EL DIRECTORIO: NOCIONES GENERALES Consideraciones Previas La personalidad, en sentido jurídico, se constituye por un conjunto de atributos o cualidades que poseen de ciertos seres. Por ello podemos entender que la persona en sentido jurídico quiere decir ente que tiene función jurídica, cualidades en el derecho y capacidad para poder celebrar negocios y actos jurídicos dentro del ámbito comercial. Las personas jurídicas son entes que el Derecho crea, con el objetivo que las personas puedan organizarse de tal forma que puedan alcanzar ciertos fines, que en la mayoría de casos es la finalidad lucrativa la que motiva este tipo de organizaciones. Al ser creaciones del Derecho, debemos señalar que se regirán en cuanto a su existencia, capacidad, régimen, derechos, obligaciones y fines por las disposiciones del Código Civil o de las leyes respectivas tal como la Ley General de Sociedades – LGS. Esto resulta importante, pues las personas jurídicas tienen una vida y organización diferentes a la de las personas naturales. Por ejemplo, la persona natural es sujeto de derecho desde su nacimiento y su fin se da con la muerte, mientras que la existencia de la persona jurídica comienza el día de su inscripción en el registro correspondiente, lo que constituye su "nacimiento" jurídico, y termina con la extinción. La existencia, capacidad, régimen, derechos, obligaciones y fines de la persona jurídica, se encuentran determinadas por las disposiciones que el Código Civil o de las leyes respectivas establecen. La Legislación vigente, específicamente el Código Civil en su artículo 78º precisa, que la persona jurídica tiene existencia distinta a sus miembros y ninguno de éstos ni todos ellos tienen derecho al patrimonio de ella ni están obligados a satisfacer sus deudas. “………La empresa es una entidad socioeconómica cuya razón de ser es desarrollar actividad mercantil en busca de utilidades (fin de lucro) para sus inversionistas en primer término, y para la sociedad, incluyéndose en este segmento al Estado, que atiende con los recursos que le corresponden, la educación, la salud, el desarrollo, y la seguridad de la población de un país…….”1. En el mundo globalizado y competitivo en el que en nuestros días nos encontramos, la comunidad empresarial quiere (al igual que en el pasado) saber que las empresas en las que ha invertido sean solventes y sobre todo que estas generan beneficios razonables; que quienes dirigen las empresas observen una conducta eficiente, legal y ética, que permita a la entidad generar dividendos; y que se desarrollen de tal manera que logre incrementar el producto bruto interno, para crear nuevos empleos, puestos de trabajo y cumplir con su rol social de forma efectiva. Concepto de Directorio Respecto al tema que nos aborda en este trabajo, debemos empezar diciendo que el Directorio según nuestra Ley General de Sociedades en su Articulo 153º señala que “…. El Directorio es órgano colegiado elegido por la junta general. Cuando una o más clases de acciones tengan derecho a elegir un determinado número de directores la elección de dichos directores se hará en junta especial…..” FLORES POLO, Pedro (1998), “Comentarios a la Ley General de Sociedades. Estudio analítico”, Cámara de Comercio de Lima, Cultural Cuzco, Lima, p. 175. 1 2 Este articulo al definir al directorio, adhiere a la teoría del órgano, que este es el órgano de gestión y representación de la sociedad anónima. Cuando nos referimos a que el directorio es un órgano colegiado significa que debe de estar conformado por una pluralidad de miembros, en número no menor de tres, y que las decisiones tomadas son en calidad de directorio y no a titulo personal por cada uno de sus integrantes.2 De lo señalado en los párrafos precedentes podemos decir que el directorio es el órgano permanente, esencial y colegiado, que tiene a su cargo la administración de la sociedad con las facultades conferidas por la ley y los estatutos, integrado por directores, socios o no, elegidos periódica y normalmente por la asamblea de los accionistas3. Por ello, debemos de inferir algunos caracteres del directorio: - Se trata de un órgano social. - Es