REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN DE LA COMISIÓN PRESUPUESTO Y HACIENDA Salón “Manuel Belgrano” — H. Senado de la Nación Martes 25 de octubre de 2005 — Reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en el Salón "Manuel Belgrano" del H. Senado, a las 15 y 36 del martes 25 de octubre de 2005: Sr. Presidente (Capitanich).— Buenas tardes. Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. La primera iniciativa del temario es el expediente del PE-429/05, proyecto de ley creando un programa destinado a promover el desarrollo de la biotecnología moderna en la República Argentina. Nosotros hemos tenido la oportunidad de convocar a distintas entidades y actores intervinientes en el proceso de elaboración del proyecto de ley pertenecientes al Foro Argentino de Biotecnología. Para someter a consideración de los señores senadores tenemos un dictamen fundado con respecto a la aprobación del mismo. No obstante, me parece importante que cada uno de ustedes lo pueda evaluar con detenimiento, con el objeto de ver si es necesario introducir algún tipo de modificación y/u observación. Paralelamente, las observaciones que nosotros hemos recepcionado las remitimos al Ministerio de Economía y al Foro, con el objeto de evaluar la pertinencia o no, respecto de las modificaciones. En general, la posición del Poder Ejecutivo — con relación a cuestiones que atañen al costo fiscal— es no expandir adicionalmente un costo de carácter incremental. Hay un incremento del costo fiscal, eventualmente, para alguna medida en tanto y en cuanto existan observaciones vinculadas a la extensión de los plazos de utilización de los términos que se prevén en algunos de los artículos correspondientes para el uso de los bonos de créditos fiscal, etcétera. En ese sentido, nosotros lo que vamos a hacer circular es el proyecto de dictamen con el expediente 429/05 a los efectos de que los señores senadores —integrantes de esta Comisión— puedan realizar una evaluación y si están de acuerdo suscribir el dictamen; de lo contrario, pueden hacer las observaciones en forma parcial o total. En esta oportunidad, queremos dar ingreso al tratamiento del CD-20/05. Es un proyecto de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales que tiene dictamen favorable, vinculado con la creación de un juzgado federal en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires. Nosotros consideramos que como tiene sanción de la Cámara de Diputados y tiene dictamen de la comisión correspondiente no tenemos objeciones para formular. Por lo tanto, si los señores senadores están de acuerdo, nosotros procedemos a la aprobación del mismo. También, tenemos para su tratamiento el expediente S-1047/05 que tiene dictamen de la Comisión de Economía Nacional e Inversión, de la señora senadora Mastandrea, disponiendo la acuñación de una moneda conmemorativa del centenario de la inauguración del palacio del Congreso de la Nación ocurrida el 2 de mayo de 1906. En este sentido se establece esta normativa y queda a consideración de los señores senadores.. Hay un proyecto del señor senador Terragno, el S-2856/04, que se refiere a la creación del Credilibro. Sería oportuno aprovechar la presencia del senador, para que nos explique la iniciativa para que lo podamos tratar con profundidad. ¿Alguien quiere formular alguna opinión con respecto a los otros proyectos? Tiene la palabra el senador Salvatori. Sr. Salvatori — Mi inquietud está relacionada con el proyecto de seguridad. Sr. Presidente.— Lo vamos a incorporar. Nosotros hemos analizado ese proyecto y consideramos que tiene que correr en paralelo. Sr. Salvatori.— En realidad, son cuestiones complementarias. Tengo en mi poder un informe del jefe de Gabinete en el cual expresa la necesidad del marco regulatorio, antes de dictar la ley de promoción, para saber qué estamos promocionando. Un organismo genéticamente modificado es una cuestión muy seria que puede tener incidencia sobre la salud y el medio ambiente. Hay cuestiones muy importantes que están bien detalladas en el informe. Insisto en la necesidad de considerarlos simultáneamente. Sr. Presidente.— Nosotros hemos tenido a nuestra vista el proyecto correspondiente. Justamente, este proyecto ha sido ingresado con anterioridad y tiene tratamiento en otras comisiones. La comisión cabecera es la de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Sr. Salvatori.- En esa Comisión fue aprobado y sólo faltaba la firma. El único punto de disidencia —por una cuestión de celos de funcionario— era definir cuál era la competencia, si la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca; la Secretaría de Ambiente o Desarrollo Sustentable o la Secretaría de Salud. La solución la aportó el subsecretario de Coordinación Económica, quien expresó que este proyecto por naturaleza corresponde al área económica. También, sugirió que el otro proyecto se trate en el área económica para que después, se disponga la coordinación con los otros ministerios o secretarías nacionales. Sr. Presidente.— Perfecto. Lo que quiero transmitir con precisión es que ambos proyectos, el de su autoría y este, no son antitéticos sino complementarios. El esquema de seguridad en la biotecnología puede ser perfectamente normado y reglado en forma paralela. Sr. Salvatori.— Puede ser reglado en forma paralela, pero uno esta antes que el otro. Primero que exista el problema para saber que actividad vamos a promocionar. Sr. Presidente.— En ambos proyectos el Senado constituye la cámara de origen; por lo tanto, se pueden compatibilizar. Vuelvo a insistir en que hemos enviado una nota al poder Ejecutivo con todas las modificaciones que, oportunamente, hemos recogido en esta audiencia pública en donde tratamos el proyecto que venía en consideración. En el día de hoy me comuniqué con el ministro Lavagna para que nos envíen formal respuesta respecto de cuál es la observación del Poder Ejecutivo y, paralelamente, nosotros tenemos un dictamen elaborado para que sirva como borrador en el análisis que realicen los señores senadores. Si existen observaciones o ratificaciones por parte del Ejecutivo nos parecería interesante que el próximo martes en la reunión de Comisión podamos efectuar un tratamiento. Eventualmente, si existe consenso propiciar el dictamen, de lo contrario impulsar las modificaciones correspondientes. Sr. Salvatori. — A continuación voy a leer la respuesta del jefe de Gabinete. Se comparte el enfoque que existe en el marco regulatorio respecto al impacto en los agrosistemas, en la salud humana y animal; y el análisis de los mercados internacionales. La decisión sobre la autoridad de aplicación en el área del Poder Ejecutivo, permitiría superar algunas dificultades porque involucra aspectos en los cuales deben existir intervención de las áreas correspondientes. Esta fue una lectura en forma de diagonal del informe que tendría que haber sido presentado en el recinto si se hubiera dado la oportunidad. Sr. Presidente. - Perfecto. Con respecto al tema de los proyectos que venían, el expediente 1047/05 de acuñación de una moneda conmemorativa al centenario de la inauguración del edificio del palacio del Congreso de la Nación y la creación del Juzgado Federal de la ciudad de Azul, fue suscrito el dictamen correspondiente por la Comisión de Acuerdos que se va a hacer circular. También se va a elevar a consideración un modelo de proyecto de biotecnología por Secretaría de Comisión para que ustedes puedan hacer las observaciones que consideren pertinentes. Tenemos en nuestro poder el proyecto de los señores senadores Salvatori y Gómez Diez sobre seguridad en biotecnología moderna que tiene tres comisiones intervinientes. La primera es la de Ambiente y Desarrollo Sustentable; la segunda es la de Agricultura, Ganadería y Pesca y la tercera es la de Presupuesto y Hacienda. De manera que si existe dictamen de parte de la comisión de cabecera y el posterior traslado al resto de las comisiones, nosotros estaríamos en condiciones de propiciar la aprobación del presente proyecto. Tiene la palabra el senador Terragno. Sr. Terragno.— Muchas gracias, presidente. Ante todo quiero aclarar que, si bien yo soy el firmante del proyecto, esta iniciativa tiene cofirmantes, lo que demuestra la conciencia colectiva que hay sobre la importancia de promover el uso de libros de texto en la educación. Los cofirmantes son Luz María Sapag, Vilma Ibarra, Luis Falcó, Marita Colombo, Jorge Capitanich, María Cristina Perceval, Marcela Fabiana Lescano, Rubén Giustiniani, Pedro Salvatori y Liliana Negre de Alonso. Hay un amplio espectro de senadores que han considerado importante promover el uso de libro de texto en la educación. El proyecto resume sus fundamentos, que después desarrolla, diciendo que se propone la creación del “Credilibro” como instrumento de pago para la adquisición de libros de texto, que se sumará a la asignación anual por escolaridad. El propósito es terminar con un grave problema educacional derivado, en parte, del alto precio de los textos. Los alumnos se valen de apuntes y fragmentos fotocopiados, lo cual los priva de una fuente de conocimiento sistematizado que es muy importante en la educación. Sesenta por ciento de los educandos de la EGB estudian sin texto alguno. El Ministerio de Educación ha iniciado el reparto de libros en propiedad o en préstamo. Este es un esfuerzo muy importante, pero no suficiente. El régimen que proponemos está previsto para evitar fraudes. No se subsidia la oferta del libro, sino que se subsidia la demanda. Los “credilibros” van a ser, si se sanciona el proyecto, intransferibles. El monto es del 30 por ciento de la asignación anual por escolaridad, que al valor actual significa 39 pesos, y va a permitir, al menos, la compra de un manual o libro de aula. El pago de estos 39 pesos anuales por trabajador, equivalente a 3,25 por mes. No va a influir en el costo laboral porque el empleador privado podrá deducir del ejercicio impositivo siguiente el ciento por ciento de lo que haya pagado a sus trabajadores en “credilibros” y el crédito fiscal será ínfimo y podrá ser compensado con creces por el aumento de la capacidad tributaria de la industria editorial, no sólo porque este instrumento de pago expandirá la demanda, sino porque la recaudación será aplicada a créditos de fomento para esa industria capaz de financiar la emisión de cinco millones de libros por año. El régimen previsto crea un instrumento de pago o “credilibro”, representado por un título nominativo no transferible, cuyo