circular de 8 de mayo de 2002 de la dirección general de

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CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y
Dirección General de Evaluación Educativa y
Formación del Profesorado
CIRCULAR DE 8 DE MAYO DE 2002 DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE
EVALUACIÓN EDUCATIVA Y FORMACIÓN DEL PROFESORADO POR LA QUE
SE DAN INSTRUCCIONES SOBRE LOS PROCEDIMEITNOS A SEGUIR POR LOS
CENTROS DOCENTES EN CASO DE DETECCIÓN DE MALTRATO AL
ALUMNADO.
INTRODUCCIÓN
El maltrato infantil es un problema que puede afectar gravemente al desarrollo físico o
psíquico de los o las menores que lo padecen, cuya detección y solución concierne al conjunto
de la sociedad. Resulta, pues, fundamental conocer y detectar de forma precoz aquellos casos
de menores que se encuentran en situación de riesgo o desamparo para tomar medidas de
protección que puedan evitar daños irreparables.
La prevención del maltrato a la infancia y, en su caso, la detección y notificación a los
organismos administrativos o judiciales pertinentes es una obligación de todas las entidades
públicas o privadas que tengan conocimiento de situaciones de malos tratos. La legislación
internacional, nacional y autonómica, establece claras directrices y obligaciones de cara a la
protección de los y las menores.
El marco jurídico global de la protección de la infancia se establece en la Convención
de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas del 20 de noviembre de 1989, ratificada por
nuestro país en 1990, junto a la Carta Europea de los Derechos del Niño.
En nuestro país, la Constitución Española de 1978 hace mención, en el Capítulo III del
Titulo I, a la obligación de los poderes públicos de asegurar la protección social, económica y
jurídica de menores. También la Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica al menor
establece, en su artículo 13, las obligaciones de personas y autoridades en cuando a la
denuncia de situaciones de desamparo.
En la legislación autonómica, la Ley 1/1998, de 20 de abril, de los Drechos y la
Atención al Menor, establece en su artículo 18, apartado 5, que:
“cualquier persona o entidad y, en especial, las que por razón de profesión o
finalidad tengan noticia de la existencia de una situación de riesgo o desamparo de un o una
menor, deberá ponerlo en conocimiento de cualquier autoridad, que inmediatamente lo
comunicará a la Administración competente, Autoridad Judicial o Ministerio Fiscal”.
Esta misma ley, en su artículo 11, hace referencia explícita a la educación. Entre sus
apartados se pueden destacar los siguientes:
Ed. Torretriana c/ Juan A. de Vizarrón, s/n
Tlf.:95 506 40 00 Fax: 95 506 40 03 . 41071 Sevilla
e.mail: [email protected]
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 La Educación tendrá un carácter compensador de las desigualdades de origen de
los menores que posibilite una efectiva igualdad de oportunidades.
 Las Administraciones Públicas velarán por el cumplimiento de la escolaridad
obligatoria y promoverán programas específicos para prevenir y evitar el
absentismo.
 Los titulares de los centros educativos están especialmente obligados a poner en
conocimiento de los organismos competentes de la Administración de la Junta de
Andalucía en materia de protección de menores, de la autoridad judicial o del
ministerio fiscal, aquellos hechos que puedan suponer la existencia de situaciones
de desprotección o riesgo o indicio de maltrato a menores, así como a colaborar
con los mismos para evitar y resolver tales situaciones en interés del menor.
 Se promoverá la creación en los centros educativos de Escuelas de Padres, como
medida de apoyo, educación y prevención.
Finalmente, el artículo 14 del Decreto 85/1999, de 6 de abril, de los Deberes y
Derechos de los Alumnos y Alumnas, establece el derecho a la intimidad, integridad y
dignidad personal. En su apartado 3 dice:
“... los centros comunicarán a la autoridad competente las circunstancias que puedan
implicar malos tratos para el alumnado o cualquier otro incumplimiento de las
obligaciones establecidas en la normativa en materia de protección de menores.”
El importante papel del sector educativo en la detección y comunicación de
situaciones de maltrato o desamparo se debe al carácter de observatorio privilegiado de la
escuela: es el único lugar al que acuden diariamente todos los niños y niñas; muchos de los
sítomas se manifiestan especialmente en el ámbito educativo (problemas de atención,
dificultades en las relaciones con los compañeros); por otra parte, el profesorado mantiene
contactos con las familias que pueden servir para obtener información sobre la situación
familiar del menor.
Esta responsabilidad se traduce en que, mientras que todos los componentes de la
comunidad educativa tienen responsabilidades en cuanto a la detección de las situaciones de
desprotección y maltrato y tienen el deber de comunicarlas de inmediato a la dirección del
centro, corresponde a ésta la obligación administrativa y legal de notificar tales situaciones a
quien, según el caso, corresponda.
En consecuencia, la consejería de Educación y Ciencia tiene a bien disponer:
Primero.
A los efectos de lo dispuesto en esta circular, se entiende por cualquier acción u omisión, no
accidental, por parte de los padres o cuidadores que compromete la satisfacción de las
necesidades básicas del y de la menor. En el Anexo I se ofrece una información básica sobre
los tipos e indicadores observables del maltrato que pueda ser útil al profesorado.
Segundo.
Ed. Torretriana c/ Juan A. de Vizarrón, s/n
Tlf.:95 506 40 00 Fax: 95 506 40 03 . 41071 Sevilla
e.mail: [email protected]
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Todos los centros públicos y privados que tengan conocimiento de niños, niñas y adolescentes
en situación de alto riesgo social o familiar, de maltrato hacia el menor o posible desamparo u
otras circunstancias afines, tienen la obligación de actuar siguiendo los procedimientos
estipulados en los apartados siguientes, según corresponda en función de las características de
cada caso, sin perjuicio de lo establecido por la legislación vigente para los mismos.