un órgano necesario. - Es permanente. - Es un órgano colegiado. El funcionamiento del Directorio (o también llamado Consejo de Administración por la legislación española), escasamente regulado en la ley, se regirá por lo establecido por el estatuto, instrumento mediante el cual se determinan los alcances, atribuciones y facultades que posee el directorio en la gestión y administración de la sociedad, así como también sus alcances en la toma de decisiones. En ese sentido, entendemos que el estatuto tiene que contener de manera casi obligatoria la manera de cómo se va a deliberar y tomar los acuerdos propios del directorio. ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pag. 328-329. 2 RICHARD, Efrain y MUIÑO, Orlando, “Derecho Societario”, 5ta reimpresión, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Deplama, Buenos Aires, 2004.Pág. 513-514. 3 3 Por tanto, podemos decir que la sociedad anónima necesita un órgano permanente de gestión y representación. El órgano de representación es necesario y permanente, el mismo que se encuentra subordinado respecto de la junta general, al menos en el sentido que esta sometido a su control y de que en principio sus miembros son nombrados y destituidos por ella.4 Composición del Directorio El Articulo 155º de la Ley General de Sociedades estipula que “……..El estatuto de la sociedad debe de establecer un numero fijo o un numero de máximo y mínimo de directores. Cuando el numero sea variable, la junta general, antes de la elección, debe resolver sobre el numero de directores a elegirse para el periodo correspondiente. EN NINGUN CASO EL NUMERO DE DIRECTORES ES MENOR DE TRES…… ” Es esencial cumplir con lo estipulado en el párrafo anterior, debido a que en caso de no hacerlo se estaría incurriendo en lo estipulado por los Artículos 33º y 34º de la Ley General de Sociedades, a través de los cuales se establecen las causales de nulidad del pacto social.5 La norma establece, que el directorio al ser considerado como un órgano colegiado, el número de directores no puede ser inferior a tres miembros. No debemos olvidar que nos estamos refiriendo al directorio de una sociedad anónima, nada impide que exista un directorio unipersonal, tal como lo establecía el Código de Comercio.6 4 JIMENEZ, Guillermo. Lecciones de Derecho Mercantil. Sexta Edición, Editecnos, Madrid.2001. Pág. 224. ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 330-331. 5 H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo, Primera Edición, Republica Argentina. 6 4 De lo anterior podemos decir que, el directorio se encuentra compuesto por uno o más directores designados por la Junta General de Accionistas (Asamblea de Accionistas según el derecho argentino). ¿Quiénes pueden ser directores? Pueden ser nombrados directores todas aquellas personas con capacidad de ejercicio, en ese sentido la Ley General de Sociedades es muy claro en su Articulo 161º al especificar quienes no pueden ser ejercer el cargo de director, este artículo tiene concordancia con los Artículos 42º; 43º y 44º del Código Civil. El ejercicio del cargo de director debe ser desempeñado con la diligencia de un ordenado comerciante y de un representante legal, tal como lo estable la Ley General de Sociedades en el primer párrafo del Artículo 171º. Antes de todo debemos dejar en claro que a lo largo del tiempo se cuestiona la posibilidad de que una persona jurídica pueda ser nombrada director Al respecto, existen varias posiciones en relación a este tema, ya sea en la legislación nacional como en la legislación extranjera, tanto las posiciones a favor y en contra son razonablemente validas, pero este no es un tema que nos ocupa en el presente trabajo. A fin de evitar algún tipo confusión y nos desviemos del tema tenemos que precisar que en nuestra legislación se prohíbe la posibilidad de nombrar o considerar a una persona jurídica como director, debido a que se pretende mantener el carácter personal que posee este cargo. Por ello nuestra Ley General de Sociedad refiere en su Articulo 159º que “…..El cargo de Director, sea titular, suplente o alterno, es personal, salvo que el estatuto autorice la representación……..” (Este artículo es parte del argumento de mantener el carácter personalísimo del cargo de director dentro de nuestra ley). 