destino exclusivo será la adquisición de libros de textos aprobados por el Ministerio, por supuesto. Los empleadores o trabajadores que perciban asignaciones por ayuda escolar deberán entregar a cada uno de ellos, al mismo momento de la paga de la asignación, un “credilibro” nominal intransferible. El valor del credilibro será equivalente al 30 por ciento de la asignación y será no remunerativo. La reglamentación asignará las características que tendrán los “credilibros”. La erogación podrá ser deducida en el ejercicio fiscal siguiente en el monto neto gravado por impuesto a las Ganancias. Los comercios que vendan libros de textos autorizados aceptarán los “credilibros” a valor nominal en pago total de los textos y, a su vez, redimirán los “credilibros” para pagar a las editoriales que provean los textos. Hay una agenda especial en el Banco Nación: Fondo Nacional de Fomento del Libro de Texto, que ya estaba previsto en la ley anterior, pero que no está funcionando: créditos de fomento; beneficiarios del crédito de fomento. No quiero ser muy extenso porque mi propósito es distribuir a cada miembro de la Comisión el texto completo para estudiarlo como corresponde, no a través de un informe oral, sino a través del examen escrito del proyecto. No obstante, sí quiero señalar algunas cosas que me parecen importantes. Un estudio realizado en escuelas privadas y públicas de Buenos Aires y Gran Buenos Aires en el año 2002 demostró que seis de cada diez alumnos del EGB nunca han usado libros, ni nuevos ni usados. Sólo han recibido enseñanza oral o se han valido de fragmentos fotocopiados. Otras estadísticas confirman esta carencia de textos. En la década del 80 el promedio de libros por alumno era de dos libros y medio, hoy es de 0,47. Alguien podría decir que hoy día hay elementos electrónicos. Nosotros, en la definición que damos de “libros”, no excluimos esto. Decimos que “libro de texto” es una obra pedagógica de bastante extensión para formar un volumen, normalmente impresa en papel, que puede también ser publicada electrónicamente, en CD-ROM, DVD de lectura o grabada en braille o casetes de estudio. El criterio no es el exclusivo del libro papel, pero sí de obra sistemática de texto. Los argumentos de quienes justifican la menor utilización de textos nos parecen insuficientes. Se dice que los libros son caros, que fotocopiar libros sin autorización es ilegal, pero es un mal menor, que el fotocopiado diversifica la lectura, que en la era de Internet y el video el libro ha perdido valor. Ahora, la caída en la demanda de libros de texto no obedece sólo a dificultades económicas. Las estadísticas ni siquiera demuestran que las fotocopias representen un ahorro. Hay un estudio de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA que reveló que por cada peso gastado en un libro de texto se gastan tres pesos en fotocopias. Este no es un argumento. El uso de fotocopias ilegales es alarmante por más de un motivo. Primero, porque la educación no consiste sólo en la recolección de datos, sino en la formación de valores, ante todo. Hacer que el alumno viole la ley, en este caso la de propiedad intelectual, afectando un derecho ajeno, que es el de autor, es inducirlo a tipos de conducta que la educación debería corregir y no promover. Segundo, porque, en la medida que el fotocopiado se generalice, no habrá textos para fotocopiar, porque la violación sistemática de la ley de propiedad intelectual impide que los autores y editores obtengan una retribución compensatoria y eso desalienta la elaboración, la emisión y la venta de textos. A largo plazo, esto mata la gallina de los huevos de oro. Las fotocopias parciales niegan a los alumnos el acceso a textos que organicen sistemáticamente el conocimiento. Siempre que exista control docente sobre el rigor de los sitios consultados, Internet es un instrumento formidable para la investigación que permite acceder a libros electrónicos. Este proyecto, como decía antes, asimila a los textos en papel. Sin embargo, de todas maneras hace falta el control docente, y los recursos audiovisuales son herramientas muy importantes siempre que estén dentro de la contención de la escuela. Por cierto, la educación no consiste sólo en la protección de estos objetos que llamamos textos, sino en el desarrollo de una aptitud para la lectura. El Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes, conducido por la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económicos —OCDE—, mide el desempeño de los estudiantes según el dominio de una escala combinada formada por la aptitud que han alcanzado a los 15 años para la comprensión de la lectura, la matemática y las ciencias.Y el test de lectura sirve para evaluar la comprensión de lo textual y lo contextual. Eso nos está indicando el valor que se le da internacionalmente a la lectura sistemática. En América latina la posición de la Argentina no es muy favorable; en todo Latinoamérica el porcentaje de alumnos con un texto como mínimo es de: 100 por ciento en Brasil, 75 por ciento en México, 75 por ciento en Perú, 64 por ciento en Chile, 48 por ciento en Panamá, 45 por ciento en Costa Rica, 40 por ciento en la Argentina y 37 por ciento en Colombia. En Brasil hay un Programa Nacional del Libro Didáctico. Los promedios que exhiben en muchos casos estos países, como Brasil, con libros gratuitos que reparte el Estado, son muy altos. El Programa Nacional del Libro Didáctico de Brasil distribuye 110 millones de libros anuales entre 30 millones de alumnos de primero a octavo año. Como dije, la Argentina tiene un programa, el Ministerio de Educación tiene un programa muy interesante, que fue aprobado en el 2003 y que sigue por el mismo camino que el de Brasil aunque en menor escala. El Estado nacional a través del Ministerio de Educación y Tecnología decidió adquirir, con el control de la Fundación Poder Ciudadano, libros de texto para distribuir entre escolares provenientes de familias de bajos recursos. Esos textos están destinados a alumnos del EGB (1º año) que concurren a escuelas participantes en el programa; hay 380 mil libros, uno por cada alumno entregado en propiedad. Y a los alumnos del EGB 3 (8º y 9º años) y Polimodal, que concurren a escuelas también participantes del programa; son tres millones y medio de libros, dos por cada alumno. Creo que se trata de un paso en la dirección correcta el que ha dado el Ministerio de Educación de la Nación pero eso no obsta a que nosotros tratemos de avanzar en esa dirección, de reafirmar ese espacio. Hay necesidad de estimular la demanda y el rol activo de la comunidad educativa: los docentes, los padres y los alumnos. Los libros prestados no contribuyen a formar bibliotecas familiares de referencia como aquellas que pueden dar lugar los libros propios. Los importantes programas del Ministerio de Educación, de nuevo enmarcado por la Dirección Nacional de Programas Compensatorios, están dirigidos a compensar la desigualdad de oportunidades y posibilidades económicas de familias con ingresos diferentes. La disminución en el uso de textos no obedece sólo a razones económicas, como ya hemos visto, de modo que hay que tener en cuenta que está comprometida la educación a todos los niveles de la escala social. Lo que estamos proponiendo es que el Estado, a través de la Casa de la Moneda o las empresas a las cuales se autorice para este fin, emita los credilibros; que cada empleadora adquiera anualmente antes del inicio de las clases los credilibros que deberá entregar; que el total de lo que paguen los empleadores vaya a una cuenta especial de Fon- Texto; que cada trabajador reciba un credilibro personal e intransferible por un monto igual al 30 por ciento de la asignación; que el credilibro no se pueda fragmentar; que el librero use los credilibros endosados por los titulares para pagar a las editoriales; que las editoriales obtengan créditos en condiciones muy favorables. En vez de subsidiar a la oferta, como señalaba antes, estamos subsidiando la demanda. Y eso es muy importante para evitar cualquier usufructo indebido de una promoción del libro. Al subsidiar la demanda y no la oferta se evita el desvío de un beneficio fiscal; se concentra en bienes sobre cuya necesidad no debería haber discusión alguna, porque son libros de texto aprobados por el Ministerio de Educación de la Nación con los ministerios de educación de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires conforme a los diseños curriculares. El costo de este beneficio no remunerativo impuesto a los empleadores es muy bajo y además recuperable en un solo ejercicio. El impulso a la actividad y el empleo es notorio porque derivará en mayor producción; tendrá efecto favorable para la industria editorial y el empleo. El costo fiscal, como anticipaba, es moderado. Si el régimen hubiese estado en vigencia el año pasado el costo fiscal máximo habría sido de 84.644.118 pesos y el presupuesto de ese año previó el pago de 2.170.363 millones en asignaciones por ayuda escolar anual, que multiplicadas por $39 da la cifra indicada. Para que toda esa suma fuera deducida de los balances impositivos en 2005, ciento por ciento de los empleadores deberían tener ganancias en el corriente ejercicio. Eso es todo un cálculo. Por supuesto, un elemento que deberá tener en cuenta particularmente esta comisión es el costo fiscal y cómo ese costo se compensa a través del aumento de la actividad editorial y lo que esta actividad puede tributar al Estado. Creo que es un proyecto razonable y que tenemos que extremar los recursos para impulsar el libro de texto y la lectura en la formación escolar. Sr. Presidente.— La verdad es que soy cofirmante de la iniciativa gracias a su invitación, pero me parece que es interesante el sistema porque, en definitiva, el monto total de ayuda escolar que percibe cada uno de los trabajadores tiene un problema en nuestro país; con el 47,3 por ciento de empleo informal existen muchos trabajadores que no están registrados y por ende no tienen la ayuda escolar correspondiente. En segundo lugar, cuando los trabajadores perciben la ayuda escolar correspondiente, en general, no la utilizan estrictamente en la adquisición de útiles escolares para los niños ni tampoco en libros, etcétera. Por lo tanto, si uno pretende establecer mecanismos que garanticen la asignación específica de los recursos y el cumplimiento de un fin y objetivo determinado, inexorablemente este sistema es muy creativo porque permite crear un crédito que esté perfectamente sujeto a un sistema de supervisión y fiscalización por parte del Estado respecto del cumplimiento de sus obligaciones de carácter previsional. Nosotros estamos girando el proyecto nada más para tener un dictamen de la Administración Federal de Ingresos Públicos con el objeto de certificar y verificar el uso del crédito para que esto no se traduzca en un instrumento que fiscalmente sea vulnerable. Sr. Terragno.