J VENES Y MEMORIAS: NUEVAS REPRESENTACIONES Y NUEVASPREGUNTAS

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JÓVENES Y MEMORIAS: NUEVAS REPRESENTACIONES Y NUEVAS
PREGUNTAS
Cristián Prieto Carrasco.
Fac. de Periodismo y Comunicación Social, UNLP.
[email protected]
Karina Orqueda D`Amore.
Fac. de Periodismo y Comunicación Social, UNLP.
[email protected]
Los jóvenes que participan en el Programa Jóvenes y Memoria, en el área de
investigación y enseñanza de la Comisión Provincial por la Memoria, inician una etapa
de conocimiento crítico sobre el pasado reciente a partir de la última dictadura militar;
que culmina a través del lenguaje audiovisual.
La indagación se centra en cómo los jóvenes representan el pasado reciente, a partir del
lenguaje audiovisual, con una pieza fundamental: el testimonio.
Y conlleva pensar cómo es el proceso de la transmisión de la memoria colectiva.
Las disposiciones de los elementos del lenguaje audiovisual al contar una realidad sobre
la historia reciente los jóvenes inician una investigación previa, dentro del marco de un
proceso pedagógico, con los/as docentes de la Instituciones educativas EGB, ESB y
Polimodal junto con un proyecto de la Comisión por la Memoria, en el área de
Enseñanza.
La dinámica que se genera en este proceso de conocimiento del pasado reciente -a partir
de la década de los`70- del periodo histórico de la última Dictadura Militar los jóvenes
interactúan para develar la memoria colectiva, desde el presente, deciden recurrir al
lenguaje audiovisual como expresión dinámica de las experiencias de dicho proceso
histórico y la sociedad de hoy, preferentemente narrado a partir del género documental.
Al momento de representar la narración es –por excelencia- el género documental,
ya que permite contar la realidad con una disposición propia de los elementos, que
estructura cada historia como única. Mediante este lenguaje y este género en particular,
los jóvenes participan directamente en la realidad histórica. Este proceso les permite
transitar y examinar lugares reales, testimonios, entrevistas, documentos y otros textos
significativos que estrujan la narración, que desean representar a partir de las imágenes,
de la disposición de las cámaras, de las tomas, de los planos, del montaje, del guión, de
la música, de otros relatos y de otros textos.
Por sus características particulares y específicas del género documental, determinada los
usos de los elementos que los jóvenes encuentran para representar su comprensión de el
pasado reciente y del presente. En el documental, las imágenes son reales o recreadas,
que se interpone con los testimonios: de las victimas de la represión o testigos. Esta
pieza se considera substancial para la disposición de los demás elementos audiovisuales.
Los otros objetos son de documentos: fotos, audios, objetos. Textos, testimonios, notas
periodísticas, huellas, edificaciones, ciudades.
También los jóvenes en ocasiones, han expuesto la propia creación original de recursos
para contar la narración de forma particular. Como por ejemplo, la creación de muñecos
con plastilina que narra la situación traumática de la represión, en una fábrica donde se
conoce que hay desaparecieron obreros y sindicalistas, por la sustracción de la Fuerzas
Armadas, durante el Golpe de Estado entre los años 1976-1983, y el apoyo de los
empresarios de esa fábrica con las Fuerzas.
Estos recorridos son atravesados por los mismos jóvenes que van creando nuevas
significaciones, nuevos lenguajes, nuevas formas de expresar un periodo histórico
traumático, marcado por el silencio y el olvido, que a veces encuentra una grieta para
expresar entre la transmisión y la memoria colectiva.
Los relatos se inscriben en varias dimensiones : biografias de victimas de los centros
clandestinos, sobrevivientes y desaparecidos, la vida de los familiares - en el pasado y
en el presente-, en una dimensión humana, el dolor, el terror, el silencio, la ausencia, la
muerte, la desaparición.
