Centro de Estudios del Derecho Internacional Humanitario XIII TALLER DE DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO “Retos Actuales para la Enseñanza y Difusión del DIH” Autor: Rolando De Jesús Blanco Salcedo. Maestrante: Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI)."Raúl Roa". La Habana. Cuba. Noviembre de 2006 INTRODUCCIÓN El fin de la guerra fría abrió un periodo de cambios en Estados Unidos, los que se orientan hacia la definición de nuevas alternativas y enfoques que resulten más funcionales a los requerimientos de Washington en concordancia con su poderío militar y con los problemas económicos que encara. Con la llegada del nuevo siglo nos encontramos en un momento de la historia donde con renovado protagonismo los Estados Unidos ponen a prueba la estabilidad internacional en su ofensiva global desencadenada después de los acontecimientos del World Trade Center y el Pentágono. El 11 de septiembre del 2001 fue una revelación y una incitación para la ultraderecha norteamericana que la condujo a creer y a tratar de hacer creer que el mundo había cambiado de manera muy alarmante para la seguridad y para la supervivencia misma de los Estados Unidos. De este lamentable suceso se extrajeron conclusiones que permitieron, a la ultraderecha, apartarse de determinados aspectos que habían definido la política exterior de ese Estado y que además favorecieron la legitimación de la cúspide de poder de Washington. Las alianzas, algo que había sido parte estratégica de los gobiernos norteamericanos para involucrar a países “amigos” a participar en las guerras que habían desarrollados contra sus enemigos, fue sustituida por la unilateralidad de sus acciones en el caso de que no encontrar apoyo en otros países de la élite mundial capitalista, e incluso privilegia en su arsenal de opciones la doctrina del ataque preventivo. La fuerza venció a la labor de la diplomacia, lo que trajo como consecuencia que algunas relaciones de años sufrieran una redefinición 1. Cualquiera que haya sido el origen de los atentados, dio la oportunidad para imprimir un mayor giro hacia la derecha y al uso desmedido de la fuerza por la superpotencia. El 11 de septiembre resultó la excusa necesaria para adecuar el campo de acción en lo político, militar, económico, cultural e internacional en el que se movería la administración de turno acorde con el pretenso interés nacional de los Estados Unidos. DESARROLLO En el momento actual, el sistema político norteamericano y, en particular, el que se refiere al proceso de formación de la política exterior evidencia una situación de inestabilidad caracterizada por la ausencia de un reto significativo que permita articular o recomponer el consenso. En su lugar, se han ensayado una lista de retos que han pretendido sustituir el “reto comunista”. Tal es el caso del 1 En la guerra contra Irak, Europa se dividió en dos, en un lado los que se identifican totalmente con la política agresiva de los Estados Unidos: España, Gran Bretaña y los países de la ex Europa del este, del otro, Francia y Alemania que se oponen a secundar la agresión. No obstante se conoce que fuentes secretas Alemanas brindaron información a los Estados Unidos sobre objetivos a atacar. Para una mejor información consultar: Luque Álvarez, Luís. “Parece que no pero sí…”. Juventud Rebelde (La Habana) año 41(No 98), 12 de febrero de 2006. pág. 6. 2 narcotráfico, el terrorismo y la subversión, la visión ambientalista de la seguridad, la migración descontrolada, la proliferación de armas, el fundamentalismo islámico y la democracia2. Resulta necesario recordar que en la práctica en materia de política exterior, así como en todas sus actuaciones, la tendencia predominante de los Estados Unidos es el pragmatismo (el enfoque realista pragmático centra su valoración política esencialmente en lo que resulta de utilidad)3. Dicho así esta nación utiliza su desarrollo tecnológico, su poderío militar, el control que ejerce sobre los medios de comunicación e información etc, para utilizarlos como instrumentos poderosos en la realización de su política exterior4. Los hechos ocurridos el 11 de septiembre del 2001 resultaron claves a favor de los Estados Unidos en su “lucha” contra el terrorismo. Cuando aún no había transcurrido un mes de los sucesos, Washington decide con la ayuda del Reino Unido de Gran Bretaña intervenir militarmente en Afganistán, país en el cual