LA GESTIÓN DE VIVIENDA PROTEGIDA EN RÉGIMEN DE ALQUILER: NUEVOS RETOS PARA LAS COOPERATIVAS DE VIVIENDAS. En un contexto de crisis económica como el actual, en la que las exigencias en la concesión de préstamos ha aumentado, y la liquidez del sistema financiero internacional se ha visto cuestionada, las cooperativas de viviendas parecen ser una fórmula adecuada de supervivencia, dentro del sector promotor e inmobiliario, dado que no dependen tanto del crédito de las entidades financieras como de las aportaciones que van haciendo los socios cooperativistas, a la hora de desarrollar su objeto social. Las cooperativas de viviendas son un sistema eficaz para facilitar el acceso a una vivienda a las personas que lo necesitan y que se unen para acceder a ella mediante la autopromoción, en las mejores condiciones de calidad y precio posibles. El papel que pueden desenvolver las cooperativas en el diseño de la política de vivienda, puede llegar a ser determinante, toda vez que permite facilitar el acceso a la misma a aquellos sectores sociales con mayores problemas económicos, al reducirse el beneficio empresarial, adquiriéndola a precio de coste. Igualmente, no se puede negar la importancia que el movimiento cooperativo podría llegar a tener en la consecución de objetivos sociales a través de la gestión del alquiler de viviendas de protección pública, facilitando el acceso a la vivienda a sectores más desprotegidos: jóvenes, inmigrantes, etc. Las cooperativas de viviendas han demostrado ser un sistema eficaz e idóneo para promover viviendas protegidas, pues agrupan a personas con necesidad de vivienda, que a través de sus órganos de gobierno participan en la toma de las decisiones. Un importante porcentaje de los construidos en España en los últimos años lo han sido mediante este sistema de promoción en la modalidad de viviendas de protección oficial. Beatriz Allegue Requeijo. Agradecimientos a: