Hijos de Ira Hijos de Dios

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Hijos de Ira - Hijos de Dios
Hay muchas preguntas que van a ser contestadas hoy, como también afirmaciones sorprendentes que nos
ayudarán a comprender un poco más la completa Justicia de Cristo.
Antes que me tachen de Calvinista, les declaro que no soy Calvinista, ni siquiera admiro en nada a Juan
Calvino, teólogo francés que vivió del 1509 – 1564. Protestante pero déspota, enseñó conceptos equivocados
de Dios, en primer lugar trinitario y en segundo lugar que Dios elige a los que van a ser salvos, y a los demás
no les ofrece misericordia ni salvación. Que Cristo murió solamente por los que van a ser salvos y hasta creía
en el bautismo de infantes. Pero lo peor de este "papa protestante" es que practicó la ejecución de "herejes".
7CBA 60 "Calvino luchó incesantemente con sus adversarios en Ginebra durante los siguientes catorce años.
Más de cincuenta personas fueron deportadas, encarceladas o ejecutadas. El más sensacional de estos casos
fue el de Miguel Servet, médico y teólogo español que fue quemado en 1553. Servet era considerado como
hereje tanto por católicos como por protestantes, porque estaba en desacuerdo con enseñanzas básicas del
cristianismo, especialmente la doctrina de la Trinidad. Calvino, que antes había tenido dificultad con
esta doctrina en su controversia con Bolsec, consideró que era su deber librar a la iglesia cristiana de Servet,
porque resultaba detestable no sólo para él mismo, en Ginebra, sino también para los dirigentes en otras
partes de Suiza, cuya opinión acerca del teólogo español Calvino había solicitado y conseguido.
La condenación de Servet le dio a Calvino una ventaja decisiva en Ginebra, pues desde ese momento su
posición fue indiscutida, y llevó adelante su plan de reformar las costumbres de la iglesia."
Calvino lo asesinó porque Miguel Servet sostenía que Cristo era el Hijo del Dios eterno, y Calvino decía que
Cristo era el Hijo eterno de Dios!
De un lugar de internet rescaté este párrafo de su ejecución: "La leña estaba verde y la quema resultó ser
lenta. Pasó mucho tiempo antes de que, agonizando, gritara otra vez: "¡Jesús, Hijo del Dios eterno, ten
misericordia!". Así murió a los cuarenta y cuatro años Miguel Servet Villanovanus, médico, fisiólogo y hereje.
Hubiese podido gritar "¡Jesús, Eterno Hijo de Dios!" en el último momento y se habrían soltado las cadenas,
se le hubiera quitado la corona y se hubiera esparcido la leña. Prefirió mantenerse fiel hasta la muerte a lo
que él consideraba que era la Verdad según la Biblia."
En la otra mano está el Arminianismo es llamado así por Jacobo Armiño, un teólogo holandés que vivió en
1560 – 1609, que enseña que el hombre no es totalmente malo.
No baso mi doctrina en ningún teólogo humano, ni pionero, ni reformador, ni nada semejante!
Mi enseñanza son las Escrituras que son la base de mi fe y práctica!
Lo que voy a enseñar hoy es una Verdad Bíblica incuestionable, pero muy odiada!
Creación del hombre
Dios creó al hombre a través de un acto expreso. Una intervención directa y personal.
Lo creó perfecto, con el poder de reproducirse y para reinar sobre la tierra.
Génesis 1:26-28 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo
animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven
sobre la tierra.
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Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de
vida, y fue el hombre un ser viviente.
Zacarías 12:1 Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la
tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:
Zacarías 12:1 NVI "Esta profecía es la palabra del SEÑOR con respecto a Israel. Afirma el SEÑOR, que
extendió los cielos, que echó los cimientos de la tierra, y que puso en el hombre aliento de vida:
Génesis 5:1-2 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza
de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron
creados.
Lucas 3:38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
El hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios y es dependiente y responsable
ante su Creador.
En su naturaleza y carácter original no existía el pecado, era perfecto, y tenía la
libertad de escoger entre el bien y el mal.
Perfección física + Perfección espiritual = ¡PERFECCIÓN TOTAL!
El Pecado cambió la naturaleza del hombre
Génesis 3:1-24 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había
hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? (2) Y la mujer
respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; (3) pero del fruto del árbol que
está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. (4) Entonces la
serpiente dijo a la mujer: No moriréis; (5) sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (6) Y vio la mujer que el árbol era bueno para
comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y
comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. (7) Entonces fueron abiertos los ojos de
ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron
delantales. (8) Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su
mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. (9) Mas
Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? (10) Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve
miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. (11) Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo?
¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? (12) Y el hombre respondió: La mujer que me diste
por compañera me dio del árbol, y yo comí. (13) Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has
hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. (14) Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto
esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho
andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. (15) Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. (16) A la mujer dijo:
Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para
tu marido, y él se enseñoreará de ti. (17) Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y
comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida. (18) Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
(19) Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues
polvo eres, y al polvo volverás. (20) Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de
todos los vivientes. (21) Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. (22) Y dijo
Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no
alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. (23) Y lo sacó Jehová del
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huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. (24) Echó, pues, fuera al hombre, y puso al
oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar
el camino del árbol de la vida.
Pecado => La Depravación TOTAL del Hombre
“Depravación” significa maldad; corrupción; la perversidad propia del hombre
degenerado.
Definiciones según la Real Academia Española
Enfermedad: Alteración más o menos grave de la salud.
Muerte: Cesación o término de la vida.
Enfermedad en una contaminación parcial
El Pecado no es una enfermedad!! El pecado es muerte!!
Pecado = Muerte espiritual
Romanos 7:9-11 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo
morí. (10) Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; (11)
porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
Romanos 7:13-14 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino
que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de
que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. (14) Porque sabemos que
la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
1 Timoteo 5:6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.
Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
¡No estamos enfermos espiritualmente!
¡Estamos muertos espiritualmente!!
Desobedeciendo a Dios, el hombre cayó en pecado, perdiendo su perfección física y espiritual.
Como consecuencia acarreó sobre sí mismo y sobre todos sus descendientes el castigo por el pecado
que es la muerte.
Desde Adán, cada hombre nace con una naturaleza pecadora inherente, y llega a ser pecador en
pensamiento, palabra y obra.
Todos los hombres están bajo la misma condenación de Dios y son incapaces de salvarse a sí
mismos o presentar buenas obras delante de Dios.
Mateo 23:27-28 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de
huesos de muertos y de toda inmundicia. (28) Así también vosotros por fuera, a la verdad, os
mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
Romanos 5:12-21 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (13) Pues
antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. (14) No
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obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la
transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. (15) Pero el don no fue como la transgresión;
porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la
gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. (16) Y con el don no sucede como en el caso
de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el
don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. (17) Pues si por la transgresión de uno solo
reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la
gracia y del don de la justicia. (18) Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. (19)
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. (20) Pero la ley
se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la
gracia; (21) para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para
vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
¿De Quién somos hijos por naturaleza?
¿Somos pecadores porque pecamos o pecamos porque somos pecadores?
Efesios 2:1-3 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
(2) en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, (3) entre los cuales también
todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne
y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Efesios 2:11-12 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais
llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. (12) En aquel tiempo
estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin
esperanza y sin Dios en el mundo.
La naturaleza pecaminosa del hombre sólo puede engendrar seres pecaminosos,
depravados y degenerados, física y espiritualmente, a imagen de su progenitor,
siempre predispuestos a pecar.
Antes del diluvio
Génesis 5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su
imagen, y llamó su nombre Set.
Génesis 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio
de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Después del diluvio
Génesis 8:21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra
por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni
volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
Salmos 51:5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
Job 14:4 ¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.
Salmos 58:3 Se apartaron los impíos desde la matriz; Se descarriaron hablando mentira
desde que nacieron.
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Romanos 3:9-18 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. (10) Como está escrito: No hay justo, ni aun
uno; (11) No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. (12) Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (13) Sepulcro abierto es su
garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; (14) Su boca está llena de
maldición y de amargura. (15) Sus pies se apresuran para derramar sangre; (16) Quebranto y desventura
hay en sus caminos; (17) Y no conocieron camino de paz. (18) No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Salmos 14:2-3 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún
entendido, Que buscara a Dios. (3) Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien
haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?
Efesios 4:17-19 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan
en la vanidad de su mente, (18) teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de
Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; (19) los cuales, después que
perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
¿De Quién somos hijos?
Juan 8:37-44 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla
cabida en vosotros. (38) Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído
cerca de vuestro padre.
(39) Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las
obras de Abraham haríais. (40) Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la
cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. (41) Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.
Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. (42) Jesús
entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he
venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. (43) ¿Por qué no entendéis mi lenguaje?
Porque no podéis escuchar mi palabra. (44) Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos
de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de
mentira.
PP 313-314 "Es inevitable que los hijos sufran las consecuencias de la maldad de sus padres,
pero no son castigados por la culpa de sus padres, a no ser que participen de los pecados de éstos. Sin
embargo, generalmente los hijos siguen los pasos de sus padres. Por la herencia y por el ejemplo, los hijos
llegan a ser participantes de los pecados de sus progenitores. Las malas inclinaciones, el apetito
pervertido, la moralidad depravada, además de las enfermedades y la degeneración física, se
transmiten como un legado de padres a hijos, hasta la tercera y cuarta generación."
Somos por naturaleza hijos de Ira = hijos de Satanás!!
La Biblia nunca presenta al hombre como "víctima". Lo presenta como muerto hacia
Dios y entregado a su naturaleza depravada y sirviendo a su padre el diablo.
Nacemos espiritualmente muertos, sin ninguna inclinación a adorar ni amar a Dios!
