COMENTARIO DE UN TEXTO DE PLATÓN República I)

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Eduardo Teillet Roldán.. Departamento de Filosofía. IES Victorio Macho. Palencia.
COMENTARIO DE UN TEXTO DE PLATÓN
Parágrafo 9 del libro VII de República según la Antología de textos.
I)
Se trata de un texto de carácter pedagógico. De filosofía de la educación, podríamos
decir, puesto que analiza la naturaleza de la educación.
Tema del texto: la educación.
Su tesis básica:
Es la de que la educación consiste en el proceso por el cual el alma se centra en lo
que tiene valor y es real, no en lo aparente. La educación no consiste en dar algo al
educando sino en mostrarle hacia dónde debe mirar.
II)
El texto tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera de ellas establece
qué no es la educación. La educación no es como pretenden quienes hacen profesión
de enseñarla, es decir, los sofistas, que se presentan como educadores, como
profesores capaces de enseñar la areté política. Así se presentaba Protágoras, como
alguien que podía dotar a sus alumnos de la capacidad de ir incrementando cada día
su excelencia a base de adquirir ciertas destrezas y habilidades, principalmente de
carácter técnico, entendido como un conjunto de reglas y de procedimientos que
capacitan al ciudadano para tener éxito en la vida pública, entendiendo por éxito, el
triunfo en las disputas entre grupos políticos o el éxito en los negocios y en las
transacciones mercantiles. Pero esto constituye una visión muy pobre de lo que es la
educación, como ya Sócrates destacó.
En efecto, los sofistas enseñan cosas, pero esto no es la verdadera educación porque
no tiene un efecto de transformación global del hombre. La dimensión antropológica de
transformación que tiene la educación en su sentido verdadero, no la poseen las
técnicas y conocimientos de aplicación instrumental que enseñan los sofistas. La idea
de virtud que ellos manejan resulta superficial al entender de Paltón. Los sofistas no
problematizan su saber ni los conceptos dominantes en su medio social. A Sócrates le
llamaban el tábano porque siempre estaba hurgando en las opiniones e ideas
superficiales de sus conciudadanos para ver si sabían de qué hablaban cuando
hablaban de justicia o de virtud, por ejemplo. Los sofistas enseñaban a vencer en las
disputas de la Asamblea, pero no se interesaban por profundizar en los fundamentos
de los conceptos que empleaban.
En la segunda parte Platón nos expone en qué consiste la educación correctamente
entendida. En este punto no debemos olvidar que este fragmento se inscribe dentro
del relato que hace del mito de la situación de los prisioneros en la caverna. Y empieza
diciendo que hay que comparar la situación de estos hombres con la nuestra, en
relación con nuestra posesión de educación o su carencia.
En esta segunda parte se establece el potencial transformador que la educación, en
cuanto arte consistente en enseñar a mirar lo verdadero, tiene sobre el hombre. Lo
mismo que el ojo físico no puede mirar por su cuenta, sino que exige que el cuerpo
entero se gire y así podrá guiar nuestros pasos, la educación no es un infundir una
ciencia en el alma, sino un modo de poner ante los hombres lo que es real en sí y es
valioso por sí mismo. Entonces la ciencia entra en el alma. Pero la educación es este
enseñar a mirar. Lo mismo que el desconocido que libera al prisionero no le enseña
nada, sino le obliga a girarse por completo y a hacer un esfuerzo de ascenso hacia el
exterior de la caverna y pone ante él los objetos reales. Entonces se opera una
Eduardo Teillet Roldán.. Departamento de Filosofía. IES Victorio Macho. Palencia.
conversión global en el prisionero. Una conversión cognitiva y moral. Las valoraciones
que acostumbraba a hacer se revelan como banales y ridículas, siente lástima por sus
antiguos compañeros y experimenta la necesidad de advertirles de que la vida real
está en otra parte.
Se trata de una conversión global porque el alma entera, es decir, el hombre entero,
se aparta del mundo contingente y mudable de las opiniones, los pareceres y los
deseos pasajeros, de las creencias infundadas.
III)
Tinieblas:
Platón se refiere al devenir y al mundo contingente. Es decir, el que no tiene en sí
mismo la razón de su ser. Las tinieblas es el espacio más profundo de la cueva,
donde unos prisioneros embrutecidos por su ignorancia se burlan de quien les habla
de otro nivel de existencia y de otros modos de valoración, de otro éthos, de otra
moral.
Las tinieblas son esa dimensión de existencia en la que sólo se concede valor a lo
sensible y a lo que depende de representaciones que no son más que imágenes,
copias devaluadas de lo verdaderamente real. En el ámbito social y político estas
tinieblas son el mundo de las intrigas políticas y los manejos demagógicos de la
opinión pública, que no buscan la reflexión profunda sobre las ideas, sino la seducción
y la persuasión mediante lo aparente y no mediante lo real, cuya comprensión es
siempre mucho más difícil. Por eso la educación es el recorrido que debe hacer el
prisionero para ponerse ante lo real.
Lo que llega a ser:
Se trata de lo que no tiene entidad por sí mismo, puesto que está sujeto al cambio. Es
el mundo del devenir en todos sus sentidos, ya explicado en el concepto anterior. Se
opone a lo que es.
Lo que es más luminoso en el ser:
Lo más luminoso en el ser es la Idea del Bien, de la que Platón dice que se encuentra
más allá de la esencia, que es la que hace que las demás Ideas sean inteligibles.
Si la educación tiene como objetivo poner al hombre ante lo que verdaderamente es,
la meta final de este proceso es la comprensión del sentido global del ser, que es el
Bien. La captación de esta Idea impregna totalmente la vida del hombre, de manera
que Platón presenta de este modo una perspectiva unitaria acerca de la virtud. El
conocimiento del Bien tiene un efecto total sobre la persona educada, como nos
muestra la propia peripecia del prisionero liberado de su ignorancia.
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