¿SABE CÓMO ES UNA ENTREVISTA PARA SER JUEZ O FISCAL? Ignacio Villarán Raffo Consorcio Justicia Viva El Consejo Nacional de la Magistratura viene realizando desde hace unos meses entrevistas a cientos de postulantes que quieren ocupar un cargo en la administración de justicia, ya sea como juez o como fiscal. Asimismo, de un universo de 1790 entrevistas realizadas hemos asistido a 120 de ellas, con el propósito de dar cuenta de una entrevista "tipo", la misma que recopila e integra aquellas preguntas y respuestas que se han vuelto casi una constante en las evaluaciones personales. Son las tres y media de la tarde y hace mucho calor dentro de las instalaciones del Consejo Nacional de la Magistratura. Antes de subir a alguna de las comisiones, el portero revisa nuestras cosas. ¿Puede abrir su mochila? Cómo no. Está prohibido ingresar con grabadora señor. ¿Por qué?. Son órdenes de la dirección, puede dejarla en recepción si desea. Está bien. Y apague su celular por favor. Sí claro. Una vez acomodados, pude notar que la mayoría de observadores son futuros postulantes que quieren escuchar, en buena cuenta, lo que les preguntan a los que hoy están siendo evaluados. Los consejeros entran y automáticamente la gente se para en señal de saludo y respeto. "Asiento", dice uno de los consejeros, y le comunica a su asistente que haga el favor de llamar al primer postulante de la tarde. "Que pase el señor Eugenio Flores Huamán" . El candidato se sienta frente a los 3 miembros de la comisión. ¿La función del fiscal? A ver cuénteme, ¿de qué universidad egresó, señor? De la Universidad Nacional San Agustín. ¿Y tiene estudios de maestría? Sí señor, realicé una maestría en Derecho Penal en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco. ¿Y ya sacó su título de post-grado? Bueno, aun no, pero pronto lo terminaré. Pero es importante que usted saque su título de magíster, no puede dejar las cosas a medias. Sí, señor, es verdad. Bueno, y dígame, ¿cuál es la función esencial de un fiscal adjunto? La fiscalía adjunta, así como el Ministerio Público… Le pregunté cuál era la función del fiscal, no de la fiscalía, interrumpe el consejero. No se ponga nervioso que esto no es un examen sino una conversación, es solo para conocerlo. Sí señor, dice el postulante. Bueno, el fiscal tiene el deber de realizar las investigaciones pertinentes y velar por el Estado de Derecho. ¿Nada más?. Y también servir a su comunidad. Pero usted debe ser más preciso, el fiscal es el titular de la acción penal y es él quien debe asegurar si se incurrió o no en un determinado tipo penal. Ésa es la principal función del fiscal, afirma tajantemente el consejero. ¿No le parece?. Sí doctor, gracias por la aclaración. Tiene que prepararse bien, pues. "Del candidato su psicología" Su evaluación médico-psicológica dice que su estado emocional está por debajo del promedio, y que por lo tanto a usted se le podría catalogar como una persona "emocionalmente inestable", ¿qué tiene que decir al respecto? pregunta el consejero. Bueno, eso es muy relativo, señor, qué pasa si el día que tuve que dar la evaluación psicológica me entero de que mi hijo ha sufrido un accidente que lo ha dejado en un estado de salud muy delicado, y a consecuencia de ello mi prueba psicológica revela que tengo tendencias hacia la depresión, ¿eso me hace ser una persona que sufre de inestabilidad emocional?. El consejero se toma unos segundos antes de lanzar la siguiente pregunta. Pero los psicólogos también dicen que su perfil no encaja con el perfil de un verdadero magistrado, ¿por qué cree que deberíamos elegirlo, entonces? En primer lugar, yo discrepo con el test y creo reunir los requisitos para ser un fiscal adjunto superior de talla; estoy bien preparado, señor, tengo una gran vocación de servicio, llevo más de 10 años trabajando en la Fiscalía y conozco al detalle las funciones de mi cargo. ¿Así? eso no me pareció