Tercero.
En el procedimiento de actuación se diferenciará entre el ordinario, para casos leves y casos
de mayor gravedad o dudosos, y el extraordinario, para casos leves y casos de mayor
gravedad o dudosos, y el extraordinario para casos urgentes. En cualesquiera de los casos que
se plantean, el centro garantizará la confidencialidad de las gestiones que se realicen, así
como el anonimato del niño o niña afectado.
Cuarto.
Se considerarán casos leves aquellos en los que la problemática puede ser resuelta desde el
propio centro escolar: detección de pautas educativas familiares incorrectas que están
afectando al buen desarrollo del niño o niña, como exceso de castigos, falta de atención y
apoyo en los temas escolares, trato inadecuado al niño o la niña (ridiculizar, comparar
despectivamente con otros, etc.). En estos casos la intervención será interna, aunque también
pueden establecerse contactos con los Servicios Sociales a fin de dar lugar a alguna de las
prestaciones existentes.
Quinto.
Procedimiento de actuación ordinario en casos de mayor gravedad o dudosos. En los casos en
que no esté en peligro la integridad física o psíquica del o de la menor, pero exista presunción
de que se está produciendo o puede llegar a producirse maltrato o de que no se están
cubriendo sus necesidades, se procederá de la siguiente manera:
1. El profesor o profesora que detecte la posibilidad de situación de riesgo o maltrato
a un alumno o alumna lo comunicará a la Dirección del Centro.
2. La Dirección derivará el caso al Equipo de Orientación Educativa de zona –
Colegios de Educación Infantil y Primaria – o al Departamento de Orientación –
Institutos de Educación Secundaria – para su valoración, mediante comunicación
escrita conforme al modelo del Anexo II.
3. Los Equipos o Departamentos de Orientación, en coordinación con los Servicios
Sociales Comunitarios, realizarán de modo inmediato una valoración del caso, para
lo que pueden, si lo consideran oportuno, realizar entrevistas al niño o niña
afectada, a la familia y a otros profesionales. Una vez valorado el caso, el
orientador o la orientadora remitirá un informe completo y propuesta de actuación
a la Dirección del centro.
Ed. Torretriana c/ Juan A. de Vizarrón, s/n
Tlf.:95 506 40 00 Fax: 95 506 40 03 . 41071 Sevilla
e.mail: [email protected]
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4. En el caso de que se trate de un incidente aislado o que no presente gravedad, y se
considere que puede solucionarse en el ámbito escolar, el orientador o la
orientadora establecerá las pautas de actuación a desarrollar en el Centro que mejor
se adecuen a la situación personal del o de la menor y su familia, teniendo en
cuenta las orientaciones de los Servicios Sociales Comunitarios, mediante el
impreso que se adjunta (Anexo III), incluyendo el informe del Equipo o
Departamento de Orientación.
Sexto.
Procedimiento extraordinario y urgente de actuación. En casos de urgencia, por estimar que
está en peligro la integridad física o psíquica del niño o la niña, se procederá de la siguiente
manera:
1. Comunicación inmediata a la Dirección del centro de la situación de riesgo o
maltrato del alumno o alumna.
2. La Dirección comunicará de forma inmediata, telefónicamente y por escrito (vía
fax),el hecho al Servicio de Atención al Niño de la Delegación Provincial de
Asuntos Sociales, mediante el impreso que se adjunta en el Anexo IV. Se adjuntará
informe especializado, si lo hubiera.
3. Paralelamente y con independencia de lo anterior, la Dirección dispondrá las
medidas de atención inmediata que el o la menor requiera (atención sanitaria u
otra), recabando, si fuese necesario, el auxilio policial o judicial.
4. El Director o Directora dará cuenta de la actuación realizada a la Inspección
Educativa y a los Servicios Sociales Comunitarios, así como al Equipo de
Orientación Educativa o al Departamento de Orientación para su correspondiente
seguimiento.
Séptimo.
Sin perjuicio de lo anteriormente expuesto, los Servicios Sociales podrán requerir la
colaboración del centro educativo y/o de los servicios de orientación de zona en el que esté
escolarizado el o la menor para las actuaciones conjuntas que se estimen oportunas o para la
obtención de información que, en el ejercicio de las competencias legalmente establecidas, las
Corporaciones Locales, a través de sus Servicios Sociales, puedan precisar.
Octavo.
El maltrato institucional, en el caso de los centros educativos, consiste en situaciones en las
que por acción u omisión no se respetan los derechos básicos a la protección, el cuidado y la
promoción y estimulación del desarrollo personal. Cualquier incidente de este tipo debe ser
comunicado a la Dirección, que realizará las acciones que sean necesarias para esclarecer el
caso, haciendo intervenir, en su caso, al Servicio de Inspección para la adopción de las
medidas que correspondan.
Ed. Torretriana c/ Juan A. de Vizarrón, s/n
Tlf.:95 506 40 00 Fax: 95 506 40 03 . 41071 Sevilla
e.mail: [email protected]
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Noveno.
Se autoriza a las Delegaciones Provinciales de la Consejería de Educación y Ciencia a adoptar
las medidas oportunas para que los Servicios de Inspección Educativa y los Centros de
Profesorado orienten, asesoren y realicen el seguimiento de cuanto se refiere a la protección
de niños y niñas, la detección de los casos de maltrato y la prevención en el marco escolar.
Sevilla, a 8 de mayo de 2002.
Ed. Torretriana c/ Juan A. de Vizarrón, s/n
Tlf.:95 506 40 00 Fax: 95 506 40 03 . 41071 Sevilla
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