amnistía internacional amnesty international Persecución y resistencia La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional (AI) es un movimiento mundial independiente de activistas cuyo objetivo es contribuir a que se respeten y protejan en todo el mundo los derechos humanos. Cuenta con más de 2,2 millones de miembros y simpatizantes en más de 150 países y territorios. © Amnesty International Publications 2007 Reservados todos los derechos. Esta publicación tiene derechos de autor, si bien puede ser reproducida por cualquier medio, sin pago de tasas, con fines educativos o para llevar a cabo acciones de protección y promoción de los derechos humanos, pero no para la venta. Los titulares de los derechos de autor solicitan que se les comuniquen los usos mencionados con el fin de evaluar sus efectos. Para la reproducción de este texto en cualquier otra circunstancia, su uso en otras publicaciones o su traducción o adaptación, deberá obtenerse el permiso previo por escrito de la editorial, y podrá exigirse el pago de una tasa. Pueden descargar este informe de la página: www.amnistiainternacional.org Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Índice AI: AMR 02/001/2007 Idioma original: inglés Impreso por Artes Gráficas ENCO, S. L. Sallaberry, 75 28019 Madrid España Impreso en papel reciclado Foto de portada: Un activista negocia con la policía en una manifestación. © Adivima Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Introducción Responsabilidad de los gobiernos Casos Edición española a cargo de: Editorial Amnistía Internacional (EDAI) Valderribas, 13 28007 Madrid España www.amnistiainternacional.org Publicado por: Amnistía Internacional Secretariado Internacional Peter Benenson House 1 Easton Street Londres WC1X 0DW Reino Unido www.amnistiainternacional.org Índice AI: AMR 02/001/2007 1 2 6 Homicidios y ataques Amenazas e intimidación Protección inadecuada 9 15 22 Conclusiones y recomendaciones 28 Apéndice 31 ii Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © Particular El 8 de enero de 2003, Marcelino y Leonardo Miranda, dirigentes indígenas del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH), fueron detenidos en la comunidad de Planes, Montaña Verde, departamento de Lempira, en el oeste de Honduras. Los dos hermanos permanecieron más de tres años injustamente encarcelados hasta que por fin quedaron en libertad a mediados de 2006. Muchos de los cargos presentados inicialmente contra ellos se retiraron por falta de pruebas. Sin embargo, en diciembre de 2003 se los declaró culpables del asesinato de Juan Reyes Gómez, ocurrido en 2001, pese a existir indicios de que se habían formulado acusaciones falsas contra ellos por sus intentos de obtener un título de propiedad de las tierras comunales para las comunidades de Montaña Verde. Fueron condenados a 25 años de prisión.1 La detención de los dos hermanos se produjo en un contexto de enfrentamiento continuo entre grupos indígenas que intentaban conseguir la titularidad de las tierras comunales y hacendados locales que al parecer estaban interesados en el uso de las tierras objeto de disputa para la cría de ganado, la explotación maderera o el cultivo de café. Según informes, numerosos líderes de las comunidades indígenas han sido amenazados e intimidados por personas que se cree están vinculadas a hacendados locales, y ha habido varios casos de hacendados que han interpuesto querellas que han dado lugar a la presentación de cargos penales falsos contra dirigentes indígenas.2 Durante 2004 se presentaron varios recursos contra la sentencia condenatoria de los hermanos Miranda por irregularidades procesales en los juicios, pero todos fueron desestimados. El 27 de octubre de 2005 se interpuso otro recurso, en el que se alegaba una aplicación errónea de la ley. Este último recurso prosperó, y la Corte Suprema de Justicia absolvió a los hermanos Miranda del delito de asesinato. Finalmente, Marcelino y Leonardo Miranda fueron excarcelados incondicionalmente el 12 de julio y el 15 de agosto de 2006 respectivamente. Marcelino y Leonardo Miranda, noviembre de 2005. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras 1 Introducción OS defensores y defensoras de los derechos humanos son actores cruciales de nuestro tiempo. Están al frente de la lucha por los derechos civiles, políticos, sociales y económicos, posición que a menudo los expone sobremanera a sufrir ataques e intimidación. En Centroamérica, Amnistía Internacional ha documentado agresiones y amenazas contra defensores de los derechos humanos que trabajan para promover y proteger una amplia variedad de derechos; en el presente informe se destacan varios de estos casos.Estas personas representan a algunos de los grupos más marginados de la sociedad civil, desde pueblos indígenas hasta miembros de la comunidad de personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) y grupos de mujeres. La persecución del colectivo de defensores de los derechos humanos sigue siendo un motivo de honda preocupación en Centroamérica.3 A pesar de que se ha progresado en la elaboración de normas internacionales de derechos humanos sobre la protección de estas personas, continúan recibiéndose informes de homicidios, amenazas de muerte, hostigamiento e intimidación de defensores y defensoras de derechos humanos de esta región. Investigaciones y procesamientos infundados, vigilancia de lugares de trabajo y de domicilios y robo de información y documentos importantes de derechos humanos, éstas son algunas de las tácticas empleadas para intimidar a estas personas e impedirles proseguir con su labor.Los responsables de violaciones de los derechos humanos de defensores y defensoras a menudo eluden la acción de la justicia. Con frecuencia, las investigaciones de estos abusos son extremadamente inadecuadas. Los defensores y defensoras de los derechos humanos4 trabajan para que se hagan realidad algunos de los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos o todos ellos. Los derechos que defienden pueden ser civiles y políticos (como el derecho a no sufrir tortura o a un juicio justo), económicos y sociales (como el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud) o culturales (como el derecho de los pueblos indígenas a controlar sus propias tierras y recursos). En su informe presentado en 2007,la representante especial de las Naciones Unidas (ONU) sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos observa que las personas que trabajan en la defensa del derecho a la tierra y a los recursos naturales o en cuestiones medioambientales parecen correr un especial riesgo de ataques y violaciones de sus derechos. L [[L]os defensores que trabajan en [la esfera de los derechos económicos, sociales y culturales], pueden sufrir, a causa de su trabajo, violaciones de sus derechos por parte del Estado o actos de violencia o amenazas por parte de agentes no estatales. Al parecer, las violaciones de los derechos de estos defensores son iguales en todas sus variantes a las que sufren los defensores que se ocupan de los derechos civiles y políticos. Sin embargo, hay algunas diferencias Amnistía Internacional Agosto de 2007 1 Para más información, véanse Amnistía Internacional, Defensores de los derechos humanos en situación de riesgo. Honduras: Presos de conciencia de Montaña Verde (Índice AI: AMR 37/001/2006), y declaración pública, Honduras: Amnistía Internacional, satisfecha por la excarcelación de los hermanos Miranda (Índice AI: AMR 37/006/2006). 2 Para más información, véase declaración pública, Honduras: Prisionero de Conciencia Feliciano Pineda liberado. Primer paso para que se haga justicia (Índice AI: AMR 37/003/2006). 3 En su examen del informe presentado por el gobierno de Guatemala, el Comité contra la Tortura, de la ONU, observa un aumento de las denuncias por actos de hostigamiento y persecución, como amenazas, homicidios y otras violaciones de los derechos humanos, sufridos por los defensores y defensoras de derechos humanos, y expresa preocupación por el hecho de que esos actos queden impunes. Para más información, véase Examen de los informes presentados por los Estados Partes en virtud del artículo 19 de la Convención, Conclusiones y recomendaciones del Comité contra la Tortura, CAT/C/GTM/CO/4, 25 de julio de 2006, párr. 12. 4 Amnistía Internacional utiliza este término en un sentido amplio e inclusivo, pero no pretende en modo alguno ignorar ni cuestionar el uso de otros términos apropiados en países o contextos específicos. Índice AI: AMR 02/001/2007 1 2 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras y quizá la más importante sea que los defensores que luchan a favor de los derechos económicos, sociales y culturales tienen más dificultades para que su trabajo se considere una actividad de defensa de los derechos humanos. Esto puede tener varios efectos, en particular los problemas para recaudar fondos,la falta de cobertura mediática de las violaciones de los derechos de estos defensores,el hecho de que se preste poca atención a tales violaciones,así como la vacilación a la hora de buscar medidas de reparación en el plano nacional o internacional. Hina Jilani, informe presentado por la representante especial del secretario general de la ONU sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos al Consejo de Derechos Humanos, 24 de enero de 20075 El presente informe se centra principalmente en los riesgos a los que se enfrentan los defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras, pues Amnistía Internacional considera que la constante de abusos contra los derechos humanos de los activistas de derechos humanos cometidos en estos dos países es generalizada, no da muestras de mejora y, por ello, necesita que tanto los respectivos gobiernos nacionales como los de otros países del mundo le presten especial atención. Responsabilidad de los gobiernos 5 Informe presentado por la Sra. Hina Jilani, representante especial del secretario general sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos, al Consejo de Derechos Humanos, A/HRC/4/37, 24 de enero de 2007. 