5 El principio general que recoge la doctrina y nuestra ley es que el cargo de director es indelegable; pero nuestra legislación permite que el estatuto como hemos visto en el párrafo precedente autorice la representación, a manera de excepción, ya que por lo general el nombramiento del director tienen la calidad de “intuitu personae”, es decir, en atención a las cualidades personales del designado o nombrado para que ejerza dicho cargo, tomando en consideración la confianza que se le dispensa.7 De lo anterior el Artículo 160º de la Ley General de Sociedades es claro en establecer “…..…No se requiere ser accionista para ser director, a menos que el estatuto disponga lo contrario. El cargo de director recae SOLO EN PERSONAS NATURALES…………” En otras legislaciones se permite que “……………los administradores pueden ser personas físicas o jurídicas, aunque en el segundo caso tendrá que actuar por medio del persona física, según lo estipula el artículo 143º del RRM Español; y no tienen que ser accionistas salvo que los estatutos así lo exijan. Tienen que tener capacidad para obligarse y capacidad de obrar de acuerdo con las reglas generales……...”8 Como vemos salvo esta diferencia de poder nombrar a una persona jurídica como director (órgano de administración), nuestra legislación es muy similares a las legislaciones extranjeras. Con respecto al nombramiento de los directores: ”………..El nombramiento de los directores surte sus efectos para la sociedad desde que estos lo aceptan de modo expreso, o desde que desempeñan o ejerzan el cargo, pero deben inscribirse en el Registro FLORES POLO, Pedro (1998), “Comentarios a la Ley General de Sociedades. Estudio analítico”, Cámara de Comercio de Lima, Cultural Cuzco, Lima. Pág. 117. 7 8 JIMENEZ, Guillermo. Lecciones de Derecho Mercantil. Sexta Edición, Editecnos, Madrid.2001.Pág. 225 6 Mercantil por le merito de copia certificada de la parte pertinente del acta donde conste el acuerdo validamente adoptado por el órgano social competente……..”9 Una vez que dicho nombramiento ya se encuentre debidamente inscrito, este surte plenos efectos frente a terceros, los cuales consideran como director hábil a aquel que aparece en el Registro. Por otro lado, es importante indicar que, el cargo de director es remunerado tal como lo establece el Articulo 166º de nuestra norma – LGS, el mismo que precisa “……..la participación de utilidades para el directorio solo puede ser detraída (separada o tomada) de las utilidades liquidas y, en su caso, después de la detracción de la reserva legal correspondiente al ejercicio”.10 No es lógico ni recomendable que un director trabaje sin una retribución económica.11 Esta posición es afirmada por los tratadistas Joaquín Garrigues y Rodrigo Uria es su comentario a la ley española: “…..en la realidad viva de las sociedades anónimas ningún administrador desempeñaba sus funciones sin obtener, bajo una u otra forma, una compensación económica”.12 La retribución puede consistir en un sueldo fijo, dietas por asistencia o cualquier otra modalidad prevista en el estatuto o por la junta general. FLORES POLO, Pedro (1998), “Comentarios a la Ley General de Sociedades. Estudio analítico”, Cámara de Comercio de Lima, Cultural Cuzco, Lima. Pág. 115. 9 ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 341. 10 ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 348. 11 12 GARRIGUES, Joaquín y URIA, Rodrigo. “Comentarios a la Ley Española”. Tomo II. Pág.91 7 Encontramos otro ejemplo en la legislación argentina, la misma que es muy similar a la nuestra, debido a que en el artículo 261 de la LSC establece que “…….El estatuto podrá establecer la remuneración del directorio y del consejo de vigilancia; en su defecto, la fijara la asamblea o consejo de vigilancia en su caso…..”