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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN BICAMERAL PERMANENTE DE TRÁMITE
LEGISLATIVO
Salón “Illia” — H. Senado de la Nación
8 de agosto de 2007
Presidencia del señor senador Capitanich
08/08/2007
Reunión de la Comisión Bicameral Permanente
de Trámite Legislativo
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— En el Salón Illia del Honorable Senado de la Nación, a las 9 y 30
horas del miércoles 8 de agosto de 2007
Sr. Presidente (Capitanich). — Buenos días. Tenemos el quórum reglamentario exigido
por nuestro reglamento y por la ley.
En la reunión de hoy, miércoles 8 de agosto del año 2007, tenemos una serie de
dictámenes para tratamiento.
Tenemos 23 decretos que integran el agrupamiento por seis categorías temáticas que
involucran temas de transporte, previsional, laboral y seguridad, entre otros. Estos
dictámenes han sido consensuados para ser tratados en el día de hoy en la reunión de
asesores.
Dentro de esos agrupamientos tenemos dos decretos del año 1997, uno del año 1999,
cuatro del año 2001, ocho del año 2002 y dos de los años 2004 y 2005.
En la reunión anterior quedó postergado el tratamiento del decreto 952 del 24 de julio
de 2007, en el que se planteaba el tema de la aprobación del Convenio de Transferencia de
Administración y Explotación de los Elevadores Terminales del Puerto de Bahía Blanca,
perteneciente a la Ex Junta Nacional de Granos, bajo control de la Secretaría de Agricultura,
al Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires”. Nosotros vamos a propiciar que no
se trate el dictamen.
Además, como presidente he planteado una nota al Poder Ejecutivo. También hemos
citado el tratamiento que le hemos dado al decreto 1562, de fecha 2 de noviembre de 2006,
por el cual se habilitaba con carácter particular de uso privado y con destino comercial el
puerto perteneciente a la firma Noble Argentina SA. También planteé una serie de
argumentos que estamos expresamente expuestos en la versión taquigráfica de la reunión del
15 de noviembre de 2006 de esta comisión.
De manera tal que vamos a excluir este decreto del tratamiento de la comisión y
vamos a remitir la nota al Poder Ejecutivo. No sé si están de acuerdo.
Tiene la palabra el señor senador Sanz.
Sr. Sanz. — Manifiesto nuestro acuerdo. Celebro que tengamos acuerdo en esta resolución,
porque no se trata de resolver tan solo una cuestión puntual que es el decreto, sino de fijar un
criterio que va a continuar hacia adelante en el tratamiento de otros decretos similares. De
esta manera estamos fijando un criterio con relación a los decretos autónomos. Por eso es
que vamos a firmar esa nota que usted ha propuesto.
Sr. Presidente. — Aparte tenemos como antecedente lo expuesto en la misma versión
taquigráfica de esa reunión.
Respecto de los otros temas en tratamiento tenemos el análisis correspondiente de los
distintos dictámenes con el cumplimiento de los requisitos formales y sustanciales, en virtud
de los artículos 99, inciso 3, 80 y 100, incisos 12 y 13 de la Constitución Nacional. Como
pudieron advertir, el dictamen de mayoría propicia la aprobación de los mismos.
Quiero plantear una aclaración respecto del tratamiento del decreto 145/05. Este
decreto está perfectamente vinculado con el decreto 861 del año 2007, que ya fue
dictaminado por la comisión, y mediante el cual se actualizan las remuneraciones al personal
de la Secretaría de Inteligencia de la Nación y transfiere orgánica y funcionalmente a la
Policía Aeronáutica Nacional, creada por la Ley 21521, del ámbito del Ministerio de
Defensa a la órbita del Ministerio del Interior, constituyéndose en la Policía de Seguridad
Aeroportuaria.
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Reunión de la Comisión Bicameral Permanente
de Trámite Legislativo
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En función de esas consideraciones nosotros propiciamos el dictamen por mayoría
por el que se aprueban los decretos que sometemos a consideración de esta reunión.
Tiene la palabra el señor senador Naidenoff.
Sr. Petcoff Naidenoff. — Solamente quiero manifestar que nosotros vamos a presentar los
dictámenes correspondientes, en este caso aconsejando el rechazo, porque si bien
consideramos que se cumplen los recaudos sustanciales, no se da en ninguno de estos
decretos las circunstancias excepcionales que habiliten justamente el dictado de decretos de
necesidad y urgencia. Los fundamentos están vertidos en los dictámenes que acompañamos
en el día de la fecha.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor diputado Tonelli.
Sr. Tonelli. — En el mismo sentido que lo expresado por el señor senador Naidenoff, estimo
que no están dados en ninguno de estos casos las condiciones de extrema necesidad y
urgencia previstas en la Constitución Nacional para que el Poder Ejecutivo pueda hacer uso
de una atribución tan excepcional. Algunos de estos decretos que tenemos a consideración
son verdaderamente paradigmáticos en ese sentido.
Por mencionar alguno, el decreto 90 del año 2001, es un decreto de necesidad y
urgencia mediante el cual se transfiere la AFIP de la órbita del Ministerio de Economía al
ámbito de la Jefatura de Gabinete de Ministros, de acuerdo con la atribución constitucional
que en la reforma de 1994 se le otorgó al jefe de Gabinete de Ministros de proceder a la
recaudación de los impuestos nacionales. Pero en 2001 hacía ya siete años que se había
modificado la Constitución Nacional. Hacía siete años que el jefe de Gabinete tenía esa
atribución de recaudar los impuestos. Por supuesto que la transferencia de la órbita del
Ministerio de Economía a la Jefatura de Gabinete no significó el más mínimo cambio en la
actividad y funcionamiento de la AFIP.
