La evolución de la Doctrina de la Responsabilidad de Comando: El estándar Yamashita y el estándar Medina. María Florencia Casim A. EL ESTANDAR YAMASHITA I. La masacre de Manila El juicio llevado a cabo contra el General Tomoyuki Yamashita, marca el origen de la Doctrina de la responsabilidad de Comando (también denominada de mando o del superior). El General se hizo famoso por la conquista de las colonias británicas durante la campaña malaya y por la caída de Singapur. Por estas conquistas se lo apodó “el tigre de Malasia”. El 9 de octubre de 1944, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, cuando la situación de Japón ya se había tornado crítica, el General Yamashita tomó el mando del 14º Grupo de Ejército Imperial Japonés en las Filipinas y se trasladó hacia las montañas de Baguio, a 200 kilómetros de Manila Cuando las fuerzas estadounidenses llegaron a Manila, eliminaron todas las fuerzas japonesas que intentaban defender la ciudad. Durante el ataque a la ciudad, las fuerzas japonesas asesinaron a miles de civiles y los torturaron (cerca de 100.000 civiles filipinos fueron asesinados).1Asimismo cometieron otros crímenes además de asesinatos, como saqueos, violaciones, abandono de prisioneros de guerra (sin alimentos, vestimenta, agua, cuidados médicos, etc.), fusilamiento de guerrilleros sin juicio previo, personas quemadas vivas, demoliciones e incendios de hogares, lugares religiosos, escuelas, hospitales, sin ninguna necesidad militar. 2 1 Law Reports of Trials of War Criminals Selected and prepared by The United Nations War Crime Commission. Vol. IV London. 1948. En: http://www.loc.gov/rr/frd/Military_Law/pdf/Law- Reports_Vol-4.pdf 2 Law Reports of Trials of War Criminals, UN. Op. Cit. Page. 4. "The crimes alleged to have been permitted by the accused in violation of the laws of war may be grouped into three categories: (1) Starvation, execution or massacre without trial and maladministration generally of civilian internees and prisoners of war; (2) Torture, rape, murder and mass execution of very large numbers of residents of the Philippines, including women and children and members of religious orders, by starvation, beheading, bayoneting, clubbing, hanging, burning alive, and destruction by explosives; (3) Burning and demolition without adequate military necessity of -large numbers of homes, places of business, places of religious worship, hospitals, public buildings, and educational institutions. In point of time, the offences extended throughout the period the accused was in command of Japanese troops in the Philippines. In point 1 Durante la comisión de estas atrocidades denominadas como “la masacre de Manila”, el General Yamashita, se encontraba en Baguio, supuestamente con las comunicaciones interrumpidas debido al ataque de Manila y sufriendo la resistencia de sus soldados de evacuar la ciudad y salvarse del ataque. Solo 1600 hombres abandonaron la ciudad de los 20.000 soldados que tenía bajo su mando. El 25 de septiembre de 1945, Yamashita es detenido por las tropas de Estados Unidos y tras la rendición incondicional de Japón a los Estados Unidos, se convierte en un prisionero de guerra, acusado de : "haber ignorado ilícitamente y no haber cumplido con su deber, como comandante, de controlar las operaciones de los miembros del ejército bajo su mando, permitiéndoles cometer brutales atrocidades y otros crímenes graves contra personal de los Estados Unidos y sus aliados y dependencias, particularmente las Filipinas, y ... violando con ello las leyes de guerra”.3 II. Los crímenes cometidos A Yamashita y a las tropas bajo su mando, se los acusó de llevar a cabo un plan deliberado para masacrar y exterminar la población civil, mujeres y niños, quienes fueron brutalmente torturados y asesinados. Los crímenes no fueron cometidos de manera esporádica y aislada, sino que fueron cometidos de manera sistemática y supervisados por oficiales y suboficiales del ejército japonés sobre los cuales el acusado falló en realizar un control efectivo.4 Por estos crímenes Yamashita fue juzgado por una Comisión Militar de los Estados Unidos, entre los días 29 de octubre al 7 de diciembre de 1945. La principal defensa fue que no conoció, ni ordenó los crímenes perpetuados por sus subordinados y que tampoco los pudo evitar ya que las comunicaciones se encontraban interrumpidas, consecuencia del ataque de las fuerzas estadounidenses. III. El juicio Debo aclarar que el juicio llevado a cabo contra el General Yamashita es sumamente controversial, ya que fue condenado a la horca por una Comisión of area, the crimes extended throughout the Philippine Archipelago, although by far the most of the incredible acts occurred on Luzon." 