cuando le pregunté sobre la función del fiscal. Cualquiera comete errores, señor. Pues debería economizarlos señor, usted está en una entrevista para un puesto de trabajo en la función pública. Sí, señor. Necesidades básicas ¿Qué lo motivo a presentarse? Como le digo, mi vocación de servicio siempre estuvo presente desde mis primeros años de ejercicio profesional como abogado, además hay mucho por hacer. Y qué cosas hay por hacer según su opinión. Bueno, en mis años como fiscal adjunto provincial he podido vivir en carne propia la realidad de administración de justicia en las fiscalías de Arequipa. Un problema es que nos hace falta más computadoras, por lo que a veces tenemos que hacer turnos para ocupar las máquinas y por eso nuestro trabajo se atrasa mucho. Esto se debe al poco presupuesto que nos asignan para realizar nuestro trabajo. Pero ahí en la fiscalía ustedes usan solo las computadoras como procesadores de texto, afirma el consejero, es decir, utilizan solo la función de Word y no necesitan los demás programas, solo la usan para escribir y luego imprimir ¿por qué necesitan más máquinas?, basta no más con que les asignen máquinas de escribir y listo. Bueno señor, verá, si no contamos con las computadoras nos será muy difícil poder aprender otras funciones de las mismas, por ejemplo, ahora con la internet se puede acceder a muchos lugares, podemos tener información que no hay en los libros, y podríamos también utilizar el correo electrónico para comunicarnos con los demás jueces y fiscales y así abaratar costos, sería todo más rápido y podríamos trabajar mejor; ahora todas las instituciones del Estado cuentan con una página web, y ahí podríamos ver resoluciones, sentencias o cualquier otro tipo de comunicado señor. Entonces ¿sólo instalando más computadoras se solucionaría el problema? No señor consejero, nos hace falta también más personal, acá en la fiscalía somos pocos y el trabajo es abundante, y muchas veces nos hemos visto en la obligación de realizar gestiones que no nos corresponden en relación a la naturaleza del cargo. Y en su opinión ¿le parece que el Consejo Nacional de la Magistratura está nombrando a buenos jueces y fiscales? El postulante se acomodó el saco, tosió levemente para aclarar la voz, tragó un poco de saliva, y luego de unos segundos respondió. Doctor, creo que el CNM está realizando una buen trabajo. Y dígame señor ¿cuál es su patrimonio?. Tengo una casa en la ciudad de Arequipa y un automóvil Toyota del año 91. ¿Eso es todo? Sí señor. ¿Y en cuánto valoriza su patrimonio? En 5 mil dólares señor. Pareciera que usted está postulando por una necesidad económica. No señor consejero, mi real motivación es la vocación de servicio. "Apercibimuchos" Hubo un pequeño silencio en la sala luego de la confrontación, mientras el consejero pasaba lentamente las hojas del expediente del candidato. Tengo una curiosidad señor ¿por qué usted tiene tantos apercibimientos? Usted ha batido un récord, nunca había visto un magistrado que tuviera tantas sanciones disciplinarias, y la mayoría de ellas son porque usted llega tarde a su centro de labores. Es que a veces se me complican los horarios señor. ¿Y su vocación de servicio?. ¿Señor?. Digo que al llegar usted tarde al trabajo, la supuesta vocación de servicio que usted tanto proclama es solo un saludo a la bandera. Sí señor, voy a mejorar por mi propio bien. Pero no puede ser tan egoísta, no puede pensar solo en usted. ¿Y que hay de la gente que lo está esperando en el despacho? Ahí está también la vocación de servicio; la puntualidad es un valor que debe tener presente en el día a día de sus labores, sobre todo cuando hay personas que dependen de usted. Sí señor. ¿Sabe rezar? ¿Usted es casado? Sí señor. ¿A qué se dedica su mujer?. Ella es secretaria en una empresa. ¿Tiene hijos? Sí señor, tengo dos. Y dígame una cosa ¿usted es católico? Sí señor. ¿Y cumple con sus