. Asimismo, en el segundo párrafo del mismo artículo se establece un monto máximo para las retribuciones que pueden recibir los miembros del directorio y del consejo de vigilancia, incluyendo sueldos y otras remuneraciones por el desempeño de sus funciones, los mismos que no podrán exceder del 25% de las ganancias.13 De lo expuesto, podemos decir que: - La remunerabilidad del cargo de director no reconoce excepción. Sólo los directores pueden renunciar voluntariamente a su retribución, siempre y cuando se trate de honorarios, mas no del sueldo fijo que este tiene. - El monto de las remuneraciones debe ser fijada en el estatuto social, en el caso de que el estatuto no lo establezca será responsabilidad de la junta general establecer dicho monto.14 Finalmente, es de vital importancia tener en cuenta lo estipulado en el Artículo 163º de la Ley General de Sociedades, en el cual se establece el plazo de duración del directorio. “……..Los accionistas tienen la facultad de determinar la duración del directorio en el estatuto. Sin embargo esta libertad no es irrestricta, debido a que la ley impone un periodo mínimo de un año y un máximo de tres, con la 13 RICHARD, Efrain y MUIÑI, Orlando, “Derecho Societario”, 5ta reimpresión, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Deplama, Buenos Aires, 2004.Pág. 537. H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo, Primera Edición, Republica Argentina. 14 8 finalidad de que el directorio pueda renovarse con cierta periocidad, en caso los resultados de su gestión no seas satisfactorios…..”15 Debido a que el cargo de director es temporal, es preciso recordar que según lo establecido en el segundo párrafo del citado artículo, cabe la posibilidad de que los directores puedan ser reelegidos sin determinar límite alguno. En otros cuerpos normativos, como por ejemplo se establece que”…….. los administradores, sin distinción ejercerán el cargo durante el plazo que señalen los estatutos sociales, el cual no podrá exceder de cinco años …………. Si los estatutos nada dicen, se entiende que el nombramiento se produce por el plazo máximo……….”.16 Por la naturaleza de la persona jurídica, los directores mantienen su legitimación hasta que sean sustituidos, por ello deben asegurar la convocatoria de la junta general que elegirá a su reemplazante.17 . Facultades del Directorio El Articulo 172º de la LGS establece que: “…….El directorio tiene las facultades de gestión y de representación legal necesarias para la administración de la sociedad dentro de su objeto, con excepción de los asuntos que la ley o el estatuto atribuyan a la junta general………..” Este artículo no impone obligaciones sino que concede facultades suficientes al directorio para poder administrar, las mismas que deben ser ejercidas de manera conjunta, es decir, el directorio como órgano colegiado, no se ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 341. 15 16 JIMENEZ, Guillermo. Lecciones de Derecho Mercantil. Sexta Edición, Editecnos, Madrid.2001.Pág. 226. RICHARD, Efrain y MUIÑO, Orlando, “Derecho Societario”, 5ta reimpresión, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Deplama, Buenos Aires, 2004. Pág. 528-529. 17 9 permite que algún director pueda atribuirse a si mismo el cargo y ejercerlo individualmente.18 Las facultades del directorio deben de ser las suficientes para poder administrar las sociedad, pero también es importante tener en cuenta que la ley lo excluye de la toma de decisiones en determinados asuntos que son reservados exclusivamente para la junta general. Estas facultades de gestión y de representación legal son necesarias para la administración de la sociedad siempre que se encuentren dirigidas a la realización de su objeto.19 Las atribuciones de los integrantes de los órganos de gobierno de una sociedad se encuentran estrechamente vinculadas a su posición como socios de la misma en la mayoría de casos, pero como ya hemos visto anteriormente no necesariamente un accionista tiene o se encuentra en la obligación de ser director.20 Por lo que hemos visto podemos considerar que el directorio, ya no es considerado como un solo mandatario de la sociedad o de los socios, sino uno de los órganos legales instituidos dentro de la estructura de tipo societario.21 Nuestra legislación no determina de manera exacta cuales son las atribuciones que posee el directorio, como lo hace con respecto de la junta general de accionistas. ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 358-359. 18 FLORES POLO, Pedro (1998), “Comentarios a la Ley General de Sociedades. Estudio analítico”, Cámara de Comercio de Lima, Cultural Cuzco, Lima. Pág. 121. 20 CABANELLAS DE LAS CUEVAS, Guillermo. (1996), “Los órganos societarios”; Buenos Aires: Editorial Heliasta. Pág. 198 21 H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo, Primera Edición, Republica Argentina. 19 10 En ese sentido, nos atrevemos a decir que desde el aspecto funcional del directorio estamos ante una gran variedad y amplitud de atribuciones que este puede tener, debido a que todas las atribuciones son determinadas por la junta general. Por lo tanto, debemos entender que el directorio tiene una serie innumerable de atribuciones, salvo las que son exclusivamente asignadas por ley a la junta general. Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta en relación a la gestión de la empresa es en la toma de decisiones, teniendo como base a la información financiera que proporciona el Directorio que conforme es precisado por el artículo 175° de la Ley General de Sociedades -LGS debe "ser suficiente, fidedigna, y oportuna con respecto a la situación legal, económica y financiera de la sociedad". Con respecto a la información suficiente, fidedigna y oportuna; es preciso señalar que en virtud de ello el directorio debe evaluar en cada uno de los casos la necesidad y conveniencia de la divulgación de la información, cuidando los intereses sociales, de manera que estos no se vean perjudicados con la divulgación de dicha información. “………Cabe señalar que este articulo nos da a entender que los directores son responsables por los daños y perjuicios que ocasionen al proporcionar informes que carezcan de esos atributos, lo cual puede llegar a configurar un delito en el campo legal, según los artículos 198º y 199º del Código Penal…….”22 En el ordenamiento societario vigente, la Gerencia de una sociedad, es particularmente responsable por "la existencia, regularidad y veracidad de los sistemas contables y por el establecimiento de una estructura de control interno". ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 360-361. 22 11 Así está señalado por el artículo 190° de la Ley General de Sociedades. Con relación a las cuentas anuales, estas comprenderán el balance, la cuenta de ganancias y pedidas y la memoria, estos documentos forman una unidad que deben de ser redactados con claridad y mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la sociedad, siguiendo las disposiciones contenidas en la ley. Al respecto es preciso resaltar que junto al informe de gestión y la propuesta de aplicación del resultado, han de ser formulados por los administradores, ya que como hemos entendido estos son los responsables para la realización de esta gestión. Cabe señalar que parte de la doctrina internacional sostiene que los administradores también responden por la culpa leve en sus actos dañosos23. Las atribuciones de cualquier gerente pueden consignarse en el estatuto o ser establecidas en el acto mismo del nombramiento o en acto posterior, tal como lo establece el artículo 188º de la Ley General de Sociedades. Los estados financieros que solventan la gestión del Directorio y la Gerencia, se deben preparar y presentar, tal como los señala el artículo 223° de la Ley General de Sociedades, "de conformidad con las disposiciones legales y con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados en el Perú". Así el Directorio de la Sociedad, en mérito al artículo 177° de la Ley General de Sociedades, tiene responsabilidad civil y penal por los daños que causen los directores por negligencia grave o actitud dolosa en su accionar y en las tomas de sus decisiones. JUYENT BAS – RODRIGUEZ DE LA PUENTE, Responsabilidad de los Administradores Societarios, ponencia al “I Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la Empresa, V Congreso de Derecho Societario” Cordoba, 1992, Tomo II. Pag. 709 23 12 El gerente, conforme al artículo 96° tiene responsabilidad civil que no enerva de ninguna forma la responsabilidad que a este le