COMUNIDADES DE APRENDIZAJE UNA ALTERNATIVA A LA ESCUELA TRADICIONAL La sociedad ha cambiado, de eso no hay duda. La industria y la manufactura ya no es nuestra única fuente de alimentación. Los niños ya no trabajan en las industrias, al menos en nuestro país desarrollado. No obstante, pero, la educación en las aulas sigue siendo igual. Sí, se han hecho algunas modificaciones, pero no las suficientes. Los estudios estadísticos lo revelan, el fracaso escolar ha aumentado notablemente en los últimos años y la culpa se les atribuye a los niños, a la inmigración, al profesorado, pero nunca se les ocurre pensar que quizá lo que falla es el sistema escolar. Un sistema escolar que ha quedado antiguo, es la misma escuela de hace cincuenta años (desde la Revolución Francesa) con otras leyes, otras restricciones o libertades, pero en el fondo, el mismo funcionamiento. Quizá lo que nos hemos de replantear, lo que se ha de replantear el gobierno, es que si la sociedad cambia también debería cambiar la educación. Personalmente estoy de acuerdo con las teorías de Schütz y Searle sobre la naturaleza social de la persona, como ellos pienso que deberían ser los sujetos, y no los sistemas, los protagonistas de las acciones sociales de un determinado momento histórico, es decir, pienso que el sistema escolar debería adaptarse a la llamada sociedad de la información en la cual, actualmente, vivimos todos/as. Aunque en este momento historico se está produciendo un cambio de la concepción contructivista a la comunicativa. Scütz (1974), sólo se centra en la persona, en sus experiencias previas de las que realiza las nuevas construcciones sociales. Básicamente puede decirse que el constructivismo es el modelo que mantiene que una persona, tanto en los aspectos cognitivos, sociales y afectivos del comportamiento, no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción de estos dos factores. Por lo tanto, la concepción comunicativa supera a la constructivista, ya que no se basa más en la idea de compartirlos mediante el diálogo que en los significantes ineteriorizados. Pero como vemos, no es así. El sistema educativo ha quedado anticuado, actualmente el modelo educacional sigue siendo el de reproducción, el mismo que había en la pasada sociedad industrial. Este modelo representado por autores como Althusser (1975), Bourdieu−Passeron (1979), Baudelot−Establet (1971), Bowles (1977), Gintis (1987), niega el papel de la escuela como garante de las oportunidades sociales y económicas de las personas, así como el papel activo de los sujetos, además de no haber una relación entre la escuela y la comunidad tampoco hay interés por lo que sucede dentro de la escuela, se olvida su carácter productivo y no contiene un concepto de autorreflexión. Vivimos en la sociedad de riesgo y de la elección, tal y como se refiere Ulrich Beck (1998) cada vez que queremos tomar una decisión hemos de reflexionar para saber quina opción escoger antes de tomar una decisión se analizan las alternativas y nos servimos del diálogo, las reflexiones y la racionalidad para realizar un proceso de elección. La sociedad de riesgo se caracteriza por los continuos cambios, y es preciso que evolucionemos y transformemos la concepción de escuela, puesto que está y estará afectada siempre por los cambios que sucedan en su entorno. Y actualmente debido a la segregación producida por la globalización es necesario que la educación llegue a todas las personas por igual. Actualmente, tal y como afirma Merton, se da más a quien más tienen, mientras que se da menos a los que menos tienen, siendo este fenómeno contradictorio, puesto que se debería ofrecer más a aquellas personas que menos tienen y que están en riesgo de posible exclusión social, cultural, e incluso educativa. Las transformaciones de la sociedad han hecho que aumente la necesidad y la búsqueda de diálogo estableciendo lo que se conoce como la actual sociedad dialógica, en la que términos como diálogo, crítica, reflexión, participación, etc. toman una especial relevancia. Abrir la sociedad de al información a todos, trae consigo también ampliar una educación de calidad para todos, y ésta requiere el diálogo como elemento 1 fundamental en las relaciones entre personas, para mejorar los aprendizajes y transformar la realidad. Y es en este mismo