— Por supuesto. Sr. Presidente.— La verdad es que es un sistema muy creativo. Es más, si el sistema de ayuda escolar operaría como un sistema de credilibro, en general, uno podría minimizar el impacto de la adquisición y distribución de útiles escolares y las deducciones se hacen directamente sobre el uso del recurso en forma mucho más transparente. Esa es otra alternativa: extender el sistema a otra cobertura. Sr. Terragno.— Creo que es muy importante la opinión de la AFIP en este sentido porque se trata de garantizar, precisamente, el uso adecuado de esto. No se trata de crear un instrumento para permitir la evasión, sino que se trata de crear un instrumento para asegurar que los alumnos trabajen con textos. A veces la AFIP tarda demasiado en expedirse, la podemos urgir a que se expida rápidamente. Me parece que es indispensable contar con la opinión del Poder Ejecutivo. Eso se lo expuse, desde el punto de vista de la educación, al ministro Filmus; al él le pareció que era un proyecto muy interesante y dijo que estaba de acuerdo en que lo impulsáramos pero, por supuesto, hace falta también ver el costado fiscal. Entonces, le pediría que tratara de urgir una respuesta de parte de la AFIP. Sr. Presidente. — Nosotros lo vamos a hacer de forma inmediata porque, objetivamente, el tema de administración tributaria es un condicionante clave para este sistema de incentivos, para que se use adecuadamente. La verdad, si el sistema funciona bien, podríamos extenderlo a todo el sistema de ayuda escolar. En general, el Estado nacional invierte en 3,5 millones de libros por año; hay una relación entre alumnos y libros de dos por tres. O sea, dos de cada tres alumnos deberían, teóricamente, recibir un libro de acuerdo al monto total asignado, al volumen de adquisición y al sistema de distribución de libros. También, a través de distintos programas compensatorios, se trabaja en sistemas de asignación de recursos para cada uno de los niños en distintas escuelas y niveles con el objeto de que tengan útiles escolares. Muchas veces esto no tiene resultados que uno pueda visualizar como objetivamente comprobables porque los útiles escolares muchas veces les llegan a los chicos cuando están en junio y no en marzo cuando comienzan las clases. Entonces, también hay que verificar los sistemas de temporalidad, ver cómo se puede tomar el crédito. Por lo tanto, voy a redactar una nota no sólo que contenga este proyecto sino también con preguntas específicas que hacen a la perfección en el sistema de administración tributaria. Si los señores senadores no tienen alguna observación para hacer, vamos a realizar esa consulta. Agradecemos muchísimo su presencia, señor senador Terragno. — Se retira el señor senador Terragno. Sr. Presidente.— Damos por concluida esta reunión para pasar al plenario. — Son las 16 y 06. PLENARIO DE LAS COMISIONES DE PRESUPUESTO Y HACIENDA; DE COPARTICIPACIÓN FEDERAL DE IMPUESTOS Y DE EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA — En el Salón Manuel Belgrano del H. Senado de la Nación, a las 16 y 10 del martes 25 de octubre de 2005: Sr. Presidente (Capitanich).— Antes de iniciar el plenario, quisiera aprovechar el tiempo para analizar los temas que están incluidos en la agenda de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Nosotros hoy, efectivamente, tratamos el proyecto de ley sobre biotecnología y vamos a tratar el proyecto de ley sobre financiamiento educativo. Tenemos para considerar el próximo miércoles, el miércoles 2 de noviembre —porque este miércoles no va a haber sesión— el proyecto de ley por el que se establecen nuevas herramientas para disminuir la morosidad y la evasión en materia de seguridad social. También tenemos para nuestra consideración, junto a un conjunto de comisiones, el proyecto de ley del Poder Ejecutivo contenido en el expediente 424/05 que se refiere a la comercialización y efectos del tabaco, cuando se considere oportuno. Sr. Jenefes.— Oportuno sería el año que viene. Sr. Presidente.— El otro tema que figura en la agenda es la reforma de la ley 25.246 que se refiere al lavado de activos y sobre el que ya le hemos pedido intervención a distintas comisiones y que ha recibido modificaciones respecto del proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo. Por lo tanto, podría ser considerado el próximo miércoles. Si no existen observaciones de otras comisiones podríamos considerar, si es factible, el miércoles 9 de noviembre el tema de biotecnología. Respecto de la ley de financiamiento educativo estuvimos conversando con otros señores senadores para fijar el cronograma para su tratamiento, incluidas las presencias que por medio de invitaciones especiales hemos realizado, para ver si el 23 de noviembre podemos darle tratamiento en el recinto con dictamen de comisión el día 15 de noviembre. También debemos considerar los proyectos referidos a la prórroga sobre las suspensión de exención y vigencia de impuestos, la prórroga del impuesto directo coparticipable con afectación específica y el régimen simplificado para pequeños contribuyentes, que deberían ser tratados por la Cámara de Diputados antes de la ley de presupuesto y después enviarlos a nosotros. Como fecha tentativa hemos fijado el 30 de noviembre. Otro proyecto es el de biocombustibles, que recibió modificaciones por parte de la Cámara de Diputados, y que tiene que ser enviado al Senado.Tentativamente, fijaríamos su consideración para el 7 de diciembre. Lo mismo ocurriría con el proyecto de ley por el que se crea el régimen de capitalización de las PyMES. Por último tenemos la ley de presupuesto que, teóricamente, podría tratarse, de acuerdo a la agenda de la Cámara de Diputados, el 30 de noviembre o el 7 de diciembre. — Un senador formula un comentario fuera de micrófono. Sr. Presidente.— No, se pretende tratar antes. Sr. Salvatori.— ¿Podríamos tener acceso a una copia? Sr. Presidente.— La vamos a hacer llegar, señor senador. Estos son, más o menos en general, los distintos proyectos que están en consideración. Sr. Jenefes.— Está circulando para la firma un dictamen de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión sobre premios... Sr. Presidente.— Propóngalo a viva voz, señor senador, para que nosotros tengamos conocimiento. Sr. Jenefes.— Se trata de un proyecto que crea un premio para el periodismo. En el día de hoy obtuvo dictamen por unanimidad en la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión. Por lo tanto, se está haciendo circular para su firma. Como se fija un premio de 10 mil pesos, la otra comisión que interviene es la de Presupuesto y Hacienda que tendría que autorizar el egreso de ese dinero. Por lo cual, si los miembros de la Comisión de Presupuesto y Hacienda están de acuerdo lo haríamos circular para la firma, para que pueda ser tratado en la próxima sesión, así en el 2006 el periodismo gráfico y oral tienen un premio instituido por el Senado de la Nación. Sr. Presidente.— Nosotros, después de esta consideración que usted acaba de hacer, vamos a hacer circular el expediente a los miembros de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, en tanto y en cuanto haya sido suscrito por la mayoría de los integrantes de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión. Como no se encuentra presente la señora presidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología invitamos a que nos acompañe en el estrado a la señora vicepresidenta de dicha comisión, la senadora Silvia Gallego. — Luego de unos instantes: Sr. Presidente.— Nosotros organizamos, después del último plenario, una convocatoria en forma conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, de Coparticipación Federal de Impuestos y de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. En virtud del tratamiento que hemos efectuado del proyecto del Poder Ejecutivo, contenido en el expediente 442/05, referido al financiamiento educativo por el cual el Gobierno nacional, los gobiernos provinciales y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberán aumentar la inversión en educación entre el período 2006—2010 llegando a una meta del 6 por ciento de inversión educativa en términos del producto bruto interno, hemos considerado conveniente cursar una serie de invitaciones para escuchar, efectivamente, la posición de una serie de personas que obviamente son calificadas y que representan al sector educativo, al de los trabajadores de la educación, empresarios, etcétera que observan claramente una posición de apoyo a esta norma y también observaciones que pueden perfeccionar su redacción. Después de la reunión del último plenario hemos elevado una nota formal a los ministros de Educación y de Economía de la Nación, con el objeto de formular una serie de observaciones que han esgrimido los distintos ministros de Educación y de Economía de las provincias argentinas representadas en el último plenario. Consiguientemente, nosotros estamos esperando la respuesta formal de ambos ministros. Inclusive, al señor ministro de Economía, Roberto Lavagna, le hemos cursado una nota en virtud de que era el presidente del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal, atento a que muchas jurisdicciones provinciales han planteado cómo se conjuga la nueva ley de financiamiento educativo con la ley de responsabilidad fiscal, sobre todo en aquellas provincias que tienen mayor nivel de endeudamiento público y, probablemente, tienen afectado un flujo de servicio de deuda pública que puede afectar el cumplimiento efectivo de esta norma que se pretende sancionar. En este contexto y en el marco de este breve resumen, de común acuerdo con los distitnos integrantes de las comisiones que conforman este plenario hemos invitado al señor secretario de Políticas Universitarias, doctor Juan Carlos Pugliese, que se encuentra presente; al señor vicepresidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), doctor Adolfo Stubrin; al señor secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), don Hugo Yaski; al señor secretario general del Sindicato de los Docentes Particulares (SADOP), profesor Horacio