En una dimensión más social, se narra hechos reconocidos, considerados como
populares, entre aquellos que se omiten, se ignoran, y que hasta aún no ha sido
estimados de forma jurídica, por muchos motivos entre ellos, la falta de pruebas o
pericias legales. También en esta dimensión social la narración de sucesos particulares
en localidades de la Pcia de Buenos Aires. A veces logrando establecer una
reconstrucción de la sociedad del momento: representando cuál era la condición de
algunos sectores de la sociedad.
Y otra de las dimensiones es pensarse como jóvenes, como una generación que devino
de dicho proceso socio-histórico. Que implica y concierne la búsqueda de la verdad, de
la expresión , de la representación, de los distintos e inacabados interrogantes que se les
presenta, a las juventud en las condiciones en que se desarrollan su subjetividad en
relación a una transmisión de la historia, donde el olvido ha sido parte de dicha
transmisión. Por ello, consideramos las contrariedades que suelen experimentarse en
cuanto a la relación pasado-presente. Con mayor dificultad aún, comprenderse como
sujetos de Derechos; como también entender la dimensión política de los años ´70 en
relación a la dimensión política de los jóvenes hoy.
Y la última dimensión, el aspecto económico que instaura un modelo liberal, que
produjo múltiples y estructurales cambios a la economía política y social, de la
Argentina, hasta el presente. Por ello, los jóvenes se incumben en representar la vida de
los trabajadores. Todas estas dimensiones se ponen en juego a en las narraciones.
Este desafío de la juventud de re pensarse desde la concepción de los Derechos
Humanos, desde las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales en el
presente van construyendo desde el conocimiento crítico nuevos lenguajes como la
apropiación del lenguaje audiovisual, interpelados en la transmisión del pasado reciente
para constituir a la memoria colectiva y a su constitución. (Ines Dussel, La transmisión
de la historia reciente, pp 91).
A través, del género documental, los jóvenes nos presentan la memoria una y otra vez,
para develar lo que fuimos, lo que hemos vivido y lo que ha de vivirse. Ahora, ¿De qué
otra manera podría la juventud representar y presentarnos a la sociedad su comprensión
de este proceso histórico traumático? Las experiencias traumáticas de un proceso
histórico de los Golpes de Estado de Argentina, las representaciones se inscriben,
centralmente en la última Dictadura Militar, donde se han perpetuado de forma
sistemática
hechos de dolor, de violaciones a los Derechos Humanos, donde se
configuró como antecedente histórico la figura del Desaparecido.
A esto conlleva el abordaje de los jóvenes al relatar cuáles eran los valores de la época,
cómo eran los sectores sociales más importantes de ese período y cómo estaban
interrelacionados, qué discursos estaban en juego, qué significado tenía y tiene hoy la
figura del desaparecido, qué sentimientos son necesarios representar –para los jóvenesy por qué.
La experiencias son representadas en el lenguaje audiovisual a través de las
disposiciones de los elementos como los planos, como la posición de cámara y el
testimonio, del montaje, cómo ellos se relacionan en este lenguaje (aparecen dentro del
plano, fuera de plano, voz off), presentan otras expresiones para representarse como
graffittis, dibujos, canciones,
para expresar sus interpretaciones, de acuerdo a la
memoria y a la historia transmitida, en relación a otros interrogantes del presente.
De esta manera se pretende recorrer analíticamente cómo son dichas representaciones y
por qué algunas de ellas se establecen de forma sistemática en el formato documental,
de las producciones de Jóvenes y Memoria como es el testimonio, que se establece
imperativamente en las narraciones y cuál es su sentido, una hipótesis es que: los
jóvenes interpretan la necesidad de romper el silencio.
La presencia recurrente del testimonio en las narraciones documentales, son arcos que
los jóvenes interponen como fundamentales para la diagramación de su relato. En casi
todos los trabajos, los testimonios son el eje que une todos los demás elementos,
de la narración, para transmitir el mensaje, su interpretación y su compromiso.
¨ El uso del testigo en los trabajos es recurrente y se aprecia de forma general y literal.
