Comunicación y Teorías - Cátedra II Módulo 4 – Comunicación / Cultura [ BIBLIOGRAFÍA DE APOYO ] De: GOCEK, Claudia y JUANES, María Lourdes. Culpable o inocente. Análisis de la serie televisiva Tumberos. Tesis de Licenciatura. Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, 2004. CAPÍTULO 3 &XOSDEOHH,QRFHQWH (ORUGHQVRFLDOGRPLQDGRSRUODIDWDOLGDGGHVXSULQFLSLRFRPSUHQVLYR FRQWLQ~DPDWDQGRSRUPHGLRGHOYHUGXJRRSRUODVSULVLRQHV DDTXHOORVFX\DQDWXUDOH]DUREXVWDUHFKD]DRGHVGHxDVXVSUHVFULSFLRQHVD DTXHOORVTXHGHPDVLDGRVIXHUWHVSDUDSHUPDQHFHUHQYXHOWRV HQODVFHxLGDVURSDVGHOUHFLpQQDFLGRODVURPSHQ\ODVGHVJDUUDQ KRPEUHVTXHQRTXLHUHQVHJXLUVLHQGRQLxRV /D3KDODQJHGHHQHURGH ³/DV SDQWDOODV DXGLRYLVXDOHVGHQXHVWURWLHPSRVRQHOHVSHMRVRFLRFXOWXUDOHQHOTXHOD FRPXQLGDG\FDGDXQRGHVXVLQWHJUDQWHVVHSUR\HFWDQ\VHDXWRUUHFRQRFHQFRQVWUX\HQGRSDUWH HVHQFLDOGHVXLGHQWLGDG´1. Pensar a 7XPEHURV desde la idea de Octavio Getino implica reconocer las distintas representaciones puestas en juego en los medios de comunicación, y que dan cuenta de continuidades y rupturas con las representaciones del contexto social en el que se circunscriben. La producción de Caetano dio cuenta de una UHSUHVHQWDFLyQGHOGHOLQFXHQWH como eje central de su obra, y actuó como núcleo o enlace hacia otras representaciones sobre la política, la justicia o la corrupción. Las mismas generaron en el público sentidos similares a aquellos que los argentinos tenían en su vida cotidiana. De modo que, tal como las políticas neoliberales dieron lugar a nuevas visiones, Caetano construyó nuevos modos de representación para esa sociedad, en los que ubicó al delincuente como su protagonista. Las diferentes narrativas que, como parte de procesos culturales, significan y transforman la implicancia de lo delictual, y que fueron referidas en la serie a partir de la mirada de su director; han de ser retomadas a la luz de distintas teorías que harán al análisis propuesto. Esto implica llevar a cabo un proceso reflexivo desde una mirada del campo comunicacional entre 7XPEHURV, el relato que los medios de comunicación hacen del delincuente, aquel establecido por la Justicia y el Poder Penal, la mirada de las disciplinas científicas como la psicología o la antropología, o el sentido de prevención de las acciones criminales plasmado en la política educativa, es decir, los sentidos sociales formados bajo la política estatal y la influencia del poder global. 45 Getino, Octavio. “Cine argentino. Entre lo posible y lo deseable”. Editorial Circus. Buenos Aires. 1998. +XHOODVLQYLVLEOHVGHVGHORDOWR ³(QPLSDtVQXQFDKXERFRUUXSFLyQJXEHUQDPHQWDO 6LDFDVRDOJXQRVIXQFLRQDULRVIXHURQFRUUXSWRV SHURHVRSXHGHVXFHGHUHQFXDOTXLHUSDUWH´ &DUORV0HQHP El telón se abre y sobre el escenario aparecen las marionetas, ya va a comenzar la obra. Sus predigitadores a pesar de sus deseos de permanecer ocultos dejan entrever sus extremidades que maniobran los hilos y predisponen cada movimiento de los muñecos inertes. Bienvenidos al teatro de operaciones. Argentina se complace en presentarles...¡las políticas neoliberales!. Primer acto: inestabilidad política, corrupción del sistema, parálisis económica y productiva, desempleo, cacerolazos, crisis educativa y de salud, inseguridad e irrupción de la figura del piquetero. El escenario argentino se compone así de políticas neoliberales que predisponen el juego de relaciones político – sociales y trazan un nuevo mapa de situación. La apertura de la economía, la desrregularización, la privatización de empresas públicas y la confiscación de ahorros bancarios privados convertidos en bonos estatales, hacen implosión en el debilitamiento del Estado. Lo que comenzó plateándose como la integración al mercado mundial y la globalización comercial culminó detenido en la instancia burocrática que obstaculizó la ansiada modernización. Pendiente de los requerimientos de los compradores y condescendiente a satisfacerlos, el