Un bebé nace con una naturaleza absolutamente degenerada, corrupta y depravada!
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¿Y las obras buenas del ser humano?
Isaías 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como
trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como
viento.
trapo de inmundicia:
H899 begued: cubierta, i.e. ropa; capa, falda, manto, paño real, ropa, trapo, vestido, vestidura.
H5708 ed: flujo menstrual (por periódico); por impl. (en plural) ensuciar:- inmundicia.
Salmos 39:5 He aquí, diste a mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente
es completa vanidad todo hombre que vive.
Mateo 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?
Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
"malos": G4190 πονηρός ponerós
dañino, i.e. malo, mal (propiamente en efecto o influencia, y por eso difiriendo de G2556, que se refiere más
bien a carácter esencial, al igual que de G4550, que indica degeneración de la virtud original);
figurativamente calamitoso; también (pasivamente) enfermo, i.e. con enfermedad; pero específicamente
(moralmente) culpable, i.e. delincuente, vicioso, facineroso; neutro (singular) trastada, malicia, o (plural)
culpa; masculino (singular) el diablo, o (plural) pecador:- peor, perverso, perversa, crimen enorme, envidia,
mal, maldad, maligno, maligna, malo, mala, malvado, malvada, malas cosas.
Buenas obras y justicias humanas = Trapo de menstruación = Vanidad !!
Todas las "buenas obras" que podemos presentar son inmundas ante la Justicia de Dios!!
Todas las "buenas obras" las hacemos por vanidad y para nuestra conveniencia!!
Resumen:
1- La Depravación Total del Hombre no es que el Hombre ha caído a un cierto grado, pero está
colgando de un hilo de la destrucción total. No, el Hombre ha caído totalmente en el pecado; y debido a esto,
TODO del Hombre es caído y que absolutamente no hay alguna cosa del Hombre que es exento de la
Depravación Total. Todos y cada uno de nosotros nace en esta condición, no sólo porque hemos sido
concebidos en pecado (Salmos 51:5), pero también "por la desobediencia de un hombre (Adán) los muchos
(la raza humana) fueron constituidos pecadores" (Romanos 5:19). A causa del pecado de Adán toda la raza
humana fue constituida como pecadora. Toda la moralidad, la religión, la educación, o las filosofías no nos
pueden levantar un ápice de nuestro estado caído. Cuando Dios mira hacia abajo sobre la raza humana Él ve
que “Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni
siquiera uno.” (Salmos 14:3).
2- La Depravación Total del Hombre muestra que el Hombre está espiritualmente muerto, es decir, no
tiene vida espiritual porque está “ajeno de la vida de Dios" (Efesios 4:18). El Hombre ya no participa más de
la Vida de Dios y está enemistado de ella a causa del pecado. Por eso se dice del hombre natural al nacer en
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este mundo como estando "muerto en delitos y pecados" (Efesios 2:1,5). Como tales, todos nosotros al
momento de la concepción estamos muertos en el pecado. Esto quiere decir que estando espiritualmente
muertos, todo lo que sale de nosotros es nauseabundo y ofensivo a Dios; porque, "¿Quién hará limpio a lo
inmundo? Nadie" (Job 14:4). Se puede decir de nosotros como el Señor Jesús dijo a los pastores de su época:
"Sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas de por
dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia" (Mateo 23:27). ¡Eso es lo que significa
estar espiritualmente muerto!
3- La Depravación Total del Hombre es que el Hombre odia a Dios y no quiere nada que tenga que ver
con Él. Es verdad que el Hombre en su estado natural quizás sea religioso, y esto es muy obvio, y declara que
él ama a su "dios", pero no al Dios Verdadero de las Escrituras, porque ella nos declara que el Hombre en su
naturaleza pecadora es "aborrecedor de Dios" (Romanos 1:30), y "Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros,
Porque no queremos el conocimiento de tus caminos. ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y
de qué nos aprovechará que oremos a él?” (Job 21:14,15). Es imposible para el Hombre en su estado natural,
el cual es depravado totalmente, "amar…al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente, y con todas tus fuerzas" (Marcos 12:30). Debido a nuestra naturaleza pecadora, no hay amor
para Dios en nosotros para amarle; y por supuesto, no hay un deseo en nosotros para servirle y para vivir
para Él. Somos como "el necio" que "dijo…en su corazón: No hay Dios" (Salmos 14:1); o como ésos en Salmos
10:4 "El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos."
4- El Hombre en su Depravación Total está esclavizado por el pecado; porque “ todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado" (Juan 8:34 y Romanos 6:20). El Hombre es un esclavo del pecado, y el Pecado
es su amo. Esto significa que el TODO del Hombre está bajo su poder; por lo tanto, no hay una parte del
Hombre que no peque, para que pueda reclamar ser libertado de sus cadenas, y como tal no es "libre" para
hacer ninguna otra cosa que sólo pecar. La terrible condición de la humanidad es expresada en Isaías 64:6-7 "
Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos
todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. Nadie hay que invoque tu
nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste
marchitar en poder de nuestras maldades."