3 Trial of General Tomoyuki Yamashita, Op. Cit 4 Trial of General Tomoyuki Yamashita. Op cit. 2 Militar compuesta por personas que no eran letrados. Fue la primera vez en la historia, que un comandante militar, es encontrado culpable por los hechos cometidos por sus soldados subordinados (sin haberlos ordenado),5 debido a una falta de control sobre las actividades criminales realizadas por éstos. El procedimiento es criticado por un sector de la doctrina que advierte que no había evidencia directa que sirva para probar si los crímenes cometidos por los soldados, habían sido ordenados por el superior o si éste conocía acerca de la comisión de los crímenes6 Los abogados defensores sostuvieron en el juicio que las acusaciones sostenidas contra Yamashita carecían de rigor jurídico y que eran necesarias mayores especificaciones en cuanto a que tipo de deber había incumplido el acusado, en que tiempo y lugar y las consecuencias directas del supuesto incumplimiento. “Detalles en cuanto a tiempo, lugar y fecha también deben ser suministrados en cuanto a los presuntos delitos y en cuanto a las personas que presuntamente fueron autorizados a cometerlos”.7 Frente a estos argumentos, la fiscalía contestó que dicha defensa podría ser admitida en un tribunal ordinario, pero no ante una Comisión Militar como en este caso. El abogado defensor solicitó que no obstante a encontrarse frente a un tribunal militar, debían respetarse los principios de justicia y equidad para el acusado. Es por todo esto que en el juicio, Yamashita se declaró inocente de culpa y cargo. No obstante dicha defensa, la Comisión pudo comprobar los crímenes y el incumplimiento de Yamashita en realizar un control efectivo sobre sus subordinados. Otra de las conclusiones arrojadas por la Comisión, es que los crímenes fueron cometidos durante un largo periodo de tiempo y en un área territorial extensa y es por ello que el acusado conoció o debió conocer o pudo haber conocido y evitado tales atrocidades. La Comisión consideró que hubo una ignorancia intencional por parte del acusado y que esta ignorancia no es excusa para abandonar sus funciones. 8 5 . Michael L. Smidt. Yamashita, Medina and Beyond. Command Responsibility in contemporary military operations. Military Law Review Articles. Vol. 164. Page. 177. 2000 year. En: http://www.loc.gov/rr/frd/Military_Law/Military_Law_Review/pdf-files/276081~1.pdf 6 W.J. Fenrick, Some International Law Problems Related to Prosecutions before the International Criminal Tribunal for the Former Yugoslavia, 6 DUKE J. COMP. & INT’L L. 103, 112-13 (1995). Citado por: Smidt, Michael L. en Yamashita….op.cit. 7 Law Reports of Trials of War Criminals, UN. Op. Cit.Pag. 8. 8 , Kelly D. Askin, Prosecuting Wartime Rape and Other Gender-Related Crimes under International Law: Extraordinary Advances, Enduring Obstacles, 21 Berkeley J. Int'l Law. 288 (2003). Disponible en: http://scholarship.law.berkeley.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1240&context=bjil 3 El Presidente de la Comisión militar expresó "La acusación presentó pruebas que demuestran que los crímenes fueron tan amplios y generalizados, tanto en relación con el tiempo como con la zona en que fueron cometidos, que deben haber sido intencionalmente permitidos por parte del acusado, o secretamente ordenados por el mismo. Las órdenes captadas, que fueron emitidas por oficiales subalternos del acusado, fueron presentadas como prueba de que ordenaban, al menos, ciertos actos directamente conducentes al exterminio de civiles bajo el disfraz de eliminar las actividades de las guerrillas hostiles al Japón..." 