Una advertencia por las aspirinas

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SEGUN UNA PUBLICACION MEDICA, NO SE DEBEN USAR PARA PREVENIR ATAQUES CARDIACOS
Una advertencia por las aspirinas
V
Página/12 - Buenos Aires
201005-17
“No use aspirina para prevenir ataques cardíacos.” Así, en
imperativo, está escrito el título de un artículo en el British Journal of
Medicine, órgano de la Asociación Médica Británica, que procura
desalentar en profesionales y pacientes el uso continuado de este
medicamento en bajas dosis con aquel propósito: el problema –
verificado por distintos trabajos científicos en los últimos meses– es
que las propiedades anticoagulantes de la aspirina, que disminuyen
el riesgo de que se tapen las arterias, al mismo tiempo aumentan el
riesgo de hemorragias graves en el aparato digestivo o en el cerebro.
La inutilidad o inconveniencia del uso de aspirina se verificó,
también, por los mismos motivos, para personas hipertensas o
diabéticas. En la Argentina, sin embargo, la firma Bayer prosigue con
su campaña publicitaria “¿Tomaste tu aspirineta hoy?”, para
convencer de que este producto “puede prevenir uno de cada tres
infartos sin otros factores de riesgo”.
La nota del British Journal lleva las firmas de Helen Barnet y Ike
Iheanacho, editores de la publicación, y de Peter Burrill, asesor de
salud pública en Derbyshire. El texto empieza por advertir: “Para
todos los pacientes que actualmente toman aspirina como
prevención primaria (es decir, sin haber sufrido previamente ataques
cardíacos o accidentes cerebrovasculares), debería reconsiderarse,
en cada caso, si ese tratamiento se justifica”. Por lo demás, recuerda
que “la administración de bajas dosis diarias de aspirina está
establecida en prevención secundaria” (es decir, en personas que ya
sufrieron infartos u otros eventos graves).
Pero, en personas que no tengan esos antecedentes patológicos, “es
dudoso que los beneficios de la aspirina superen los riesgos que
implica”. Esto se vincula con que “a largo plazo, el uso de bajas dosis
de aspirina incrementa sustancialmente la probabilidad de
hemorragias mayores”.
Los autores citan un trabajo publicado este año en la prestigiosa
revista médica The Lancet, que analiza resultados correspondientes a
95.000 participantes en estudios clínicos. Según esa investigación, “el
uso de aspirina reduce la frecuencia de eventos vasculares
importantes en aproximadamente 0,07 por ciento por año”, pero, al
mismo tiempo, “el uso de aspirina resultó en un incremento anual de
un 0,03 por ciento en hemorragias mayores gastrointestinales u
otros sangrados importantes”.
Además, según el trabajo en The Lancet, la reducción de infartos por
uso de aspirina “en su mayor parte –el 0,05 por ciento– se refiere a
infartos de miocardio no mortales”, y sucede también que los
ataques cerebrales hemorrágicos pueden ser agravados por la acción
anticoagulante de la aspirina. Por todo esto, “las tasas de mortalidad
por enfermedades del corazón, coronarias y cerebrovasculares no
fueron diferentes entre los que habían tomado aspirina y los que no
la habían tomado”.
Otros estudios citados en el artículo del British Journal se refieren a
conjuntos de pacientes que habían pasado más de seis años
tomando diariamente bajas dosis de aspirina: el resultado fue que
“se evitaron unos tres eventos cardiovasculares por cada mil
mujeres, y cuatro por cada mil hombres. Pero hubo un aumento de
2,5 hemorragias mayores por cada mil mujeres y de tres hemorragias
mayores por cada mil hombres”.
El artículo agrega que “una revisión de cinco pruebas clínicas en
personas con hipertensión encontró que la aspirina tampoco reduce
la probabilidad de eventos cardiovasculares en personas con presión
arterial elevada”, ya que “la magnitud del beneficio fue similar a la
magnitud del daño”. Otra revisión incluyó seis pruebas clínicas que
incluían personas con diabetes: “No se halló disminución en la
probabilidad de eventos cardiovasculares mayores, o toda otra causa
de mortalidad, mediante el uso preventivo de aspirina en personas
con diabetes”. Siempre se trataba de personas que no habían tenido
previamente infartos o eventos similares.
Otro ensayo clínico trabajó con 3350 personas que padecían
aterosclerosis asintomática y habían tomado bajas dosis de aspirina
(incluso en cápsulas con supuesta protección digestiva) durante más
de ocho años. También en estos casos “la aspirina no fue más
efectiva que el placebo para reducir la aparición de eventos
coronarios o cerebrovasculares”. En definitiva, “los datos
actualmente disponibles no justifican el uso de aspirina para
prevención primaria”.
Los investigadores advierten que “varias guías publicadas entre 2005
y 2008 recomendaban aspirina para prevención de enfermedad
cardiovascular en pacientes con diabetes tipo 2 y en aquellos con
determinados riesgos aumentados de mortalidad por enfermedad
cardiovascular”; pero hoy se advierte que “los factores que predicen
eventos vasculares también predicen eventos hemorrágicos”, que
precisamente son propiciados por la aspirina.
Por todo ello, los editores del Journal –perteneciente a la Asociación
Médica de Gran Bretaña– recomiendan a los profesionales “no
indicar tratamientos con aspirina para prevención de enfermedades
cardiovasculares; revisar los tratamientos ya existentes e involucrar a
los pacientes en la decisión de ponerles fin”.
Por Pedro Lipcovich
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