¿TENEMOS O NO UN ALMA INMORTAL? INTRODUCCIÓN La religión Católica Apostólica y Romana sostiene la doctrina de que todo ser humano posee una doble personalidad, la corporal y la incorporal llamada Alma. Según la tradición el Alma se desprende de la masa corporal una vez muerto éste, haciendo un viaje etéreo, con rumbo al Limbo, Purgatorio, Infierno o Cielo. También la gran mayoría de los “cristianos nominales” creen en un viaje del Alma, al Cielo o al Infierno (lugar de tormento). Los hindúes creen en la reencarnación. Los musulmanes sostienen de que habrá un juicio después de la muerte, esto ante la presencia de Alá. Según el Islam Alá evaluará el comportamiento de cada persona y según sea el caso, lo remitirá al Infierno o al Paraíso. Los australianos aducen que el espíritu de los seres humanos es indestructible. Los africanos piensan que después de la muerte la gente se transforma en fantasmas. La doctrina de la inmortalidad del Alma es universal. Pocas son las corrientes cristianas en afirmar que la vida consciente del hombre finaliza al morir. La idea de que la vida emocional e intelectual subsiste en un Alma impersonal y etérea separada del cuerpo, viene desde tiempos remotos, pueblos como Babilonia y Egipto. Los que negaron la inmortalidad del Alma fueron Aristóteles (filósofo griego), Epicuro (filósofo griego), Hipócrates (médico griego) y David Hume (filósofo escocés). En cambio los filósofos griegos Sócrates y Platón apoyaron la idea del Alma inmortal. Pitágoras (matemático) sostenía que el Alma era inmortal y hacía un viaje astral. Tales de Mileto (filósofo y matemático) sostenía que no solo los humanos tenían Alma, sino también los animales y las plantas. Zoroastro (fundador de la religión Persa) decía que el Alma del hombre justo goza para siempre, en cambio el impío su Alma vive en tormento. Los egipcios tenían la creencia de la inmortalidad del Alma; ellos pensaban que Osiris sometía a juicio las Almas de los fallecidos; momificaban a sus muertos con la idea que la supervivencia del Alma dependía de la preservación del cuerpo. Babilonia con esta doctrina ejerció una gran influencia en sus alrededores. Orígenes discípulo de Clemente de Alejandría (padre apostólico del tercer siglo), fue el primero en adoptar la inmortalidad del Alma. Agustín de Hipona (354-430 d.C.) fue el pensador más importante del mundo antiguo; sostenía que el Alma era una sustancia espiritual. Tomás de Aquino (teólogo italiano) dio un giro al concepto aristotélico del Alma y aseveró la existencia de la inmortalidad del Alma, probándolo con su tesis del uso de la razón. En la Reforma no hubo nada trascendental con respecto al concepto del Alma. El Corán el libro sagrado del Islam enseña que el hombre tiene Alma, que sigue viviendo tras la muerte. También enseñan sobre la resurrección de los muertos; un día de juicio y el destino final del Alma. ¿tenemos o no un Alma inmortal?. En las siguientes líneas expondremos nuestra posición respecto al tema. ARGUMENTO El término Alma viene del sustantivo hebreo NEFESH, que a su vez se deriva del verbo NAFASH (respirar). Esta palabra se encuentra enunciada 755 veces en el Antiguo Testamento. Probablemente el sentido original de NEFESH haya sido garganta (canal de respiración). La respiración es señal de vida; se considera de esta forma el principio de la vida. En Levítico 17:11 se expresa que la NEFESH (Alma = vida) está en la sangre. En un sentido más amplio NEFESH aplica a todo ser vivo, llámese humano o animal. Bastante se ha cuestionado lo concerniente al espíritu. Este término viene del hebreo RUAJ y del griego PSIJE, cuyo significado nos lleva a “fuerza o poder”. Lo anterior lo podríamos ejemplificar tomando como modelo la corriente eléctrica, que fluye en una máquina de vapor, esta no accionaría sin la corriente, del mismo modo sucedió con el cuerpo de Adán. La contraparte doctrinal de la inmortalidad del Alma era la de los