gobierno acentuó aún más la asimetría a favor de los empresarios y en detrimento de su propio poder. Sumado a ello la convertibilidad se presentó como el garante de efectos inmediatos sobre la economía, pero se obviaron los ocasionados a largo plazo: incremento de la deuda externa. De esta manera, las necesidades de los acreedores son las que limitan las iniciativas de los países deudores y por ende sus decisiones. Los capitales financieros se convierten en barómetros de la confianza de los mercados a la hora de invertir en el terreno nacional. En este marco emergen, tal como lo plantea Pucciarelli, las democracias excluyentes se caracterizan por producir diferentes modalidades de marginalidad, indigencia y exclusión social. Se trata de un mecanismo que establece una ruptura en la articulación entre la representación de los gobiernos y las identidades sociales colectivas, por lo que se asiste a una dirección coordinada por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Grupo de los Siete. Bajo esta lógica la política del Estado pareciera perfilarse sin solidez, sin embargo no desaparece de la escena sino que ha cambiado su función y contenido: no potencia y proyecta la lucha social sino que busca inhibirla generando impotencia, resignación y desaliento. A su vez funcionarios y políticos permanecen vigentes sólo por medio de la construcción de crisis apocalípticas que generan la apropiación de reformas antipopulares y de Estados de excepción en los que continuamente entra la Argentina. Al igual que en Alemania en el período de entreguerras con la Escuela de Frankfurt, pensar la comunicación desde este territorio atravesado por fuerzas no autóctonas permite replantear el papel de los medios, ya no ocupados netamente en informar, sino en suplir ese vacío que dejan las instituciones públicas, haciendo alarde de su cuarto poder y convirtiéndose en el Robin Hood o en el Llanero Solitario que se hace eco de la protesta social. Tal como lo plantea Esteban Rodríguez ³HQ ORV ~OWLPRV DxRV DVLVWLPRV DO HVSOHQGRU D YHFHV H[DFHUEDGR GH OD MXVWLFLDPHGLiWLFD1RVHWUDWDGHXQDVXVWLWXFLyQGHIXQFLRQHV±HOSHULRGLVPRVXSODQWDQGRDORV PDJLVWUDGRVVLQRGHXQDVHULHGHGHVSOD]DPLHQWRVGHSUiFWLFDVTXHDQWHVRSHUDEDQDOPHQRV YLVLEOHPHQWH HQ VXV UHVSHFWLYDV HVIHUDV GH LQIOXHQFLD DFWXDQGR VREUH WHUUHQRV VHSDUDGRV \ VHSDUDEOHV 6H WUDWD GH XQ PRGHOR SDUWLFXODU GH LQYHVWLJDFLyQ HQ HO TXH ORV FRQIOLFWRV VRQ GHILQLGRV \ HQMXLFLDGRV \ KDVWD FDVWLJDGRV SHULRGtVWLFDPHQWH 6H KDQ FRQIXQGLGR ORV UROHV VXSHUSXHVWR ODV H[SHFWDWLYDV HQWUH OD MXVWLFLD \ OD SUHQVD 9HPRV FRPR ORV PHGLRV VH DUURMDQ FLHUWDVIXQFLRQHVTXHDQWHVSHUPDQHFtDQSHWULILFDGDVHQORVWULEXQDOHVSHURFRPRWDPELpQORV PDJLVWUDGRV VH SDVHDQ GLVSOLFHQWHPHQWH SRU WHOHYLVLyQ SDUD GHFLU DTXHOOR TXH QL VLTXLHUD VH DWUHYtDQDEDOEXFHDUHQHOH[SHGLHQWH´ . La comunicación entonces, no puede permanecer al margen de esta crisis obviando el contexto sociocultural en el cual está inmersa. Así se filtran contenidos y temáticas por los intersticios de los canales, las radios, los diarios e Internet. Para algunos basta con referir a la situación, para otros insertos en el mundo de la ficción con exaltar lo extraordinario a costa de las experiencias más triviales que son las que nos hacen aprender. De un lado u otro la mirada comunicacional se replantea al ritmo de los acontecimientos y más allá de la posición epistemológica adoptada, se debe atravesar el territorio desde el contexto mismo de inseguridad que se materializa en robos, delincuencia juvenil, secuestros y asaltos, es decir desde las ´otras voces´, desde lo marginal, lo excluido, desde las huellas invisibles desde el poder global. Aparece de este modo el mundo de las villas miserias, de la cárcel, del delincuente. La problemática gira en torno a cómo por medio de los distintos discursos comunicacionales se da cuenta de estos ´otros mundos´ y cómo los medios