Ghilini; al señor secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), don Sergio Romero; al señor secretario general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica, doctor Jorge Manuel Dobal; al señor Presidente de la Asociación Argentina de Empresas, don Luis Pagani —quien ha derivado su presentación a un representante—; al señor Miembro del Consejo de Expertos de CIPPEC, don Daniel Arroyo; a la señora Coordinadora del Área Política Educativa de CIPPEC, licenciada Florencia Mezzadra; y al señor Director del Área Política de CIPPEC, licenciado Axel Rivas. Todos ellos han sido invitados con el objetivo de que puedan exponer o fijar su posición —de carácter parcial o total— respecto a este proyecto de ley, con el objeto de que este plenario pueda analizar estas observaciones a los efectos de propiciar modificaciones al texto enviado por el Poder Ejecutivo, y corregir y perfeccionar la norma con el objeto de que la misma goce del máximo nivel de consenso en virtud de que se trata de una política de Estado y que va a impactar directamente en la calidad educativa. Tiene la palabra la senadora Gallego. Sra. Gallego. — Quería solamente informar que me acabo de enterar que el doctor Stubrin se encuentra en Uruguay por un tema relacionado con la CONEAU y que, por lo tanto, hoy no va a estar presente. Sr. Presidente. — Si les parece bien, comenzamos con las exposiciones. Para ello voy a invitar a pasar al estrado al señor Secretario de Políticas Universitarias, doctor Juan Carlos Pugliese. Sr. Pugliese. — La ley de financiamiento educativo es una iniciativa del Poder Ejecutivo que, en el ámbito de las universidades, consideramos como un avance significativo porque permite —además de la mayor inversión prevista para el conjunto del sistema— una mayor inversión en el sistema universitario, que es de gran necesidad, si bien en los últimos tiempos se ha incrementado el presupuesto universitario también significativamente. La discusión, para ir a la cuestión concreta, es si la inversión en universidades no está prevista en el texto expreso de la ley por una cuestión de apreciación técnica, en virtud de que las universidades dependen del presupuesto nacional. Si bien existe una asignación presupuestaria anual hacia las universidades por el carácter que tienen —no son organismos descentralizados ni son organismos en el sentido técnico presupuestario de la palabra, sino que son universidades nacionales porque esa es la denominación que le da la Constitución Nacional y así figuran en el presupuesto—, consideramos —como ya lo anticipó el señor ministro en la sesión plenaria en la que participó— que no hay inconveniente en hacer alguna reforma puntual al texto de ley para incluirla tal como aparecía en los anteproyectos que después pasaron como proyectos a este cuerpo. Esto viene a cubrir una necesidad y una petición del Consejo Interuniversitario Nacional que reúne a la totalidad de las universidades nacionales y que no altera el sentido de la meta establecida en el artículo 2° de la ley, incisos i) y j), sino que, más bien, los precisa. En ese sentido, hay un acuerdo en el conjunto del sistema que vengo a expresar acá —y del cual el Ministerio se hace eco—, de incluir un artículo específico que precise la asignación presupuestaria que corresponde a las universidades en función del total de la inversión educativa nacional que está prevista en el 40 por ciento de la inversión total en el proyecto de ley. Este artículo —que podría ser incorporado— está en un proyecto de redacción que ponemos a consideración de los señores senadores y que dice así: “Los objetivos especificados en los incisos i) y j) del artículo 2° de la presente ley, en lo atinente a las instituciones y organismos dependientes del Estado nacional, serán financiados exclusivamente por el gobierno nacional. Asimismo, para el período 2006-2010 se respetarán las participaciones actuales en la asignación presupuestaria destinada a: a) educación no universitaria; b) educación superior universitaria; c) sistema científico-tecnológico, en el gasto total de Educación, Ciencia y Tecnología, en la medida en que sea financiado con cargo al Tesoro Nacional.” Esa presión viene a aclarar algunas inquietudes que habían sido formuladas en la participación que tuviera el señor ministro en el pleno de las tres comisiones y que está peticionada también por el Consejo Interuniversitario Nacional, que creo que también ha sido convocado a una reunión como la de este tipo. La razón por la cual no se había puesto en el texto del proyecto de ley es por esa cuestión de que la Nación es la que financia a las universidades nacionales y por lo tanto no está comprendida esa financiación en la inversión total. Además, porque en el texto anterior de algún ante-proyecto había una comprensión en el tema de Ciencia y Tecnología de un financiamiento por parte de la Nación de algunos organismos de carácter provincial que en este texto —sugerido y concertado con el Consejo Interuniversitario Nacional—, que se pone a consideración de los señores senadores, está perfectamente precisado y especificado, y pone como punto de partida la asignación actual que tienen la universidades. Esto va a permitir no solamente una precisión respecto de los fondos sino, también, una mayor previsibilidad en los incrementos graduales del presupuesto que se prevén de acuerdo a esta mayor inversión al aprobarse esta ley de financiamiento educativo. Señores senadores, quedo a su disposición. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la senadora Bar. Sra. Bar. — Si bien acuerdo en que estén asegurados los fondos para la universidades porque son financiados por el gobierno nacional, me preocupa que se establezca un porcentaje en el presupuesto de la Nación destinado a las universidades. Porque si este año tiene el 40 por ciento, el año que viene podría tener el 45 y el otro año el 39. Me parece que sería riesgoso definir en esta ley el presupuesto, cuando el presupuesto tiene una ley propia en sí misma. Me parece que estaríamos limitando el presupuesto intrínseco que le corresponderá a las universidades. Esto lo pregunto y es una duda que tengo Sr. Pugliese. — Nosotros hemos analizado la evolución del presupuesto del Ministerio de Educación en el cual las universidades participan en una proporción superior al 50 por ciento históricamente. La banda de flotación de esa participación es entre el 45 y 55 por ciento, según los años. Cuando hubo crecimiento universitario la participación ha sido mayor. En lo últimos años, lo que ha crecido significativamente es el presupuesto del Ministerio de Educación para los otros niveles, sobre todo por el peso que tiene el FONID en el total del presupuesto educativo nacional. Con el incremento del presupuesto , fundamentalmente en este año, la base de cálculo es muy importante para las universidades y está dentro de los mayores niveles que ha tenido el presupuesto educativo total en los últimos años. Esto ha sido analizado por los rectores de las universidades, que coinciden en que esta base de cálculo es la que corresponde y da esa previsibilidad. Sr. Presidente.— Tiene la palabra el senador Sanz. Sr. Sanz.— Quisiera que el doctor Pugliese, nuevamente, leyera la propuesta del artículo, para saber si entendí bien que lo que ustedes tratan de fijar es la diferenciación en porcentaje para educación no universitaria, universitaria, ciencia y tecnología. ¿El espíritu es que se respeten esos porcentajes que actualmente tienen estas tres actividades? Sr. Pugliese.— Sí, para el período 2006 a 2010. Sr. Sanz.— La duda que tenía la senadora Bar era, prácticamente, que al respetarse esos tres porcentajes, fundamentalmente, se partiera de la incidencia que hoy tiene la educación universitaria en el presupuesto nacional y, luego, se incrementara en el período 2006 a 2010 con el espíritu de la ley de financiamiento educativo con mayores recursos. Sr. Pugliese.— Exactamente en esa proporción. Sr. Gallego.— Sería trasladar al incremento que va a aportar Nación, la misma proporcionalidad que tiene hoy la incidencia en el presupuesto del Ministerio de Educación. Sr. Sanz.— Suponiendo que se quiera invertir más en ciencia y tecnología. Veo bien que desde el Consejo Interuniversitario Nacional se defiendan los porcentajes de las universidades y luchen por eso, pero esto no significa que las otras actividades queden limitadas a los porcentajes que tienen en la actualidad. Me parece que no tiene nada que ver con una decisión política a futuro. Sr. Pugliese.— El presupuesto universitario comprende inversiones en ciencia y tecnología porque las universidades concentran buena parte de las actividades científicas del país. El presupuesto universitario tienen tres columnas: la función salud, la función educación y la función ciencia y tecnología; más lo que tienen las universidades en cuanto a infraestructura, dedicaciones exclusivas, laboratorios, entre otras. Son inversiones en ciencia y tecnología. También las universidades están relacionadas con la educación no universitaria, o sea que no está cristalizada la inversión en esos tres niveles, sino que es como se expresa actualmente. En todos los casos el presupuesto universitario viene por separado. Hay una planilla que es de la universidad que está separada del Ministerio de Educación. Allí se considera que tiene que tener aprobada la ley de financiamiento educativo, como punto de partida la inversión 2005 en el conjunto del presupuesto educativo nacional, es aproximadamente entre el 50 y 55 por ciento, depende de como se finalice el año, porque todavía no se sabe exactamente pues están en curso varios incrementos vinculados con el aumento salarial. Sr. Sanz.— Me señala la diputada Puig de Stubrin si está contemplada la propuesta de desarrollo del CONICET y el plan de la Secretaría de Ciencia y Técnica. Sr. Pugliese.— No podría aseverarlo, pero sí esta propuesta tiene ese aval, tal como lo insinuó el licenciado Filmus en la reunión en que participó con el pleno de la comisión que luego trasladó a la reunión con el Consejo Interuniversitario Nacional. No podría decir si está prevista expresamente esa cuestión. Sr. Presidente.— Tiene la palabra la senadora Bar. Sr. Bar.