Revalorizaciones de lo político en la televisión pública. Pugnas y narrativas en el segmento “Madres de la plaza…” en Canal 7 1. Por: Fabián Viegas Barriga 1. Introducción. Afuera llueve. La relación del campo popular con los mass media. La televisión en Argentina, especialmente desde la privatización de su mayoría y el posterior proceso de concentración, se configuró a grandes rasgos, en un contrario ideológico del llamado campo popular, en la disputa por la producción de sentidos sociales. “La televisión dice que llueve, salí a la calle” 2, la frase escrita en pegatinas callejeras durante los sucesos de diciembre de 2001, o en pintadas de las paredes de las calles de Buenos Aires, fue quizás una de las marcas más claras en la forcejeo por el espacio público. Los movimientos sociales, como así se designó a los nuevos agrupamientos sociales post dictadura militar que no se correspondían con las estructuras clásicas del campo popular (partidos de izquierda por ejemplo), identificaron en los medios masivos a un enemigo que les pugnaba la participación social y los configuraba como posibles enemigos internos, detractaba sus consignas, desfiguraba los sentidos de sus luchas, disociaba la memoria popular o los criminalizaba 3, anclándose desde una supuesta apoliticidad y sustituyendo la idea de ciudadano por el de víctima 4. En este sentido decía Tomás Abrahám que explica que a diferencia de la fotografía, donde la percepción de imágenes pone en funcionamiento simultáneo a la memoria, la televisión “hipnotiza por hacer de la memoria una entidad caduca” (Abrahám, 1998: 115). Pablo Solanas, referente del MTD de Lanús, se refería a los medios “una protesta se convierte en [el titular] ‘Caos de tránsito’, y como somos sujetos del caos alguien tiene que venir a poner orden, lo que significa que hay que reprimir“ 5. Desde una investigación que analizó el rol de los medios en los incidentes del 2001 y la posterior posición de ellos para con la sociedad, Adriana Amado explica: 1 Publicado en el libro coordinado por Chardón, María Cristina (2011) “Transformaciones del espacio público, los actores, las prácticas, las representaciones”. Editorial La Crujia (Inclusiones) ISBN: 978-987-601-141-9. Pág.: 409 a 433. 2 En su versión primigenia la frase más utilizada fue: Nos mean y la prensa dice que llueve. 3 Viegas, Fabián (2007) Experiencias y mediaciones de la criminalización de la protesta social. Los casos de Gabriel Roser y los ex trabajadores de YPF y Petroquímica Mosconi de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Investigación realizada en el marco de la Beca de Entrenamiento de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. Director Alfredo Alfonso. La Plata. 4 Reguillo Cruz, Rosana (2000) Identidades culturales y espacio público, un mapa de los silencios. En revista Dia-logos de la Comunicación, Nº59-60. FELAFACS. Lima. 5 Entrevista del documental “Marche Preso, la criminalización de la protesta social” Realizado por Esteban Rodríguez, Gabriel Apella, Martín Massa, Rómulo Carpinetti y Fabián Viegas. Primavera 2008. 1 “Los medios tomaron una clara posición frente a la protesta y la acción social, y no es arriesgado proponer que esta postura ha tenido responsabilidad en el resquebrajamiento del vínculo medios-sociedad” (Amado Suárez, 2004, p.1). Ciertamente las relaciones de legitimidad/ilegitimidad que presentan los medios sobre otras instituciones o sectores de la sociedad no responden a estructuras fijas, si no a necesidades o a intereses de su propia legitimidad. En ese sentido Mariestella Svampa, desarrolla la construcción del otro en los medios a partir de la mirada de las clases más cercanas al consumo propuesta por los medios: “Luego de que los ahorristas que protestaban por el "Corralito" de Cavallo en diciembre del 2001, recuperaran sus ahorros, la clase media volvió a sus rutinas. Las clases medias altas volvieron a intentar circular del country a la ciudad y las clases medias recuperaron puestos de trabajo a partir de la reactivación apuntada para ese sector. La protesta de los sectores más pobres, que casi no vivieron cambios estructurales en su pauperizada vida, se transformaron [para los medios] en "molestos" y "desubicados sociales” 6. La Asociación Madres de Plaza de Mayo (AMPM) 7 son indudablemente, parte 8 de ese campo popular y se enmarcaron históricamente con las luchas de los movimientos sociales en disputa por la palabra pública, con los medios masivos alineados a –o siendo parte de- los sectores de concentración del capital. Los sucesivos gobiernos de Néstor Kirchner y luego su mujer Cristina Fernández de Kirchner, han generado tantas aprobaciones como resistencias como sus pares latinoamericanos. A diferencia del los últimos gobiernos, el matrimonio K, como los denominó la prensa, promovieron una serie de modificaciones políticas que significaron un avance, al menos en materia del debate sobre los derechos humanos de la dictadura. Su planteo inicial, apuntado a la propuesta de unir fuerzas con sectores populares noperonistas, de donde ellos provenían, para profundizar en políticas públicas de democratización social, se denominó “Transversalismo” y aglutinó a los sectores más 6 Entevista a Mariestella Svampa para el documental marche Preso, citado ya en la investigación “Experiencias y mediaciones de la criminalización de la protesta social. Los casos de Gabriel Roser y los ex trabajadores de YPF y Petroquímica Mosconi de La Plata, Provincia de Buenos Aires” de este investigador. 7 Las Madres de Plaza de Mayo surgieron en los primeros años de la dictadura militar. Son el resultado del agrupamiento de madres de los secuestrados por la última dictadura militar que, en aras de instaurar el terror en la sociedad, desaparecieron a 30.000 personas, principalmente militantes políticos de todos los extractos sociales. En la búsqueda de sus hijos, las Madres se fueron conformando como actores políticos y defensoras de los derechos humanos de todo un pueblo. 8 Durante el menemismo y hasta el 2003 aproximadamente, en medio de las crisis de representación que también afectó a los sectores progresistas o de izquierda, prendió en estos sectores la metáfora de que las Madres de Plaza de Mayo constituían la locomotora del tren del cambio social; entendiéndose de esta manera, que cada vagón era una organización diferente que se dejaba guiar por la legitimidad política de las Madres. 