judíos (fariseos), quienes únicamente creyeron en la resurrección de los muertos; esta misma declaración la hizo Jesucristo. La inmortalidad del Alma como el otro Yo inmaterial, ha venido siendo un dogma filosófico de muchas (36) religiones, sectas y denominaciones. A todo esto el punto clave y de partida se encuentra en Génesis 2:7 “ENTONCES JEHOVA DIOS FORMO AL HOMBRE DEL POLVO DE LA TIERRA, Y SOPLO EN SU NARIZ ALIENTO DE VIDA, Y FUE EL HOMBRE UN SER VIVIENTE”. En este texto es notorio la insuflación de la que fue objeto Adán, es más que evidente lo que dio origen a su vida, siendo este su estado material de creación del hombre, nada del otro Yo inmaterial (Alma). Este texto debe cotejarse con 1-Co. 15:45 cuando expresa que Adán fue hecho Alma viviente; también se puede hacer la observación cuando Dios le dictó sentencia a Adán “pues polvo eres y al polvo volverás”. Aquí tampoco existe la evidencia de alguna transferencia o presencia del algún cuerpo inmaterial (Alma). En el libro de Eclesiastés encontramos apoyo a lo anterior al expresarse lo siguiente (9:5-6,10) “porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”. Lo mismo se cita en Salmos 146:4 “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos”. Ezequiel dice que el Alma que pecare esa morirá (18:4). El pensar o sostener la doctrina de que el Alma es incorpórea e inmortal y que además se transfiere a la asignación de espacios; es de todo fantasioso y dantesco (la Divina Comedia de Dante Alighieri). El Alma es la vida en el cuerpo de una persona y esta se expele (aliento) cuando muere, quedando en la memoria histórica del Altísimo para nueva vida (resurrección). Por lo tanto no hay existencia continua y consciente después de la muerte. En Eclesiastés 12:7 encontramos la siguiente declaración: “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”. No hay que olvidar que el espíritu es la fuerza o el poder de la vida, solo Dios tiene el poder de restituirla. El espíritu vuelve a Dios no es otra cosa que vida futura dependiendo totalmente de El. En la vida histórica de Jesús leemos que él tuvo un amigo entrañable de nombre Lázaro quien enfermo de gravedad muere. Jesús al enterarse expresó que su amigo estaba en una condición de dormido, más lo despertaría. Jamás dijo que lo extraditaría o lo evacuaría de un espacio, ya fuera de premio o de castigo. Si acaso Lázaro hubiera estado en el espacio Cielo durante los cuatro días de muerto, hubiera sido injusto haberlo distraído del gozo celestial, para remitirlo a la tierra; o bien del Purgatorio o Infierno hubiera sido chocante para haberlo exonerado del castigo del que ya había sido juzgado. En Mateo 27:52 encontramos algo más significativo y de mayor fondo cuando dice: “y se abrieron los sepulcros, y muchos de cuerpos santos que habían dormido, se levantaron”. Estos hechos ocurrieron cuando Jesús expiró en la cruz. Estas Almas tuvieron que haber estado en el Cielo ya que eran santos; sin embargo observamos que el texto es enfático al referirse que estos cuerpos estaban dormidos y despertaron. Una vez más y en este caso no existe la presencia de Almas en un estado etéreo. Independientemente de los tantos casos en que Jesús despertó a los muertos, también están los de Elías, Eliseo, Pablo, Pedro y otros. Concretando podemos aseverar y sostener que los muertos no tienen el desprendimiento de ninguna sustancia que viaje y vaya a morar a un espacio calificado. Es menester que hagamos una lacónica reflexión respecto a la resurrección. La palabra “resurrección” viene del vocablo griego ANASTASIS, cuyo significado es “acción de ponerse de pie (levantarse) de nuevo”. Este vocablo se ha vertido del hebreo TEJYATH HAMMETHYM, cuyo sentido lleva la de “reanimar a los muertos”. Por lo tanto resurrección sería “levantar a un muerto de su estado inanimado, reactivando su personalidad para un nuevo vivir”. Nuestro Señor Jesucristo a través del apóstol Juan en su