obligaciones como tal? ¿A que se refiere señor consejero? A que si usted va a misa los domingos, reza. Ah bueno, la verdad es que no voy mucho a misa, lo hago muy de vez en cuando. Pero todo buen católico tiene que ir a misa todos los domingos, usted entonces no tiene mucha convicción, no puede hacer las cosas a medias, eso dice mucho de usted. Es que yo tengo mi propia manera de relacionarme con Dios. ¿Y cuál es esa? Bueno, a través de la amistad, del amor a mi familia, a mi trabajo, mediante el respeto y la tolerancia hacia los demás. Pero igual hay que ir a misa. Sí doctor. Bueno, para mí es suficiente, afirma el Consejero, y le pregunta a sus colegas si quieren hacer alguna otra pregunta al candidato. Los otros dos consejeros dicen que no. Señor postulante, puede usted retirarse, su entrevista ha terminado. Muchas gracias. Impresiones personales Terminada la evaluación, abandoné el lugar que ocupaba en esa pequeña sala. Afuera habían dos personas que estaban esperando a que alguien desocupara su sitio para observar las entrevistas. Ya saliendo del local del CNM, comencé a preguntarme, ¿eso es todo?, ¿así se desarrolla una entrevista personal para ser juez o fiscal? ¿Se puede a través de estas preguntas dar cuenta del criterio y potencial del candidato? ¿Por qué tenemos tan malos candidatos? ¿Por qué los consejeros se fijan tanto en la vida privada de los postulantes? ¿Acaso eso es relevante para ocupar el cargo? ¿Importa tanto la vida familiar o de qué religión es el candidato? ¿Cómo un postulante a la función pública no tiene claros sus conceptos jurídicos, como aquellos que son propios de la función? ¿Por qué las preguntas no tienen una estructura definida? ¿Y qué hay con las preguntas de actualidad, de problemática político-judicial, o las de cultura general básica? ¿No son importantes acaso para determinar la calidad y razonamiento del candidato? De contrabando no más se colaban las preguntas sobre la situación de la administración de justicia o sobre las recomendaciones de la CERIAJUS. Por otro lado, las respuestas del grueso de los candidatos, tan pomposas y rimbombantes, como también contradictorias, escondían el vacío de sus conceptos jurídicos y judiciales. Sin embargo, la mayoría de los postulantes tenían buenos resultados en sus exámenes de conocimientos, lo que refleja, en cotejo con sus respuestas en las entrevistas personales, su incapacidad para expresar sus ideas y teorías verbalmente, en buena cuenta, su dificultad para comunicarse con claridad. Otro asunto que también me llamó la atención era la marcada actitud de sumisión de los postulantes hacia los consejeros. ¿Nervios, inseguridad, una preparación insuficiente, miedo a perder un cupo en la magistratura o falta de convicción? Creo que es una mezcla de estos cinco factores lo que hace que el postulante se muestre tan conforme y obediente ante las aclaraciones u opiniones de los consejeros, factores que también condicionan el comportamiento del candidato durante toda la entrevista. Estas entrevistas-evaluaciones personales son una etapa determinante en el proceso de selección de magistrados. Sin embargo, y a mi juicio, éstas no están siendo aprovechadas por los consejeros para realizar una mejor radiografía de los candidatos. Por otro lado, muy pero muy pocos, son los postulantes que estaban a la altura del cargo al que aspiraban. Estos tenían claros sus conceptos y se mostraban seguros de sus respuestas. Estaban bien preparados. Es por ello que considero que el CNM debería reestructurar las entrevistas, orientándose a temas que verdaderamente revelen el potencial y la capacidad de razonamiento del candidato. Asimismo, debería incluirse en esta reestructuración la forma en que se califican las entrevistas, como también redefinir las características del perfil del postulante. Todo esto en pro de reclutar a jueces y fiscales de talla para nuestro sistema de justicia.