Medical Teacher vol 18 n°3 1996 Traducción y adaptación realizada por Diana Perriard y Amanda Galli APRENDIZAJE EN GRUPOS REDUCIDOS Joy Crosby Hospital y Escuela Médica Ninewells, Dundee, Reino Unido RESUMEN. En los cursos de medicina de pregrado se tiende ahora a trabajar en grupos pequeños. Las estrategias educativas actuales avalan este método centrado en el estudiante, basado en problemas y autodirigido. Las interacciones que tienen lugar en los grupos reducidos favorecen la exploración del conocimiento, el aprendizaje a través de la curiosidad, la evaluación crítica de los hallazgos y la capacidad de autoeducación. Este artículo presenta los argumentos racionales que sustentan esta propuesta. ¿Qué es el aprendizaje en grupos reducidos? En la literatura sobre la enseñanza en pequeños grupos se hace referencia más a una modalidad de trabajo que a una cantidad definida de participantes. En general, la intervención de pocas personas (entre 8 y 10 como máximo) facilita las interacciones efectivas. Es fundamental que todos interactúen, los alumnos deben sentarse alrededor de una mesa o en semicírculo, para agilizar así el intercambio de señales visuales y verbales. Además, el grupo podría trabajar a través de teleconferencias o por teléfono. El grupo debe tener una tarea definida y centrar su actividad en ella. Los objetivos inciertos son frustrantes para los docentes y podrían causar confusión y falta de interés en los estudiantes. En esta propuesta es preciso aprender de la experiencia, el aprendizaje significativo y la reflexión son fundamentales. Se considera que la reflexión es crucial para convertir la experiencia en aprendizaje. Es indudable que los conocimientos adquiridos durante el aprendizaje pasivo y superficial - la mera repetición de hechos y cifras - tienden a olvidarse. El aprendizaje activo y significativo, por su parte, implica cuestionamientos y evaluación de los conocimientos. La actividad en grupos reducidos promueve el desarrollo de habilidades útiles para la práctica profesional: permite al alumno comprender las dificultades que pueden surgir cuando se trabaja en equipo y lograr mayor confianza en sí mismo a través de la práctica en la expresión y en la defensa de sus ideas. También posibilita la comunicación fluida, la identificación de las tareas prioritarias, la distribución del tiempo y la práctica de las habilidades interpersonales. Con frecuencia se espera que los estudiantes alcancen estos atributos, sin brindarles la oportunidad de ejercitarlos y demostrarlos. 1 Sólo uno mismo sabe hasta qué punto domina un tema. Desde el punto de vista educativo es fundamental descubrir lo que se ignora. Durante el aprendizaje se detecta la falta de conocimiento y se la convierte en conocimiento. Lograrlo en soledad no es fácil. El aprendizaje debe ser un proceso mental activo, que permita al alumno construir sobre los conocimientos que ya posee. En este sentido, la discusión grupal reaviva los conocimientos previos, contribuye a la identificación de las falencias y facilita la adquisición de conocimientos nuevos. La participación activa en un grupo reducido motiva al estudiante y promueve el aprendizaje significativo. Además de participar, el grupo brinda la oportunidad de formular hipótesis y analizar los resultados así como también esclarecer conceptos y teorías. La discusión acrecienta la comprensión de un tema. Las clases teóricas casi nunca permiten verificar hipótesis o explorar distintas posibilidades. El aprendizaje significativo es superior al superficial. En los grupos reducidos, los estudiantes comprenden en vez de memorizar y reproducir el tema estudiado. El trabajo en grupos pequeños promueve al análisis, la discusión y la síntesis. La participación activa podría garantizar la búsqueda de conocimiento significativo. Los profesionales deben asumir la responsabilidad de su progreso y aprendizaje constante. La independencia y la madurez intelectuales pueden desarrollarse a través de la interacción con otros estudiantes. El trabajo en grupo permite aclarar valores, modificar actitudes, ser reconocido como individuo, lograr autoestima e incrementar la confianza en uno mismo. Cuestionar a la autoridad y aprender de los errores también modela la competencia profesional. Muchos jóvenes que ingresan en la universidad podrían ser inmaduros e irresponsables, pero se espera que al graduarse se hayan convertido en adultos responsables. Por lo tanto, podría serles útil hacerse cargo de su aprendizaje a través de la participación