Estimados Socios: - Foro de Convergencia Empresarial

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La hora de la convergencia
En el afán de contribuir al desarrollo sostenible de nuestro país, entendiendo como tal el
equilibrio entre los aspectos sociales, económicos, culturales y ambientales, queremos
promover la convergencia del empresariado en torno a un espacio de diálogo orientado a
generar propuestas concretas a tal fin.
Un país en el que sus fuerzas productivas, sociales y políticas operen en un marco de creciente
fragmentación no puede progresar como Nación y está llamado a desgastarse en la
confrontación perpetua entre sus partes.
Quienes promovemos la creación del Foro de Convergencia Empresarial, nos reunimos el
pasado 7 de enero y volvemos a hacerlo hoy, impulsados por la necesidad de aunar a las fuerzas
productivas y elaborar un diagnóstico común sobre la situación en que se encuentra nuestro
país, de modo de avanzar en propuestas sobre las condiciones requeridas para reconciliar el
ejercicio de la política con la promoción del desarrollo económico y social sostenible que
reclama nuestra nación.
El empresariado, asumido decididamente como motor generador de condiciones para el
crecimiento sostenible e inclusivo y la reducción de la pobreza de nuestra nación, constituye una
fuerza viva fundamental y un sujeto activo del cambio económico y social.
El propósito de este documento es alentar la participación de todos los protagonistas del mundo
empresario en el debate y la elaboración final de los contenidos de propuestas conducentes a
estos altos objetivos. No hay urgencia en concluir, sino en dar inicio a la búsqueda de las ideas
adecuadas para lograr el fortalecimiento institucional y el desarrollo sostenible de nuestra
república.
De esta manera lograremos que la satisfacción de estas necesidades (la unidad y el diagnóstico
con propuestas) sea, a la vez, la concreción de una nueva realidad participativa de las fuerzas
productivas. Ellas quedarán configuradas, a partir de aquí, como un cuerpo capaz de superar su
crónica fragmentación. Podrán entonces presentarse ante la sociedad como un conjunto en el
que sus partes constitutivas se reconocerán como interdependientes y como expresión de una
misma necesidad y de un mismo anhelo.
Ya es hora de que los distintos actores productivos aprendan a verse como partes de un todo y a
dejar de proceder como si cada parte fuera un todo. Sólo así podrá contribuirse, desde el área
empresarial a ratificar el valor de un proyecto nacional perdurable en el tiempo, socialmente
fructífero e inclusivo e institucionalmente inequívoco.
Este foro de convergencia empresarial advierte con satisfacción los esfuerzos de integración que
han comenzado a gestarse en los últimos días en el campo sindical, así como en tantos otros.
Confiamos en que esas iniciativas respondan a la convicción de que es preciso alcanzar una
unidad indispensable para fortalecer su representatividad, facilitando de tal modo un dialogo
cabal con el campo empresario y productivo, como así también con las demás fuerzas vivas
sociales y políticas. Valoramos este tipo de iniciativas, ya que entendemos que esos consensos
ganados entre unas y otras pueden llegar a ser expresión de la vocación de convergencia que
demanda un ideal superior de nación.
Es larga en la Argentina la historia de los desencuentros: en lo político, en lo social, en lo
cultural y en lo productivo. Enfrentar esa historia, en el afán de superarla, equivale a consensuar
políticas publicas que solo podrán prosperar si somos capaces de admitir nuestra propia
responsabilidad en nuestros fracasos como actores de la sociedad en que vivimos y convertir
estos fracasos colectivos en una fuente de aprendizaje. Si el error es muchas veces inevitable, el
empecinamiento en el error es siempre una expresión de ceguera autodestructiva. No dejaremos
atrás nuestros vicios del pasado hasta que no nos encaminemos hacia el presente desde el
porvenir, es decir, desde un repertorio de ideales por realizar que infunden sentido solidario a
nuestras prácticas empresarias. Ya sabemos suficientemente que separados significamos mucho
menos que unidos y que, unidos, podemos llegar a representar algo inusualmente provechoso
para el futuro de nuestra democracia.
¿Cuáles son los pasos indispensables para alcanzar este objetivo necesario? Es preciso que el
empresariado, entendido como un conjunto capaz de proceder como tal, se perfile con
propuestas, ante toda la dirigencia política. El problema de la República Argentina es
fundamentalmente político, pero no es un problema cuya solución sea exclusiva
responsabilidad de los políticos, muy por el contrario todos los actores relevantes de la sociedad
deben ser parte de la solución.