6 El principio de diligencia debida alude al grado de esfuerzo que ha de realizar un Estado para aplicar los derechos en la práctica y para proteger a las personas de abusos cometidos por terceros. Si se ha violado un derecho, el Estado debe restaurarlo en la medida de lo posible y tratar de hacer rendir cuentas a los responsables. Asimismo, deberá proporcionarse una indemnización adecuada a las víctimas. 7 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos estipulan que los Estados Partes deberán «garantizar» los derechos previstos en tales tratados, y, como han señalado, respectivamente, el Comité de Derechos Humanos de la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, esta obligación incluye la protección contra actos cometidos por particulares. Índice AI: AMR 02/001/2007 Cuando un gobierno no condena, impide ni remedia violaciones contra defensores o defensoras de derechos humanos, transmite el mensaje de que tales violaciones se toleran. Al no adoptar los gobiernos medidas positivas, decisivas e integrales que protejan al colectivo de defensores de los derechos humanos de modo que puedan llevar a cabo su trabajo, se genera un entorno susceptible de contribuir a socavar su labor y a comprometer gravemente su seguridad. Los gobiernos de Guatemala y Honduras han ratificado numerosos tratados internacionales y regionales de derechos humanos, es decir, han asumido voluntariamente el compromiso jurídico de respetar las disposiciones de dichos instrumentos. La supremacía de los tratados internacionales y regionales de derechos humanos sobre la legislación ordinaria queda consagrada en varias Constituciones de América Latina,incluidas las de Guatemala y Honduras. Los gobiernos tienen el deber de garantizar el respeto por los derechos humanos.Les corresponde tomar medidas efectivas para asegurar que los agentes estatales actúan ateniéndose al Estado de derecho con el fin de impedir abusos, investigarlos cuando se cometen, llevar ante la justicia a quienes participan en violaciones de derechos humanos y proporcionar reparación a las víctimas. Todo Estado que no proteja a los defensores y defensoras de los derechos humanos contra agresiones,hostigamiento o amenazas de sus propios agentes podrá ser considerado responsable de violaciones de derechos humanos en virtud del derecho internacional. Los Estados también tienen la responsabilidad de proteger a las personas de los abusos perpetrados por particulares o grupos privados, por ejemplo, empresas.Para ello, han de asegurarse de que tales entes privados actúan dentro del marco del Estado de derecho y hacer que rindan cuentas del impacto negativo que puedan tener sus actividades sobre los derechos humanos. Los gobiernos están obligados a emprender acciones contra quienes obstaculicen o amenacen la labor de los defensores y defensoras de derechos humanos. Si el Estado no actúa con la diligencia debida6 para impedir, investigar y castigar abusos, incluido el hostigamiento de miembros del colectivo de defensores de derechos humanos, será considerado responsable de tales abusos con arreglo al derecho internacional de los derechos humanos.7 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Marco jurídico para la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos La Declaración Universal de Derechos Humanos8 y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre 9 contienen importantes normas que atañen al trabajo de los defensores y defensoras de los derechos humanos, como ocurre también con los tratados básicos de derechos humanos derivados de ambas declaraciones,10 en las que tanto Guatemala como Honduras son Estados Partes. Estos instrumentos protegen, por ejemplo, el derecho a la vida y a la libertad de la persona, a no sufrir privación arbitraria de libertad, a un juicio justo o a la libertad de expresión, circulación, asociación y religión, por nombrar algunos, y establecen la obligación de los Estados de respetar y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas que se encuentran bajo su jurisdicción. Además de los tratados internacionales y regionales,la Asamblea General de la ONU adoptó en 1998 la Declaración sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidos (Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos), conjunto de normas concebidas para garantizar los derechos de estas personas y asegurar que se las protege adecuadamente. «El artículo 1 de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Defensores de los Derechos Humanos establece que “[t]oda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a promover y procurar la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los planos nacional e internacional”. Por lo tanto, toda persona que de cualquier forma promueva o procure la realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales reconocidos a nivel nacional o internacional, debe ser considerada como defensora de derechos humanos.»11 La Declaración enuncia los derechos de los defensores y defensoras, así como las libertades y actividades específicas que son fundamentales para su trabajo. Entre éstos se encuentran el derecho a conocer,recabar,obtener y recibir información sobre todos los derechos humanos y libertades fundamentales, a participar en actividades pacíficas contra las violaciones de los derechos humanos, a formular críticas y quejas cuando los gobiernos no cumplan las normas de derechos humanos y a presentar propuestas de mejora. Al adoptar la Declaración, los Estados se comprometen a asegurar que los defensores y defensoras pueden llevar a cabo su trabajo de derechos humanos sin injerencias, obstáculos ni miedo a las represalias. Los gobiernos de las Américas también han reconocido en diversas resoluciones la importancia de las personas, los grupos y las organizaciones no gubernamentales (ONG) que promueven los derechos humanos. La resolución más reciente sobre los defensores y defensoras de los derechos humanos fue aprobada por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en junio de 2007.12 A pesar de los compromisos asumidos por los gobiernos de la región,Amnistía Internacional sigue documentando abusos cometidos contra defensores y defensoras de los derechos humanos con objeto de impedirles que ejerzan sus derechos.Los casos que se detallan en este informe ilustran algunos de los peligros, desafíos y dificultades a los que se enfrenta el colectivo de defensores de derechos humanos en Guatemala y Honduras, y ponen también de manifiesto que los gobiernos no están a la altura de su obligación de garantizar que estos grupos puedan desempeñar su trabajo sin sufrir ataques, miedo ni intimidación. El informe concluye formulando recomendaciones a los gobiernos sobre los principales pasos que deben dar para hacer de los compromisos contraídos una realidad. Amnistía Internacional Agosto de 2007 8 Adoptada por la Asamblea General de la ONU en su resolución 217 A (III) de 10 de diciembre de 1948. 9 Aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana, Bogotá, Colombia, 1948. 10 Véase el apéndice 1: Tabla de tratados internacionales y regionales ratificados por Guatemala y Honduras. 11 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de los derechos humanos en las Américas, marzo de 2006, párr. 13. 12 Organización de los Estados Americanos, Defensores de derechos humanos: Apoyo a las tareas que desarrollan las personas, grupos y organizaciones de la sociedad civil para la promoción y protección de los derechos humanos en las Américas, AG/RES. 2280 (XXXVII O/07), junio de 2007. Índice AI: AMR 02/001/2007 3 4 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © Adivima Manifestantes en la represa de Chixoy, septiembre de 2004. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras En la década de los setenta y los ochenta, alrededor de 20 comunidades mayas fueron desplazadas por la fuerza a consecuencia de la construcción de la represa hidroeléctrica de Chixoy en el departamento de Baja Verapaz, Guatemala. La Coordinadora de las Comunidades Afectadas por la Hidroeléctrica Chixoy (COCAHICH) hace campaña para que estas comunidades indígenas reciban una indemnización adecuada y para que se reconozca la pérdida de medios de vida, hogares, tierra y cultura que han sufrido debido al desplazamiento. Entre principios de 2005 y julio de 2007 se sometió a investigación a nueve integrantes de COCAHICH por presuntos delitos cometidos durante una manifestación pacífica celebrada en la represa en septiembre de 2004. A pesar de que el fiscal regional elaboró un informe en el que aseguraba que, según el informe de la policía, los miembros de la comunidad participaban en una protesta pacífica y no se habían ocasionado daños a la hidroeléctrica, se acusó formalmente a los nueve miembros de COCAHICH de varios delitos,13 entre ellos, amenazas y coacción, actividades contra los servicios públicos y actividades contra la seguridad interna de la nación.14 En febrero de 2005 se dictaron medidas sustitutivas contra los nueve integrantes de COCAHICH, en virtud de las cuales debían presentarse en el juzgado de paz correspondiente cada 15 días hasta que concluyese la investigación. Con arreglo a la legislación guatemalteca, ésta debería haberse realizado en un plazo de seis meses, pero el Ministerio Público no formalizó los cargos hasta diciembre de 2005, y la investigación se prolongó más de dos años. El 10 de abril de 2007, el Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra al Ambiente del departamento de Alta Verapaz dictó el sobreseimiento de tres de los cuatro cargos que pesaban contra los nueve miembros de COCAHICH. El 10 de julio de 2007, el Juzgado de Paz del municipio de San Cristóbal Verapaz decidió no proseguir los procedimientos por el cargo que quedaba pendiente, aplicando el criterio de oportunidad, por lo que se archivó la causa contra los integrantes de COCAHICH. Durante los más de dos años que duró la investigación emprendida contra ellos, los nueve miembros de la comunidad tuvieron que presentarse cada 15 días ante sus respectivos juzgados de paz locales. Para algunos de los acusados, esta obligación suponía dos días de camino de ida y otros dos de vuelta. Amnistía Internacional considera que las medidas sustitutivas dictadas contra los miembros de COCAHICH eran innecesariamente restrictivas y tenían por objeto impedir y reprimir su trabajo de derechos humanos en favor de las comunidades afectadas por la hidroeléctrica de Chixoy. 13 Para más información, véase Amnistía Internacional, Defensores de derechos humanos en situación de riesgo: Guatemala (Índice AI: AMR 34/019/2004). 14 Para más información, véase Amnistía Internacional, Defensores y defensoras de los derechos humanos en peligro (Índice AI: AMR 34/016/2006). Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 5 6 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras 2 Casos ste apartado destaca casos de violaciones de derechos humanos, como homicidios y ataques, amenazas e intimidación, contra defensores y defensoras de derechos humanos en Guatemala y Honduras. Las experiencias aquí descritas reflejan las de otros muchos defensores y defensoras de estos dos países e incluso de otros países de la región. En numerosos casos se sospecha la participación de miembros de las fuerzas de seguridad. En otros, se cree que también es frecuente que estén implicados particulares con posibles vínculos a intereses económicos. El colectivo de defensores de derechos humanos de Centroamérica se enfrenta a diversos obstáculos a la hora de desempeñar su labor. En algunos casos, debido a las graves violaciones de derechos humanos, estas personas no tienen más remedio que interrumpir o restringir drásticamente sus actividades de derechos humanos. En ocasiones, a causa de los ataques directos o las amenazas de muerte, se ven obligadas a huir de sus hogares o incluso de sus países. Por otro lado, estas violaciones tienen unas repercusiones aún mayores, porque generan un clima de miedo en el que los demás defensores y defensoras de derechos humanos son perfectamente conscientes de lo fácil que resultaría convertirse en el blanco directo de ataques. Amnistía Internacional ha documentado casos de hostigamiento infligido por diversos medios, incluido el de la vigilancia. Ha recibido numerosos informes sobre allanamientos y robos efectuados en las dependencias de organizaciones de derechos humanos o en los domicilios de sus miembros. Los autores de estos allanamientos se han llevado información crucial de derechos humanos relacionada con el trabajo de las organizaciones en cuestión. Los allanamientos muestran un patrón similar: a menudo se dejan intactos objetos valiosos, pero se copian los datos de las computadoras y se extraen ficheros. Las investigaciones sobre el robo de información relativa a los derechos humanos apenas han arrojado resultados tangibles. En ocasiones se hace un uso inadecuado del ordenamiento jurídico para hostigar e intimidar a defensores y defensoras de los derechos humanos. Además, esta mala aplicación de las leyes estigmatiza a las personas u organizaciones afectadas y genera una percepción negativa de su trabajo. Los procedimientos penales que se emprenden sin pruebas sólidas o los juicios que quedan sin resolver durante prolongados periodos también reducen su capacidad de desempeñar su legítimo trabajo. Esto ocurre especialmente en el caso de defensores o defensoras de los derechos humanos que trabajan en pequeñas organizaciones de base en el ámbito local. En su informe de 2006, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos llama la atención sobre esos grupos de defensores de derechos humanos, que, según afirma, están «en especial indefensión». Entre las personas consideradas en situación de particular riesgo se encuentran los líderes campesinos y comunitarios. La Comisión afirma haber recibido «múltiples denuncias que indican que muchos líderes han sido objeto de amenazas y ataques en razón del trabajo que desempeñan en favor de la protección de los derechos económicos y sociales».15 E 15 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de los derechos humanos en las Américas, marzo de 2006, párr. 215. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras La Comisión Interamericana también señala especialmente como blanco de violaciones de derechos humanos a los líderes indígenas y afro-descendientes,que desempeñan un papel crucial en la vida religiosa,cultural y política de sus comunidades.La Comisión Interamericana de Derechos Humanos constata que los líderes indígenas que protegen sus territorios y recursos naturales y que defienden su derecho a la autonomía y a la identidad cultural han sido víctimas de una constante de homicidios y amenazas.Asimismo,observa que,en la gran mayoría de los casos, estos crímenes se han cometido con impunidad.16 Desde hace muchos años, Amnistía Internacional ve con preocupación los abusos cometidos contra los pueblos indígenas de Honduras, entre ellos intimidación, agresiones y homicidios. Las investigaciones de la organización ponen de manifiesto que muchos de los abusos y de las detenciones arbitrarias de que han sido objeto líderes indígenas, incluidos líderes de comunidades afro-descendientes,tenían como fin dificultar sus esfuerzos por lograr el reconocimiento de las reivindicaciones de sus comunidades sobre la titularidad de las tierras comunales. Estos abusos se han perpetrado en un contexto en el que las autoridades no han realizado investigaciones ni han hecho comparecer a los responsables ante la justicia. Según informes, en algunos casos, miembros de las fuerzas de seguridad y agentes de la policía de Honduras han estado directamente involucrados en ataques contra defensores y defensoras de derechos humanos.17 Los activistas medioambientales también están cada vez más amenazados a medida que su trabajo adquiere mayor visibilidad.Amnistía Internacional ha recibido y documentado varios casos en Honduras, donde se ha amenazado o matado a miembros de las comunidades locales y a sus líderes, al parecer en represalia por exponer los daños causados al medio ambiente. Ecologistas guatemaltecos también han sido objeto de graves ataques y amenazas por su trabajo,y en algunos casos se han visto obligados a abandonar su país porque temían por su seguridad. Según la Unidad de Protección de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos del Movimiento Nacional de Derechos Humanos, en 2006 aumentó el número de ataques registrados contra defensores o defensoras de derechos humanos en Guatemala.Más de la mitad de los 278 actos de intimidación y ataques de este tipo de los que se tuvo noticia en 2006 se dirigieron contra personas y organizaciones que centraban su actividad en la defensa de los derechos económicos, sociales y culturales, como los derechos laborales, los derechos de los pueblos indígenas y el derecho a una vivienda.18 Durante una visita realizada en mayo de 2006, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos declaró que no se habían producido avances significativos en la lucha contra la impunidad de las violaciones de derechos humanos ni en la eliminación de grupos clandestinos en Guatemala. Según la alta comisionada, «[l]as denuncias relativas a amenazas y ataques a defensores de derechos humanos han sido escasamente investigadas.Esto aumenta la percepción de que no hay suficiente voluntad política de proteger a los defensores».19 Entre los ataques denunciados por la alta comisionada había amenazas y secuestros, existencia de listados, seguimientos y señalamientos en contra de defensores de derechos humanos,así como allanamientos a sedes de organizaciones que trabajan con víctimas,especialmente las del conflicto armado interno. Los defensores y defensoras de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, que sufren amenazas de muerte y otros ataques, a menudo chocan con la actitud de quienes piensan que «tienen lo que se merecen».Asimismo,se esfuerzan por lograr un hueco para plantear estos asuntos en la agenda nacional e internacional de derechos humanos.No obstante,su trabajo ha empezado a gozar de reconocimiento y a reflejarse en los análisis de los órganos expertos de la ONU encargados de la vigilancia de los tratados, como la representante especial del secretario general de la ONU sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos. Amnistía Internacional Agosto de 2007 16 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de los derechos humanos en las Américas, marzo de 2006, párr. 220. 