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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA Y
DE ECONOMIA NACIONAL E INVERSION
Salón Azul
1Ε de diciembre de 2004
Presidencia del señor senador Jorge Milton Capitanich
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— En el Salón Azul del H. Senado de la Nación, el miércoles 1º de
diciembre a las 11 y 07:
Locutor.— Ingresa el señor vicepresidente de la Nación, don Daniel Osvaldo Scioli,
acompañando al señor presidente del Banco Central de la República Argentina, doctor Martín
Redrado, juntamente con el señor presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, senador
Jorge Capitanich, y el señor presidente de la Comisión de Economía Nacional e Inversión,
senador Rubén Marín, para presentar el Programa Monetario 2005.
En primer lugar, comenzamos esta reunión escuchando las palabras de bienvenida por
parte del señor vicepresidente de la Nación y presidente del Honorable Senado de la Nación, don
Daniel Osvaldo Scioli.
Sr. Vicepresidente de la Nación (Scioli). — Es un gusto recibir nuevamente en el Senado de la
Nación al doctor Martín Redrado, presidente del Banco Central, y a su equipo de trabajo. Le
agradecemos esta nueva visita para explicar algo tan trascendente para el desarrollo de los
sectores productivos y de las economías regionales, representados en el Senado de la Nación a
través de los señores y señoras senadoras de las distintas provincias, en esta comisión tan activa
como es la de Presupuesto y Hacienda. Mi reconocimiento al trabajo que se viene desarrollando
y a su presidente, el senador Capitanich, así como a las demás autoridades, como el senador
Marín, y a todos los senadores que acompañan este encuentro para presentar este plan monetario,
que llevado a la vida cotidiana de los comerciantes y productores tiene una gran importancia
porque hace a la recuperación productiva.
El Plan Monetario es un instrumento esencial para el desarrollo de la economía ya que
permite el acceso al crédito para acelerar la recuperación que vemos en los distintos sectores de
nuestra economía reflejada en puestos de trabajo. Y para ello, consolidar el sistema financiero y
acelerar la bancarización es un tema que resulta vital para el desarrollo de nuestra economía. Por
eso, nuestro agradecimiento, doctor Redrado, por venir aquí a informar los alcances del Plan
Monetario para el año 2005; es una manera de llevar certidumbre y confianza a nuestros
inversores y productores para que vean de qué manera se va logrando consolidar la estabilidad
del sector financiero, fortaleciendon nuestra moneda y expandiendo el crédito, ya que en cada
provincia que visitamos cuando hablamos con los productores siempre surge lo mismo: que si
hubiese mejor acceso al crédito a mediano y largo plazo la recuperación se aceleraría más. Así
que muchas gracias y bienvenidos a todos.
Sr. Presidente (Capitanich).— En nombre de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de
Economía Nacional e Inversión, con la deferencia del señor senador Rubén Marín, brevemente
quiero transmitirles a todos los senadores presentes que nosotros estamos haciendo esta reunión
en cumplimiento del artículo 10, inciso i), de la Carta Orgánica del Banco Central. Es función del
presidente del Banco Central de la República Argentina establecer los mecanismos de
información necesarios para observar el cumplimiento de las metas de inflación del año 2004 y
de la expansión de la base monetaria y las perspectivas en materia de política cambiaria,
financiera y monetaria para el año 2005. De manera tal que nosotros celebramos nuevamente la
presencia de Martín Redrado que ya ha estado hace poco tiempo en un plenario de ambas
comisiones con el objeto de informar respecto de la ejecución de las políticas del Banco Central
de la República Argentina. Le agradecemos mucho su presencia y, por supuesto, escuchamos
atentamente su exposición.
Sr. Presidente del Banco Central de la República Argentina (Redrado). — Muchas gracias,
tal como lo marca el artículo 10 es para mí un placer poder conversar con ambas comisiones. Y
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en una muestra de la transparencia y credibilidad de la política monetaria quiero presentarles -a
través del Senado de la Nación- a toda la población el Programa Monetario que la Argentina va a
tener durante el año 2005. Es una muestra más de que la política monetaria contribuye a la
credibilidad, a la estabilidad y a generar un ambiente de inversión que les permita a los hombres
y mujeres de nuestro país poder planificar su futuro, generar proyectos y mirar hacia adelante con
la confianza de tener una moneda estable con la cual se puede proyectar a largo plazo.
Me es muy grato decirles que el final del año 2004 nos encuentra con el cumplimiento
estricto del Programa Monetario. Eso significa, como ya se ha reportado, que el Banco Central se
ha comprometido a un crecimiento en términos de rangos mínimos y máximos de la base
monetaria amplia tomando billetes y monedas en circulación más las reservas de los bancos. En
ese sentido, el crecimiento de la base monetaria ampliada va a estar perfectamente en línea con lo
que se planteó a principios de este año. Como ustedes saben, tenemos un rango de crecimiento en
materia de agregados monetarios; no sólo el Banco Central fija la cantidad de dinero en materia
de base monetaria sino que también fija los distintos agregados monetarios en la economía, lo
que habitualmente llamamos “M1". Es decir, tomando el concepto que acabo de mencionar más
las cuentas corrientes en los distintos bancos y el agregado “M2" con las distintas cajas de ahorro
y “M3" con los depósitos a plazo fijo. De tal manera que tenemos una mirada objetiva al
crecimiento de cada uno de los agregados monetarios y, a través de ello podemos proyectar como se ha dicho- la tasa de inflación.
Lo que vengo a presentar es el resultado de las proyecciones que hace el Banco Central en
cuanto a crecimiento y escenario macroeconómico. A partir de distintos programas y modelos
econométricos podemos proyectar cuánto va a crecer la cantidad de dinero, de manera tal de
contribuir al crecimiento económico, consolidar la estabilidad de la moneda y también generar
una mayor expansión del crédito.
-Se proyectan transparencias.
Sr. Redrado.- En este gráfico vemos la política monetaria y qué es lo que estamos haciendo para
dar credibilidad y certidumbre.
Como ustedes ven en el gráfico, planteamos lo que ha sido el establecimiento de las
bandas de crecimiento de las tasas de inflación para este año, que había sido un mínimo de 7 y un
máximo del 11 por ciento. Como hemos visto, la tasa de inflación viene disminuyendo de manera
sustantiva desde el mes de septiembre con un 0,6 por ciento de índice de precios al consumidor
en el mes de diciembre, con un 0,4 por ciento en el mes de octubre, y alrededor del 0,2 por
ciento... lo cual nos va a permitir que en el año estemos con una tasa de inflación menor al 6 por
ciento. De esta forma podemos decir que el programa monetario se cumple y que hemos
sobrecumplido las metas en materia de inflación para este año.
Veamos algo que es central para la economía, que es cómo cree la gente que va a estar la
inflación del año que viene. Para los economistas son las expectativas que se tienen hacia el año
entrante. Ustedes ven como en los meses de setiembre y octubre había un aumento de las
expectativas de inflación para el año que viene, y hoy lo que llamamos el consenso que genera el
Banco Central a través de la consulta a distintas entidades, instituciones, universidades sobre las
expectativas de inflación están bajando en línea precisamente con lo que se va viendo en la
realidad.
Voy a mostrar hacia el final cómo vamos a lograr esta tasa de inflación; la presentación
está dividida en mostrar cómo terminamos el año, pero también mostrar sobre qué bases estamos
programando el crecimiento de la cantidad de dinero que nos va a permitir llegar a un rango en
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materia de inflación del 5 al 8 por ciento. Y esto precisamente nos va a permitir cumplir y darle a
la población los parámetros en materia de crecimiento del índice de precios al consumidor.
También nos está permitiendo proyectar hacia el año 2006 un rango en materia de tasa de
inflación del 4 al 7 por ciento. Pero aquí el mensaje es central. Durante mucho tiempo la
Argentina tuvo el tipo de cambio como la principal variable en materia de ancla de la política
monetaria. Nosotros decimos que la tasa de inflación de una economía en pesos es el ancla
central por la que se fija la política monetaria y el resto de las variables monetarias y financieras
tienen que ajustarse a esta tasa de inflación. Lo que podemos decir es que el Banco Central ha
venido construyendo credibilidad mes a mes, día tras día con una meta muy profesional y una
meta que me da mucha satisfacción poder decirle al Honorable Senado de la Nación que se ha
sobrecumplido.
Lo importante también son las expectativas. En esto mostramos las expectativas de las
instituciones que releva el Banco Central. Si miran a principios de año, las expectativas del
mercado estaban en que la tasa de inflación para el año que viene iba a ser de 7,1 por ciento.