construyen representaciones que serán a su vez reinterpretadas en la apropiación que realiza cada espectador, oyente, lector o cibernauta. Esto es explorar desde la teoría y desde lo académico, pero también como sostiene Florencia Saintout ³GHVGH HO LQILHUQR´ , porque es allí en donde el campo comunicacional dialoga con lo cultural. Pensar la comunicación desde esta perspectiva supone concebir al actor social como partícipe de los contenidos y de las producciones audiovisuales. El autor de productos comunicacionales no se materializa en una sola figura, sino que es una autor colectivo también influido por lenguajes compartidos que articulan varios mundos y visiones. En este hacer grupal pensar al delincuente desde la pantalla chica, desde 7XPEHURV, supone indagar en estas representaciones que se filtran por los medios y que dan cuenta de un panorama que parece extraño y ajeno pero que es argentino. Pensar en 7XPEHURV implica situarse en el horizonte de las producciones audiovisuales realizadas por Adrián Israel Caetano, debido a que en sus obras se advierte, a pesar de que cada producción es única, una misma lógica a nivel narrativo, temático y estético. Una línea que recorre desde el cortometraje, pasando por el cine hasta llegar a la televisión y que da cuenta de 46 Rodríguez, Esteban. “Criminalización mediática y políticas de seguridad. La gestión de la (in)seguridad ciudadana”. En “Oficios Terrestres”. Número 9/10. Editado por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata. La Plata. 2001 3 Saintout, Florencia. “Violencias urbanas: la construcción del delincuente”. En Revista “Tram(p)as”. Número 1. Editada por la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata. La Plata. Abril de 2002. un modo de enunciar particular que alude a la irrupción de un lenguaje diferente e innovador tanto en la pantalla grande como en la chica. Es un modo de contar descarnado, irónico, sumamente descriptivo y hasta por momentos absurdo, sumado a las temáticas marginales, excluidas y hasta entonces no exploradas por una cámara, lo que pareciera situar a Caetano en el terreno de la denuncia social. Sin embargo no es su intención reflejar la realidad a la manera de un documental, sino que situado en una coyuntura histórica - social donde la crisis, la injusticia, la violencia, la pobreza y la inseguridad –sólo por nombrar algunas problemáticas sociales- se trasladan a su imaginario social particular y se impregnan en su modo de contar, sin poder evitar que sus ficciones apelando a la verosimilitud rocen el límite con la provocación. /DUHSUHVHQWDFLyQGHOGHOLQFXHQWHHQORVPHGLRV 'DGRTXHHOKRPEUHTXLHUHH[LVWLUSRUQHFHVLGDG\SRUDEXUULPLHQWRDOD YH]VRFLDO\DJULDPHQWHQHFHVLWDGHXQWUDWDGRGHSD]\GHDFXHUGRFRQpO LQWHQWDTXHGHXQDYH]GHVDSHU]FDGHVXPXQGRHOEXUGLVPR )ULHGULFK1LH]WFKH El auge de las sociedades de comunicación, atravesadas por las tecnologías audiovisuales estipula nuevos modos de asistir y concebir a los medios. No sólo se modifica el espectador resignificando contenidos y formando parte de ellos, ya que opera en su selección como potencial destinatario, sino que también los medios se modifican adaptándose a los cambios y ritmos de la coyuntura histórica que los atraviesa. El escenario público de protesta se traslada al privado de los canales, ya que los medios construyen los acontecimientos y aquello que no pasa por su pantalla, por su sintonía o por su ciberespacio, no es noticia. Aparecen de este modo los medios como constituyentes del imaginario social y por ende como partícipes de los conflictos. El periodismo comienza a tomar partido, comprometiéndose en la noticia revelada, lo que le permite disputarle a la justicia el sentido de verdad dando lugar al tribunal mediático. Una red de programación, aunque compuesta por distintos programas, géneros y estilos, transita entonces terrenos problemáticos inexplorados por