en grupos reducidos. Los docentes podrían suponer que la inmadurez obstaculiza la implementación de propuestas curriculares centradas en el alumno, pero deben tener presente que “sólo se aprende lo que se practica”. Desarrollo de habilidades transferibles: Muchas de las habilidades usuales en la atención de pacientes liderazgo, trabajo en equipo, organización, colaboración, asignación de tareas, resolución de problemas, supervisión y distribución del tiempo- no se enseñan transmitiendo información a través de clases sino estimulando la participación en grupos de trabajo. La actividad grupal proporciona apoyo mutuo y sienta las bases para el trabajo en equipo futuro. Los estudiantes pueden aprender a observar los efectos que sus propios comportamientos ejercen en el grupo y esta experiencia podría influir en la conducta y las estrategias adoptadas con los colegas. El aprendizaje en grupos reducidos favorece el análisis, la evaluación, la comprobación, el razonamiento lógico y la síntesis, procesos que es difícil lograr con la enseñanza tradicional. Comunicación: Los grupos reducidos permiten explicar, escuchar, discutir, cuestionar, presentar y defender una posición. Esta posibilidad de expresarse y prestar atención a los compañeros facilita la comunicación y evita el temor a hablar en público. 2 Inconvenientes del aprendizaje en grupos reducidos La introducción del trabajo en pequeños grupos y el aprendizaje basado en problemas es frecuentemente resistido con varios argumentos. Disconformidad de los estudiantes:Al principio, los alumnos podrían sentirse disconformes. Aunque esta postura inicial es desmoralizante para los organizadores, es natural y cabe preverla. Desconocimiento de los docentes : Los docentes podrían no estar preparados para trabajar con grupos reducidos. Con frecuencia desean ser la fuente de todo conocimiento. Aquel que es experto en un tema podría adoptar un estilo catedrático, aun ante pocos alumnos. Los programas de capacitación son útiles, pero en general sólo concurren los que ya están convencidos. Para obtener mejores resultados debería exponerse a los propios docentes a experiencias de aprendizaje basado en problemas . También suele ser conveniente visitar instituciones que ya emplean esta modalidad de enseñanza. Si los profesores no están obligados a asistir a un programa de capacitación docente, el sistema podría fracasar y habría que abandonar la propuesta innovadora. Plantel docente insuficiente : Se menciona que el cambio de un plan tradicional por otro centrado en actividades en grupos reducidos (aprendizaje basado en problemas), demanda mayor dedicación docente. Uno de los aspectos claves del trabajo en grupos pequeños es el estudio independiente autodirigido, de manera que el incremento de la carga horaria de los docentes no sería tan acentuado como se piensa. Para garantizar la implementación adecuada del sistema la capacitación de los facilitadores es crucial y es preciso acrecentar al máximo la utilización de los recursos. Si la enseñanza es más efectiva y se comprueba mejores resultados el problema de la carga horaria de los docentes debería pasar a segundo plano. Desvalorización de la propuesta:Todavía se cree que cumplir con la función docente es enseñar un tema. Lograrlo en un grupo reducido podría requerir más tiempo que en una clase teórica. No obstante, lo importante es determinar si los alumnos aprenden y si retienen los conocimientos. En una clase teórica el docente se siente seguro de haber transmitido conceptos relevantes y piensa que los estudiantes deberían conocer el tema porque recibieron una clase al respecto. Enseñanza no implica aprendizaje. Las reuniones grupales podrían aprovecharse para definir qué es necesario aprender y retroalimentar el proceso y no para que el alumno tome nota de un tema que puede leer en el libro. Métodos de trabajo en grupos reducidos Existen diversos métodos de trabajo en grupos reducidos, por ejemplo discusión organizada (tutorial), bola de nieve, discusión libre, aprendizaje basado en problemas, torbellino de ideas y enseñanza clínica Discusión organizada (tutorial) Esta estrategia permite aclarar y ampliar los conocimientos, controlar el progreso, alentar y guiar a los estudiantes. El grupo discute temas ya planteados o asignados con anterioridad. El docente podría formular preguntas a considerar o solicitar la lectura de un material específico. Por ejemplo: - Paciente de 20 años que consulta por desasosiego e intolerancia al calor y presenta bocio y taquicardia. Sin embargo, el colega que la atiende considera que no pacede tirotoxicosis porque durante el último año aumentó 6 kg. ¿Está de acuerdo? Si es así ¿cuál es su diagnóstico? ¿Cómo lo confirmaría? 