¡No nos podemos librar nosotros mismos de esta esclavitud! ¡Así como un esclavo está totalmente atado a
su amo, así somos nosotros como pecadores, totalmente atados a pecar! ¡Hijos de ira!
La Resurrección espiritual
Para que el ser humano desee y pueda obedecer y amar a Dios se necesita una
resurrección espiritual.
Se requiere la poderosa intervención sobrenatural de Cristo!
Esa intervención sobrenatural se llama "GRACIA"
Juan 11:38-44 Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una
piedra puesta encima. (39) Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo:
Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. (40) Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de
Dios? (41) Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo
alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. (42) Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa
de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. (43) Y habiendo dicho esto, clamó
a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! (44) Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el
rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
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Juan 3:3-6 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios. (4) Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso
entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? (5) Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo,
que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (6) Lo que es nacido de
la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Efesios 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
Ezequiel 37:1-6 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio
de un valle que estaba lleno de huesos. (2) Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que
eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. (3) Y me dijo: Hijo de
hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. (4) Me dijo entonces: Profetiza sobre
estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. (5) Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos:
He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. (6) Y pondré tendones sobre vosotros, y
haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis (Primero:
vida); y sabréis (Después: el conocimiento) que yo soy Jehová.
Efesios 2:4-10 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, (5) aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos), (6) y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, (7) para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con
nosotros en Cristo Jesús. (8) Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es
don de Dios; (9) no por obras, para que nadie se gloríe. (10) Porque somos hechura suya, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
¿Quién dijo estas palabras? ¡Saulo!
¿Saulo deseaba seguir a Jesús? ¡NO!
¿Fue iniciativa de Saulo buscar y seguir a Jesús? ¡NO!
¿Había algo bueno en Saulo? ¡NO!
¿Los motivos de defender a su "dios" eran producidos por Cristo? ¡NO!
¿La espiritualidad de Saulo estaba viva? ¡NO!
¿Fue la obra exclusiva de Jesús la conversión de Saulo? ¡SÍ!
Hechos 8:1, 3 Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia
que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la
cárcel.
Hechos 9:1-6 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo
sacerdote, (2) y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o
mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. (3) Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar
cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; (4) y cayendo en tierra, oyó una
voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? (5) Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy
Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. (6) Él, temblando y temeroso, dijo:
Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que
debes hacer.
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Filipenses 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su
buena voluntad.
2 Timoteo 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
La Salvación es 100% obra de Jesús!!!
El Camino a Cristo 16-17 Ellen White "Es imposible que escapemos por nosotros mismos del abismo del
pecado en que estamos sumidos. Nuestro corazón es malo y no lo podemos cambiar. "¿Quién podrá sacar
cosa limpia de inmunda? Ninguno" (Job 14: 4 )"Por cuanto el ánimo carnal es enemistad contra Dios; pues
no está sujeto a la ley de Dios, ni a la verdad lo puede estar" (Romanos 8: 7). La educación, la cultura, el
ejercicio de la voluntad, el esfuerzo humano todos tienen su propia esfera, pero para esto no tienen ningún
poder. Pueden producir una corrección externa de la conducta, pero no pueden cambiar el
corazón; no pueden purificar las fuentes de la vida. Debe haber un poder que obre en el
interior, una vida nueva de lo alto, antes de que el hombre pueda convertirse del pecado a la
santidad. Ese poder es Cristo. Solamente su gracia puede vivificar las facultades muertas del
alma y atraerlas a Dios, a la santidad. El Salvador dijo: "A menos que el hombre naciere de nuevo", a
menos que reciba un corazón nuevo, nuevos deseos, designios y móviles que lo guíen a una nueva vida, "no
puede ver el reino de Dios" (S. Juan 3: 3). La idea de que solamente es necesario desarrollar lo bueno que
existe en el hombre por naturaleza, es un engaño fatal. "El hombre natural no recibe las cosas del Espíritu de
Dios; porque le son insensatez; ni las puede conocer, por cuanto se disciernen espiritualmente" (1 Corintios
2: 14). "No te maravilles de que te dije: os es necesario nacer de nuevo" (S. Juan 3: 7.) De Cristo está escrito:
"En él estaba la vida; y la vida era la luz de los hombres" (S. Juan 1: 4), el único "nombre debajo del cielo
dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos" (Hechos 4: 12).
TM 14 (18) Ellen White "El Señor Jesús está realizando experimentos en los corazones humanos por
medio de la manifestación de su misericordia y abundante gracia. Está realizando transformaciones tan
sorprendentes que Satanás, con toda su triunfante jactancia, con toda su confederación del mal unida contra
Dios y las leyes de su gobierno, se detiene para mirarla como una fortaleza inexpugnable ante sus sofismas y
engaños. Son para él un misterio incomprensible. Los ángeles de Dios, serafines y querubines, los poderes
comisionados para cooperar con los agentes humanos, contemplan con asombro y gozo, cómo
hombres caídos, una vez hijos de la ira, están desarrollando, por la enseñanza de Cristo, caracteres a la
semejanza divina, para ser hijos e hijas de Dios, para desempeñar una parte importante en las ocupaciones
del cielo.
