica de formación.
Es entonces el sentimiento de soledad, en realidad, el resultado de una suma de situaciones que el adolescente
tiene que necesariamente enfrentar para poder lograr así afianzar su personalidad, para poder luego
relacionarse con la sociedad aceptando sus reglas pero sin perder su propia individualidad.
6. LA RAIZ QUE ALIMENTA Y SUSTENTA: LA FAMILIA
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7.1 Relaciones entre padres e hijos adolescentes
Los adolescentes nos encontramos con dos grandes fuentes de influencia social en nuestro desarrollo: Los
amigos, que adquieren un papel básico en este periodo; y la familia (especialmente los padres).
Las relaciones familiares son fundamentales en el desarrollo de la personalidad, que condicionan la
adaptación al medio y que nuestros problemas pueden incidir en la aparición de trastornos psíquicos y
sociales. Ya que hay investigaciones que demuestran, que el hecho de que los adolescentes mantengamos
estrechas relaciones positivas, tanto con la familia, como con los amigos, contribuye a la adaptación social
actual y futura.
En el periodo adolescente el chico/a, al igual que en la infancia, necesitamos cariño, afecto y apoyo por parte
de los padres; así como también de mayor comprensión y paciencia, ya que, se esta sufriendo una serie de
cambios en la forma de pensar y en el aspecto físico, que en un primer momento, no se sabe como afrontar y
por lo tanto necesitamos de la ayuda de los adultos.
Los adolescentes tenemos más dificultad para comunicarnos con los adultos (en especial con la figura paterna)
que con los iguales, ya que estos nos ofrecen mayor capacidad de comprensión y escucha; aunque esto no
significa que no necesitemos y deseemos establecer diálogos y comunicaciones con nuetros padres.
Tanto el grupo de iguales, como los padres, se convierten en fuentes importantes para ofrecernos apoyo social
a los adolescentes. El grado de influencia que ofrece cada grupo social (padres/iguales) variará en función del
tipo de relación actual, en función de la disponibilidad que presente cada uno de nosotros y en función de la
edad del joven. En relación a todo esto se observa que los adolescentes que percibimos un gran apoyo por
parte de sus padres se acercan más a ellos, mientras que los que recibimos escasa ayuda por parte de la familia
acudimos más a los amigos buscando en ellos el apoyo que necesitan. Queda claro que el papel de los padres
es de suma importancia para todo el desarrollo de los niños.
El problema reside, aparte del método y de las finalidades educativas, en la propia inseguridad de los adultos
cuando esta no les permite dar una educación que no suponga a cambio una sobreprotección, que ellos
mismos necesitan y que proyectan sobre los hijos.
En las últimas décadas se han producido, con el cambio de las condiciones sociales, modificaciones en la
dinámica familiar que han alterado su equilibrio y han hecho entrar en crisis el tipo de familia tradicional. A
ello ha contribuido, junto con el factor urbano y de vivienda, la ausencia de los padres por motivos laborales,
con lo que el hogar se ha convertido, en muchas ocasiones, en el espacio donde simplemente se come y se
duerme.
Por otra parte, se han puesto en tela de juicio los roles clásicos de los padres. La autoridad del padre y el
simple papel de apoyo de la madre no se consideran hoy válidos. Los cambios en la filosofía de valores y de
vida hacen surgir un cúmulo de problemas y de nuevos conflictos en el panorama familiar.
Cuando la relación entre los padres no es buena (vivan o no bajo el mismo techo), se crean unas tensiones
emocionales en la familia que perturban el equilibrio de todos sus componentes. En estas familias los hijos
sirven, por un lado, para aliviar la frustración generada en el matrimonio, y, por otro lado, nos convertimos en
los receptores de los conflictos que los padres pueden proyectar y revivir, lo que nos lleva a ser manipulados
en pro de uno y en perjuicio del otro. El hijo pasa entonces de ser un manipulado a convertirnos en
manipulador.
En otro orden de cosas, la vida matrimonial y familiar se encuentra frecuentemente desgarrada por problemas
de diversa condición que nos hacen vivir a los hijos en un estado de abandono o de permanente temor, así
como descuidados en el aspecto educativo. En estos casos los problemas de los padres repercuten
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necesariamente sobre nosotros.El niño que ha vivido con inestabilidad será, pues, inestable e inseguro y ello
afectará necesariamente a su posterior elección y relación de pareja. Cuanto más inseguros se sientan los
padres, mas necesidad tendrán de aferrarse a los hijos.
Con esto no se pretende decir que todos los hijos de padres separados o divorciados tengamos que ser
adolescentes inseguros y con dificultades para llegar a ser adultos normales.
La ausencia física o psíquica del padre o de la madre por distintos motivos (fallecimiento, viajes, desinterés,
incapacidad, etc.) confiere unas características especiales a los hogares y a la relación que se establece entre
sus componentes, y, por lo tanto, la situación del joven adolescente que se halle en esta situación se verá
afectada por dichas peculiaridades.
En general cada fuente de influencia predomina en distintas áreas, así los padres influyen más sobre el
adolescente en decisiones que afectan a nuestro futuro como pueden ser: elecciones respecto a los estudios,
posibles trabajos, cursos a seguir, cuestiones económicas o problemas escolares; mientras que hacemos más
caso a los iguales en opciones sobre el presente, sobre deseos y necesidades, como pueden ser: las relaciones
sociales, temas sexuales, diversiones, forma de vestir,... Por tanto las influencias de los padres y los iguales se
complementan, siendo las influencias recibidas de los padres, poderosas y decisivas en el desarrollo del
adolescente.
7.2 Principales conflictos y concordancias en la relación con los padres
A partir de la pubertad, los adolescentes empiezan a sentir nuevas necesidades de independencia, y como
consecuencia de esto desean realizar actividades sin el continuo control paterno; les molestan las ocupaciones
caseras, las preguntas de los padres sobre lo que ellos consideran su vida privada (amigos, lugares que
frecuentan,...). Los padres ven como sus hijos van perdiendo la docilidad infantil, se vuelven más
desobedientes, mostrándose ingobernables.
Los adolescentes no saben muy bien lo que quieren o a qué aspiran. Pueden llegar a parecer adultos muy
pronto (físicamente), por lo que desean ser tratados como tales por sus padres; sin embargo la concepción
social de la adolescencia alarga enormemente este periodo, por lo que aun les queda un largo camino por
recorrer para conseguir el estatus de adulto.
El salto generacional que existe entre padres e hijos, y las nuevas necesidades de autonomía de los
adolescentes, provocan ciertas tensiones familiares, pero el hecho de que existan algunos conflictos
inevitables no quiere decir que las relaciones entre padres e hijos estén continuamente deterioradas. Existen
investigaciones que demuestran que un comportamiento paternal de orientación igualitaria, democrática y
liberal favorece que no aparezcan conflictos graves, contribuyendo al dialogo y la comunicación familiar, y
pacificando las relaciones con los hijos. Así GRYGIELSKI afirma que los adolescentes que mantienen una
comunicación abierta con sus padres, tanto en temas sociales como en temas personales o íntimos, se
identifican con ellos más que los adolescentes que no logran alcanzar un buen grado de comunicación
socio−personal con los padres.
Existen estudios como el de NOLLER y CALLAN (1991) que analizan las diferencias existentes entre los
padres y las madres en la relación con sus hijos/as adolescentes. Los resultados, en general, indican que las
actitudes que tienen ante la vida familiar los/las adolescentes coinciden más con las de sus madres que con las
de sus padres, ya que las madres son más comprensivas y abiertas en la comunicación con los hijos, siendo
más fácil negociar y llegar a acuerdos con ellas. Los resultados de estos estudios también indican que hay
claras diferencias entre los chicos y las chicas en la relación con los padres; las adolescentes se comunican
más con los padres que los chicos, y tanto ellos como ellas se comunican más con sus madres que con sus
padres. También hay evidencias de que los diálogos con las madres son considerados, generalmente, como
más frecuentes, positivos y fructíferos que con los padres, debido a esa mayor frecuencia y calidad de sus
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interacciones.
Los adolescentes hablan con más frecuencia con su madre que con su padre y en general, los temas a tratar
son sobre su vida social y sus intereses (relaciones con amigos, información sexual, problemas diarios,...)
mientras que los temas a tratar con el padre suelen ser de política, e interés nacional. En cuanto a compartir y
descubrir sus sentimientos, la madre vuelve a ser la elegida para hacerlo por delante del padre.
A la hora de hablar de conflictos y discrepancias entre padres e hijos adolescentes los temas hacen referencia
a:
• El orden en la casa,
• La forma de vestir,
• La apariencia externa,
• La obediencia a los adultos,
• La higiene personal,
• Las peleas con los hermanos,
• La reivindicación de la autonomía e independencia,
• El trato a las salidas con otros chicos y chicas,
• El horario de salidas,
• Cuestiones económicas,
• Consumo,
• (...)
BEHAR y COLS han analizado las distintas estrategias utilizadas por los adolescentes para afrontar los
conflictos entre ellos y sus padres:
• Cuando el tema hace referencia a la vida social del joven (horario de salida, salidas fuera de casa,
fiestas,...), las estrategias más utilizadas por los adolescentes son las descargas emocionales con
enfados y gritos.
• Cuando el tema a tratar son las relaciones con el sexo opuesto, el adolescente se muestra menos
agresivo, pero en caso de no haber acuerdo con los padres, callan, y no hacen caso de la opinión de
estos.