2 diversos. Es en esa propuesta, felicitada y apoyada por los gobiernos de Hugo Chávez de Venezuela, Luís Lula de Brasil, Evo Morales de Bolivia y hasta el propio Fidel Castro de Cuba, que las Madres de Plaza de Mayo se aliaron al Gobierno nacional y pasaron por primera vez de las prácticas de resistencia, a una política de construcción. Analizar hoy a esas Madres incluidas en la grilla de programación de Canal 7, resulta por lo pronto paradojal e implica una serie de interrogantes desde lo comunicativo: ¿Qué dicen las “Madres de la Plaza…” desde ese espacio? ¿Cuál es el contexto en el que se negocia el sentido de sus luchas actuales y pasadas? ¿Qué espectador está implícito en el discurso? ¿Qué dicen en relación a esta nueva propuesta de televisión pública que otrora, cuando se llamaba ATC, le cedía 5 minutos matinales, todos los días, a María Isabel Siman Menem, que anunciando el verano y preocupada por los kilitos de más, recomendaba comer en restaurants “más que en casa, ¿saben porqué?. Porque en el restaurant podemos elegir” 9? ¿Qué dicen las “madres de vientres huérfanos” como las llama Rosana Reguillo, en ese micro de 15 minutos, disputando sentidos con los otros medios de comunicación? “Hoy día, para que los grupos puedan dar batalla en el espacio público y garantizar que su visión – versión de las cosas circule, es necesario primeramente conquistar el acceso al espacio público, normalmente controlado x el Estado y los grupos dominantes…” (Reguillo Cruz, 1996:69) El polémico filósofo Tomás Abrahám expone una mirada apocalíptica de las posibilidades de generar una política pública cultural en la televisión, dice que “la política cultural nunca fue más que otro sueño burocrático” por “la vida misma del medio televisivo, mejor dicho, la muerte misma que provoca el mencionado medio”. Analizaremos a continuación esta experiencia, denominada “Madres de la plaza…” conducida por la presidente de la AMPM, Hebe de Bonafini en Canal 7, canal estatal que se presenta como “La Televisión pública”, para aproximarnos, desde estas indagaciones, a este debate. 2. Entre texto y contexto. El análisis desde los estudios culturales Los estudios basados en la comprensión de los fenómenos sociales que se apropiaron de la hermenéutica y articularon con metodologías de la antropología social y la sociología constructivista; abrieron nuevas posibilidades para pensar la relación entre los mass media y las prácticas de los sectores populares. Del estudio centralizado en los medios 9 Abrahám, Tomás (1998) La aldea local. Pág. 31. Ed. Eudeba. Buenos Aires. 3 como productores instrumentales de mercancías comunicacionales, se desplazó (no sin dejar de lado que los medios tienen gran influencia sobre cómo pensar la realidad, lo que implica un enorme poder) hacia una mirada de la praxis comunicativa de sus receptores como productores de sentido (Martin-Barbero: 1993). El discurso de la TV se entendería en una relación mediada por las prácticas de la cultura popular, negociando los sentidos entre mercado y consumidores, ideas de realidad, construcciones de la política y la historia, desarmando y rearmando estructuras de la memoria y facilitando formas entenderla. Relaciones e historias entre ellos, con otros, o con la TV y los otros medios, entendida como intertextualidad 10. Esta reflexión, adquiere una multidimencionalidad disciplinaria que Martin-Barbero proponía explicando: “Es desde las nuevas formas de juntarse, y de excluirse, de reconocerse y desconocerse, que adquiere espesor social y relevancia cognoscitiva lo que pasa en y por los medios y las nuevas tecnologías de comunicación” 11. Luego de esto definiría que es desde allí que los medios han entrado a constituir lo público y no un mero asunto de mercados y consumos. Los mass media aspiran a tener una función barda, proponen Casetti y di Chio trayendo a comparación al bardo de la edad media que cantaba los acontecimientos. Trabajan a partir de un patrimonio común y con el objetivo de crearlo, son mediadores de lenguajes, valores y símbolos, y por todo ello se expresan desde la intextualidad en un continuo cruce de referencias con los otros medios. (Casetti y di Chio, 1997, p. 310). La televisión construye historias y ritos que se modelan desde y en las dinámicas sociales, modificando los ritmos y esquemas de la vida cotidiana, recodificando, “a partir de representaciones simplificadas y canónicas de la realidad (…) para restituirlas después convertidos en modelos que cabe imitar”. (Casetti y di Chio, 1997, p. 311) Se construyen así formas de comprender el cómo es el mundo y cómo se debe estar en él. Una praxis de “asimilación activa del universo humano en los intentos de poner orden a lo caótico” explica Zigmund Bauman. (Casetti y di Chio, 1997, p. 313) La televisión es casi inabarcable para el investigador como objeto de investigación. ¿Qué es todo lo que tenemos que observar para analizarla si sabemos que el texto televisivo no es sólo en cuanto a sus contextos de lectura, que corresponden al momento 10 Casseti, F.y di Chio, F. (1997-1999) Análisis de la televisión. Instrumentos, métodos y prácticas de investigación. Ed. Paidós Ibérica, S.A. Barcelona. 11 Martin-Barbero, Jesús (1993) La comunicación en las transformaciones del campo cultural. Revista Alteridades. Pág. 59-68. Bogotá. 4 histórico, al substrato cultural de aquel que será televidente, como también a su relación de intertextualidad con los otros medios con los que dialoga quiéralo o no? ¿Qué podemos llegar a reconstruir de esa realidad? ¿Qué tanto sabemos de ella como productora de sentidos? De alguna forma u otra sigue estando en pugna la proposición de que a menor capital cultural del receptor, menos puede defenderse de los influjos de su capacidad de producción. Abrahám dice que “la televisión no es diet-icónica sino – la- heavy metal de las imágenes “ 12 pero también presenta en tono de burla las proposiciones de algunos analistas de “la vida postmoderna” como llama él a Beatriz Sarlo por ejemplo. Entonces, en ese tono, dice sobre sí mismo que luego de leerlos tira el control remoto como pava hirviente por considerarlo un objeto fetichista e irresponsable, que si va al shopping a pasear se siente un “nuevo tarado del consumo”, o si deja a su hijo jugar con los videogames se siente responable por “meterlo en el infinito periódico de las máquinas” o “moustrosos dispositivos que anulan la narración”. En fin, más allá de su cinismo, lo que intenta desarrollar es que no por mirar televisión se convierte se pasa a ser un alienado de ella, depende, como lo explican más metódicamente Casetti y di Chio (1997: 299-306), de los esquemas cognitivos del televidente y de la funcionalidad que adquiere en el “uso” que se le da a la misma. No es lo mismo mirar la telenovela –como ponen de ejemplo los investigadores italianoscomo la mira una ama de casa distraerse a la tarde, que la que lo ve para tener un tema de conversación en el trabajo o para el padre que quiere saber qué mira su hija en el aparato. Entonces ¿cómo se construye ese significado?. Los analistas de la televisión explican que el “El destinatario negocia buscando un punto intermedio entre la ‘posición’ que le asigna el texto por el modo en el que se dirige a él y la ‘posición’ que le atribuyen los procesos sociales en los que participa” (Casetti y di Chio, 1997:296) Lo que ubicaría al texto televisivo como propuesta. Pero no implica esto una absoluta libertad de interpretación, “los medios codifican los significados de sus textos de modo que la libertad de decodificación quede enmarcada dentro de ciertos límites” (Casetti y di Chio, 1997, p. 300). Esto dependerá, según el esquema propuesto por la interpretación de los analistas de Stuart Hall, de posiciones de decodificación que dependerán del grado de identificación con el punto de vista del emisor, entendiendo que la polisemia del texto posibilita diferentes significaciones. De esta manera podrá aparecer tanto una 12 Idem, op. cita 8. Página 56. 