Ahora el consenso en materia de tasa de inflación nos está marcando, perfectamente en línea con
el programa monetario, un 6,8 por ciento, es decir, casi en el medio en materia del rango que está
planteando el Banco Central. Con lo cual estamos diciendo que a partir del cumplimiento de las
pautas monetarias, a partir de una inflación que precisamente se va comportando de acuerdo con
el crecimiento de la cantidad de dinero, las expectativas de inflación son exactamente las mismas
que está planteando el Banco Central.
Tenemos un programa de adecuada monetización. Monetización significa darle a la
economía el lubricante que necesita para que se pueda consumir, invertir y ahorrar. Me gustaría
detenerme un instante en este punto porque veo que día tras día los títulos de los diarios hablan
de la intervención del Banco Central en el mercado cambiario con el objetivo de sostener un tipo
de cambio. Y antes bien, la única manera que hay para que crezca la cantidad de dinero de
acuerdo con el programa monetario que tenemos es precisamente la compra de divisas. Veo que
habitualmente se toman las fuentes de expansión de la base monetaria, es decir, cuando se mira al
Banco Central se mira sólo la compra de divisas. Este gráfico es muy claro porque está
mostrando también que hay otras fuentes de contracción de la base monetaria, de contracción de
la cantidad de dinero, lo cual nos permite entonces marcar perfectamente el rango de crecimiento
y estar exactametne en el medio del rango en términos del rango inferior y del rango superior en
materia de crecimiento de la cantidad de dinero.
Allí ponemos en principio al sector financiero. El sector financiero ha sido contractivo de
la cantidad de dinero porque les están pagando al Banco Central los 20.000.000.000 de pesos que
se le dieron en materia de redescuentos en el año 2002. La buena noticia es que ese dinero se dio,
precisamente, para salir de esa crisis financiera, y que hoy por hoy, en los programas de pagos
mensuales, todos los bancos que recibieron asistencia financiera están pagando al Banco Central
y, por lo tanto, de esa manera están siendo contractivos.
También el sector público con esta excelente performance en materia fiscal le permite al
sector público ser contractivo de la cantidad de dinero. Como ustede saben, está la emisión de
letras y notas del Banco Central, es decir, las LEBAC y las NOBAC. Todas las semanas el Banco
Central plantea emisiones de aproximadamente 100.000.000 de pesos. Esto nos permite absorber
cantidad de dinero a un costo con bajas tasas de interés que hoy está aproximadamente en
600.000.000 de pesos. Alguna vez me preguntaron si esto generaba déficit cuasifiscal, y la
respuesta es no porque precisamente lo que estamos pagando en materia de tasa de interés o de
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rendimiento por las letras y notas del Banco Central está perfectamente calzado con los ingresos
que tenemos por los pagos de redescuentos.
El resultado, como se ve en la barra azul del gráfico, es mucho menor que las compras de
divisas que se hacen día tras día. Esto nos permite tener un Banco Central con un fuerte
crecimiento de la cantidad de reservas. Uno de los principios de la autonomía del Banco Central
es tener un Banco fuerte en materia de reservas, que respalda, incluso sobrerespalda, la base
monetaria ampliada. Entonces, tenemos un crecimiento de reservas, pero con un adecuado
manejo de estos instrumentos.
El objetivo central del programa monetario es continuar, profundizar la consolidación de
la estabilidad de precios en la República Argentina. También hay objetivos colaterales o más
amplios, como instalar en nuestro país al peso no sólo como valor de transación, que ya se ha
logrado, sino como reserva de valor; fortalecer la estabilidad del sistema financiero a través de
entidades que tengan la solvencia, liquidez, transparencia y responsabilidad para responder a los
ahorros de la población; y, por supuesto, contribuir con el programa económico para generar el
lubricante que necesita nuestra economía en materia de financiamiento, a fin de apoyar
precisamente el proceso de inversión que se está llevando a cabo en la República Argentina.
Otro punto principal para fortalecer el sistema financiero es trabajar en la eliminación de
los llamados “descalces”. ¿A qué llamamos “descalces” en el sistema financiero? En un sistema
financiero como el argentino, que tiene muchas colocaciones de corto plazo, al observar los
depósitos, mucha gente se pregunta cómo es que no hay crédito de largo plazo. Lo que ocurre es
que no tenemos fondeo de largo plazo: no se han creado los instrumentos para generar depósitos
o títulos de largo plazo y, por lo tanto, si la materia prima del sistema financiero está concentrada
en 60 ó 90 días es muy difícil o sería muy voluntarista de nuestra parte pensar que se va a prestar
a largo plazo.
De ahí que la preocupación central de este Directorio sea desarrollar mercados de
cobertura e instrumentos que nos permitan cubrir esos descalces.
Hemos dicho también que a partir del Programa Monetario necesitamos generar nuevos
instrumentos. Y el instrumento principal que tiene cualquier Banco Central es una tasa de interés
—como la tiene el Banco Central de Brasil o la Reserva Federal de los Estados Unidos— que
permita contar con un control monetario —cosa que lentamente vamos logrando—; y, por
supuesto, consolidar la generación de crédito en el largo plazo.
Ahora bien, ¿cómo llegamos al cálculo del crecimiento de la cantidad de dinero? Como
mencioné, se ha realizado una serie de proyecciones econométricas basadas en el contexto
internacional, en las variables internacionales de tasas de interés, en la depreciación o apreciación
de distintas monedas, en el crecimiento económico mundial y en los precios de materias primas;
y toda esta batería de instrumentos nos ha servido precisamente para proyectar cuál es el
programa monetario. En ese sentido, podemos decir que existe un contexto internacional
favorable ya que el mundo está creciendo y, además, lo está haciendo de manera sincrónica. ¿Qué
significa eso? Que todo el mundo está creciendo; algunas regiones o países a una tasa menor y
otras, a una tasa mayor. Pero por primera vez en este año tenemos un crecimiento del 5 por
ciento, producto del abrupto crecimiento del precio del petróleo en los últimos 12 meses.
Los cálculos en materia de crecimiento han disminuido 0,5 por ciento y esto nos pone en
un crecimiento estimado hacia el año 2005 de un 4,5 por ciento. Sin duda, hay riesgos en la
economía mundial. El principal riesgo que el Banco Central observa a futuro son los
desequilibrios existentes en materia de cuenta corriente o déficit en cuenta corriente en los
Estados Unidos. Esto significa que ese país están tomando ahorros del resto del mundo para
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financiar su nivel de crecimiento; y esto claramente tiene un límite. Actualmente, el crecimiento
del déficit de cuenta corriente está en un 5,6 por ciento del producto.
Por lo tanto, como integrantes del Directorio del Banco Central y como economistas
podemos decir que habrá un ajuste. Y si bien no podemos decir cuándo se producirá, claramente
podemos señalar por dónde vendría ese ajuste. Si me preguntan, diría que hay cinco maneras de
ajustar estos desequilibrios que tiene la economía mundial.
En primer lugar, a través de una reducción del déficit fiscal en los Estados Unidos, lo que
me parece poco probable dado los compromisos que tiene ese país sobre todo en materia
internacional. Quizá sería el más deseable, pero no nos podemos manejar solamente con
voluntarismos.
La segunda, radica en reformas estructurales en la Unión Europea: en su sistema
previsional, en sus sistemas impositivos y en su legislación laboral, lo que permitiría aumentar la
productividad y, por lo tanto, el proceso de inversión. También es poco probable que esto se dé
rápida o inmediatamente. Creo que, por lo menos, habrá que esperar un lustro para que estas
reformas puedan observarse en Europa.
La tercera y la cuarta formas son, a mi juicio, factibles: una depreciación del dólar en el
mercado internacional y una suba más rápida de la tasa de interés de la que está prevista en el
mundo.
Y en quinto lugar, considero que en algún momento se dará la revaluación de los tipos de
cambio en el Sudeste Asiático y en particular en China, que es precisamente el país que mayor
desbalance tiene con los Estados Unidos. Como ustedes saben, el desbalance de los Estados
Unidos con China en materia de déficit comercial es de 110.000.000.000 de dólares.
En síntesis, esas son las posibilidades de ajuste de este buen escenario, pero que tiene
riesgos. Por supuesto, la pregunta es: ¿cómo está preparada la región y la economía mundial?
— Se proyectan transparencias.