pueda corresponder cuando su actuar es de forma dolosa, lo cual generaría una afectación a los intereses de la sociedad. Con anterioridad a las disposiciones establecidas en la Ley General de Sociedades, el Código Civil, consignó responsabilidades por inejecución de obligaciones y responsabilidad penal por fraude en la administración de personas jurídicas (articulo 198° Código Penal). El mismo que señala “……. el sujeto activo puede ser cualquier persona que tenga la condición que fundador, miembro del directorio, del consejo de administración o del consejo de vigilancia, gerente, administrador…….”; en el aspecto subjetivo se requiere indubitablemente de dolo. 24 Respecto a los caracteres de la responsabilidad de los directores, consideramos que cuando el artículo 171º de la Ley General de Sociedades en su primer párrafo establece que “………los directores desempeñan el cargo con la diligencia de un ordenado comerciante y de un representante leal……..”, tal como lo hemos mencionado anteriormente, está sentando las bases para una responsabilidad subjetiva. También en lo concerniente a los daños y perjuicios causados, cuando en el artículo 177º de la LGS se señala que los directores responden ilimitada y solidariamente ante la sociedad, accionistas y terceros por acuerdos o actos contrarios a la ley, al estatuto o por los realizados con dolo, abuso de facultades y negligencia grave, se alude a una relación de causa-efecto reafirmando con ello el sistema subjetivista. Y es por ello una condición para el nacimiento mismo de la responsabilidad de los administradores, la existencia de un nexo causal entre los 24 BRAMONT ARIAS TORRES, Luis Alberto & GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen. (1998), “Manual de Derecho Penal. Parte especial”, Cuarta edición, Editorial San Marcos, Lima. 13 actos y acuerdos de los administradores, y la existencia efectiva de daños y perjuicios. La estructura económica, los resultados de los beneficios dados por el comportamiento económico del ente empresarial, los flujos de dinero que maneja, como la situación patrimonial de la empresa, se aprecian a través de la información financiera. Con base en esta información, se manejan los negocios y, por ello, su preparación está sujeta a responsabilidades legales. Por el carácter colegiado que caracteriza el funcionamiento del directorio de las sociedades anónimas, el legislador ha impuesto a todos sus integrantes una responsabilidad solidaria e ilimitada, hacia la sociedad, accionistas y terceros por el mal desempeño de su cargo, conducta que queda configurada tanto por la participación activa de cada director en los hechos generadores de responsabilidad como por una conducta omisiva o negligente. Sin embargo, la responsabilidad de los directores de las sociedades anónimas tiene un límite, el cuál delimita la responsabilidad de dichos miembros de las sociedades anónimas, a que las consecuencias perjudiciales de los actos de las mismas hayan sido el resultado del mal desempeño en su cargo, la violación de la ley, estatuto o reglamento, y por cualquier daño producido por dolo, abuso de sus facultades o culpa grave. Directorio vs. Gerencia General Una de las principales diferencias con el directorio es que el gerente general no es un órgano social colegiado sino, por el contrario, es un ejecutivo de las decisiones del directorio. Es decir, el gerente general no requiere de nadie más para tomar las decisiones diarias de la sociedad, sin embargo debe tener como objetivo la obtención de rentas para los accionistas. 14 Asimismo, podemos señalar que el gerente general ejerce su poder o mandato de una delegación específica o general del directorio o de la junta general. Podemos decir que existe una diferencia jerárquica dentro de la empresa ya que los directores participan en varios niveles internos de decisión. En este sentido, el gerente tiene un marco de actuación determinado por el directorio y las facultades encargadas a éste por los órganos sociales. El gerente general, a diferencia del directorio, no tiene voluntad propia en aspectos en los cuales el directorio ha decidido sobre un aspecto, el cual deberá ser ejecutado por el gerente general.25 “………..En la sociedad anónima, la gerencia no es un órgano de la sociedad, como lo es el comité ejecutivo, sino un cargo con una competencia sectorial, originada en delegación parcial de atribuciones del directorio……….” 