9 La responsabilidad de Yamasahita quedó establecida entonces por la notoriedad de los crímenes cometidos, sin importar si el acusado impartió o no órdenes para la comisión de los crímenes. La notoriedad pública fue tal, que el acusado pudo haberlos conocido, pudo haberlos prevenido y pudo haber castigado a los subordinados. Durante el juicio se escucharon testimonios de casi 300 testigos y conforme a toda la prueba recabada - numerosas declaraciones, cartas, documentos y artículos de prensa, que fueron analizadas a pesar de las objeciones de la defensa, fueron la base para la condena del general Yamashita.10 El Comité lo encontró culpable y lo condenó con pena de muerte. Yamashita apeló ante la Corte Suprema de Filipinas, pero ésta se declaró incompetente, ya que consideraba que no podía interferir en los actos del ejército de los Estados Unidos. El caso llega a la Corte Suprema de los Estados Unidos a través de la interposición de hábeas corpus por parte de la defensa. La Corte restringió su decisión a cuestiones estrictamente procedimentales (teoría de la limitación judicial aplicada en los casos previos de crímenes de guerra), resolviendo que: 9 Crímenes contra la humanidad y crimen organizado en Colombia: Doctrina, jurisprudencia y normas de Derecho Internacional y de Derecho Internacional de Derechos Humanos de obligado cumplimiento para el sistema de justicia colombiano. Informe del Equipo Nizkor. 12 de junio de 2007. Disponible en: http://www.derechos.org/nizkor/colombia/doc/informecol.html 10 Anthony A. D'Amato, Harvey L. Gould, and Larry D. Woods, War Crimes and Vietnam: The Nuremberg Defense and the Military Service Resister, 57 Cal. L. Rev. 1055 (1969). Page 1072-1073. Available at: http://scholarship.law.berkeley.edu/californialawreview/vol57/iss5/1 4 “La detención del reo (…) sujeta a la prescripta revisión por las autoridades militares, resultaría ajustada a derecho, y, (…) la solicitud para que esta instancia superior se manifieste sobre las irregularidades en el procedimiento, y resuelva sobre las acciones de hábeas corpus y competencia, debe ser, y es, rechazada.”11 IV. El estándar aplicado Con el fallo de la Corte se articuló un claro estándar aplicable a los comandantes militares en relación con los actos de sus subordinados. Respondiendo a la aseveración del General Yamashita de que él no tuvo participación directa, ni ordenó la comisión de tales crímenes, la Corte describió la esencia de la acusación como "una infracción ilegal del deber del General Yamashita, en cuanto comandante del ejército, de controlar las operaciones de los miembros bajo su mando permitiéndoles de este modo la comisión de atrocidades importantes y a gran escala". La Corte además reconoció: "the law of war presupposes that its violation is to be avoided through the control of the operations of war by commanders who are to some extent responsible for their subordinates.” Las leyes de la guerra, presuponen que -las violaciones a las leyes de la guerra- han de evitarse mediante el control de las operaciones por parte de los comandantes, quienes hasta cierto punto, son responsables por sus subordinados.12 Asimismo la Corte consideró que de no existir tal deber sobre los comandantes, nada impediría que las fuerzas de ocupación cometieran atrocidades sobre la población civil. La Corte sostuvo que sobre el General Yamashita, en virtud de su cargo como comandante de las fuerzas japonesas en las Filipinas, pesaba el deber afirmativo de adoptar cuantas medidas estuvieran a su alcance y resultaran apropiadas, dadas las circunstancias, para proteger a los prisioneros de guerra y a la población civil. 11 kai Ambos. Estudios de Derecho penal internacional. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. 2004. En: http://books.google.es/books?id=tEPRnRYjI7AC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_atb#v=onepage&q &f=false 12 In re Yamashita, 327 U.S. 1, 15 (1946). Citado en: Allison Marston Danner and Jenny S. Martinez, Guilty associations: Joint Criminal Enterprise, Command Responsibility, and the Development of International Criminal Law, 93 Cal. L. Rev. 75 (2005). En: http://scholarship.law.berkeley.edu/californialawreview/vol93/iss1/2 5 Se estableció que los crímenes cometidos no necesitan ser ordenados, ni es necesario probar que el superior tenía cabal conocimiento de la comisión de los mismos; la comisión de los crímenes por parte de los subordinados por un periodo prolongado de tiempo, fue suficiente para imputar a Yamashita. Con este caso quedó jurisprudencialmente establecido el “Estándar Yamashita“: los superiores tienen el deber de prevenir o castigar los crímenes cometidos por sus subordinados, y si no cumplen con éste deber serán penalmente responsables. En el caso bajo estudio, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró que “el objetivo del derecho humanitario, se basa en proteger a la población civil y a los prisioneros de guerra de la brutalidad...”