existía previamente un conflicto armado interno entre los talibanes y la Alianza del Norte. El conflicto armado que se inicia con la agresión de la coalición contra instalaciones de los talibanes y bases de Al Qaeda en suelo afgano, sin lugar a dudas, reviste el carácter de un conflicto armado internacional. Se descarta el hecho de que el gobierno Talibán no fuera reconocido por un buen número de países de la comunidad internacional, entre los que se incluyen los Estados Unidos, no obstante ser estos últimos junto a Paquistaní, Arabia Saudita y otros sus creadores5. Si se profundiza en el carácter internacional del conflicto armado como tal, el que ha mi juicio no ofrece dudas, estaríamos a la puerta de un análisis a partir de los principios y reglas que rigen el derecho internacional, esencialmente en lo que se refiere al uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la que se sitúa en el campo del ius ad bellum (derecho a la guerra)6. Sin embargo, ese no es el centro del problema de acuerdo a los a los propósitos de este trabajo, el análisis se realizará desde la perspectiva de ius in bello (derecho en la guerra). 2 Estados Unidos. Dinámica interna y política exterior/Soraya Castro Mariño [et. al]. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2003. pág. 252. 3 Para una mejor comprensión de este enfoque consultar: De Armas, Antonio. El pragmatismo en Cuba. Resultado de investigación publicada como separata del boletín problemas filosóficos, SCIF, La Habana, 2004. 4 Al igual que los Estados Unidos, los países centrales europeos (España, Portugal, Italia, Alemania, Francia, etc.), haciendo uso del enfoque pragmático han implantado “democracias”, en concordancia con sus intereses, en diversas partes del planeta. En este sentido consultar: Gómez Barata, Jorge. Democracia pasada por agua. Por Esto (versión digital) (México D. F), 14 de octubre de 2005. 5 Para una mejor comprensión, consultar: Franssen, Peter. 11 de septiembre. De cómo los terroristas se salieron con la suya. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2005. Pág. 55-61. 6 Después de la II Guerra Mundial y con la firma de la Carta de la ONU el 26 de junio de 1945, en San Francisco, Estados Unidos, a los Estados se le imponen limitaciones jurídicas para resolver sus litigios mediante los conflictos armados. 3 De acuerdo a las normas del derecho internacional al tener lugar cualquier conflicto de carácter internacional, de hecho en el caso que nos ocupa intervienen Afganistán y los Estados Unidos y sus aliados, se deben de aplicar automáticamente los Convenios de Ginebra de 1949. La aplicación de estos Convenios nada tiene que ver con las causas que originaron el conflicto armado: licitas o no, su propósito es darle protección a las victimas del mismo. Los protocolos I y II de 1977, adicionales a los Convenios de Ginebra, no han sido ratificados ni por los Estados Unidos ni por Afganistán, por lo que tienen límites en su aplicación. No obstante ambos Estados deben acatar determinados preceptos que son de obligatorio cumplimiento porque son costumbre internacional (fuente de derecho), ejemplo: el principio de distinción. A raíz del conflicto afgano el presidente Bush, actuando como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, pone en vigor la Orden militar del 13 de noviembre del 2001. Un análisis del contenido de dicha orden refuerza, a mi juicio, el criterio de que estamos en presencia de una formulación con carácter imperial que va mas allá del enfrentamiento contra Al Qaeda y los talibanes afganos7. Antes de tomar una decisión con respecto al tratamiento que debía dársele a los detenidos de Al Qaeda y el Talibán, el presidente Bush, tomó en consideración diferentes análisis que sobre el particular realizaron sus asesores principales entre ellos: Alberto González, Colin Powel y John Ashcroft. El Memorando con el tema: Tratamiento Humano a Detenidos de Al Qaeda y El Talibán fue firmado por Bush, el 7 de febrero del 2002 8. Este define cual será la política a seguir por el ejecutivo en relación con los prisioneros de este conflicto Muchos son los detenidos y/o capturados por los Estados Unidos durante el conflicto afgano. No obstante resulta necesaria su clasificación a fin de establecer una diferenciación adecuada: - - Capturados en el campo de batalla. Detenido y/o capturados por la Alianza del Norte y entregados a las tropas de los Estados Unidos. Aquí hay que considerar los que ya se encontraban detenidos desde el conflicto interno entre los talibanes y la Alianza. Detenidos por la CIA dentro y fuera del territorio afgano. Detenidos por otras fuerzas aliadas de los Estados Unidos dentro y fuera del territorio afgano, con especial atención a los detenidos en territorio paquistaní y entregados a los Estados Unidos. Estas personas a saber fueron enviadas a los siguientes lugares: - Guantánamo. Cuba. - Bagram y Kandahar, Afganistán. 