26 El directorio tiene indelegables funciones de dirección y de control de la administración, y se le permite hacer delegables funciones de ejecución de las decisiones administrativas, las mismas que puede encomendar a gerentes, directores o no. Compete a los gerentes en la sociedad anónima, funciones de ejecución de las directivas emanadas del directorio. Se puede distinguir entre el director que conserva sus indelegables funciones de dirección y de control de la administración en un directorio que ha delegado sus funciones de ejecución en alguno de sus integrantes o en un tercero. 25 En: http://lawiuris.wordpress.com/2008/11/10/el-gerente-general/ H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo, Primera Edición, Republica Argentina 26 15 Este puede ser el "director-gerente", quien además de conservar aquellas funciones lo cual lo diferencia del gerente no director. El gerente asume concretamente, por específica delegación del directorio o del resto de los directores, las funciones ejecutivas de la administración, alguna o algunas de ellas. “…………..El directorio, como titular y responsable de la administración, solo puedo delegar en uno o mas gerentes, generales o especiales, funciones ejecutivas, lo cual excluye toda atribución de funciones representativas o directivas propiamente dichas………….”27 De lo expuesto podemos decir que, en principio, "el directorio tiene las tres funciones" de dirección, control y ejecución, aun que esta ultima es delegable en algún o algunos directores, o en un tercero no director. La función ejecutiva suele delegarse en gerentes, directores o no, de modo de asignar esas tareas a terceras personas con conocimientos especiales en la materia de que se trate, la delegación de las tareas de ejecución o la concreta designación de un gerente, es un acto "formal".28 ¿Por qué en las Sociedades Anónimas Cerradas el Directorio es facultativo? El Articulo 247º de la Ley General de Sociedades establece lo siguiente: “………En el pacto social o en el estatuto de la sociedad se podrá establecer que la sociedad no tiene directorio. Cuando se determine la no existencia del directorio todas las funciones establecidas en esta ley para este órgano societario serán ejercidas por el gerente general……..” Esta es una de las principales innovaciones de la nueva Ley General de Sociedades con respecto de las Sociedades Anónimas Cerradas, que puedan funcionar sin directorio, si así lo establece el pacto social o el estatuto. H. MASCHERONI, Fernando (1978), “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Editorial Cangallo, Primera Edición, Republica Argentina. 27 28 En: http://ar.vlex.com/vid/34753102 16 Esto es consecuencia lógica de los caracteres esenciales de las Sociedades Anónimas Cerradas – SAC, pues en la práctica entraña una injerencia mucho mayor de los accionistas en la administración. Es muy común que el cargo de Gerente General sea desempeñado por uno de los accionistas.29 Siguiendo la línea, que la sociedad debe ajustar su organización a sus propias necesidades, es que la Ley General de Sociedades ha considerado la posibilidad de incorporar o no al directorio en la estructura de la sociedad anónima cerrada. En este sentido y si el pacto social o estatuto establecen que la sociedad anónima cerrada, funcionará sin directorio, las funciones establecidas en la Ley General de Sociedades para este órgano, serán ejercidas por el gerente general. De allí la necesidad de evaluar la conveniencia o no de la existencia del directorio, pues la centralización de la gestión y representación social solo será eficiente en la medida que se logren los objetivos sociales y que la dimensión de la empresa lo permita.30 Podemos concluir que una particularidad importante para la sociedad anónima cerrada, que consiste en la posibilidad de no contar con un directorio, por lo que el directorio es facultativo. En este