• Cuando el tema se refiere a los estudios, el adolescente, en un principio, lanza la descarga emocional,
pero posteriormente es capaz de dialogar para así buscar nuevas alternativas.
Uno de los temas centrales del desarrollo en la adolescencia es el logro de independencia. Sin embargo, para
la mayoría de los jóvenes actuales, la independencia no se obtiene cuando dices adiós a los padres y partes a
buscarte la vida por ti mismo/a. La independencia significa más bien tener libertad, dentro de la familia, para
adoptar decisiones día a día, libertad emocional para establecer nuevas relaciones y libertad personal para
asumir la propia responsabilidad en asuntos como educación, opiniones políticas y la futura carrera
profesional.
Existen múltiples fuerzas que interactúan para impulsar a un individuo hacia dicho estado de madurez. Tanto
la maduración física como la intelectual animan al adolescente al logro de una mayor autonomía. Aparte de
estos existen fuerzas psicológicas dentro del individuo, así como fuerzas sociales en el entorno que se hallan
dirigidas hacia esta misma meta.
El logro de la independencia es un rasgo integrante del desarrollo del adolescente y el papel desempeñado por
los adultos próximos al joven adquiere especial importancia.
Para comprender bien este proceso es necesario tener en cuenta que el movimiento del joven hacia la edad
adulta no se realiza en línea recta. Como ya hemos afirmado anteriormente, mientras que la independencia
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parece a veces una meta digna de ser lograda, existen también momentos en que se muestra una perspectiva
preocupante e incluso infunde temor. Esta ambivalencia subyace en el típico comportamiento contradictorio
de los adolescentes, que con tanta frecuencia es causa de desesperación para los adultos. No hay nada más
frustrante para éstos que tener que enfrentarse con un adolescente que unas veces se queja de que sus padres
estén interviniendo constantemente en su vida (por ejemplo, dándoles consejos) y protestando otras, con
amargura, de que nadie se toma interés por él (por ejemplo, no aconsejándole). Los padres mantienen con
frecuencia actitudes conflictivas ante sus hijos adolescentes. Por una parte, desean que los jóvenes sean
independientes, que adopten sus propias decisiones, mientras que, por otra, pueden asustarse de las
consecuencias de la independencia (y en especial de sus consecuencias sexuales), sintiéndose en ocasiones
celosas de las oportunidades y el idealismo de la juventud.
Un rasgo característico de la adolescencia es el deseo de libertad familiar, que se transforma en un elemento
del proceso de adquisición de autonomía personal e independencia social. Los padres en muchas ocasiones
reclaman la independencia por parte de sus hijos, pero solo en determinadas condiciones que al fin y al cabo
conllevan a la dependencia. Así la adaptación a la autonomía no es fácil para el adolescente, y los adultos a
menudo no se la facilitan, le enfrentan a situaciones contrapuestas tratándole como a un niño y a un adulto,
según las circunstancias. Se le advierte que solo cuando sea adulto y gane su propio dinero podrá realizar
muchos de sus deseos; con lo que el adolescente ve su autonomía psico−social cada vez más lejos.
BEHAR y FORNS analizaron la autonomía de conductas de los adolescentes de 13 a 16 años, y en líneas
generales estas autoras describen a los adolescentes con una conducta independiente en lo relativo a su propio
aseo y a la elección de su ropa desde comienzos de la pubertad, es decir, a su autonomía personal.
En lo referente a la autonomía de desplazamientos (salidas de fin de semana, salidas nocturnas,...) es la que el
adolescente tarda más en adquirir, suelen tener libertad para ir al cine y salidas cercanas en la propia ciudad,
pero esta libertad disminuye cuando se trata de distancias mayores o salidas nocturnas.
Por lo que respecta a la autonomía ideológica y de toma de decisión el progreso más importante valorado en
los últimos años se refiere a la propia decisión sobre los futuros estudios a cursar.
Hay que señalar que a medida que avanza la sociedad actual se va concediendo mayor libertad e
independencia a los adolescentes, que, por su parte cada día exigen más. De igual modo cada día se van
aproximando más las diferencias entre los sexos, mucho más difuminadas que hace unas décadas. En este
sentido hay que señalar que la posición económica y el nivel sociocultural que tenga la familia, va a
determinar la independencia otorgada a los hijos.
7.3 Tipos de disciplina paternal, y su influencia en la adolescencia
La intervención de los padres en el periodo adolescente es decisiva, la calidad de relación que establezcan con
sus hijos y el tipo de disciplina que empleen con ellos, va a modular cada uno de los logros que estos consigan
favoreciendo, o entorpeciendo el desarrollo del adolescente.
Se observa que los diferentes tipos de disciplina parental se relaciona con la probabilidad de aceptación, por
parte de los hijos, de los padres democráticos; el rechazo de los padres autoritarios y los excesivamente
permisivos, ya que los adolescentes lo interpretan como desinterés de los padres hacia ellos.
El concepto de educación y las consiguientes propuestas educativas conllevan distintos métodos a la hora de
alcanzar tales ideales.
Existen varios métodos educativos, algunos de los más importantes son:
a) Padres autoritarios: las personas autoritarias intentan conseguir sus objetivos imponiendo sus criterios
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mediante presiones y tratando a sus hijos como seres sin discernimiento; de este modo les frustran, en todo
momento, cualquier intento de resolución personal de sus propios problemas. La obediencia, la disciplina y el
orden rigen, así, las relaciones familiares.
El niño educado autoritariamente será muy dependiente, ya que se le ha acostumbrado a ver todas sus
dificultades aparentemente resueltas, mediante la censura de toda iniciativa particular. Al mismo tiempo, sus
deseos han sido sopesados de acuerdo con el modelo paterno, sin tenerle en cuenta como persona capaz de
pensar y de desear.
Convertido en adolescente tiene dos posibilidades. Una de ella es rebelarse contra toda autoridad, pudiendo
llegar a conductas antisociales, pues vivirá el mundo como algo hostil y represor de todos sus deseos; por
consiguiente, buscará satisfacción en pequeños grupos marginados que no le servirán, en general, para
modificar su visión infantil y crecer afectivamente.
La otra postura puede consistir en adaptarse, a falta de criterio propio, a las normas paternas. El miedo a la
autoridad predomina en este caso: toda ley es norma, y por consiguiente no podrá lograr su independencia, ya
que pensar y decidir por cuenta propia es vivido como algo malo, que no puede alcanzarse porque siempre ha
sido vetado.
B) Padres excesivamente permisivos: Este método, al contrario que el primero, procura evitar todo tipo de
presión. Son padres que no ejercen ningún control sobre sus hijos, no les exigen superaciones personales. Deja
al niño con entera libertad para que sea él quien decida sus cosas con un temprano espíritu crítico, con lo cual
la adaptación, la tolerancia y la ambición se consideran negativas y se intenta reprimirlas. No existen modelos
paternos ni normas, y el niño debe probar y aprender de sus éxitos y de sus fracasos.
Este niño llegará a la adolescencia, sin ningún modelo de identificación, carente de unas normas mínimas. El
adolescente que no ha sido ayudado en el plano afectivo a valorar y conocer diferentes aspectos sociales y
humanos, puede actuar con tal ingenuidad que no recibirá mas que desilusiones y frustraciones al probar que
las cosas no son tales como se las había imaginado. Por otra parte, la inexistencia de unos modelos de
identificación y de unos valores en que ampararse puede convertirlo en un inadaptado.
C) Padres democráticos: Este tipo de educación pretende el término medio entre los dos anteriormente citados.
El niño recibe la libertad y la autodeterminación que necesita en las distintas fases de su desarrollo, y por otra
parte, no se le niega la necesaria seguridad proveniente del apoyo, aunque ello pueda implicar, a veces, ciertas
limitaciones.
Este método renuncia a toda violencia, tanto física como psíquica, rigiéndose por las tres necesidades básicas
del niño: seguridad, amor, aceptación.
El niño que ha recibido esta educación tendrá, al acceder a la adolescencia, los conflictos propios de la edad,
los cuales le crearán las mismas dudas y temores que a los demás, pero, al mismo tiempo, poseerá en su
interior la confianza y la seguridad de que no está solo, y podrá buscar en los demás el apoyo que necesita.
Del mismo modo, será capaz de pensar y decidir, pues ya está acostumbrado a hacerlo, y asimismo podrá
soportar mejor las frustraciones y elaborarlas, porque su confianza original ha sido suficientemente estimulada
para no hacerle desesperar ante cualquier adversidad
El declive experimentado por la autoridad de los adultos durante aproximadamente los últimos veinte años ha
sido un tema tratado una y otra vez por los autores interesados en el desarrollo del adolescente. Al estudiar
este fenómeno y buscar causas, la mayoría señalan los complejos cambios, de largo alcance, ocurridos en
nuestra sociedad como resultado de la transición política y social. Hoy en día, veinte años más tarde, los
jóvenes observan que sus padres no tienen las respuestas; se dan cuenta de que no existen soluciones "hechas"
para los principales problemas con que se enfrentan sus mayores: superpoblación, carrera armamentística
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nuclear, polución, etc. y, por tanto, no pueden conceder a la generación de más edad el respeto que antes les
tenían.
Un riesgo implícito a este punto de vista de que la autoridad adulta ha declinado marcadamente durante los
dos decenios últimos consiste en la creencia de que, en consecuencia, los adultos han de desempeñar un papel
relativamente limitado en su trato con los jóvenes. Desde luego, nada más lejos de la verdad, ya que en una
situación donde los valores de la sociedad están en constante fluctuación, los adolescentes tienen una
importante necesidad de guía.