5 lectura dominante que concuerde con ella; una lectura negociada que, al no pertenecer a la misma clase sociocultural, reconoce el texto pero no lo comparte; y una lectura de oposición que directamente se identificará como “en la otra vereda” del emisor, no reconocerá sus intenciones comunicativas y creará significaciones alternativas a las propuestas. (Casetti y di Chio, 1997, p. 300). Los estudios desde estas perspectivas cognoscitivas han comprendido que las industrias audiovisuales ejercen un enorme poder en la producción de imágenes que los pueblos hacen sobre sí mismos. Que se entiende en la construcción de identidades. Eso implica una gigantesca influencia en la conformación de sentidos sobre la realidad, ya que constituyen la puesta en sociedad no sólo de cosas para ver sino de formas de ver. Pensar entonces la televisión pública desde los estudios culturales, implica yuxtaponer al texto televisivo con el contexto social y político, los posibles capitales de referencia que actúan como antecedentes de decodificación y, por supuesto, las relaciones intertextuales con los medios “del mercado” que actúan sobre esas decodificaciones. Supone que el texto o discurso de la TV reestructura al contexto en la medida que depende de él. Negocia sentido y es condicionado por pactos o construcciones de pactos anteriores. 3. Guerra en el cuadrado. La televisión vecina. Paralelamente a esta forma de analizar la TV, se concibió el vaciamiento de las prácticas multitudinarias que daban cuenta de una participación popular en el ágora política que se desplazó a la pantalla 13. La TV se fue apropiando de ese legado y se presentó cumpliendo los roles de árbitro, juez, vecino indignado, crítico moral o amigo (Abraham, 1998). Así como Bauman dice que en “un mecanismo perfecto de legitimación del rol de los medios” estos “se autopresentan como espejos de una realidad que ellos mismos construyen” (Bauman, 2003, p. 44); Bordieu dice que la televisión “pretende ser un instrumento que refleja la realidad, acaso convirtiéndose en instrumento que crea una realidad” (Bourdieu, 1996, p.28). Es en estas lógicas de de desplazamientos de las prácticas políticas, o de sus representaciones y de la radicalización política, que la presencia de las Madres de Plaza 13 Landi, Oscar (1992) “La política en las culturas de la imagen”, en Devórame otra vez, qué hizo la televisión con la gente, qué hace la gente con la TV. Ed. Planeta. Buenos Aires. 6 de Mayo en la pantalla de Canal 7 encuentra su sentido de ser. Especialmente luego de pensarse como “La televisión pública” 14. Como decíamos en otra investigación sobre la criminalización de la protesta social, y se reflexionaba sobre la disputa del espacio público: “El espacio público moderno se desconfigurará y mutará en movimiento nos dirá Richard Sennett (1978). El ágora, la plaza, y la participación con el cuerpo – “cultura pública” dirá Reguillo (1996:72)- dejarán paso a la representación. El desplazamiento de la marcha a la indignación (Rodríguez Alzueta, 2003b), estará hablando de un sujeto indignado frente al televisor, un sujeto desacostumbrado a poner el cuerpo” 15. La TV nos reinserta en la ciudad a través de una reorganización simbólica de ella, mediatizada por las estructuras de construcción de la industria cultural. Decía Barbero en 1993, a pocos años de que el gobierno de Carlos Menem permitiera, flexibilizando algunos puntos de La ley de Radiodifusión, la conformación de multimedios y profundizando la concepción privatista inaugurada por la dictadura militar, que “parecería que el espacio tecnológico de la comunicación se ha vuelto decisivo en el diseño y reorganización de unas sociedades en las que el Estado se retira dejando sin piso, y sin sentido, a lo que hasta hace poco entendíamos como espacio y servicio público” 16. Carlos Aznares, periodista de clara tendencia tercermundista empuja este análisis hacia el plano de la lucha política internacional: “Los medios de comunicación -la gran mayoría de ellos- representan hoy una de las principales columnas del ejército de ocupación que la llamada mundialización ha puesto en marcha en todo el Tercer Mundo (…) los medios colaboran a generar opiniones desfavorables cuando se trata de comenzar a roer los cimientos de países que están intentando construir una alternativa independiente al discurso único existente” 17. Desde una dimensión cultural, Reguillo Cruz habla de la construcción del silencio (de los pueblos, de las mujeres, los niños, los negros, indígenas, etc.) en la sociedad 14 En la presentación del proyecto de esta investigación se proponía la concepción de Televisión pública desde la mirada de Jesús Martín-Barbero, Omar Rincón y Germán Rey en la que ella interpela y se dirige al ciudadano más que al consumidor. 15 Idem, op. cita 2. 16 Idem, op. cita 10. 17 Carlos Aznares (2008) El terrorismo mediático, la sumisión de los medios convencionales y la necesidad de resistir a través de una política integral de contrainformación. En www.alopresidente.gob.ve 7 latinoamericana desde cuatro espacios fundamentales: la familia, la escuela, la ciudad y los medios de comunicación (especialmente la televisión) (Reguillo, 2000: p. 10) La ciudad y la violencia se han conformado como hermanas convivientes, “la violencia se experimenta como dato fatal e ineludible, como tributo necesario y cotidiano a la aventura urbana” (Reguillo, 2000: p. 12) Los relatos que la TV aporta a la “comunidad de vecinos” son parte de lo que Reguillo ironiza como el “santo y seña de la cofradía de los miedos: ‘tenemos miedo’ es la frase de pertenencia de los que no fueron excluidos del sistema. El miedo congrega, agrupa y legitima acciones discriminatorias o represivas. Donde la víctima sustituye al ciudadano” y se generan intolerancias y divisiones sociales. (Reguillo, 2000, p.13) En ese marco, los medios de comunicación se disputan con las instituciones tradicionales la hegemonía de la construcción de sentidos sociales de la vida. “La televisión principalmente ha pasado de ser una medio para convertirse en representante, gestora, crítica y juez” (Reguillo, 2000: p.14) 4. Un pañuelo en la pantalla. 