capítulo 5 versos 28 y 29 nos refiere lo siguiente: “NO OS MARAVILLEIS DE ESTO; PORQUE VENDRA HORA CUANDO TODOS LOS QUE ESTAN EN LOS SEPULCROS OIRAN SU VOZ; Y LOS QUE HICIERON LO BUENO, SALDRAN A RESURRECCION DE VIDA; MAS LOS QUE HICIERON LO MALO, A RESURRECCION DE CONDENACION”. Esta profecía escatológica no está haciendo mención de que haya Almas en cautiverio o de disfrute paradisíaco, y que en vía de retorno dejen sus posiciones para presentarse y ser de nueva cuenta juzgados, (37) unos para vida y otros para condenación. En estos textos es transparente entender que los cuerpos yacen en el suelo (polvo) en una condición de sueño profundo, para que a la postre sean levantados de su inconciencia, para ser juzgados por primera y única vez. Respecto a este asunto en Ap. 20:13 dice: “Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras”. El Hades del que se hace mención es igual a Infierno (sepultura), no se puede entender un lugar ardiente, simplemente el texto nos está hablando de la resurrección de los muertos, que serán juzgados por vez primera, unos para vida y otros para condenación. El profeta Daniel con cientos de lustros de antelación, ya hacía alusión con respecto a la condición de los muertos, al decir: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (12:2). Lo mismo el profeta Isaías nos dice de la morada y la esperanza de los muertos. “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos” (26:19). Estos hombres de Dios no tenían ni la más remota idea, de que los humanos a su muerte se les desprendiera alguna sustancia (Alma), ni mucho menos que emprendieran un viaje para juicio selectivo; simplemente el pensamiento de ellos era la existencia de una masa corpórea, que al morir, su morada en sueños sería en el polvo, con la esperanza de una resurrección, unos para vida eterna y otros de condenación. Aunque la Biblia nos habla de espíritus invisibles, estos pueden ser buenos o malos. Nos estamos refiriendo a las huestes al servicio de Dios y los que sirven a satanás el diablo, estos son seres inmateriales que desde antes de la fundación del mundo fueron creados. Tomando estos criterios satanás ha confundido a la gente a través de los tiempos, haciendo creer que las personas al morir pueden tener contacto con los vivos, por medio de sesiones espiritistas, o bien usando señales, ruidos, sueños o visiones. Hay que reconocer que estos hechos son del todo reales, sin dejar de aclarar que estas acciones no son de los supuestos difuntos, sino artimañas de los demonios. Desde tiempos antiguos Jehová prohibió prácticas sobre invocación a los muertos. En el libro de Levítico se da la siguiente declaración (20:27): “Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregase a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos”. Así es que estas prácticas estaban condenadas por Dios. Lo mismo podemos observar en el libro de Deuteronomio 18:11-12 “nadie debe consultar a los muertos porque es abominación para con Jehová”. Tampoco podemos justificar las ceremonias con motivo a la celebración del día de muertos (Halloween). Independientemente de la Iglesia Católica, también denominaciones apoyan la idea de que hay Almas que van o están en el Cielo. La Santa palabra dice que no y esto lo podemos abundar cuando recibimos la instrucción que se cita en Juan 3:13 “nadie subió al Cielo, sino el que descendió del Cielo; el hijo del hombre que está en el Cielo”. En este texto queda más que claro y comprobado de que no existen Almas humanas morando en el Cielo. El salmista en su capítulo 37 verso 29 nos expresa la siguiente declaración: “LOS JUSTOS HEREDARAN LA TIERRA, Y VIVIRAN PARA SIEMPRE SOBRE ELLA”. Este texto profético viene a confirmar el plan original de Dios, al verle dado a nuestro primogénito Adán el planeta tierra como residencia permanente. Ni la muerte, ni la resurrección interrumpirán el plan divino del creador. Esta expresión profética