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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE PRESUPUESTO Y HACIENDA
Salón Manuel Belgrano
10 de mayo de 2005
Presidencia del señor senador Capitanich
— En
el aSalón
Manuel
de
mayo
las 15
y 20: Belgrano del H. Senado de la Nación, el martes 10
Sr. Presidente (Capitanich). — Buenas tardes, damos inicio a la reunión del martes 10 de mayo
de 2005 de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Nosotros queremos abordar el tratamiento en
forma conjunta con la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del expediente CD. 13/05, que es
el proyecto de ley en revisión sustituyendo los artículos 18 y 19 de la ley 24.769. Vamos a
aguardar la presencia de los miembros de la comisión unos minutos más, pero contamos con la
presencia de funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos que están dispuestos
a explicar en detalle las modificaciones a ambos artículos.
Asimismo, a los efectos de que los señores senadores puedan realizar un análisis
pormenorizado, vamos a dar ingreso al expediente S. 91/04, proyecto de ley de la señora
senadora Martín y otros señores senadores sobre fideicomiso público. En segundo lugar, el
expediente S. 843/05, proyecto de ley de los señores senadores Falcó y Pichetto por el que se
otorga un subsidio al Museo de Geología y Paleontología “Dr. Rosendo Pascual” de Lago
Gutiérrez, Bariloche, Río Negro. Siguiendo con la mecánica de la comisión, hemos transformado
ese proyecto de ley en uno de comunicación. Y por último, el expediente S. 1085/05, proyecto de
ley de la señora Arancio de Beller y del señor senador Morales por el que se otorga un subsidio al
Obispado de Jujuy. Siguiendo también con la mecánica de la comisión, lo hemos transformado en
un proyecto de comunicación.
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A su vez, tenemos varios proyectos de comunicación: expediente S. 842/05, proyecto
perteneciente a la señora senadora Avelín y otros señores senadores por el que se solicita la
extensión del pago del IVA a todos los productos de la canasta básica de alimentos; expediente
875/05, proyecto perteneciente al señor senador Salvatori por el que se otorga un subsidio al Club
Empleados Municipales de Senillosa, Neuquén; expediente S. 876/05, proyecto perteneciente al
señor senador Salvatori por el que se otorga un subsidio a la Cámara de Productores
Agropecuarios y Afines de Senillosa, Neuquén; expediente S. 900/05, proyecto perteneciente al
señor senador Morales y otros señores senadores por el que se solicita se transfiera a la provincia
de Jujuy los fondos necesarios para concretar la obra de acceso sur a la ciudad de San Salvador
de Jujuy; y por último, el expediente S. 1135/05, proyecto perteneciente al señor senador
Martinazzo por el que se solicita incorporar en el presupuesto una partida para el estudio de la
obra de pavimentación de la ruta nacional 412, de la provincia de San Juan. Esos son todos los
proyectos en tratamiento.
Como es mecánica habitual de la comisión, vamos a propiciar la firma correspondiente de
los señores senadores mediante el proceso en donde haremos circular los expedientes.
Antes de dar inicio al tratamiento del proyecto de ley en revisión sobre modificación del
Régimen Penal Tributario nosotros teníamos pendiente el tratamiento del expediente CD. 9/05,
que es el dictamen a partir del cual existe una modificación en la ley 11.683, de Procedimiento
Tributario, y sus modificatorias. En ese sentido, hemos contado con la presencia de los señores
funcionarios de la AFIP a quienes les hemos podido formular todas las preguntas y las
observaciones correspondientes. Por lo tanto, quería escuchar la posición de los señores
senadores. Es decir, si estarían dispuestos a suscribir el dictamen sin modificaciones o si existen
observaciones o disidencias parciales y/o totales respecto del expediente.
Tienen la palabra los señores senadores para expresar sus opiniones.
Sr. Sanz. — En el caso del bloque radical, nosotros estamos dispuestos a firmar el dictamen pero
con disidencia, que son las mismas observaciones que en oportunidad del tratamiento en la
Cámara de Diputados formulara el bloque de diputados de la Unión Cívica Radical respecto de
cinco artículos a los que se había solicitado oportunamente su exclusión. Y luego, por el resultado
de la votación luego, eso no se tuvo en cuenta. En definitiva, nosotros vamos a mantener aquí la
mismas observaciones. De todas maneras, eso no quita que estemos en condiciones de suscribir el
dictamen con esa disidencia parcial.
