Comuna número 13 San Javier de Medellín

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TRABAJO SOBRE LA CONFERENCIA: “LEGITIMIDAD Y ORDEN EN LAS
DINAMICAS DE GUERRA Y PAZ DE LA COMUNA 13.
TRABAJO PRESENTADO POR:
MATERIA:
SOCIOLOGIA JURIDICA
DOCENTE:
UNIVERSIDAD DE MEDELLIN
MEDELLIN
2007
COMUNA TRECE MEDELLIN
De las percepciones sobre la guerra en la Comuna 13 hay dos que resumen la
concepción que tiene la comunidad acerca de lo que pasó con la entrada de los grupos
ilegales a la zona.
Una joven dice que la guerra se produce en el momento en que "un grupo armado entra
en el territorio de otro sin ser llamado".
Para otras jóvenes, que hicieron parte de un grupo de discusión, la guerra es un exceso
que se desata "cuando se instalan en un territorio dos fuerzas que no se toleran".
Jóvenes, madres, adultos líderes y no líderes de ambos sexos relacionan el comienzo de
la guerra con un momento de intensificación del conflicto, el cual queda matizado
colectivamente por la inauguración y prolongación de algo que está de más.
Un plus de violencia con respecto a lo que comúnmente se vive, a lo que se ha vuelto
costumbre, un más de injusticia, sufrimiento, miedo y devastación, define, en palabras
de la gente, la "verdadera guerra".
EL CONFLICTO EMPIEZA
La puesta en cuestión del dominio de un territorio codiciado, que se supone propio y
que por nada del mundo se está dispuesto a compartir, suele desatar la guerra.
En la Comuna 13 se trata del territorio del que se adueña un agente que puede pasar o
no por la legalidad para ocuparlo. Bandas, milicias, paramilitares y fuerza pública, no
han sido notorios en la historia de la Comuna 13 porque ayuden a construir sociedad
civil, sino por el hecho de producir sobresalto, expectación ansiosa, escenarios de dolor
y falta de humanidad.
Acostumbrarse a estos escenarios es una respuesta social con valor de protección
subjetiva, pero frente al peligro latente o manifiesto de perder lo más precioso, la
costumbre como protección suele fallar: "vivíamos acostumbrados hasta que llegó la
muerte de mi hermano", dice una joven de la Comuna.
Hay al menos cuatro circunstancias que hacen fallar la costumbre como respuesta social
con valor de defensa subjetiva frente a la guerra: 1. Cuando el más íntimo pierde la vida
sin que podamos hacer nada para evitarlo. 2. Cuando la angustia de perder la vida
desborda todas las defensas y somos presa del terror. 3. Si la arbitrariedad de los agentes
de la guerra se vuelve tan excesiva, que el pánico se apodera de la colectividad y no
queda ninguna imagen aseguradora a la cual pueda aferrarse. 4. Cuando ningún lugar es
refugio seguro para la población civil, un sentimiento de fragmentación total se apodera
del ser.
En la Comuna 13, al menos tres aspectos no deberían perderse de vista: la profunda
afección del vínculo social, los trastornos psíquicos que actualiza la guerra en los
miembros de la comunidad afectada y la diversidad de sentidos que se producen de
acuerdo con las percepciones acerca de lo acontecido.
LA FIGURA EXCESIVA
En la sucesiva apropiación del territorio por los actores armados en la Comuna 13, hay
varios elementos excesivos que se repiten: el marcaje del territorio como una forma de
anunciarse y de legitimarse como dueños absolutos del lugar que han venido a ocupar,
el borramiento respectivo de los signos que identifican al amo que acaba de ser
derrocado, las advertencias y amenazas, más el desplazamiento impuesto de quien se
proclama como nuevo amo, muertes selectivas y masacres.
Post-Orión: la construcción del sueño civil:
La Operación Orión es memorable por el horror que causó, define el día que más miedo
ha sentido la comunidad en la que se llevó a cabo. Este sentimiento contrasta con el
sentido de pacificación y retorno a la tranquilidad, que desde la legalidad es común que
se le dé a este tipo de operaciones militares. Un elemento asociado por la comunidad
con bombas desde el aire, sentimiento de ser fumigado, desintegrado y volado en
pedazos, es el helicóptero artillado.
Después de Orión, no puede decirse que vivir armado haya dejado de ser para los niños
y jóvenes un estilo de vida que enorgullece y da reconocimiento. Desde el punto de
vista psíquico y social, Orión no ha dado los resultados esperados, porque el escenario
para la guerra al parecer sigue siendo propicio. Lo demuestran las noticias de la
actualidad referidas a la formación de bandas juveniles que inician la repetición de un
nuevo ciclo de violencia. Habrá que trabajar duro en la invención sistemática de
estrategias que faciliten en los niños y en los jóvenes el paso psíquico del vínculo
afectivo con el arma a la identificación con líderes formados en la vía de construir
sociedad civil.
LO QUE FALTA EN LA COMUNA 13
Los habitantes reconocen el interés de la Administración Municipal en atender las
diversas necesidades de la Comuna, incluso buscando la participación comunitaria para
establecer una nueva relación con ella.
Pero anotan que la intervención estatal allí no se corresponde con una actuación integral
que vaya desde garantizar la seguridad física de sus habitantes hasta responder por las
diferentes expectativas de la misma. Continúa el conflicto vivido por las distintas
familias de desplazados por la guerra. Sobresale, además, el entorno de miedo,
desconfianza e incluso de terror, como producto de las múltiples violencias ejercidas
contra los habitantes, pero también patrocinadas por grupos de éstos que se convirtieron
en informantes de las autoridades y de los propios paramilitares, sea para proteger su
integridad o para recibir un pago a cambio.
CONCLUSIONES FINALES
Respecto a estos operativos, los sentimientos y las percepciones de los habitantes,
difieren en forma significativa. Unos los definen como un "mal necesario".
Mal, por cuanto el combate prolongado con armas de guerra, asumiendo a todos como
enemigos, generó momentos de terror y pánico, al punto de constituirse en un hito que
marcó la vida de quienes vivieron en carne propia dichos momentos.
Y necesario, porque el Estado no contaba con otra alternativa para poner fin a los
combates entre los actores armados ilegales y erigirse en el soberano para instaurar un
orden y una seguridad permanentes: "fue muy horrible porque fue mucha gente la que
murió, pero fue algo necesario que tenían que hacerlo".
CONCLUSION PERSONAL (Opinión personal)
“En mi opinión creo el conflicto que se vio en la comuna 13 es bastante cuestionable,
los enfrentamientos que se vivían allá eras pan de cada día en todo Medellín en esa
época, solo que tuvo un interés mayor por parte del Estado.
Con las operaciones (Orión y Mariscal) se puso en peligro la vida de no solo los
habitantes de esa zona sino que también de toda la ciudadanía por el conflicto militar
que se vio allí por lo que genero disparos en todas las direcciones causando heridas a
civiles de esa y otras zonas de la ciudad.
Que se pueda llamar esto como un mal necesario es respetable, es muy fácil decir esto
en este momento pero en verdad que a mí me parece que se podría haber otros
mecanismos de resolución del conflicto que se vivía en ese entonces, no se tenia que
llegar a ese método tan extremo que por así decirlo “llegaron a acabar con lo que se
movía” con este se corrieron varios riesgos que pudo haber terminado en una guerra
civil en donde se daría una desestabilización Nacional y miles de muertos regados por
toda la ciudad. Esto es lo que yo pienso de este tema.”
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