punto donde autores como Freire afirman la necesidad del diálogo, puesto que como él mismo afirma, el diálogo es inherente a la naturaleza huamana (1997). En relación a la actual sociedad dialógica encontramos diversas teorías sociológicas defendidas por autores como Habermans, quien con su teoría de la acción comunicativa postula que es necesaria una racionalidad instrumental, es decir, hacer uso del saber para proponerse dos cosas: el fin y los medios; y la comunicativa el principal objetivo de la cual es el entendimiento entre las personas que participan en la acción, basado en el consenso y el diálogo. Además también defiende la teoría de la argumentación, que se fundamenta en que los individuos a partir de argumentar es cuando nos entendemos. Giddens (1996), Beck (1998) y Lasti afirma con su teoría de la modernidad reflexiva, que la reflexión mediante el diálogo es un elemento cada vez más determinante en nuestra sociedad y de nuestra individualidad con lo que proponen el diálogo como una manera de llegar a un consenso. El momento histórico que vivimos es conocido como la sociedad de la información. Esta emerge de una sociedad postindustrial, tras un periodo de revolución e innovación tecnológica. La sociedad de la información se presenta como una oportunidad a configurar una sociedad más democrática e igualitaria porque se fundamenta en las capacidades intelectuales. Considero que el aprendizaje escolar debería estar encaminado hacia el desarrollo de habilidades sociales que facilitaran la participación activa en la sociedad con el fin de hacerla más justa y más incluyente para todos/as. La información está a nuestro alcance, lo que es importante e imprescindible para adaptarse y no quedarse excluido, es desarrollar las habilidades necesarias para desenvolverse en la sociedad actual. Ahora ya no es tan importante acumular información como saber seleccionarla, procesarla y analizarla La selección y procesamiento de la información puede ser realizado por todo el mundo aunque, como añade Naisbitt (1983), no tiene en cuenta la desigualdad educativa y de acceso de la que parten los diferentes grupos sociales provocando así la exclusión de aquellos grupos que no tienen acceso a la información. Estas personas quedan relegadas a los puestos de trabajo de menor calificación, determinando de esta manera la conocida brecha digital o la sociedad de dos tercios que incrementa las desigualdades. Los cambios en la sociedad como hemos dicho son evidentes, y esto se proyecta en las aulas. La autoridad del profesor está siendo cuestionada cada día, ya no sólo por los alumnos sino también por los padres. Se requiere que la escuela también adopte alternativas basadas en el diálogo y se eliminen los roles de maestro−alumno. Además, las escuelas cada vez son más multiculturales y se van enriqueciendo de más diversidad. Por tanto es imprescindible proponer una educación que facilite y mejore la convivencia entre nosotros y que además, luche contra las desigualdades y no fomente el mal llamado fracaso escolar ni excluya a nadie del derecho a educarse y a aprender. Con el fin de superar estas desigualdades comentadas se proponen las Comunidades de Aprendizaje que se basan en una educación democrática, en un espacio educativo en el que participan de manera igualitaria, todos los miembros que constituyen la comunidad para transformar su escuela y su comunidad a la vez que se forman personas críticas e involucradas con el fin de mejorar así la sociedad. Como se cita en el libro Comunidades de Aprendizaje, entendemos por comunidades de aprendizaje: Un proyecto de transformación social y cultural de un centro educativo y de su entorno, para conseguir una sociedad de la información para todas las personas, basada en el aprendizaje dialógico, mediante la educación participativa de la comunidad que se concreta en todos sus espacios incluida el aula (Valls, 2000, p.8) Decimos que es un proyecto de transformación social y cultural porque se produce un cambio de los hábitos de comportamiento habituales en los familiares, en el profesorado, en el alumnado y en las comunidades; y cultural porque intenta cambiar la mentalidad de la recepción de un servicio público por la de protagonismo 2 de la gestión pública. También es un proyecto de centro educativo puesto que el objetivo