Documento 116142

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SOLUCIONARIO A LAS PRUEBAS DE ACCESO A LA UNIVERSIDAD
PROPUESTAS POR LAS UNIVERSIDADES ANDALUZAS
Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Melilla
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SOLUCIÓN AL EXAMEN DE COMPOSICIÓN DE TEXTO
FILOSÓFICO
1.El texto que vamos a comentar pertenece al libro VI de la “República” de Platón. En
dicho texto aparecen las expresiones “lo que es” y “que nace y perece”. La primera hace
referencia a la verdadera realidad de las cosas, a su esencia. Esto es lo que Platón llamaba las
ideas que se caracterizan básicamente porque no cambian, son eternas e inmutables. Las ideas
pertenecen al ámbito de lo inteligible y, por tanto, sólo se pueden ver o conocer a través del
alma racional.
Lo “que nace y perece” son las cosas sensibles, cambiantes de nuestro mundo. Para
Platón, sólo son un reflejo de la verdadera realidad, una copia, una imitación de las ideas. Lo
“que nace y perece”, lo que surge, cambia y luego desaparece no puede ser la verdadera
realidad o esencia de las cosas. Platón, desengañado de este mundo, pensaba que la
verdadera realidad está más allá de este mundo sensible, el cual sólo es un débil reflejo del
otro.
2.El tema del texto es por tanto el dualismo epistemológico que Platón establece entre
el verdadero conocimiento y la opinión que se corresponde con el dualismo metafísico entre el
mundo sensible y el mundo inteligible (o mundo de las ideas).
El verdadero conocimiento es aquel que no cambia, puesto que su objeto son lo
inteligible y se corresponde, por tanto, con el mundo de las ideas. Mientras que la opinión es
algo cambiante puesto que su objeto es lo sensible, lo cambiante, lo que nace y perece. Como
dice el texto, el alma racional conoce las verdaderas esencias inteligibles, sobre las cuales brilla
la luz de la verdad (y, podríamos añadir que en último término del Bien). Mientras que al
dejarse llevar por lo sensible cae en la oscuridad y la confusión de las opiniones cambiantes.
Platón utiliza a menudo, símbolos, analogías y alegorías para explicar mejor sus teorías
filosóficas. En el texto vemos que hace una analogía, o comparación, entre los ojos con los que
vemos y el alma con el que conocemos. La luz del día gracias a la cual vemos se compara con
la verdad gracias a la cual conocemos. Luz que proviene del sol, que es lo que Platón utiliza
como analogía de la idea de Bien.
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Por tanto, podemos concluir que el tema del texto se enmarca en la analogía del sol
que Platón realiza la “República”. Aunque luego lo veremos con más detalle dentro de la
justificación teórica, ahora podemos avanzar un bosquejo de dicha analogía. En ella, Platón
compara la idea de bien (la superior de todas las ideas, la cúspide del mundo de las ideas) con
el sol, el astro rey. El sol ilumina las cosas, las cuales viven gracias a su calor y son conocidas
por su luz. De igual manera, la idea de bien irradia sobre las demás ideas garantizando la
existencia y el orden de las mismas.
Pero todo esto, se entenderá mejor si lo relacionamos con la teoría del autor, en lo que
supone la justificación del tema del texto. Platón estableció lo que denominamos una teoría
filosófica dualista ya que defendía la existencia de dos mundos distintos, aunque con cierta
semejanza y relación. Hay que aclarar que veremos la parte ontológica y gnoseológica de la
filosofía platónica, dejando de lado la vertiente antropológica o política.
El mundo en el que vivimos, como decía Heráclito, es un mundo en constante
movimiento. Nada permanece eternamente. ¡Hasta las estrellas nacen y mueren! ¡Cómo no la
vida efímera de una persona y las más aún efímeras experiencias que vivimos! Por tanto, todas
las cosas sensibles de nuestro mundo tienen principio y fin.
Este mundo se caracteriza también por la predominancia los objetos sensibles, es
decir, los que podemos ver, tocar, oir, oler o sentir como las mesas, los cuerpos humanos, los
animales, las plantas, etc. Y también se trata de un mundo de diversidad porque de cada cosa
existen muchos tipos (mesas grandes, chicas, verdes, blancas, de madera o metal, etc.).