15 minutos para disputar sentidos en la televisión. En esta sección, intentaremos responder a algunas de las preguntas realizadas en torno a qué comunica el segmento de las Madres de Plaza de Mayo en Canal 7. “La retórica influye no sólo en la forma sino también en el modo de percibir y comprender los contenidos” dirán Casetti y di Chio (1997, p. 264). Desde ese lugar –como desarrollamos ampliamente más arriba- la televisión genera no sólo sentidos de realidad, sino que configura formas de entenderla; por ello hemos desarrollado algunos puntos para pensar ese “qué comunica”, desde analizar cómo es el programa, a qué públicos le están hablando y cómo se refiere a cada uno; qué mirada construyen sobre sí mismas las madres, qué en relación a la lucha de sus hijos u otras luchas, cómo hablan de sus proyectos actuales y su relación con el gobierno, cómo las mediaciones entre la lucha y la actualidad constituyen parámetros para entender su relación con el gobierno y por ende una construcción de él; también cómo se refieren a la oposición, qué herramientas narrativas utilizan para hacer comparaciones, nexos y continuidades de los “enemigos”, y cómo se representan a los “otros medios”, cómo se hace explícita la disputa de sentido con esas otras formas de construir la realidad. En la negociación de esos sentidos de realidad las Madres no sólo disputan el sentido de la verdad enfrentadas a los otros medios o a los poderes fácticos. También reestructuran identidades del gobierno. Su presencia en el medio, sus discursos, la explicitación de 8 sus objetivos anclados en las anteriores luchas de sus hijos, incorpora al gobierno en una identidad asociada a la lucha de los años 70, recuperando ideales y valores otrora añejados en el poder del Estado. En esos 15 minutos se puede observar una búsqueda por recuperar un patrimonio de memoria colectiva que había sido desplazada por los medios entre propuestas de “superación” y cristalización arcaica. Trayendo a colación luchas pasadas y presentes, y revalorizando la lucha de los pueblos en una sistemática muestra de continuidades entre las luchas pasadas y presentes, entre viejos y nuevos “enemigos”. Construye así una idea del compromiso político arraigada a la lucha por los derechos humanos. 4.1. Las formas. No cumple el programa Madres con el formato típico de noticias como constructores de hechos/verdad. Al menos deberíamos decir que la verdad no se construye desde esta tipología de programas. Hebe, al contrario de los periodistas, esos “directores de conciencia” según Bourdieu, no mantiene la cara impasible ante los comentarios. Es, para decirlo burdamente, ella. Hace muecas de desprecio cuando describe a un personaje cercano al menemato 18, lee cuando no se acuerda y de hecho, resalta que lo escribió “para no olvidarse nada”; o agita la mano como sacudiéndose mosquitos de la ropa cuando parafrasea a alguien que caracteriza luego como fascista, en fin, los criterios de verdad remarcados en la imagen típica de los noticieros no aparece en el programa de las Madres, salvo esa mirada en la mirada, tan referida por Eliseo Verón. Todo lo que afirma y el modo en que lo hace reestructuran, al menos para la percepción común, la realidad circundante (Casetti y di Chio, 1997, p. 294). Desde ese postulado entendemos que las formas del cómo se dice y muestra lo que se dice y se muestra, implica una redefinición de la realidad y negocian, en este caso, nuevas formas de percepción de esa realidad. El programa conducido por Hebe de Bonafini, rompe el estilo verdad/objetividad clásica o la cadena de construcción de verdad/apoliticidad/descubrimiento con el que enmarcan los relatos los noticiosos televisivos, para exponer un estilo de verdad/compromiso (político), donde se explicitan los objetivos políticos. Hebe no se coloca en el lugar del conductor que aparece como “aprendiendo” de la realidad junto al televidente, sino que explicita su trayectoria y se presenta -con ademanes propios-, con nuevas reglas de representación. 18 Eufemismo para nombrar a los dos períodos de gobierno del ex presidente Carlos Saúl Menem. 9 La puesta en escena del programa grabado en los estudios de la Universidad Madres de Plaza de Mayo, alude a lo que Casetti y di Chio llaman paleotelevisión, ya que podemos encontrarnos allí marcas de los formatos de un tipo de televisión de los comienzos de los años ochenta, similar también, al que utilizaban algunos sacerdotes católicos para enviar sus mensajes vía pantalla electrónica a sus fieles 19: conductor detrás de una mesa con mantel, fondos claros con algún cuadro (en este caso funciona como pantalla donde se refractan imágenes que irán de acuerdo a lo que se esté relatando, mayormente redundante, afirmando el discurso con imágenes retóricas o que apelan a la memoria histórica del receptor 20 para hacer comparaciones o asociaciones); vestimenta no formal, pocos adornos y austeros (un vaso con agua, un retrato, a veces un cuadro con algún premio o reconocimiento, una estatuilla abstracta) y una simple puesta de cámaras. Las dos únicas cámaras –fijas- consisten en: una de frente que abarcará la mesa [1], el cuadro del fondo con Hebe sentada en el medio, y que funcionará la mayor parte del tiempo; y la segunda cámara [2], que se situará a la izquierda de la conductora (en diagonal) y, con planos más cerrados que a veces llegarán a ser primerísimos primeros planos de la cara de Hebe –a veces fuera de foco-, será utilizada en forma menos asidua pero para remarcar algunos aspectos del discurso. En esos casos Hebe se tornará hacia su derecha y hablará en un tono más cómplice, del tipo “Ustedes saben de qué estoy hablando”. Este recurso será utilizado en variadas ocasiones –por ejemplopara hacer una configuración del “enemigo”, orientado hacia el televidente militante o afín a las prácticas del campo popular. También para referirse a actores de la política que fueron históricos contrarios de las Madres (el ex presidente Carlos Menem por ejemplo, que aparecerá encarnando al enemigo tipo) y luego para hacer asociaciones con otros actores no tan identificados en caracterización, pero en la que las Madres lo querrán ubicar o asociar. Los marcos del programa, o sea la presentación del mismo, se muestra en un fondo negro con letras blancas donde se lee primero “Un espacio de la Asociación Madres de Plaza de Mayo”, luego aparecen algunas imágenes de integrantes de la Asociación e imágenes de multitudes saltando en la Plaza de Mayo. Aparece más tarde otro cartel, esta vez sobre el color negro, se superponen otros verdes y el logo en movimiento; al lado del mismo aparece el nombre de la Asociación, que al esfumarse surge un 19 Pueden observarse similitudes con el programa “El kairós del Padre Farinello”, que cerraba la programación de Canal 7 en el año 2003. 