el Estado. Por otro lado se percibe una naturalización del telespectador por los formatos periodísticos que anuncian un tratamiento de la realidad que algunos medios dan a llamar ´periodismo independiente´para construir mayor legitimidad en sus discursos. La rutinaria forma de producir significados en algunos casos depende de las presiones de grupos de alto poder político y económico. Esta costumbre en la forma de producir y ´consumir´programas periodísticos genera un quiebre y apela a un nuevo espacio para otros modos de representar. Cerca de la corriente de denuncia social, pero con nuevos modos de representación se encuentra 7XPEHURV, formando parte de la grilla e inserta en un canal abierto con una cierta preferencia por la programación periodística. Esto nos habla de la incursión de los medios en lugares prohibidos y ajenos, y de su participación como ciudadano espectador en el mundo de la violencia. Tal como lo afirma Esteban Rodríguez ³QRKDFHIDOWDVHUHOEODQFRGLUHFWR\FDUQDOGH HVD YLROHQFLD FRQ ORV PHGLRV GH FRPXQLFDFLyQ HO HQHPLJR HVWi HQ FDVD \ VH DORMD GHQWUR GH QRVRWURV´ 4 Rodríguez, Esteban y otros “ La criminalización de la protesta social” . Ediciones Grupo La Grieta. La Plata. 2003. Si bien 7XPEHURV representa a un delincuente no real, sino imaginado por la sociedad, contribuye mediante la ficción a generar un proceso discursivo que construye al ´otro´como peligroso y reafirma la cotidiana inseguridad de la sociedad, por lo que a la vez explora la legitimación del proceso de FULPLQDOL]DFLyQ. Según Foucault, refiriéndose al siglo XIX, ³SDUD LPSRQHU HO FRQFHSWR TXH VH WHQtD GH GHOLQFXHQWH XQ HQIRTXH ELHQ GHWHUPLQDGR SUHVHQWDUOHV FRPRPX\FHUFDQRVSUHVHQWHVSRUGRTXLHU\SRUGRTXLHUWHPLEOHV(VODIXQFLyQGHODJDFHWLOOD TXH LQYDGH XQD SDUWH GH OD SUHQVD OD FUyQLFD GH VXFHVRV FULPLQDOHV SRU VX UHGXQGDQFLD FRWLGLDQDYXHOYHDFHSWDEOHHOFRQMXQWRGHORVFRQWUROHVMXGLFLDOHV\SROLFtDFRVTXHUHWLFXODQOD VRFLHGDG´ . Sin embargo, llevando al límite una situación, Caetano da cuenta de que el punto de origen de la delincuencia no es asignado al individuo criminal (que no es más que una víctima) sino a la sociedad y a su desastrosa organización social. La cárcel, escenario de la ficción, está hacinada de delincuentes provenientes del mundo marginal porque el crimen pareciera estar unido a una determinada clase social. Aunque fuera de las rejas e inclusive en cargos penitenciarios existe el GHOLWR GH JXDQWH EODQFR, por el que sólo unos pocos delincuentes de la alta sociedad están aprehendidos en la cárcel. Retomando a Foucault ³HV OD GHOLQFXHQFLD GH DUULED HMHPSOR HVFDQGDORVR IXHQWH GH PLVHULD \ SULQFLSLR GH UHEHOLyQSDUDORVSREUHV0LHQWUDVODPLVHULDFXEUHQXHVWURVSDYLPHQWRVGHFDGiYHUHV\YXHVWUDV SULVLRQHV GH ODGURQHV \ DVHVLQRV ¢TXp HVWDPRV YLHQGR HQ FXDQWR D ORV HVWDIDGRUHV GHO JUDQ PXQGR"¢QRWHPpLVTXHHOSREUHDTXLHQVHOOHYDDOEDQTXLOORGHORVFULPLQDOHVSRUKDEHU DUUDQFDGR XQ WUR]R GH SDQ D WUDYpV GH ORV EDUURWHV GH XQD SDQDGHUtD OOHJXH LQGLJQiUVHOR EDVWDQWH DOJ~Q GtD SDUD GHPROHU SLHGUD D SLHGUD OD %ROVD DQWUR VDOYDMH GRQGH VH UREDQ LPSXQHPHQWHORVWHVRURVGHO(VWDGR\ODVIRUWXQDVGHODVIDPLOLDV"´ . Pero esta FULPLQDOL]DFLyQ como la denomina Esteban Rodríguez, además de dar cuenta de disfunciones en el ejercicio de la justicia y del Estado, funciona como dispositivo para éste último, ya que le permite declarar una situación de inseguridad y ofrecer una policía de ´mano dura´. En este sentido Foucault señala ³FXDQWR PiV FUtPHQHV KDOOD PiV PLHGR WHQGUi OD SREODFLyQ\FXDQWRPiVPLHGRHQODSREODFLyQPiVDFHSWDEOH\GHVHDEOHVHYXHOYHHOVLVWHPDGH FRQWUROSROLFLDO´ . De este modo el debilitamiento del Estado Social contribuye al fortalecimiento del Estado Penal para el que los medios oficialistas se encargan de mostrar un delincuente cercano que ronda la ciudad sin problematizar demasiado en las causas. Frente a las significaciones que se construyen en esta realidad neoliberal, Carlos Vallina argumenta que ³&DHWDQR KDFH OR TXH TXLHUH SRUTXH QR HV VXILFLHQWH FRQ OD LQIRUPDFLyQ SHULRGtVWLFD SRUTXH HV QHFHVDULR KDFHU VHQWLU ORV DIHFWRV PiV VyUGLGRV GH OD FULVLV /D LQIRUPDFLyQWHSHUPLWHUHODFLRQDUOD\FRPSUHQGHUODSHURQRVHQWLUOD´ . Es aquí entonces donde dicho director se constituye en un barroco. La exageración de los recursos y la exacerbación de las tipologías en su modo de representación parte de un modo de ver y vivir la ´realidad´que 5 Foucault, Michel. “ Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión” . 