— El doctor Pugliese se refiere a la educación superior no universitaria, tengo por entendido que éstas son de dependencia provincial o de la Ciudad de Buenos Aires. En el presupuesto, usted se refiere a los institutos superiores no universitarios, ¿está relacionado con una asignación presupuestaria que se le va a dar a las provincias para la educación superior no universitaria? La segunda observación, en el espíritu estamos de acuerdo que se acreciente el presupuesto universitario, pero esto no debe significar un detrimento en el aumento para la educación básica que es obligatoria, pues el Ministerio de Educación de la Nación tiene que atender toda la educación desde el nivel inicial hasta el nivel superior no universitario. Por eso, considero que esto amerita a seguir trabajando el aumento que estaría estipulado para la universidad y no así para los otros niveles educativos. Reitero que estoy de acuerdo, en tanto y en cuanto no represente un perjuicio en el presupuesto de los niveles educativos que son obligatorios. Sr. Pugliese.— El incremento del presupuesto del Ministerio de Educación en el inciso a) que se refiere a la educación no universitaria, comprende a todos los niveles del Ministerio en los que no son universidades o complejos científicos, se ha incrementado notablemente en los dos últimos años y eso garantiza que el punto de partida es equilibrado con relación a la mayor inversión que va a venir de acuerdo con esta ley. Hay un equilibrio tomando como base el presupuesto 2005. Sr. Presidente.— ¿Alguien quiere formular otra pregunta? Le solicito, doctor Pugliese, que nos entregue una copia correspondiente al proyecto del artículo, con el objeto de que efectuemos un tratamiento. Nosotros vamos a analizar la mayor flexibilidad o rigidez que pueda tener este artículo, porque si establecemos porcentajes esto establece rigidez con respecto a los criterios de asignación del incremento de los recursos asignados. Lo vamos a estudiar y cualquier inquietud estaremos en consulta con usted. Muchas gracias. A continuación, tiene la palabra el señor Hugo Yaski, secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina — CTERA —. Sr. Yaski.— Gracias por la invitación y gracias a los presentes. Creo que nosotros y el resto de las organizaciones que representan a los educadores, lo mismo que organizaciones sociales que acompañaron la presentación de este proyecto en el acto que se hizo en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, hemos suscrito públicamente esta iniciativa. En nuestro caso y desde nuestra visión, esto tiene que ver con la necesidad de superar una situación de crisis —me atrevería a decir terminal— del financiamiento en la escuela pública y que se relaciona con el agotamiento de un modelo que se instaló en el año 1992 a partir de la transferencia de los servicios de la Nación a las provincias. Evidentemente, tal como lo dijimos en una reunión que mantuvimos aquí con senadores de los distintos bloques, la transferencia educativa tuvo un fundamento compartido por los distintos sectores y que se basaba en la necesidad de que se terminara con la existencia de dos sistemas educativos que se desenvolvían de forma paralela en cada jurisdicción. Como ustedes saben, había escuelas nacionales y docentes nacionales y escuelas provinciales y docentes provinciales, y muchas veces una suerte de incompatibilidad en diversos aspectos. Todos estábamos de acuerdo con que los servicios educativos debían ser administrados por las provincias. Lo cierto es que la transferencia del año 1992, tomando como fundamento este punto, ocultó un gran ajuste sobre el sistema educativo con el retiro de los recursos que la Nación le aseguraba a las provincias. La progresión histórica demuestra que fueron 800 millones de dólares —es decir, 800 millones de pesos de aquel entonces— la cifra que retrajo de su propio presupuesto el Estado nacional. En un primer momento, esto no tuvo incidencia sobre el desarrollo de los sistemas educativos provinciales. No obstante, en forma paralela a la sanción de esta ley, se sancionó otra, la ley federal de educación, que significó, entre otras cosas, el esfuerzo por extender el ciclo de obligatoriedad, acompañando una tendencia que se venía dando desde la década del 80, que se profundizó en los 90 y que fue la de una mayor matriculación de la población infantil en las escuelas de la órbita oficial y no oficial. Es decir, en la misma década tuvimos dos tendencias inversas. Por un lado, las provincias con menos presupuesto haciéndose cargo de la totalidad de los recursos y, por otro, una reforma educativa que, con menos presupuesto, significaba absorber mayor cantidad de matrícula, generar una mayor cantidad de cargos y expandir la escuela secundaria. Se estima, grosso modo y en números redondos, que la escuela secundaria tiene una erogación que prácticamente duplica en términos de salario a la escuela básica, a la escuela primaria, y el salario representa para la mayoría de las provincias el 95 por ciento del gasto ejecutado año a año. Se le dio a las provincias una responsabilidad que, a medida que fueron transcurriendo los años y se fueron pronunciando más las crisis económicas, a medida que muchas de las provincias fueron perdiendo la capacidad de recaudar recursos propios, a medida que la matrícula crecía, a medida que se expandía la escuela media, que era la más cara, y a medida que había que nombrar más docentes para cubrir los cargos creados en virtud de la reforma, generó un cuello de botella que nos llevó, entre los años 1999 y 2002, a llegar al punto cero de la crisis, donde directamente hubo jurisdicciones que dejaron de pagar salarios. En esos años la discusión ya no era por los salarios miserables, sino por tratar de pagar a los docentes los salarios miserables que debían estar percibiendo y no lo hacían. Este fue el punto más crítico de la crisis. Por supuesto, todos los que estamos acá sabemos la cantidad de ajustes, reajustes y “recontraajustes” que hicieron las provincias eliminando zonas de regularidad, eliminando servicios, reduciendo personal, eliminando el cobro por zona desfavorable, etcétera. Vino la época de los pagos con bonos. Muchas provincias no contaban con los recursos efectivos para pagar con moneda corriente y a eso se le agregó después la cesación de pagos en muchas jurisdicciones. Creo que este modelo, que en la década del 70 ponía 50 por ciento de inversión educativa en manos de las provincias y 50 por ciento en manos de la Nación y que después de la transferencia del año 92 puso 85 por ciento en las provincias y el resto en la Nación y que se ha ido modificando con pequeñas variantes, consagra la desigualdad educativa. Pongo un solo ejemplo. La provincia de Formosa tiene como presupuesto total todo el presupuesto de la provincia, 700 millones de pesos. La provincia de Neuquén, con menos habitantes que Formosa, tiene 2.300 millones de pesos de presupuesto anual más o menos. Es decir, si Formosa pusiera toda la plata que tiene solamente para educación, estaría acercándose a lo que pone Neuquén con menos cantidad de habitantes. Esto, evidentemente, marca una desigualdad que, para las provincias con menores recursos, es imposible de superar. No hay manera. Evidentemente, la ausencia del Estado nacional genera una situación que hace imposible prever que, en el futuro, el hijo de un formoseño —sobre todo si depende de la escuela pública— tenga las mismas posibilidades en términos educativos que el hijo de un habitante de la Ciudad de Buenos Aires. Del mismo modo, no las va a tener el hijo de un correntino que haya nacido en el campo con respecto al hijo de un habitante de la zona urbana de Córdoba o de la provincia de Buenos Aires. En este análisis no quiero entrar en lo que son los errores contingentes que puede haber en el manejo de recursos, etcétera. Ni siquiera quiero entrar en un análisis del mayor o menor esfuerzo que uno también observa entre las jurisdicciones, porque hay jurisdicciones con pocos recursos que uno las podría poner en las categorías del tercio más pobre en términos presupuestarios y, sin embargo, dentro del tercio más pobre hay quienes hacen más esfuerzos por la educación y hay quienes hacen menos esfuerzos. Ahora, está claro que quien más esfuerzo hace de los más pobres no puede acercarse a los que menos esfuerzo hacen de los que tienen más recursos, porque eso también sucede. Nosotros creemos que el precepto constitucional que establece la igualdad de derechos en términos educativos no se puede restablecer si no existe un nuevo modelo de financiamiento que incorpore, en un concepto de corresponsabilidad, al Estado nacional, haciéndose cargo de una parte de la erogación para garantizar un piso en términos de igualdad de derechos de nuestros chicos y nuestros jóvenes. Me refiero a poder tener una escuela digna, a poder tener una escuela en la que, por ejemplo, hoy no tengamos, como tenemos, voy a seguir con el ejemplo de Formosa, secciones de séptimo y octavo grado con 80 y 88 alumnos. Quien es maestro sabe que con 80 u 88 alumnos -no hablo de una clase en el aula magna de la Universidad, estoy hablando de una escuela en la zona pobre de Formosa-, con esa cantidad de chicos no hay educación ni mucho menos educación de calidad; tampoco hay incorporación al ciclo de conocimientos y toda esta cosa que en lo discursivo queda muy bien pero que en la práctica no se lleva adelante. Otro capítulo, que uno podría decir “aparte” pero que esta vinculado, es el tema de los salarios docentes. ¿Por qué digo que esta vinculado con la calidad educativa? Porque no hay mejoramiento de la educación, no hay más calidad educativa si no hay otra calidad de salario docente. Es decir, en nuestro país hemos incorporado, como algo que quizás forma parte de lo cotidiano, el hecho de que el salario de los educadores esté ubicado en la base de la pirámide salarial del empleo público. En casi todas las provincias es igual, sobre todo en la Educación General Básica e Inicial. El sueldo del maestro de grado está en la base de la pirámide salarial. Eso no sucede así en ningún país del mundo, prácticamente. En ningún país del mundo el educador constituye el piso de la pirámide salarial; es alguien que tuvo un estudio terciario, en la Argentina; es alguien que tuvo un estudio universitario, en otros países. En ninguna parte del mundo sucede esto. El salario tiene una categoría pedagógica, no hay posibilidad de mejorar sustancialmente la calidad de la educación si no se mejora sustancialmente la calidad del trabajo en docencia. En tanto y en cuanto nuestros docentes tengan que trabajar en dos o tres cargos, acumular horas cátedra, como se hace ahora, en algunos casos con aberraciones pedagógicas porque se acumulan 50, 60 ó 65 horas cátedra, todo