También existen cosas inteligibles como el amor, la amistad, la música o las matemáticas. Que
son cosas que nos sirven de enlace para llegar al otro mundo, el mundo inteligible o mundo de
las ideas.
El mundo de las ideas que se encuentra formado por las ideas, las verdaderas esencias
de las cosas. La característica más importante de las ideas es que no cambian, son eternas.
Para Platón, lo verdaderamente existente no puede cambiar (ser y dejar de ser o viceversa).
Aquí vemos la influencia de Parménides.
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Otra característica de las ideas es que son únicas mientras que las cosas sensibles son
múltiples y diversas. Por ejemplo, existen muchos tipos de mesas (grandes, chicas, amarillas,
verdes o blancas), pero sólo una esencia de la mesa, una idea de mesa. ¿Cuál es la relación
entre las ideas y las cosas sensibles? Platón nos dice que las cosas imitan, participan de las
ideas. Es decir, se parecen pero sin llegar a ser, son como una imitación pero que también
tiene algo de verdadero, participan de las cosas, y por eso se parecen.
Por último, podemos decir que entre las ideas existe una jerarquía. Las ideas menos
importantes son las de cosas sensibles como la idea de mesa, la idea de una planta o la idea de
un animal. Más importante es la idea de hombre, ya que el hombre, además de su parte
sensible, tiene otra parte inteligible (el alma racional). Luego vienen las ideas de cosas
inteligibles como la música o las matemáticas (que son superiores a la idea de hombre porque
no tienen mezcladas en ellas nada sensible). Por último están las ideas más importantes como
la idea de amor, belleza o justicia. Y sobre todas ellas la idea de Bien.
Platón intenta, en la “República”, facilitar la comprensión de su teoría con la analogía
del sol, la analogía de la línea y la alegoría o mito de la caverna. La analogía del sol, que
recordemos que encuadra el tema del texto, es aquel que compara al sol con la idea de Bien.
Como en su diálogos, aún no entendían lo que Platón, en boca de Sócrates, les
contaba, pasa a explicar la analogía de la línea. Pone como ejemplo una línea que se corta en
dos mitades desiguales y éstas a su vez en otras dos. La primera mitad dice que corresponde a
la opinión (doxa) de las cosas sensibles. Ésta se subdivide a su vez en imaginación (eikasía) y
sensibilidad (pistis). La imaginación es el grado más bajo de la opinión puesto que se fija en
una copia de las cosas (copias de las ideas), como ocurre por ejmplo en el arte. La sensiblidad
es una opinión más fiable porque al menos se fija directamente en las cosas.
La otra mitad de la línea corresponde al conocimiento (episteme) o ciencia. Ésta se
subdivide también en dos partes: las matemáticas (dianoia) y la filosofía o dialéctica (noesis).
La primera estudia los objetos matemáticos, mientras que la segunda es el conocimiento de las
mismas ideas. Por tanto, el ser humano, a través de la educación y de su alma racional, puede
llegar a conocer el mundo de las ideas, puesto que el alma racional es, al fin y al cabo, parte de
ese mundo.
Por último, Platón expone el mito de la caverna, de gran riqueza, donde podemos ver
reflejada gran parte de su teoría. Cuenta que unos hombres viven encadenados desde
pequeños sin poder ver otra cosa que sombras de objetos que unos esclavos portan detrás de
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ellos (una especie de sombras chinescas o quizás un adelanto del cine). Para estos prisioneros,
esa sombra es la realidad puesto que nunca han visto otra cosa.
Sin embargo, si uno de ellos pudiera escaparse, se daría cuenta de que lo que antes
veía sólo eran sombras bidimensionales de otros objetos tridimensionales hechos de arcilla
que portan los esclavos. Si aún consiguiera salir de la cueva, entonces se quedaría primero
cegado ante tanta luz, pero tapándose algo los ojos, podría ver ciertos reflejos o sombras de
las cosas. Al acostumbrarse a la luz podría ver todas las cosas e, incluso finalmente, mirar al
sol.