Sr. Presidente. — Perfecto, nosotros hemos tomado en consideración las opiniones
correspondientes pero también hemos efectuado el correspondiente proceso de ensamble del
dictamen para que quede debidamente perfeccionado. Por ejemplo, faltaban algunas palabras que
hacían a la transcripción del artículo 184 de la Ley de Procedimiento Administrativo y este
dictamen las contiene. Del mismo modo que el encuadre adecuado de una serie de incisos que no
estaban debidamente encuadrados en el formato remitido por el expediente CD. 9/05.
Con esas observaciones, que creemos enmiendas formales que garantizan su
confiabilidad, estamos dispuestos a hacer circular el dictamen a los efectos de la publicación
correspondiente en el Orden del Día. ¿Están de acuerdo?
Sr. Sanz.— Estamos de acuerdo.
Sr. López Arias.— Señor presidente: no le entendí bien. ¿Va a suscribir el dictamen con
modificaciones?
Sr. Presidente. — No, había un problema de carácter formal, que era la transcripción del artículo
184. Es decir, le faltaba un párrafo y nosotros hemos hecho poner perfectamente en el dictamen
los párrafos y también en la organización del texto. Las modificaciones de los incisos c) prima, f
y g, no estaban debidamente encuadrado. Eso lo tiene que ver gráficamente.
Sr. López Arias.—¿Lo que se corrige es el segundo párrafo del artículo 28?
Sr. Presidente. — En el punto 7 dice: “Sustitúyese el inciso c) prima, f, g y h del artículo 18 por
los siguientes: c) prima...” Entonces, el contenido del párrafo se refería al inciso en su
generalidad y estaba mal ubicado desde el punto de vista de su encuadre normativo. Entonces,
ahora lo hemos encuadrado perfectamente. El último párrafo se refiere al inciso y no al punto
anterior porque, de lo contrario, presta a confusión.
Sr. López Arias.— Yo voy a firmar con disidencia parcial.
Sr. Presidente. — Perfecto. ¿Usted lo hace porque tiene objeciones sustantivas?
Sr. López Arias. — En realidad, son objeciones formales pero como quedó redactado el
dictamen, pueden traer confusiones sustantivas. Y yo creo que es bueno remediarlas. Así que voy
a plantear una disidencia parcial.
Sr. Presidente. — Muy bien. De cualquier manera, una copia del dictamen la haremos girar al
presidente de la Cámara de Diputados con el objeto de que ratifique que el dictamen contiene la
enmienda formal correspondiente, porque nosotros entendemos que son problemas de carácter
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formal y no sustantivos. Por consiguiente, pongo a disposición de los señores senadores para la
suscripción el correspondiente dictamen.
Aprovechando la presencia de los miembros de la Administración Federal de Ingresos
Públicos, si les parece pertinente podríamos escuchar su posición con respecto a las
modificaciones de los artículos 18 y 19 de la ley 24.769. En ese sentido, tenemos al doctor
Ernesto Donato. Si usted va a exponer, lo invitamos a hacerlo.
Sr. Donato.— Las modificaciones vinculadas con los artículos 18 y 19 de la Ley Penal
Tributaria, la 24.769...
Sr. Presidente.— Disculpe la interrupción, doctor Donato.
La senadora Diana Conti es miembro de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales. ¿Van
a asistir otros miembros de esa comisión a esta reunión?
Sra. Conti. — Me parece que no. Por eso quiero hacer una sugerencia, que no es de la comisión
sino personal.
Entiendo la necesidad de la modificación que se está tratando, pero solicitaría que en una
próxima reunión se escuche al Ministerio Público Fiscal y en lo posible al doctor Borinsky —que
es especialista en estos casos— para tener también la visión de a quiénes estamos trasladando
algunas funciones de control que hoy tiene la Procuración del Tesoro.
Sr. Presidente.— Perfecto.
Si los señores senadores están de acuerdo, citaríamos a reunión de comisión para el
próximo martes y, en función de eso, escucharíamos las exposiciones correspondientes.
Tiene la palabra el doctor Donato.