3 - Empleada de 26 años que refiere bocio desde hace 6 meses, sensación de opresión en el cuello y desasosiego creciente. El examen revela bocio moderado, manos calientes y húmedas y pulso de 96. Se diagnostica tirotoxicosis y se prescribe carbimazol (10 mg 4 vpd). Dos meses más tarde no se advierte mejoría. ¿Por qué no responde a la medicación? El alumno debe prepararse para la reunión, podría contestar preguntas predeterminadas o plantear sus propios interrogantes ante el caso. Los estudiantes deben tener la libertad de averiguar todo lo que consideren importante para su aprendizaje. El docente debe centrarse en el trabajo del estudiante: la discusión organizada no debe convertirse nunca en una miniclase teórica. Las respuestas estan a cargo de los estudiantes y si son erróneas, el docente debe corregirlas sin desalentar la participación ulterior. El éxito depende de la responsabilidad de los alumnos. Es importante no apartarse de la meta prefijada. A veces es difícil distinguir al estudiante que no cumplió con la labor encomendada, de aquel que lo intentó pero no logró comprender el material. Bola de nieve Esta técnica es útil para aclarar ideas y valores y sobre todo para definir el nivel de desarrollo y comprensión de los alumnos. El grupo se divide en parejas que reciben material acerca de una situación. - Alan, de 34 años, no concurre a la consulta médica desde hace 10 años. Trabaja en una ciudad y pasa los fines de semana con su novia, que vive en otra localidad. Refiere dolor abdominal recurrente, que lo despierta de noche pero cede cuando ingiere algún alimento. Fuma 30 cigarrillos diarios y bebe 2 botellas de vino por semana. Tomó algunos comprimidos de hidróxido de aluminio. Experimentó cierta mejoría, pero el dolor no cedió. ¿Qué le preguntaría y por qué? Las parejas discuten el tema durante un lapso que depende de la complejidad del caso y el tiempo disponible. Luego se reunen con otra pareja para comparar los resultados. Este grupo de cuatro podría sumarse a otro y así sucesivamente hasta incorporar a todos los participantes en una sesión plenaria destinada a sintetizar las conclusiones. La bola de nieve permite intercambiar opiniones en forma directa. Genera ideas integradas que dan lugar a una discusión final muy activa, durante la cual surgen nuevos aportes. Discusión libre Para promover la interacción y exploración de valores y sentimientos, el docente plantea un tema que el grupo discute con libertad. - Un colega lo consulta acerca de una paciente de 40 años. Casi 13 años atrás se efectuó enucleación de un ojo por melanoma maligno. Al cabo de 11 años se detectó una lesión en el ovario derecho; se resecó, sin encontrar otros signos de compromiso. En fecha reciente presentó dolor cervical. La radiografía de columna cervical mostró tejido degenerativo, pero la de tórax reveló metástasis pulmonares. No existe tratamiento curativo y como el cuadro es asintomático, no corresponde realizar radioterapia paliativa. ¿Informaría a la paciente (muy ansiosa y bastante preocupada por su salud) o esperaría? 4 El material podría ser impreso o filmado, controvertido (aborto, eutanasia) o verificador del aprendizaje (mecanismo de acción de una droga). Antes de comenzar la reunión es preciso estimar el tiempo requerido para presentar el tema, discutirlo y sintetizar los conocimientos adquiridos. El docente debe facilitar la discusión libre, formular preguntas específicas y relevantes y por último, resumir el debate. Si el tema es conflictivo no es necesario encontrar una sola respuesta correcta, se explicitan las discrepancias. Aprendizaje basado en problemas En las escuelas de medicina, el aprendizaje basado en problemas es un método bastante reciente. El aprendizaje basado en problemas se desarrolla en un ciclo que varias etapas en cada una de las cuales el comportamiento de los alumnos y del facilitador varía. Todos los integrantes del grupo deben conocer los pasos o etapas y comprender los objetivos. El procedimiento debería ser explicado a los alumnos en una sesión inicial o introductoria. Las etapas más importantes son: - primer encuentro planteo del problema estudio autodirigido retroalimentación ( feedback) evaluación. Primer encuentro: Se forma el grupo, se explica la forma de trabajar y se fijan las pautas en relación a los