caso las atribuciones de representación legal y de gestión de la sociedad recaerán en el gerente general; es decir, el gerente general asumirá las funciones del directorio a falta de éste. Antes de la vigencia de la Nueva Ley General de Sociedades, se constituían sociedades con directorios ficticios, que en la realidad nunca sesionaban ni acordaban nada, ya que siempre se hacía lo que ordenaba la junta de accionistas. Esta norma tiene por finalidad evitar los directorios ficticios e innecesarios. ELIAS, Enrique (2001), “Derecho Societario Peruano – Ley General de Sociedades”, Editora Normas Legales, Trujillo, Pág. 534-535. 30 En: http://lawiuris.wordpress.com/2008/09/22/la-sociedad-anonima-cerrada/ 29 17 Cabe además la posibilidad de que las convocatorias a juntas de accionistas convocadas por el directorio o por el gerente general, se hagan sin necesidad de la publicación de avisos en el periódico y hacerlas mediante esquelas con cargo de recepción, por facsímil, correo electrónico u otro medio de comunicación siempre y cuando se tenga la seguridad de que será recepcionada, dirigidas al domicilio del accionista o a la dirección que éste señale para tal efecto. En esta modalidad de sociedades la junta general de accionistas constituyen el órgano supremo de la sociedad porque controla la marcha social mientras que el directorio se encarga de ejecutar los acuerdos adoptados por la junta. Es más cabe la posibilidad de establecer en el estatuto la necesidad de ser accionista para ser director. 31 Reflexiones Finales A lo largo del desarrollo del presente trabajo hemos visto de manera general cual es el concepto, facultades e importancia que posee el directorio dentro de una sociedad. Es importante que tengamos en cuenta los aspectos que se han venido desarrollando, de manera que podamos tener de manera mas clara y precisa como es que se desarrolla este órgano de administración de una sociedad. En ese sentido, tampoco debemos de dejar de lado los demás órganos de la sociedad tal como la Junta General de Accionistas (órgano supremo de la sociedad) y la Gerencia (dependiendo del tipo societario) que son fundamentales en el desarrollo y ejercicio de la sociedad en el mundo empresarial y de mercado en el que se desarrollan las sociedades. 31 En: http://www.asesor.com.pe/teleley/TrabajoSACcaracteristicas.htm 18 BIBLIOGRAFÍA ABANTO VÁSQUEZ, Manuel. (1997), “Derecho penal económico. Consideraciones jurídicas y económicas”, Lima BRAMONT ARIAS TORRES, Luis Alberto & GARCÍA CANTIZANO, María del Carmen. (1998), “Manual de Derecho Penal. Parte especial”, Cuarta edición, Editorial San Marcos, Lima. CASTILLO ALVA, José Luis,“Apuntes sobre la responsabilidad penal de las empresas y las personas jurídicas”, en: Normas Legales, Mayo 1999, T. N° 276, Lima. ELIAS LAROZA, Enrique (2003), “Derecho Societario Peruano. La Ley General de Sociedades del Perú”, Editora Normas Legales. Trujillo. FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. (2001) “Derecho de las personas”. 8va Edición. Grijley. Lima. FLORES POLO, Pedro (1998), “Comentarios a la Ley General de Sociedades. Estudio analítico”, Cámara de Comercio de Lima, Cultural Cuzco, Lima. MEINI MENDEZ, Iván Fabio. (1999), “La responsabilidad penal de las personas jurídicas”, Gaceta Jurídica. Lima. CABANELLAS DE LAS CUEVAS, Guillermo. (1996), “Los órganos societarios”; Buenos Aires: Editorial Heliasta. JUYENT BAS – Rodríguez de la Puente, Responsabilidad de los Administrados Societarios, ponencia al “I Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la Empresa, V Congreso de Derecho Societario”, Cordoba, 1992, Tomo II. Pag. 709. RICHARD, Efraín y MUIÑI, Orlando, “Derecho Societario”, 5ta reimpresión, Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Deplama, Buenos Aires, 2004. JIMENEZ, Guillermo. Lecciones de Derecho Mercantil. Sexta Edición, Editecnos, Madrid.2001 (Pág. 224-229) H. MASCHERONI, Fernando, “El Directorio en la Sociedad Anónima”, Primera Edición, Junio de 1978. Editorial Cangallo S.A.C.I. GARRIGUES, Joaquín y URIA, Rodrigo. “Comentarios a la Ley Española”. Tomo II. Pág.91 19
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