20 Por ejemplo en alguna ocasión Hebe hablaba de la “tragedia Menem” y aparecía una foto de él, pero con Duhalde, personaje del que hablaría luego, hilando y uniendo sus historias. 10 “Presenta” que desaparecerá por el título del programa: “Madres de la Plaza…” con el logo del pañuelo a la izquierda, parapetado como ícono clave de lectura del programa. El pañuelo dicta a leer el programa como síntesis de lucha, colocando los contenidos en el lugar del legado. A su vez, el nombre del programa alude al cántico históricamente forjado en el campo popular “Madres de la plaza, el pueblo las abraza”, que rinde homenaje a su lucha. Esta analogía, sumada a la imagen de las personas saltando y gritando en Plaza de Mayo, implican una relación asociativa entre los militantes del campo popular y las Madres de Plaza de Mayo, que se repetirá en el programa tanto implícita como explícitamente. La rutina de los medios, en su inclemente y estratégica búsqueda por la “nota caliente”, tienden a abandonar aquellos acontecimientos que se hacen viejos o que no cumplen con las consignas de la dramatización necesaria de esa víctima que hablaba Reguillo. El programa aparece a simple vista como “lento”, cercano a esa paleotelevisión anteriormente desarrollada, en relación a los aspectos técnicos o en los tiempos entre nexos de puesta en escena. El discurso es denso, pero consta de varios niveles de lectura. No es lo mismo el nivel del discurso narrativo que sigue la oralidad de Hebe de Bonafini, que los sutiles guiños que hace al espectador “militante”, como tampoco es el mismo el que aparece en las imágenes que constan de un discurso más lineal, apoyado en un formato institucional donde se muestran a las claras, acciones concretas de los proyectos de construcción de viviendas. Aquí se hace necesario resaltar que continuamente se utilizarán sincretismos propios del vocabulario del campo popular, y que es posible de pensar que no serán siempre entendidos por el público no-militante: se habla por ejemplo de un encuentro que tuvo lugar en una “toma”, o se mostrarán imágenes de un espacio del que sólo entendidos encontrarán marcas de un “ropero comunitario” (09/08/2008). 4.2. El público. Aparecen en el programa “Madres…” dos figuras distintas que representan al público ideal de las Madres, es decir, al público al que están dirigidos los discursos. Dos figuras que aparecerán a veces separados en forma explicita, o a veces superpuestos. Si bien ante los dos se presenta Hebe de igual manera, en un tono ameno, como por ejemplo con un “Hola qué tal” (30/08) o “¿Hola, cómo les va?” (02/08), podemos encontrar diferencias de índole del compromiso político. Así como las Madres estarán 11 marcadas por una relación con “la lucha”, su trato con la audiencia estará determinada por este vector. A unos se referirá como a “compañeros”, con los que compartirá guiños históricos y lingüísticos, o a los que se permitirá retarlos. Al otro sector de audiencia se referirá como a los “amigos”, a los que les hablará en un tono más pedagógico, los nombrará diciendo que pensaba en ellos como “ustedes que saben muuuuy poquito de las Madres, o casi nada” (30/08), y les explicará relaciones entre personajes políticos, continuidades de luchas o estrategias de acción, del porqué de las afinidades políticas y, en un modo más explícito, durante tres programas, les dedicará un documental sobre la historia de las Madres 21. Con el espectador no-comprometido se justificará de algunas explicaciones “Se los cuento porque quizás no lo sabían” (09/08) y les los advertirá sobre la capacidad de influencia de los “otros medios” y lo negativo de la presencia del “enemigo” en ella: “…es sumamente peligroso que haya alguna gente que piense que estos señores que hablan un día por la televisión y tienen cinco canales para ellos, tienen razón” (23/08). Como decíamos anteriormente, al espectador “compañero”, con el que comparte liturgias de la izquierda o se referirá a personajes “nefastos” con un “como ustedes ya saben”, también lo criticará y adoctrinará: “y usted que está enterrado en el sillón [lo que implica una referencia a la no participación, a mirar las acciones por TV, similar situación de la frase “la TV dice que afuera llueve”](…) y dice “yo quiero el socialismo, quiero a Fidel. Pero acá no tenemos un Fidel todavía, ni Chávez hay, pero es lo que tenemos y lo tenemos que cuidar” (23/08). 4.3. Las madres, sus hijos y la lucha. Escindir esta temática del resto resulta particularmente difícil. “La lucha”, como significación compleja que habla tanto del pasado de sus hijos como luchadores sociales, de la propia historia de las Madres, como a veces también de todo el campo popular, está íntimamente relacionada con los relatos sobre esos “enemigos”, con los medios de comunicación, el Gobierno actual –con el que comparte la lucha-, y “el proyecto” actual. Lo particularmente interesante de este análisis, es la profusa exposición de continuidades entre la pasada lucha de sus hijos, como representación de toda la lucha de los años 70s, la lucha de las Madres en su historia, nacida con la búsqueda de sus 21 El documental “30 años de vida venciendo a la muerte” de Ermes Barsamoglou, Guillermo Kohen y Juan Vollmer se pasó durante los programas de los sábados 30 de agosto, 6 de septiembre y 13 de septiembre de 2008. 12 hijos y la lucha actual, referida en “el proyecto” como resultado y continuación de todo ello. En esa articulación narrativa, que se repetirá constantemente a lo largo de los programas, podemos citar el ejemplo del programa del día 09 de agosto, donde se desarrolló la historia de la Teología de la Liberación. Para ello incursionó en el tema desde la pregunta “¿Cómo nuestros hijos estaban implicados en con la Teología de la Liberación?”, lo que significa una asociación entre las luchas de ellos y por ende con ellas. Hizo referencias a las monjas francesas desaparecidas en la dictadura y las legitimó no desde la “inocencia”, como se acostumbró a hacer en los medios masivos a partir de la propuesta de la “Teoría de los dos demonios 22”, que descalificó la lucha armada en el mismo plano que a la dictadura militar, sino bregando que era “una congregación muy combativa” o también mostrándose maravillada con los postulados liberadores de esta teología. En línea de continuidad con el tema, Hebe, luego de decir que los teólogos de la liberación fueron “artífices de su propia liberación” agregó “por esto voy a unir esto que estoy hablando con lo que pasó ayer…” y se refirió al acto realizado en el barrio Almirante Brown, donde se inauguraron casas del proyecto de construcción de viviendas, y del que participaron el presidente Hugo Chávez, la presidente argentina y otros políticos. 