TM 46-47 (49-50) Ellen White "El mundo es un laboratorio en el cual, por medio de la cooperación de
los agentes humanos con los divinos, Jesús está realizando experimentos en los corazones humanos por
medio de su gracia y divina misericordia. Los ángeles están pasmados al contemplar la transformación de
carácter realizada en los que se someten a Dios, y expresan su gozo en cánticos de arrobadoras alabanzas a
Dios y al Cordero. Ven a aquellos que por naturaleza son hijos de ira, convertidos. Los ven
colaborando juntamente con Cristo en llevar las almas a Dios. Ven cómo los que estaban en tinieblas
se transforman en luces para brillar en medio de la noche moral de esta generación malvada y
perversa. Los ven preparados, por una experiencia que reproduce la de Cristo, para sufrir con su Señor, y
más tarde para ser participantes con él en su gloria celestial.
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Dios nos adopta como hijos!
Romanos 8:1-27 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (2) Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (3) Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne; (4) para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu. (5) Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los
que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. (6) Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse
del Espíritu es vida y paz. (7) Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; (8) y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
(9) Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. (10) Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo
en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. (11) Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. (12) Así que, hermanos,
deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; (13) porque si vivís conforme a la
carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. (14) Porque todos los
que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. (15) Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción,
por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (16) El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios. (17) Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es
que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. (18) Pues tengo por
cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha
de manifestarse. (19) Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de
Dios. (20) Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la
sujetó en esperanza; (21) porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a
la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (22) Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está
con dolores de parto hasta ahora; (23) y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las
primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la
redención de nuestro cuerpo. (24) Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es
esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? (25) Pero si esperamos lo que no vemos, con
paciencia lo aguardamos. (26) Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos
indecibles. (27) Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a
la voluntad de Dios intercede por los santos.
Gálatas 5:16-26 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (17) Porque el
deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que
no hagáis lo que quisiereis. (18) Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. (19) Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, (20) idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, (21) envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (22) Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, (23) mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (24) Pero
los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (25) Si vivimos por el Espíritu,
andemos también por el Espíritu. (26) No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros.
1 Juan 3:1-2 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto
el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. (2) Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se
ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es.
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Gálatas 4:4-7 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley, (5) para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción
de hijos. (6) Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama:
¡Abba, Padre! (7) Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por
medio de Cristo.
Efesios 1:3-14 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, (4) según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, (5) en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, (6) para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, (7) en quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, (8) que hizo sobreabundar para con
nosotros en toda sabiduría e inteligencia, (9) dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, (10) de reunir todas las cosas en Cristo, en la
dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.
(11) En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas
las cosas según el designio de su voluntad, (12) a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los
que primeramente esperábamos en Cristo. (13) En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad,
el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa, (14) que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para
alabanza de su gloria.
La Educación 28 Ellen White "A CAUSA del pecado, el hombre quedó separado de Dios. De no haber
mediado el plan de la redención, hubiera tenido que sufrir la separación eterna de Dios, y las tinieblas de una
noche sin fin. El sacrificio de Cristo permite que se reanude la comunión con Dios. Personalmente no
podemos acercarnos a su presencia; nuestra naturaleza pecadora no nos permite mirar su rostro, pero
podemos contemplarlo y tener comunión con él por medio de Jesús, el Salvador."
TM 268-269 (264-265) Ellen White "La redención es parte de la naturaleza divina. Es prerrogativa de
Dios tener que reconstruir, no destruir. El Hijo de Dios fue entregado a la muerte antes de la fundación del
mundo. La existencia del pecado es inexplicable; por lo tanto ni una sola alma sabe lo que es
Dios antes que se vea a la luz reflejada de la cruz del Calvario, y se deteste a sí misma como
pecadora en la amargura de su alma. Cuando su alma clame en gran necesidad por un Salvador que
perdona el pecado, entonces Dios se revela lleno de gracia, pleno de compasión, perdón y amor, longánime y
paciente. Individualmente, como miembros de iglesia, si somos fieles siervos de Jesucristo, somos también
obreros juntamente con Dios."
1T 304-305 Ellen White "La santificación no es obra de un momento, una hora o un día. Es un
crecimiento continuo en la gracia. No sabemos un día cuán intenso será nuestro conflicto al día siguiente.
Satanás vive, es activo y cada día necesitamos clamar fervorosamente a Dios por ayuda y fortaleza para
resistirle. Mientras reine Satanás tendremos que subyugar el yo, tendremos asedios que vencer, y no habrá
punto en que detenerse, donde podamos decir que hemos alcanzado la plena victoria.