7 Copias de esta Orden están disponible en: Ratner, Michael. Guantánamo. What the World should know/and Ray, Ellen. Gloucester shire: Editorial Arris Books, 2004 de la página 102-108. Asimismo: Danner, Mark. Torture and Truth. América, Abu Ghraib, and the war on terror. London: editorial Granta Books, 2005 de la página 78-82. 8 Consúltese: Danner, Mark. Ob. Cit. Pág. 83-106. 4 - A terceros países. Se conoce que se encuentran detenidos en cárceles secretas bajo control de la CIA. Un análisis de la situación de las victimas de un conflicto armado debe partir de la búsqueda de los elementos jurídicos que protegen a los perjudicados 9. El III Convenio de Ginebra (GIII), el cual reemplaza al de 1929, contiene 143 artículos (divididos en 6 títulos en los que se detallan sus grandes líneas) y 5 anexos. Intentando crear un compromiso que obligue a las partes firmantes a respetar y hacer respetar el contenido del Convenio en su primer artículo queda recogida esa voluntad: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y hacer respetar el presente Convenio en todas las circunstancias”. Lo establecido en este primer artículo del GIII, se ajusta a principios y normas internacionales, las que tiene como basamento el principio ético de la actuación de buena fe por parte de los firmantes. El gobierno de los Estados Unidos es del criterio, que la lucha contra el terrorismo conduce a un paradigma de nuevo tipo, el cual, requiere de una adecuación del pensamiento con respecto a las leyes de la guerra, al considerara que este no es el choque tradicional entre dos naciones. No obstante el presidente Bush, deja "entrever" que los principios de Ginebra no se deben obviar10. El compromiso de las partes contratantes en cuanto a la protección de las personas que participan en un conflicto armado que no sea de índole internacional queda recogido en el artículo tres común. Este mini tratado, a mi juicio, es el instrumento mediante el cual las partes contratantes limitan el reconocimiento de los movimientos de liberación a un conflicto interno11. Queda implícito de acuerdo al espíritu de este artículo, que los conflictos armados relevantes son aquellos que ostentan la categoría de Internacional. La decisión de no aplicar el artículo tres común ni a los miembros de Al Qaeda, ni a los Talibanes, es tomada por Bush en el citado Memorando. Sin embargo todos los detenidos con anterioridad al conflicto entre la coalición liderada por los Estados Unidos y Afganistán, de acuerdo al DIH mantienen el estatuto en el cual se encontraban, por lo que la aplicación del artículo tres común debe ser aplicado sin reservas12. 9 El autor no tiene la pretensión de abordar todos los artículos, de los Convenios de Ginebra, que han sido objeto de violación por parte del gobierno de los Estados Unidos. El análisis será breve, dándole prioridad al Tercer Convenio de Ginebra (GIII). 10 Para una mejor información consultar Memorando referenciado del 7 de febrero del 2002. 11 Esta situación con el desarrollo del DIH queda resuelta, al menos teóricamente, en el Protocolo Adicional I de 1977(GPI) a los Convenios de Ginebra de 1949, en los artículos 43, 44 y 45 en relación con el artículo 1. 12 Recordemos el conflicto interno que tenía lugar en Afganistán entre los Talibanes y la Alianza del Norte con anterioridad a la intervención de Estados Unidos y sus aliados. 