Sr. Donato. — Los propósitos que hemos encontrado para modificar los artículos 18 y 19 de la
ley 24.769 —relacionados con la obligación de formular la denuncia penal por parte de los
funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos y con el caso de no realizar la
denuncia penal cuando existieren razones fundadas para ello— buscan uniformar el criterio de la
Administración Federal de Ingresos Públicos, darle un control de legalidad suficiente a su
actuación y resaltar el principio de oportunidad mediante la remisión de las actuaciones al
Ministerio Público en el caso de la no formulación de la denuncia penal, para que éste tome
conocimiento del proceder de la Administración Federal.
El proyecto del Poder Ejecutivo se fundamenta en la experiencia recogida durante el
tiempo que ha estado vigente la Ley Penal Tributaria.
En primer término, en relación a la obligación de formular la denuncia penal que
establece el artículo 18, ésta solamente va a ocurrir cuando exista por parte del funcionario
actuante la convicción administrativa suficiente para proceder a esa denuncia. Es decir que la
denuncia no va a adquirir el carácter de automática por alcanzar el límite objetivo de punibilidad
que la Ley Penal Tributaria establece sino que va a requerir que el funcionario —mediante un
proceso derivado de su razonamiento y del conocimiento de los hechos— genere en sí la
convicción administrativa suficiente para considerar que se ha dado el elemento subjetivo que
tipifique el ilícito, o sea el ardid, el dolo específico para cometer el delito. Recién en ese caso, el
funcionario administrativo va a proceder a realizar la denuncia penal. De no existir ese elemento
subjetivo, la denuncia penal no se formularía.
Ahora bien, lo que tratamos de evitar en este caso particular es un procedimiento
dispendioso y un recargo de actividades para la gestión judicial que implique el conocimiento de
denuncias automáticas cuando no existen los elementos subjetivos suficientes. Estos son los
lineamientos generales con respecto al artículo 18.
También se pretende la modificación de actual artículo 19 de la ley 24.769 que consagra
una obligación. Diría que más que una obligación consagra la excepción genérica de denunciar
cuando no existan razones suficientes que lleven a considerar que se ha cometido el delito de
evasión y que no hay necesidad de realizar la denuncia penal. En este caso, la Administración
Federal de Ingresos Públicos —a través de la propuesta de modificación de esta norma—
derivará las actuaciones al Ministerio Público Fiscal para que en un plazo determinado se expida
sobre esta obligación de denunciar que podría haber tenido eventualmente la Administración
Federal, pero que no lo ha hecho por este principio de excepción. En ese sentido, existiría el
control suficiente por parte del Ministerio Público —que es quien dispone la acción pública—
para directamente dejar archivadas las actuaciones.
En términos generales, lo que nosotros procuramos con esta reforma es hacer una
economía de esfuerzos tanto por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos como
por parte de la Justicia, no generar al contribuyente denuncias automáticas cuando se superen los
límites objetivos de punibilidad y contar con un procedimiento uniforme de actuación en toda la
Administración Federal de Ingresos Públicos; es decir, cuando exista la convicción administrativa
—con todos los controles suficientes, haya o no determinación de oficio, según el tiempo de
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situación que se plantee— y al exceptuarse de la obligación genérica de denunciar cuando no se
den estos supuestos y, además, remitir las actuaciones al Ministerio Público Fiscal a los efectos
de que éste pondere si la excepción que la Administración Federal de Ingresos Públicos considera
que corresponde y cabe para no efectuar la denuncia ha sido adecuadamente ejercida.
Estas son las consideraciones generales que han motivado la presentación de este
proyecto del Poder Ejecutivo y que ya ha tenido tratamiento por parte de la Honorable Cámara de
Diputados.
No sé si ustedes quieren hacer alguna otra pregunta.
Me acompaña la directora de Planificación Penal Tributaria Aduanera de la
Administración Federal de Ingresos Públicos, quien también puede hacer algunas otras
apreciaciones específicas y técnicas dentro del tema penal, si es que lo consideran conveniente.
Estamos a disposición de los señores senadores.
Sr. Presidente.— La Comisión de Presupuesto y Hacienda tiene una mesa consultiva a cargo del
doctor Roberto Condoleo y nos ha hecho llegar por escrito algunas cuestiones que me parecen
importantes.