Bowerman y Bahr centran su estudio en el modo como comparten el poder los padres de adolescentes,
diferenciándose tres posibles estructuras familiares: patriarcal, matriarcal e igualitaria. Examinan luego el
grado de identificación entre los adolescentes y sus padres en estas tres situaciones, mostrando que los jóvenes
respetaban más a sus progenitores y deseaban más parecerse a ellos, en familias en las que el poder era
igualmente compartido entre ambos. Los resultados mostraron que cuando se advertía que uno de los
progenitores era inferior en influencia al otro dentro de la familia, los adolescentes se identificaban menos con
ambos progenitores. Estos hallazgos son aplicables a ambos sexos.
7.4 El rol del adolescente en la familia
Debe tenerse en cuenta que la familia no se muestra completa en un momento dado, sino que se va formando
a lo largo de los años. Las actitudes de los padres cambian: no se trata igual al hijo mayor que al último, más
distanciados cronológicamente de los padres.
También es diferente la situación del hijo único, ajeno a las rivalidades fraternales, pero que forma parte de un
difícil triángulo, en el que la unión exagerada de dos margina al tercero.
Los problemas que surgirán en este ultimo caso son más violentos y directos, ya que no hay hermanos para
poder desplazar el conflicto. La cuestión es quien se empareja con quien y contra quien.
El adolescente que carece de la posibilidad de ayuda de otros miembros jóvenes le obliga a buscar apoyo fuera
de la familia o a procurarse la alianza de unos de sus progenitores.
Por otra parte los padres sienten temor ante cualquier demanda de mayor libertad e independencia, pues viven
con ello una pérdida de su rol de padres y se ven enfrentados a la soledad de la pareja ante el vuelo del hijo.
7.5 Los progenitores como modelos de papel
Los progenitores cumplen múltiples y diferentes funciones respecto al adolescente en vías de desarrollo, y una
de éstas es la de proporcionar lo que se conoce como "modelos de papel".
Aquí, los progenitores representan ejemplos de los modos en que se pueden interpretar actitudes como papeles
sexuales y laborales, proporcionando prototipos con los que la persona joven elevará otras interpretaciones de
dichos papeles.
Es preciso advertir, sin embargo, que la probabilidad de decisiones o elecciones de papeles, al estar influida
por los padres, no sólo se hallará determinada por la naturaleza del modelo de papel, sino también por el grado
de identificación entre padre y madre, e hijo e hija.
Dirigiremos nuestra atención al desarrollo de los papeles sexuales:
• Respecto a los varones.− los muchachos cuyos padres proporcionan modelos de papel extremos− o
bien excesivamente masculinos o predominantemente femeninos−, parecen adaptarse peor.
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• Respecto a las chicas.− los papeles de sexo son habitualmente menos claros, para las muchachas que
para los muchachos. En muchas circunstancias se otorga un nivel más elevado a los papeles
masculinos. La posición de las mujeres en la sociedad esta atravesando actualmente por un periodo de
rápido cambio, haciendo incluso más difícil que las adolescentes realicen sus elecciones personales de
acuerdo con lo que se espera o no de ellas.
7. Creencias e ideas irracionales
Para el psicólogo constructivista G. Kelly, el ser humano no puede conocer la realidad directamente, sólo
dispone de una teoría personal que le permite actuar en ella. Toda persona percibe en su entorno hechos sobre
los que establece interpretaciones, para poder predecir los acontecimientos futuros.
Cada individuo elabora una teoría o mapa para describir la realidad y situarse en el mundo. Las creencias e
ideas constituyen un factor de estabilidad para nuestra teoría sobre la realidad, pero fallan con frecuencias
porque ésta es cambiante e inabarcable.
La tarea esencial del adolescente es abrirse a la experiencia, tener un sistema racional y abierto, no creencial y
cerrado. Las creencias son ilusiones útiles que nos permiten manejar nuestras experiencias, pero es preciso
caminar hacia una instalación racional en el mundo.
La instalación racional supone permanecer en crisis de crecimiento.
Albert Ellis advierte que hay modos inadaptados de construir el mundo y que las creencias pesimistas e ideas
irracionales que los mantienen son la causa del sufrimiento de las personas.
Para este psicólogo, un pensamiento racional es aquel que es evidente, consistente con la realidad, verificable,
no es absolutista, produce emociones moderadas y ayuda a conseguir los objetivos propuestos.
• Los pensamientos irracionales son aquellos que:
• Producen emociones negativas intensas y duraderas.
• Exageran las consecuencias negativas de un hecho o un acontecimiento. Los pensamientos
acompañados de palabras como horrible, espantoso, insoportable.
• Reflejan obligaciones y demandas no realistas sobre uno mismo y los demás.
• Son absolutistas y van acompañados de palabras como todos, nada, nunca, siempre.
Ellis enseña el sistema A−B−C, con el que demuestra
a las personas que los hechos y acontecimientos de sus vidas (A) no determinan las consecuencias
emocionales (C), sino que éstas derivan de los pensamientos y creencias de esos hechos (B).
El terapeuta enseña al individuo a cuestionar y discutir su sistema de creencia irracional (B), hasta adquirir
uno nuevo, adaptado cognitivamente a la realidad y que le permita manejar su entorno social.
8. PROBLEMAS MÁS FRECUENTES EN LA ADOLESCENCIA
La rebeldía
La rebeldía es un rasgo típico de la edad juvenil e impropio de la infancia, no es que en esta última no se den
conductas desobedientes, pero tienen un sentido muy distinto a las de la adolescencia. Conviene distinguir la
rebeldía de la disconformidad y del espíritu crítico que surge en la adolescencia media, ninguna de estas
actitudes supone rechazo de la subordinación a los adultos; aceptar la autoridad de una persona es compatible
con discrepar de ella en la opinión sobre cualquier tema, aún cuando ambas se dan juntas con alguna
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frecuencia. Esta diferencia ha sido estudiada por JEIF y DELAY, y para estas autoras la violencia no tiene un
objeto, supone una ruptura completa y definitiva con los otros. La rebeldía, en cambio, tiene objeto, no rompe
con los otros y hace referencia a algún valor. La rebeldía es más humana que la violencia.
Es frecuente la existencia de manifestaciones aisladas de rebeldía a lo largo de la adolescencia, aunque el
ambiente familiar y social no influya negativamente en la personalidad del adolescente.
La rebeldía en el ámbito familiar puede agudizarse entre los 14 y 17 años, fase caracterizada como la del
negativismo y las impertinencias. La rebeldía extrafamiliar dirigida contra las estructuras, valores y
costumbres sociales, aparece más adelante, y aveces se prolonga más allá de los 20 años. Hay que distinguir 4
tipos de rebeldía en la juventud:
• La rebeldía regresiva: Nace del miedo a actuar y se traduce en una actitud de reclusión en sí mismo. El
adolescente adopta una postura de protesta muda y pasiva contra todo.
• La rebeldía agresiva: Se expresa de forma violenta. El adolescente no pudiendo soportar las dificultades de
la vida diaria intenta aliviar sus problemas haciendo sufrir a los demás.
• La rebeldía transgresiva: Consiste en ir contra las normas de la sociedad, o por egoísmo y utilidad propia, o
por el placer de no cumplirlas.
• La rebeldía progresiva: Es signo del adolescente que sabe soportar el paso de la realidad pero no el de la
injusticia, acepta las reglas, pero las discute y critica para mejorarlas.
La rebeldía crece si el afán de independencia y autoafirmación del adolescente tropieza con actitudes
proteccionistas, autoritarias, o abandonistas por parte de los padres.
Los movimientos de protesta de la juventud tienen como motivación principal y generalizada una profunda
insatisfacción ante una sociedad que no les gusta. Esta insatisfacción aumenta el sentimiento de inseguridad.
La rebeldía e la juventud se dirige contra la sociedad de la abundancia material y de la pobreza espiritual, y
contra la hipocresía de quienes hablan de una manera y viven de otra. Los jóvenes están en un fuerte
desacuerdo con el mundo de los adultos, y reclaman el derecho a elaborar su propio sistema de vida.
La juventud es rebelde por naturaleza, y los jóvenes actuales son más rebeldes que los de otras épocas, dado
que la sociedad en la que viven ha cambiado; solamente a causa de determinados cambios sociales, el afán de
independencia de los adolescentes ha podido derivar hoy en fenómenos de delincuencia juvenil, y de la
mentalidad marxista de cierta parte de la juventud que tiene una arraigada conciencia de clase frente a los
adultos. Por otro lado, una gran parte de la juventud se esta volviendo conformista porque no han tenido que
esforzarse para conseguir lo que querían, pueden protestar ante las injusticias sociales pero las admiten.
Las fugas del hogar
La fuga del hogar de los adolescentes es un riesgo que ha existido siempre, pero en la actualidad, el riesgo ha
aumentado como deterioro del ambiente familiar y del ambiente social.
La fuga del hogar es la satisfacción de una necesidad de evadirse de un ambiente en el que el joven se siente
incómodo. Normalmente, sobretodo en la pubertad, la fuga no responde a una decisión madurada, sino a
deseos impulsivos de marcharse sin ningún rumbo concreto y sin pensar en las consecuencias que pueden
derivar de esta acción.
La fuga material o abandono físico del hogar es una reacción típica de la adolescencia inicial, mientras que las
fugas formales o pseudofugas son más propias de la adolescencia media. En las pseudofugas se busca una
ocupación o costumbre social como medio para alejarse de la familia (un trabajo en otra localidad, ingreso en
el servicio militar, pisos de estudiantes,...)