4. 4. El Proyecto. De Certau habla de las posibilidades de usos que puede hacerse de la televisión pública, que no obedecen a la producción de contenidos hegemonizada por la televisión. En una “referencia polemológica” (De Certau, 1996: 40) de las relaciones de fuerza en el combate cultural entre el fuerte y el débil, existen oportunidades de acción o usos que éste último puede realizar en un esquema de orden táctico, como así gusta el intelectual francés de usar la liturgia de la guerra. Lo que históricamente fue la puja por ganar espacios en los medios para “hacer ver la lucha”, lo que depende de su capacidad de generar hechos políticos -situación que las Madres han sabido construir en su historia con consignas contundentes y el uso de iconos fuertes como “Con vida los queremos” o el pañal de sus hijos como pañuelo en la cabeza-. En el caso del programa “Madres…”, es de más interesante observar la transformación o invención de estrategias al cambiar 22 La Teoría de los dos demonios fue presentada a la sociedad en el prólogo del escritor Ernesto Sábato en el libro Nunca Más, donde se documentó los juicios a las juntas militares de 1985. Implicó la estigmatización de los luchadores de los años 70s en tono de subversión y alzó la figura de las víctimas inocentes, lo que sugería cierta justificación de la lucha antisubversiva llevada adelante por la dictadura y en el mismo tono de la frase de la dictadura “algo habrán hecho”. 13 el ángulo de representación. Si bien en el programa aparecen estrategias similares a las utilizadas en los tiempos de la ”resistencia” 23, como la colocación de cientos de pañuelos “protegiendo” la Casa Rosada ante los “ataques a la democracia”(23/08/08), 24 por parte de los sectores alineados a las entidades agrarias (como la Sociedad Rural, de histórica tendencia golpista) o “la derecha” como los denominó Hebe; aparecen con más insistencia estrategias del orden de la demostración de actividades. Así se muestran, en formatos de institucionales, las obras de construcción de barrios y escuelas, actividad que pasó a ser el eje de las Madres en el Kitchnerismo, donde se generan fuentes de trabajo o se destaca la absoluta falta de accidentes de trabajo. Sucintamente el postulado refiere al proyecto de construcción de viviendas que lleva a cabo la AMPM, que comenzó en las villas del conurbano bonaerense. Este proyecto, criticado por sectores de la oposición por los subsidios recibidos por parte del Gobierno para su realización, implica la construcción de miles de viviendas en varias partes del país y la generación de puestos de trabajo, tanto en la construcción misma, como nuevas pymes de producción de materiales de construcción. Hebe se refiere a ello como “un sueño” o al “lugar que hemos llegado las madres”, como una concreción, que la conductora se encargará de explicar no como un fin de sus procesos de lucha, sino como parte del inicio o como “lo que tenemos y tenemos que cuidar”. Presentados en formato institucional, con una construcción clásica de imágenes previas, voz in/off (con o sin la fuente de sonido a la vista), imágenes de acciones previas a la acción principal y luego de la acción principal. Todo con una “cortina” musical de rock, el institucional del “proyecto” muestra imágenes de gente trabajando, luego de las madres interactuando “en presencia” en la obra, más tarde imágenes de casas terminadas y de Cristina Kirchner saludando a obreras y obreros. La voz de fondo es de Hebe, que aparece como voz in en el momento de un discurso en el acto, pero luego se sigue escuchando fragmentos en forma de su voz en off. La voz de Hebe reza: “construir un nuevo país no es poca cosa, estamos en un momento único” y recalca una idea de futuro “para que nuestros hijos sean felices” [con esto sitúa al “proyecto” como un camino a un porvenir mejor]. 23 Hasta la alianza con el Kitchnerismo, las madres, todos los diciembres convocaban a las Marchas de la Resistencia, situación institucionalizada en los repertorios del campo popular y que no fue más convocada a partir del fundamento de que la resistencia había terminado y eran momentos de construcción. 24 Textualmente Hebe dice en el programa del 23/08/08 “…el pañuelo, que siempre defendió la vida, que siempre defendió la justicia, ahora [está] para defender la democracia (…) diciéndoles a estos señores No pasarán, porque hemos ganado muchísimo”. 14 4.5. El gobierno. Parecería redundante hacer hincapié en la relación de afinidad de las Madres con el Gobierno Kirchnerista. Sin embargo, vale la pena realizar algunas lecturas de las representaciones de esas relaciones en el programa “Madres de la Plaza…”, ya que podemos encontrar algunas variables que dan cuenta de las disputas o negociaciones para con el gobierno y sus aliados. Lo que demuestra que esta alianza política de las Madres con el Gobierno no implica una entrega absoluta, sino que está atada a determinadas coincidencias y por ende a negociaciones políticas que se expresan en el medio. Con ello entendemos que el segmento en sí también es plano de disputa o negociación de sentidos, de política. Desde esta mirada podemos observar, tanto referencias positivas para con algunos actores del Gobierno, puestas en duda del accionar de unos, la aparición de silencios sobre otros y hasta el desprecio. Luego de instigar a defender “lo que tenemos” en el programa del 30 de agosto, Hebe hizo una lista de agradecimientos y comienza con la Ministra de Defensa Nilda Garré “que es una ministra muy fuerte” luego dice “gracias a Cristina [Kirchner] que también es muy muy fuerte”. Y culmina agradeciendo también al “ministro [Aníbal] Fernández eh, que encontró a este represor [en referencia a Oscar “Laucha” Tórres] que si no íbamos a pensar mal de él 25”. En el programa anterior, cuando con muestras de indignación Hebe relató que el represor se había fugado de una comisaría de Bahía Blanca, había hecho referencia a que el Ministro había propuesto una recompensa por su aparición, situación expuesta en tono de duda. Otro nivel de análisis surge de los silencios que aparecen en al comparación de las imágenes y el discurso oral. Es notoria una ausencia del programa del día (09/08/2008), donde se hace referencia al acto que se realizó en la Villa 15 de Ciudad Oculta, donde se inauguraban viviendas construidas desde “el proyecto”. En las imágenes aparecen el Presidente venezolano Hugo Chávez, la Presidente Cristina Kirchner, el Ministro de Planificación Julio De Vido, el Intendente de Almirante Brown y el Gobernador de la 25 Para entender estas diferencias vale la pena recordar que el Ministro Aníbal Fernández fue primero Ministro del gobierno de Duhalde en la provincia de Buenos Aires, luego del gobierno del mismo en la Nación, donde ocupa el mismo cargo, y desde donde lanzaba frases a los piqueteros que cortaban rutas y accesos, como “Con el Código Penal en la mano hay que hacerles sentir la autoridad a quienes se están equivocando el camino”. Expuesta una semana antes del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en el Puente Pueyrredón de Avellaneda, el 26 de junio de 2002. Citado en AAVV (2003) “La Criminalización de la protesta social”. Ediciones La Grieta. La Plata. 