El mensaje del empresariado, concebido ahora como un cuerpo unificado por el espíritu de
convergencia en torno a los valores republicanos y utilizando como guía del desarrollo del país
a la Constitución Nacional, tendrá que ser, necesariamente, un mensaje que se muestre capaz de
ir más allá de los intereses sectoriales y económicos de cada una de sus partes constitutivas. Un
mensaje superador que contenga una visión de futuro alentador, en el que la conciencia de los
actores de la economía deberá probar su disposición y aptitud para estar al servicio de los más
altos ideales institucionales y sociales. Que responda en suma, rotundamente, a la convicción de
que el desarrollo sólo podrá ser sostenible en el marco que a la República le adjudica el
cumplimiento pleno de la Constitución.
Es intención de este foro trabajar junto a todas las fuerzas políticas presentes y futuras para
consensuar un acuerdo de cumplimiento programático en este mismo año de 2014. Este
acuerdo, con cuya implementación deberemos comprometernos todos, cada uno en función del
rol que le cabe, tendrá que articularse en torno a las políticas públicas que permitan recuperar
los valores definitorios de la República, garantía de su desarrollo justo y eficiente.
Si este acuerdo de cumplimiento programático se concretara, Argentina ingresaría en un ciclo de
profunda distensión y pacificación. El eje de la expectativa social se habría desplazado del
“quién va a hacer las cosas que deben hacerse” al “qué cosas es preciso hacer”. Dicho acuerdo
debe tener carácter público, abierto, y efectuarse ante toda la comunidad nacional como
expresión de un compromiso franco e innovador, resultante de una comprensión profunda, por
parte de todos los protagonistas políticos, de las necesidades básicas de la nación en un
momento tan determinante como el actual. Un acuerdo que ayude a definir políticas de estado
básicas y estables para apuntalar la identidad de la Nación.
El Foro de Convergencia Empresarial debe contribuir con sus propuestas a delimitar
responsabilidades y roles, precisar los contenidos sociales, institucionales, culturales y
económicos que integren las respectivas fuerzas políticas del mencionado acuerdo de
cumplimiento programático. Complementará con esa labor insoslayable las iniciativas de los
equipos profesionales que, en cada una de esas áreas, integren las respectivas fuerzas políticas
para la construcción de las mejores políticas públicas.
En conclusión, al realizar esta convocatoria creemos que ha llegado, también para los
empresarios argentinos, la hora de la convergencia. Esa hora auspiciosa que rige en el presente
el encuentro de los pueblos mediante la integración internacional, el diálogo interreligioso, la
búsqueda de unidad por parte de los trabajadores y demás actores sociales, la interdependencia
entre la cultura y el trabajo, la técnica y la ética. Esa hora que, a otras naciones les permite
avanzar exitosamente por el camino del desarrollo sostenible y el encuentro provechoso con el
mundo.
Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA)
Alejandro Blacker – Presidente
Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE)
Pablo Taussig – Presidente
Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (AAPRESID)
Pedro Vigneau– Regional AAPRESID Bolívar
Asociación de Bancos de Argentina (ABA)
Claudio Cesario – Presidente
Asociación Empresaria Argentina (AEA)
Jaime Campos – Presidente
American Chambero of Comerse (AMCHAM)
Fernando Guerrero – Vicepresidente 1
Asociación Dirigentes de Empresas (ADE)
Elizabeth O´Donnell – Presidente
Bolsa de Comercio (BCBA)
Héctor Orlando – Presidente
Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM)
Martín Dedeu – Presidente
Cámara Argentina de Centros de Contacto (CACC)
Miguel López – Secretario
Cámara de Comercio Argentino Brasileña (CAMBRAS)
Jorge Rodríguez Aparicio – Presidente
Cámara de Comercio Argentino Chilena (CCACH)
Hernán Celorrio – Vicepresidente
Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (CICOMRA)
Norberto Capellán – Presidente
Confederación de Empresarios del Transporte
Santiago Díaz Mathe – Director
Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA)
Diego Pérez Santiesteban – Presidente
Centro de Navegación de Buenos Aires
Santiago Díaz Mathe – Presidente
Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires
Fernando Frávega – Director Ejecutivo
Comisión Nacional de Justicia y Paz
Gabriel Castelli – Presidente
Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO)
Carlos Garetto - Presidente
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)
Juan Carlos Goya – Vicepresidente 2do
Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA)
Fernando Zubillaga – Secretario
Cámara de Sociedades Anónimas (CSA)
Daniel Vergara del Carril – Presidente
Federación Agraria Argentina (FAA)
Eduardo Buzzi – Presidente
Fundación Mediterránea
Gonzalo Novillo Saravia
Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA)
Miguel Carlos Blanco – Presidente
Sociedad Rural Argentina (SRA)
Luis Miguel Etchevehere – Presidente
Unión Argentina de Entidades de Servicios (UES)
Jorge Álvarez – Presidente
Unión Industrial Argentina (UIA)
Cristiano Rattazzi – Vicepresidente
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