.13 La Corte tuvo precisión en señalar que "la ley de la guerra presupone que su violación debe evitarse mediante el control de las operaciones de guerra por los comandantes, que son en cierta medida responsables de sus subordinados “14 Adviértase que el fallo de la Corte, contó con la opinión disidente del juez Murphy, quien sostuvo que la falta de control de las tropas japonesas, fue causada en gran parte por el accionar norteamericano bélicamente exitoso. Argumentó el juez disidente que las fuerzas japonesas tenían un bajo nivel organizativo, carecían de suministros y capacitación suficiente.15 Lo importante es que Yamashita no fue acusado de participar personalmente en los actos atroces o de ordenar su comisión, ni siquiera el conocimiento de estos crímenes le fue atribuido. Lo que se alegó fue que él ilícitamente desatendió y faltó a su obligación como comandante de controlar las operaciones de los miembros bajo su mando, permitiéndoles cometer actos atroces. “Los anales históricos de la guerra y los principios establecidos por el derecho internacional, no disponían del más mínimo precedente para un cargo de tal naturaleza. ...”16. Es decir, aunque Yamashita no conoció la comisión de los crímenes, su ignorancia generaba graves riesgos, que le eran atribuibles por su situación de superior jerárquico militar. Cuando se conoció la sentencia de pena de muerte contra el General Yamashita, el General estadounidense Douglas Mac Arthur declaró: “The soldier, be 13 14 15 . Anthony A. D'Amato, Harvey Gould. Op. Cit. .Anthony A. D'Amato, Harvey L. Gould and Larry D. Woods. Op. Cit., page 1076. Stuart E. Hendin. Command Responsibility and Superior Orders in the Twentieth Century - A Century of Evolution. Murdoch University Electronic Journal of Law. 16 Volume 10, Number 1 (March 2003) Kai Ambos. Op. Cit. Pag. 199 6 he friend or foe, is charged with the protection of the weak and unarmed. It is the very essence and reason of his being. When he violates this sacred trust, he not only profanes his entire cult but threatens the fabric of international society “17 Lo importante del caso bajo análisis, es que se fija una especie de test para comprobar si existe o no responsabilidad del superior, bajo la fórmula knew or should have known, conoció o debería haber conocido acerca de la comisión de los crímenes por parte de los subordinados militares. Es importante destacar que todas las decisiones de los Tribunales Internacionales posteriores a la Segunda Guerra Mundial, tratados internacionales y estatutos de los Tribunales penales internacionales, están relacionados o inspirados en el caso Yamashita. B. EL ESTÁNDAR MEDINA I. La masacre de My Lai El 16 de marzo de 1968, una compañía del Ejército de los Estados Unidos, en el marco de la guerra de Vietnam, asesinó a medio millar de lugareños incluídos mujeres, niños, ancianos y bebés. El ataque se realizó en las villas de My Lai 1, 2, 3 y 4, en la Provincia de Quang Ngai de la República de Vietnam, en las cuales el Ejército norteamericano sospechaba que se estaba protegiendo a soldados vietnamitas. Esta zona había sido centro de rebeliones y tumultos y durante la Guerra de Vietnam se transformó en un centro de apoyo para el Viet Minh.18 La compañía militar Charlie, liderada por Ernest Medina (38 años de edad, estadounidense, descendiente de mexicanos) fue la que llevó a cabo la comisión de estos crímenes contra la población civil y se presentó evidencia en el juicio que demostró que Medina ordenó a sus subordinados que asesinaran a la población, quemaran las casas, mataran ganado y destruyeran las cosechas y los alimentos. Esta tragedia conmocionó al mundo entero y marcó una ruptura en el juzgamiento de los crímenes de guerra. Sólo uno de los acusados fue condenado. Hay 17 Orden del General Douglas MacArthur confirmando la sentencia de muerte del General Tomoyuki Yamashita, 6 de febrero de 1946, en León Friedman, The Law of The War, a documentary history Pag.1598-99 (1972); Teldford Taylor Nuremberg and Vietnam: An American Tragedy frontispiece (1970); A. Frank Reel, The case of The General Yamashita Pag. 235 (1949). 