Sr. Redrado. — En ese sentido, la línea colorada que observan en la pantalla determina la tasa
de interés en los Estados Unidos: ya comenzó el proceso alcista, al igual que en Inglaterra y,
probablemente, la región de la Unión Europea —frente a la revaluación del euro— tarde más
tiempo en avanzar en el aumento de la tasa de interés. Pero lo que podemos decir es que ya pasó
el ciclo bajista: hemos tocado fondo en materia de tasas de interés y en los próximos años vamos
a tener un escenario de tasas de interés alcista que encuentra a la región mejor preparada.
Si ustedes miran la línea colorada, verán cómo sube la tasa de interés de la Reserva
Federal y, en la línea punteada, se observa la medición del diferencial de tasas con respecto a los
bonos del Tesoro de los Estados Unidos, los distintos tipos de títulos en el mercado emergente y
la llamada medición de riesgo país a través de un índice que toma a todos los mercados
emergentes —que es el índice EMBI— y muestra una dirección inversa, caen los spreads; es
decir, la diferencia entre los bonos del Tesoro de los Estados Unidos con este índice de títulos de
mercados emergentes, aun aumentando la tasa de interés. ¿Por qué? Porque sobre todo para
América latina y para el Sudeste Asiático, nos encuentra con economías mucho más flexibles de
las que hubo en 1994 y 1995, cuando comenzó también una fuerte suba de tasa de interés en los
Estados Unidos.
Si observamos las economías desde Río Grande para el Sur, nos daremos cuenta de que
existe una combinación de solvencia fiscal, de políticas monetarias prudenciales en México,
Brasil, Argentina, Chile y Perú. Las distintas economías de América latina y los bancos centrales
tienen hoy un compromiso fuerte en la proyección de la tasa de inflación, en contar con un ancla
de expectativas. Reitero: todas estas economías tienen un tipo de cambio flexible, una solvencia
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fiscal y una política de inserción productiva en el mundo, con una fuerza exportadora como
nunca había visto América latina anteriormente. Por supuesto, quedan grandes déficit en nuestra
región y los principales son el social y el de la distribución del ingreso. Sin embargo, podemos
decir que frente a un mundo que crece pero que tiene riesgos, la región está mejor preparada.
Ahora bien, en cuanto a precios —que es lo que nos interesa—, cabe destacar que los
precios de las materias primas están descendiendo; incluso el precio del petróleo que llegó a un
pico de más de 55 dólares el barril, ya ha morigerado. Por lo tanto, el aumento de materias primas
y la presión de precios claramente ha terminado.
Existe un contexto internacional favorable, pero también tenemos un equilibrio de flujos.
Actualmente la Argentina tiene flujos de fondos sustentables y positivos. Tenemos un superávit
comercial muy importante, en donde están creciendo las expo y las importaciones —estas últimas
sobre todo en bienes de capital, lo que significa mayor inversión— y también, por primera vez,
contamos con un sector público que mantiene un superávit mayor de lo comprometido.
Reitero: contamos con un contexto internacional favorable, con flujos de fondo, la caja es
positiva en la economía argentina y hay una sostenida recuperación de la actividad económica,
fundamentalmente liderada por el consumo y la inversión como las principales variables.
Además, observamos mejoras en las expectativas del consumidor y de los empresarios, en
crecimiento e inversión y también un fuerte dinamismo de la inversión. A pesar de que ustedes en
el gráfico ven que el final de las curvas caen, lo que cae es el porcentaje de crecimiento que había
llegado a un pico. Y vemos en equipos durables de producción, ese punto más alto en la línea
verde, que había llegado hasta un 80 por ciento y ahora se está estabilizando en aproximadamente
un 40 por ciento.
Lo mismo podemos decir que la inversión va a crecer de manera más normal. Es decir,
salimos del valle, crecimos rápidamente, y lo que vemos en materia de la economía argentina es
que nuestro país vuelve a ser un país normal, con una tasa de inversión, tanto en la construcción
como en bienes durables y equipos, de aproximadamente el 20 por ciento.
También lo que vemos en el gráfico más pequeño —ustedes lo pueden ver en la barra
vacía— es que tenemos el stock de capital más alto de los últimos tres años, con lo cual esto nos
permite ver un proceso recuperado de inversión. Hoy la inversión está en un 18 por ciento del
producto. Estuvo casi en un 12,5 por ciento del producto en el valle de la recesión y, muy
probablemente, en los próximos doce o veinticuatro meses se ubique en el 20 o 21 por ciento del
producto.
Lo importante también es que este crecimiento de la inversión se financia con ahorro
interno. No ha habido una lluvia en materia de capitales especulativos, y esto le da mayor
robustez a la recuperación económica.
Aquí vemos en la línea azul el ahorro público, el ahorro privado, el proceso de inversión.
También, fundamentalmente, la creación de financiamiento a través de nuestro propio comercio
internacional. Pero, como decíamos, también tenemos una sensible mejora en la composición de
las importaciones.
Como vemos, bienes de consumo —la línea verde— es la que menos crece. En materia de
tasa de crecimiento, lo que más crece es, precisamente, bienes de capital y bienes intermedios.
Lo fundamental —si ustedes ven en la línea colorada del gráfico más chico— es cómo va
creciendo. Fíjense la pendiente que tiene el crecimiento de manufacturas de origen industrial y
manufacturas de origen agropecuario.
Afuera está la creencia de que nuestras exportaciones crecen de la mano de productos
primarios. Y miren cómo la línea punteada azul está básicamente achatada y observen la línea en
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materia de manufactura de origen agropecuario, es decir, la industrialización de nuestras materias
primas y también manufacturas de origen industrial, sobre todo de la mano del crecimiento que
hay en Brasil. Nuestras exportaciones industriales, fundamentalmente, están destinadas no sólo a
América Latina. Pero tienen un destino muy importante en el mercado brasileño, aunque se están
expandiendo a nuevos horizontes, como Sudáfrica, la India y China.
Pero, de todas maneras, claramente el crecimiento de Brasil está acompañando una
recuperación de nuestras expo en materia industrial.
Rápidamente paso por el área de finanzas públicas. Claramente una recuperación muy
fuerte en materia de recaudación, que casi está en 23 puntos del producto, con un manejo muy
prudencial del gasto público, y también la sostenibilidad de esto hacia adelante.
Podemos decir entonces que no sólo tenemos un escenario muy favorable en materia de
crecimiento económico sino también que esto se ve manifestado en el crecimiento del empleo. Y
lo estamos viendo también en el crecimiento del empleo, porque no sólo va creciendo la
producción de bienes, como lo habíamos visto en la línea verde, en ese gráfico, sino también en
la generación de crecimiento en materia de servicios. Y un crecimiento más equilibrado en bienes
y servicios tiene como su correlato el crecimiento del empleo.
Lo que podemos decir es que, también, mirando en materia de crecimiento qué impacto
esto puede tener sobre la inflación, en el Banco Central miramos de manera muy cercana el
crecimiento y los cuellos de botella que se pueden dar en distintos sectores industriales.
Y acá lo que estamos viendo —en la línea de puntos— es la capacidad instalada de los
distintos sectores y el crecimiento —en la barra azul— que han tenido todos estos sectores.
Lo que estamos viendo —midiendo en la línea de puntos con respecto al eje de la
derecha— es que el sector de industrias metálicas básicas está llegando a una capacidad instalada
de más del 92 por ciento. Es decir que, claramente, se necesita inversión para poder seguir
expandiendo este crecimiento.
Lo mismo podemos decir en el área de refinamiento de petróleo, donde claramente vemos
que está llegando a un límite de la capacidad instalada.
Esto también lo podemos decir en el sector de papel, celulosa y cartón. Y el resto de los
sectores poseen una capacidad instalada donde todavía tiene margen para crecimiento.
Quizás el más alto, el que tiene para crecer en materia de capacidad instalada es —en el
extremo derecho— el sector automotriz, que todavía está muy por debajo de una capacidad
instalada de 600.000 vehículos por año. Por lo tanto, está en un 40 o 45 por ciento.
Es decir, aquí lo que vemos es que todavía no tenemos presiones inflacionarias, pero hay
algunos sectores que estamos mirando muy de cerca, en materia de que no se generen cuellos de
botella.
También es muy importante que los precios minoristas están moderando un proceso de
alza que habían tenido, en particular, durante el segundo trimestre del año. Les diría que la
principal preocupación de este nuevo directorio cuando asumió, en septiembre, fue mirar muy de
cerca el pequeño rebote de la tasa de inflación que tuvimos, con un 0,6 por ciento en el mes de
septiembre.