tendrá su pleno y total cumplimiento una vez concluidos los mil años. Favor de dar lectura a los siguientes textos complementarios: Salmos 37:11,22; Isaías 60:21 y Mateo 5:5. Otra de las situaciones por las que creen es la del infierno, donde se dice que es la actual residencia de satanás , demonios y Almas impías. La palabra Infierno viene de los vocablos Seol hebreo y Hades del griego y del latín Infernus; en todos estos vocablos su significado es “sepulcro, sepultura o la parte de abajo”. Job a causa de su sufrimiento extremo pedía a Jehová lo escondiese en el Seol (Job 17:1,13-16, 34:14-15) En esta cita Job se estaba refiriendo a la sepultura y no a un lugar de fuego, por lo que hubiera sido del todo absurdo dicha petición. Es bastante bufonesco o chusco andar escuchando historias de que satanás, demonios y Almas impías se encuentran atormentadas en un infierno de fuego. Sin embargo por otra parte hay decires donde enseñan que los demonios andan sueltos, tomando posesiones o generando influencias y que están extraviando a toda la tierra. Por fin, en que quedamos, están estos opositores de Dios en un lago de fuego o en la tierra; a menos que hayan salido a darse un refrigerio o bien encontrarse de asueto. (38) A todo esto la Escritura tiene la última palabra cuando dice en Ap. 12:9 “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. La Palabra nos continúa diciendo con respecto a la condición de satanás y sus compinches Ao. 20:1-3,7 y 10 “Vi a un Ángel que descendía del Cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él…. ”. “Cuando los mil años se cumplan, satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra…”. “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaba la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. En este último texto nos dice que la bestia y el falso profeta son los primeros y antes que satanás y sus demonios en ser arrojados al lago de fuego (Ap. 19:20). Nunca antes de estos sucesos nadie ha sido arrojado al lago de fuego, sino hasta que Jesús venga (segunda venida). Cuando nuestro Señor Jesucristo venga habrá primeramente una resurrección, esta será de vida en unión con él. Otra segunda resurrección posterior a los mil años será de muerte (muerte segunda), siendo arrojados también al lago de fuego (Ap. 20:12-15). Cuando la Santa Escritura nos dice que satanás y sus demonios van a ser arrojados al abismo (Ap. 20:3), es porque se está refiriendo a un lugar especial (no de fuego) en el que quedará marginado, para posteriormente y pasados mil años será arrojado y para siempre al lago de fuego y azufre. Debemos dejarnos de fatuas utopías y de espejismos religiosos y tomar como verdadera fuente la Santa Palabra, para que podamos con la conducción del Espíritu Santo, quien nos despejará de incertidumbres llevándonos a la luz del conocimiento de la verdad. El apóstol Pedro nos advierte de los falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras. Aunque ya hemos ahondado en el curso del tema, que los seres humanos al morir, no se les desprende ninguna sustancia incorpórea, que vaya a morar a espacios calificados, así como tampoco que satanás y sus secuaces, se encuentren en un estado ígneo de suplicio; por lo tanto, no seria propio que incurriéramos en la omisión del texto, que se cita en Juan capítulo 14, versos 2 y 3, y que a sus líneas dice: “EN LA CASA DE MI PADRE MUCHAS MORADAS HAY; SI ASI NO FUERA, YO OS LO HUBIERA DICHO; VOY PUES, A PREPARAR LUGAR PARA VOSOTROS. Y SI ME FUERE Y OS PREPARARE LUGAR, VENDRE OTRA VEZ, Y OS TOMARE A MI MISMO, PARA QUE DONDE YO ESTOY, VOSOTROS TAMBIEN ESTEIS”. Estas expresiones de Jesús en el cenáculo, fueron del todo elocuentes para los apóstoles. Lo que resalta del texto, es que Jesús les iba a preparar una morada en el cielo, y que en su segunda venida, los tomará para si mismo, es decir, los resucitará, para que estén, donde él estará, o sea, primeramente en su gobierno