En primer lugar, existen modificaciones a los párrafos primero y segundo del artículo 18.
En el primer párrafo se plantea que “...el organismo recaudador formulará denuncia una
vez...” y ahí se le agrega: “...formada la convicción administrativa de la presunta comisión del
hecho ilícito”.
La pregunta es: ¿acaso la ley vigente no tiene esta presunta convicción para efectuar la
denuncia?
Sra. Comes. — Sí, figura en la actual redacción del artículo 18, segundo párrafo, pero lleva a
confusión de la manera en que se encuentra redactado, ya que aparece como que la convicción
administrativa es necesaria sólo en los supuestos en que no se requiriera de una determinación de
deuda previa a la formulación de denuncia.
Con esta reforma se intenta dejar en claro que en todos los supuestos en que se deba
efectuar una denuncia penal —sea que se requiera como previa o no de una determinación de
deuda— debe estar presente la convicción administrativa por parte del funcionario de la AFIP.
Esto significa que en todos los casos debe existir un comportamiento fundado y responsable del
funcionario que evalúe el supuesto y esté en condiciones de formularse la denuncia penal.
Sr. Presidente.— Bien.
En el párrafo tercero se agrega que “...cuando la denuncia penal fuere formulada por un
tercero, el juez, previa intervención del Ministerio Público Fiscal en los términos del artículo 180
del Código Procesal Penal de la Nación, remitirá los antecedentes al organismo recaudador que
corresponde para que se dé comienzo al procedimiento de verificación y determinación de la
deuda.
El organismo recaudador deberá emitir el acto administrativo a que se refiere el segundo párrafo
en un plazo de 180 días hábiles administrativos, prorrogables por 90 días a requerimiento
fundado”.
Allí el tema es que la única modificación consiste en alargar los plazos; es decir, se
transforman en términos reales en ocho o nueve meses de plazo de extensión.
Sra. Comes. — Es incorrecta la asociación, esto surge en virtud de la experiencia de la ley
24.769, que el plazo que fija el actual artículo 18 de 90 días prorrogables por 90 días más resulta
insuficiente. ¿Por qué? Porque no sólo estamos hablando del procedimiento de determinación de
oficio que comienza con la vista del artículo 17 de la ley 11.683 sino que previamente está todo el
trámite de la fiscalización, del análisis por parte del equipo fiscalizador.
Me atrevo a decir que en todos los casos que se han dado denuncias de terceros se hizo
necesario por parte del organismo pedir una prórroga adicional más allá de los 90 días y la nueva
prórroga que fija el actual artículo 18. Eso surge a partir de la experiencia recogida a lo largo de
este tiempo. Y siempre tratando de salvaguardar el derecho de defensa que le asiste al
contribuyente dentro del procedimiento de determinación de oficio, porque por la ley 11.683 toda
aquella prueba que no presente durante el trámite le estaría vedada de presentar ante el tribunal
fiscal en una instancia posterior.
Sr. Presidente. —¿Hay alguna observación que quiera hacer algún señor senador respecto del
artículo 18?
La pregunta que quería hacerles para que ustedes nos puedan informar es: ¿Cuántas
denuncias penales ha promovido la Administración Federal de Ingresos Públicos y qué resultados
ha tenido?
Sra. Comes. — En este caso, se le ha acercado a la Comisión de Legislación Penal de la Cámara
de Diputados un informe en donde se hacía referencia a que se habían interpuesto un total de
10.251 denuncias aproximadamente desde la vigencia de la ley 24.769. Y dos mil de ellas han
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finalizado por motivos que denotarían que no se habría llevado a cabo la conducta punible. Lo
importante también de resaltar en este caso es que se tuvo un procedimiento abierto, con la causa
penal abierta, hasta llegar a esta resolución por un plazo de cinco años y ocho meses. O sea, la
Justicia se tomó en muchos casos para dilucidar la cuestión un plazo de cinco años y ocho meses
arribando a la conclusión de que no se habría llevado a cabo la conducta punible.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Sanz.
