Bosques y Garantías REDD+ COP 11, Hyderabad, India, 8 – 19 Octubre 2012 Temas del programa: 11.1 y 13.2 Documentos relevantes: UNEP/CBD/COP/11/24, UNEP/CBD/COP/11/3 Resumen del tema En lugar de enfocarse en el desarrollo de directrices novinculantes para garantías no vinculantes para un régimen REDD+ inherentemente imperfecto, la COP11 debería hacer un llamado a las Partes a utilizar fondos destinados a los bosques para el desarrollo de estrategias que después no conduzcan a arrepentimientos. Estas estrategias incluyen el reconocimiento de los derechos al territorio, al Consentimiento Previo, Libre e Informado (CPLI) y otros derechos de los Pueblos Indígenas y comunidades locales y estrategias que reduzcan la demanda por productos que conducen a la pérdida de bosques. Recapitulación y Recuento Lo que está en riesgo Si bien las Partes al CDB han acordado elaborar un extendido programa de trabajo sobre bosques y biodiversidad, y mientras que los bosques como ecosistemas representan cerca del 80% de la biodiversidad terrestre del planeta y por lo tanto deben tener prioridad en la agenda del CDB, el momentum político de las políticas forestales parece haberse distanciado del CDB hacia otro régimen internacional legalmente vinculante: la Convención Marco de las Naciones Unidas en Cambio Climático (CMNUCC). Desde 2005, las Partes a la CMNUCC se encuentran negociando un acuerdo para la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques y fortalecimiento de reservas de carbono (REDD+). Mientras que el foco central de la CMNUCC está limitada a la emisión de carbono, existe una preocupación importante compartida por gobiernos, partes interesadas, y poseedores de derechos que REDD+ no solamente ignorará los derechos a la tierra de los Pueblos Indígenas y el rol de los boques en proporcionar los sustentos de muchas de las personas más pobres en el mundo,1 sino que también ignorará los aspectos referentes a la biodiversidad. Ya que la única definición de “bosques” que fue acordada dentro del marco del régimen de cambio climático ésta no presta atención a la biodiversidad e incluye plantaciones de árboles así como “áreas temporalmente sin reservas”, no existen garantías de que las políticas de REDD+ contribuirán a la conservación de la biodiversidad. REDD+ también ofrece incentivos a las plantaciones de monocultivos a gran escala de árboles exóticos genéticamente modificados de rápido crecimiento y a menudo, de especies invasoras y de uso intenso de recursos como eucaliptos y pinos que deterioran bosques nativos y biodiversidad no-forestal. Para contrarrestar estas amenazas, cierto número de garantías fueron adoptadas por la CMNUCC aunque no son vinculantes y fueron formuladas de una forma muy genérica. Las Partes al CDB han comenzado a negociar directrices detalladas para que los países implementen la garantía a la biodiversidad, a pesar de que no existe obligación legal para las Partes al CMNUCC de implementar ó incluso aceptar estas directrices. Como resultado de la incoherencia de este régimen, los bosques están en la agenda dos veces en la 11ra Conferencia de las Partes al CDB (COP11): las directrices sobre garantías se discutirán bajo el tema del programa 11.1 mientras que la biodiversidad forestal se discutirá bajo el tema del programa 13.2. El documento de antecedentes y la decisión preliminar para esta última es breve y carece de sustancia y principalmente demuestra cómo el Programa extendido de Trabajo sobre Biodiversidad Forestal ha perdido su momentum político. Las razones por las que el momentum político de los bosques se ha trasladado a la CMNUCC son principalmente financieras: se ha supuesto que REDD+ generará hasta 30 mil millones de dólares americanos al año como apoyo al sector forestal.2 Sin embargo, como lo demostró el taller sobre financiamiento a REDD+ de la CMNUCC (Ago 2012), los países ahora se dan cuenta de que los fondos REDD+ serán “predominantemente públicos”. En la ausencia de cortes de emisiones profundos, el supuesto de que hasta 30 mil millones de dólares al año de fondos REDD+ podrían provenir de un mercado global de carbono ha demostrado ser una fábula. Hasta ahora, se estima que 8 mil millones de dólares de fondos públicos se han comprometido y/ó redireccionado a partir de fondos forestales existentes para que los países en desarrollo se “preparen” para el régimen REDD+, pero la pregunta recurrente es “Preparados para Qué?”3 Tal como señaló México durante las pasadas negociaciones climáticas en Agosto de 2012, hay un “silencio ensordecedor” respecto al financiamiento a mediano plazo para la mitigación climática. Resulta igualmente preocupante la tendencia de las inversiones dirigidas por el norte hacia países con bosques tropicales para la creación de mercados en la “bioeconomía” que otorga precios y comercializa una gama más amplia de funciones forestales fundamentales como el agua y la misma biodiversidad intentando integrar el valor incalculable de los bosques a los mercados financieros. 