prioritario son aquellos centros educativos en los que las dificultades por problemas de desigualdad, pobreza o carencia de otro tipo hacen del centro un lugar más necesitado de cambio para conseguir el objetivo de una sociedad de la información para todos/as y romper las dinámicas negativas que muchas veces comporta esta situación. Es un proyecto del entorno ya que a pesar de que la transformación se proponga al interior de la aula o centro no sólo afecta a este sino que también se refiere a toda la comunidad en su relación con el centro y en su relación consigo misma. Decimos que el objetivo primordial es conseguir una sociedad de la información para todas las personas y por tanto, se opone a las tendencias de dualización y exclusión que esta misma sociedad de la información genera. Se pretende lograr un acceso al conocimiento para todos/as y una lucha contra la exclusión social, por tanto ser requiere la participación de toda la comunidad, la flexibilidad en sus organización, el optimismo pedagógico, tener altas expectativas hacia todo el alumnado y se precisa también de un gran numero de voluntarios y colaboradores. Todas las personas pueden participar porque todas tienen la capacidad de reflexionar y comunicarse. Además de tener como fin conseguir una sociedad de la información para todos/as, otros objetivos que también se plantean son la superación del fracaso escolar y la superación de los actuales retos de convivencia que plantea la diversidad cultural en las aulas. Las comunidades de aprendizaje organizan un proyecto educativo sobre la base del diálogo igualitario a través de una organización democrática donde todas las personas llegan a acuerdos sobre los objetivos, las prioridades y las normas que configuraran su escuela. Todo el mundo hace aportaciones y un argumento tendrá peso en función de su validez, y no como sucedía anteriormente, del emisor. En definitiva las comunidades de aprendizaje son una respuesta educativa a los cambios sociales y de la sociedad de la información. La primera experiencia educativa de las comunidades de aprendizaje se inicia en la Escuela de Personas Adultas La Verneda−Sant Martí, donde se empezó una práctica educativa basada en la implicación de los/as participantes configurando entre todas las personas vinculadas a la escuela el modelo de enseñanza que querían. El aprendizaje dialógico es el fundamento básico de las comunidades de aprendizaje, y una buena manera de trabajarlo es mediante tertulias literarias que consisten en leer un fragmento de un libro a partir del cual surgen ideas y opiniones que se contraponen mediante el diálogo. Así se aprende a dialogar, a respetar el turno de palabra y la opinión, se aprenden nuevas visiones y culturas, el sujeto se enriquece como persona, además de fomentar la interacción y la participación igualitaria de todas personas presentes. Y también, una cuestión que según mi punto de vista es una de las más importantes, se promueve la comunicación entre las personas de la misma comunidad pero posiblemente de diferentes culturas. Ahora mismo vivimos en una sociedad en que cada uno vive su mundo. Pocos son los que cuando les falta algo para acabar de hacer la comida se lo piden al vecino y ya no digamos los pocos que conocen como se llaman sus vecinos. Es un mundo frenético, en el que todo el mundo siempre va con prisas, en el que el contacto humano con otras personas cada vez se mecaniza más. Coincidimos con un conocido por la calle y pocas veces nos paramos a hablar, como mucho le saludamos con un movimiento de cabeza. ¿Qué está siendo de las relaciones humanas, del contacto con la gente, del tiempo invertido en hablar y compartir experiencias con los otros? Por esto pienso, que iniciativas como Comunidades de Aprendizaje son un buen camino para recuperar nuestro componente humano, además por supuesto, de combatir la exclusión de los menos favorecidos ofreciéndoles con esta alternativa educativa un medio de inclusión en las redes educativas y por tanto sociales, y de relación con la comunidad, fomentando la igualdad de oportunidades y el intercambio cultural y personal. 3 Bibliografía • Apuntes: ♦ Sociología de la educación ♦ Análisis de los procesos de exclusión ♦ Foro de la asignatura • Páginas web: ♦ www.comunidadesdeaprendizaje.net ♦ www.learndev.org 4