Sr. Sanz. — Según lo que uno entendiente de la ley, la conducta punible era simplemente no
haber cumplido las formas. Es decir, el delito se consumaba con la violación de la formalidad, en
este caso, tarifada por la propia ley. O sea, la ley establecía un monto a partir del cual la evasión
constituía motivo para requerir la instrucción formal. Por lo tanto, la pregunta que me surge
después de haber escuchado esto es: ¿Cuáles son las razones para que en esas dos mil causas la
Justicia interprete que no se configuró esa conducta punible? Hago esta pregunta para saber si en
una reforma de la ley uno debería tener en cuenta esa situación para poder incorporarla dentro de
la norma. ¿No sé si me explico?
¿Qué es lo que quiso decir la Justicia con que no se había configurado la conducta
punible? Cuando es tan claro que la conducta punible es haber evadido un monto objetivo que la
propia ley establece.
Sr. Donato.— Voy a comenzar la respuesta y después se la voy a dejar a la doctora. La Ley
Penal Tributaria establece lo que se llama un “límite objetivo de punibilidad”, pero para tipificar
la acción de la evasión requiere del elemento subjetivo. Lo que la Justicia, avanzando en la
investigación de las denuncias formuladas por la Administración General de Ingresos Públicos,
habrá llegado a determinar en esas causas es que no se ha dado el elemento subjetivo. Es decir, el
dolo o la intención directamente destinada a la comisión del ilícito penal. Y ese dolo es
específico. En ese caso en particular, es seguramente motivo por el cual las denuncias no habrán
llegado al auto de procesamiento necesario o a la sentencia condenatoria consecuente.
Sr. Sanz. — Eso es lo que ahora va a formar parte de esa “convicción” administrativa.
Sr. Donato. — Exactamente.
Sr. Sanz. — El procedimiento de convicción administrativa apunta fundamentalmente a
determinar ese elemento subjetivo que compone la segunda parte del delito.
Sr. Donato. — Ese es el propósito. Entonces, lo que le quitamos es la automaticidad, porque si
tenemos el límite objetivo se dispara la denuncia automáticamente. Y no podemos examinar en
sede administrativa la conducta integral del contribuyente. Es decir, si hubo o no intención
específica de producir la acción tipificante, que en este caso es la evasión.
Sr. Sanz. — ¿Cómo se determina ese elemento subjetivo cuando hay parámetros tan estrictos en
lo objetivo? Es decir, cuando hay montos que se violan. ¿Dónde está el elemento subjetivo en los
casos de evasión? ¿Qué es lo que ha dicho la Justicia respecto de esos dos mil casos?
Sra. Comes. — Por ejemplo, el mero hecho de presentar la declaración jurada rectificativa no
autoriza a presuponer la existencia de dolo. Podemos hablar de que hay dolo cuando de una
fiscalización surgen diferencias entre lo registrado o lo declarado, o se encuentran ventas en
negro, o la utilización de facturas apócrifas. O sea, son los medios utilizados por el contribuyente
para disfrazar su realidad fiscal y tributar menos.
Sr. Donato. — Es decir, aquí estamos hablando por la positiva: cuando existe convicción
administrativa de la existencia del elementos subjetivo. El artículo 19 es la excepción a la
obligación de denunciar. En ese caso, para disipar cualquier tipo de cuestión con respecto a la
legalidad del procedimiento administrativo utilizado, para no formular la denuncia penal, se le da
intervención al Ministerio Público que tiene un plazo de 60 días para expedirse.
Ahora, todo este procedimiento administrativo también tiene el control de legalidad de la
propia organización. Es decir, no es que el funcionario en forma discrecional va a resolver si
existe o no convicción administrativa, o si va o no a denunciar. Todo eso está debidamente
reglado y le demos, en el caso de la no formulación de la denuncia, la participación al Ministerio
Público que, por el otro lado, es el que tiene la acción penal y la disponibilidad. Y por el principio
de oportunidad puede ejercer la acción pública y empezar a realizar las investigaciones dentro del
proceso penal o dentro de las facultades —creo que es el artículo 26 de la Ley de Ministerio
Público— que le confiere a los fiscales.
Sr. Presidente. — En definitiva, en la reforma que estamos propiciando de los artículos 18 y 19,
lo que estamos transmitiendo es que la ley 24.769 tiene un límite objetivo, que es el límite
inferior. Es decir, menos de cien mil pesos: no hay denuncia penal en forma automática. Y delito
tributario de más de cien mil pesos: hay denuncia penal. A partir de ahora planteamos el principio
de convicción administrativa que identifica los elementos subjetivos que caracterizan el acto
susceptible de denuncia penal.