Es decir, la disposición de los testimonios en primera persona, con su propia voz
narrando su experiencia particular en el relato que se presenta. Cómo esos elementos
son significativos, para narrar el pasado, cómo es que son dispuestos estos elementos
imprescindibles para describir del pasado, para dar legitimidad, para la apropiación
del pasado, como recursos de persistencia, para romper el silencio¨ (Enzo Traverso,
Historia y Memoria, pp 69.2007).
En este sentido, las declaraciones de las víctimas y de los testigos, es fundamental ya
que introduce nuevos discursos, nuevos interrogantes que se interponen desde el
presente no sólo como información sino como experiencias que aportan a otras
interpretaciones que los jóvenes desde sus propias impresiones reconstruyen como parte
de la realidad.
¨ Los testimonios y los ejercicios de la memoria se convierten así en insumos de la
investigación histórica que realizará la verificación objetiva, constatará los testimonios
Señalará sus contradicciones y sus trampas, cubrirá sus puntos ciegos para construir
argumentos demostrables, con grados aceptables de verificación; es decir convertirá
la narración en información )novedosa, verificable y explicativa¨. (Pilar Calveiro.El
testigo narrador. Revista Puentes. Septiembre. 2008)
De esta manera se introduce una de las razones por las cuales las producciones
audiovisuales de jóvenes privilegian y colocan como pieza fundamental el testimonio.
Apareciendo en primera persona, con imagen y sonido dentro del plano, generalmente
frente a cámara sentado, en planos cortos o medios, frente a cámara caminando
recorriendo un lugar. Compartiendo un encuentro de intercambio de objetos para
reconstruir una experiencia, un memento. Más allá de los datos que pueda aportar cada
historia de vida, en cada localidad; la relación que se genera entre jóvenes y el
testimonio es una experiencia única. Y comprende múltiples dimensiones de la
identidad de la juventud que pasa por esa experiencia hasta la identidad del testimonio
que decide contar, decide romper el silencio, y transmitir la memoria en el presente a
otras generaciones, lo cual implica algo distinto de la transmisión de hacia sus pares.
En la construcción del pasado reciente en cuanto a la memoria, se establece como un
relato social que preocupa y ocupa a los jóvenes en sus narraciones mas que el presente.
Lleva un proceso para comprender cuáles son las tantas implicancias del presente en
cuanto a la historia reciente traumática que desestructura la identidad nacional. En la
primera etapa de conocimiento es difícil conversar e intercambiar de algunas temáticas
en relación a la ultima dictadura militar porque hay tabú, hay silencios, y olvidos que
también son transmitidos, y conlleva un intercambio fuerte entre la misma juventud.
La presencia recurrente del testimonio como eje de la narración establece otros aspectos
personales y sociales -donde los jóvenes se detienen a contemplar- la construcción de la
verdad . El testimonio como una instrumento esencial para relatar son presentados o
representados en primera persona, a partir de las palabras, los silencios, las emociones
encontradas, los recuerdos, las impresiones del pasado, sus pensamientos, que hacen a
la identidad de esa persona – viva, desaparecida o muerta- y por otra parte de la
sociedad, y de las sensaciones que vienen de ella, como la abulia, la complicidad, el
silencio, el miedo y el terror que se instauró en el Golpe de Estado, y sobre todo en la
última Dictadura.
La subjetividad de las víctimas, es revelada por ellos mismos, y en casos de las personas
que ya no están, los relatos de familiares y los sobrevivientes suelen animarse a
romper el silencio, y contar cómo trascendió la vida con aquella persona,
a partir de esos momentos, presentando experiencias, en relación a lo humano, a lo
político y a lo social.
En algunas narraciones los sobrevivientes y desaparecidos son representados
remitiendo a lo sublime, como héroes y en casi todos aparece el momento de su muerte,
ya sea violenta o desconocida.