terrenal teocrático (milenio); tan es así, que Mateo en su capítulo 19, verso 28 señala, “y Jesús les dijo: de cierto os digo que en la regeneración, cuando el hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”. Los apóstoles de hecho son y serán los cimientos o fundamentos de la nueva Iglesia, siendo Jesucristo la principal piedra del ángulo (Ef. 2:20; Ap. 21:14). Sostener la idea de que todo cristiano al morir vaya al cielo, es del todo aberrante y jactancioso, a sabiendas y conforme a textos, que nuestra residencia después de la resurrección, será en el planeta tierra (plan original de Dios), y no en el cielo, puesto que esta herencia solo está contemplada como un derecho único, exclusivo e inalienable de los colaboradores y compañeros íntimos de Jesús, sus apóstoles. SINOPSIS 1.-existe diversidad de opiniones respecto al tema ¿tenemos o no un Alma inmortal? 2.-el vocablo Alma viene del hebreo NEFESH, enunciándose 755 veces en el Antiguo Testamento. 3.-Gn. 2:7 no se hace mención alguna de que Adán haya sido creado con un Yo de Alma inmaterial e inmortal. 4.-bastantes son los textos que nos refieren que la muerte o los muertos se encuentran en un sueño profundo. 5.-el pueblo judío jamás creyó ni cree en un Yo de Alma inmortal; creyeron que al igual que Jesús en una resurrección de justos e injustos. (39) 6.-Jesús por medio del apóstol Juan nos dice: “LOS QUE ESTAN EN LOS SEPULCROS OIRAN SU VOZ; Y LOS QUE HICIERON LO BUENO, SALDRAN A RESURRECCION DE VIDA; MAS } LOS QUE HICIERON LO MALO, A RESURRECCION DE CONDENACION”. 7.-la palabra “resurrección” viene del griego ANASTASIS, del hebreo TEJYATH HAMMETHYM, ambas lenguas significan “acción de ponerse de pie (levantarse) de nuevo”, o bien “reanimar a los muertos”. 8.-existen creencias religiosas de que los humanos al morir, bien van al Cielo o al Infierno. 9.-el vocablo Infierno viene del hebreo Seol, del griego Hades y del latín Infernus, en tales lenguas su significado es “sepulcro, sepultura o la parte de abajo”. 10.-el común denominador de las religiones es la de señalar de que satanás, los demonios y las Almas humanas están purgando condenas en un lago de fuego. 11.-Apocalipsis tiene la respuesta al número anterior en sus capítulos 12, 19 y 20. 12.-el apóstol Pedro nos hace la advertencia de que habrán falsos maestros que se introducirán en el pueblo de Dios, encubriéndose con herejías destructoras. A través de Mateo, Dios nos habla de la vana honra que alberga en los corazones de los hombres, enseñando mandamientos como si fueran doctrinas inspiradas por el Espíritu Santo (15:8-9). De la misma manera el apóstol Pablo les escribe a los Colosenses y para nuestros tiempos en su capítulo 2 verso 8 que a su letra dice: “MIRAD QUE NADIE OS ENGAÑE POR MEDIO DE FILOSOFIAS Y HUECAS SUTILEZAS, SEGÚN LAS TRADICIONES DE LOS HOMBRES, CONFORME A LOS RUDIMENTOS DEL MUNDO, Y NO SEGÚN CRISTO”. MX-2004 Arch.-Temario de Reflexión; Doctrina Bíblica CJPG/cavch. (40) APENDICE Mateo 5 versículo 22 expresa: “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al INFIERNO DE FUEGO”. Lo notorio del asunto y para su análisis es la frase con la que termina el texto “INFIERNO DE FUEGO”. El vocablo INFIERNO, también ocurre en otros textos, y son los siguientes: Mateo 5:29-30; 10:28; 18:9; 23:15,33; Marcos 9:43, 45,47; Lucas 12:5 Santiago 3:6. Antes de dar inicio a su análisis nos remontaremos a sus antecedentes con la historia; la referencia tiene su asiento en el libro de Josué, texto 15:8, que dice: “Y sube este límite por el valle del hijo de Hinom al lado sur de jebuseo, que es Jerusalén. Luego sube por la cumbre del monte que está enfrente del valle de Hinom hacia el occidente, el cual está al extremo del valle de Refaim, por el lado del norte”. La llanura de terreno llamada el “valle de Hinom”, al sur de Jerusalén, fue campo propicio para que Salomón, llevara acabo sus inciensos y sacrificios a sus ídolos baales (Quemoc, Moloc, Milcom