"No que lo haya alcanzado ya, ni que sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual
fui también asido por Cristo Jesús" (Fil. 3:12).
La vida cristiana es una marcha constante hacia adelante. Jesús está sentado para refinar y purificar
a sus hijos; y cuando su imagen se refleja perfectamente en ellos, son perfectos y santos, preparados para la
traslación. Se requiere del cristiano una obra grande. Se nos exhorta a purificarnos de toda inmundicia de la
carne y del espíritu, y a perfeccionar la santidad en el temor de Dios. En esto vemos en qué estriba la gran
labor. Hay trabajo constante para el cristiano. Todo sarmiento de la cepa debe obtener de ella vida y fuerza a
fin de dar fruto.
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El hombre caído es el cautivo legítimo de Satanás. La misión de Cristo consistió en rescatarlo del
poder de su gran adversario. El hombre se inclina por naturaleza a seguir las sugestiones de
Satanás, y no puede resistir con éxito a un enemigo tan terrible, a menos que Cristo, el
poderoso Conquistador, more en él, guíe sus deseos y le fortalezca. Únicamente Dios puede
limitar el poder de Satanás. Este va de aquí para allá por la tierra, recorriéndola de un lado al otro. Ni por un
solo instante está desprevenido, por temor a perder una oportunidad de destruir las almas. Es importante
que los hijos de Dios entiendan esto a fin de poder evitar sus trampas."
Lucas 7:44-50 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para
mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. (45) No me diste
beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. (46) No ungiste mi cabeza con aceite; mas
ésta ha ungido con perfume mis pies. (47) Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados,
porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. (48) Y a ella le dijo: Tus pecados te
son perdonados. (49) Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién
es éste, que también perdona pecados? (50) Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz.
¿Por qué es tan importante que comprendamos esta verdad de la total depravación? ¿Por qué
enfatizar la terrible corrupción del hombre? Porque si no comprendemos nuestra naturaleza caída
no podemos entender la expiación de la cruz correctamente.
El que no comprenda que el hombre es totalmente depravado y espiritualmente muerto, no
comprenderá nunca la Justicia Perfecta de Cristo y la Soberanía de Dios, quién hace todas las cosas
en armonía con Su propia voluntad.
Debemos vivir y caminar en la conciencia de la depravación del hombre natural. Nunca admirar lo
que el mundo es y lo que el mundo produce.
Reconocer que todos los hombres, incluidos nosotros, por naturaleza, estamos muertos en el
pecado. En mi carne, dijo Pablo no hay nada bueno, y entonces comprender que somos redimidos
sólo y exclusivamente a través de la sangre del Cordero.
Toda la Gloria y Alabanza sea para Yeshúa ha Mashiaj!!
Amén!
Cristian Silva
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EXTRA
3MS 403-407 52 La Impecabilidad y la Salvación
La pretensión de impecabilidad*
Dice Juan, hablando del engañador que hace grandes milagros: Él hará una imagen de la bestia, y hará que
todos reciban su marca. ¿Queréis considerar este asunto? Escudriñad las Escrituras, y ved. Aparecerá un
poder engañador, y será cuando los hombres pretendan que poseen la santificación y santidad, elevándose
más y más alto y jactándose de sí mismos.
Mirad a Moisés y a los profetas; mirad a Daniel, a José y a Elías. Mirad a estos hombres, y halladme una sola
frase donde ellos hayan pretendido alguna vez ser impecables. Precisamente el alma que se halla en estrecha
relación con Cristo, contemplando su pureza y excelencia, caerá avergonzada delante de él.
Daniel era un hombre a quien Dios había dado gran capacidad y conocimiento, y cuando ayunó, el ángel vino
a verlo y le dijo: "Tú eres muy amado"(Dan. 9:23). Y él cayó postrado delante del ángel. No dijo: "Señor, he
sido muy fiel a ti, y he hecho todas las cosas para honrarte y defender tu palabra y tu nombre. Señor, tú sabes
cuán fiel he sido en la mesa del rey, y cómo mantuve mi integridad cuando me echaron en el foso de los
leones". ¿Fue ésa la manera en que Daniel oró a Dios?
No; él oró y confesó sus pecados, y dijo: Escucha, Señor, y líbrame. Nos hemos apartado de tu palabra y
hemos pecado. Y cuando vio al ángel, dijo: Mi gracia se tornó en corrupción. No pudo mirar la cara del ángel,
y no quedaron en él fuerzas. Su fortaleza lo había abandonado. Pero cuando el ángel vino a él cayó sobre sus
rodillas, y no lo pudo mirar. Luego el ángel vino a él con la apariencia de un hombre, y entonces pudo resistir
la escena.