18 Smidt. Op. Cit Page 187. 7 evidencias que muestran que las mujeres en el medio del ataque corrían y protegían a sus bebés gritando “No vietco, no vietco”.19 Según informó el soldado Henry Stanley al Departamento de Investigación Criminal estadounidense (DIC), “algunas ancianas y niños se agruparon alrededor de una iglesia y comenzaron a rezar…los soldados pasaron a su lado y les dispararon en la cabeza”.20 Los soldados obligaron a la población a ingresar a sus casas y cuando estas estaban llenas, les lanzaban granadas y las incendiaban. Durante la masacre, el Capitán Medina, se encontraba 150 metros de la villa de My Lai y por razones que no fueron dilucidadas en el juicio, ordenó solamente al segundo pelotón, y sólo segundo pelotón, a detener la matanza, o algo por el estilo. Pero el primer pelotón continuó asesinando, incendiando y destruyendo todo lo que se cruzaba por el camino. La masacre de My Lai constituye una operación militar ilegal, violatoria de derechos humanos y del derecho humanitario. II. El juicio Ernest Medina fue sometido a juicio por la masacre de My Lai y fue acusado de exterminar a cientos de civiles vietnamitas. En el juicio contra Medina, se utilizó la doctrina de la responsabilidad del superior (también llamada responsabilidad de mando o comando), para responsabilizar al acusado por medio del test if he knew that the killings were either taking place or were about to take place (si sabía que los crímenes se habían cometido o estaban a punto de cometerse). En conclusión, la fórmula de responsabilidad de mando aplicada al caso Medina fue: Si el acusado sabía que los crímenes se iban a cometer, y no hizo nada para detenerlos, el deberá ser declarado culpable por los crímenes cometidos por sus subordinados.21 Para juzgar al Capitán Medina, se formó una Corte Marcial y se lo acusó de diferentes delitos. Basados en la responsabilidad personal del acusado, se lo responsabilizó de asesinato premeditado de una mujer adulta, asesinato premeditado de un niño y dos cargos de asalto agravado.22 También fue acusado de ser partícipe 19 Llona, Guillermo. My Lai: 45 años de la masacre que conmocionó a Estados Unidos. Diario digital Abc.es. Sección noticias internacionales. Madrid. 17/3/13. En: http://www.abc.es/internacional/20130316/abci- aniversario-201303152038.html 20 Llona, Guillermo. Op. Cit. 21 Jurist Legal News and Research. University of Pittsburgh. School of Law. Bernard Hibbits. Publisher & Editor-in-Chief. En: http://jurist.law.pitt.edu/famoustrials/MyLai.php 22 United States v. Medina, C.M. 427162 (1971). 8 en el asesinato premeditado de un número desconocido, pero no menor a cien, de civiles vietnamitas por parte de sus soldados subordinados. La fiscalía sostuvo que Medina conocía sobre el acaecimiento de los crímenes y que tenía el poder para detenerlos y sin embargo no lo hizo. III. Argumentos de la fiscalía y de la defensa La fiscalía argumentó que Medina estuvo en constante contacto con sus pelotones a través de la radio y que en algún momento, durante la mañana del 16 de marzo de 1968 Medina tomó conocimiento de que sus subordinados estaban asesinando civiles. 23 En sentido contrario a lo argumentado por la fiscalía, la defensa argumentó que el acusado, no advirtió acerca de los actos que estaban llevando a cabo sus subordinados, alegando que sus órdenes fueron incomprendidas y que cuando ordenó que cesaran el fuego ya era demasiado tarde. Además afirmó que no se encontraba cerca del lugar de los crímenes, sino que se encontraba en la zona oeste de la aldea por razones tácticas y que nunca se le presentó evidencia que demostrara la comisión de crímenes, hasta inmediatamente antes de la orden de “cesar el fuego”. Afirmó que creía que los no combatientes, en particular mujeres y niños, no se encontrarían en la zona.24 La fiscalía sostuvo dos puntos importantes: a) A Company Commander is responsible for controlling and supervising his subordinates during combats 23 The prosecution also alleges that captain Medina was in radio contact through the operation with his platoons. It is contended that the accused was aware of almost from the beginning of the operation that units of his company were receiving or hostile fire and in fact early in the morning ordered his men to conserve ammunition. The