InfoRed SIDA www.aidsinfonet.org Hoja Número 615E EL VIH EN LAS PRISIONES Y CÁRCELES EL VIH Y LOS ESTABLECIMIENTOS CARCELARIOS A veces la gente con VIH tiene que pasar tiempo en una cárcel o prisión. A las cárceles las operan los condados. Las prisiones son instituciones estatales o federales. La tasa de VIH entre los prisioneros es 5 a 7 veces la de la población general. La tasa más alta de VIH se da entre los prisioneros afroamericanos. En 2006, 16.9% de todas las personas infectadas con el VIH en los EE.UU. estaban en una prisión o cárcel. En 2008 había aproximadamente 20,449 personas con VIH en prisiones estatales y federales. La tasa de infección de VIH es mayor entre las prisioneras mujeres (1.9%) que entre los hombres (1.7%). LA ATENCIÓN MÉDICA EN LAS PRISIONES Y CÁRCELES La atención médica en una prisión o cárcel depende de la institución local. En general, la atención médica que reciben los prisioneros no cumple con los estándares de salud pública. Todos los años, muchos americanos con enfermedades crónicas son encarcelados. Esto incluye: Aproximadamente el 25% de los americanos infectados con VIH El 33% de los infectados con el virus de la hepatitis C (VHC, ver hoja 507) El 40% de los americanos con tuberculosis activa (ver hoja 518) Entre estos presos, aproximadamente el 50% tiene trastornos mentales, Casi el 75% es alcohólico o tiene otros trastornos por abuso de sustancias. Estos presos necesitan más que simplemente atención médica física. En los Estados Unidos, los prisioneros tienen el derecho constitucional a una atención médica que cumpla con los estándares comunitarios. El caso de la corte suprema “Estelle versus Gamble” estableció este derecho. No brindar atención médica que cumpla con estas guías puede ser considerado “castigo cruel y fuera de lo común.” Sin embargo, los prisioneros quizás tengan que abogar por su propia atención médica. Deberían comprender su enfermedad y asegurarse de que obtienen atención médica apropiada en la cárcel o prisión. PRISIONEROS INFECTADOS CON EL VIH Al igual que la población general, muchos prisioneros quizás no sepan que están infectados con el VIH. No todas las cárceles y prisiones ofrecen la prueba del VIH. En alguna de ellas la prueba es obligatoria. Aproximadamente 15 estados requieren hacer la prueba cuando se ingresa. Unos pocos lo exigen durante custodia. Otros requieren hacer la prueba antes de la liberación. Tener un diagnóstico positivo en una prisión o cárcel puede acarrear problemas, de acuerdo con las reglas de la institución. Los prisioneros con VIH casi no tienen privacidad con respecto a su estado de VIH. Quizás se los mantenga separados de los presos no infectados. Quizás no se les permita realizar ciertas labores. En algunas instituciones hay presos educadores. Ellos pueden ser una buena fuente de recursos y proporcionar una red de apoyo para los presos VIH+. LA ATENCIÓN MÉDICA DE LOS PRISIONEROS Algunas instituciones no tienen un proveedor de atención médica que sepa sobre VIH. Otras tienen acceso a especialistas en VIH. Por suerte, los prisioneros han sido beneficiados por los avances en el tratamiento del VIH. Las muertes relacionadas con el SIDA disminuyeron un 82% en las prisiones estatales desde 1995 hasta 2004. Los principios básicos de la terapia para el VIH son los mismos dentro y fuera del sistema carcelario. Los objetivos de la terapia son los mismos (ver hoja informativa 404): Disminuir la carga viral lo más posible durante el mayor tiempo posible Restaurar o preservar el sistema inmunológico Mejorar la calidad de vida del paciente Disminuir la enfermedad y muerte debido al VIH El tratamiento del VIH en las prisiones y cárceles está influenciado por muchos factores que incluyen: Antecedentes previos de tratamiento Carga viral actual (ver hoja informativa 125) y nivel de CD4 (ver hoja informativa 124 Resistencia a los medicamentos (ver la hoja 126) Otros problemas de salud, como el uso de drogas inyectables (ver hoja informativa 154), problemas de salud mental, enfermedad hepática y diabetes Preferencia del paciente Duración del encarcelamiento Horario de la medicación en relación a las actividades de los presos, los requisitos alimentarios y refrigeración CÓMO MEJORAR SU TRATAMIENTO PARA EL VIH Los prisioneros pueden mejorar sus posibilidades de obtener una buena atención médica para el VIH si traen información consigo. Esto incluye: Qué medicamentos para el VIH están tomando o han tomado antes Recuento actual de CD4 y carga viral Cualquier enfermedad relacionada con el VIH que hayan tenido (infección oportunista, ver hoja informativa 500). Esto puede requerir un seguimiento o medicamentos profilácticos. Detalles acerca de efectos secundarios graves de los medicamentos para el VIH, que puedan haber padecido. Incluso cuando un preso proporciona buena información, puede haber una demora en obtener los medicamentos del VIH. Los prisioneros no pueden traer sus propios medicamentos con ellos. Esta demora o interrupción en el tratamiento aumenta el riesgo de desarrollar resistencia (ver hoja informativa 405). FACTORES DE RIESGO DURANTE LA ENCARCELACIÓN Varios estudios han demostrado que la mayoría de los presos VIH positivos se infectan antes de entrar a la cárcel. Las conductas de riesgo generalmente continúan dentro de la institución. Estas incluyen el uso de drogas inyectables, tatuajes, perforaciones corporales y actividad sexual con y sin consentimiento. La falta de parafernalia esterilizada para el uso de drogas lleva a que se compartan agujas. El compartir agujas es una práctica frecuente entre prisioneros que están por ser liberados. Los presos corren riesgos adicionales para la salud. La tasa de hepatitis C (ver hoja informativa 507) es muy alta en las cárceles y prisiones. La hepatitis C se transmite muy fácilmente a través de la sangre, o tatuajes o actividad sexual. Los tatuajes que se hacen en las prisiones están relacionados con un mayor riesgo de contraer hepatitis B y C. Los condones no se permiten en la mayoría de las cárceles y prisiones. ¿QUÉ SUCEDE CUANDO SE LIBERA A UN PRISIONERO VIH POSITIVO? La salud de un prisionero es un factor crítico para una buena transición a volver a vivir en la comunidad. Obtener una derivación a una agencia de servicios relacionados con el SIDA es muy importante. Los prisioneros pueden necesitar ayuda para encontrar vivienda, empleo y servicios de apoyo. Si usted es un preso que está por ser liberado, considere visitar la biblioteca o pídale a un amigo o familiar que le envíe la dirección de una organización local de servicios relacionados con el SIDA. Quizás puedan ayudarlo a que obtenga algunos recursos antes de que sea liberado. Revisado el 24 de febrero de 2014 Un Proyecto del International Association of Providers of AIDS Care y del New Mexico AIDS Education and Training Center. Parcialmente consolidado por el National Library of Medicine. Se puede descargar hojas informativas del Internet al http://www.aidsinfonet.org