Por ende, hay una tendencia a retomar y representar el dolor y el sufrimiento de forma
personal, en una dimensión más abarcativa que el sentido político y social de lo que
implica un Golpe de Estado, y el contexto en Argentina y Latinoamérica.
Hay cuestiones irresueltas de la memoria colectiva que se refleja en la representación de
los jóvenes que sólo tienen como aliada a la transmisión y de forma sesgadamente.
Los modos de relatar de los familiares o compañeros, o amigos es un modo de continuar
los lazos, que fueron interrumpidos, violentados, y vulnerados por el mismo Estado, de
forma traumática, y que también esto, determina las experiencias del presente en la
identidad de las personas y de las relaciones sociales que se establecen.
Por otra parte, la dimensión social, en la última dictadura militar son reconstruidas a
partir de otras imágenes, otras producciones, otras imprentas del estilo de la época,
como del cine político, como del cine militante, que aportan sobre cuáles eran los
sectores sociales que conformaban ese periodo histórico y la relación entre ellos como :
la iglesia, la burguesía, la clase media, los grupos económicos, las fuerzas armadas, los
sectores conservadores, los partidos políticos, el periodismo, instituciones educativas, la
sociedad civil, y la justicia.
Que se representa como un contraste con las palabras, con las historia personal de los
sobrevivientes, los lazos de la militancia, las relaciones a partir del compromiso
político, social, el sindicalismo, de los grupos armados, los partidos políticos, la
represión, la violencia sistemática, la tortura, la figura del desaparecido, su implicancia
simbólica en el pasado-reciente y en el presente, el dolor y el sufrimiento.
Los jóvenes a través de la representación audiovisual reconstruyen la memoria sobre
los relatos on los testimonios o testigos, como un sentido de comprender la verdad
jurídica, transmitida de forma decisiva al momento de comprender las experiencias.
Aunque hay pocos casos con una posición política concreta en relación pasado-presente
de las condiciones socio-históricas, como fueron los hechos de ataques de las Fuerzas
Armadas, cómo operaba el sistema con el Estado y los sectores de la sociedad civil.
Establecer cuáles fueron las condiciones del marco de la última dictadura militar y lo
que significó en cuánto a la economía, a lo político, y a la represión y el genocidio; aún
hay una distancia a recorrer en relación a la responsabilidad social de lo fue posible.
¨ (…) Todo este sentimiento sobre esa experiencia pone en juego no solamente la
memoria, sino también una relación entre sí. Es por esto que los testimonios pueden
ser considerados como verdaderos sentimientos de reconstrucción de la identidad, no
solamente cómo relatos factuales, limitados a función informativa¨ .(Michel Pollak y
Natalie Heinich.El Testimonio. 1986)
En esta posición los jóvenes la traducen en acciones reales en el presente a partir de sus
experiencias y el acercamiento al pasado reciente y a las relaciones que se establecen
desde la sociedad de hoy, donde ellos se encuentran implicados siendo narrados por
algunos de estos sectores sociales .
¨ Ahora bien, si la historia pretende ser un mecanismote comprensión y transmisión de
los procesos colectivos debería revisar con mucho cuidado el papel que le asigna como
El papel que le asigna al material testimonial y a las reconstrucciones desde la
memoria.¨ (Pilar Calveiro.El testigo narrador. Revista Puentes. Septiembre. 2008)
Por ello, también el eje de dicha ponencia se centra en la transmisión. Entendida en las
experiencias que se genera entre los testimonios, la historia reciente y los jóvenes
donde se crea un acercamiento del pasado en el presente. Y luego, cómo se representa
en el lenguaje audiovisual.
Y por otro lado, se analizará cuáles son los otros elementos del formato documental,
que componen la narración siendo cada historia única conformada en la memoria
colectiva. Los otros elementos en que se enmarca la historia como es el lugar: la
ciudad, el campo, un cementerio, en un casa, etc). Cómo es figurado, qué sentido se le
otorga en cada relato particular.
