Es importante destacar algunos aspectos de los distintos pasos del proceso de tinción con anticuerpos: Lavados: los lavados de la muestra después de cada proceso de tinción con anticuerpos son un paso importante del proceso de tinción. En primer lugar, son aconsejables para eliminar el anticuerpo no unido a las células, y en segundo lugar, la supresión de los lavados provoca un incremento de tinción inespecífica en células no marcadas (fondo) que puede enmascarar la detección de células con bajos niveles de expresión del antígeno. Bloqueo de receptores Fc: Los anticuerpos se unen de manera antígeno independiente a cualquier célula que tenga receptores Fc no ocupados. Todas las células de la sangre, excepto las células T y los eritrocitos, tienen receptores Fc. Por ello, antes de realizar una tinción de estos tipos celulares es imprescindible bloquear estos receptores con una alta concentración de IgGs purificadas. Si se va a realizar posteriormente una tinción indirecta es importante tener en cuenta la especificidad de especie del anticuerpo secundario que se vaya a utilizar, para evitar usar IgGs de esta especie en el bloqueo. Anticuerpos secundarios. Se deben usar los fragmento F (ab´)2 de las inmunoglobulinas de un suero policlonal para evitar la unión intercelular no deseada y la unión a receptores Fc antígeno independiente. Titulación de los anticuerpos: La determinación de la concentración adecuada a la que debe utilizarse un anticuerpo para la tinción es un procedimiento necesario para garantizar la detección óptima de las poblaciones marcadas. Si un anticuerpo es utilizado a una concentración muy elevada, se incrementa el riesgo de unión inespecífica del anticuerpo. En la situación contraria, que se utilice por debajo de su concentración óptima, se corre el riesgo de obtener tinciones muy tenues y no poder discriminar con exactitud la proporción de poblaciones positivas y negativas para determinado antígeno. La concentración a la que debe usarse un anticuerpo debe de determinarse eligiendo la mínima concentración de anticuerpo con la que se detectan la mayor diferencia de fluorescencia entre células positivas y células negativas para el antígeno frente al que va dirigido el anticuerpo. Temperatura: Las tinciones deben de realizarse a 4oC ya que algunos tipos celulares, como las células mieloides, están metabolicamente activas a temperatura ambiente, y pude internalizar los anticuerpos unidos a la superficie. Células fijadas: En algunas ocasiones (como cuando la muestra no se va a analizar de forma inmediata o si la muestra viva presenta riesgo biológico) resulta ventajoso fijar las células después de una tinción. La fijación se realiza durante un tiempo mínimo de 1 h en presencia de 2% paraformaldehido o soluciones fijadoras comerciales. Es importante tener en cuenta que la distribución de los parámetros de dispersión frontal (FSS) y ortogonal (SSC) de la luz cambia durante el proceso de fijación, ya que el proceso de entrecruzamiento de proteínas provoca cambios en la forma y granularidad de las células. Células muertas: La identificación de las células muertas de una población analizada por citometría de flujo es importante, porque deben de excluirse del análisis, ya que presentan características diferentes de autofluorescencia y unen de manera inespecífica los anticuerpos. Aunque la práctica más habitual es identificar las células muertas en base a su diferencia de dispersión de luz frontal (debido a su menor tamaño) es más correcto utilizar marcadores de viabilidad que permitan discriminar de manera más precisa las células vivas de las células muertas. Otra alternativa es comprobar que en la ventana de análisis definida en base a las características de tamaño y complejidad no hay una proporción relevante de células muertas. Normalmente se utilizan para ello colorantes del ADN, como el yoduro de propidio (IP), el 7-actinomicina D (7-AAD), Sytox® , To-Pro® que son impermeables y sólo marcan células muertas (aquellas con la membrana celular dañada). Fluorocromos: Hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir el o los fluoróforos utilizados para una tinción. En primer lugar, hay que tener en cuenta la línea o líneas de láser necesarias para provocar la emisión de dichos fluoróforos y la especificidad de longitudes de onda de los detectores disponibles en el equipo en el que se vaya a analizar el ensayo. En segundo lugar, es importante verificar la compatibilidad de la combinación de distintos fluoróforos en una misma muestra. Por ejemplo, si se van a utilizar fluoróforos excitables con la línea de láser rojo (como la APC) hay que tener en cuenta que esto resulta incompatible con la utilización de algunos fluorófos muy comunes como el tándem PE-Cy5 o Alexa Fluor® 647. Es importante además, conocer el grado de solapamiento de los espectros de emisión de los fluoróforos a utilizar a fin de evitar problemas durante la compensación de fluorescencia. Finalmente, sería deseable conocer la intensidad de emisión relativa de los fluoróforos y los niveles de expresión esperados de la proteína diana, para elegir los fluoróforos de mayor intensidad para detectar las proteínas de menores niveles de expresión.