objetivos de aprendizaje a lograr. Planteo del problema. El docente presenta el problema que ha sido cuidadosamente elaborado en función de los objetivos de aprendizaje que deben alcanzar los estudiantes. - Joven de 21 años, interesado en la filosofía oriental, que consumió una dosis sustancial de un agente psicoativo. A la mañana siguiente fue encontrado sentado en posición de loto sobre el piso de madera, con la cabeza flexionada, respirando con dificultad e inconsciente. En la guardia de un hospital cercano, el examen neurológico somero del paciente pálido reveló pupilas reactivas, reflejo rotuliano simétrico 2+ y respuesta plantar nula. En pocas horas recobró el conocimiento, pero refirió pesadez y dificultad para mover los miembros inferiores. Negó tener antecedentes clínicos o neurológicos positivos. Los estudiantes, con la ayuda del docente, identifican qué conocimientos necesitan.En general, los alumnos identifican todos los requerimientos significativos. Este es un punto clave para el desarrollo del proceso de búsqueda de información relevante para el problema planteado y estrechamente vinculada a los objetivos de aprendizaje propuestos. Estudio autodirigido. Los estudiantes se dedican entonces a investigar el tema por sí solos. Deben contar con todos los recursos apropiados - libros, videos, pacientes, programas de computación. Retroalimentación. El grupo se reune para discutir el material investigado, en el intercambio podrían surgir otras necesidades que deberán explorarse. Para cubrir todos los aspectos pueden ser necesarios varios encuentros. En cada encuentro se analiza el material obtenido y se van realizando síntesis parciales. El docente debe facilitar la comprensión de la información recogida y orienta la identificación de nuevos interrogantes. Cada uno de estos encuentros genera un nuevo esfuerzo de estudio autodirigido. 5 Evaluación. Esta etapa implica generalizaciones y conclusiones basadas en el material investigado y presentado. Los estudiantes, con la ayuda del facilitador, evaluan en qué medida han logrado las metas propuestas y/o los interrogantes que se plantearon. Torbellino de ideas Si se buscan soluciones creativas, el torbellino de ideas resulta muy atractivo. La discusión libre promueve la iniciativa y el pensamiento colateral y podría echar por tierra los patrones lineales tradicionales. En general, el docente elige un tema y se consideran ideas asociadas, alternativas de soluciones y/o estrategias de abordaje. Este método podría aplicarse en la primera etapa del aprendizaje basado en problemas, en el cual se identifican los conocimientos a adquirir. El torbellino de ideas consta de tres pasos: • Generación de ideas. El docente podría preguntar acerca de las vías de administración de drogas y los estudiantes ofrecen soluciones/estrategias que se anotan en el pizarrón. • Esclarecimiento de ideas. Se aclaran las ideas y se catogorizan en diferentes áreas. • Evaluación de ideas y resumen. Se evalúan las distintas categorías de ideas y se analizan los méritos de cada una. Las claves para conducir un torbellino de ideas son : • Sugerir que todas las ideas son útiles. Uno de los principios es el "pensamiento libre". No debe criticarse ni descartarse ninguna idea. • Permitir que un alumno se abstenga. Los participantes que no tienen ideas que ofrecer, no deben sentirse inferiores. • Solicitar a los estudiantes que escriban sus ideas en hojas autoadhesivas. Estas notas pueden pegarse en el pizarrón o en la pared, en cualquier orden y modificarse a medida que el flujo general de ideas cambia. • Continuar hasta que se agoten las ideas. A veces parece que ya se aportaron todas las ideas útiles, pero es preciso aguardar la opinión de todos los integrantes. De esta manera se sentirán dueños de todas las ideas a explorar y desarrollar. • Mantener a la vista el producto del torbellino de ideas. Por ejemplo, pegar cartillas en las paredes y demostrar que se valoran los resultados haciendo referencia a las notas a medida que la reunión progresa. Cabe recordar que nunca es demasiado tarde para agregar ideas. Enseñanza clínica La enseñanza clínica, a menudo la más conocida, sigue siendo la piedra fundamental de la educación médica. Con frecuencia se realiza al pie de la cama del paciente y en muchos centros se utilizan enfermos, actores y modelos. La competencia del docente es crucial y además, debe garantizar la presencia de pacientes relevantes, estar al tanto del nivel de conocimiento de los estudiantes y tener una idea clara de los objetivos de la reunión. 