prosecution also contends that sometime during the morning hours of 16 March 1968, the accused became aware that his men were probably killing noncombatants. It is contended that this awareness arose because of the accused's observations, both by sight and because of the conversation between.... and the accused. The contention is further made that the accused, as company commander, had a continuing duty to control the activities of his subordinates which activities were being carried out as part of assigned military mission, and this became particularly true when he became aware that the military duties were being carried out by his men in an unlawful manner. The prosecution contends that captain Medina, after becoming aware of the killing of noncombatants by his troops, declined to exercise his command responsibility by not taking necessary and reasonable steps because his troops to cease the killing of noncombatants. It is further contended by the prosecution that the accused became aware of these acts of his subordinates, and before he issued an order to cease fire, the number of unidentified Vietnamese civilians were killed by his troops.... It is the prosecution's contention that the accused was capable of controlling his troops.... but once learning he had lost control of his unit, he declined to regain control for a substantial period of time during which the deaths of unidentified Vietnamese civilians occurred. It is finally the prosecution's contention that as a commander the accused had a duty to interfere (and) he may be held personally responsible because his unlawful inaction was the proximate cause of unlawful homicides by his men. Judge Howard's Summary of Evidence. En: http://law2.umkc.edu/faculty/projects/ftrials/mylai/MYL_MED2.HTM 24 Judge Howard's Summary of Evidence. En: http://law2.umkc.edu/faculty/projects/ftrials/mylai/MYL_MED2.HTM 9 operations. Los superiores militares serán responsables por los crímenes de guerra cometidos por sus subordinados. Cuando las tropas cometen atrocidades contra la población civil o contra los prisioneros de guerra, la responsabilidad no recaerá solamente contra los autores de los crímenes, sino también contra los superiores. Esta responsabilidad surge directamente cuando los crímenes en cuestión son cometidos por los subordinados, como respuesta a una orden otorgada por el superior. El superior también será responsable si tuvo conocimiento o si debería tener conocimiento (has actual knowledge, or should have knowledge) acerca de la comisión de los crímenes por las tropas, o personas que se encuentran bajo su control; b) A Company Commander has certain responsibilities as an individual, regardless of his command position. Los superiores militares tienen el deber como individuos y como superiores militares de asegurar que los no combatientes y los combatientes que se rindieron reciban un trato humano. El artículo 3 de la Convención de Ginebra relativa al tratamiento de los prisioneros de guerra prohíbe atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el asesinato, la mutilación, los tratos crueles y la tortura. Normativa similar se puede encontrar en la Convención de Ginebra para la Protección de los Civiles en tiempos de guerra. No obstante a que esta normativa se aplica a los individuos que se vinculan con las personas protegidas, también concierne a la obligación del superior de que el trato humanitario está siendo respetado por las tropas que tiene a su mando. Además, todo el personal militar, independientemente de su rango o posición, tiene la responsabilidad de reportar cualquier incidente o acto cree que es un crimen de guerra a su superior tan pronto como sea posible. Está bastante claro que los crímenes de guerra no son tolerados y que cada persona tiene la responsabilidad de abstenerse de tomar, prevenir y denunciar tal conducta indebida. 25 IV. El estándar aplicado Es importante aclarar que en este caso, la Corte no aplicó la fórmula Yamashita “knew or should have known”, si no que aplicó la teoría del conocimiento real para atribuir la responsabilidad penal individual al Capitán Medina. 25 detailing 26 The portion of the Prosecution Brief on the Law of Principals in United States v. Captain Ernest L. Medina the duties of a combat commander. En: http://law2.umkc.edu/faculty/projects/ftrials/mylai/MYL_LAW3.HTM 26 William G. Eckhardt, Command Responsibility: A Plea for a Workable Standard, 97 MIL. L. REV. 1 (1982). Citado en: Smitd Michael L. Op. Cit. Pag. 193. 