15 provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. Éste último sentado junto a Hebe en el acto, según muestran las imágenes. Sin embargo, nombró a todos en su relato, menos a Scioli. Así como el nexo histórico es utilizado para demostrar continuidades entre las luchas de sus hijos y el presente junto al gobierno, también estos nexos se usan como recurso para hacer comparaciones de contexto social, entre un pasado de “pobreza extrema del menemismo (…) había epidemias de cólera y meningitis (…) donde murió mucha mucha gente” y un presente donde explícitamente Hebe relata que “[ahora] no hay más cólera, no hay más Paty [Ex comisario de la dictadura, identificado en el programa como represor y aliado de Duhalde]” y que “hay muchísimos menos pobres, hay mucho más trabajo [foto de la pareja Kirchner]. Hay pobres todavía (…) hemos mejorado una enormidad [foto de manos que quieren alcanzar a una Cristina con casco de constructora amarillo] (programa del 23/08). 4.6. El enemigo. El “enemigo”, “la derecha”, “los fascistas”, “esa sarta de atorrantes” es la forma de representación en el que durante el programa se aglutinan los represores de la dictadura, la oposición más cercana a los gobiernos de Alfonsín, Menem y Duhalde, el Papa Benedicto XVI, los integrantes de la Sociedad Rural, Mauricio Macri, De Narváez, “Lilita” Carrió, Hilda “Chiche” Duhalde [esposa de Eduardo Duhalde], Felipe Solá, entre otros. Esas caracterizaciones estarán, generalmente, expuestas mediante historizaciones que muestren relaciones entre ellos como continuadores de la dictadura o en tono de “cómplices” de acciones contra el pueblo. Hebe apelará recurrentemente a las luchas que devienen de la desaparición de sus hijos para, dar a entender apreciaciones sobre aquellos configurados como “enemigos”. De ésta manera se referirá a Alfonsín como aquel “perdonó a los milicos”, a Menem como el que los indultó y generó altos grados de pobreza, y luego los relacionará con De la Rúa y Duhalde, como continuadores de esas políticas (23/08). Concatenado a esto dirá “Ni olvido ni perdón 26”, para reforzar la legitimidad de sus palabras. 26 La frase –creada por las Madres- fue ampliamente utilizada durante los gobiernos de Alfonsín y Menem para demostrar el desacuerdo ante los perdones e indultos a ex militares de la dictadura, como así también ante las políticas de “dejar atrás” el pasado pre-democrático. 16 En tono directo, en el programa del 23 de agosto dijo: “yo quiero hablar de Menem… [puso una foto fija de fondo con Menem y Duhalde] (…) Menem, que regaló tierras para esa mierda que se planta ahora [foto de plantaciones de soja]” luego desarrolló un relato sobre los 11 robos que tuvieron en 45 días durante 1990, mientras hacían la campaña contra los indultos. Y más tarde resalta que hizo “un recorrido hasta acá para no olvidarse nada” [el recorrido aparece como sinónimo de lista o de apuntes escritos, lo que inscribe el discurso desde cierta organización de verdad]. Luego de esto dirá que “Duhalde resurge, como la mierda, y da consejos…” [foto de Duhalde con Mauricio Macri], luego se pregunta “¿Y qué dijo? Que Paty era un gran hombre” En el mismo tono de asociaciones, verbales y fotográficas, explica: “por eso que ahora aparece la derecha, del lado de la gente de los agropecuarios, de la [Sociedad] Rural y toda esa sarta de atorrantes (…) y aparecen todos estos que quieren hacer un partido” [y nombra a Duhalde, Carrió, López Murphy –que le dice el Buldog-]. Mientras tanto detrás de Hebe aparecen colages de fotos con todos ellos, lo que refuerza las relaciones antedichas. 4.7. Los “otros medios”. Como hacíamos referencia en la segunda parte de este artículo, el significado del texto televisivo se construye no sólo a partir de las negociaciones entre emisores y contextos de recepción, sino también en la relación intertextual con los otros medios masivos, con quienes se negocian las formas de comprensión de la realidad, los formatos de entendimiento. Hebe interpela a aquello “no dicho” por los “otros medios”, por ejemplo a la falta de historización de las luchas populares. Genera una mediación del sentido de lo político entre las prácticas reivindicadas en el programa y el discurso apolítico de los medios. Su preocupación por esos “otros medios” es evidente. Y lo expone desde un análisis que podríamos –con ciertas libertades de interpretación- de los medios como instrumentos de manipulación de la sociedad: “Si les dejamos hablar por la televisión todo el tiempo, es una ideología que se mete en la cabeza, que se mete en nuestras casas, y hay veces que la gente dice ‘y bueno claro, a lo mejor tienen razón’ [acompañado esto de fotos de Carrió, López Murphy y Chiche Duhalde] (…) como Chiche Duhalde que parece una carmelita descalza cuando habla y es peor que una víbora” (30/08). 5. Las Madres en la TV, la explicitación política. Conclusiones. 17 Nos parece importante dejar para el final de este análisis algunas referencias al estilo del programa. Estilo que está íntimamente concatenado con prácticas de lucha, con la misma personalidad de Hebe de Bonafini que, como conductora, represena una narradora que, sin dudarlo, es casi imposible de comparar con otro conductor de la televisión actual. Los párrafos siguientes intentan dar cuenta de los niveles de libertad expresiva que pudimos observar en el transcurso de los sucesivos programas observados, para interrogarnos luego sobre la participación de las Madres en este “espacio público”. Con el mismo tono que relata una anécdota casi íntima de las Madres, a veces Hebe puede presentar cuestiones que ponen en duda la legitimidad de toda una institución. Legitimidad ya reducida, como es el caso de la policía bonaerense, salvo que dicho desde Canal 7, canal al que los argentinos estaban acostumbrados a ver y escuchar la voz oficial, adquiere más trascendencia. En ese sentido, y relatando el escape de la comisaría de Bahía Blanca