6 Los educadores tienden a categorizar los objetivos en tres áreas: cognoscitiva, psicomotora y afectiva. Empero, esta división es artificial y simplifica la enseñanza, pero no la tarea, que suele requerir las tres. La práctica médica demanda habilidades de comunicación, de percepción, manuales y de organización. La medición de la tensión arterial exige aptitud psicomotora para manipular el manguito, cognoscitiva para recordar los valores sistólicos y diastólicos normales y afectiva para comunicarse con el paciente. La enseñanza clínica permite integrar los tres tipos de objetivos. En general, las demostraciones psicomotoras constan de cinco pasos (tabla 1). Tabla 1. Pasos de la demostración psicomotora Actividad 1. Demostración a cargo del docente 2. Demostración y descripción de las acciones a cargo del docente 3. Intento a cargo de los estudiantes 4. Retroalimentación docente/grupo 5. Práctica Ejemplo Medición de la tensión arterial (en un alumno, paciente o video) Explicación de las maniobras (si se utiliza un video podría ser innecesario) Medición de la tensión arterial Puntos positivos y créditos Medición de la tensión arterial En estas actividades, la participación de los estudiantes es crucial. Todos deben poder ver las maniobras; pueden emplearse videos, actores o modelos. Cabe recordar que muchos alumnos observan y copian peculiaridades irrelevantes de los tutores. Por lo tanto, antes de comenzar la demostración es preciso explicar sus aspectos esenciales. Como las habilidades psicomotoras no se adquieren de inmediato, es fundamental practicarlas y repetirlas. Pautas para controlar el trabajo en grupos reducidos Los controles se realizan antes, durante y después de la actividad y constituyen guías útiles para los docentes. Antes de iniciar la actividad 1. Formular los objetivos de la reunión Preguntarse: ¿Por qué y para qué deseo trabajar con grupos reducidos? Es necesario analizar en detalle los objetivos de la reunión o curso y todos los métodos factibles (clases teóricas, aprendizaje en grupos pequeños o estudio independiente, etc.). 2. Evaluar la infraestructura y los recursos humanos Preguntarse: ¿Con qué cuento? ¿Con quién cuento? 7 Intraestructura. Los grupos reducidos demandan un lugar apropiado que permita a los estudiantes sentarse en un semicírculo que facilite la interacción. También podrían requerirse pizarrones, retroproyectores, pacientes, modelos, libros o programas de computación. Es menester entonces confeccionar una lista de las aulas y los equipos apropiados. Recursos humanos.La enseñanza en grupos pequeños exige docentes capacitados. ¿Qué experiencia se necesita? ¿Pueden usarse docentes "volantes"? ¿Los alumnos avanzados pueden actuar como facilitadores? ¿Los facilitadores deben ser expertos? La identificación de los docentes idóneos es crucial. ¿Deben ser expertos en esta actividad y/o en el tema a tratar? Todos los autores coinciden en señalar que los facilitadores deben estar familiarizados con la dinámica de los grupos de aprendizaje. Los expertos en contenidos tienden a adoptar un papel más directivo y podrían poner en peligro uno de los aspectos más destacados de esta estrategia - el desarrollo de habilidades a través del aprendizaje activo y autodirigido. Además, suelen hablar demasiado, responder en forma directa a las preguntas de los alumnos y sugerir los temas de discusión. En el aprendizaje basado en problemas, los expertos demoran más tiempo en generar temas que los estudiantes en resolverlos. Empero, el rendimiento del grupo es mayor. En condiciones ideales, el facilitador debe tener experiencia en los dos campos. Si no es posible, puede proponerse otro enfoque. Por ejemplo, el objetivo de un grupo de discusión libre podría ser la exploración de las opiniones acerca de la eutanasia y en este caso, los contenidos pierden importancia. En las discusiones dirigidas, en cambio, el facilitador puede alentar a los estudiantes a investigar temas controvertidos, pero es imprescindible contar con un experto en contenidos. Este debe corregir los errores, pero no convertir la reunión en una miniclase teórica. Los primeros tres estadios del aprendizaje basado en problemas (encuentro inicial, introducción del problema y estudio autodirigido) pueden estar a cargo de un facilitador, pero los dos últimos (retroalimentación y evaluación) requieren un experto en contenidos. ¿Los alumnos pueden actuar como facilitadores? Algún estudiante podría asumir parte de esta responsabilidad