No me riegues tanto. (La Opinión, 21/04/07) MANUEL TOVAR 1. Regar mucho, bien y siempre no tiene por qué ser eficiente, en el sentido de crear la máxima riqueza posible a partir de una dotación de agua determinada. La Región de Murcia puede estar siendo la mejor prueba de esto, a pesar de que hay un discurso oficial que mantiene justamente lo contrario, o aparenta mantener lo contrario, que es todavía peor. Por si no fuese suficiente problema gestionar bien y en cada momento un recurso escaso como el agua, la derecha regional ha construido una ideología a partir de la predisposición a regar que no nos conviene. Una buena parte del atraso relativo de la Región con respecto al promedio de España se debe a esta manipulación del agua, que el caciquismo local, desde antiguo, ha elevado a categoría de discurso político. Nuestro problema no es tanto el déficit hídrico como la manipulación de la escasez relativa de agua dulce - que es global, no regional - por un puñado de negociantes con gran influencia en la toma de decisiones políticas y económicas, preocupados en exclusiva por sus respectivas bolsas, no por nuestras vidas. 2. Entre 2000 y 2005 el producto real regional creció a una tasa anual del 3,9%, la más alta de todas las Comunidades Autónomas. Las estimaciones para 2006 indican que la tasa de crecimiento real estará por encima del promedio de España nuevamente. Todo esto ha sucedido en un contexto de supuesto déficit hídrico que, si hemos de hacer caso a la propaganda oficial, era el preludio del fin del mundo. Además, de los siete años del periodo, los tres últimos lo han sido de sequía y se han reducido las aportaciones del Trasvase Tajo-Segura. El crecimiento diferencial con España se ha debido fundamentalmente a los sectores de construcción y servicios. En definitiva, se puede crecer por encima de los que tienen una dotación de agua dulce en promedio superior a la de la Región, y esto es posible incluso cuando la propia dotación se reduce. Dos palancas decisivas del crecimiento regional han sido los fondos de cohesión europeos y el trabajo de los emigrantes, que no han necesitado de más agua para demostrar su eficacia. Se recordará que, en otros tiempos, la derecha política se empleó contra aquellos fondos con tanta vehemencia como ahora lo hace contra las desalinizadoras, por poner un ejemplo. También es notable su esfuerzo por demostrar que la culpa de la presencia de emigrantes y los problemas que de ella se derivan la tiene Zapatero. 3. A pesar de la reducción de aportes de agua extracuenca, el sector primario murciano, que utiliza entre el 70 y el 80% del agua disponible, creció entre 2000 y 2005 a una tasa promedio de 0,2% mientras que su equivalente español decrecía a una tasa del 0,5%. Aunque el sector primario murciano ha perdido peso en la riqueza total generada a lo largo del periodo, hasta situarse en algo menos del 7% del producto total, todavía está por encima de la participación del sector primario español en el producto total correspondiente. La tendencia conveniente para una economía que se moderniza y aprovecha las oportunidades del desarrollo global es la española, no la murciana. Tiene poco sentido económico o social, utilizar una proporción tan elevada de agua dulce escasa para regar cítricos que año tras año acaban pudriéndose bajo 1/2 No me riegues tanto. (La Opinión, 21/04/07) los árboles, o que, en el mejor de los casos no alcanzan a compensar la mitad de su coste. Cuando haya que abandonar miles de hectáreas de cultivos en montes aterrazados, porque la situación sea insostenible desde todo punto de vista, se entenderá mejor lo que significa transformar beneficios privados en costes sociales, que es lo que promueve desde hace demasiado tiempo esta clase política que no nos merecemos. 4. Pero lo más descorazonador es que la estrategia de desarrollo futuro que la derecha regional promueve también pasa por el riego. Ahora de campos de golf, que puede tener efectos tan devastadores como las prácticas agraristas de tiempos pasados. No tiene ningún sentido que en una tierra como esta, cada vivienda que pretenden venderle a un extranjero, o a un nacional, tenga vistas a un campo de golf o a otros bienes o recursos colectivos privatizados salvaje e ilegalmente. Si bien sigue habiendo un hueco para la esperanza. A ello contribuye esa campaña del departamento de agitprop del Gobierno regional, que promete preservar los primeros quinientos metros, a partir de la lengua del agua salada, de la voracidad ladrillera. Si el lector ha visto el anuncio observará que la conversión naturalista que proclama tiene como fondo el graznido de una gaviota, que parece escapada de un logotipo. Ese pájaro que en los últimos tiempos consolida una conducta alimenticia basada en carroñas y basureros. Viva el petirrojo y la tortuga mora. Manuel Tovar Arce. Miembro de Foro Ciudadano de la Región de Murcia. 2/2