del represor Oscar “Laucha” Torres, detenido hasta ese momento por orden del fiscal Hugo Cañón, Hebe dice primero que las Madres pedían que fuera llevado a una cárcel común y luego dispara: “Como todos era cómplices 27, lo dejaron en una comisaría (…) dicen que se escapó, qué raro…” dice en tono irónico (02/08). Asimismo se refiere a Eduardo Duhalde, ex Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, donde lo nombra como el regenteador “del juego, la droga y la prostitución en la provincia de Buenos Aires” (23/08) Luego de narrar las denuncias por ellas realizadas contra el ex Comisario Paty, se pregunta en voz alta “¿Quién lo puede reivindicar? [cámara 2, Hebe mira de costado mientras deja un segundo de expectativa, aparece una foto de Duhalde en el fondo] “¿O Duhalde? ¿Lo reivindicará?” Y remata: “Para un roto siempre hay un descocido”. Luego habla de Carrió y de López Murphy en tónicas parecidas y culmina haciendo una metáfora de “la basura” y el río, que cuando llueve el viento la empuja a la orilla y “cuando el viento se retira queda toda la mierda, los soretes, los forros…” (30/08). En la liturgia política es común encontrarnos con términos propios de las disputas, relaciones de apego o desapego: camas, chicanas, roscas, lealtad o traición, o quedar pegado. Éste último implica la concepción de que la asociación pública con un sector político o un personaje, trae a colación un compromiso político, una especie de 27 El subrayado es nuestro. 18 transferencia de la ideología del otro, un contagio de objetivos del sector con el que se ha tenido algún encuentro o práctica en común. Esto es comúnmente concebido como concepto negativo, donde se desdibujarían las concepciones primigenias de la entidad política original. En el caso de las Madres de Plaza de Mayo, constituidas históricamente como entidad social y política desde su rol de organismo de derechos humanos y la denuncia de los sectores relacionados con la última dictadura militar o sus continuaciones neoliberales, encontramos en artículos periodísticos alusiones a una “cooptación” o “utilización” de las Madres por parte del gobierno 28. En un sentido contrario, y luego hurgar en las estrategias discursivas del segmento televisivo “Madres de la Plaza…”, donde, como pudimos desarrollar anteriormente, se utilizaron recursos lingüísticos, icónicos, herramientas visuales y estrategias narrativas, tanto para diferenciar al Gobierno del “enemigo”, como para comparar y asociar las prácticas del Gobierno con el accionar de las Madres, los objetivos de sus hijos y los objetivos políticos del “Proyecto”. De esta manera, el “quedar pegado” tiene razón de ser desde una construcción del Gobierno “pegado” a la propuesta política de las Madres. Un espacio donde estará negociado el “lugar” del Gobierno en relación a las Madres, su deber ser pugnas internas, con valores diferenciados para cada uno de sus actores, que construirá una idea del Gobierno Kichnerista que disputará sentido con las referencias emitidas desde los otros medios, incluso con otros programas de la grilla de Canal 7. Volviendo a la determinación del filósofo Tomás Abrahám, que exponía la imposibilidad de generar políticas públicas culturales en la televisión, esta proposición, si bien incluye aspectos ciertos, cae en un determinismo discutible y, quizás, apocalíptico. Sin embargo nos sirve para debatir sobre la propuesta de la televisión pública como política cultural. Entendemos que, según lo hemos retratado con diferentes miradas y experiencias analizadas, el discurso mediático está acotado por sus mismas estructuraciones e intertextualidades de la actualidad mediática. La discusión – fáctica en la mayoría de las veces- “entre medios” implica la construcción de sentido en relación a los medios masivos de índole empresarial o privada. Sin embargo, esas trincheras, que bien usadas pueden ser determinantes en momentos claves de las 28 Villosio, Maria Fernanda y Fontevecchia, Jorge (2008) “El escudo ético del gobierno” Diario Perfil, sección política. Buenos Aires, 7 de abril. 19 prácticas sociales, responden –tímidamente- con su existencia, a los cuestionamientos sobre lo público de este medio. La participación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, con su proba relación con el campo popular, su compromiso histórico, y la libertad con la que expresan sus palabras en su “espacio”, hablan de un momento de debates políticos no observados anteriormente. Bibliografía AMADO SUÁREZ, ADRIANA (2004) Los medios en la crisis: La prensa argentina después del 2002”. Revista científica de la UCES, vol VIII, Nº2. ABRAHAM, TOMÁS (1998) La aldea local. Ed. Eudeba y Revista El Amante. Buenos Aires. AZNARES, CARLOS (2008) El terrorismo mediático, la sumisión de los medios convencionales y la necesidad de resistir a través de una política integral de contrainformación. En www.alopresidente.com.ve BOURDIEU, PIERRE (1996-2000) Sobre la televisión. Ed. Anagrama. Barcelona. CASETTI, F. Y DI CHIO, F. (1997-1999) Análisis de la televisión. Instrumentos, métodos y prácticas de investigación. Ed. Paidós Ibérica, S.A. Barcelona. DE CERTEAU, MICHEL (1996).La invención de lo cotidiano. 1 Artes de hacer. Colección: “El oficio de la historia”. Universidad Iberoamericana. México. GRANDI, ROBERTO (1995) Texto y contexto en los medios de comunicación, Cap. Los estudios culturales: entre texto y contexto, culturas e identidad. Bosch, Barcelona, En http://www.nombrefalso.com.ar/index.php?pag=91 LANDI, OSCAR (1992) Devórame otra vez, qué hizo la televisión con la gente, qué hace la gente con la TV. Ed. Planeta. Buenos Aires. MARTÍN-BARBERO, JESÚS (1987-1998). De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Prefacio 5ª edición. Convenio Andrés Bello. Bogotá. REGUILLO CRUZ, ROSANA (1996). La construcción simbólica de la ciudad. Sociedad, desastre y comunicación. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Primera edición, Guadalajara (Jalisco, México). ------------------------------------(2000) Identidades culturales y espacio público, un mapa de los silencios. Guadalajara. Ponencia presentada en San Paulo. RODRÍGUEZ ALZUETA, ESTEBAN (2003). Un puño sin brazo. En AAVV. La criminalización de la protesta social. Ediciones Grupo La Grieta. La Plata. VIEGAS BARRIGA, FABIÁN (2007) Experiencias y mediaciones de la criminalización de la protesta social. Los casos de Gabriel Roser y los ex trabajadores de YPF y Petroquímica Mosconi de La Plata, Provincia de Buenos Aires. Investigación realizada en el marco de la Beca de Entrenamiento de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. Tesis de grado FPyCS – UNLP. Director Alfredo Alfonso. La Plata. WILLIAMS, RAYMOND. (1980). Marxismo y literatura. Península, Barcelona. 20