16 04 2011 aguer

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26–Marzo-2011
REFLEXIÓN TELEVISIVA DE Mons. HECTOR AGUER
“APRENDAMOS DE LOS MARTIRES ACTUALES”
“Hoy quiero hablarles de un tema que no aparece en los medios de
comunicación, la persecución de los cristianos en el mundo, especialmente la
persecución de los católicos”.
“A lo largo de todo el Siglo XX, y ha continuado ese proceso en los diez
u once años que van del Siglo XXI, los católicos han sido perseguidos en
numerosos países, especialmente en aquellos que son oficialmente islámicos”.
“Pensemos en Sudán, en Timor Oriental, en Eritrea, en Somalia, en Irak,
en Egipto, en Arabia Saudita… O bien se les impide edificar una iglesia –el
caso de Arabia Saudita es paradigmático- o practicar plenamente su culto o
bien son considerados parias de la sociedad y ubicados en un nivel inferior a
todos los efectos. O bien son víctimas del extremismo islámico que, esto ha
ocurrido recientemente, pone bombas en las iglesias y ataca precisamente
cuando se está celebrando la eucaristía”.
“Pero hay un hecho al cual me quiero referir puntualmente y es que ha
sido asesinado, hace pocos días, Shahbaz Bhatti, un paquistaní de 42 años, un
político cristiano, que era además Ministro para las Minorías Religiosas de ese
país”.
“Es decir que su función en el Gobierno Paquistaní era precisamente
provocar el diálogo, lograr que las minorías religiosas ocuparan un lugar de
plena dignidad y el ejercicio de la libertad de profesar su fe en la sociedad
paquistaní”.
“Bueno este hombre ha sido objeto del odio del extremismo islámico que
lo había amenazado y que finalmente lo asesinó”.
“Pero yo quiero leer algunos pasajes del Testamento Espiritual de
Shahbaz Bhatti porque son de una profundidad conmovedora que hace
recordar el caso de los grandes mártires de los primeros siglos cristianos. Y no
estoy exagerando”.
“Dice: Fue el amor de Jesús lo que me indujo a ofrecer mis servicios a la
Iglesia. Las espantosas condiciones en que se encontraban los cristianos de
Pakistán me causaron una profunda turbación”.
“Recuerdo un viernes de Pascua, cuando tenía 13 años, escuche un
sermón sobre el sacrificio de Jesús por nuestra redención y por la salvación del
mundo, y pensé corresponder a ese amor suyo dando amor a nuestros
hermanos y hermanas, poniéndome al servicio de los cristianos, especialmente
de los pobres, los necesitados y perseguidos que viven en este país islámico”.
“Me han requerido poner fin a mi empeño y siempre he rehusado, aún a
riesgo de mi propia vida. Mi respuesta ha sido siempre la misma: No quiero
popularidad ni posiciones de poder quiero solo un puesto a los pies de Jesús.
Quiero que mi vida, mi carácter, mis acciones hablen por mí y digan que estoy
siguiendo a Jesucristo. Tal deseo es tan fuerte que me consideraré privilegiado
en el caso que Jesús quiera aceptar el sacrificio de mi vida”.
“Quiero vivir por Cristo y por Él quiero morir. No experimento ningún
miedo en este país. Muchas veces los extremistas han querido matarme,
encarcelarme, me han amenazado, perseguido o han aterrorizado a mi familia.
Yo digo que mientras tenga vida hasta mi último aliento seguiré sirviendo a
Jesús y a esta humanidad pobre, sufriente, los cristianos, los necesitados, los
pobres”.
“Lo que precipitó especialmente y de un modo definitivo la ira de los
extremistas islámicos contra Shahbaz Bhatti ha sido su empeño, como político
y como miembro del gobierno, en lograr que se superara un artículo, el N° 295
del Código Penal, por el cual se condena a muerte a aquel que ofenda a
Mahoma y a prisión perpetua a aquel que ultraje el Corán”.
“Estas figuras penales, obviamente, son usadas de un modo arbitrario
para liquidar a los cristianos, Además implican por ellas mismas un atentado
contra la libertad religiosa”.
“Yo sacaría de aquí algunas pocas consecuencias”.
“En primer lugar no olvidemos que muchos cristianos, muchos católicos
son perseguidos en el mundo de hoy. Nosotros, en cuanto miembros de la
Iglesia, estamos unidos a ellos por la fe y la caridad, debemos rezar por ellos
para que el Señor los lleve a un estado de pleno ejercicio de la libertad de
profesar la verdad y el culto católico”.
“En segundo lugar: ejemplos como el de Shahbaz Bhatti tienen que
infundirnos coraje. Nosotros no pasamos por una situación de persecución de
estas características aunque cada tanto surge en la sociedad argentina, en
pequeños sectores, con un resentimiento y un odio anticatólico bien marcado”.
“En algunos lugares se ve precisamente. Por ejemplo en algunas
universidades. En la mayor parte de las universidades nacionales vemos como
se desprecia la fe, muchos profesores se dan el lujo de ultrajar verdades de la
fe y a los creyentes y todo eso infunde temor a tantos chicos y tantas chicas”.
“Nosotros no tenemos que sentirnos acorralados y tenemos que
conservar el coraje de profesar siempre con claridad nuestra fe sin miedo
alguno”.
“Y, por último, creo que el caso de Shahbaz Bhatti es un buen modelo
para los políticos cristianos. No para los que se dicen cristianos, no para los
que se creen cristianos, sino para quienes quieren serlo de verdad”.
“Es conmovedor cómo este hombre paquistaní lo único que pensaba y
llevaba en su corazón era agradar a Jesucristo y dice: me gustaría poder
terminar este trabajo que estoy haciendo para poder mirar con confianza al
Señor cuando me encuentre con Él”,
“Ojalá nosotros pudiéramos contar con muchos políticos así…”
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