10 Finalmente el jurado de cinco miembros, luego de deliberar solamente 60 minutos, declaró inocente a Medina. El acusado fue absuelto del asesinato de una mujer vietnamita, de un niño, del asesinato de no menos de 100 civiles vietnamitas y de crímenes contra prisioneros de guerra. El único militar estadounidense condenado por el asesinato de civiles en My Lai fue el teniente. William L. Calley, quien fue declarado culpable en 1971 y condenado a cadena perpetua, por el asesinato de civiles en la aldea vietnamita del Sur. Durante el gobierno de Richard Nixon, la pena fue reducida. En 2009, Calley con 66 años de edad, pidió disculpas y expresó su arrepentimiento: "No pasa un día sin que sienta remordimiento por lo que sucedió aquel día en My Lai. Siento remordimiento por los vietnamitas asesinados, por sus familias, por los soldados americanos implicados en aquello y por sus familias. Lo siento".27 Luego del juicio, Medina solicitó al Ejército que lo nombraran Major, pero le fue denegada la solicitud. Por esta razón es que se mudó a Michigan, a trabajar en una fábrica de helicópteros de guerra.28 C. CONCLUSIÓN Del análisis de los hechos cometidos tanto en la “Masacre de Manila” como en la “Masacre de My Lai”, podemos concluir que se cometieron serias violaciones a los usos y costumbres de la guerra imperantes en ese momento. Se cometieron crímenes como trabajos forzados, ejecuciones, torturas, ataques y asesinatos contra la población civil y destrucción de lugares sin necesidad militar alguna. A partir de ambos juicios se terminó de delinear y tipificar la responsabilidad de comando, para atribuir responsabilidad individual a los superiores militares, por los crímenes de guerra cometidos por los subordinados. Nadie pone en duda la importancia histórica y jurídica de ambos juicios y el avance doctrinario efectuado a partir de los mismos. Los estándares estudiados, han sido aplicados en subsiguientes casos relacionados con la responsabilidad penal individual. Por ejemplo, en el caso U.S. v. Pohl et al, el Tribunal se refirió explícitamente a Yamashita y sostuvo: 27 La Vanguardia. Diario Digital. Sección Internacional. 23/08/09. Marc Bassets. En: http://www.lavanguardia.com/internacional/20090823/53771226893/el-ex-teniente-william-calley-unico-condenado-porla-masacre-de-my-lai-en-vietnam-rompe-el-silenc.html 28 http://www.pbs.org/wgbh/americanexperience/features/general-article/mylaibiographies/#Medina 11 “Las leyes de la guerra imponen a un oficial militar, en una posición de mando, un deber positivo de adoptar aquellas medidas que están dentro de sus potestades y apropiadas a las circunstancias para controlar a aquellos bajo su mando para prevenir actos que sean violaciones de las leyes de la guerra” 29 Pero el juzgamiento del General Yamashita realizado por una Comisión militar, la cual lo condenó a muerte en la horca (una deshonra para un militar), sigue siendo considerado como contradictorio ya que se sostienen toda clase de dudas en cuanto al debido proceso y a la condena. Existen críticas acerca de la competencia de la Comisión Militar que juzgó a Yamashita y críticas en cuanto a la condena. Adviértase que la condena está basada en la responsabilidad objetiva del acusado. Lo encuentran culpable a título doloso, de un hecho del cual no tuvo conocimiento, o que no se probó que el acusado tuvo conocimiento. El argumento central de la Comisión, para condenar a Yamashita fue la notoriedad de los crímenes y la prolongación en el tiempo, colocando a Yamashita en una posición de garante frente a los delitos cometidos por sus subordinados. Parte de la doctrina sostiene que fue acusado de crímenes que no ordenó, ni cometió y que el juicio fue una parodia orquestada por el General Douglas Mac Arthur, quien nunca pudo haberle ganado a Yamashita en el campo de batalla. Es claro que se cometieron gravísimos crímenes en Manila, pero ¿fue Yamashita realmente responsable de tales comisiones?. El estándar Yamashita presupone la aplicación a ultranza de la responsabilidad de mando, ya que no se tuvo en cuenta si el acusado tuvo conocimiento real del acaecimiento de los crímenes cometidos por los subordinados.30 En el Juicio