5 Para logra el objetivo que persigue el GIII resulta requisito indispensable definir quienes serán reconocidos con el estatuto de prisioneros de guerra 13. Los firmantes de este Convenio, con el ánimo de no dejar margen a la libre interpretación en caso de dudas, establecieron el procedimiento, a mi juicio adecuado, que permitiría diferenciar a los prisioneros que ostentarían la categoría de prisioneros de guerra de aquellos que no lo fueran por no cumplir los requisitos establecidos14. Tomando en cuenta los argumentos esgrimidos por el Departamento de Defensa y la recomendación del Departamento de Justicia el gobierno de los Estados Unidos, llega a la conclusión de no reconocer a los Talibanes, a los que califica de combatientes ilegales, ni a los miembros de Al Qaeda como prisioneros de guerra. La posición oficial es que ninguno de los detenidos reúne las condiciones para tener derecho a la protección del GIII. Tales argumentaciones son rechazadas a nivel global. Entre los que no aceptan la decisión del ejecutivo estadounidense, se encuentran la Cruz Roja y la Media Luna roja, las que ante la incertidumbre creada por la diversidad de naciones de los detenidos y las circunstancias y el lugar en que fueron hechos prisioneros, se pronuncian para que se considere a los detenidos como prisioneros de guerra hasta tanto un tribunal competente se pronuncie sobre su estatus. En igual sentido se pronuncia la organización Amnistía Internacional, la cual alega que es a un tribunal competente a quien le compete determinar el estatus de los prisioneros y no a las autoridades políticas o militares de Estados Unidos15. De acuerdo a la orden militar del 13 de noviembre del 2001 todos los detenidos en la guerra contra el terrorismo16 serán enjuiciados por Comisiones militares. El 29 de junio del 2006, la Corte Suprema de los Estados Unidos anula los tribunales militares creados por Bush al considerar que esos tribunales violan las leyes de la unión y las leyes internacionales con especial atención a la Convención de Ginebra17. Con esta decisión, a mi juicio, la Corte suprema lo que hace es allanarle el camino a las pretensiones del ejecutivo estadounidense, el cual pone en manos del Congreso un proyecto de ley que modificaría los reglamentos militares en Estados Unidos. Se trata de la Military Commissions Act de 2006, la cual legaliza la tortura en los interrogatorios, amplia la definición de “combatientes enemigos”, y les da protección a militares involucrados en asuntos de torturas18. Esta ley fue firmada por Bush el 17 de octubre del 2006, previamente había sido 13 Para su precisión consultar: GIII artículo 4. En este sentido se debe consultar el artículo 5. 15 Para una perspectiva sobre el asunto consultar: D'Estefano Pisani, Miguel A. Guantánamo: Lo ilegal en la ilegalidad. Editado por: CEDIH (La Habana), 2004. Pág.4. 16 Afganistán es la primera victima de la cruzada estadounidense después del 11 de septiembre. 17 Para mayor información consultar: Carrasco martín, Juana. La Corte Suprema reta a Bush sobre Guantánamo. Juventud Rebelde (La Habana) Año 41/No. 216. Segunda Edición. 30 de junio del 2006. Pág. 3. 18 En este sentido consultar: Carrasco Martín, Juana. Una ceremonia para reafirmar la tortura. Juventud Rebelde (La Habana) Año41/No.311. Edición Única. 19 de octubre del 2006. Pág. 3. 14 6 aprobada por ambas cámaras del Congreso19. En un despacho fechado en Ginebra el 20 de octubre del 2006 por EFE, reproducido por Granma, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jacob Kellen-berger plantea su preocupación sobre la nueva ley estadounidense de Comisiones Militares20. De acuerdo a un comentario realizado por los profesores: Manuel Pérez González21 y José Luís Rodríguez22 sobre la aplicación del GIII para el caso que nos ocupa estos refieren:”(…). Es indudable que debe ser aplicado en este conflicto de naturaleza internacional el tercer Convenio de Ginebra y que, de acuerdo con el artículo 4, A, 1 del mismo los miembros de las fuerzas armadas de Afganistán(el ejército talibán) y las milicias que forman partes de ellas, al ser capturados por la parte adversa, gozan de la protección del Convenio, de modo que, si reúnen los requisitos individuales (…) (signo distintivo y armas a la vista), tienen derecho al trato debido a los prisioneros de guerra., (…)”23. La definición sobre quien es el máximo responsable en relación con los prisioneros de guerra está debidamente recogida en el artículo 12 del Convenio: “Los prisioneros de guerra están en poder de la Potencia enemiga, y no de los individuos o de los cuerpos de tropas que los hayan capturados. Independientemente de las responsabilidades individuales que pueda haber, la potencia detenedora es responsable del trato que reciban. (…)”24. Este artículo se alimenta del Convenio de Ginebra de 1929 y este a su vez del artículo 4 de las leyes y costumbres de la guerra terrestre de La Haya de 1907. Ha sido una preocupación constante desde las primeras codificaciones del DIH dejar establecido que la responsabilidad en torno al trato a los prisioneros de guerra es de la potencia detenedora. Sin embargo este principio está siendo vulnerado. Las situaciones descritas en el trato a los prisioneros en Guantánamo, Irak, Afganistán y en otros puntos de tensión son un reflejo del no compromiso del gobierno de los Estados Unidos en el cumplimiento de lo refrendado en este Convenio, al aplicar sanciones individuales, por cierto ínfimas, a los “violadores”, sin asumir su alta responsabilidad como estado parte en este Tratado. 