2 E.g. Peskett, L., Huberman, D., Bowen-Jones, E., Edwards, G. and Brown, J., 2008. Making REDD work for the Poor. Overseas Development Institute and IUCN, London, UK. 1 Ver por ejemplo, la presentación de los Países Menos Desarrollados durante el taller sobre financiamiento REDD+ de la CMNUCC de Agosto 2012: 3 Dinamarca durante la reunion del Fondo Cooperativo para el Carbono http://unfccc.int/meetings/bangkok_aug_2012/workshop/7028.php de los Bosques en Marzo de 2012. Informes de la Alianza CBD Alliance para la COP11 www.cbdalliance.org Propuestas para la COP11 Las Partes a la COP11 deben: Ya que la conservación de los bosques no puede esperar hasta que un régimen climático incierto entre en vigencia, como mucho en 2020, existe una necesidad muy clara para desarrollar estrategias “sin arrepentimientos”: reconociendo los derechos y gobernanza de Pueblos Indígenas y comunidades dependientes del bosque sobre sus territorios y áreas, mejorando la aplicación de leyes y acuerdos forestales y de derechos humanos, incluyendo derechos al CPLI de Pueblos Indígenas y la Distribución de Beneficios que se encuentran amenazados por proyectos destructivos como carreteras, hidroeléctricas, minería y monocultivos para bioenergía, y redirigiendo incentivos perversos para reducir la demanda y la producción de materias primas que destruyen bosques, como bioenergía, aceite de palma, madera, caucho y carne. Estas estrategias seguramente abordarán directamente las causas subyacentes de la deforestación. • Reconocer y fortalecer los territorios de conservación por parte de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (TICCAs), y otras iniciativas comunitarias sobre conservación y restauración forestal; La elaboración e implementación participativa de estos regímenes pueden ser fácilmente financiada por medio de fondos existentes para la preparación de REDD+, y conducirá a mejoras en las políticas forestales sin importar el futuro financiero incierto de REDD+. Las muchas recomendaciones políticas que ya han sido desarrolladas por el CDB, no sólo en el campo de la biodiversidad forestal sino que también en relación a la implementación de los artículos 8(j) sobre conocimiento tradicional, el artículo 10(c) sobre uso sostenible, y el artículo 13 sobre incentivos, pueden brindar herramientas muy útiles en este sentido. Entre tanto, es claro que persiste una necesidad urgente para acordar a nivel internacional una definición que reconozca los bosques como un ecosistema y que es crucial para los pueblos dependientes de éstos. Si bien desarrollar y adoptar directrices para las garantías a la biodiversidad para la CMNUCC puede sin duda servir como ayuda potencial, si es que este organismo está dispuesto a aceptar el consejo, el CDB ante todo debe exhortar a las Partes a asegurar coherencia en sus políticas forestales e implementar las recomendaciones políticas existentes del CDB dentro del marco de sus programas nacionales REDD+, incluyendo especialmente las recomendaciones que promueven políticas financieramente sostenibles y “sin arrepentimientos”. • Establecer políticas para fomentar el fortalecimiento de leyes y acuerdos forestales y de derechos humanos existentes, incluyendo el Consentimiento Previo, Libre e Informado; • Abordar los causantes de la pérdida de bosques como la producción de bioenergía, madera, aceite de palma, caucho y carne a gran escala ó industrial, así como el consumo. Debido a que los impactos de estos productos se basan en cantidad más que en calidad, los estándares y esquemas de certificación como FSC y RSPO, tienen muy poco por contribuir; éstos legitiman el modelo a gran escala, industrial y de monocultivos que garantiza las enormes cantidades hoy producidas mientras dicho modelo, por definición, causa numerosos impactos. Por otra parte, existe una clara necesidad para redirigir esquemas de incentivos perversos que promueven dicha producción y establecer reglamentos, programas educativos y otros incentivos que reduzcan el consumo de estos productos a niveles sostenibles y que promuevan alternativas mantenidas localmente en los principales países consumistas. • Adoptar una definición de bosques que reconozca los bosques como un ecosistema con su diversidad natural y la participación de las personas que dependen del bosque; • Adoptar una definición de manejo forestal sostenible que asegure el cumplimiento con el CDB y sus Objetivos de Aichi, y así asegure la conservación de la biodiversidad forestal, incluyendo de bosques primarios. Mayor información: Para mayor información puede contactar a Simone Lovera - [email protected] Winnie Overbeek - [email protected] Teresa Perez - [email protected] y Anke Weisheit - [email protected] Websites: www.globalforestcoalition.org www.wrm.org.uy La Alianza del Convenio en Diversidad Biológica (Alianza CDB) es una red de activistas y representantes de ONGs, OBs, movimientos sociales y organizaciones de Pueblos Indígenas defendiendo una mejor y más informada participación en los procesos del CDB. Para mayor información acerca de la Alianza CDB contactar con Tasneem Balasinorwala [email protected] ó ir a www.cbdalliance.org Informes de la Alianza CBD Alliance para la COP11 www.cbdalliance.org