eso conspira contra la calidad educativa. Por eso, nosotros luchamos desde hace mucho tiempo, ustedes lo saben por tener esta posibilidad. El incentivo docente, que costó mucho conseguir, hay que reconocerlo, recién en estos últimos años se está pagando puntualmente y se ha logrado elevar su monto a tal punto que en muchas provincias hoy el 35 por ciento del salario de los docentes deviene del incentivo, en las provincias donde cobran un compensador, como le llamamos nosotros. Hay siete jurisdicciones en donde si hoy se perdiera el incentivo se estaría perdiendo el 30 ó 35 por ciento del salario. Evidentemente, el incentivo es un parche porque modifica un aspecto del ingreso del docente. Fíjense, este año, por ejemplo, con un esfuerzo se puso un piso de 700 pesos para los docentes de todo el país. Ahora, generó un efecto que incentivó el conflicto por una causa justa. Es decir, como los 700 pesos absorbían el pago por zona desfavorable, el pago por trabajo en escuela de frontera, la antigüedad y la jerarquía, como absorbía todo, terminamos teniendo personal directivo que cobraba lo mismo que un docente, terminamos teniendo docentes trabajando en una zona de montaña, que ven a su familia dos veces al año, ganando lo mismo que el docente de esa misma provincia que trabaja a dos cuadras de la peatonal, o terminamos teniendo docentes que recién ingresaban ganando lo mismo que los que están a punto de jubilarse. Yo creo que tenemos que buscar una salida que nos permita construir la posibilidad de un futuro distinto y tomar como punto de referencia lo que la Argentina misma supo construir. Aquel día que nos tocó hablar en el acto del Salón Blanco recordábamos que la Argentina tuvo en la década del 60 tres premios Nobel surgidos de la escuela pública, España hoy no tiene tres premios Nobel surgidos de la escuela pública; que la Argentina tuvo una editorial universitaria ejemplo para el mundo; que la Argentina tenía los mismos niveles educativos y culturales que Canadá en la década del 60. Venían de México, Colombia y Venezuela a estudiar para especializarse en educación técnica, en educación inicial y en educación especial. La educación inicial en la Argentina era ejemplo para el resto de los países del mundo e incluso para algunos países de Europa. Es decir, esto lo tuvimos nosotros hasta bien entrada la década del 60 y creo que tenemos todas las posibilidades de recuperalo. Hoy todavía estamos a la cabeza en términos educativos del resto de los países de América. Yo sé que “mal de muchos, consuelo de tontos”, porque realmente es tan grande la crisis en otros países que todavía nosotros estamos gastando a cuenta lo que supimos acumular en el pasado, pero creo que estamos en condiciones de recuperarnos. Por último, debemos tener en cuenta lo que planteaba el doctor Pugliese respecto de la necesidad de garantizar que el incremento de recursos que pueda generar esta ley incorpore proporcionalmente y en una justa proporcionalidad lo que corresponda a la educación universitaria. Debemos tener en cuenta que si no logramos, cosa que se plantea esta ley, incorporar al conjunto de los chicos a la escolarización temprana, si no logramos que justamente los pibes que viven en las mayores condiciones de pobreza, que son los que no tienen jardín de infantes, lo empiecen a tener, el problema de la lecto escritura no lo vamos a resolver. Cuando muchas veces dicen que los chicos llegan en pésimas condiciones y por eso fracasan en el examen de ingreso a la Universidad, se mira a la escuela secundaria. En realidad, quien está en la educación sabe que esa es una mirada absolutamente errónea. Es decir, si quiero mejorar la situación de los chicos que llegan al a Universidad tengo que mejorar el desempeño en la educación desde el primer día que el chico o la chica entra a una escuela. Y si tengo en este momento casi la mitad de la matrícula escolar justamente con los más necesitados, los que quizás en su casa no tiene, como tienen los de clase media, un lápiz y un papel a mano. Es decir, hay muchos hogares humildes donde, está demostrado estadísticamente, no existe un libro. Hay muchos chicos que llegan a la escuela la primera vez y agarran el lápiz como si estuvieran agarrando el mango de un palo de escoba, por ejemplo. Es más, lo solemos hacer los docentes cuando le damos el lápiz la primera vez al pibe. Por el solo hecho de ver como lo agarran, sabemos si tuvo alguna posibilidad de hacerlo antes o no. Hay muchos que nunca tuvieron un lápiz en la mano antes de llegar a la escuela. Si nosotros no aseguramos que ese chico entre a la escuela, por lo menos, a los cuatro años, evidentemente lo estamos condenando –porque esto está demostrado científicamente- a un desempeño educativo de mediocre para abajo, para ser optimista. Con esto, lo que quiero decir, es que nosotros necesitamos recuperar la educación pública en la Argentina. Necesitamos recuperar la educación inicial. Necesitamos un impulso muy grande de la educación primaria. Necesitamos reformular –y este es un gran debate que, según se dijo, va a llevarse a cabo en 2006- un sistema educativo nacional con una escuela secundaria que no sea el desastre que tenemos hoy, donde conviven en el mismo país y a la misma hora cincuenta y cuatro modalidades distintas de escuelas secundarias. Necesitamos resolver esto. Necesitamos que un chico que cambia de provincia no tenga el mismo trato que alguien que viene de afuera, que es lo que pasa ahora. La certificación de títulos ni siquiera está coordinada vía nacional. Pero creo que, evidentemente, sin recursos –y por eso nosotros pusimos el acento en la necesidad de una la ley de financiamiento como paso previo- las mejores leyes del mundo se convierten en una expresión de deseo. Para mi modo de ver, esta es una discusión que es muy importante que se dé en el Senado porque nosotros hemos conocido, a través de versiones, las expresiones de alguna autoridad provincial que dice: “¿por qué a mí, desde una ley nacional, me van a obligar a destinar a la educación una parte de los recursos [aunque sea del excedente del crecimiento] de la coparticipación”. Es más, he leído en un diario bien de la derecha de nuestro país que ahora algunos sectores se acuerdan de la Constitución y plantean que se tenga cuidado con el federalismo, porque no vaya a ser que se transgreda ese principio. Yo veo que acá no se trata de transgredir ni la autonomía ni el federalismo. Es por eso que digo que es bueno que lo estemos discutiendo en el Senado porque acá están representadas todas las provincias. Creo que solamente se trata de que la Nación y las provincias que formamos parte de la Argentina –a veces cuando se discute entre Nación y provincias pareciera que fueran dos entidades autónomas, separadas unas de otras y que no formaran parte de un conjunto nacional- nos fijemos un esfuerzo para llegar a la meta del 6 por ciento. Dentro de poco tiempo se va a reunir la Cumbre Educativa en el marco de la Cumbre de los Pueblos. Va a ser una actividad paralela a la Cumbre de los Presidentes. La Cumbre Educativa tuvo dos experiencias anteriores. En la última, llevada a cabo en Quebec en 2001, se fijó como meta a lograr en términos de presupuesto educativo para todas las naciones de América –la fijaron, por supuesto, los representantes de los educadores- el 8 por ciento del producto bruto interno. Hoy, en Europa, tenemos que el pedido que se le hace a la Comunidad Económica Europea, a la Unión Europea, es el llegar al 7 por ciento. Nosotros estamos hablando de llegar al 6 por ciento y estamos en un piso del 4 por ciento. Creo que es razonable plantearse que ese esfuerzo sea compartido. Originalmente, la CTERA planteó que el 50 por ciento lo pusieran las provincias en conjunto y el otro 50 por ciento la Nación. Para nosotros en eso había una lógica: si estamos en el 4 por ciento y necesitamos un 2 por ciento más para llegar a la meta, que la carga se reparta con el 1 por ciento para cada uno, poniéndonos así en la relación que teníamos antes de la transferencia. No es la mejor situación, pero por lo menos nos retrotraía al momento en el que empezó la crisis o los desmanes de la crisis en términos educativos. Creo que el proyecto contiene la propuesta del 60 por ciento y el 40 por ciento. Entiendo que no sería irracional poder discutir sobre ese monto, pero me parece que el concepto de corresponsabilidad es correcto. Considero que las provincias, sobre todo las grandes, que tienen recaudación propia y que no dependen solamente de la coparticipación, están en condiciones de hacer o de acompañar este esfuerzo. En tanto que aquellas provincias que son las que están llevando la peor parte todavía, como resultado de los años que hemos vivido en nuestro país de experimento económico neoliberal, son las que en una primera etapa deberían verse más favorecidas para poder nivelar las desigualdades existentes. Así que nosotros, desde la CTERA, apoyamos la sanción de esta ley. Hace muchos años, en 1990, por primera vez planteamos la necesidad de la creación de un fondo federal de financiamiento educativo. Ahora no voy a narrar toda la historia, pero quiero decir que hubo un fondo que después el ministro Cavallo se encargó de que quedara pero que no tuviera recursos porque eliminó de cuajo todos los impuestos que lo alimentaban. Creo que tenemos una gran oportunidad. Nosotros vivimos el año pasado, ustedes lo saben porque vienen de las provincias, durísimos conflictos que han significado una pérdida que, por más que uno después hable de recuperación de contenidos, no se repara porque la discontinuidad en el proceso de aprendizaje, por más que uno después recupere contenidos, significa una condición negativa para la tarea del educador, tanto del que educa como del que recibe la educación. Realmente, creemos que están retrasados los salarios de los docentes y que está fuera de foco el monto del presupuesto educativo, aunque muchas provincias, en términos porcentuales, le dediquen un porcentaje alto. Es decir, estamos muy lejos de lo que hace falta para recuperar una educación que sirva para que el chico adquiera conocimientos. Este es el tema. Si nosotros queremos seguir teniendo escuelas en donde los pibes reciban afecto, estén contenidos, donde haya una maestra o un maestro que hace un poquito de todo y más o menos la va sacando y escuelas secundarias –como las que tenemos ahora- en donde los pibes, si el profesor no está, tienen dos o cuatro horas libres; es decir, si queremos seguir con esto, evidentemente, en el marco del conflicto que se va a ir reciclando, así como estamos, estamos bien. Ahora bien, creo que hay que buscar una salida de fondo. Creo que no hay más lugar para remiendos. Y nosotros nos jugamos con todo a lograr que esta ley signifique poder generar otro enseñar distinto. Por eso, reitero que apoyamos el proyecto, más allá de que estamos abiertos a discutir cualquier modificación, a condición de que esa modificación no convierta la ley en una letra muerta. ¿Qué quiero decir con esto? También escuché alguna expresión de alguna autoridad provincial... Sr. Presidente.