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Las causas que originan las fugas del hogar son muy diversas, algunas están relacionadas con las malas
condiciones del ambiente familiar y social: matrimonios separados, desavenencias conyugales, falta de cariño
en el hogar,...
Entre las malas condiciones psicológicas del hogar que favorecen la fuga de los adolescentes debe destacarse
la vida de los internados privada de un lazo familiar, el sentimiento de repulsión a causa de segundas nupcias
y la discriminación injusta de los padres respecto al trato de los demás hermanos. Otras causas pueden deberse
a las presiones familiares: actitudes autoritarias y proteccionistas de los padres, educación rígida, etc. Estas
presiones son, a la vista de los hijos, un obstáculo para el logro de la autonomía personal. La fuga también
puede obedecer a ciertas causas como es por ejemplo una búsqueda de lo nuevo o desconocido.
La predisposición hacia la fuga a menudo se encuentra favorecida por la existencia de deficiencias mentales y
de la personalidad. Los adolescentes nerviosos pueden fugarse del hogar de forma espontánea como
consecuencia de un incidente familiar; otros huyen como consecuencia de un sentimiento de inferioridad que
pone de manifiesto la falta de cariño o amor, otro factor puede ser la influencia de otras personas.
La timidez y el sentimiento de inferioridad
La timidez es un sentimiento de inferioridad para actuar en presencia de otras personas, es un miedo crónico a
obrar que proviene de la falta de confianza en los demás y en la desconfianza en sí mismo. El tímido se cree y
se siente siempre observado.
Los efectos de la timidez son bastante conocidos: en presencia de otras personas, el tímido se muestra
vergonzoso, torpe al expresarse y confuso. Al tímido le preocupan los efectos externos de su timidez, ya que
quiere evitar que le presten atención y fijen su mirada en él.
La timidez no tiene que ser vista como algo problemático, sólo lo es cuando es excesiva; en este caso puede
perturbar la vida emocional y mental de las personas, y crear un estado permanente de ansiedad e
insatisfacción; pero una timidez moderada no es preocupante.
Con la llegada de la adolescencia la timidez se hace mucho más consciente y sistematizada. La timidez es más
propia de la adolescencia que de la infancia, por la aparición de la capacidad de reflexión que permite ser
consciente de la propia timidez, y por el problema con el que se encuentran los adolescentes de adaptarse a un
nuevo ambiente.
El individuo que padece un sentimiento de inferioridad es consciente del mismo, y este sentimiento responde
más a un problema que el individuo se crea que a una dificultad objetiva. Este sentimiento supone acrecentar
excesivamente la conciencia de alguna inferioridad personal hasta absolutizarla. Cuando los adolescentes no
logran superar el sentimiento de inferioridad, experimentan un sufrimiento interior que se traduce casi siempre
en una timidez muy acusada, cobardía, rebeldía o neurosis. Este sentimiento les suele conducir además a la
búsqueda de compensaciones psicológicas inadecuadas. Estas compensaciones pueden ser afectivas y
sociales; Las afectivas consisten en reacciones coléricas que pueden llegar a la violencia, y en estados
depresivos (pasividad, melancolía,...). En cuanto a la compensación social, las más comunes son la mentira y
el robo; el adolescente utiliza la mentira para eludir un dolor moral. La mentira compensatoria consiste en
ocultar una verdad concreta a una persona, porque esta podría utilizar la verdad para inferiorizarle.
El sentimiento de inferioridad renace en la adolescencia cuando el joven se siente torpe, a disgusto ante los
adultos, cuando su físico y su imagen no responden a sus esperanzas, o cuando sus compañeros le gastan
bromas. La inadaptación ante los cambios físicos y psíquicos de la pubertad origina un sentimiento de
inseguridad que crecerá con la exigencia poco comprensiva de los adultos. Los adolescentes son muy
sensibles a los defectos físicos y a las situaciones humillantes. Divulgar públicamente una mala acción,
compararles con otras personas o castigarles de forma que se hiera su amor propio, puede fomentar en alto
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grado el sentimiento de inferioridad.
9. consecuencias principalmente negativas de la diversión adolescente
10.1 ADICCIONES
Alcohol
La adolescencia es el tiempo de probar cosas nuevas. Los adolescentes usan el alcohol y las otras drogas por
varias razones, incluyendo la curiosidad, para sientirse bien, para reducir el estrés, para sentirse personas
adultas o para pertenecer a un grupo. Es difícil el poder determinar cuáles de los adolescentes van a
desarrollar problemas serios. Los adolescentes que corren el riesgo de desarrollar problemas serios con el
alcohol y las drogas incluyen aquéllos:
• con un historial familiar de abuso de substancias,
• que están deprimidos,
• que sienten poco amor propio o autoestima, y
• que sienten que no pertenecen y que están fuera de la corriente.
La mayoría de los adolescentes han tenido alguna experiencia con bebidas alcohólicas y con otras drogas.
Los adolescentes pueden estar envueltos en varias formas con el alcohol y las drogas legales o ilegales. Es
común el experimentar con el alcohol y las drogas durante la adolescencia.Desgraciadamente con frecuencia
los adolescentes no ven la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana. Elllos
tienen la tendencia de sentirse indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros experimentan. El uso
del alcohol o del tabaco a una temprana edad aumenta el riesgo del uso de otras drogas luego. Algunos
adolescentes experimentan un poco y dejan de usarlas, o continúan usándolas ocasionalmente sin tener
problemas significativos. Otros desarrollarán una dependencia, usarán drogas más peligrosas y se causarán
daños signaficativos a ellos mismos y posiblemente a otros.
Los adolescentes abusan de una variedad de drogas, tanto legales como ilegales. Las drogas legales
disponibles incluyen las bebidas alcohólicas, las medicinas por receta médica, los inhalantes (vapores de las
pegas, aerosoles y solventes) y medicinas de venta libre para la tos, la gripe, el insomnio y para adelgazar. Las
drogas ilegales de mayor uso común son la marijuana (pot), los estimulantes (cocaína, "crack" y "speed"),
LSD, PCP, los derivados del opio, la heroína y las drogas diseñadas (éctasis). El uso de las drogas ilegales
está en aumento, especialmente entre los jóvenes o adolescentes. La edad promedio del que usa marijuana por
vez primera es 14, y el uso del alcohol puede comenzar antes de los 12. El uso de la marijuana y el alcohol en
la escuela superior (high school) se ha convertido en algo común.
El uso de las drogas esta asociado con una variedad de consecuencias negativas, que incluyen el aumento en
el riesgo del uso serio de drogas más tarde en la vida, el fracaso escolar, el mal juicio que puede exponer a los
adolescentes al riesgo de accidentes, violencia, relaciones sexuales no planificadas y arriesgadas y el suicidio.
Los padres pueden ayudar en la educación a temprana edad acerca de las drogas, estableciendo comunicación,
siendo ejemplo modelo y reconociendo desde el las otras comienzo si hay problemas desarrollandose.
Las señales principales del uso de alcohol y del abuso de drogas por los adolescentes pueden incluir:
• Físicas: fatiga, quejas continuas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.
• Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, irritabilidad, comportamiento
irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio, depresión y una falta general de
interés.
• Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas, el retraerse o dejar de comunicarse con la
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familia.
• Escuela: interés decreciente, actitud negativa, faltas al deber, calificaciones bajas, ausencias
frecuentes y problemas de disciplina.
• Problemas Sociales: amigos nuevos a quienes no les interesan las actividades normales de la casa y
de la escuela, problemas con la ley y el cambio hacia estilos poco convencionales en el vestir y en la
música.
Hoy día, cada vez es más frecuente ver que los chicos jóvenes consumen mucha cantidad de bebidas
alcohólicas, particularmente cerveza, algunos tragos "de moda" y vino de envase descartable. La mayoría de
los informes coinciden en que los chicos jóvenes ingieren bebidas alcohólicas cuando están fuera de sus casas,
durante las salidas con grupos de amigos. De ellos, aproximadamente el 72% de los menores de 18 años
toman en promedio más de 1,5 lts. de alcohol los fines de semana y de cada diez de estos chicos, seis son
varones y cuatro son mujeres.
¿Cuáles son los efectos del alcohol? El alcohol va afectando progresivamente la percepción, el pensamiento,
el juicio, la coordinación de los movimientos, los reflejos, hasta la pérdida de conciencia, dependiendo de la
cantidad de alcohol ingerido, el tiempo en que se toma, y otras condiciones orgánicas.
¿Cuáles son los riesgos?
Los adolescentes se encuentran todavía en una etapa de desarrollo (podríamos decir que están "en
construcción") y sus cuerpos no tienen la suficiente tolerancia a los efectos tóxicos del alcohol como la que
exhibe el organismo de un adulto. Estudios recientes demuestran que los efectos del alcohol son mucho más
fuertes en ellos, no sólo por las condiciones físicas todavía precarias para metabolizarlo, sino también por
razones psicológicas: las altas expectativas que los chicos suelen depositar en el alcohol para relajarse,
desinhibirse, divertirse más, etc., hacen que los efectos tóxicos progresivos aparezcan más rápidamente y con
mayor intensidad.
¿Por qué los adolescentes toman alcohol?