Solamente los que están lejos de Cristo pretenden ser impecables.¿Por qué existen tantos que pretenden ser santos y sin pecado? Es porque están muy lejos de Cristo. Yo
nunca me he atrevido a pretender una cosa semejante. Desde el tiempo en que tenía catorce años, si llegaba a
conocer la voluntad de Dios, estaba dispuesta a hacerla. Pero nunca me habéis oído decir que yo soy sin
pecado. Los que obtienen una visión de la bondad y el exaltado carácter de Cristo Jesús, quien era santo y
elevado, y cuya estela llena el templo, nunca dirán que están santificados. Sin embargo tenemos que
encontrarnos con personas que dicen tales cosas y mucho más (Manuscrito 5, 1885).
Declárelo Dios y no los hombresDeseo decir a todo aquel a quien le ha sido revelada la gloria de Dios: "Ud. nunca tendrá la menor inclinación
a decir: 'Yo soy santo; estoy santificado' ".
Después de haber tenido mi primera visión de gloria, no podía discernir ni siquiera la luz más brillante. Se
creía que había perdido la vista, pero cuando de nuevo me acostumbré a las cosas de este mundo, pude volver
a ver. Esta es la razón por la cual os digo que nunca os jactéis, diciendo: "Yo soy santo; estoy santificado",
porque ésa es la evidencia más segura de que no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios. Permitid que
Dios lo escriba en sus libros, si él quiere; pero vosotros nunca debéis expresarlo.
Nunca me he atrevido a decir: "Yo soy santa; estoy sin pecado", pero todo lo que he creído que era la voluntad
de Dios he tratado de hacer con todo mi corazón, y tengo la dulce paz de Dios en mi ser. Puedo encomendar
el cuidado de mi alma a Dios como a un Creador fiel, y saber que él guardará lo que ha sido confiado a su
cuidado. Mi comida y mi bebida es hacer la voluntad de mi Maestro (Manuscrito 6a, 1886).
No ocurrirá hasta que este cuerpo vil sea transformadoDebemos establecer una enemistad inexorable entre nuestras almas y nuestro adversario; pero debemos abrir
nuestros corazones al poder y la influencia del Espíritu Santo... Necesitamos llegar a ser tan sensibles a
las santas influencias, que el menor susurro de Jesús conmueva nuestras almas hasta que él
esté en nosotros y nosotros en él, viviendo por la fe del Hijo de Dios.
Necesitamos ser refinados, limpiados de toda mundanalidad, hasta que reflejemos la imagen de nuestro
Salvador y lleguemos a ser "participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en
el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Ped. 1:4). Entonces nos deleitaremos en hacer la voluntad de Dios,
y Cristo podrá presentarnos ante el Padre y ante los santos ángeles como aquellos que permanecen en él, y no
se avergonzará de llamarnos sus hermanos.
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Pero no nos jactemos de nuestra santidad. Al tener una visión más clara del inmaculado carácter de Cristo y
de su infinita pureza, nos sentiremos como Daniel cuando contempló la gloria del Señor, y dijo: "Mi fuerza se
cambió en desfallecimiento" (Dan. 10:8).
No podremos decir: "Yo soy impecable", hasta que este cuerpo vil sea transformado a la
semejanza de su cuerpo glorioso. Pero si constantemente tratamos de seguir a Jesús, tenemos la
bendita esperanza de estar en pie delante del trono de Dios, sin mancha ni arruga ni cosa semejante;
completos en Cristo, vestidos con el manto de su justicia y perfección (Signs of times, Times, 23 de marzo de
1888).
Cuando termine el conflictoCuando vengan los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, los pecados del hombre arrepentido, que
ha recibido la gracia de Cristo y ha vencido por la sangre del Cordero, serán quitados de los registros
celestiales y colocados sobre Satanás, el macho cabrío, originador del pecado, y no serán recordados nunca
más contra él... Cuando termine el conflicto de la vida, cuando la armadura sea colocada a los pies de Jesús,
cuando los santos de Dios sean glorificados, entonces, y sólo entonces, será seguro afirmar que
somos salvos y sin pecado (Signs of the Times, 16 de mayo de 1895).
Seguridad de la salvación ahoraEl pecador que perece puede decir: "Soy un pecador perdido; pero Cristo vino a buscar y salvar lo que se
había perdido. Él dice: " no he venido a llamar a justos, sino a pecadores" (Mar. 2:17). Soy pecador, pero
Cristo murió en la cruz del Calvario para salvarme. No necesito permanecer un solo momento más sin ser
salvado. Él murió y resucitó para mi justificación, y me salvará ahora. Acepto el perdón que él ha prometido"
("Justified by Faith" [folleto publicado en 1893], p. 7, [1MS 459]).
El que se arrepiente de sus pecados y acepta el don de la vida del Hijo de Dios, no puede ser vencido. Al asirse
por la fe de la naturaleza divina, llega a ser un hijo de Dios: ora, y cree. Cuando es tentado y probado,
reclama el poder que Cristo le dio con su muerte, y vence por su gracia. Esto necesita
entenderlo todo pecador. Debe arrepentirse de su pecado, debe creer en el poder de Cristo, y
aceptar ese poder para salvarlo y guardarlo del pecado. Cuán agradecidos debiéramos estar por el
don del ejemplo de Cristo (The Review and Herald, 28 de enero de 1909).