La simbología es clara. Los prisioneros somos todos, que vivimos en un mundo
sensible, oscuro, confuso. Pero hay esperanza, si alguno se guía por el alma racional podrá salir
de la cueva al mundo inteligible, el verdadero. El problema es que si vuelve a la cueva y cuenta
lo descubierto a sus antiguos compañeros, Platón dice que lo tomarían por loco e incluso
querrían matarlo. Con esto terminamos este punto y pasamos a la contextualización.
3.El contexto histórico de Platón se caracteriza por ser una época de crisis tras una
anterior de esplendor. Nace en Atenas el 427 a. C. y muere en 347 a. C. Atenas era la ciudad
más importante de Grecia, aunque en competencia con Esparta. Tras la victoria de ésta en la
Guerra del Peloponeso se crea para Atenas un gobierno oligárquico vigilado por los espartanos
y dirigido por lo conocidos como Treinta tiranos, dos de los cuales (Critias y Cármides) eran
familiares de Platón. A pesar de su muy interés político, queda decepcionado de este gobierno.
Un año después cae dicho gobierno y vuelve la democracia a Atenas, pero será entonces
cuando condenen a muerte a Sócrates, por lo que Platón no tuvo en buena estima al sistema
democrático y decidió dedicarse a la filosofía mejor que a la política.
El sistema político griego solía ser una democracia de participación directa por parte
de los ciudadanos (frente a los cuales eran excluidos mujeres, jóvenes, extranjeros y, por
supuesto, esclavos). El ámbito de participación era la polis o ciudad-estado que consistía en
una ciudad y sus alrededores (campo, puerto) constituyendo lo necesario para subsitir y
relacionarse con las polis vecinas. Los ciudadanos eran los que participaban en las decisiones
políticas y los que defendían a la ciudad, siendo los centros de gobierno el Consejo y la
Asamblea.
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El contexto cultural de la juventud platónica es el del esplendor del clasicismo griego,
cuando las figuras más importantes de la cultura hacían sus aportaciones o las habían hecho
recientemente. Destacan de aquella época los dramaturgos Sófocles y Euripides, el escultor y
arquitecto Fidias, el historiador Herodoto, el sofista Protágoras y los filósofos Anaxágoras y
Sócrates, e incluso quizás pasara por Atenas el famoso médico Hipócrates.
Por último, podemos decir que el contexto filosófico de Platón viene dado por un lado
por los presocráticos, los primeros filósofos, y por otro lado por el debate que establecieron
los sofistas frente a su maestro Sócrates. De los presocráticos los que más le influyeron fueron
los pitagóricos y Parménides (positivamente) y Heráclito (como adversario). De los pitagóricos
tomó su teoría de la inmortalidad y la transmigración del alma, por la importancia de las
matemáticas dentro del conocimiento y la idea de formar una comunidad filosófica. De
Parménides tomó las características del ser verdadero, eterno e inmutable. Mientras que de
Heráclito tomó las características del mundo sensible: cambiante y perecedero.
A los sofistas debía considerarlos como embaucadores a sueldo, en su mayoría
extranjeros e irrespetuosos con la ciudad. Mientras que a su maestro Sócrates, el pensador
que más le influyó, lo debió considerar como un modelo de virtud y de sabiduría, a pesar de su
modestia de hacerse pasar siempre por un ignorante y su forma humilde, dialogada de
descubrir la verdad.
4.La comparación de Platón puede hacerse prácticamente con cualquier otro filósofo,
puesto que la mayoría están en diálogo con la filosofía platónica, para confirmarla, negarla o
matizarla. En este sentido, Whitehead decía que toda la historia de la filosofía podía
entenderse como un conjunto de notas a pie de páginas escritas sobre la obra de Platón.
Aunque basta compararlo con un filósofo, vamos a hacerlo con varios (el alumno
puede elegir centrase en uno). Ya hemos visto la relación de Platón con los autores anteriores
a él como Pitágoras, Heráclito, Parménides, los sofistas o Sócrates. A continuación veremos
cómo toman a Platón los filósofos posteriores.