La pregunta clave es la siguiente: la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia en
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abril de 1989, en el caso “Generoso Maza”, planteó básicamente de que sobre bases presuntas no
puede existir un esquema de denuncia penal en virtud del principio de inocencia que rige el
Derecho penal. Cuando uno configura una denuncia penal superior a cien mil pesos, por los
elementos subjetivos que fortalecen el principio de la convicción administrativa del funcionario,
¿no debería tener una intervención previa del Ministerio Público para identificar con mayor
precisión la viabilidad de una denuncia de esas características? ¿Ustedes no lo han considerado?
Digo esto porque, en general, en el artículo 19 simplemente se cambia la figura del procurador
del Tesoro por el Ministerio Público.
Sr. Donato. — Eso con respecto al artículo 19, cuando es la excepción a la obligación de
denunciar. En el artículo 18 exigimos —o, por lo menos, nos autoexigimos— que exista la
convicción administrativa para denunciar. En ese caso, el control de la legalidad, de los extremos
de la denuncia, de la acción penal que se persigue, lo va a tener el juez o se delegarán las
diligencias judiciales en el Ministerio Público.
Por lo tanto, con relación a la convicción administrativa para denunciar, necesitamos del
elemento subjetivo porque consideramos que un acto administrativo —que es la base de una
denuncia— tiene que ser un acto razonable. La Administración no puede actuar automáticamente:
debe tener un proceso de formación en su voluntad administrativa que responda a criterios
razonables. Entonces, es dispendioso que por el sólo hecho de haberse alcanzado un límite
objetivo el funcionario dispare automáticamente una denuncia. La obligación de la
Administración es reunir la mayor cantidad de elementos de convicción necesarios para que
agregue valor a su obrar; de lo contrario, la Administración estaría en la misma situación que un
particular, que también puede denunciar.
La Administración tiene la obligación de denunciar en determinadas circunstancias y
condiciones.
Sr. Presidente.— Tiene la palabra la señora senadora Conti.
Sra. Conti. — Yo entiendo la necesidad de que se den esos requisitos antes de hacer o no una
denuncia basada en la convicción administrativa. Mi pregunta es: ¿por qué de esa convicción
administrativa excluyen a la Procuración del Tesoro? Porque podría ser lo mismo sin excluir a la
Procuración del Tesoro. Habría un triple control: el de la AFIP, el de la Procuración del Tesoro
—que tiene una función diferente dentro del Poder Ejecutivo— y una función jurisdiccional, que
la estaría cumpliendo el fiscal.
Sra. Comes. — En los casos donde está formada la convicción administrativa actualmente no
está prevista la intervención de la Procuración del Tesoro sino en los casos en que no estaba
formada la convicción administrativa.
Por lo tanto, existiendo la convicción administrativa rige para el funcionario la obligación
de denuncia, conforme el artículo 177 del Código Procesal Penal; por eso está obligado a
denunciar.
Sra. Conti. — Pero el único juez de la convicción administrativa o no son ustedes. Y un fiscal,
que va a conocer un expediente en 60 días cuando ustedes...
Sr. Donato. — Perdón, senadora. Eso es para el artículo 18.
Sra. Conti. — Para no denunciar, porque...
Sr. Donato. — ¡Ah!, para no denunciar. Entonces, vamos al artículo de no denunciar, que es el
artículo 19.
Sra. Conti. — El que no denuncia debiendo denunciar es encubridor o cómplice de un delito.
Seguramente ustedes tienen interés en contar con una cobertura legal cuando no denuncian,
justamente para que el no denunciar nunca sea mal visto por el Poder Judicial. Por eso buscan la
voluntad de un fiscal que les diga: “Estoy de acuerdo. No hay denuncia en este caso”, porque eso
los legitima a ustedes.
Ahora bien, yo me pregunto: ¿por qué en esa formación de voluntad estatal bipoder
excluyen a la Procuración del Tesoro?