y su papel depende de su capacidad, la dinámica del grupo y las instrucciones recibidas. El facilitador podría surgir en forma espontánea e inconsciente o cada integrante del grupo podría ocuparse de un aspecto. Por ejemplo, uno se encarga de alentar la participación de los más apocados y otro de resumir la información. El docente debe sugerir esta división de las tareas y permitir que cada uno elija la función que desea desempeñar. Es frecuente advertir que muchos estudiantes son facilitadores naturales; algunos prestan atención a las necesidades de sus compañeros y otros organizan la tarea.. Además, con el tiempo los estudiantes adquieren la capacidad de regular a su propio grupo. 3. Garantizar la preparación previa de la reunión Preguntarse: ¿Sabrán los docentes desempeñar su papel? La actividad en grupos reducidos obliga a conocer el papel de facilitador. El éxito depende de la formación de los docentes, sobre todo de aquellos acostumbrados a la enseñanza tradicional. El personal debe tener la oportunidad de observar grupos pequeños en acción y de asistir a reuniones de capacitación. 4. Elegir la estrategia más apropiada para cumplir con los objetivos 8 Preguntarse: ¿Qué método será más efectivo? El desarrollo de las reuniones y los medios de evaluación están supeditados a los objetivos del curso. Después de definirlos, se elige la estrategia más adecuada para cumplirlos - grupos reducidos, clases teóricas o estudio independiente. A menudo se divide a los objetivos en tres áreas: conocimiento, habilidades y actitudes o como ya se dijo, cognoscitiva, psicomotora y afectiva, pero aunque es útil identificarlos, en medicina no pueden enseñarse ni aprenderse por separado. Objetivos cognoscitivos: Esta categoría abarca al conocimiento, la comprensión, la aplicación, la resolución de problemas, el análisis y la evaluación. Por ejemplo, enumerar los principales grupos de drogas empleadas en el tratamiento de la cardiopatía isquémica; comparar la histología de las arterias normales y ateroscleróticas. El aprendizaje basado en problemas y las discusiones dirigidas permiten cumplir con estos objetivos. Objetivos psicomotores: A menudo estos objetivos sólo pueden alcanzarse en grupos reducidos, en particular durante la enseñanza clínica. Por ejemplo, medir la tensión arterial, colocar una vía endovenosa, extraer una muestra de sangre. Objetivos afectivos: Entre estos cabe mencionar la exploración de nuevas relaciones, la vinculación de conceptos emocionales e intelectuales, la solución creativa de problemas. La adquisición de determinadas actitudes y de las habilidades comunicacionales son parte de estos objetivos. Algunos ejemplos de objetivos que podrían cumplirse en grupos de discusión libre: - informar al paciente o a sus familiares con empatía y simpatía - expresar desacuerdo con el enfoque terapéutico adoptado por un colega - explicar el tratamiento a un enfermo. 5. Preparar material motivador Preguntarse: ¿Qué tipo de material generará discusión, orientará la búsqueda de soluciones, estimulará la creatividad? El docente debe preparar la reunión o curso, es decir, escribir los problemas, seleccionar los videos, elaborar cuestionarios, identificar los artículos publicados, elegir los pacientes apropiados. 6. Informar a los estudiantes acerca de los objetivos y el trabajo en grupos reducidos Preguntarse: ¿Los alumnos comprenden el fundamento del trabajo en grupos pequeños? Los estudiantes deben saber por qué se adoptó el trabajo en grupos reducidos. Es preciso aclarar su papel y su relación con otras actividades. Si lo consideran una tarea irrelevante, su compromiso podría ser mínimo. Durante la actividad 1. Hacer una introducción adecuada( rompiendo el hielo inicial) Preguntarse: ¿El grupo es nuevo o ya estaba formado? 9 Si el grupo se encuentra por primera vez, podría ser necesario romper el hielo con una actividad de presentación breve. De esta manera se reduce la tensión y la frialdad y se promueve la comunicación y la discusión. En la estrategia más simple, cada integrante se presenta, refiere su antecedentes y manifiesta sus expectativas. El docente podría solicitar que los estudiantes anoten en forma anónima sus inquietudes o dudas y luego compartir algunos temores con el grupo e intentar disiparlos. En general sólo surgen tres o cuatro preocupaciones importantes y podría ser tranquilizador comprobar que otras personas comparten las mismas aprensiones. Aunque podría parecer innecesario tener que romper el hielo, es importante