19 De acuerdo al The New Cork Time en las oficinas del vicepresidente Richard Cheney, se ayudó a la redacción del memo para legalizar la tortura en el año 2002. Ver: La CIA opera cárceles secretas en Europa del Este y Asia. Granma (La Habana) Año 41/Numero 263. Segunda Edición. 4 de noviembre del 2005. Pág. 4. 20 Granma (La Habana) Año 42/Número 258. Edición única. 21 de octubre del 2006. Pág. 8. 21 Catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad Complutense de Madrid. 22 Director del Centro de Estudios de Derecho Internacional Humanitario (CEDIH) de la Cruz Roja Española. 23 Pérez González, Manuel. El caso de los detenidos de Guantánamo ante el Derecho internacional humanitario y de los derechos humanos/Rodríguez-Villasante y Prieto, José Luís. Madrid: Centro de Estudios del Derecho Internacional Humanitario de la Cruz Roja Española, 2003. Pág. 10. 24 Para un mayor alcance y precisión sobre la responsabilidad por el trato a los prisioneros se debe consultar este artículo en toda su extensión. 7 El trato humano en toda circunstancia, a los prisioneros de guerra es el bien fundamental que persigue este Convenio. En este sentido se establece que los mencionados deben ser respetados desde su detención hasta su enjuiciamiento o liberación. Cualquier acto o proceso contrario a lo establecido que ponga en peligro la salud, e incluso la vida del prisionero de guerra, será considerado una infracción grave del Convenio25. El artículo 14 amplia lo recogido en el precedente26. Con atención a Guantánamo, centro que desde su habilitación como cárcel han pasado mas de 800 personas en las que se incluyen menores, y en la que hoy día de acuerdo a reportes de prensa permanecen mas de 400, se conoce que las torturas físicas y psicológicas han sido una constante. Los recluidos se encuentran en celdas con espacio reducido, con limitaciones extremas de aseo, reducción del horario de sueño aconsejable, entre otras arbitrariedades. En Baghram, dos detenidos resultaron muertos a causa del tratamiento inhumano recibido27. El veterano luchador puertorriqueño Rafael Cancel Miranda, emite su juicio sobre la practica de torturas y afirma:” las prisiones en Estados Unidos son laboratorios, prueban en las cárceles lo que van a hacer en la calles, porque saben que el preso es gente, y lo usan como conejillo de indias. Por eso, te reitero, no me sorprendieron las noticias de Abu Ghraib o el campo de detención en Guantánamo”28. Del análisis del artículo 14, consideramos además conveniente destacar que el principio recogido en el párrafo tercero del mismo, y que se refiere a la capacidad civil del prisionero de guerra, ha estado siendo violado sistemáticamente por los Estados Unidos en el conflicto con Irak. Su materialización está dada en la detención y traslado clandestino de prisioneros a “distintos países”. El escándalo sobre las cárceles secretas de la CIA estalla en noviembre del 2005. Para esa fecha y en lo adelante la prensa internacional dio gran cobertura a los hechos. El día 5 de diciembre la secretaria norteamericana de Estado Condoleeza Rice inicia un viaje por países europeos para llegar a un consenso en relación con el tema. Si embargo Colin Powel acusa a Europa de ser poco sincera. Powel refiere que esa política no es “ni nueva ni desconocida para los líderes europeos”29. Los hechos motivaron que el parlamento europeo abriera una investigación para investigar los hechos. En relación a las cárceles secretas, el periódico Granma se hace eco de un despacho fechado en Madrid el 7 de junio del 2006, en el cual el investigador suizo Dick Marty denuncia la colaboración europea. Los países europeos acusados por Marty de traslado ilegal de personas son: Gran Bretaña, Alemania, Italia, Suecia, Bosnia, Macedonia, Turquía, España, Chipre, Irlanda, Grecia, Portugal, Rumania y Polonia. El investigador señala a 25 Para más información sobre el tema consultar el artículo 13. Ver artículo14. 