Pero lo que vemos es que en los bienes estacionales, donde están fundamentalmente
frutas, verduras, hortalizas, que tienen un gran componente de estacionalidad, se ha morigerado
notablemente ese crecimiento de precios a lo que llamamos precios regulados, que son los precios
de servicios públicos o los precios de aquellos bienes que tienen un fuerte componente
impositivo, como son los combustibles o los cigarrillos, que también muestran una morigeración.
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Y de manera residual, lo que no son bienes estacionales y lo que no son bienes y servicios
regulados, lo que llamamos también "índice de precios al consumidor recto", que se saca de
manera residual, también muestra un comportamiento bajista interesante.
Lo que vemos -lo decíamos antes- es que hay menos presión de costos. Tanto en los
índices de materias primas como también el tipo de cambio nominal, como los índices de
productos primarios; todos muestran una tendencia a morigerarse, después de la suba inicial que
tuvieron a principio de año.
En este contexto, entonces, lo que decimos es que el Banco Central tiene un programa de
monetizar la economía, de devolverle a la economía los medios de pago. Y para esto, lo que
vemos es un comportamiento muy saludable en materia de todos los agregados monetarios, con
un crecimiento prácticamente estable del circulante —en la línea azul—, y donde van creciendo
los otros agregados monetarios. Es decir, los depósitos en cuenta corriente, los depósitos en cajas
de ahorro, los depósitos a la vista.
Por lo tanto, tenemos un crecimiento de más dinero en el sistema financiero, lo que
permite tener más capacidad prestable —todavía, más capacidad prestable— de corto plazo.
Entonces, lo que podemos decir es que si ustedes miran al circulante, no hay mucho
dinero en la economía; está creciendo el dinero en el sistema financiero a través del crecimiento
de los depósitos, a través del crecimiento de las cuentas a la vista, es decir, a través de una mayor
bancarización.
Entonces, cuando vemos —en la línea colorada, en la línea verde— una tasa de
crecimiento mayor, esto está creciendo por las buenas razones, y no está creciendo el circulante,
es decir, no hay más circulante de lo que puede soportar el crecimiento de la producción en
nuestro país.
Miremos también, en términos del crecimiento de rangos, el rango inferior y el rango
superior, cómo está el crecimiento del mayor agregado monetario, es decir, tomando todos los
agregados monetarios con depósitos a la vista. Y lo que vemos es que, prácticamente, la línea de
crecimiento se ha mantenido entre el eje inferior y el eje superior, nuevamente, como una muestra
de que el programa monetario se viene cumpliendo a rajatabla.
Lo que podemos decir es que tenemos un ordenado proceso de intervención en el mercado
cambiario. Como lo decíamos anteriormente, la única manera de que crezca la cantidad de dinero
en la economía es, precisamente, a través de las compras de divisas que hace el Banco Central en
el día a día.
Tenemos también un mercado de absorción y de títulos del Banco Central, que va
generando lo que los economistas llamamos una "curva de rendimiento" en la economía, con
títulos que van a tres años. Y, lentamente, el Banco Central va a ir estirando estos plazos, de
manera tal de generar una referencia en materia de tasa de interés con respecto a nuestra
economía.
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Lo que sí tenemos como un tema para fortalecer es el mercado de pases. Y en el
mercado de pases esto significa a cuánto toma dinero el Banco Central y a cuánto presta
dinero el Banco Central. Esto nos va a permitir tener una tasa de interés de referencia.
Hoy el Banco Central está pagando, por el dinero que se deposita en nuestra
institución, el 2,5 por ciento anual, en operaciones de pases a siete días. Es decir, con
garantía de títulos, en este caso garantías de letras del Banco Central.
También estamos buscando que las instituciones financieras sientan que el Banco
Central responde cuando se vienen a buscar o a pedir recursos. Hoy, la tasa de interés que
tenemos para esos recursos de corto plazo es del 3 por ciento anual. Y uno se pregunta por
qué no vienen más instituciones al Banco Central. Lo que podemos decir es que en este
contexto de tranquilidad monetaria, de prudencia en el manejo de la política monetaria, las
tasas de interés están extremadamente bajas, lo cual es bueno y se va a mantener en la
medida en que las condiciones macroeconómicas lo permitan.
Hoy en el dinero interbancario, los bancos están pagando por operaciones diarias,
tasas anuales de 2,25 ó 2,30 por ciento. Sé que la pregunta que surge inmediatamente es por
qué, si el costo del dinero es tan barato en la Argentina, cuesta tanto pactar a largo plazo.
La respuesta es, y la podemos profundizar en las preguntas, que todavía tenemos fondeo de
corto plazo.
En materia de tasas de interés, fíjense los picos que han habido, por ejemplo en el
mes de julio, y como en esa línea colorada, que es la tasa de referencia que está fijando el
Banco Central, entre el 2,5 y 3 por ciento, las tasas tienden a converger, después del pico
que hubo en julio, con lo que está marcando el Banco Central. Esto quiere decir que,
lentamente, nuestra política se va instalando en el mercado y nuestro posicionamiento en
materia de política de tasa de interés es la que está siguiendo el mercado.
Tenemos también una paulatina mejora de la estructura de fondeo. Como vemos, en
los meses de octubre y noviembre fueron creciendo los depósitos a plazo fijo, cuando
habitualmente se decía que sólo estaba creciendo el sector público. En este mes de
noviembre, los depósitos del sector privado crecerán en más de 1.000.000.000 de pesos.
Claramente, hay opciones para la gente que quiere tomar depósitos o colocar su
dinero a más largo plazo. Como ustedes saben, las alternativas de colocación con el índice
de ajuste CER, que son a más de 90 días, también están creciendo fuertemente.
Como podemos observar, mejora la estructura de vencimiento. Las líneas muestran
que los plazos se van extendiendo de 60 a 90 días y a más de 90 días. Vemos que es un
crecimiento realmente positivo, con lo cual lentamente la credibilidad de la política
monetaria nos va mostrando una expansión más paulatina de lo que quiere la autoridad
monetaria. Por eso, decimos que necesitamos generar nuevos instrumentos de
financiamiento.
Hoy hay exceso de liquidez en el sistema financiero. Podemos ver los requisitos de
integración, en materia de efectivo, que tienen los bancos con el Banco Central. Fíjense el
exceso de liquidez y también lo que están colocando los bancos en materia de políticas de
pases en el Banco Central. Sí podemos decir que tenemos una política de liquidez, una
política prudencial, que muestra entidades financieras mucho más sólidas. Claramente, el
desafío es volcar esta liquidez al sector de préstamos.
Hay una recuperación del crédito que, con claridad, se está dando en materia de
créditos de corto plazo. Pero, también podemos mirar cómo los préstamos al sector privado,
en el mes de noviembre de 2003, habían caído un 15,5 por ciento y a fines de noviembre,
en todo el año, han crecido un 22 por ciento. Lo cual nos muestra que pautando la cantidad
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Reunión de la Comisión de
de dinero, la cantidad de crédito crece acompañando este proceso y así se demuestra que
crece el dinero bancario, el sistema crediticio.
También hay una caída fuerte, en materia de tasas de interés, en todos los rubros.
Desde el rubro hipotecario hasta el rubro prendario y desde el rubro de los préstamos
personales. Por supuesto, todavía queda mucho por hacer en materia de reducción. Pero,
claramente, la tendencia es positiva.
Como decía, hay una recuperación creciente en todos los rubros de préstamos: en
los prendarios, en los personales, en las tarjetas de crédito. Allí, vamos mostrando, en todos
los trimestres, cómo va creciendo también, en adelantos en cuenta corriente a las empresas,
en el descuento de documentos a más largo plazo, hasta 6 o 9 meses.
Todavía sigue cayendo el crédito hipotecario porque las cancelaciones de esos
créditos son mayores que las renovaciones. Esto tiene que ver con el costo de la vivienda, la
relación con la cuota. Pero, de todas maneras, vemos que hay algunos bancos que, en
particular, en las últimas semanas han estado muy agresivos en el mercado hipotecario.
Claramente, hay una cancelación mayor que la creación.
Acá podemos ver que, desde el Banco Central, estamos trabajando en corregir esta
anomalía que tiene el sistema financiero que es, precisamente, crear fondos de largo plazo.
Estamos trabajando en un marco normativo que nos permita tener obligaciones negociables,
títulos que puedan ser emitidos por los bancos y por las empresas a mediano y largo plazo.
Pero, claramente, necesitan tener ajustes.