La causa más importante se debe a las influencias ambientales, porque los jóvenes buscan permanentemente
modelos e imágenes con quienes identificarse. Tanto los hábitos de la familia como la presión de sus pares
suelen ser preponderante en la decisión de tomar o no, y en el caso de comenzar a beber, de hacerlo con
moderación o buscar la borrachera. A su vez tengamos en cuenta que tanto el adolescente, como su familia,
como su grupo de amigos, están insertos en una cultura que a través de los medios de comunicación, reciben
mensajes vinculados a despertar el interés por el consumo de alcohol.
Drogas
Muchos son los factores que influyen en cuanto a la decisión de un adolescente sobre el ingerir o no una
droga, Existe una gama tan impresionante de motivos o excusas que usan los adolescentes en edad escolar de
nivel medio superior que seria imposible determinar un solo tratamiento para evitar que este mal siga
creciendo.
Tal vez la mejor manera de prevenir la drogadicción en los adolescentes debido a esta gama de factores que
influyen en su decisión seria el de representar escenas comunes a las que se enfrentan los adolescentes donde
se les es ofrecido el consumir drogas o donde han sentido la curiosidad por probarlas.
Hoy en día la droga ronda por todas las ciudades del mundo haciendo un efecto de incorporación cada vez
mayor a los jóvenes del mundo.
Actualmente las campañas que se emprenden en la televisión pretenden evitar la drogadicción en
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adolescentes.
Esta impresión cruda pero al fin verdadera de las situaciones por las que pasa un adolescente representadas en
televisión favorece la identificación del publico joven con situaciones que le pueden ayudar a no aceptar o
simplemente evitar el consumo de drogas.
En términos generales los adolescentes no consumen más drogas (ni en mayor cantidad) que los adultos,
aunque puede que en ocasiones lo hagan de modo distinto. De hecho, tanto el consumo de drogas legales
cuanto el de ilegales no es mayoritario entre la población adolescente, sino que se incrementa con la edad:
El consumo de alcohol aumenta significativamente a partir de los 22 años. El grupo mayoritariamente
consumidor de "pastillas" (MDMA y similares) tiene edades comprendidas entre los 19 y 25 años;
La edad media de inicio en el consumo de heroína son los 20 años.
La cocaína es generalmente una droga de adultos (el inicio en su consumo se produce en torno a los 22 años).
Las drogas de uso (y de abuso) más frecuente entre los escolares son:
En primer lugar, el alcohol y el tabaco.
En segundo, el hachís (los "porros").
En tercero las "pastillas" (MDMA y similares).
La drogadicción es el estado psicofísico causado por la interacción de un organismo vivo con un fármaco,
caracterizado por la modificación del comportamiento y otras reacciones, generalmente a causa de un impulso
irreprimible por consumir un fármaco en forma continua o periódica, a fin de experimentar sus efectos
psíquicos y en ocasiones para evitar el malestar producido por la privación de éste, o el llamado síndrome de
abstinencia.
Problemas sociales asociados con el consumismo de drogas
La drogadicción es un grave problema social. El adolescente, su familia, amistades y la comunidad donde se
desarrolla este son los principales perjudicados por esta actividad.
El que cerca de 200 mil drogadictos mueren al año en el mundo indica el preocupante aumento en el número
de personas que ingieren drogas ocasionalmente o que ya son adictos y que están fuertemente influidas o
relacionadas con el aumento de la violencia social y la comisión de delitos. La sociedad esta jugando un papel
protagónico en la influencia sobre los adolescentes, y por el otro que es la misma sociedad quien con su apatía
discrimina, corroe y humilla a los adolescentes que necesitan de su apoyo y limitan en sus capacidades para
desarrollarse íntegramente.
TIPOS DE DROGAS
Droga activa: Es una sustancia capaz de interactuar con un organismo vivo, de tal forma que produce un
estado de dependencia psíquica, física o ambas.
Droga psicoactiva: Es una sustancia que altera el funcionamiento mental (pensamiento, juicio,
razonamiento, memoria, etc.).
Marihuana
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La marihuana es el nombre común de una droga cruda fabricada con la planta Cannabis sativa. Un "porro"
(cigarrillo de marihuana) se fabrica con las partículas secas de la planta. La potencia de la marihuana actual es
hasta diez veces superior a la de la marihuana utilizada a principios de los años setenta.
Esta marihuana más potente aumenta los efectos físicos y mentales y la posibilidad de problemas de salud
para el que la consume.
Cocaína
La cocaína es una droga extraída de las hojas de la coca, planta que crece en Sudamérica. Al igual que las
anfetaminas, es un estimulante del sistema nervioso central. La cocaína se aspira o introduce por la nariz,
aunque algunos adictos se inyectan o fuman una forma de la droga llamada base libre.
Estimulantes
El término estimulante se aplica a varios grupos de drogas que tienden a aumentar las agudeza mental y la
actividad física. Las anfetaminas, la cocaína y la cafeína son todas ellas drogas estimulantes.
Efectos Físicos, Psicológicos y Sociales
Como ya se expuso anteriormente, en las adicciones presentan efectos psíquicos y físicos, lo que implica dos
tipos de dependencia.
DEPENDENCIA FISICA
La dependencia física es el estado de adaptación fisiológica de un organismo que requiere la presencia de una
droga para continuar su funcionamiento normal. Esta dependencia es causada predominantemente por los
depresores del Sistema Nervioso Central (SCN).
DEPENDENCIA PSICOLOGICA
La dependencia psicológica es la necesidad emocional y compulsiva de un individuo por consumir una droga
para sentirse bien. Este tipo de dependencia es causada en forma predominantemente por los estimulantes del
S.N.C. y los antidepresivos.
Está comprobado científicamente que las adicciones provocan trastornos físicos y del comportamiento, el
adicto presenta características peculiares que lo hacen diferente a otros enfermos.
EFECTOS FISICOS INMEDIATOS DE FUMAR MARIHUANA
Entre algunos de los efectos físicos inmediatos de la marihuana figuran los siguientes: aceleración de los
latidos del corazón y el pulso, enrojecimiento de los ojos y sequedad de boca y garganta EFECTOS
PSICOLOGICOS DE FUMAR MARIHUANA
Los estudios de los efectos mentales de la marihuana indican que la droga puede dañar o reducir la memoria a
corto plazo, alterar el sentido del tiempo y reducir la capacidad de hacer cosas que requieren de concentración,
reacciones rápidas y coordinación, tales como conducir un automóvil u operar maquinaria.
La droga puede convertirse en el aspecto más importante de su vida.
EFECTOS INMEDIATOS DE LA COCAINA
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Cuando la cocaína se introduce por la nariz, los efectos comienzan a sentirse en cuestión de unos minutos,
alcanzan el punto máximo en un intervalo de 15 a 20 minutos y desaparecen en el lapso de una hora. Estos
efectos son, dilatación de las pupilas y aumento de la presión sanguínea, del ritmo de pulsaciones del corazón
y de la respiración y la temperatura del cuerpo. El adicto puede experimentar un sentimiento de bienestar y
sentirse más enérgico o alerta y con apetito.
10.2 EMBARAZO
Cuando las Adolescentes tienen hijos
Los niños nacidos de madres adolescentes corren el riesgo de tener problemas de larga duración en muchos
aspectos importantes de la vida, incluyendo el fracaso en la escuela, la pobreza y las enfermedades físicas o
mentales. Las madres adolescentes también corren el riesgo de tener ellas mismas estos problemas.
El embarazo durante la adolescencia presenta normalmente una crisis para la niña que está en estado y para su
familia. Las reacciones más comunes incluyen la ira, la culpabilidad y el negarse a admitir el problema. Si el
padre es joven también, es posible que el mismo problema haya ocurrido en su familia.
Las adolescentes que están embarazadas pueden privarse de asistencia médica durante su embarazo, lo que
resulta un riesgo mayor de tener complicaciones médicas. Estas adolescentes necesitan comprensión especial,
atención médica e instrucción especialmente acerca de la nutrición, las infecciones, el abuso de substancias y
las complicaciones del embarazo. También necesitan aprender que el fumar, tomar bebidas alcohólicas y el
usar drogas pueden hacerle daño al feto.
Todas las adolescentes embarazadas deben de recibir atención médica lo antes posible. Hay veces en las que
sus reacciones emocionales y su estado mental requerirán que las vea un profesional de la salud mental.
Las adolescentes embarazadas pueden tener diferentes tipos de reacciones emocionales, algunas pueden que
no quieran tener el bebé, o lo pueden querer de manera confusa e idealizada. La adolescente puede ver la
creación de otra vida como un logro extraordinario, pero sin darse cuenta de las responsabilidades que esto
conlleva. Quizás quiere al bebé por tener alguien a quien amar, pero no se da cuenta de la atención que
necesita la criatura. A menudo, las adolescentes no pueden anticipar que ese bebé tan adorable puede hacer
demandas constantes o ser muy irritante. Algunas adolescentes se sienten abrumadas por la culpabilidad,
ansiedad y el miedo al futuro. La deprersión es muy común entre las adolescentes embarazadas.
Los padres de adolescentes pueden prevenir los embarazos de sus hijas si les dan consejos acerca de la
sexualidad y de los riesgos y las responsabilidades que conllevan las relaciones sexuales y el embarazo. Los
bebés nacidos a adolescentes corren el riesgo de ser abandonados y abusados porque la madre no sabe cómo
criarlos y está muy frustrada por las demandas constantes del cuidado del pequeño. Muchas adolescentes
tienen que dejar de ir a la escuela para tener y atender al bebé. Así, la adolescente embarazada pierde la
oportunidad de aprender las destrezas necesarias para obtener empleo y para sobrevivir en el mundo de los
adultos. Las clases en la escuela sobre la vida en familia y la educación sexual, así como las clínicas que
ofrecen información sobre la reproducción y el control de la natalidad, pueden también ayudar a prevenir el
embarazo durante la adolescencia.