17 Report submitted by the Special Representative of the Secretary General on Human Rights Defenders. Addendum. Compilation of developments in the area of human rights defenders, Honduras, E/CN.4/2006/95/Add.5, párr. 724. 18 Unidad de Protección de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos del Movimiento Nacional por los Derechos Humanos, Informe sobre la situación de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, Enero a Diciembre 2006. 19 Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre las actividades de su oficina en Guatemala, A/HRC/4/49/Add.1, febrero de 2007, párr. 59. Índice AI: AMR 02/001/2007 7 8 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © CUC Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Homicidios y ataques El 6 de febrero de 2007, Israel Carías Ortíz, activista guatemalteco en favor de los derechos del campesinado, y sus dos hijos –Robin Aroldo Ramírez, de 11 años, y Luswin Alexis Ramírez, de 9– fueron víctimas de homicidio cuando regresaban caminando a su casa.20 Según los informes, les dieron el alto en algún lugar del trayecto de tres horas a pie que hay entre la ciudad de Zacapa y la comunidad de Los Achiotes, donde vivían, y les dispararon a quemarropa. Israel Carías era dirigente local del Comité de Unidad Campesina (CUC) y presidente de la Asociación Integral de Desarrollo Los Achiotes (ACIDEA). Desde hace muchos años, el CUC trata de resolver un conflicto continuo por la tierra que afecta a la finca Los Achiotes, situada en el departamento de Zacapa, sudeste de Guatemala, y que, según informes, lleva unos 90 años ocupada por trabajadores y trabajadoras del campo sin tierra. Recientemente, la comunidad de Los Achiotes ha participado en negociaciones con el gobierno guatemalteco para resolver su reivindicación sobre la titularidad de las tierras de cultivo. Asimismo, la comunidad ha presentado denuncias sobre presuntos intentos de finqueros locales de apropiarse de parte de las tierras ilegalmente. En marzo de 2007 estaba previsto que representantes del Registro de Información Catastral (RIC) midiesen las tierras objeto de disputa, lo cual sugería que, en el momento de los homicidios, había expectativas de avance en la solución del largo conflicto sobre las tierras. Por el momento, la investigación de los tres homicidios no ha arrojado resultados. Cortejo fúnebre con los féretros de Israel Carías Ortíz y sus dos hijos –Robin Aroldo Ramírez, de 11 años, y Luswin Alexis Ramírez, de 9–, febrero de 2007. Amnistía Internacional Agosto de 2007 20 Amnistía Internacional, Guatemala: Ola de ataques contra activistas de derechos humanos en 2007 requiere investigación inmediata (Índice AI: AMR 34/006/2007). Índice AI: AMR 02/001/2007 9 10 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras «Nuestra lucha dará fruto el día que la comunidad internacional nos ayude a acabar con la corrupción e impunidad que hay en Guatemala.» Carlos Albacete Rosales © Particular Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras «La codicia de una minoría está privando a los guatemaltecos del derecho a conservar los bosques y la vida que hay en torno a ellos.» Piedad Espinosa Carlos Albacete Rosales y Piedad Espinosa Albacete, ecologistas que trabajan para la ONG guatemalteca Trópico Verde, fueron víctimas de un atentado el 10 de enero de 2007 cuando regresaban a su domicilio desde el Aeropuerto Nacional La Aurora poco después de medianoche. Cuando el taxi en el que viajaban se acercaba a su casa, un vehículo los adelantó y bloqueó parcialmente la carretera. Salieron de él al menos tres hombres, que empezaron a disparar al taxi. La rápida reacción del taxista, que aceleró inmediatamente y se alejó del lugar, probablemente les salvó la vida. Los hombres, que llevaban chalecos antibalas oscuros y ropa similar a la utilizada por la policía pero sin insignias de identificación, siguieron disparando contra el taxi mientras se alejaba, pero no los siguieron. Trópico Verde realiza campañas sobre una variedad de asuntos medioambientales. Su principal objetivo es la protección de bosques y humedales importantes desde el punto de vista ecológico. En los últimos cuatro años, ha trabajado activamente para impedir la destrucción de la Reserva de la Biosfera Maya. Esta reserva natural, situada en la región de Petén, norte de Guatemala, se creó en 1990 para contribuir a la conservación de uno de los bosques tropicales más grandes de Centroamérica. En este ámbito particularmente conflictivo del trabajo de Trópico Verde, sus integrantes han sacado a la luz los intentos de ganaderos y presuntos narcotraficantes de ocupar tierras dentro de la reserva. El ataque contra Carlos Albacete y Piedad Espinosa y la falta de progreso en la identificación de los responsables han afectado gravemente al trabajo de Trópico Verde. Según informes, la investigación del atentado se ha caracterizado por una serie de irregularidades, como la alteración de pruebas balísticas, que han contribuido a que no se haya procesado a los perpetradores. Carlos Albacete y Piedad Espinosa abandonaron Guatemala poco después del atentado, pues temían seriamente por su seguridad. Siguen trabajando desde el extranjero para exponer sus motivos de preocupación en materia medioambiental. Otros miembros de Trópico Verde prosiguen con su actividad dentro del país, pero debido al clima de inseguridad creado por el ataque y por otras amenazas recibidas, han tenido que limitar la visibilidad de su trabajo. Carlos Albacete Rosales y Piedad Espinosa en la Reserva de la Biosfera Maya, enero de 2005. Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 11 12 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Donny Reyes, tesorero de la Asociación Arcoiris, organización hondureña de defensa de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, fue detenido arbitrariamente el 18 de marzo de 2007. Según informes, seis agentes de policía le dieron el alto cuando salía con una colega de las oficinas de la asociación en Tegucigalpa y le pidieron sus documentos de identidad. Aunque los mostró, los agentes le ordenaron que subiera al vehículo policial y, según informes, lo golpearon y lo obligaron a subir. A continuación lo llevaron a la comisaría de Comayagüela. Según los informes, el agente que lo metió en la celda anunció a los demás detenidos: «Miren, aquí les traigo a una princesita, ya saben lo que tienen que hacer». Donny Reyes contó a Amnistía Internacional que los otros detenidos entendieron estas palabras como una señal para golpearlo y violarlo repetidas veces.21 Quedó en libertad al cabo de seis horas y media, cuando accedió a pagar 200 lempiras (unos 10 dólares estadounidenses). Tres días después, denunció lo ocurrido ante el Ministerio Público y ante un alto cargo de la policía. También se sometió a un examen forense para que quedara constancia de las heridas que había sufrido. En el momento de redactar este informe, no ha habido avances en las investigaciones de la detención arbitraria y posteriores agresiones contra Donny Reyes. La Asociación Arcoiris proporciona formación a defensores y defensoras de derechos humanos sobre cuestiones de orientación sexual, identidad de género y prevención del VIH/sida. Desde que se fundó, en 2003, ha sido objeto de repetidos actos de intimidación y ataques. Por ejemplo, el 12 de junio y el 1 de julio de 2006, personas no identificadas allanaron las oficinas de la asociación, confiscaron documentos y destruyeron computadoras y mobiliario. En diciembre de 2006, el entonces director de la asociación, José Richard Figueroa, se vio obligado a abandonar Honduras por su propia seguridad. En mayo de 2007, la Asociación Arcoiris se mudó de oficinas porque sus integrantes se sentían intimidados por la continua presencia de autos patrulla de la policía a la entrada de su sede. 21 Para más información, véase Amnistía Internacional, Honduras: Temor por la seguridad. Donny Reyes (Índice AI: AMR 37/002/2007). Índice AI: AMR 02/001/2007 Donny Reyes (centro) con otros dos miembros de Arcoiris, diciembre de 2006. Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © Adivima Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 13 14 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © AI © AI Arriba: Simpatizantes de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) recuerdan la muerte de Dionisio Díaz García en el lugar en que lo mataron, febrero de 2007. Derecha: Dionisio Díaz García en una conferencia de prensa en Tegucigalpa, septiembre de 2006. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Amenazas e intimidación Según informes, Félix Antonio Cáceres Alvarenga, abogado que trabaja para la organización hondureña de derechos humanos Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), recibió una amenaza de muerte el 17 de mayo de 2007. Le enviaron un mensaje a su teléfono móvil que decía: «Será mejor que se retire [de una empresa privada de seguridad] o lo dejamos como a Dionisio». La amenaza hacía referencia a Dionisio Díaz García, otro abogado de la ASJ al que habían matado a tiros el 4 de diciembre de 2006 cuando se dirigía en su automóvil a la Corte Suprema de Honduras para preparar una audiencia. En el momento de su muerte era el abogado de varios guardias de seguridad que afirmaban que una empresa privada de seguridad los había despedido de manera injusta. El 7 de diciembre, tres días después del homicidio, el presidente de la organización, Carlos Hernández, recibió un mensaje en inglés que decía: «Vas a ser el próximo porque eres el jefe». En los días previos al homicidio, otros miembros de la ASJ habían recibido amenazas de muerte contra Dionisio Díaz, y tanto éste como Dina Meza, directora de proyectos de la organización, habían denunciado que unos vehículos sin placas de matrícula los habían estado siguiendo en la zona donde se encuentran sus oficinas. A lo largo de 2006, miembros de la ASJ habían sido objeto de amenazas y seguimientos, al parecer debido a sus actividades sobre abusos contra los derechos laborales y violaciones de derechos humanos. Sin embargo, las amenazas contra los miembros de la ASJ se han intensificado desde el homicidio de Dionisio Díaz. Según los informes, Dina Meza ha recibido en su teléfono móvil mensajes de voz amenazadores, mientras que otros miembros de ASJ han recibido amenazas en mensajes de texto y en otros enviados a la sección de comentarios de una revista electrónica publicada por la ASJ. Declaración de un miembro de la ASJ La ASJ es una organización cristiana de derechos en el curso de una reunión pública organizada humanos, cuyo trabajo se centra en la mejora del acceen Londres por Amnistía Internacional so a la justicia de todos los sectores sociales, incluidos Reino Unido en julio de 2007 los grupos marginados. Entre sus actividades figuran la investigación de abusos contra los derechos laborales cometidos por empresas privadas de seguridad y empresas de comida rápida y la prestación de ayuda a mujeres que sufren actos de violencia. En 2001, puso en marcha una revista electrónica con el fin de ofrecer un espacio alternativo para la publicación de información sobre violaciones de derechos humanos y denuncias de corrupción. El 20 de diciembre de 2006, justo cuando se acababan de cumplir dos semanas desde el homicidio de Dionisio Díaz, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió al gobierno hondureño que aplicara medidas cautelares en favor de los miembros de la ASJ. Según la información de que dispone Amnistía Internacional, la aplicación de medidas de protección ha sido hasta el momento irregular e inadecuada, y su evaluación inapropiada. Las actividades de la ASJ en materia de derechos humanos se han visto afectadas también por el hecho de que cada mes tiene que detraer de sus fondos al menos 1.000 dólares estadounidenses para cubrir los costes de esta protección, a pesar de que las autoridades tienen la obligación de proporcionarla. No se ha puesto todavía a disposición judicial a los responsables del homicidio de Dionisio Díaz, y las autoridades no han llevado a cabo investigaciones satisfactorias sobre las amenazas y los actos de intimidación contra miembros de la ASJ. «Han sido diez años de mucha presión, pero también de mucha esperanza.» Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 15 16 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © AI El 8 de noviembre de 2005, un incendio intencionado destruyó la casa de Wilfredo Guerrero, presidente del Comité de Defensa de la Tierra. Esta organización realiza actividades en favor de la protección de las tierras ancestrales de la comunidad garifuna de San Juan Tela, localidad del departamento de Atlántida, en el norte de Honduras. Unos planes para desarrollar complejos turísticos privados, que perjudicarían o destruirían las tradiciones, la cultura y el modo de vida de esta comunidad afrodescendiente, ponen en peligro la zona. Wilfredo Guerrero era el encargado de guardar los documentos de la comunidad, incluidos los relacionados con los derechos sobre tierras. Todos los documentos resultaron destruidos por el fuego. A pesar de que las investigaciones iniciales sobre el incendio confirmaron que había sido intencionado, no se ha acusado a nadie de él. El incendio fue el último de una serie de actos que han dificultado el trabajo de Wilfredo Guerrero en favor de los derechos humanos de su comunidad. En septiembre de 2003, tras ser detenido, fue acusado de usurpación de tierras y de haber amenazado a empleados de la inmobiliaria. Aunque quedó en libertad bajo fianza al cabo de 24 horas, no se retiraron los cargos formulados contra él, y lleva casi cuatro años sometido a medidas sustitutivas en virtud de las cuales tiene que presentarse todas las semanas ante el juzgado de San Juan Tela hasta que finalice la investigación de su caso. Amnistía Internacional considera que estas medidas forman parte de los esfuerzos por intimidarlo y dificultar su trabajo sobre derechos humanos. Además, al no esclarecer su caso y mantener las medidas sustitutivas durante casi cuatro años, las autoridades están imponiéndole de hecho un castigo sin darle la oportunidad de demostrar su inocencia. Wilfredo Guerrero, presidente del Comité de Defensa de la Tierra, y Jessica García, presidenta del Patronato San Juan Tela, marzo de 2007. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © AI En junio de 2006, Jessica García, presidenta del Patronato San Juan Tela, fue obligada a punta de pistola a firmar la cesión de unas tierras comunales a una empresa inmobiliaria. No se ha identificado todavía al hombre que la amenazó. Durante marzo de 2006, guardias de seguridad de una empresa inmobiliaria habían hostigado a Jessica García en repetidas ocasiones. El 7 de julio de 2006, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió que las autoridades hondureñas adoptaran medidas cautelares para proteger la vida y la integridad física de los dirigentes de la comunidad.22 Sin embargo, las autoridades hondureñas no han cumplido todavía plenamente las recomendaciones de la Comisión. Según los informes, agentes de la policía preventiva visitan tres veces por semana los domicilios de los dirigentes comunitarios sometidos a protección, piden a éstos que firmen un documento en el que reconocen que se les está facilitando dicha protección, y entonces se marchan. Los dirigentes comunitarios se han negado a firmar los documentos o a aceptar la protección ofrecida por considerar insuficientes las medidas propuestas. En el momento de redactar este informe, continuaban las amenazas y los actos de intimidación contra los dirigentes de la comunidad de San Juan Tela.23 17 22 Las medidas cautelares o provisionales son un mecanismo procesal utilizado por diversos tribunales y órganos cuasi-judiciales internacionales. En el sistema interamericano, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos tienen la facultad de decretar medidas cautelares y provisionales, respectivamente. Para más información, véase Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de los derechos humanos en las Américas, marzo de 2006, capítulo VII: Medidas Cautelares. 23 Para más información, véanse Honduras. Más información sobre temor por la seguridad: Jessica García y miembros de la comunidad garifuna de San Juan Tela, Amnistía Internacional (Índice AI: AMR 37/003/2007), y Honduras. Temor por la seguridad: Jessica García y miembros de la comunidad garifuna de San Juan Tela, Amnistía Internacional (Índice AI: AMR 37/005/2006). Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 18 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © olectivo MadreSelva Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Flaviano Bianchini, activista del grupo ecologista guatemalteco Colectivo MadreSelva, recibió una llamada anónima en su teléfono móvil el 13 de enero de 2007. Antes de colgar, la persona que había llamado le dijo en tono de advertencia: «Cuidado, cuidado». Durante los seis días siguientes, Flaviano Bianchini recibió cinco llamadas idénticas a ésta. El 25 de enero recibió la primera de tres llamadas telefónicas en las que una voz anónima le dijo en tono de advertencia: «Deje de chingar». En febrero, después de que unos hombres no identificados lo vigilaran durante varias semanas, Flaviano Bianchini, ciudadano italiano, volvió a Italia debido a la profunda preocupación que sentía por su seguridad. Al parecer, las llamadas telefónicas y la vigilancia de que fue objeto guardan relación con un informe que había presentado en una rueda de prensa, el 5 de enero de 2007, sobre la contaminación del río Tzalá en Sipakapa, localidad del departamento de San Marcos. En el informe afirmaba que el río, principal fuente de agua de los indígenas de la región, se encontraba contaminado con metales pesados como consecuencia de las actividades mineras que se estaban llevando a cabo en la zona. El 19 de septiembre de 2006, el Colectivo MadreSelva había presentado una queja ante los ministerios pertinentes en relación con la presunta contaminación del río Tzalá. El 8 de marzo de 2007, según los informes, el abogado de una empresa minera presentó una serie de cargos contra la organización y contra Flaviano Bianchini, asegurando que no había pruebas científicas que sustentaran las denuncias de contaminación. Los informes indican también que las autoridades guatemaltecas no han adoptado ninguna medida para investigar los cargos formulados contra el Colectivo MadreSelva y Flaviano Bianchini. En el pasado, el Colectivo MadreSelva ha sido objeto en varias ocasiones de amenazas y actos de intimidación debido a sus campañas en contra de grandes proyectos, como la explotación de minas a cielo abierto y la construcción de presas para la generación de energía eléctrica, que al parecer amenazan con destruir el medio ambiente de la zona y los medios de subsistencia de las comunidades que dependen de él. Activistas del Colectivo MadreSelva protestan contra la explotación minera a cielo abierto en la municipalidad de San Marcos, enero de 2005. Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 19 20 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © Movimiento Nacional por los Derechos Humanos En febrero de 2007 allanaron las oficinas que comparten tres organizaciones nacionales de derechos humanos en la Ciudad de Guatemala. Se llevaron de ellas información valiosa, y las dejaron completamente destruidas. El allanamiento se consideró un ataque contra todo el movimiento de derechos humanos del país, dada la importancia y notoriedad de algunas de las organizaciones afectadas, a saber: – el Movimiento Nacional por los Derechos Humanos (MNDH), organización que agrupa a la mayoría de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos de Guatemala. – la Unidad de Protección de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos (UPDDH), sección del MNDH que investiga y documenta los ataques y las amenazas contra el colectivo de defensores de los derechos humanos. – la Asociación Comunicación para el Arte y la Paz (COMUNICARTE), que trabaja en la elaboración de material audiovisual y recientemente había elaborado material videográfico sobre el consentimiento de las actividades mineras por parte de las comunidades locales. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras El día que se descubrió el allanamiento de las oficinas, la UPDDH tenía previsto presentar públicamente su informe anual relativo al año 2006, en el que se recogía que los ataques contra defensores y defensoras de los derechos humanos habían aumentado un 19,4 por ciento respecto a 2005. Habían robado 13 computadoras que contenían información sobre actividades mineras y violaciones de derechos humanos, en concreto sobre los referéndums locales que iban a organizar próximamente las comunidades indígenas sobre la cuestión de las actividades mineras. Los referéndums y las consultas que se habían celebrado ya revelaban al parecer una oposición generalizada de las comunidades indígenas a la ampliación o iniciación de proyectos mineros en zonas rurales. COMUNICARTE había realizado reportajes sobre estos referéndums. Las computadoras robadas contenían también información sobre aspectos económicos y operativos de las organizaciones miembros del MNDH. Además, habían robado expedientes impresos del MNDH y de COMUNICARTE sobre actividades mineras, así como todas las cintas originales del archivo documental de COMUNICARTE, cámaras, proyectores y dinero. En las oficinas dejaron excrementos humanos. Mientras los miembros del personal esperaban fuera del edificio la llegada de la policía, pasó por delante un Toyota Corolla de color rojo y, después de que uno de los ocupantes se asomara para filmarlos, el vehículo continuó su marcha. Amnistía Internacional Agosto de 2007 Oficinas de organizaciones de derechos humanos en la Ciudad de Guatemala allanadas en febrero de 2007. Índice AI: AMR 02/001/2007 21 22 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Entre las últimas horas de la tarde del domingo 7 de mayo y la mañana del lunes 8 de mayo de 2006 allanaron y saquearon las oficinas de la Coordinadora Nacional Indígena Campesina (CONIC) en la Ciudad de Guatemala. Derribaron las puertas, registraron y volcaron las mesas de los despachos, robaron dinero en efectivo, tiraron documentos al suelo y registraron los archivos y las computadoras, destruyendo algunos. Durante las dos semanas anteriores al allanamiento, la CONIC había denunciado que había recibido extrañas llamadas telefónicas y que unos desconocidos se habían presentado en las oficinas preguntando por personas que no trabajaban allí. En abril de 2006, la CONIC había pedido a las comunidades indígenas que se manifestaran a escala nacional en apoyo de las negociaciones sobre la reforma agraria que estaba manteniendo con el gobierno. La CONIC trabaja sobre casos concretos de conflictos de tierras a nivel local. Según la información recibida, hasta los primeros meses de 2007, es decir, unos siete meses después del allanamiento, miembros de la CONIC sólo han sido citados para prestar declaración. Hasta la fecha, la investigación no ha tenido resultados visibles. Protección inadecuada Los Estados tienen la obligación de garantizar la protección de las personas que se dedican a la promoción y la protección de los derechos humanos. El hecho de que muchas personas defensoras de los derechos humanos que han sido víctima de agresiones u homicidio en Guatemala y en Honduras fueran anteriormente objeto de amenazas y actos de intimidación, indica que las autoridades no están cumpliendo con sus obligaciones. Para que la protección sea efectiva, ha de tener una perspectiva integral, es decir, no debe incluir sólo medidas inmediatas y prácticas, sino garantizar también que se ponga a disposición judicial a los responsables de las amenazas, los homicidios y los actos de intimidación. La Comisión quiere reiterar que el medio más eficaz para proteger a las defensoras y defensores de derechos humanos en el Hemisferio es investigar eficazmente los actos de violencia en su contra y sancionar a los responsables.En la región de las Américas,uno de los grandes problemas que afectan a las defensoras y defensores es la falta de investigación de los ataques de que son víctimas,lo que ha acentuado la situación de vulnerabilidad en que se encuentran.Ello es particularmente relevante cuando se trata de proteger el derecho a la vida y a la integridad personal.24 24 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe sobre la situación de las defensoras y defensores de los derechos humanos en las Américas, marzo de 2006, párr. 202. Índice AI: AMR 02/001/2007 La falta de prestación de protección adecuada puede tener consecuencias terribles no sólo para las personas afectadas,sino también para la situación de los derechos humanos en general, sobre todo si las personas que defienden los derechos humanos se ven obligadas a huir del país para preservar su seguridad. Sólo se puede conseguir una protección satisfactoria si se proporciona con el consentimiento y la colaboración de los defensores y defensoras de los derechos humanos que se encuentran en peligro. La protección facilitada por los mismos organismos del Estado presuntamente implicados en los abusos puede intensificar el peligro en lugar de reducirlo y no es probable que sea aceptable. Para que la protección sea apropiada y efectiva, debe debatirse y consensuarse necesariamente con los propios defensores y defensoras de los derechos humanos. Tanto a escala regional como internacional, muchos gobiernos de América han desempeñado un papel decisivo en el apoyo a los principios de la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos, así como en la elaboración de instrumentos regionales para su aplicación. A escala nacional, sin embargo, no han adoptado las medidas necesarias para que estos derechos y garantías sean una realidad en la vida cotidiana de los defensores y defensoras de los derechos humanos. Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Los gobiernos de Guatemala y Honduras han empezado a poner en marcha algunas iniciativas para proteger al colectivo de defensores de los derechos humanos y garantizarles un entorno más seguro en el que puedan llevar a cabo su trabajo sin temor a represalias. En julio de 2005, las autoridades guatemaltecas formularon una declaración pública en la que reconocían la legitimidad de las actividades de los defensores y defensoras de los derechos humanos y reiteraban su intención de apoyar su trabajo y brindarles protección.25 Esta declaración se produjo tras la creación en 2004 de la Unidad Coordinadora de Protección para Defensores de Derechos Humanos en la Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos (COPREDEH),que se ocupa de supervisar la aplicación de las medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.En el momento de redactar este documento, según los informes, se encuentra bajo consulta con miembros de la sociedad civil una iniciativa para la creación de una política pública integral destinada a la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos.26, 27 Amnistía Internacional acoge con satisfacción este hecho y reitera la necesidad de que se incorporen las sugerencias hechas por los miembros de la sociedad civil y que se ponga en marcha un mecanismo de protección adecuado e integral que no se centre sólo en la aplicación de medidas inmediatas de seguridad,sino que lleve aparejada también la realización de investigaciones imparciales y exhaustivas sobre las violaciones de derechos humanos perpetradas contra los defensores y defensoras de los derechos humanos que continúan en peligro.El hecho de que se siga registrando un elevado número de agresiones,amenazas e incluso homicidios demuestra que las autoridades guatemaltecas tienen que elaborar todavía un enfoque integral de la protección que aborde el problema histórico de la impunidad. Según la Unidad de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, del Movimiento Nacional de Derechos Humanos,la aplicación de medidas de protección suele ser muy irregular y,por lo general, sólo es satisfactoria en un primer momento.Según los informes, las investigaciones de las amenazas y de los actos de intimidación contra los defensores y defensoras de los derechos humanos a quienes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha concedido medidas cautelares no han producido resultados concretos (2000-2006). Los informes indican también que la Unidad de Delitos cometidos contra Activistas de Derechos Humanos, Operadores de Justicia, Periodistas y Sindicalistas, adscrita a la Fiscalía de Derechos Humanos, carece de los recursos adecuados para poder llevar a cabo investigaciones en todo el país, lo que aumenta la vulnerabilidad