Sr. Donato. — Porque nosotros consideramos que por un principio de oportunidad es
conveniente que sea el propio Ministerio Público y no la Procuración del Tesoro quien disponga
el ejercicio o no de la acción penal. Ponemos el hecho, la resolución o la decisión de estar
exceptuados de la obligación de denunciar en cabeza del Ministerio Público, como órgano
extrapoder que actúa en ese caso y tiene la posibilidad de promover la denuncia penal.
Sr. Presidente.— Tiene la palabra la señora senadora Conti.
Sra. Conti. — Es verdad que el Ministerio Público es un órgano extrapoder que en algún
momento —ojalá— debería tener la función exclusiva de disponibilidad de acción penal y de la
instrucción penal en todos los casos, cosa que todavía no es así. Pero eso no exime y no contesta
a mi pregunta de por qué en un acto administrativo de no denunciar, ustedes quieren no tener el
aval de la Procuración del Tesoro.
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La AFIP dice que no hay denuncia porque no se dan los elementos subjetivos del tipo
penal en trato. Ahora, ¿por qué no quieren que la Procuración del Tesoro opine al respecto? A lo
mejor la AFIP sostiene que no hay convicción administrativa para denunciar pero la Procuración
del Tesoro entiende que sí la hay y que se debe abrir una causa penal.
Sra. Comes. — Justamente porque la Procuración del Tesoro revisaría la actuación del
funcionario y no es lo que se pretende dentro del marco de la ley 24.769; independientemente de
que igual lo puede hacer la Procuración del Tesoro.
Sra. Conti. — Pero tiene que tener noticia para poder hacerlo y ésta sería la noticia. Si ustedes
sacan la posibilidad de que tenga noticia, el funcionario va a ser controlado muy ex post.
Sra. Comes. — No. Va a ser controlado ahí mismo, porque simplemente se cambia lo que era la
revisión de la Procuración del Tesoro por el Ministerio Público Fiscal.
Sra. Conti. — El Ministerio Público es un órgano extrapoder que está dotado para revisar todos
los delitos. Entonces, no tiene estructura para revisar la actuación de cada funcionario de la AFIP
que diga: “Mire, acá no voy a denunciar”.
Me parece que ese control lo debería hacer otro órgano ejecutivo distinto de la AFIP.
Sr. Donato. — No debemos confundirnos con lo que es el control del ejercicio de una función
pública, que lo tiene la Administración Federal a través de sus órganos de control propios —
como la Unidad de Auditoría Interna y su área de servicio jurídico— sumados los servicios de
control como la Sindicatura General de la Nación, la Auditoria General de la Nación, la Fiscalía
Nacional de Investigaciones Administrativas y la Oficina Anticorrupción, que son todos órganos
que concurren en el control de la conducta de los funcionarios en el ejercicio y en el desempeño
de su actividad pública. Eso no es “pese a que el control de la Procuración del Tesoro...”
En este caso se trata específicamente de la existencia o no de un delito. Entonces,
consideramos que el Ministerio Público es el órgano más adecuado para determinar la existencia
o no de delito, ya que por el artículo 26 de la propia Ley de Ministerio Público tiene facultades de
investigación; facultades que la Procuración del Tesoro no posee, pues es un órgano de
asesoramiento del Poder Ejecutivo.
Sra. Conti. — Creo que es una cuestión a seguir debatiendo entre nosotros.
Sr. Presidente.— ¿Alguna otra pregunta?
Entonces, la modificación del artículo 19 se refiere a la sustitución de la figura de la
intervención del Procurador del Tesoro por el Ministerio Público y que tiene 60 días para
expedirse respecto de formular la denuncia o archivarla.
Sr. Donato. — Exactamente.
Para concluir, diré que el Ministerio Público tiene la disponibilidad de acción penal; la
Procuración del Tesoro no. Esto significa que, en caso de divergencia, la Procuración del Tesoro
debería formular la denuncia ante la Justicia o ante el Ministerio Público. Entonces, lo que
estamos haciendo acá es cortar camino.
Sr. Presidente.— Muy bien.
Agradecemos muchísimo la presencia del doctor Donato y de todo el equipo de la AFIP
que lo acompaña.
Damos por concluida esta reunión con la firma de los proyectos de comunicación y
anunciando que consideraremos el proyecto de ley de fideicomiso público y convocando
nuevamente para el próximo martes a la Comisión de Justicia y Asuntos Penales para finalizar el
debate.
— Son las 15 y 59.
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