Zapatero es culpable de todo eso y todas nuestras desdichas... instauremos nosotros, con nuestras maravillosas ideas. No os preocupéis,...

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Las brillantes ideas de la Derecha que puede llegar
Zapatero es culpable de todo eso y todas nuestras desdichas acabarán el día en que nos
instauremos nosotros, con nuestras maravillosas ideas. No os preocupéis, venimos a
defenderos de la máxima estulticia, la mayor de las inoperancias ´de ese monigote´, falta por
decir, aunque haya sido tan magnánimo con el sistema, aunque en el fondo lo haya hecho aún
mejor que nosotros mismos, aunque estemos pensando que merece un mausoleo cuando
desaparezca.
Pero ¡no os preocupéis!, no descansamos tejiendo ese programa electoral que nunca decimos
más que en el último momento; bueno, mejor vamos a anticiparos algo de nuestros
maravillosos venideros remedios, para que podáis juzgar por vosotros mismos cuánto de
bueno se os viene encima, qué claridad de procedimientos, qué luz por ocho años
ensombrecida: vamos a abrazarnos más o menos descaradamente con la Conferencia
Episcopal; vamos a retirar la actual Ley del Aborto; a mantener en su puesto al señor
Francisco Camps; y se supone que a terminar con toda concesión a la homosexualidad —por
favor, ¡qué asco!, aunque a algunos de nuestros hijos alcance la medida, una desgracia como
otra cualquiera—; a volver a aplaudir a los Ayuntamientos que se atrevan a construir y
construir sin tregua; a bajar más y más los impuestos; a bajar la jubilación a los 65
complementando su monto risible con mil planes privados ¡claro! de jubilación; etc. Todas
maravillosas medidas para la mayoría de los mortales ¿no?
En fin, seguiremos defendiendo las recetas neoliberales que sostienen que el trabajador es
secundario, que donde hay que echar carbón es en la máquina del progreso: el empresario y
sólo el empresario. Que él se haga cargo de todo: que dé clases, que cure (esto con paquetes
de grandes ofertas: póngase usted, por ejemplo, dos pegotes de silicona a precio de uno); y
llegará el día en que el empresario también administre justicia.
Seguimos en la idea —que debería ir tornándose ya caduca, dice ahora quien escribe— de
que hay dos castas: la de los iluminados ricos y la de los desgraciados y bestias para el
trabajo; y Dios más cerca de los primeros que de los últimos, puesto que parece premiar más
a aquéllos; por algo será, se decían los calvinistas y otros hermanos en la fe desde el XVII:
«Va bien mi empresa, ergo Dios me ama», tremendo Dios mezquino y bien duro para esto del
amor, por cuanto muchísimos más son los que están tocados por el sino de la desgracia, en el
XVII y en el XXI, además de otros males colaterales en este siglo nunca antes padecidos.
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Y se sigue pensando: hagamos más ricos a los ricos y esto funcionará. Puede que nos falte
planeta o que lo fundamos, pero es igual, funcionará, aunque sea por unos años. Si hace falta,
mantengamos hasta la extenuación nuestras centrales nucleares, como si llegaran a creerse
lo de Zapatero y se dijera: cuando se vaya este cretino no habrá más tsunamis.
Esto es bien triste. Pero si cabe, más triste es que los pobres bendigan a sus verdugos. Yo no
digo que los sacrifiquen, que rueden literalmente cabezas, pero triste y penoso es que el pobre
coree las consignas de sus falsos redentores; triste que no sean conscientes de lo que
realmente sucede, que sigan necesitando personalizar todos sus males en la figura que
aquellos les marquen, sea demonio o ´rojo´; aquellos que todo lo trasmutan con tal de llenarse
los bolsillos y dar gracias a María por ser tan guapos y perfectos, que se forjan un Dios
humano a su interés para tranquilizar sus conciencias y para calmar también a quienes
menosprecian cuando destruyen el Estado de Bienestar que costó levantar siglo y medio,
antes de repartir cargas o ralentizar la velocidad de todo el convoy.
¿Y Zapatero? Pobre Zapatero: empezó remando para todos y terminó también prisionero de
esta idea, la de que es mejor poner parches al capital. Pero Roma no paga a traidores; tan
sólo se beneficia de ellos.
Pedro Egio es miembro del Foro Ciudadano.
http://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2011/05/07/brillantes-ideas-derecha-llegar/321496.ht
ml
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