boletin periodico de energia y sociedad numero 103

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#103
23 de diciembre 2013
Propuestas para una estrategia energética
nacional
Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES)
Estructura de potencia eléctrica en España
100%
90%
80%
Evolución de la estructura
de potencia eléctrica en
España
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1960
1970
1980
1990
2000
Resto RE
Gas
Nuclear
Eólica
Carbón
Hidráulica
2010
2012
Fuente: MINETUR, REE
La fundación FAES ha publicado recientemente el informe “Propuestas para una estrategia energética nacional – edición
2013”, el cual supone una actualización de la anterior edición con el objetivo último de adecuar sus recomendaciones en
materia de política energética al contexto regulatorio y de mercado actual. El informe hace un diagnóstico exhaustivo de las
diversas problemáticas que acechan al panorama energético nacional, proponiendo a continuación ideas para un debate
necesario y cada vez más urgente, sobre un sector estratégico para la competitividad nacional.
El informe de FAES pone de relieve la inexistencia hasta el momento de una verdadera estrategia energética nacional,
vinculada a un proyecto amplio de nación que tenga en cuenta las fortalezas y debilidades de su contexto energético
internacional: pese al cambio en el panorama energético español experimentado en los últimos años, España sigue siendo,
de acuerdo al informe FAES, el país más dependiente energéticamente de las grandes economías de la UE y el que tiene una
política energética más errática e incoherente. FAES entiende que dicha política ha estado permanentemente condicionada
por posiciones ideológicas más que por la racionalidad fruto del análisis de los hechos y del diseño de opciones realmente
viables.
El presente informe de recomendaciones llega en un momento en el que el cambio de política energética se muestra crucial,
más aun en el contexto económico actual, por (i) el incremento del déficit eléctrico, trasladando un problema sectorial a un
problema para el conjunto de la economía; (ii) la reducción de la demanda de energía como consecuencia de la crisis
económica, acentuando el déficit anterior; (iii) los intentos continuos de solución mediante cambios legislativos e impositivos
que han provocado efectos colaterales, como el consiguiente aumento del precio final de la electricidad; (iv) la necesidad de
trasposición de las Terceras Directivas de electricidad y de gas al ordenamiento jurídico español; (v) la puesta en marcha de
un nuevo modelo de organismos reguladores; (vi) los anuncios de próximas reformas regulatorias que afectarán a los
sectores de electricidad y gas.
FAES alude en su informe que la abundante producción legislativa y regulatoria experimentada en la última década en el
sector energético no ha cumplido con los objetivos estratégicos de una política energética: seguridad de suministro,
sostenibilidad medioambiental y eficiencia económica. Por el contrario, la calidad de la regulación no ha sido la exigible, en la
medida que le ha faltado coherencia respecto a los anteriores objetivos, no ha tenido la estabilidad a medio y largo plazo que
hubiese sido necesaria y no ha sido adaptada eficientemente a los cambios en los escenarios y en los factores que la
determinan.
FAES propone una estrategia energética para el crecimiento y la competitividad
http://www.fundacionfaes.org/es/prensa/45068/faes_propone_una_estrategia_ene
rgetica_nacional_para_el_crecimiento_y_la_competitividad
#103
23 de diciembre 2013
Estabilidad y coherencia de una
política energética alineada con los
objetivos nacionales
El informe de FAES caracteriza el sector energético
español identificando puntos débiles que, bajo su
consideración, no han sido tenidos en cuenta
eficientemente en las políticas energéticas de la última
década:
• La elevada dependencia energética como un aspecto
diferencial, donde España es un país económicamente
dependiente en términos de energías primarias y de
tecnologías de transformación a energías finales.
España está en la cola de la Unión Europea en
términos de autoabastecimiento de combustibles
fósiles.
• Baja capacidad de las interconexiones energéticas con
Europa, donde España siguen siendo casi una “isla” en
términos energéticos.
• La apuesta por el gas y las energías renovables ha
modificado rápidamente el mix de generación eléctrica,
factor que no ha sido considerado en la política
energética desde una visión del impacto global.
• Ineficiencia de la inversión energética: en total, se han
invertido en apenas diez años más de 70.000 M€
respondiendo a estímulos diversos desconectados
entre sí.
• Mercados intervenidos y precios distorsionados. La
preferencia de despacho de las renovables y la
obligación de quemar carbón nacional distorsionan
profundamente el mercado mayorista.
• Falta de información en la sociedad. La ausencia de
información abierta, clara y completa no facilita el
entendimiento por parte de la sociedad de las grandes
cuestiones energéticas y, por tanto, la sociedad acepta
las soluciones planteadas sin conocer objetivamente y
de antemano su impacto.
El informe plantea una batería de propuestas cuyo
objetivo final es dotar de transparencia a la política
energética, alinear dicha política con los objetivos
nacionales y, en definitiva, que ésta sea coherente con el
resto de las políticas nacionales.
Las propuestas de FAES se rigen por los siguientes
principios que, bajo su entendimiento, son clave en
cualquier política energética y en torno a las cuales se
articulan 40 propuestas detalladas en su informe:
• Alineamiento de las políticas energética y exterior.
• Foco de la política energética a la creación de un
marco de seguridad jurídica y a la adecuada y eficaz
supervisión del funcionamiento de los mercados.
• Dotación de la seguridad jurídica necesaria para el
desarrollo eficiente y libre de los distintos agentes
económicos.
• Excelencia de los órganos reguladores en su función
supervisora e independencia en el desarrollo de sus
responsabilidades.
• Promoción de la competencia.
• Seguridad de suministro sostenible a largo plazo, no
renunciando a ninguna de las tecnologías disponibles.
• Orientación de la política energética a la competitividad
de la industria nacional y del conjunto de la economía.
Conclusiones:
 FAES destaca la inexistencia hasta el momento de una verdadera estrategia energética nacional y entiende que la
política energética ha estado permanentemente condicionada por posiciones ideológicas más que por la racionalidad
fruto del análisis de los hechos y del diseño de opciones realmente viables.
 Pese al cambio en el panorama energético español experimentado en los últimos años, España sigue siendo, de
acuerdo al informe FAES, el país más dependiente energéticamente de las grandes economías de la Unión Europea y el
que tiene una política energética más errática e incoherente.
 El informe realiza un diagnóstico del sector energético español identificando características que no han sido tenidas
en cuenta eficientemente en las políticas energéticas de la última década, las cuales no han sabido responder al cambio
en el paradigma energético nacional e internacional.
 El informe de FAES plantea una batería de propuestas cuyo objetivo final es dotar de claridad a la política energética,
alinear dicha política con los objetivos nacionales y, en definitiva, que ésta sea coherente con el resto de las políticas
nacionales.
Enlaces relacionados


Manual de la energía. Política energética
World Energy Outlook 2013


Seis prioridades para el mercado español de la energía
El riesgo regulatorio en el sector energético. Índice de evaluación de la calidad
regulatoria (ICRE)
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