27 Consultar: Fuerte condena de la ONU a torturas del ejército Iñaki en Afganistán. Granma (La Habana) Año 41/Número 121. Segunda Edición. 23 de mayo del 2005. Pág. 4. 28 Oramas León, Orlando. El horror de Abu Ghraib lo conocí en cárceles yankis. Granma (La Habana) Año42/Número 177. Edición Única. 26 de julio del 2006. Pág. 5. 29 Pone Powel al descubierto hipocresía europea. Granma (La Habana) Año 41/número302. Segunda Edición, 20 de diciembre del 2005. Pág. 4. 26 8 Rumania y Polonia como posibles punto de desembarco30. La investigación de Marty no recoge los cientos de detenidos que se encuentran en Barcos- cárceles con la intención de impedir el acceso de funcionarios internacionales de la Cruz Roja y de otras instituciones humanitarias31. Una vieja aspiración de la humanidad ha sido evitar todo tipo de discriminación por motivo de nacionalidad, género, creencias religiosas, ideas políticas u otras. Este anhelo aún está presente debido a que su erradicación no ha sido del todo lograda. El DIH refrenda este principio en relación con los prisioneros de guerra32. En el debido trato a los prisioneros de guerra, en los conflictos impuesto por Estados Unidos a Afganistán e Irak, se aprecian constantes violaciones de estos preceptos. Podemos citar, como ejemplos clásicos, los hechos degradantes cometidos por las fuerzas de ocupación en la cárcel de Abu Ghraib y en Guantánamo. En el interrogatorio a los prisioneros de guerra33, con relación a los conflictos afganos e iraquí, se ha violado lo establecido, ya que estos han sido victimas de torturas y vejaciones. Las profanaciones al Coran, libro sagrado para los practicante de la religión musulmán han sido constantes por los militares estadounidenses durante los interrogatorios en la cárcel de Guantánamo. Resultan tan desmedidas las pretensiones de los Estados Unidos que incluso están prestos a admitir como prueba en los tribunales las confesiones obtenidas a través de la tortura34. La imposición de Comisiones militares para juzgar a los prisioneros vulnera los principios de independencia e imparcialidad generalmente reconocidos, los cuales son recogidos en el párrafo segundo del artículo 8235. Asimismo los procesos judiciales resultan fraudulentos, lo cual limita los derechos y medios de defensa que le asisten a los prisioneros, por lo que no hay garantías para el debido proceso. En otro orden de cosas al finalizar las hostilidades los prisioneros de guerra, Washington niega este estatuto a sus detenidos y/o capturados, deben ser liberados y repatriados sin demoras. Sin embargo con el pretexto de que los 30 Acusados 14 países europeos de ayudar a la CIA. Granma (La Habana) Año 42/número 136. Edición Única, 8 de junio del 2006. Pág. 4. 31 Para más información consultar: EE. UU. Debe respetar derechos de los reos en la base de Guantánamo. Granma (La Habana) Año 41/Número 81. Edición Única. 5 de abril del 2005. Pág. 3. 32 En este sentido consultar artículo 16. 33 Lo preceptuado sobre el interrogatorio a los prisioneros se recoge en el GIII art. 17. 34 Para un mejor esclarecimiento en este sentido, consultar: Aumenta incertidumbre sobre creación del Consejo de Derechos Humanos. Granma (La Habana) Año 42/número 53, segunda edición, 3 de marzo de 2006. Pág. 4. 35 Para una perspectiva consultar: GIII artículo 82. 9 prisioneros son terroristas peligrosos y otros alegatos se les mantiene en cárceles a la espera de un proceso legal que nunca llega. Al estar descritas las infracciones graves en forma breve y concisa, se reduce el margen de interpretación que existe como hábito a aquellas expuestas en párrafos u oraciones completas, así como la “excusa” del alegato de los violadores en cuanto al desconocimiento de cuales infracciones son consideradas graves y cuales no36. Esta posición común se refuerza más adelante con lo expuesto en el siguiente artículo: “Ninguna Parte Contratante podrá exonerarse, ni exonerar a otra Parte Contratante, de las responsabilidades en las que haya incurrido ella misma u otra Parte Contratante a causa de las infracciones previstas en el artículo anterior”37. Lo preceptuado tanto en el artículo 130, como en el 131 refuerza la responsabilidad contraída por los firmantes, para proteger a los prisioneros de guerra de hechos degradantes que menoscaben su integridad física y moral. Con la aprobación