Si la adolescente queda embarazada, es imperativo que tanto ella como su familia reciban consejería honesta y
sensitiva acerca de las opciones disponibles, desde el aborto hasta dar en adopción al bebé. Deben existir
sistemas de apoyo especiales, incluyendo consultas a un psiquiatra de niños y adolescentes, si es necesario,
que ayuden a la joven durante el embarazo, en el momento de dar a luz y en el de tomar la decisión de
quedarse con el bebé o darlo en adopción.
El Aborto
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Saber los datos del aborto puede ayudar a estudiantes, a personas que desean más información del tópico, y a
jóvenes y sus familias que están tomando una decisión sobre un embarazo no planeado. Saber los datos
también puede ayudar a una jóven en decidir lo que sea mejor para su mismo.
Un aborto es la terminación de un embarazo. Un aborto que pasa naturalmente, como en un malparto, se llama
espontáneo. Un aborto inducido pasa cuando la jóven decide teminar el embarazo. La información que sigue
provee datos del aborto inducido.
¿Cuándo se hace el aborto?
Se hace casi todos los abortos (aproximadamente 90%) en las primeras 12 semanas del embarazo (14 semanas
desde el empiezo de la última regla). Este tipo del aborto se llama "aborto del primer trimestre."
Se hace aproximadamente 10% de los abortos en los próximos 12 semanas del embarazo. Este tipo del aborto
se llama "aborto del segundo trimestre."
Unos pocos abortos pasan después del segundo trimestre. Se hace estos solamente para salvar la vida o la
salud de la mujer o en casos de anormalidades severos en el feto. Solamente unos pocos médicos proveen este
cuidado en todo el país.
¿Como se hace los abortos?
El aborto quirúrgico del primer trimestre En los abortos del primer trimestre, el procedimiento (se llama
aspiración del succión) dura un tiempo muy corto. Hay poco riesgo médico. Anestesia general no es
necesario, pero muchos pacientes reciben un sedante intravenoso leve.
Primero, se inserta un instrumento estrecho de plastico o metal en la vagina para mantenerla abierta. Se
entumece la entrada a la matriz (se llama la cerviz) con anestesia local. Se ensancha despacioso la cerviz. Se
inserta un tubito en la matriz. El tubito está conectado a una bomba que hace succión. Después de vaciar la
matriz, el médico podría usar un instrumento pequeño como una cucharita para investigar si todavía hay tejido
adentro de la matriz. Durante este tiempo es común tener calambres. Este procedimiento del aborto dura
aproximadamente 10 minutos.
El aborto quirúrgico del segundo trimestre El método que se usa más para los abortos del segundo trimestre se
llama dilatación y evacuación. Dilatación y evacuación es semejante como el aborto de succión. Debido que
es más tarde en el embarazo, este procedimiento requiere que se ensancha más la cerviz y que se usa un tubo
más grande para la succión. Puede que la cliente tiene que hacer más de uno visita a la clínica. Puede que se
usen instrumentos adicionales. Anestesia general no es necesario, pero muchos pacientes reciben un sedante
intravenoso. Este procedimiento del aborto dura aproximadamente 10−30 minutos.
¿Que pasa después del aborto?
Si la cliente usa solamente anestesia local, tiene que quedarse en el cuarto de recuperación por 20−30 minutos
antes de salir para la casa. Recuperación del sedante intravenoso dura más tiempo, y la paciente tiene que estar
acompañado por alguien quien puede llevarle a la casa después del aborto. Es importante que descanse por
unos días, y evite duchas vaginales o contacto sexual por dos semanas después del aborto. Se le da medicación
para prevenir infección, y medicina para bajar el riesgo de hemorragia. Secuelas del aborto :
Fiebre (temperatura más de 100.4 F) o escalofríos
Dolor en el músculo o cansancio
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Dolor abdominal o de la espalda
Sangre más pesado que una regla normal
Desecho de la vagina que tiene mal olor
Es muy importante que la cliente tome la medicación, y que regrese para un examen físico 2−3 semanas
después del aborto. El médico verá por cierto que no hay ningunos signos de infección u otro problemas.
La mayoría de las mujeres puede quedarse embarazada otra vez 2−3 semanas después de un aborto, por tanto
este es el tiempo para platicar opciones de planificación familiar con una consejera y elegir un método
apropriado. La mayoría de las mujeres tendrán una regla normal dentro de 4−6 semanas después del aborto.
¿Es el aborto seguro?
Problemas serios pasan raramente cuando se hace el aborto temprano en el embarazo. Menos que 1 mujer en
100 tendrá complicaciones serios. El riesgo de complicaciones sube cuando se hace el aborto cuando el
embarazo tiene más de doce semanas desde la última regla.
Durante e inmediatamente después del aborto, las complicaciones que pueden pasar incluido la hemorragia
pueden ser ; infección, o daño a la cerviz, matriz u otro órganos cercanos. Estos problemas raramente son
serios. Si son reportados inmediatamente, se puede tratar la mayoría de las complicaciones. Para la jóvenes, el
riesgo de morir como resultado de un embarazo y parto es mucho más que el riesgo de morir como resultado
de un aborto.
Como cualquier otra decisión sobre la salud, las jóvenes deben elegir con mucho cuidado el médico que haga
el aborto.
¿Es el embarazo todavía posible después de un aborto?
La mayoría de las jóvenes que tienen un aborto temprano en el embarazo no tienen ningun problema con
embarazos futuros. Un aborto que está hecho muy tarde en el embarazo, o muchos abortos, pueden resultar en
un poco más riesgo de estos problemas.
¿Como voy a sentirme?
La mayoría de las jóvenes dicen que se sienten aliviadas. Algunas jóvenes dicen que tienen sentimientos
mezclados después de un aborto. Otras puede sentir un poco de tristeza, pérdida y/o enfado. Todos estos
sentimientos son naturales. Los sentimientos son lo más fuerte inmediatamente después del aborto cuando las
hormonas todavía están cambiando. Platicando con una amiga o con una persona confiada de la familia puede
ser provechoso.
10.3 LA VIOLENCIA
Abordar el tema de la adolescencia como período sintomático físico−sicológico es por sí eminentemente
complejo. Más complejo aún es si lo relacionamos con otras materias o problemas que la afectan o vinculan
desde el punto de vista familiar o social. Uno de esos problemas que de alguna manera la implican es el de la
VIOLENCIA.
El "ir creciendo", el "hacerse adulto" significa, para el adolescente, una etapa de una profunda crisis o "duelo",
como sostiene Arminda Aberastury. Por ello el joven se ve atrapado en una crisis interna que puede colisionar
en forma severa con los elementos externos que le exhibe toda sociedad.
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Como dice Rozitchner: "la adolescencia es un período de esclarecimiento. En esos años en los que uno se
enfrenta con un conjunto de problemas muy difíciles es verdaderamente imposible estar claro". El entorno que
nos rodea parece no contribuir a que esta afectación se atenúe sino que por el contrario la aumente o la
dimensione peligrosamente. La cultura imperante los hace aún más afectos a la transgresión. Continúa
diciendo este mismo autor: "La independencia no es tampoco posible por el aspecto económico. El
adolescente quiere tener su propia plata, tener mayor autonomía, pero no tiene trabajo ni sabe como
conseguirlo... Es la edad en donde se tiene una cierta tendencia a la angustia, una cierta oscilación entre
sentirse "superbién" y querer matarse, una especie de familiaridad con la idea de la muerte, la sensación de
que todo es en vano confirmada por un montón de adultos que nunca terminaron de saber donde estaban ellos
mismos".
Esa "anormalidad" sintomáticamente NORMAL es al mismo tiempo terrible y no tanto, porque pertenece a
esa situación llamada ADOLESCENCIA. Pero a la vez puede conllevar un comportamiento agresivo y
rebelde para lo que externamente ya está establecido. Y lo establecido significa repudiarlo, discriminarlo,
dejarlo sin salida laboral, mostrándole que el estado no existe y que nadie los protegerá. Esta cultura que nos
invade sin miramientos es la cultura del "eficiente", del que más puede porque materialmente es poderoso, del
transgresor que es su mejor modelo. Dice Rozitchner: "a ellos nada les viene bien y tiene un criterio uniforme
de cómo hay que ser. Su modelo no es el de joven decente pero sí el del "canchero". La cultura del alumnado
de los colegios secundarios tiene este modelo del canchero, del sobrador, con el cual cree zafar de la idiotez
de la institución. Los jóvenes se expresan: No somos iguales, ni podemos ni queremos serlo. Somos distintos.
Distintos del cuerpo, distintos del gusto, distintos de maneras de ser y también tenemos distintas costumbres.
Sufrimos de intolerancia de la diferencia. La diferencia es la libertad: que a cada uno le guste lo que le guste y
que cada quién se junte con quien quiera. La Argentina es un país que no es muy tolerante con la diferencia. Y
no es que nosotros seamos respetuosos de la ley, porque sabemos de sobra la cantidad de corrupción que hay
en este país". El joven se siente desamparado, porque aunque "normalmente" no soporta a sus padres,
extrañamente los ama y recurre a su amparo siempre, así tampoco quiere al Estado porque les obliga a ir al
Colegio y a instrumentarlo de cierta manera, y a la vez no cumple con la función amparadora porque los deja
de lado.