- Le voy a pedir que vaya redondeando su exposición. Sr. Yaski.- También escuché alguna expresión de alguna autoridad provincial que dijo “bueno, aprobemos una ley en donde más o menos quede que todos queremos algún día llegar al 6 por ciento”. Pero esa ley ya la tenemos, hay una ley vigente que establece eso. Nunca estableció de dónde salían los recursos, ni cómo se ponía, ni cuánto se ponía y jamás se cumplió, pero es una ley vigente. Por eso digo: aprobemos una ley que signifique realmente tener más recursos para la educación y que se pueda cumplir para beneficio de todos. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el senador Sanz. Sr. Sanz. — Más que una pregunta quería comentarle algo, señor Yaski. No sé qué es lo que usted ha leído, pero la defensa del federalismo y de la Constitución —que por lo menos en las reuniones de comisión se ha efectuado—, no se ha hecho ni desde derecha ni desde izquierda. Por lo menos los que la hemos planteado, lo hemos hecho en el ejercicio de nuestra condición de representantes de provincias en un ámbito que es precisamente el ámbito federal que tiene el Congreso de la Nación. Sr. Yaski. — Al respecto quiero dejar constancia frente al señor senador que de ninguna manera me he referido a lo que es una discusión seria que nosotros también creemos que merece ser tenida en cuenta. Es más, hicimos en su momento nuestras consultas con el doctor Maqueda y el doctor Zaffaroni por este punto. Me refería concretamente a un artículo publicado hace exactamente trece días en el diario “La Prensa”, por un supuesto cronista imparcial que planteaba de mala manera este tema. Sr. Presidente. — Voy a invitar ahora a pasar al estrado al señor Secretario General de la Unión Docentes Argentinos, Sergio Romero. Sr. Romero. — Quisiera, en primer lugar, agradecerles la invitación. Realmente se está haciendo un trabajo muy importante desde el Senado de la Nación y muestra de ello es que en breve tiempo estemos aquí discutiendo dos normas fundamentales: una ya fue sancionada —como lo es la Ley de Educación Técnica y Formación Profesional—, y hoy, el anteproyecto de la Ley Integral para el Financiamiento Educativo. Esto habla bien de la comunidad, habla bien de la sociedad y de los intereses que representan los senadores por darle agilidad y rápido tratamiento a estos temas de fondo que nos compete a los docentes. Quiero dividir esto en dos partes concretas. Esta ley tiene una cuestión estrictamente política y otra técnica y numérica. El orden que le doy —política y técnica— no es caprichoso. Creo que es un orden importante porque la política produce los cambios en las distintas áreas que el país necesita. Sin política es imposible abordar cualquier cambio o mejora para la sociedad y, en este caso, para el sistema educativo. En esto quiero destacar la fuerte decisión del gobierno nacional cuando pone en tratamiento este tipo de leyes que son muy profundas y que generan un gran debate. No es fácil tratar una ley integral de financiamiento educativo, máxime cuando hay compromisos de inversión a nivel nacional y provincial. Quiero destacar que hay provincias que van a tener que hacer un gran esfuerzo para poder cumplir con lo que fije esta ley porque están muy comprometidas con su presupuesto y realmente deberán tener un tratamiento muy controlado de sus finanzas para poder cumplir con esta futura ley. Digo que el tema político es importante porque después de que esto sea ley, también va a necesitar de la decisión política para que se aplique. Los docentes hemos visto pasar muchas leyes que se han dictado intentando favorecer al sistema educativo —que hoy inclusive están vigentes— y que no se aplican o que se aplican de vez en cuando o se aplican mal. Para no ser demasiado cargoso con este tema voy a poner un ejemplo: hay una ley que reúne en comisión a los distintos sectores —entre ellos a los sindicatos con representación nacional— para tratar la distribución del dinero del Fondo Nacional de Incentivo Docente. Rescatamos lo que mencionaba el señor que me precedió en el uso de la palabra acerca de que es cierto que desde hace un tiempo a esta parte se está cumpliendo con el pago. El FONID está normalizado, lo reconocemos. Pero queremos discutir el ámbito. Es decir, los sindicatos, por ley, deberíamos estar discutiendo cómo distribuimos ese dinero y esa convocatoria hace mucho tiempo que no se hace. Por eso digo que más allá de que se haga bien y se haga de otra manera, las leyes se dictan para cumplirlas. Por ello es que rescato el tema de la acción política como una cuestión preponderante en este tema. Es decir, tenemos la decisión de sancionar esta ley. En el caso de la UBA, también se ha firmado el compromiso en favor de esta iniciativa y vemos la necesidad imperiosa de financiar el sistema educativo para cambiar esta realidad tan triste y sobre la cual no voy a abundar en términos porque quien me antecedió en la palabra fue muy generoso en los conceptos y creo que ha dado una caracterización de lo que está pasando en todo el país. Así que después de sancionar esta ley se va a tener que disponer de la decisión política para ser aplicada y respetada. Esto lo digo porque, si bien es reciente la Ley de Educación Técnica y Formación Profesional, debido al cargo en el cual me desempeño —que es un cargo nacional— tengo la posibilidad de recorrer las provincias. Y lo que le pido a los señores senadores es que hagan gestión en sus provincias para que se empiece a poner en tratamiento en las legislaturas provinciales la adhesión a la Ley de Educación Técnica, porque es fundamental que las provincias acompañen esta decisión del gobierno nacional de aplicar estas leyes. Sé que en algunos casos es difícil pero cuando hay decisión se puede por lo menos hacer una adhesión de cuestiones de principios hasta definir las cuestiones estructurales. De todas maneras, ya debería tener fecha para el tratamiento en las provincias. Esto es lo que pretendo para la ley de financiamiento educativo. Porque si la sancionamos y las provincias son remisas a cumplir con el porcentaje que les establecen, no tendría sentido tratar iniciativa alguna. También quiero decirles que, en lo que es estrictamente la ley, hemos hecho llegar tanto al señor ministro de Educación, en su momento, como a los señores senadores, nuestras apreciaciones sobre el proyecto del Ejecutivo. En líneas generales, aprobamos totalmente este proyecto de ley que consideramos indispensable para ordenar el sistema educativo. Voy a desarrollar dos o tres puntos que, creo, son los fundamentales. En los distintos lugares en los que pudimos expresar nuestra opinión, dejamos planteado que el salario de los docentes es bajo, y en esta jornada se dijo varias veces. Consideramos que el salario básico no debe estar por debajo del salario mínimo, vital y móvil; en ningún caso, el docente debe cobrar menos que la canasta básica. El proyecto de ley puede contemplar que parte de este financiamiento se destine a salarios, pero hay que buscar el mecanismo para que esas dos cuestiones se cumplan porque de lo contrario son expresiones de deseo. Pretendemos mejorar el salario básico. En esto nos referimos a garantizar la ley en cuestiones de salario. Nosotros somos muy reconocidos y creemos que ha aportado una solución importante el FONID y, tal como se mencionó, significa un alto porcentaje en el salario. En muchos casos, no cobrarlo representaría un desastre, no sólo para quien no lo percibe sino para su grupo familiar. Lo que ninguna ley debe garantizar es el cobro en negro del salario y como está expresado en este caso se refiere a la prórroga del FONID en las mismas condiciones. Nosotros consideramos que este rubro debe ser remunerativo y que, si bien se hace con aportes de la Nación, hay que discutirlo con las provincias para que lo trasladen a cifras remunerativas. Por aceptar este tipo de cosas y no discutirlas en otras leyes estamos con serios problemas en casi en todo el país, en las cajas de jubilaciones con desfinanciamiento, las obras sociales prestan a su mínima expresión los servicios médicos asistenciales. Nuestra propuesta es que esta ley discuta la posibilidad de que continúe el Fondo de Incentivo Docente pero en las condiciones que establece la ley de salario genuinos. Esta ley va a aportar soluciones a —lo que por muchos años y hasta el día de hoy hemos sobrellevado los docentes —, la capacitación. Siempre la hemos hecho con nuestro esfuerzo y con nuestro dinero y creo que esta es una obligación indelegable del Estado, para brindar el mejor servicio en las condiciones que el Estado propone. Todos sabemos que hay serios problemas en la infraestructura escolar. Las escuelas que tiene convenios de locación no se pueden reparar, precisamente, en la mayoría de los casos producto de estos convenios. En consecuencia, los docentes y los alumnos están dictando clases debajo de techos y estructuras que no están aptas para prestar este servicio. En el caso de las escuelas que pertenecen al Estado, no se invierte lo suficiente y en algunos casos se invierte mal. Para superar esta instancia consideramos que es indispensable tener en condiciones las escuelas para prestar un servicio adecuado. No voy a desarrollar que significa tener un establecimiento educativo en condiciones, porque sería muy largo desde el comportamiento estricto a normas vigentes que no se cumplen por la falta de inversión, hasta la falta de cuestiones elementales para poder estar dentro de la unidad escolar. Señalo infraestructura escolar, capacitación y salario como tres ejes fundamentales, entre otros tantos, que contempla la ley y que son necesarios. Por eso apoyamos firmemente esta iniciativa, vamos a acompañar todas las instancias de este proyecto de ley. Agradecemos al presidente de la Nación y al ministro de Educación por haber puesto este proyecto en discusión y estamos dispuestos a seguir las instancias que conlleven hasta alcanzar el éxito en el logro de la sanción. Sr. Jaque.