de Military Commissions Act de 2006, se reduce la posibilidad de sancionar a aquellas personas que hayan cometido, o dado orden de cometer cual quiera de las infracciones graves recogidas en el artículo 130 del GIII. A manera de resumen podemos establecer que los sufrimientos causados debido a la actuación de las autoridades políticas y mililitares de los Estados Unidos con relación al conflicto Afgano son incontables, entre ellos la tortura física y psicológica, la discriminación por la profesión de una religión, por el origen étnico o raza, etc. Esta agresividad desmedida de la actual administración ha provocado que se le impongan al Derecho Internacional Humanitario diverso retos: - Preservar los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas. - Hacer énfasis en la necesidad de velar por la observación y acatamiento de las normas de Derecho Internacional vigente. - Tratar de preservar y reforzar los principios del DIH. - Globalizar la solidaridad en busca de un mundo mejor y posible. Pacta sunt Servanda es un principio básico tradicional del derecho internacional que quiere decir que las obligaciones internacionales contraídas deben cumplirse de buena fe. La comunidad internacional necesita del acatamiento de este principio y debe trabajar para que el mismo prevalezca. 36 37 Para una mejor comprensión del tema en debate se recomienda consultar: GIII artículo 130. Ver artículo 131. 10 BIBLIOGRAFÍA - - - - - - - - (A). Carrasco Martín, Juana. La Corte Suprema reta a Bush sobre Guantánamo. Juventud Rebelde (La Habana) Año 41/No. 216. Segunda Edición. 30 de junio del 2006. (B). Carrasco Martín, Juana. Una ceremonia para reafirmar la tortura. Juventud Rebelde (La Habana) Año41/No.311. Edición Única. 19 de octubre del 2006. Acusados 14 países europeos de ayudar a la CIA. Granma (La Habana) Año 42/número 136. Edición Única, 8 de junio del 2006. Aumenta incertidumbre sobre creación del Consejo de Derechos Humanos. Granma (La Habana) Año 42/número 53, segunda edición, 3 de marzo de 2006. Comité Internacional de la Cruz Roja. Los convenios de Ginebra del 12 de Agosto de 1949. Nueva Edición, Año 1986. 215pp. Comité Internacional de la Cruz Roja. Protocolos Adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de Agosto de 1949, Ginebra 1977. Edición revisada en 1996. 136pp. Danner, Mark. Torture and Truth. América, Abu Ghraib, and the war on terror. London: editorial Granta Books, 2005. 573pp. De Armas, Antonio. El pragmatismo en Cuba. Resultado de investigación publicada como separata del boletín problemas filosóficos, SCIF, La Habana, 2004. D'Estefano Pisani, Miguel A. Guantánamo: Lo ilegal en la ilegalidad. Editado por: CEDIH (La Habana), 2004. 24pp EE. UU. Debe respetar derechos de los reos en la base de Guantánamo. Granma (La Habana) Año 41/Número 81. Edición Única. 5 de abril del 2005. Estados Unidos. Dinámica interna y política exterior/Soraya Castro Mariño [et. al]. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2003. 313pp. Franssen, Peter. 11 de septiembre. De cómo los terroristas se salieron con la suya. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2005. 166pp. Fuerte condena de la ONU a torturas del ejército Iñaki en Afganistán. Granma (La Habana) Año 41/Número 121. Segunda Edición. 23 de mayo del 2005. Gómez Barata, Jorge. Democracia pasada por agua. Por Esto (versión digital) (México D. F), 14 de octubre de 2005. Granma (La Habana) Año 42/Número 258. Edición única. 21 de octubre del 2006. La CIA opera cárceles secretas en Europa del Este y Asia. Granma (La Habana) Año 41/Numero 263. Segunda Edición. 4 de noviembre del 2005. Luque Álvarez, Luís. “Parece que no pero sí…”. Juventud Rebelde (La Habana) año 41(No 98), 12 de febrero de 2006. 11 - - - Oramas León, Orlando. El horror de Abu Ghraib lo conocí en cárceles yankis. Granma (La Habana) Año42/Número 177. Edición Única. 26 de julio del 2006. Pérez González, Manuel. El caso de los detenidos de Guantánamo ante el Derecho internacional humanitario y de los derechos humanos/RodríguezVillasante y Prieto, José Luís. Madrid: Centro de Estudios del Derecho Internacional Humanitario de la Cruz Roja Española, 2003. 28pp. Pone Powel al descubierto hipocresía europea. Granma (La Habana) Año 41/número302. Segunda Edición, 20 de diciembre del 2005. Ratner, Michael. Guantánamo. What the World should know/and Ray, Ellen. Gloucester shire: Editorial Arris Books, 2004. 165pp. 12