El adolescente está en medio de esa tormenta en la que el medio se hace "cómplice" de este desorden
estructural. Entonces, el joven debe pelear contra esa crisis y contra el caos social que le impide desarrollarse
libremente. Ser diferente es complejo, es perturbante, porque los hace sentir aislados y fuera de contexto.
En un marco jurídico como lo es la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires se lo menciona de alguna
manera haciendo referencia en uno de sus artículos a la oportunidad de ser diferentes.
El problema de la delincuencia los tiene casi como únicos protagonistas, porque aquellos jóvenes con carencia
de oportunidades y con una ausencia de educación óptima son los que buscarán "la vía fácil".
Su búsqueda de identidad, el contexto social que lo rechaza y su propio caos "anormal" hacen campo propicio
para transgredir, para delinquir. Es así que el joven se droga, bebe alcohol o exhibe el sexo en plena calle.
En ese escenario en donde la sociedad se burla de él y se ostenta la corruptela del adulto, se desarrolla el
adolescente. Además, los medios masivos de comunicación le enseñan que matar es legal, que beber y fumar
es un placer y que todo vale.
En pocas palabras, el joven es ese ser que deambula por un mundo que lo arroja al vacío y que debe pelear
ante dos frentes: el de su propio cuerpo y psiquis, y el del mundo que lo rodea.
En comparición con todos los demás problemas de la adolescencia, la delincuencia juvenil es el más corriente.
El término de delincuencia juvenil es utilizado frecuentemente en un sentido mucho más amplio para
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significar cualquier comportamiento antisocial por parte de los jóvenes. Los estudios se ven limitados por el
hecho de que el comportamiento criminal no se vuelve manifiesto sino cuando el individuo ha sido detenido.
Así pues, todas las estadísticas existentes subestiman, en opinión general, las autenticas dimensiones del
problema. Por ejemplo Maliphant ha proporcionado un cuadro de los tipos de delitos de todos los individuos
de edad inferior a los 17 años que fueron declarados culpables o detenidos por actos enjuiciables en Inglaterra
y Gales en el año 1974. Las cifras muestran que los delitos más corrientes eran los de robo y manejo de bienes
robados. Un 55% de los muchachos y un 82% de las muchachas juzgados se incluían en estas tres categorías.
Un 36% de los muchachos habían incurrido en los delitos, más graves, de robo con nocturnidad o daños
criminales, delitos en los que incurrieron sólo un 10% de las chicas.
Sin embargo, según Conger, las cifras norteamericanas indican que están siendo condenadas un número
creciente de chicas, y West informa del comienzo de una evolución similar en Gran Bretaña.
La clasificación de los delincuentes en diferentes categorías está lejos de ser fácil. Maliphant afirma que no
está muy justificado diferenciarlos de acuerdo con el delito cometido, debido sobre todo a que son pocos los
que incurren habitualmente en delitos similares. La clasificación más ajustada a la realidad sería quizá la
relacionada con las cuotas de reincidencia.
Gran parte de los trabajos recientes en este campo, suelen centrarse en los que se conocen como factores
ecológicos asociados a la delincuencia. Sabido es que las zonas que poseen altas cuotas de delincuencia son
los suburbios con viviendas deficientes, condiciones de hacinamiento, ausencia de servicios y carencia de
centros culturales y recreativos, etc. Parece ser que pese a la existencia de cambios sociales, estas zonas de
elevada delincuencia siguen siendo las mismas durante considerables periodos de tiempo.
Hemos de destacar, dos puntos. En primer lugar, probablemente uno de los hallazgos documentados con más
frecuencia en psicología infantil es la existencia de una relación entre delincuencia y trasfondo familiar
conflictivo o bien destruido. Factores como divorcio entre los padres, violencia en el hogar, etc., se asocian a
comportamiento antisocial en los adolescentes. Menos conocido es, sin embargo, el hecho de que en estos
últimos años, cierto número de estudios han señalado que la relación entre trasfondo familiar y delincuencia
no es tan simple como hasta ahora se creia. Por ejemplo, actualmente parece más probable que sean los
conflictos emocionales dentro del hogar los que están vinculados al comportamiento delictivo, más que el
hecho de la separación parental, la perdida de la figura paterna cualquier otro acontecimiento.
Otra importante cuestión es la predicación de la delincuencia a partir del comportamiento infantil. El trabajo
más demostrativo de esta idea es el de Conger y colaboradores quienes realizaron un estudio a gran escala en
niños de edades entre 6 y 8 años. Los datos obtenidos mostraron que ya a las edades de 7 y 8 años, los futuros
delincuentes eran juzgados por sus profesores como menos amistosos, menos responsables, más impulsivos y
más hostiles a la autoridad. Estas diferencias persistían al aumentar la edad del niño y venían a agregarse,
otros rasgos.
10.4 LA ENFERMEDAD DE MODA
Debido a los acentuados cambios físicos que tienen lugar en la pubertad y la consiguiente preocupación sobre
sí mismo y la propia imagen corporal, no es sorprendente hallar que muchos jóvenes se preocupen por
problemas de peso corporal y de dieta.
El peso en la adolescencia suele coincidir con grandes variaciones de peso, al ajustarse el individuo a los
cambios hormonales que tienen lugar en su organismo. Desempeñan un papel muy importante las presiones
sociales.
Anorexia Nerviosa
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Es una enfermedad actualmente bien encuadrada dentro de la Psiquiatría, la cual se sustenta en una trilogía
dada por: adelgazamiento, amenorrea y sobreactividad. Este padecimiento se presenta más frecuentemente en
el sexo femenino en una relación de 10:1 con respecto al sexo masculino, la edad de prevalencia oscila entre
los 13 a los 20 años; aunque últimamente se han visto en la consulta casos desde la menarca hasta los 40 años.
Estas pacientes presentan serios conflictos emocionales, que las llevan a disminuir la ingesta de alimentos en
forma voluntaria y compulsiva, aumentan notablemente su actividad; encontrando real goce por la situación
en la que se hallan y estando contentas con su estado. Cuando ellas logran ser el centro de atención familiar es
cuando se acentúan los síntomas. La amenorrea, que es la falta de ciclo ovárico y menstrual, sucede por el
desequilibrio hormonal y por el estado de hipoproteinemia en que se encuentra la enferma; se observó que el
30% de los casos consultados presentaron amenorrea como signo premonitorio al período de estado de la
enfermedad. Esta compleja patología, tiene como síntoma más llamativo: "no comer sofocando el hambre",
resultado de la interrelación de los factores psicológicos, biológicos y socioculturales; ocasionando pérdida de
peso y ubicando al cuerpo y a la imagen corporal en el centro de su vida.
Desde lo psicoanalítico, la anorexia representa un conflicto con el deseo que se manifiesta como miedo a la
adquisición de senos y curvas (femineidad), miedo a la pérdida del cuerpo infantil, miedo a la decadencia del
cuerpo y miedo a la sexualidad. Por tal motivo, se la considera un trastorno del Narcisismo.
Bulimia Nerviosa
Es un trastorno de la conducta alimentaria, caracterizado por episodios recurrentes de ingestión rápida de
grandes cantidades de comida en un tiempo reducido y siendo consciente de lo anormal de dicha
alimentación. Etimológicamente, significa "tener tanto hambre como para comerse un buey". El cuadro
clínico está caracterizado por frecuentes, intensos e irresistibles deseos de sobrealimentación, seguidos de
vómitos provocados, abuso de laxantes, abuso de diuréticos, etc; por el intenso miedo a engordar. Se presenta
preferentemente en el sexo femenino (6:1), dentro de la adolescencia o adultas jóvenes, de raza blanca, con
peso normal y sin antecedentes de trastornos de la alimentación.
Desde lo psicológico, muestran ansiedad permanente, humor cambiante, baja autoestima, desvalorización de
su imagen corporal, identidad sexual difusa, miedo a ser rechazadas y brindan permanentemente la imagen de
mujeres perfectas. Pueden presentar además conductas impulsivas−compulsivas: cleptomanía, drogadicciones,
alcoholismo, y una vida sexual activa insatisfactoria, con dificultad para enamorarse.
Pertenecen a familias donde la ausencia del padre y/o madre es la regla, pudiendo ser criadas por otro
familiar; por lo general conocen la infidelidad de uno de sus progenitores. No se aíslan socialmente, más
ocultan la bulimia.
La avidez que tienen estas pacientes para "tragar", es la señal de un deseo imperioso e insaciable, deseo que
va más allá de lo que el sujeto necesita y más allá de lo que el objeto puede dar. Estas pacientes tienen gran
sensibilidad, están muy conectadas con el medio y pendientes del concepto de los demás; haciendo que
asuman los conflictos del inconsciente colectivo. En la bulimia no existe una intención primaria de adelgazar,
aunque sí un temor a engordar por descontrol; este trastorno es un comer sin control, sin gula y sin ganas.
Desde lo psicoanalítico, estas pacientes tragan compulsivamente el conflicto con su padre o el de su madre y
vomitan de la misma forma para sacar a la madre del estómago. Durante el tratamiento, tienen miedo a que se
les haga adicción el mismo y a caer en la necesidad de no poder dejarlo.
10.5 EL TABACO
Recientemente los medios de comunicación han publicado que alrededor de un 75% de los jóvenes de entre
14 y 19 años ha probado el tabaco. A pesar de que los organismos públicos alertan cada vez más sobre los
peligros del tabaco, los adolescentes fuman cada vez más y a edad más temprana ¿por qué?