También el Banco Central ha puesto un instrumento más, que no es ninguna
panacea, que son los depósitos que tienen un capital que está protegido y que tienen la
opción de poder ajustarse por distintos tipos de índice como el del precio del petróleo, el
del precio de la soja o un índice de productos agropecuarios. Esto lo decidirá la necesidad y
la vocación. Estos son depósitos que no pueden ser menores a 180 días, que tienen el
capital protegido y que permiten al ahorrista participar de las posibles ganancias que haya
en estos mercados.
También, con la Comisión Nacional de Valores, estamos trabajando para que se
puedan cotizar en el mercado de valores, los certificados de depósitos porque aquí no hay
secretos. El pensamiento de este directorio del Banco Central es la complementación entre
el sistema bancario y el mercado de capitales. Esto ocurre también en cualquier país del
mundo. Por ejemplo, miremos que en los países más desarollados de Europa o en los
Estados Unidos, la estructura de fondeo es mayor en el más largo plazo. El fondeo
promedio en los Estados Unidos es de nueve meses, diez meses, quizás hasta un año. Pero,
también, a través del mercado de capitales descargando de sus balances, a través de
distintos instrumentos, en la emisión de distintos títulos, el sistema financiero de aquellos
países y regiones se hace de fondeo a diez, quince, veinte o treinta años. Entonces, esto le
permite poder calzar, tener materia prima de largo plazo y poder prestar a largo plazo.
Por supuesto, también estamos trabajando para facilitar que se puedan “titulizar”,
que se puedan descargar estos títulos para colocarlos en inversores institucionales, en
inversores que hoy están buscando instrumentos de largo plazo, que no los tienen y que no
hay hoy en la Argentina. De manera paradojal, hay 200.000.000 de pesos que hoy recogen
los fondos de pensión privados y que, lamentablemente, se destinan en inversiones de corto
plazo, en certificados de depósitos, por la inexistencia de estos instrumentos.
Existe la necesidad de generar mercados de futuro, pero no a tres meses, sino que
necesitamos estos mercados de cobertura a un año, año y medio, en dólares, en tasa fija
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que, precisamente, permitan cubrir los descalces que hoy tiene el sistema y, de esta manera,
bajar la incertidumbre, bajar esos costos, y poder prestar a más largo plazo.
También podemos ver una cartera cada vez más diversificada. Fíjense cómo ha
caído la exposición hacia el sector servicios y ha crecido hacia la industria, la producción
primaria, el comercio y la construcción. Como ustedes saben, cuanto más diversificado,
más posibilidades de crecimiento sano tiene una economía.
Hay una incipiente recuperación del crédito. Allí, podemos ver cómo aumentan las
ventas en supermercados y las ventas en autos y como, de manera casi correlativa, va
creciendo el crédito prendario, el crédito al consumo. Esto nos permite mirar a los próximos
meses y decir que con esta tendencia van a crecer fuertemente los préstamos hacia estos dos
sectores: el prendario y el consumo.
Podemos decir que con la recuperación incipiente del crédito de corto plazo,
también tenemos un fortalecimiento de la solvencia de las entidades financieras. Es decir,
hoy tenemos entidades en las que se puede confiar. Tenemos una Superintendencia que está
encima de las entidades, precisamente, para cumplir con los parámetros de solvencia, de
liquidez, de cuidar que haya previsiones para cartera irregular o para malos préstamos.
Ustedes pueden ver cómo va cayendo la cartera irregular; es decir, aquellos que no pagan
respecto del total de préstamos. Fíjense como la línea azul va cayendo. Si ven la línea
colorada, de previsiones contra cartera irregular, se darán cuenta que los bancos toman más
previsiones por distintos inconvenientes que puedan tener, con lo cual existen balances más
sólidos en las entidades financieras.
El corolario natural es que, después de la fenomenal crisis, la rentabilidad empieza a
asomar al sistema financiero y esto es clave porque nosotros creemos que se va a expandir
la capitalización del sistema financiero si creamos condiciones para que haya más
rentabilidad, más préstamos, que es la naturaleza del sistema. La rentabilidad sobre activos,
el índice ROA, está mostrando que por primera vez está en el signo positivo con un 1,5 por
ciento de rentabilidad sobre activos para el total del sistema.
Es bueno hacer un análisis comparativo en términos de cómo pasaron las crisis
financieras otros países que tuvieron este tipo de situaciones. Claramente, podemos decir
que la Argentina no tuvo un cheque de 40.000.000.000 de dólares para poder fortalecer su
sistema financiero ni vino del exterior. También tenemos la deuda interna, que hay con la
sociedad, con la población, inhibida de cualquier posibilidad de capitalizar con fondos
públicos el sistema financiero.
Pero, fíjense en la línea colorada, mirando los años 1 y 2, cómo la Argentina se ha
recuperado más rápido que Turquía, Tailandia.
A pesar de todo, no tenemos recursos pero sí tenemos tiempo, y los tiempos nos
van acompañando. Precisamente, la creación de estos instrumentos está permitiendo una
mayor capitalización del sistema bancario. Como ustedes ven, las capitalizaciones que ya
han finalizado representan 6.600.000.000 de pesos, que son los propios accionistas tanto de
los bancos públicos provinciales como nacionales así como también de los bancos privados.
Eso nos permite mirar no sólo lo que ya pasó sino también hacia adelante. Es decir, hay
2.200.000.000 de pesos en proceso de capitalización que esperamos concretar en los
próximos seis meses.
Miremos también las instituciones financieras que cotizan en el mercado de valores.
En ese sentido, tanto la relación precio valor libros como la línea azul han venido creciendo
en materia de capitalización bursátil. Fíjense que están casi por encima del crecimiento del
índice Merval, lo cual muestra claramente que la percepción de los balances, sobre todo de
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las entidades que cotizan en la Bolsa, acompaña precisamente este proceso de
capitalización.
Hemos visto entonces dónde estamos parados; de dónde partimos, cuál es el
contexto macroeconómico y cuál es la realidad internacional. El principal riesgo
internacional es una suba de la tasa de interés y una depreciación del dólar en el corto
plazo. Entonces, tomando toda esta batería de insumos es que el Banco Central ha realizado
el Programa Monetario que voy a exponer en este contexto. Pero era muy importante
señalar cuáles eran las variables que tomamos en consideración, que entraron en las
proyecciones econométricas que ha tomado el Banco Central, para pasar entonces a
transmitir que el objetivo central va a ser, como lo dije en la primera transparencia,
establecer un sistema de un rango inferior y un rango superior para la tasa de inflación, que
-reitero- es de un 5 a un 8 por ciento.
¿Cómo lo vamos a lograr? Con metas cuantitativas en materia de crecimiento de la
base monetaria ampliada y de los distintos agregados monetarios como “M2" y “M3".
También hay una creación importante de dinero secundario. ¿Qué quiere decir eso? Que el
circulante va hacia los bancos y que desde allí va saliendo de las cuentas a la vista y se va
transformando en depósitos a plazos que luego se vuelven a prestar. Eso es lo que los
economistas llamamos “creación de dinero secundario”, porque lo que no queda como
encaje de los bancos en el Banco Central es lo que se vuelve a prestar. Y ese es el
fenómeno que vamos a ver profundizar el año entrante. Es decir, no vamos a ver un
crecimiento importante de la cantidad de circulante sino de la cantidad de dinero
secundario. Y, por supuesto, vamos a trabajar en la profundización de la tasa de interés
como otra herramienta de política monetaria, así como el desarrollo de nuevos instrumentos
que nos permitan absorber sin costo el exceso de liquidez que pueda haber en el mercado.
El objetivo central para plantear las expectativas de inflación como eje de la política
monetaria es la transparencia en materia de objetivos, para poder ser responsables y
medibles por el Senado de la Nación y la opinión pública en general en materia de cómo el
Banco Central va cumpliendo día tras día. Por eso tenemos objetivos claramente definidos;
no hay una caja negra en donde se define la política monetaria. Precisamente, como ya lo
he hecho cuando se presentó el informe sobre inflación, cada tres meses vamos a venir a
ambas comisiones del Honorable Senado de la Nación para reportar cómo se ha
comportado el crecimiento de la cantidad de dinero y también cómo vamos cumpliendo con
el compromiso de inflación. En ese sentido, tenemos un informe que es público y al que,
por supuesto, se puede acceder a través de nuestro sitio de Internet. Asimismo, tenemos
otras formas de publicidad como la presentación ante el Congreso así como conferencias y
seminarios en donde participa el directorio y los profesionales del Banco Central. Y
también el relevamiento de las expectativas de mercado, lo cual marca que lo que está
precisamente proyectando el Banco Central es lo que el proyecta el mercado de igual
forma. Es decir, no hay divergencias entre el Banco Central y las distintas instituciones. Por
lo tanto, ser claros en las metas y en la comunicación es también una de las bases de la
credibilidad ganada en materia de política monetaria.