En base a los elementos propios del lenguaje audiovisual –señalados anteriormente- se
busca las significaciones y re significaciones de las experiencias transmitidas. Porque
de cada historia particular se configurada la memoria colectiva a través de las nuevas
generaciones, nuevas expresiones, nuevos lenguajes y por ende, donde co-existen otros
sentidos en la transmisión heredada.
Las narraciones que confeccionan son el resultado de una interrelación, que se genera en
el proceso de un conocimiento crítico, en base a los relatos que recorren la historia, para
comprender los sentidos múltiples en que los jóvenes se ven involucrados o no.
Reflexionando como jóvenes implicados como personas y como sociedad en una
proceso de transmisión.
Por otra parte, esta fuerte presencia del testimonio es una manera de interpretar las
experiencias de una sociedad pasada, ya que hay dificultades para leer y comprender
cuáles son las consecuencias del pasado reciente en la juventud, y en la sociedad de hoy.
De alguna manera, la representación de los testimonios en primera persona narrando
experiencias pasadas de dolor tiene dos causes comunes, comprender la transmisión de
valores heredados de una proceso histórico con experiencias de su entorno más directo
como es la institución de a familia, y luego de la escuela. Como también, por otro lado,
intentar comprender e intervenir después en las experiencias de las realidad presente.
Las producciones realizadas hasta el momento, tienen una tendencia al formato
documental siendo uno de los recursos que mas se adaptan al lenguaje de los jóvenes
que construyen sus relatos. Pero, existen producciones en formato de ficción.
El video es la etapa final en la que los jóvenes concluyen o sintetizan un proceso de
indagación previo, en cada escuela, de la Provincia de Buenos Aires, esto significa
resguardar las historias particulares que se sucedieron allí y que hoy conforman una
memoria colectiva.
¨ El tiempo de la transmisión no es siempre lineal, puede ser circular, perforado,
intermitente.(…) Hoy sabemos que, en los sistemas complejos, tiempos diferentes
interfieren, coexisten o se excluyen¨. (Ines Dussel. La transmisión de la historia
reciente.)
La labor de intervención de los jóvenes que interrogan a partir del pasado reciente
construyen sus propias historias y narraciones explorando las experiencias que
recorren el lenguaje audiovisual como un recurso en que ellos/as pueden involucrarse en
una realidad. Considerados estos como los principales ejes que determinan la estructura
de la investigación en las narraciones audiovisuales, mediante determinados recursos y
elementos propios de la disciplina, van retransmitiendo el pasado en el presente,
creando nuevas discusiones y debates.(Enzo Traverso, Historia y Memoria,pp 69.2007)
La transmisión entendida del pasado en el presente mediante el uso del lenguaje
audiovisual y los distintos recursos que los jóvenes van disponiendo de acuerdo a sus
sentidos que crean nuevas significaciones, en los conceptos y en los usos políticos de la
historia, junto a los usos de la memoria que son transmitidas de generación en
generación cada una con su impronta propia determinada por las condiciones sociopolíticas mediadas por las Instituciones educativas y de DD HH.
BIBLIOGRAFÍA
Michel Pollak y Natalie Heinich.Memoria, olvido, silencio. La producción social de
identidades frente a situaciones límites. Pp 88. 1986
Dussel, Inés. La transmisión de la historia reciente: reflexiones pedagógicas sobre el
arte de la memoria. Buenos Aires. Norma, 2001.pp 69
Enzo Traverso. Historia y Memoria: Notas sobre un debate. Buenos Aires, Paidós,
2007.pp
Hugo Vezzetti. Pasado y Presente. Guerra, dictadura y sociedad en la Argentina.
Buenos Aires, Siglo XXI. 2002.
Pilar Calveiro. Poder y desaparición. Buenos Aires. 2004. pp 45
Pilar Calveiro. El testigo narrador. Revista Puentes. Septiembre. 2008.pp.55
Portelli Alessandro. La orden ya fue ejecutada. Pp 96 2004
Jean-Louis Comolli, Imagen, política y memoria. Buenos Aires, 2002, p. 165.
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