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Normalmente el adolescente se inicia en el tabaco por imitación, necesita una relación de pertenencia a un
grupo para ganar seguridad en sí mismo. Si su grupo de amigos fuma, él fumará porque precisa de
identificación, además, si no lo hace la pandilla puede excluirlo.
Por otra parte, el cigarrillo les da "seguridad" para relacionarse con los demás, aunque el tabaco esté tan
denostado, el adolescente continúa creyendo que si fuma la imagen que proyecta es más "madura" que la de
un chico no fumador.
No hay que olvidar, además, que en esa época los chicos son "rebeldes sin causa" y que hacen justo lo que se
les prohibe, así se rebelan contra la autoridad paterna.
Los hijos relacionan el tabaco con el mundo adulto porque es lo que asimilan socialmente, es frecuente que se
les invite a probar una caladita de cigarro o un puro en los casamientos. También es posible que lo hayan visto
en casa; el padre o la madre fuman, o ambos a la vez.
Estudio de observación del futuro (MTF)*
Las tasas de prevalencia de tabaquismo en los jóvenes siguen siendo altas, a pesar del riesgo demostrado que
tiene ese hábito para la salud. Desde 1975, los cigarrillos han sido constantemente la sustancia usada a diario
por el mayor número de estudiantes de secundaria.
− Entre 1991 y 1996, el número de estudiantes de 8°, 10° y 12° grado que fumaron cigarrillos durante el
último mes aumentó continuamente. En 1997, el uso de cigarrillos por los estudiantes de 8° y 10° grados
disminuyó ligeramente a 19,4 por ciento y 29,8 por ciento respectivamente, pero aumentó de 34,0 por ciento a
36,5 por ciento en los estudiantes de 12° grado.
− En 1997, alrededor de 3,5 por ciento de los estudiantes de 8o grado, 8,6 por ciento de los de 10o grado y
14,9 por ciento de los de 12o grado dijeron que fumaban media cajetilla de cigarrillos o más al día.
− En ese mismo año, 5,5 por ciento de los estudiantes de 8° grado, 8,9 por ciento de los de 10° grado y 9,7 por
ciento de los de 12° grado, habían usado tabaco en forma de rapé (de mascar o "snuff") durante el último mes.
− En 1995, 39,3 por ciento de los estudiantes universitarios habían fumado cigarrillos en el último año y 26,9
por ciento, en el último mes. De los egresados de la escuela secundaria de 1 a 4 años antes pero que no
estaban en la universidad, 39,0 por ciento habían fumado cigarrillos en el transcurso del último año y 29,7 por
ciento, del último mes.
10. Investigación personal
El contenido de este trabajo esta sacado en su mayoría de internet ya que es una fuente de información rápida
y muy efectiva, pero no sólo de esta fuente nos hemos valido, sino que nos hemos ayudado también de libros
y con visitas a diferentes centros especializados (centro de salud casa del mar, instituto andaluz de la juventud,
cruz roja, centro lazareto).
Nos gustaría destacar que el trato no ha sido igual en todos los centros, en el centro de salud y en el instituto
andaluz de la juventud ( centros de la seguridad social), no estuvieron a la altura, no nos dieron la información
necesaria es más, pensamos que un organismo como ese, es de su deber tener un mínimo de atención e
información, cosa que no tuvieron, ya que aparte de no haber siquiera alguien informado que pudiera
atendernos, alguien con quien pudiéramos hablar y tuviera conocimiento del tema, se limitaban a darnos
folletos de propaganda o posters, y a mandarnos de un sitio para otro dandónos esperanzas de que en otros
centros encontraríamos lo que buscábamos, quitándose la responsabilidad que ellos mismos debían tener, y así
de centro en centro dimos con la persona adecuada, una chica trabajadora social, la cual se dedicaba a ello
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(informar a los jóvenes), y que pertenecía a grupos de voluntariados como cruz roja y centro lazareto, donde
verdaderamente sabían lo que buscábamos, donde simplemente te atendían y escuchaban.
Con esto hemos sacado la conclusión de que en los centros de la seguridad social, no te dan la atención
merecida, ya que nos atienden como si de un favor de tratara, lo cual no entendemos ya que esos centros los
pagamos todos los españoles, en cambio, y sin saber el por qué, los centros de voluntariado, los cuales no
pagamos, si tienen una atención medianamente adecuada. Pensamos que esto no debería ser así y confiamos
en que con la aportación de todos esto cambie.
A parte de estas visitas, libros e internet, hemos querido contar y saber que piensan los verdaderos
protagonistas de esta investigación, los jóvenes. Para ello, hemos entrevistado a 25 chicos y 25 chicas de entre
14 a 18 años, edad en la que consideramos, que los jóvenes están en plena adolescencia.
Preguntas (entrevista):
• edad
• ¿Estudias, trabajas? ¿Ambas?
• ¿ Tienes novio/a?
• Una palabra que defina tu situación actual con tu pareja.
• ¿Fumas? ¿Cuánto?
• ¿Bebes? ¿te sueles emborrachar?
• ¿Consumes drogas? ¿Con qué frecuencia? ¿las has probado?
• ¿A qué dedicas tu tiempo libre?
• ¿Qué es para ti lo principal en tu vida?
• ¿Qué le exiges al sexo opuesto?
• ¿Eres virgen? ¿A que edad dejaste de serlo?
• ¿A que fuentes de información recurres cuando tienes alguna duda sobre tu vida, tu etapa?
• ¿Eres feliz?
Conclusiones:
*el 65
11. CONCLUSIONES−opinión personal
La edad de la adolescencia es la edad más problemática de todas las etapas de la vida, pero a su vez es la más
confortable. Lamentablemente el adolescente de hoy tiene diferentes problemáticas que le oscurecen su
hermosa edad.
Las drogas, el alcohol, el cigarrillo y las enfermedades alimenticias siempre formaron parte de ésta etapa pero
nunca siendo tan protagonistas. Desafortunadamente, hoy por hoy, son los principales atractivos del
adolescente.
En el plano cognitivo la adolescencia trae consigo la consolidación del pensamiento lógico formal lo que le
permite aplicarlo ahora a su vida personal, comprender y captar valores universales, al igual que le permite
planificar su futuro o hacer una elección vocacional de forma realista de acuerdo a sus posibilidades. Otra
característica de este plano es la extroversión donde el adolescente, que ya ha logrado su identidad como ser
único, dirige su interés hacia la realidad lo que le permite desarrollar sentimientos altruistas
El adolescente que está pasado por la crisis juvenil está especialmente susceptible a desarrollar una depresión,
ya sea por los cambios que está enfrentando o por una suma de conflictos que ahora los tiene presente.
También puede caer en conductas delictivas y bajo la influencia de la droga. estas conductas no son sólo el
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producto de un proceso interno, sino que está fuertemente influenciado por el tipo de relación con sus padres y
las conductas de su grupo de pares
El adolescente debe lograr su identidad sexual, para que ello lo deberá hacer de forma íntegra siendo necesario
que cuestione los patrones sexuales culturalmente asignados por género, ya que ésta condición implica un
desarrollo cruzado de las potencialidades de cada sexo, dándose la posibilidad de formarse de la manera más
completa posible. Las actividades sexuales del adolescente están siendo cada vez más frecuentes e íntimas,
con el consecuente riesgo de embarazos precoces, que imposibilita al adolescente a vivir plenamente esta
etapa, dando un salto hacia la madurez, sin las características necesarias que esa etapa exige.
Y para terminar decir que, esta etapa, suele ser la que más marca a lo largo de la vida, ya que en ella suceden
los cambios más importantes que determinarán más que en otras el carácter y comportamiento de la persona.
"Pocas cosas hacen falta
"pa" sentirse agustito
tumbadito en la cama
le decía a mi primo.
Una de esas cosas es
Que me dejen tranquilo
Remojandome los pies
En la cama tumbadito.
Agustito con el cuerpo
Con la vida, con el alma
Agusto con uno mismo
Pocas cosas hacen falta
Y vivir del amor
Que me gira la cabeza
Y vivir del corazón
Del pecado y de las penas.
Y vivir de la pasión
Que me trae tantos problemas
Y vivir de las canciones
Que me calientan las penas
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Como se puede vivir
Sin la pena y la alegría
Sin sentirse agustito
Con las cosas de la vida"
"El mundo gira a su ritmo y la vida pasa a su ritmo. y nosotros nos hemos inventado algo a lo que llamamos
tiempo para cuantificar esas vueltas (por medios de segundos, minutos, horas,...) y así creernos que podemos
controlarlo a nuestro antojo. pero el mundo se mueve a su bola, inflexible, imperturbable, y nosotros nos
movemos con él. y nacemos. y con el tiempo nos hacemos jóvenes, y nos creemos que lo sabemos todo, que
somos listos, geniales y hasta sabios, cuando en realidad somos necios, estúpidos, vanidosos y gilipollas.
estamos de vuelta de la vida y, sin embargo, apenas la conocemos"
Extraído de "Jarabe de Palo"
bibliografía
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• http://www.puni.uanl.mx/@dolescencia/acne/index.htm
• www.salud.com
• Y más páginas webs
• Foletos informativos
• Coleman, J.: Psicología de la adolescencia. Madrid. Morata. 1985.
• Encarta interactica'99
ESO QUE LLAMAN A−DO−LES−CEN−CIA− ÉTICA
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