17a. ed. Editorial Siglo Veintiuno. Buenos Aires. 1989. 6 Foucault, Michel. “ Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión” . 17a. ed. Editorial Siglo Veintiuno. Buenos Aires. 1989. 7 Ibídem. 8 Entrevista realizada a Carlos Vallina. Titular de la Cátedra Análisis y Crítica de Medios en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata. Universidad Nacional de La Plata. Mayo de 2004. apela a ser compartida con el público. Vallina explica que ³HVREVHUYDUSURIXQGDPHQWHORUHDO\ WUDQVIHULUORDXQPRGRPHGLDWL]DGRGHOOHQJXDMHDXGLRYLVXDO´ 7XPEHURV se convierte entonces en exagerado, barroco y hasta sensacionalista, con rasgos similares a los que adoptó el periodismo para sorprender a su público con los hechos más cotidianos de la sociedad. Esta caracterización de Caetano establece también puntos de diferencia con el resto de los actuales directores, tal es el ejemplo de Bruno Stagnaro, para quien la representación posee los límites más cercanos a lo posible. En este marco 7XPEHURV se hace eco de la protesta y representa a un delincuente caricatural para advertir a la sociedad de los peligros de la delincuencia llevada a cabo por las clases que detentan poder a través de una situación en donde la exageración es llevada al límite. Dicha puesta en escena se hace presente en un canal de aire que condiciona a la producción desde su política y sus líneas ideológicas, pero por tratarse de un director independiente, con una trayectoria marcada por explorar en los mundos no explorados, Caetano realiza un producto que establece sus límites con respecto al resto de la grilla de programación, y al que el canal América por estar de acuerdo con esto lo compra, de aquí a que el canal lo utilice o no a favor del Estado constituye otro punto de discusión. 7XPEHURV se inserta a la televisión, y a través de ella a un mapa referencial en que intervienen desde las series norteamericanas del canal Sony, el imaginario de Susana Giménez hasta Graña cubriendo la identidad de un ´pibe chorro´para ofrecer su testimonio, y llegar al espacio en que Caetano se une a una productora que bajo el éxito de sus programas televisivos amplia su poder dentro de los medios con la compra de radios o la ampliación de la producción de programas televisivos. Es telespectador asiste entonces a un destello de imágenes con comentarios de piqueteros, famosos hollywodenses ganadores de los premios Oscar, entrevistas a políticos cuestionados por la justicia, que llevan al público a un ritmo que está de por sí cargado de exageración. Es decir que la enunciación de la televisión es tan multirreferencial que Caetano como director y guionista recurre a la exageración para representar aquello que él como sujeto vive y significa: el delincuente. 7XPEHURV describe a la delincuencia en una realidad que produce los condiciones necesarias para que reproduzca procesos en que dicho actor social experimenta y resignifica. Cada espectador entonces, puede constituir a esta producción en un puente que representa una visión del delincuente y acerca a la sociedad a su conscientización y posterior identificación de las problemáticas. 9 Entrevista realizada a Carlos Vallina. Titular de la Cátedra Análisis y Crítica de Medios en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata. Universidad Nacional de La Plata. Mayo de 2004.