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• LA MUERTE DE JULIO ARBOLEDA
Julio Arboleda era el dueño de la Hacienda del Alto (La Bolsa) y de los
esclavos de la región, él le mató el papá y la mamá a un muchacho,
porque ellos estaban pidiendo la libertad y no querían servirle mas de
esclavos, él les cortó a los dos la cabeza, en presencia de todos los
esclavos de la hacienda y esto fue presenciado por el hijo.
El muchacho se aburrió mucho y le pidió a Dios que le diera licencia de
matar a Julio Arboleda. El muchacho se quedó en la hacienda y se
aprendió 4 oraciones: “la de nuestro señor Jesucristo”, “la de la Virgen
del Carmen”, “la del justo Juez” y “la del duende“. Luego se fue donde
un sacerdote que le bendiciera las balas, porque como Julio Arboleda
tenía un vestido antibala, las balas no le entraban porque el tenía pacto
con el diablo, por eso le disparaban y no le entraban las balas ni a él ni
a la mula.
Un día, Julio Arboleda se fue para la Hacienda de Japio, que también era
de él, que está ubicada hoy a un lado de la carretera que une a
Santander de Qulichao con Caloto, él iba escoltado por un grupo de
esclavos, iba sentado en la mula y un esclavo la iba cabrestiando, en
ese tiempo caminaban era por trochas y había monte a un lado y monte
al otro lado.
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Dibujo 1 - LA MUERTE DE JULIO ARBOLEDA
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Entonces, cuando llegaron a la portada de la hacienda, un esclavo le dijo
a Julio Arboleda que le habían puesto un pasquín, él le dijo - léelo a ver
- el esclavo lo leyó y decía:
“NI CRISTO PASO DE LA CRUZ, NI JULIO ARBOLEDA DE AQUÍ”
entonces, Julio Arboleda se agarro a reír, - ja, ja, ja - y en ese momento
sonó un disparo y luego otro y Julio Arboleda cayo muerto y también la
mula. Se pusieron a buscar el que lo había matado y no lo encontraron,
porque el muchacho se puso a rezar la oración del duende y el duende
lo desapareció y nunca supieron quien había sido, entonces allí fue que
quedaron libres todos los esclavos de La Bolsa.
Del libro HISTORIA. CULTURA Y RELATOS DE LA BOLSA
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