y Astoret). En ese lugar, Acaz y Manasés, hicieron pasar a sus hijos por fuego a favor de dioses paganos. Josías puso fin a este tipo de ceremonias, siendo el lugar un contenedor de grandes dimensiones, para que fueran arrojados osamentas humanas, cadáveres de criminales, animales muertos, desperdicios y toda clase de inmundicias, convirtiéndolo en un crematorio o campo de incineración permanente (2-Reyes 23:10,13; 2-Crónicas 34:4; Isaías 30:33). Hasta aquí el antecedente. En el año 250 a. de C. El rey de Egipto Filadelfo, autorizaba a 72 judíos (seis de cada tribu) llevar a cabo la traducción (versión) del Antiguo Testamento, del hebreo al griego. A esta versión se le ha llamado la septuaginta (LXX), la primera versión por eruditos judíos quienes llevaron a feliz término la obra, y de esta forma pasaban a enriquecer la biblioteca alejandrina (Egipto). El caso que nos ocupa es por la sencilla razón que los eruditos de la “septuaginta”, tradujeron del hebreo “valle de hinom” gueh hin´non ( ), al griego gue´en´na ( yÉEVVaV). En latín ge-hén-na y en español Gehena. Lo que llama su atención es que en el parafraseo, no aparezca el vocablo “INFIERNO”, además que su concepto no significa “lugar de fuego”. La palabra “INFIERNO” viene del hebreo Seol y del griego Hades. Su interpretación significa “tumba o sepultura” (morada en polvo de los muertos). Dada la formalidad y la erudición de los judíos, damos por responsable su versión, por lo que la frase “INFIERNO DE FUEGO”, no corresponde a su vocablo ni a su semántica, por lo que la frase “GEHENA DE FUEGO”, debe aceptarse como frase incólume. Su sentido es literal y a la misma vez simbólica, ya que su aplicación debe corresponder a los condenados al “lago de fuego” (muerte segunda), Ap. 20:15. C. I. Escofield hace su comentario al pie del texto de Mateo 5:22, que el texto es del griego Gehena, valle de Hinom, donde antiguamente se ofrecían sacrificios. También hace cita de textos que ya señalamos (Biblia pág. 961). En el libro “comentario exegético y explicativo de la Biblia” (casa bautista de publicaciones), en su página 32 dice: que la palabra que se usa para “INFIERNO DE FUEGO”, contiene una alusión al “valle de Hinom”. En este valle llegaron a quemar a sus hijos, ofrecidos a Moloc. La palabra “alusión” a la que se refieren los comentaristas y conforme a la gramática, es la de referirse a una cosa sin nombrarla. Lo que parece escueto y pueril, es que se diga, que el “INFIERNO DE FUEGO” contenga la alusión al “valle de Hinom”. El punto de vista está carente de cultura, porque tergiversar un vocablo para afianzar o afinar una postura, no es nada loable a la verdad, más bien deleznable y la de persistir en la contumacia. Otra postura doctrinal de la Iglesia Católica y muchas denominaciones “cristianas”, es la que se cita en Lucas capítulo 16 versos del 19 al 25, se aferran en sostener que en estos textos existe la confirmación del INFIERNO como un lugar de fuego y tormento. Los comentaristas del libro “exegético y explicativo de la Biblia” (casa bautista de publicaciones), al final de su página 158 dice enfáticamente que es una parábola lo del rico y Lázaro. Es un absurdo pensar que estos textos sean literales, y que Abraham converse y le diga hijo al rico, que supuestamente está condenado en los tormentos del Infierno. Sería tanto como pensar que Jehová Dios le dijera a satanas hijo mío. Es de considerarse que ante Dios los condenados quedan ausentes de su memoria. También es inverosímil pensar que Abraham tomara parte de juez desde el cielo, como si fuera Dios. La parábola tiene su fondo de interpretación, pero esto sería para considerarse en otro apartado.
Puede agregar este documento a su colección de estudio (s)
Iniciar sesión Disponible sólo para usuarios autorizadosPuede agregar este documento a su lista guardada
Iniciar sesión Disponible sólo para usuarios autorizados(Para quejas, use otra forma )