Esto da una idea del abuso con el que, en muchísimas oportunidades, el Poder
Ejecutivo Nacional —dicho esto con absoluta independencia de quienes lo han
desempeñado— utiliza esta herramienta de los decretos de necesidad y urgencia. Un caso en
el que estaba claro que no había ninguna urgencia en producir esa transferencia, que podría
haber sido hecha por ley, como corresponde, sin ninguna mengua para las instituciones de la
AFIP, era éste. Lo señalo porque es un caso verdaderamente paradigmático. Hay otros.
Hay decretos por los cuales se dispone desafectar automóviles del uso de los
funcionarios, una cosa que de ninguna manera justifica la emisión de un decreto de
necesidad y urgencia sino que hubiera bastado con un decreto autónomo para resolverlo.
En definitiva, no creo que valga la pena considerar uno por uno todos los decretos
porque son muchos. Habitualmente no lo hacemos cuando se trata de decretos de gestiones
anteriores. Pero, insisto, mi dictamen va a ser en el sentido de rechazar todos estos decretos.
Sr. Presidente. — Creo que no tenemos más para debatir porque esto está suficientemente
debatido en sucesivas sesiones.
Sin embargo, me parece importante remarcar que desde el punto de vista del análisis
de los decretos de necesidad y urgencia oportunamente firmados —que luego tienen que ser
acordados en términos de validez o invalidez por esta comisión— es bueno recordar que
después de doce años de la reforma de la Constitución, se propició la reglamentación
correspondiente por la Ley 26.122.
Además, en la actual gestión en el transcurso de este año sólo se han dictado nueve
decretos de necesidad y urgencia, que en general estuvieron fuertemente vinculados con
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acuerdos salariales en el marco del artículo 62 de la Ley 11.672, Ley Complementaria
Permanente de Presupuesto.
Creo que es muy bueno para las instituciones de la república que se haya podido
reglamentar la reforma constitucional a través de la Ley 26.122 y que el Poder Ejecutivo
haya planteado una conducta vinculada con los decretos de necesidad y urgencia a partir del
ejercicio del año 2007, respetando específicamente lo que prevén la Constitución y la ley que
reglamenta su ejercicio. Es importante remarcarlo porque esto mejora la calidad
institucional.
Tiene la palabra el diputado Tonelli.
Sr. Tonelli. — Ya que menciona el tema, quisiera hacer alguna consideración al respecto.
Es cierto que durante el presente año el Poder Ejecutivo ha reducido enormemente el
uso de esta herramienta excepcional que son los decretos de necesidad y urgencia. Según mi
cuenta, en lo que va del transcurso del año 2007 el Poder Ejecutivo lleva dictado ocho
decretos de necesidad y urgencia; por lo menos esto era así hasta principios de julio.
No obstante, si se computa toda la gestión del actual Poder Ejecutivo, la cuenta es
distinta. Si tomamos desde el 25 de mayo del 2003 —que es la fecha en la que asumió el
presidente Kirchner—, el presidente ha remitido al Congreso 290 proyectos de ley y ha
dictado 226 decretos de necesidad y urgencia. Es decir, la cifra de proyectos de ley enviados
al Congreso y de decretos de necesidad y urgencia dictados por el presidente es muy similar.
Esto revela que, en términos generales, hasta ahora no se ha hecho un uso excepcional y
restringido de esta atribución que la Constitución previó de esa manera, como “una
atribución excepcional y restringida”, sino que se ha utilizado la herramienta de los decretos
de necesidad y urgencia casi a la par de los proyectos de ley, que sí constituyen una facultad
ordinaria del Poder Ejecutivo.
También me parece que es importante destacar, para ser fieles a la verdad histórica,
que durante los primeros tiempos de desempeño del actual Poder Ejecutivo el uso de los
decretos de necesidad y urgencia estuvo mucho más justificado de lo que lo ha estado en
momentos posteriores, porque la verdad es que en mayo del 2003, cuando asumió el
presidente, el país todavía vivía los cimbronazos y las consecuencias de una de las crisis más
graves y profundas de toda su historia.
Esto se ha reflejado, particularmente este año, en la drástica disminución del uso de
los decretos de necesidad y urgencia por parte del presidente; disminución que celebro y
deseo que se mantenga y se continúe en esa senda de un uso restringido de los decretos de
necesidad y urgencia, sin perjuicio de recordar que esto no ha sido siempre así a lo largo de
la gestión del presidente. Pero sí es cierto que este año ha habido una disminución muy
notoria y me parece que, desde la comisión, debemos celebrarlo porque implica ceñirse —al
menos desde mi punto de vista— a la previsión constitucional.
Como usted se refirió a ese tema, me pareció importante destacar estos números.
Sr. Presidente. — Quiero aclarar que de los aproximadamente 220 decretos de necesidad y
urgencia, casi el 60 por ciento tiene que ver con ratificación de acuerdos salariales. Nosotros
tenemos identificados nueve decretos de necesidad y urgencia emitidos este año, de los
cuales creo que cinco tienen que ver con acuerdos de ratificación salarial.
Agradecemos mucho la presencia de todos los miembros y propiciamos la
suscripción de los dictámenes.
— Son las 9 y 45.
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