Vamos entonces a las proyecciones y a ver sobre qué bases hemos tomado el
crecimiento de la cantidad de dinero. En principio, como decíamos, la proyección de
inflación del Banco Central para el año que viene es de un mínimo del 5 y un máximo del 8
por ciento. El crecimiento del producto en un escenario base está calculado en
aproximadamente un 5 por ciento. Hemos tomado como insumo en nuestro cálculo que el
superávit fiscal es de 3 puntos del producto mientras que la balanza comercial es de un
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poco más del 5 puntos del producto. Es decir, tenemos nuevamente un excedente de divisas
que se va volcando al mercado de financiamiento y cambiario en la Argentina. Asimismo,
el Programa Matching, por el cual el sector financiero le paga al Banco Central las deudas
que tienen por los redescuentos, es otro factor de contracción de la base monetaria. Y
tomamos también como insumo el objetivo de crecer en prestamos en un 20 por ciento para
el año que viene.
Ese es el primer gráfico que quiero compartir con ustedes en términos del
compromiso del Banco Central en materia de crecimiento de la base monetaria ampliada.
Vamos a terminar el año 2004 con un stock de base monetaria de 49.500.000.000 de pesos.
Y lo que estamos proyectando en la base inferior es un crecimiento del 5 por ciento de esa
cantidad de dinero mientras que en la base superior estamos proyectando un crecimiento
del 15 por ciento.
¿Cómo desagregamos eso? En este gráfico mostramos cómo van a ser las curvas de
crecimiento el año entrante. Probablemente, el comportamiento del crecimiento de la
cantidad de dinero esté en el medio entre el límite inferior y el límite superior. Aquí vemos
cómo se desglosa el crecimiento de la base monetaria entre billetes y monedas en
circulación con un límite inferior en materia de crecimiento de 32.800.000.000 de pesos y
un límite superior de 35.000.000.000 de pesos. También estamos mostrando el crecimiento
en materia trimestral, de manera tal que el Senado de la Nación y el público en general
pueda ir midiendo el compromiso y la efectividad del Banco Central. Y, por supuesto, con
el crecimiento de los depósitos también tenemos un crecimiento de las reservas bancarias.
Es decir, tenemos un crecimiento de los encajes con un límite inferior de crecimiento de
19.000.000.000 de pesos y un límite superior de casi 22.000.000.000 de pesos. Ambos
conceptos, circulantes más encaje, es lo que forma el gráfico anterior de base monetaria
ampliada, que es el compromiso del Banco Central.
Miremos el segundo agregado monetario, que es nuestro compromiso en materia de
“M2". Es decir, agregándole las cuentas a la vista y las cajas de ahorro. Y lo que nos está
dando es un crecimiento de stock. O sea, vamos a terminar el año con casi 600.000.000 de
pesos y estamos proyectando un crecimiento con un piso del 4,8 por ciento y un techo de 15
por ciento. Eso nos muestra la tendencia en términos de crecimiento de la cantidad de
dinero. Fíjense que es una pendiente más “amesetada” con respecto a la que tuvimos en
materia de crecimiento de la cantidad de dinero. En términos gráficos, la pendiente de la
línea azul nos pondría bastante por encima, si seguimos con esa misma tendencia, de la
línea colorada. Precisamente, lo que estamos viendo es que la Argentina vuelve a ser un
país normal en materia de crecimiento de la cantidad de dinero. Y con el agregado
monetario más amplio —con los depósitos a plazo fijo— salimos el 1º de enero con una
base de 144.000.000.000 de pesos, que en límite inferior estimamos hacia finales de 2005,
en 155.500.000.000 de pesos y en el límite superior en 169.800.000.000 de pesos.
En este gráfico mostramos el crecimiento del M3. En este caso se puede ver como la
pendiente de crecimiento es prácticamente la misma que hemos tenido porque el Banco
Central está previendo un crecimiento de los depósitos a plazo en el sistema financiero. Es
decir, menos creación de circulante y más creación de dinero bancario.
Señores senadores: esta es la presentación del programa monetario. El compromiso
que toma el Banco Central es muy claro y explícito en materia de crecimiento de la
cantidad de dinero, como corolario de tener solvencia fiscal, prudencia monetaria, un tipo
de cambio flexible, pero también un tipo de cambio que no es volátil en nuestro país, lo
cual le da a la población un escenario sobre qué parámetros, sobre qué campo de juego
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estamos marcando la cancha para que cada uno de ustedes pueda tomar sus decisiones
relacionadas con el consumo, inversión, ahorro. Entonces, con el aporte de credibilidad y
metas claras es precisamente como aspiramos a continuar contribuyendo a un crecimiento
serio, sostenido sobre bases absolutamente profesionales.
Muchas gracias. Quedo a disposición para las preguntas de los senadores.
Sr. Presidente.— Abrimos el plenario para las consideraciones que quieran formular los
señores senadores al presidente del Banco Central.
Tiene la palabra el senador Cafiero.
Sr. Cafiero. — Son dos órdenes de reflexiones que me gustaría pedirle al presidente del
Banco Central.
En primer lugar, ¿cómo impacta esta admirable combinación de factores monetarios
en el nivel de empleo, en los salarios reales y en los niveles de pobreza e indigencia? Este
es el tema central que como sociedad los argentinos advertimos.
La otra es una pregunta más concreta. ¿Qué piensa usted de esta preanunciada
decisión, si es que se ha tomado, de facilitarle al gobierno un mayor acceso al crédito
bancario, modificando inclusive la Carta Orgánica del Banco Central?
Sr. Redrado. — En términos del nivel de empleo, hemos dicho que hay una excelente
recuperación del mismo, en particular en lo referido a la elasticidad de ingreso del empleo,
es decir, cuánto crece el producto y cuánto crece el empleo.
En la década de los 90, senador Cafiero, usted sabe que ese concepto era que por
cada punto que crecía el producto, crecía un 0,66 por ciento el empleo. Hoy por cada punto
que crece la economía argentina, crece también un punto el nivel de empleo, lo cual nos
permite decir que hacia fin de año vamos a tener una sensible disminución de la tasa de
desempleo. Con este nivel de crecimiento antes del año 2007 vamos a tener un dígito en la
tasa de desempleo.
En cuanto al salario real, el compromiso es tener un peso estable, una tasa de
inflación baja, aun cuando hay ciertos reacomodamientos de precios relativos, en particular
en el sector servicios. Esto nos está permitiendo que el salario de los argentinos valga.
También creo que es saludable un crecimiento de salarios en muchos sectores a partir de un
crecimiento de la productividad.
Indudablemente en términos de pobreza e indigencia estamos menos peor, pero
todavía estamos mal. Como usted señala, es la principal preocupación que tenemos todos
los argentinos, cualquiera sea nuestra responsabilidad.
Lo que sí podemos decir es que con el crecimiento del consumo, de la industria,
sobre todo aquella que tiene mano de obra intensiva, este nivel de indigencia se va
morigerando. Pero nos va a llevar muchos años de mucho trabajo, esfuerzo y transpiración
para poder volver a niveles normales -no digo tolerables, porque nunca es tolerable- de
pobreza e indigencia. Sí podemos decir que ha bajado en diez puntos el nivel de pobreza e
indigencia. Estábamos muy mal, estamos menos mal y todavía hay mucho por hacer. La
contribución modesta pero segura que puede hacer la política monetaria es darle a los
trabajadores que el valor de sus salarios no se deprecie mes a mes sino que tenga la
capacidad adquisitiva para poder cumplir con las necesidades de alimentación, educación,
salud, o sea, las necesidades que tiene cualquier familia argentina.
Respecto de su segunda pregunta, senador, por lo menos el Directorio del Banco
Central tiene sólo referencias periodísticas de esta supuesta modificación. Por lo que he
recabado también del Poder Ejecutivo nacional, no hay proyecto alguno que se esté
gestando.
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Reunión de la Comisión de
No me gusta opinar sobre hipótesis, pero sí puedo decir que no es necesario ni
oportuno modificar ningún artículo de la Carta Orgánica del Banco Central. Pero
indudablemente, llegado el momento, si es que ese momento llega, será producto de debate,
en donde claramente los legisladores van a tener mucho para decir, si es que ese momento
llega.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el senador Morales.