El primer filósofo que podemos compara con Platón es a su alumno más destacado,
Aristóteles. Éste sigue la filosofía del maestro al mismo tiempo que realiza una crítica de
muchos aspectos. Ambos son dualistas y mantienen la distinción entre cuerpo y alma, o lo
material y lo formal, como lo llamará Aristóteles. La diferencia es que para éste no tiene
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sentido separar ambas cosas, puesto que siempre van juntas. Cuerpo y alma son distintos pero
siempre están unidos. La forma o esencia de algo va unida a su materia. Yo soy un hombre
material y concreto, pero también llevo dentro de mi la forma o esencia de ser hombre. No
existe una forma o esencia de ser hombre separada de todos los hombres, como creía Platón.
La diferencia es que Aristóteles admite el cambio, el movimiento y la realidad. Una misma
realidad puede ser y no ser. Por ejemplo, una semilla no es un árbol aunque en potencia si lo
sea, es decir, como posibilidad.
En la Edad Media, (San) Agustin de (Hipona) siguió la filosofía de Platón mientras que
(Santo) Tomás de Aquino. En este caso podemos decir que San Agustín también hablaba de
una iluminación como conocimiento, aunque la realidad superior era Dios, no la idea de Bien.
En la Edad Moderna, los continuadores de Platón son los racionalistas mientras que los
contrincantes son los empiristas. Podemos comparar fácilmente a Platón con Descartes siendo
ambos dualistas (cuerpo-alma), dando importancia a la razón y a las matemáticas como
modelo de conocimiento. La diferencia es que la filosofía platónica es realista, es decir, da más
importancia al objeto en el conocimiento o la realidad, mientras que la filosofía cartesiana es
idealista, da más importancia al sujeto.
En la Filosofía contemporánea la importancia de la razón queda exagerada
sobremanera en Hegel y tras él la mayoría de los filósofos apostarán por una filosofía más
crítica e irracionalista. Es el caso de Nietzsche uno de los autores más crítico con Platón. Para
Nietzsche, todos esos conceptos como verdad, inteligencia, conocimiento o alma (razón) son
inventos absurdos de un lenguaje engañador. No existen, ni lo han hecho nunca, ni lo harán
jamás. Son inventos del hombre que ha olvidado que lo había inventado y ahora se han
transformados en verdades. Pero lo único existente son opiniones, sensibilidades, intuiciones,
sentimientos.
Nietzsche lo expresa con su famosa frase “Dios ha muerto”. Con esta paradoja quiere
indicar que dios es un invento que ya no nos hace falta y que debemos superar. Con dios se
refiere tanto a dios, como a la verdad, al alma, a todo ese mundo ideal que se inventó Platón y
que él y luego el cristianismo, intentaron suplantar por este mundo sensible que es el único
que existe. Hay que olvidar esos viejos fantasmas y empezar una nueva vida. Superar la fase de
nihilismo en la que no se cree en nada y uno se encuentra perdido, para cambiar la valoración
de las cosas y llegar a construir un hombre nuevo, el superhombre, libre de todos los prejuicios
anteriores.
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Mi opinión personal es que el mundo de las ideas es difícil de creer como algo real.
¿Dónde está?, ¿cómo surgió? ¿de dónde viene?. El alma, que es consustancial al mundo de las
ideas, sí que nos parece más creíble por estar más asentada en nuestra cultura. Lo que no me
parece correcto es el desprecio con el que Platón trata al mundo sensible, que desde luego
que existe. Por tanto, habría que corregirle a Platón la recuperación del mundo sensible y
reconocerle la intución (que no la demostración) de la existencia de algo más allá.
Podemos definir la filosofía como la sospecha de que las cosas no son como realmente
parecen ser. Y es esa intuición la que Platón explota con gran sabiduría, esa es su importancia y
por ello sigue de actualidad, porque Platón es el corazón mismo de la filosofía, como problema
más que como respuesta. Nos exhorta a que salgamos de la caverna en la que nos
encontramos, a que conozcamos el mundo verdadero. Esa es la aventura. Y hay tantos
enemigos de la filosofía, tantas cavernas: la televisión, las modas, la publicidad, los
convencionalismos sociales, la intoxicación informativa, la apatía, los prejuicios, etc.
Preguntas germinadas por Platón que siguen estando de actualidad son: ¿Cuál es la
verdadera realidad?, ¿Hay algo más allá de lo que conocemos?, (preguntas que nos llevan a
películas como El show de Truman o Matrix)¿Qué nos espera tras la muerte? ¿tenemos un
alma las personas o somos iguales a los animales?
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