lograrlo. Todos los integrantes del grupo deben conocer por lo menos el nombre de los demás. Establecer las reglas del juego: Algunos alumnos podrían sentirse amenazados en un grupo reducido. Para generar un clima de seguridad y confianza, sobre todo cuando se exploran objetivos afectivos, los participantes podrían fijar reglas, por ejemplo: • preservar la confidencialidad, en especial cuando se discuten detalles referentes a pacientes • recibir todos los aportes en forma positiva • no poner en ridículo ni humillar a ningún integrante * no juzgar ni evaluar las distintas ideas • hablar uno por vez 2. Verificar si los estudiantes saben lo que tienen que hacer Preguntarse: ¿Los alumnos saben lo que hacen? ¿Saben por qué? ¿Saben cómo lograrlo? Los estudiantes deben saber cuál es la tarea o la finalidad de la reunión. Se requieren explicaciones claras y un marco temporal. La labor depende de la naturaleza de los objetivos y del método adoptado. Las actividades pueden llevarse a cabo en el laboratorio, al pie de la cama del paciente, en la biblioteca o en una discusión en el aula. Los alumnos deben comprender la estrategia y conocer los pasos a seguir. 3. Facilitar el aprendizaje Preguntarse: ¿Cómo debe operar el grupo para realizar la tarea? El docente, facilitador o tutor debe estimular el aprendizaje. En el trabajo en grupos reducidos el término "docente" es poco apropiado porque implica cierta jerarquía. La finalidad del facilitador es ayudar al alumno a confiar más en sí mismo y a adquirir mayor independencia. Como recurso educativo, los facilitadores son superiores a los maestros que poseen todas las respuestas y sus aptitudes son esenciales para el éxito de la propuesta. El facilitador debe crear un clima abierto, confiable y cordial; debe solicitar la elaboración de ideas, aclarar el por qué de las preguntas, verificar la comprensión de los principios y conceptos, sintetizar y poner en tela de juicio las hipótesis. También debe promover el aprendizaje autodirigido y alentar a los alumnos a escuchar, a tolerar el silencio y a no interrumpir al que habla. En la vida profesional todos tendemos a trabajar en grupos reducidos, pero casi nunca contamos con un facilitador. Este debe mantener la operatividad del grupo y garantizar la realización de la tarea. 10 Mantener el grupo en marcha incluye animar a los apocados, evitar que algunos integrantes dominen la discusión, favorecer la cohesión y atenuar tensiones o conflictos. Para que un estudiante se exprese, el docente no debe solicitarle que "diferencie el dolor del infarto agudo de miocardio, de aquel de una crisis anginosa", sino preguntarle "¿qué puede decirme acerca del dolor del infarto agudo de miocardio y el de una crisis anginosa?" El facilitador debe observar a los estudiantes: • • • • • Comunicación: ¿Quién participa y quién no? ¿Quién habla con quién? Adopción de decisiones: ¿Quién decide? ¿Cómo se adoptan las decisiones? Poder e influencia: ¿Cuál es el patrón de poder? ¿El poder cambia con el tiempo? Conflictos: ¿Se resuelven los conflictos? ¿Cómo se superan? Características: ¿Qué papeles y reglas surgieron? ¿Qué valores demostró el grupo? Para garantizar el cumplimiento de la tarea, el facilitador debe abrir la discusión, resumir y esclarecer puntos, sintetizar ideas, brindar información y opiniones y cuestionar los aportes oscuros. Al principio, el encargado de mantener la operatividad del grupo y asegurar la realización de la labor es el facilitador, pero más tarde estos papeles podrían asumirlos los miembros del grupo. En educación, el buen facilitador es el que se torna prescindible. No es factible prever todas las situaciones que pueden plantearse en un grupo. El facilitador debe prestar atención a los hechos, analizarlos e idear mecanismos para mejorar el funcionamiento del grupo. Debe recordar que sus acciones no deben poner en peligro las características del trabajo y que los grupos son dinámicos y se modifican con el tiempo. Dinámica del grupo. Con frecuencia, a medida que el grupo madura, su potencial y eficacia aumentan. Se postula que los grupos podrían atravesar cuatro etapas: • Formación: fase de exploración en la cual los integrantes intentan saber más acerca de los demás. Este podría ser un período difícil, dominado por el silencio y/o la desconfianza. • Turbulencia: los participantes intervienen, combaten entre sí, se advierten intentos de control y podrían surgir conflictos por ejercer cierta hegemonía. La responsabilidad de todos y cada uno es un determinante