de los defensores y defensoras de los derechos humanos que trabajan en zonas remotas.28 En Honduras,las iniciativas para mejorar la protección del colectivo de defensores de los derechos humanos carecen de un marco institucional.Al parecer,desde la creación en 1992 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Honduras (CONADEH),no se han tomado iniciativas nuevas.Como indican los casos descritos en este informe,aunque el gobierno hondureño ha atendido las peticiones de facilitar medidas de protección a los defensores y defensoras de los derechos humanos que se encuentran en peligro, formuladas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la aplicación de estas medidas parece inadecuada en la mayoría de las ocasiones.Al parecer, las medidas tienen sólo un efecto muy limitado en la vida de los defensores y defensoras en situación de riesgo constante. Además, al igual que en Guatemala, las investigaciones de las amenazas y de los actos de intimidación contra defensores y defensoras de los derechos humanos rara vez producen resultados. El hecho de que algunos gobiernos no eliminen los obstáculos políticos y jurídicos que, en su opinión, impiden la aplicación de las medidas solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para la protección de personas, incluidos defensores y defensoras de los derechos humanos, no es más que un claro ejemplo de la contradicción entre retórica y práctica. Aunque los problemas estructurales y la carencia de recursos pueden ser un obstáculo para conseguir mejoras, en realidad –como demuestran los casos que se han descrito anteriormente y el que se menciona a continuación– es la ausencia de voluntad política de los gobiernos lo que permite que continúen los abusos contra defensores y defensoras de los derechos humanos y prevalezca la impunidad. Amnistía Internacional Agosto de 2007 25 Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos, Informe de la Unidad Coordinadora de Protección para Defensores de Derechos Humanos, Administradores y Operadores de Justicia, Periodistas y Comunicadores Sociales, 10 de noviembre de 2006, p. 17 26 Comisión Presidencial Coordinadora de la Política del Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos, Informe de la Unidad Coordinadora de Protección para Defensores de Derechos Humanos, Administradores y Operadores de Justicia, Periodistas y Comunicadores Sociales, 10 de noviembre de 2006, p. 19. 27 Según informes de última hora, otra iniciativa que ha puesto en marcha el gobierno de Guatemala es un servicio de emergencias telefónico a organizaciones de derechos humanos en riesgo, con el objeto de tratar de prevenir ataques contra defensores y defensoras de derechos humanos. Dicho servicio empezó a funcionar en junio de 2007. Debido a que esta iniciativa tiene poco tiempo de haber sido implementada, no es posible todavía evaluar su resultado. Véase Unidad de Protección de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos del Movimiento Nacional por los Derechos Humanos, Informe sobre la situación de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, Enero a Junio 2007. 28 Front line, Defenders of human rights defenders y Movimiento Nacional de Derechos Humanos, Frontline Guatemala, Ataques en contra de Defensoras y Defensores de Derechos Humanos (2000-2005), agosto de 2006, pp. 147-151. Índice AI: AMR 02/001/2007 23 24 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras «El compromiso de la defensa de la vida es lo que nos nutre, lo que nos da esperanza de seguir luchando y creer que esto pueda cambiar. Nos están amenazando constantemente, pero para que nuestra lucha valga la pena necesitamos seguir adelante. Tengo nietos pequeños –quiero que puedan vivir en un ambiente sano.» Victor Ochoa, coordinador general del MAO, marzo de 2007 En esta página: Victor Ochoa, coordinador general del MAO, marzo de 2007. Derecha: Rene Gradiz, destacado miembro del Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO), marzo de 2007. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras © AI © AI Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 25 26 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras El 20 de diciembre de 2006, dos activistas medioambientales, Heraldo Zúñiga y Roger Iván Cartagena, murieron como consecuencia de disparos en Guarizama, localidad del departamento de Olancho, en Honduras. Según los informes, agentes de la policía nacional dispararon contra los dos hombres, miembros del Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO), como si se tratara de una ejecución. Según la información recibida, después de obligarlos a salir de su automóvil y a colocarse contra la pared del edificio situado junto a la sede de Municipalidad de Guarizama, la policía realizó unos 40 disparos contra ellos. Cuatro agentes de policía fueron acusados de los homicidios y recluidos de forma preventiva en la comisaría de Juticalpa el 5 de febrero de 2007. En el momento de redactar este informe, permanecían detenidos en espera de ser juzgados. El MAO lucha contra la deforestación y la tala ilegal de árboles en el departamento de Olancho desde el año 2000. La organización ha estado captando apoyos en el Congreso de Honduras para que se apruebe la Ley Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre, que protegería los bosques mediante la regulación de las inversiones públicas y privadas y la garantía del derecho de las comunidades a participar en el uso sostenible de los recursos naturales. En mayo de 2006, Heraldo Zúñiga había dicho que temía por su seguridad. Afirmó que, después de denunciar públicamente la tala ilegal de árboles en la región de Salamá, en el oeste del departamento de Olancho, había recibido varias amenazas de muerte. Se elevó una petición a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la que se solicitaban medidas cautelares en favor de la membresía del MAO y, en mayo de 2006, la Comisión pidió al gobierno hondureño que facilitara información sobre el caso. El 16 de junio, según los informes, las autoridades hondureñas informaron a la Comisión de que sólo se habían aplicado medidas de protección en el caso del padre Andrés Tamayo, dirigente y miembro fundador del MAO. Según la información recibida por Amnistía Internacional, no se habían facilitado medidas de protección a ningún otro miembro del MAO, ni siquiera a Heraldo Zúñiga, para quien se habían pedido medidas cautelares. El 22 de diciembre de 2006, tras los homicidios de Heraldo Zúñiga y Roger Iván Cartagena, la Comisión ordenó al gobierno hondureño que aplicara con urgencia medidas cautelares en favor de los miembros del MAO. Según la información recibida, las autoridades hondureñas no han cumplido plenamente esta orden y sólo han proporcionado al MAO protección limitada y esporádica. En enero de 2007, por ejemplo, la policía visitó sólo en dos ocasiones las oficinas del MAO y sólo dos veces los respectivos domicilios de cuatro miembros del MAO, a pesar del gran peligro que corre la seguridad de la organización. Además, son motivo de preocupación la imparcialidad y la eficacia de la protección facilitada por los agentes de la Policía Nacional Civil, el mismo cuerpo presuntamente responsable de los homicidios de Heraldo Zúñiga y Roger Iván Cartagena. Se continúan recibiendo informes sobre amenazas y actos de intimidación contra miembros del MAO. El 10 de febrero de 2007, por ejemplo, un mensaje de texto enviado a un familiar de Heraldo Zúñiga le advertía de que él y el padre Andrés Tamayo eran las próximas personas a las que iban a matar. Estos continuos actos de hostigamiento han dificultado mucho el trabajo del MAO. La membresía de la organización ha tenido que restringir sus actividades a determinadas zonas y reducir sus visitas a las comunidades por el temor a ser objeto de agresiones. Medidas de seguridad adicionales, como el cambio de lugar de las reuniones y el cambio de vehículo durante los desplazamientos, suponen también un obstáculo añadido para su trabajo en favor de los derechos humanos. Se han recibido informes sobre varias irregularidades en la investigación de los homicidios de Heraldo Zúñiga y Roger Iván Cartagena. Por ejemplo, los informes dan a entender que se alteraron las pruebas forenses recogidas en el lugar de los hechos. Según los informes, se ha aplazado en repetidas ocasiones la audiencia inicial, y hasta ahora la policía no ha presentado ante los tribunales información adecuada sobre la investigación.29 29 Véase Honduras: Asesinatos de activistas medioambientales en el departamento de Olancho, Amnistía Internacional (Índice AI: AMR 37/001/2007). David Zúñiga, marzo de 2007. A su hijo, Heraldo Zúñiga, lo mataron en diciembre de 2006. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 © AI 28 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras 3 Conclusiones y recomendaciones n los últimos años, las personas que defienden los derechos humanos se han esforzado por adecuar las promesas contenidas en la Declaración Universal de Derechos Humanos a las nuevas y emergentes amenazas contra la dignidad humana. Todos los defensores y defensoras de los derechos humanos necesitan protección y tienen derecho a recibirla, pero los más expuestos al peligro, al ridículo y a actos de resistencia son quienes exploran nuevos modos de hacer realidad estos derechos. Los que trabajan para reparar el descuido histórico de los derechos económicos, sociales y culturales corren el riesgo de crearse enemigos muy poderosos cuando cuestionan la distribución de los recursos económicos y piden que aquellos cuyas acciones fomentan la pobreza y la desigualdad rindan en mayor medida cuenta de sus actos. Por esta razón, la representante especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos ha instado a los Estados: E a que adopten las medidas adecuadas para divulgar la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos y velar por que todas las autoridades públicas la respetan plenamente con el fin de asegurar que todos los defensores se benefician de la protección de la Declaración, en particular los que se ocupan de los derechos económicos, sociales y culturales [...] La Representante Especial recomienda que los Estados se muestren más tolerantes ante las críticas y vean a los defensores de los derechos humanos que trabajan en la esfera de los derechos económicos, sociales y culturales como un recurso y aprovechen sus conocimientos, a menudo muy especializados, a fin de hacer efectivos los derechos económicos, sociales y culturales. Informe presentado al Consejo de los Derechos Humanos por la Sra. Hina Jilani, representante especial del secretario general sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos, enero de 200730 30 Informe presentado por la Sra. Hina Jilani, representante especial del secretario general sobre la cuestión de los defensores de los derechos humanos, al Consejo de Derechos Humanos, A/HRC/4/37, 24 de enero de 2007. Índice AI: AMR 02/001/2007 Aunque los gobiernos de Guatemala y Honduras se han comprometido de forma manifiesta a llevar a cabo reformas sociales y a reducir la pobreza, el presente informe indica que los principales aliados en los esfuerzos por mejorar la dignidad humana y aliviar los sufrimientos siguen corriendo peligro debido a la falta de voluntad de esos gobiernos a la hora de reconocer la importancia del trabajo en favor de los derechos humanos. Los gobiernos de Guatemala y Honduras deben dejar de tratar al colectivo de defensores de los derechos humanos, sobre todo a los que proceden de las zonas más pobres y marginadas, como enemigos Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras e iniciar con ellos un debate serio sobre su trabajo y sobre sus necesidades en materia de protección con el fin de impedir que se cometan más homicidios y agresiones. Los esfuerzos del Estado y de la sociedad civil por hacer avanzar los derechos humanos no se oponen entre sí, sino que se complementan. Recomendaciones de Amnistía Internacional Amnistía Internacional insta a los gobiernos de Guatemala y Honduras a que cumplan su obligación de proteger a los defensores y defensoras de los derechos humanos: 1 Comprometiéndose de forma explícita a promover el respeto de los derechos humanos y la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos. 2 Reconociendo la legitimidad del trabajo de todos los defensores y defensoras de los derechos humanos, incluidos los que se ocupan de los derechos económicos, sociales y culturales, en consonancia con la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos. 3 Formulando declaraciones públicas que apoyen la legitimidad del trabajo de todos los defensores y defensoras de los derechos humanos y promuevan el apoyo a su trabajo en la sociedad en general y explicando claramente que no se tolerarán las declaraciones que denigren o socaven su trabajo, sus objetivos o su legitimidad. 4 Adoptando las medidas necesarias para elaborar un plan nacional de acción que aplique la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos con el fin de garantizar que estas personas puedan llevar a cabo su legítimo trabajo sin temor a represalias. Este plan debe incluir: a. Propuestas multidisciplinares –a nivel político, jurídico y práctico– encaminadas a mejorar el entorno en el que actúan los defensores y defensoras de los derechos humanos; b. Medidas para garantizar su protección inmediata; c. La asignación de recursos humanos y económicos suficientes. 5 Atendiendo las peticiones de medidas cautelares y de protección formuladas por el sistema interamericano de derechos humanos en casos concretos con el fin de salvaguardar la integridad física y mental de esos defensores y defensoras de los derechos humanos. Se deben tomar todas las medidas necesarias y evaluar su eficacia, consultando a quienes las reciben, en un plazo razonable. Amnistía Internacional Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 29 30 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras 6 Adoptando una perspectiva más integral de la protección mediante la elaboración de programas integrales para la protección de los defensores y defensoras de los derechos humanos, que incluyan medidas preventivas, como investigaciones criminales exhaustivas de las agresiones y amenazas que sufran, y medidas de seguridad para brindar protección inmediata. 7 En los casos en los que el sistema interamericano de derechos humanos no haya formulado todavía una recomendación, las autoridades deben tomar la iniciativa y poner en marcha medidas para salvaguardar la integridad física y mental de los defensores y defensoras de los derechos humanos que hayan denunciado haber sufrido agresiones, amenazas o actos de intimidación. La protección que se les brinde debe ser inmediata, efectiva e imparcial y proporcionarse con respeto estricto a sus deseos. 8 Garantizando la realización de investigaciones exhaustivas e imparciales de las violaciones de derechos humanos contra defensores y defensoras de los derechos humanos, la identificación y puesta a disposición judicial de los responsables y la concesión de reparaciones adecuadas a las víctimas y a sus familiares. Los resultados de las investigaciones deben hacerse públicos. 9 Garantizando que no se utilice el sistema judicial penal en detrimento de personas pertenecientes a organizaciones sociales y de derechos humanos, con el fin de hostigarlas o de restringir sus actividades legítimas de defensa de los derechos humanos. 10 Garantizando la puesta en marcha de mecanismos efectivos de mediación y resolución de conflictos para solucionar las largas disputas sobre cuestiones de tenencia de tierras, derechos laborales y títulos de propiedad de las tierras de las comunidades indígenas, con objeto de impedir un agravamiento de las tensiones que pueda ocasionar que defensores y defensoras de los derechos humanos se conviertan en blanco de amenazas y agresiones. Índice AI: AMR 02/001/2007 Amnistía Internacional Agosto de 2007 Persecución y resistencia: La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Apéndice Tabla de tratados ratificados por Guatemala y Honduras El texto completo de los tratados puede consultarse en: Tratados internacionales: http://www.ohchr.org/spanish/law/index.htm Tratados regionales: http://www.cidh.org/basic.esp.htm Tratados internacionales Guatemala Honduras Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) 5 de mayo de 1992 25 de agosto de 1997 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) 19 de mayo de 1988 17 de febrero de 1981 Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer 12 de agosto de 1982 3 de marzo de 1983 Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes 5 de enero de 1990 5 de diciembre de 1996 Convención sobre los Derechos del Niño 6 de junio de 1990 10 de agosto de 1990 Tratados regionales Guatemala Honduras Convención Americana sobre Derechos Humanos, «Pacto de San José de Costa Rica» 25 de mayo de 1978 8 de septiembre de 1977 Protocolo adicional a la Convención Americana en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, «Protocolo de San Salvador» 5 de octubre de 2000 No procede Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura 29 de enero de 1987 No procede Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas 25 de febrero de 2000 11 de julio de 2005 Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, «Convención de Belém Do Pará» 4 de abril de 1995 12 de julio de 1995 31 Persecución y resistencia La experiencia de defensores y defensoras de los derechos humanos en Guatemala y Honduras Tras el homicidio de un abogado hondureño de derechos humanos cuando se dirigía a una vista judicial en diciembre de 2006, otras personas de la misma organización, también profesionales del Derecho y otras dedicadas a la defensa de los derechos humanos, recibieron mensajes de texto en los que se les advertía de que iban a correr parecida suerte si continuaban con su trabajo. Semanas después, dos activistas medioambientales de Guatemala sufrieron un atentado que los obligó a huir del país por temor a perder la vida. A pesar de los avances que se han realizado en el establecimiento de normas internacionales de derechos humanos, continúan denunciándose homicidios, agresiones, amenazas de muerte, hostigamiento y actos de intimidación contra defensores y defensoras de los derechos humanos de Centroamérica. Raras veces se identifica y se pone a disposición judicial a los responsables. Centrado en casos de Guatemala y Honduras, el presente informe muestra algunos de los obstáculos, peligros y retos a que se enfrentan los defensores y defensoras de los derechos humanos que se esfuerzan por proteger y promover los derechos económicos, sociales y culturales de algunos de los grupos más marginados de la sociedad civil. Asimismo, pone de manifiesto la falta de medidas de los gobiernos de estos países para cumplir con su obligación de garantizar que estos activistas pueden realizar su importante trabajo sin temor a sufrir agresiones ni represalias. Agosto de 2007 Índice AI: AMR 02/001/2007 amnistía internacional amnesty international www.amnistiainternacional.org