Sr. Morales. — Se prevé un crecimiento del crédito de por lo menos un 20 por ciento para
el año que viene. ¿Qué perspectiva de composición de crecimiento del crédito tiene
especialmente para las PyMES? ¿Cuál es la idea del Banco Central en cuanto al crédito a
las PyMES, a pequeños emprendimientos?
Sr. Redrado. — Ya hemos tomado medidas, señor senador. Quizá han pasado
desapercibidas para la mayoría de la población. Pero es algo que hace al capital de trabajo
para las pequeñas y medianas empresas que existan las garantías que deberían tener las
PyMES para el descuento de documentos y cheques dentro del sistema financiero.
Usted sabrá que anteriormente las empresas que tenían que descontar este tipo de
documentos, debían abrir legajos, presentar garantías sobre el emisor del documento y del
cheque y muchas veces esto traía enormes dificultades o costos que prácticamente hacían
prohibitivo que hubiera fondos, por lo menos, de corto plazo. Es sabido que el descuento
del cheque es un instrumento importante para el financiamiento de nuestras pequeñas y
medianas empresas.
Aproximadamente hace tres semanas el Directorio del Banco Central decidió
eliminar las garantías y pedir simplemente al emisor de cheques que tenga dos
clasificaciones de riesgo, dos evaluaciones de riesgos por evaluadoras independientes y con
esto es suficiente para que esos documentos, esos cheques, se descuenten sin abrir un
legajo, sin burocracia y sin generar garantías que les daban costos mucho mayores.
Por lo tanto, creemos y vemos que este tipo de financiamiento será muy fuerte.
Claramente observamos el crecimiento del crédito prendario en niveles muy parecidos —
todos entre el 15 y el 20 por ciento—, el crecimiento del crédito consumo y también de
descuento a documentos. Por lo tanto, nosotros tenemos que acompañar todo esto con la
creación de nuevos instrumentos, con rapidez en la puesta en marcha de estos instrumentos
de fondeo sobre el sistema financiero para tener crédito de más largo plazo.
En síntesis, diría que en todos estos rubros habrá un crecimiento muy importante.
En cuanto a las economías regionales, quiero señalar un concepto de trabajo
conjunto con los señores senadores relacionado con el impulso a las cooperativas de
crédito.
Gracias a una iniciativa del Congreso de la Nación hoy tenemos una legislación en
materia de cajas y de cooperativas de crédito que ya cuenta con una reglamentación.
Creemos que este es el instrumento más adecuado para llegar a las localidades más
pequeñas del país y para que haya créditos en todas las provincias. En efecto, falta realizar
mucha tarea en conjunto para trabajar con las cooperativas telefónicas y eléctricas que
existen en muchas áreas de nuestro país. Evidentemente, sería un corolario natural contar
con cooperativas financieras y cajas de crédito que puedan financiar hasta a los propios
trabajadores. Allí hay una clientela cautiva desde el punto de vista del crecimiento y creo
que esto necesita un mayor trabajo con las autoridades provinciales para difundir el crédito.
En consecuencia, le diría al senador que habrá un crecimiento en todos los
renglones y que el crédito a largo plazo dependerá precisamente de estos instrumentos que
pongamos en el campo de juego en los próximos meses.
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Sr. Presidente.— Tiene la palabra el señor senador Sanz.
Sr. Sanz. — En todos los cuadros que usted ha mostrado —sobre todo los relacionados con
las proyecciones para el próximo año— creo que hay poca incidencia o influencia de algo
que hoy es central en la vida del país y que es el proceso de reestructuración de la deuda
externa.
Por lo tanto, mi pregunta es: ¿cómo evalúa este proceso en cuanto al impacto en la
economía argentina para el próximo año y de acuerdo a las distintas hipótesis que se
pueden dar?
Sr. Redrado. — Senador: su pregunta es excelente.
Siempre he dicho que tenemos responsabilidad por lo que figura en la Carta
Orgánica y este Directorio es absolutamente consciente de ello.
La negociación o renegociación de la deuda no está dentro del mandato que ustedes
nos han encomendado como Congreso de la Nación. Sin embargo —como bien dice
usted—, en nuestras proyecciones existe un supuesto de reestructuración de la deuda y ese
supuesto se da a mediados del año próximo. Entonces, con ese supuesto se ha trabajado el
modelo que nos permite llegar a estas evaluaciones.
En ese sentido, estamos muy tranquilos ya que el rango que planteamos con
respecto al crecimiento en la cantidad de dinero puede tener una oscilación hacia el límite
inferior o superior. Si bien esta es una de las variables que claramente puede favorecer o
desfavorecer el crecimiento en la cantidad de dinero, hemos generado un escenario base, un
escenario piso y un escenario superior; y en eso contemplamos todas las alternativas.
En el escenario base definimos que la reestructuración de la deuda se completa en el
primer semestre del año próximo.
Sr. Presidente.— Partiendo de esa misma hipótesis de reestructuración de la deuda pública
argentina con respecto a los acreedores externos y de que efectivamente esa
reprogramación se logre en el primer semestre, ¿se han contemplado escenarios desde el
punto de vista de una revitalización del influjo de capitales externos y se han previsto
mecanismos de esterilización o eventualmente mecanismos de control del flujo de
capitales?
Sr. Redrado. — Absolutamente.
En la actualidad, contamos con un instrumento de esterilización que le cuesta plata
al Banco Central, aunque poca debido a un escenario de bajas tasas de interés como son las
Letras del Banco Central.
Cuando asumió este Directorio en el Banco Central, lo primero que se hizo con el
vicepresidente y los demás directores fue analizar el balance del Banco Central y allí
observamos que como producto de la emisión de pesos para la compra de cuasi-monedas, el
sector público nacional le dio únicamente al Banco Central, como contrapartida, títulos en
pesos, BODEN 2011 y 2013 ajustados por CER.
En ese sentido, existe consenso de todo el Directorio del Banco Central para que el
año próximo, una vez que el Estado nacional concluya su canje de deuda pública, el Banco
Central ofrezca una porción menor de estos títulos en canje al mercado local. Serán
canjeados por cualquier tipo de títulos que nos quieran dar los inversores y el sistema
financiero. Entonces, primera reflexión: no crecerá la cantidad de títulos en el mercado ya
que no estamos aumentando el stock de la cantidad de títulos, simplemente cambiamos un
título por otro. Eso significa que después de hacer esta operación, el Banco Central va a
tener BOGAR, BODEN en pesos y BODEN en dólares y, además, algo muy importante
para estos títulos que tienen un precio de mercado.
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Por lo tanto, esta batería de títulos nos va a permitir, en el caso de que haya
excedentes de la cantidad de dinero, esterilizar sin costos para el Banco Central —ya que
no son títulos de dicho Banco— y absorber cantidad de dinero adicional que pueda venir
como consecuencia de incrementos de la cantidad de dinero.
Tenemos información de que el Ministerio de Economía está trabajando también en
algunos instrumentos que permitan disuadir o generar costos adicionales a los capitales
“golondrinas” o especulativos que pueden venir en el corto plazo.
En consecuencia, confiamos que entre las medidas que pueda adoptar el Ministerio
de Economía y los instrumentos disponibles que tiene el Banco Central, vamos a cumplir
perfectamente con la pauta monetaria. Y si existe excedente de cantidad de dinero,
claramente lo vamos a absorber a través de estos mecanismos.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Urquía.
Sr. Urquía. — En este contexto económico internacional —donde las paridades de las
monedas fluctúan día a día y todo indicaría, por lo que se lee y se escucha, que el dólar
tiene un horizonte de debilitamiento, por lo menos, ante el euro y las monedas del lejano
oriente, como el yen—, respecto del stock de reservas que tiene el Banco Central —que
imagino debe ser un menú de monedas— ¿qué chance tenemos de incrementar la
disponibilidad de monedas, que no sea dólar, para tratar de preservar el valor o el poder
adquisitivo de las reservas de nuestro país?
Por otro lado, personalmente, tengo el convencimiento de que economías como la
argentina, que tienen un mercado interno importante, pero comparado con el resto de los
mercados internos del mundo, en unidades de personas, es muy pequeño, necesitan un tipo
de cambio medio alto. Si no, a la pequeña y mediana empresa le cuesta muchísimo
competir en el mundo, porque no tiene masa crítica de venta en un mercado local.
¿Qué está pensando el Banco Central respecto de la paridad del peso versus el dólar,
habida cuenta de que ya hace más de dieciocho meses que estamos fluctuando entre 2,85 y
3 pesos?
Muchas gracias.
Sr. Redrado. — Gracias, senador, por su pregunta.