No os acongojéis: vuestra esperanza está en Jesús La vida en Cristo es una vida de reposo. Tal vez no haya éxtasis de los sentimientos, pero debe haber una
confianza continua y apacible. Tu esperanza no se cifra en ti mismo, sino en Cristo. Tu debilidad
está unida a su fuerza, tu ignorancia a su sabiduría, tu fragilidad a su eterno poder...
No debemos hacer de nuestro yo el centro de nuestros pensamientos, ni alimentar ansiedad ni temor acerca
de si seremos salvos o no. Todo esto desvía el alma de la Fuente de nuestra fortaleza. Encomendemos a Dios
la custodia de nuestra alma, y confiemos en él. Hablemos del Señor Jesús y pensemos en él. Piérdase en él
nuestra personalidad. Desterremos toda duda; disipemos nuestros temores. Digamos con el apóstol Pablo:
"Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gál. 2:20). Reposemos en Dios. Él puede guardar lo que le hemos
confiado. Si nos ponemos en sus manos, nos hará más que vencedores por medio de Aquel que nos amó (El
camino a Cristo, pp. 70-72).
CS 588-589 "Si al hombre, después de su caída, se le hubiese permitido tener libre acceso al árbol de la vida,
habría vivido para siempre, y así el pecado habría inmortalizado. Pero un querubín y una espada que arroja
llamas guardaban "el camino del árbol de la vida" (Génesis 3: 24), y a ningún miembro de la familia de Adán
le ha sido permitido salvar esta raya y participar de esa fruta de la vida. Por consiguiente no hay ni un solo
pecador inmortal.
Dios nos Cuida 134 Ellen White "Cuán pocos son los que tienen un concepto de la angustia que desgarró
el corazón del Hijo de Dios durante sus treinta años de vida en la tierra. La senda desde el pesebre al Calvario
fue ensombrecida por el dolor y la pena. Fue el varón de dolores y soportó tal quebrantamiento de corazón
que ningún lenguaje humano puede describir. Podría haber dicho en verdad: "Mirad, y ved si hay dolor como
mi dolor que me ha venido" (Lam. 1: 12). Su sufrimiento fue la más profunda angustia del alma; ¿y qué
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hombre pudo haber simpatizado con la angustia del Hijo del Dios infinito? Odiaba el pecado con perfecto
odio, y sin embargo atrajo sobre su alma los pecados de todo el mundo al recorrer la senda del Calvario,
sufriendo el castigo de los transgresores. Sin culpa, llevó el castigo de los culpables; inocente, sin embargo se
ofreció a sí mismo para llevar el castigo por las transgresiones de la ley de Dios. El castigo de los pecados de
cada alma fue llevado por el Hijo del Dios infinito. La culpabilidad de cada pecado hizo sentir su peso sobre
el alma divina del Redentor del mundo. El que no conoció pecado se hizo pecado por nosotros para que
pudiéramos ser hechos justicia de Dios en él. Al tomar la naturaleza humana, se colocó a sí mismo donde fue
herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados, a fin de que por su llaga pudiéramos ser
curados.
En su humanidad, Cristo fue probado por tentaciones tanto más grandes y con tanta mayor
energía persistente de lo que es probado el hombre por el maligno, así como su naturaleza es
superior a la del hombre. Esta es una verdad misteriosa, profunda, que Cristo está unido a la humanidad
por las simpatías más sensitivas. Las malas obras, los malos pensamientos, las malas palabras de cada hijo e
hija de Adán oprimieron su alma divina. Los pecados de los hombres determinaron que se lo castigase a él,
porque había llegado a ser el sustituto del hombre y tomó sobre sí los pecados del mundo. Llevó los pecados
de todo pecador, porque todas las transgresiones se le imputaron... "¿Cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande?" (Heb. 2: 3).
MC 288 "Muchos padres creen que el efecto de las influencias prenatales es cosa de poca monta; pero el
Cielo no las considera así. El mensaje enviado por un ángel de Dios y reiterado en forma solemnísima merece
que le prestemos la mayor atención.
Al hablar a la madre hebrea, Dios se dirige a todas las madres de todos los tiempos. "Ha de guardar -dijo el
ángel- todo lo que le mandé." El bienestar del niño dependerá de los hábitos de la madre. Ella tiene, pues,
que someter sus apetitos y sus pasiones al dominio de los buenos principios. Hay algo que ella debe rehuir,
algo contra lo cual debe luchar si quiere cumplir el propósito que Dios tiene para con ella al darle un hijo. Si,
antes del nacimiento de éste, la madre procura complacerse a sí misma, si es egoísta, impaciente e imperiosa,
estos rasgos de carácter se reflejarán en el temperamento del niño. Así se explica que muchos hijos
hayan recibido por herencia tendencias al mal que son casi irresistibles."
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