se presentaron pruebas que evidenciaban que Yamashita dio una orden directa de evacuar Manila, previa destrucción de todas las estructuras que tuvieran una importancia militar. Pero dentro del ejército imperial había un 29 U.S. v. Pohl et al. (caso 4), TWC. 30 Prévost: «Es un principio general del derecho que las sanciones penales no deberían ser impuestas a nadie sin que exista prueba de la culpabilidad de su parte. Sin embargo, Yamashita, fue condenado y ejecutado por un crimen, por el cual no existía prueba de su culpabilidad, en un juicio en el cual se obviaron las garantías constitucionales más elementales. Este estudio ha mostrado que, aún bajo la estricta teoría objetiva de la responsabilidad del superior, el comandante Yamashita no hubiera sido condenado. En suma, este trabajo ha demostrado que el veredicto y la decisión de la Corte Suprema fueron en gran parte influidos por el racismo» Citado por Kai Ambos, en “La Responsabilidad del superior en el derecho penal internacional” Pág. 532. Disponible En: dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/298290.pdf 12 subordinado (el Vicealmirante Iwabuchi) que decidió ocupar Manila y desobedecer a Yamashita, continuando con las matanzas y comisión de crímenes. 31 Parte de la doctrina considera que Yamashita fue condenado sin el respeto al debido proceso, ya que la sentencia fue basada en pruebas que no demostraron cabalmente su culpabilidad. También se sostiene que la sentencia contra Yamashita demuestra el racismo expresado por la Suprema Corte.32 Con respecto a las pruebas, se intentó acreditar que Yamashita no reprobó expresamente la decisión del soldado rebelde y también hubo un testimonio anónimo de órdenes de Yamashita aprobando la matanza de Manila. Considero que basar una sentencia en un testimonio anónimo, afecta el debido proceso. Ambos estándares (Yamashita y Medina), configuran un principio penal bien tipificado y establecido, pero del análisis de ambos casos se puede concluir que resultaron de más difícil aplicación sobre los vencedores, que sobre los vencidos. El juicio por la Masacre de My Lai, se realizó veintitrés años después y el único acusado fue el teniente Calley, quien directamente cometió los crímenes ejecutando y asesinando a civiles, niños, mujeres y ancianos. Fue Calley quien directamente ordenó y cometió la destrucción del pueblo de My Lai y fue solamente sentenciado a tres años de prisión. El Tribunal consideró que Calley actuó con “malicia preconcebida”, voluntaria y absolutamente consciente de sus actos.33 Pero en este caso, la justicia fue más complaciente. No se juzgó a Medina con la misma rigurosidad que la que se utilizó para juzgar al General japonés Yamashita, ya que Medina –que era un oficial bien considerado-, fue absuelto de culpa y cargo. Es verdad que Medina no dio órdenes directas de matar a la población civil, pero sí cometió negligencia y omisión, en cuanto a los actos cometidos por sus subordinados. Los casos son similares, pero el juzgamiento no: ¿Será que la justicia midió con diferente criterio a dos personas que habían cometido similares actos?, ¿será que el criterio utilizado por la justicia realmente fue influido por el racismo y por 31 http://www.larazon.com/suplementos/la_gaceta_juridica/Tribunal-internacional-crimenes-extremooriente_0_1878412210.html 32 La Razón. Gaceta Jurídica. 30 de julio de 2013. Disponible en: Kai. Op. Cit. Pag. 198. 33 My Lai (Calley), Court of Military Review, 1 6.2. 1 973, supra nota, pág. 1 1 78. Citado por Kai Ambos en Responsabilidad penal individual en el Derecho penal supranacional. Un análisis Jurisprudencial. De Nuremberg a La Haya. Disponible en: http://www.uhu.es/revistapenal/index.php/penal/article/viewFile/95/90 El apelante sabía que estaba armado y qué es lo que su arma haría. Tenía el mismo conocimiento acerca de sus subordinados y de sus armas. Conocía que si uno apuntaba su arma a un campesino y disparaba, el campesino moriría. Conociendo esto, ordenó a sus subordinados arrojar a los pobladores en el camino y desecharlos en la zanja, para emplear su propia terminología; y él mismo disparó sobre los pobladores. Estos simples hechos evidencian intención de matar, conscientemente formada y llevada a cabo." 13 el origen de los acusados?, ¿será que hay una justicia para los vencedores y otra para los vencidos?. 14