Nueve años de fracaso en la política cultural de la Región de Murcia, 1 diciembre 2004 FORO NUEVE CIUDADANO DE LA REGIÓN DE MURCIA AÑOS DE FRACASO EN LA POLÍTICA CULTURAL DE LA REGIÓN DE MURCIA 1 de diciembre de 2004 NOTA DE PRENSA Una vez concluido el Foro Regional de la Cultura, organizado a bombo y platillo por la Consejería de Educación y Cultura de la Región de Murcia, inaugurado por el Presidente Valcárcel y divulgado ampliamente por los medios de comunicación, el Foro Ciudadano de la Región de Murcia ha hecho pública una dura nota de prensa, en la que cuestiona la utilidad del evento y denuncia los nueve años de fracaso de la política cultural practicada por el Partido Popular en la Región de Murcia. A continuación, se reproduce el texto completo de la nota de prensa: 1. El Partido Popular lleva gobernando ininterrumpidamente la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y sus principales ayuntamientos desde 1995. Son ya más de nueve años de responsabilidad exclusiva en la gestión de la política cultural que desarrollan nuestras instituciones. Transcurrido este periodo, hoy hay una coincidencia muy generalizada en calificarlo de fracaso, incluso en los círculos próximos al poder político. 2. Durante todos estos años, desde el Foro Ciudadano de la Región de Murcia, y antes desde la Plataforma por la Cultura, hemos venido sometiendo a una crítica fundamentada esta lamentable realidad. Hemos advertido una y otra vez de la grave situación a la que nos abocaba y del creciente retraso al que nos empujaba con respecto al dinamismo de otras comunidades. Hemos denunciado, 1/4 Nueve años de fracaso en la política cultural de la Región de Murcia, 1 diciembre 2004 sobre todo, el reduccionismo folclórico-populista y la marginalidad la que ha ido quedando nuestro desarrollo cultural respecto del proyecto de Región que tenemos que construir entre todos. en 3. Todas nuestras críticas y propuestas, como las que se recogen en el informe El otro estado de la Región, publicado en 2003, han sido sistemáticamente ignoradas por aquellos mismos que ahora han convocado un Foro Regional de la Cultura y que dicen estar dispuestos a “asumir la crítica de carácter constructivo y plural”. 4. Por eso, nos parece legítimo y necesario preguntar, en primer lugar, quién va a responder del desastre de todos estos años perdidos, de los errores cometidos, las promesas incumplidas, la permanente improvisación, la opacidad, la arbitrariedad y la incompetencia. El propio Presidente Valcárcel ha estado personalmente comprometido en este fracaso, dado su gusto por vestir los brillantes ropajes de la cultura, una afición que le ha llevado a presentar de forma rimbombante algunos de los mayores fiascos conocidos, como el Centro Párraga, que fue presentado en Arco, o el escándalo del fantasmal MURAM de Cartagena, o la pesadilla de la desaparecida Dirección de Proyectos e Iniciativas Culturales, adscrita directamente a Presidencia. 5. No sólo no se han asumido las responsabilidades políticas después de tanto fiasco, sino que ahora se pretende hacer borrón y cuenta nueva, como si aquí no hubiera pasado nada. ¿Por qué razón vamos a creer al Presidente Valcárcel en esta nueva promesa de amor a la cultura, con la que se nos quiere vender el llamado Foro Regional de la Cultura? Tenemos motivos más que sobrados para ser escépticos, pues la falta de credibilidad se ha convertido en el principal problema del PP murciano en el terreno de la cultura. 6. Hay dos deficiencias fundamentales que resumen estos nueve años de fracaso de la política cultural en nuestra Región: la clamorosa ausencia de un proyecto estratégico a medio y largo plazo, lo cual impide saber a dónde queremos ir y qué prioridades vamos a establecer, y la falta de voluntad política para contar realmente con los administrados, articulando formas estables y efectivas de participación ciudadana en la gestión cultural. Estas dos grandes deficiencias no se resuelven con un improvisado y de nuevo rimbombante Foro Regional de la Cultura. Esta iniciativa del Gobierno regional nace de la situación desesperada a la que le han conducido sus propios errores, y 2/4 Nueve años de fracaso en la política cultural de la