Hoy el Banco Central tiene una diversificación importante en términos de la
colocación de sus reservas. Hay hasta un 30 por ciento, y quizás un poquito más, que está
puesto en distintas monedas, como es el euro, como es el yen, como es la libra esterlina y
también una porción importante, que hoy está en 700.000.000 de dólares, en oro.
De tal manera que en esta composición de diversificación de monedas lo que está
haciendo el Banco Central, cada vez que tiene que hacer algún pago al exterior, como se
han hecho en los últimos meses, es mantener esa tasa de diversificación.
Como usted sabe, también los movimientos y la administración de portafolio que
pueda hacer el Banco Central con un país en default está claramente restringida. Y yo le
diría que, por el momento, estamos satisfechos de ese mix en materia de monedas, y es el
que vamos a mantener, por lo menos, hasta que el país salga de esa situación.
Con respecto a la paridad, ese un tema sobre el que tiene que opinar más el
Ministerio de Economía que el Banco Central. El Banco Central, como decía, se ocupa de
fijar la tasa de inflación.
Uno puede tener, en materia de política monetaria, dos o tres instrumentos que fija.
Lo que tiene que elegir es cuál es el instrumento que fija y dejar que el resto de los
instrumentos monetarios, como la tasa de interés o el tipo de cambio, se ajusten; no puedo
tener dos objetivos al mismo tiempo.
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Por lo tanto, lo que puedo decir, para tranquilidad de los sectores productivos, es
que mientras el sector público nacional tenga solvencia fiscal y la política monetaria sea de
prudencia monetaria y de estabilidad inflacionaria, como lo estamos reflejando en este
momento, si no hay ningún cambio en las dos condiciones, el corolario natural es
estabilidad en materia cambiaria.
Pero el Banco Central no fija una meta. Antes bien, es el Ministerio de Economía,
que también puede intervenir en el mercado cambiario, como lo ha hecho durante el curso
de este año. Si tiene una meta en materia de tipo de cambio —reitero—, las compras que
hace el Banco Central día tras día tienen que ver con el crecimiento de la cantidad de dinero
que hemos pautado, con este sendero que hemos pautado.
Y por lo tanto, lo que le podemos garantizar a la población es una cosa: tasa de
inflación y precios estables. El corolario natural, teniendo conducta fiscal, es estabilidad
cambiaria.
Sr. Presidente. — Luego de la pregunta del senador Morales, le haría una pregunta
adicional y concluiríamos.
Sr. Redrado. — Cómo no.
Sr. Morales. — Después de tantas buenas noticias, la mala noticia de lo que pasó con el
Banco de Nueva York en la reestructuración claramente debilita la posición del país.
En lo personal, me parece que la responsabilidad en el manejo en esa parte de la
negociación tiene que ver mucho con lo que ha hecho uno de los funcionarios de economía,
especialmente Guillermo Nielsen.
Pero aparte de que todos comprendemos que debilita nuestra posición, ¿usted cree
que eso encarece la reestructuración de la deuda que estamos encarando? Y, si esto es así,
¿en qué términos cree usted que va a encarecer la reestructuración para el país? Si tiene
alguna opinión; si puede darla. Y si no, comprendemos.
Sr. Redrado. — Como dije, senador —y usted estuvo presente en la audiencia pública de
la confirmación, tanto mía como de Miguel y el resto de los directores—, nuestro propósito
es ocupar profesionalmente el metro cuadrado que nos corresponde. Entonces, claramente,
nosotros somos responsables por la política monetaria, por el crecimiento de la cantidad de
dinero, por las tasas de interés, por nuestras intervenciones en el mercado cambiario, por la
solvencia del sistema financiero. Y somos absolutamente responsables.
La pregunta que usted me hace es del manejo de otra área del gobierno. Y, por lo
tanto, si usted me permite, me va a eximir de hacer cualquier comentario.
Sin embargo, lo que sí quiero agregar, dicho esto desde el punto de vista de mi
experiencia profesional, es que un proceso de reestructuración como el que está llevando la
Argentina tiene enormes complejidades. Es un proceso muy trabajoso, y una dilación de un
mes en un proceso tan trabajoso no es algo que deba llamarnos a tremendismos. Pero no me
corresponde evaluar ni juzgar otra área de la administración. Creo que esto lo tienen que
hacer las autoridades a las que les compete esa tarea.
Sr. Presidente. — Señor presidente: ¿cómo visualiza usted el impacto del índice de precios
mayoristas en el índice de precios minoristas para el año próximo? Me refiero a la
traslación del índice de precios mayoristas, que es sustancialmente superior al índice de
precios minoristas
La otra pregunta es cómo observa la evolución de lo que se denomina “fuga de
capitales”, desde el año 2002 hasta el año 2004, y una perspectiva para 2005. Esto teniendo
en cuenta la variación del stock de reservas internacionales deducida la liquidación efectiva
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Reunión de la Comisión de
de divisas en el exterior a través de regímenes especiales y la cancelación de obligaciones
con organismos multilaterales de crédito.
Sr. Redrado. — El Banco Central está mirando dos cosas en materia de tasa de inflación.
Una es la capacidad instalada, que mencioné en mi presentación, en donde hay tres sectores
que tenemos en la mira en materia de sus programas de inversión. Porque claramente están
llegando a un cuello de botella. Y, sin duda, la segunda fuente que estamos mirando muy de
cerca es cómo está creciendo el índice de precios mayoristas más que el índice de precios
minoristas y cómo esto se traslada a márgenes de comercialización.
Creemos que todavía se está trasladando de manera muy paulatina, de modo que nos
permita estar en esa protección de tasas de inflación.
Vemos que hay también ajustes, más que nada en el sector servicios en estos
últimos tiempos, y que probablemente continuarán el año entrante.
Pero también, por lo que usted acaba de señalar, y a iniciativa de mi colega, el
vicepresidente, esta tarde vamos a tener una reunión con empresarios, sobre todo del sector
minorista de bienes de consumo, para poder interiorizarlos de la política monetaria y la
política en términos de tasa de inflación.
Es la primera vez que el Banco Central va a reportar en una reunión a quienes son
líderes en materia de precios al consumo y trasladarles esta preocupación, en cuanto a que
vamos a estar mirando cómo maneja sus márgenes el sector minorista y que este
acompasamiento con precios mayoristas sea precisamente de manera paulatina.
Todo movimiento brusco que haga el sector privado en estos casos claramente nos
va a obligar a bajar la cantidad de dinero o a subir la tasa de interés. Y esto, sin duda, es un
mensaje que queremos darle de antemano al sector empresarial, para que tome esto como
base de su toma de decisiones hacia el año entrante.
En materia de fuga de capitales, senador, hay que tener muy en cuenta qué se dice
como fuga de capitales, o qué se mide como fuga de capitales. Yo entiendo la fuga de
capitales como toda inversión en activos externos y que no se realiza dentro del país.
Ahora bien, hay que desglosar esa inversión en activos externos de lo que son pagos
de deuda. Como ustedes saben, el sector privado ha venido con un proceso de
reestructuración de deuda realmente muy importante. Pero lo que podemos decir, senador,
es que en el año 2001 la fuga de capitales apareció con mayor virulencia.
El correlato
más claro que tuvimos fue la caída de reservas a partir de marzo de 2001, la caída de
depósitos cuando la gente trasladaba sus depósitos en pesos a dólares, compraba activos
externos o los terminaba guardando o refugiando en el sistema no financiero.
De los casi 10.000.000.000 de dólares de fuga de capitales que se vivió en 2001, fue
cayendo paulatinamente hasta que hoy hay una muy baja fuga. Podemos decir que este año
ha habido inversiones en activos en el exterior. Es decir, en títulos, inversiones
inmobiliarias o inversiones en activos reales por 1.000.000.000 de dólares. Todo eso ha
sido adecuadamente declarado. Por lo tanto, podemos decir que hoy, prácticamente, no hay
fuga de divisas sino una vuelta a la normalidad. Sí hay gente que quiere diversificar sus
ahorros con otros activos. Claramente, eso nos impone el desafío en el sistema financiero,
de crear nuevos instrumentos para que el ahorro se vuelque en pesos y no tenga que buscar
otras plazas u otros horizontes.
Sr. Presidente.- Muchas gracias.
En nombre de las comisiones de Economía Nacional e Inversión y de Presupuesto y
Hacienda, le agradecemos a los señores presidente y vicepresidente del Banco Central su
presencia.
00/00/2004
Reunión de la Comisión de
- Son las 12 y 37.
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