esencial de la eficacia del grupo. Los estudiantes deben asumir la responsabilidad. • Normativa: el grupo formula reglas de conducta que todos deben aceptar para atenuar antagonismos y para poder llevar adelante la tarea • Ejecución: el grupo se centra en la tarea, por ejemplo cumplir con los objetivos del aprendizaje. Esta es la etapa productiva. Algunos autores agregan un quinto estadio, vinculado con la disolución del grupo y las emociones que conlleva. La duración de las etapas es variable y el facilitador debe conocerlas para comprender el desaliento o la desilusión que podría surgir en alguna de ellas. La fase de turbulencia podría ser muy dolorosa y problemática, pero siempre se supera. Algunos alumnos podrían querer incorporarse a otro grupo. Es preciso resistirse a la tentación de autorizar cambios, porque casi nunca podemos darnos ese lujo en la vida. Además, el ingreso de un nuevo integrante podría obligar a volver a atravesar todos los estadios. Por otra parte, los problemas de un grupo podrían reproducirse en otro, de manera que es preciso identificar y resolver los conflictos. 4. Resumir la actividad Preguntarse: ¿Qué se logró? 11 Es importante resumir o clarificar qué se aprendió. Este proceso, que podría prolongarse tanto como la actividad en sí, permite atar cabos sueltos y otorgar sentido a la experiencia. Durante la síntesis podría aportarse retroalimentación constructiva: • • • • • Señalar los hechos positivos Ceder la palabra a los estudiantes Destacar los aspectos favorables (los alumnos detectan con facilidad las falencias) Definir los aspectos a mejorar Analizar los desacuerdos Cabe interrogar a los alumnos acerca de la actividad desarrollada. En el caso de los objetivos cognoscitivos, la respuesta podría traducirse en una lista de soluciones a un problema; en el de los afectivos, podría ser la manifestación de los sentimientos y en el de los psicomotores, podría consistir en la ejecución correcta de un procedimiento. Después de finalizar la actividad 1. Evaluar el éxito de la reunión Preguntarse: ¿Qué ocurrió? Como en cualquier sistema educativo, es necesario valorar el éxito obtenido. En este sentido existen dos aspectos - logros y calidad. ¿Se alcanzaron los objetivos? Para comprobarlo podrían considerarse las evaluaciones de los participantes. Para determinar si el estándar fue adecuado, los alumnos podrían completar un cuestionario que incluya las siguientes preguntas: • • • • ¿Comprendió los objetivos de la reunión? ¿El ambiente del grupo le pareció positivo? ¿Se sintió motivado para aprender? ¿Piensa que se cumplieron los objetivos? Además, es útil agregar otras que permitan la libre expresión: • ¿Qué le gustó de la reunión? • ¿Que le disgustó? • ¿Qué modificaría? Más allá del método elegido, el facilitador debe evaluar el rendimiento del grupo. Podría utilizar controles formales o informales, reconocer los aspectos positivos y negativos y reflexionar acerca de los hechos. No obstante, debe recordar que la valoración constante podría inhibir el desarrollo del grupo. 2. Reflexionar acerca de la experiencia Preguntarse: ¿Cómo puede perfeccionarse en el futuro? 12 La evaluación que no lleva a cambios carece de sentido. Aun cuando es muy favorable, identifica áreas que deben perfeccionarse. Es menester considerar las modificaciones a llevar a cabo o las nuevas técnicas o ideas a introducir. La reflexión aislada es ineficaz; debe ser continuada y formar parte de la enseñanza. Conclusiones El trabajo en grupos pequeños desempeña un papel valioso en la educación médica de pregrado. La enseñanza centrada en el alumno y la participación activa promueven el aprendizaje significativo. Si se decide emplear esta estrategia, se dispone de varios métodos que dependen de los objetivos a alcanzar y de la experiencia de los docentes. Es preciso evaluar la actividad en grupos reducidos, que no debe ser una experiencia desvinculada de otros aspectos del curriculum. Los estudiantes deben conocer las metas y los resultados esperados. El éxito está supeditado a la planificación adecuada y la facilitación efectiva. En el enfoque tradicional, los docentes se preocupan por enseñar en vez de permitir que los alumnos aprendan. Para lograr cambios reales y sostenidos en la educación médica, deben comprender que es esencial alentar a los estudiantes a aprender y no a convertirse en meros receptores de la enseñanza de los docentes. MUNECO En el anexo 5 encontrará una bibliografía comentada sobre el tema de Dinámica de grupos y educación. 13