Región de Murcia, 1 diciembre 2004 no tiene otra función que servir de espita para aliviar la presión, acallar las críticas y conseguir una nueva tregua, pero por sus propias características no puede ofrecer nada más. 7. Si lo que de verdad se quiere es elaborar un proyecto estratégico del que ahora carecemos, partiendo de un análisis riguroso de la situación y contando con la participación efectiva de todos los agentes culturales implicados, son otras las formas en que hay que hacerlo. No basta invitar discrecionalmente a unos cuantos creadores y funcionarios, en número más bien escaso, aun cuando muchos de ellos sean valiosos profesionales, para que expresen libremente sus opiniones, que, por cierto, son demoledoras y coinciden en gran parte con nuestros propios diagnósticos. Contra lo que se ha intentado vender -porque mucha venta mediática sí que ha habido-, este Foro Regional de la Cultura nada tiene que ver con otros procesos de participación, debate y acuerdo negociado, seguidos en otras regiones (como Andalucía o Cataluña). 8. Elaborar un Plan Regional de política cultural que cuente con todos los actores implicados exige otros requisitos que aquí no se han dado. Hay que convocar a los municipios -el primer agente cultural de la Región-, a las asociaciones culturales y sociales, a las universidades, a los creadores, a las Cajas de Ahorros, a la industria cultural y de la comunicación, y a las demás fuerzas políticas. Y hay que hacerlo en un proceso abierto pero ordenado, con la participación de la propia administración, que ha de explicar sus ideas, con los plazos y el tiempo que sean necesarios, desde la convicción de que la cultura es un recurso estratégico para el desarrollo regional, y con el compromiso político de asumir las conclusiones negociadas tras un amplio debate. 9. Además, una Consejería que se denomina de Educación y Cultura debería tener en cuenta que la política cultural no se puede planificar sin vincularla muy estrechamente a otros ámbitos como la educación, la investigación, la ciencia, la comunicación e incluso las políticas sociales, sobre todo en una región cuyos indicadores educativos, sociales y culturales están a la cola del país. 10. El modo en que se ha desarrollado este Foro Regional de la Cultura es bastante insólito: primero se publican las “actas”, luego se celebran los debates públicos –en un par de días y con una escasísima asistencia-, a 3/4 Nueve años de fracaso en la política cultural de la Región de Murcia, 1 diciembre 2004 continuación se anuncian unas conclusiones redactadas por los organizadores del Foro y no negociadas con nadie, se promete un nuevo Foro dentro de dos años y el Consejero ofrece sorpresivamente, en el momento de la clausura, un dinero extra. Ésta es una buena muestra de cómo se gestiona la cultura en esta Región. 11. En lugar de repetir este evento mediático dentro de dos años, habría que instituir cauces estables de participación real en la gestión cultural, y abrir un verdadero proceso de reflexión y de negociación regional sobre nuestro proyecto cultural para los próximos años. Y, desde luego, habría que evitar esos gestos trasnochados de “aguinaldos presupuestarios”, para gastar en aquello que previamente ha decidido el Consejero, y a contrapelo de lo que sería deseable en un modelo riguroso de gestión pública. 12. No creemos en las súbitas conversiones, negadas una y otra vez por las actuaciones del día a día. Para comenzar a cambiar las cosas, es mucho lo que puede hacerse directamente por parte de la propia administración, sin necesidad de coartadas exteriores y golpes de pecho. Por ejemplo, podría empezarse por poner fin a la escandalosa opacidad de Murcia Cultural y devolver el control de los presupuestos públicos a los cauces ordinarios de la administración regional. 13. Pero nos queda una duda mayor, basada en la experiencia de estos nueve años: si un partido como el PP, cuya cultura política está fuertemente dominada por un concepto localista y tradicionalista de la cultura, con fuertes querencias populistas y confesionales, reúne condiciones suficientes para poner en marcha los cambios profundos que necesita la política cultural de la Región de Murcia. 4/4