- Muchas gracias. Le pido que nos deje una copia del informe que redactaron sobre el proyecto de ley. Si alguien quiere formularle alguna pregunta al señor Romero puede hacerlo. A continuación tiene la palabra la señora Sara García, representante de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica —AMET —. Sra. García.- Buenas tardes. Agradezco la invitación a esta reunión plenaria. En esta oportunidad, vengo en representación del señor Jorge Dobal que no pudo asistir por problemas de salud. Antes de comenzar quisiera saber si ustedes han recibido por escrito nuestra postura sobre el proyecto de ley. Sra. Gallego.- La secretaria de la Comisión de Educación,Cultura, Ciencia y Tecnología señala que no hemos recibido copia. Sr. Jaque.- En la Comisión de Coparticipación Federal de Impuestos tampoco se recibió copia. Le solicito que por favor nos deje un ejemplar para distribuir en las tres comisiones que están tratando esta iniciativa. Sra. García.- A continuación voy a leer nuestra propuesta. Obviamente, nosotros aplaudimos este proyecto de ley porque da respuesta a un reclamo histórico que es alcanzar el 6 por ciento del producto bruto interno como inversión en educación. En realidad, nos gustaría puntualizar algunas consideraciones porque la gravedad de la crisis que atraviesa el sistema educativo en nuestro país lo merece. Desde la transferencia de los servicios educativos a las provincias en 1992, luego, la implementación de la ley Federal de Educación hasta nuestro días, lo que tenemos es una fragmentación tan severa del sistema que pareciera que poseemos veinticuatro "sistemitas educativos" en toda la República. Esto exige la definición de una nueva política educativa que reorganice y ordene la relación nación provincia. Es necesario corregir las consecuencias de más de una década de ausencia de políticas estatales en la materia. Por lo tanto, consideramos que corresponde sincerar en qué situaciones están las provincias en una especie de tres planos distintos en esta relación: jurídico, técnico-pedagógico y económico-financiero. Actualmente coexisten leyes provinciales de educación actualizadas según la ley Federal en algunas jurisdicciones y en otras no. Hay estatutos del docente modificados por leyes o decretos que, en muchas casos, se superponen o contradicen entre sí. Los salarios docentes son una verdadera muestra de componentes, según el modelo de gestión administrativa de cada provincia por fuera del Estatuto del Docente. En el plano pedagógico existe una anarquía total desde los planes de estudio hasta el alcance y validez de los títulos. Tal heterogeneidad orientaría a negociaciones individuales entre nación provincia, obviamente, porque no todas las provincias tiene la misma capacidad de gestión. Existe una disparidad total en los recursos humanos y económico-financieros que cada jurisdicción destina a la gestión, lo que hace complicado comparar procesos y resultados, dato que no es menor, ya que el proyecto de ley vincula la participación en la distribución de recursos en función de una meta ligada a la riqueza que se produce en nuestro país. Creemos que será todo un desafío, y por ello aplaudimos la iniciativa de llegar al seis por ciento del PBI. No obstante ello debe ser distribuido equitativamente y pese a la diferencias jurisdiccionales. Esta es la exigencia y la condición sine qua non para liberar el sistema técnico-pedagógico de todas las jurisdicciones. Sr. Presidente.— Gracias. Nosotros necesitamos todas las posiciones. Si hay presentaciones formales hechas por los distintos representantes gremiales, por favor, que nos las hagan llegar a las respectivas comisiones a los efectos de considerarlas en el tratamiento en conjunto. A continuación, la representación de la Asociación Empresaria Argentina. Sr. Campos.— Voy a ser muy breve. Mi nombre es Jaime Campos y soy el director ejecutivo de la Asociación Empresaria Argentina, AEA. Nosotros estamos aquí para expresar al Senado el apoyo total a la ley. No es común que un grupo de empresarios se comprometa con un proyecto tan importante, pero luego de un análisis que se ha hecho de la situación educativa del país, nos ha parecido imprescindible apoyar este proyecto, y no solamente apoyamos este proyecto, sino que como asociación estamos apoyando las distintas actividades vinculadas con la educación. Tenemos un programa muy específico de apoyo a la educación técnica. Estamos acercando el mundo de la empresa al mundo de la escuela técnica, que no están todo lo vinculados que quisiéramos. Estamos queriendo comprometer más y más a la empresa con el apoyo a la educación. Estamos haciendo el relevamiento de lo que hacen hoy día las empresas y cómo se puede profundizar el apoyo del mundo de la empresa al educativo. Nos parece muy importante que este proyecto se haga realidad. Es fundamental en la Argentina de hoy y del futuro dar un esfuerzo importante para mejorar el sistema educativo del país. Solamente eso. Muchas gracias por la invitación. Sr. Presidente.— Muchas gracias. A continuación el representante del CIPPEC. Sr. Rivas.— Muchas gracias por la invitación del Senado de la Nación. En nombre de CIPPEC, como representante de un centro de estudio y de una ONG que se dedica a distintos temas y, en particular a educación, queremos saludar el espíritu del proyecto de ley de financiamiento educativo como una meta trascendental que marcaría, quizás, una nueva agenda histórica para el sistema educativo y una gran oportunidad para poder pensar en políticas educativas consensuadas con los distintos actores y que se diferencia de la agenda de la década del 90, que generó más fragmentación en el sistema educativo. No voy a ahondar en una descripción más profunda de las necesidades del sistema educativo, ni siquiera en las justificaciones de porqué invertir más en la educación frente a otros aspectos, particularmente la política social. Hemos realizado un documento para justificar la importancia de la inversión en educación. Simplemente voy a detallar lo que creo es uno de los puntos más amenazantes del proyecto de ley en cuanto a su cumplimiento. Uno de los grandes problemas de este proyecto de ley es cómo establece sus pautas de cumplimiento. Básicamente, el proyecto de ley tiene tres fondos particulares. Son tres orígenes de fondos destinados al sistema educativo. El primero de ellos es el correspondiente a la Nación, uno puede certificar su aparición en la ley de presupuesto 2006. Es, simplemente, la confirmación del espíritu de la Nación de poner a disposición del sistema educativo los recursos que el proyecto de ley de financiamiento educativo establece. El segundo, son los artículos que hablan de la asignación específica del aumento de la Coparticipación en los próximos cinco años que las provincias deberán asignar a sus propios sistemas educativos. Esto responde a una necesidad básica que es que la ley tenga un correlato concreto del origen de los fondos, a diferencia de la Ley Federal de Educación que no establecía de dónde venían los fondos para llegar al 6 por ciento del PBI. Este segundo conglomerado de fondos requiere de ajustes técnicos y de la conformidad de las provincias para que puedan ser correctamente ejecutados. Estos dos primeros se tienen que cumplir y son de alguna manera más fáciles de direccionar y monitorear. El tercero de los orígenes de los fondos es el que más nos preocupa y es el que está en un artículo del proyecto de ley que establece que las provincias deben designar como mínimo el mismo gasto por alumno y el mismo gasto en educación frente al gasto total del año 2005 para los años subsiguientes. Esto genera un problema. En primer lugar, no debería ser, y esta es nuestra recomendación, solamente de 2005. Esto podría establecer que de 2005 a 2006 se mantenga -como dice la ley- el gasto por alumno y, sin embargo, en 2007 pueda bajar a nivel inferior a 2006, pero no superar el nivel inferior de 2005. Las necesidades del sistema educativo son de crecimiento constante, con lo cual se genera un error en la comprensión de términos, si no se establece, como nosotros proponemos, que se mantenga el mínimo de inversión por alumno frente al gasto total del año anterior. Segunda cuestión clave: este tercer gran origen de los fondos, que es el mayor origen de los fondos, mayor incluso que el porcentaje que se asignaría de la Coparticipación y al gasto que va a implicarle al Gobierno nacional, no tiene forma de ser controlado en el período de ejecución. Acabamos de enterarnos hace muy poquitas semanas de cuánto asignaron cada provincia a sus sistemas educativos en forma consolidada en el año 2003. Es decir, que con este proyecto de ley, recién en el año 2008 nos enteraríamos si las provincias cumplieron con lo establecido por la ley de financiamiento educativo. Nos faltan herramientas de monitoreo. Nos faltan herramientas para monitorear la ejecución del presupuesto provincial en vivo en el momento en que ocurre para poder, al menos nosotros como ONG, decirle a la sociedad si se está cumpliendo o no con la ley. Ese es uno de los problemas centrales que advertimos y que, si bien no corresponden enteramente al proyecto de ley, este sí debe remarcar los mecanismos de monitoreo posterior de las propias cláusulas que establezca. Muchas gracias. Sr. Presidente.— Señor senador Sanz, tiene la palabra. Sr. Sanz.— El trabajo que han hecho ellos -que nos ha llegado a algunos senadores- es muy valioso. No alcanzo a entender por qué hay un tercer fondo, por qué caratulan la asignación por alumno como un fondo. ¿Por qué este tercer punto es, para ustedes, un fondo? Sr. Rivas.— Lo que uno tiene que pensar es que si hoy estamos en el 4,3 del PBI y queremos llegar al 6 por ciento, este aumento se va a financiar de tres maneras: uno, a través del presupuesto nacional; dos, a través de la asignación específica del aumento a la Coparticipación y, tres, a partir de que, para sostener el gasto por alumno con un sistema educativo que crece, es necesario incrementar los recursos propios de los sistemas provinciales. Son tres incrementos de fondos en educación. Si esto no se cumple no se va a llegar al 6 por ciento del PBI. Sr. Sanz.— Más allá de que sea una discusión que no tiene mucho sentido en el texto de la ley —esto no resuelve cuestiones de la ley— lo tercero que ustedes caratulan como fondo está subsumido en el segundo punto. Esto es un criterio de distribución, pero cuyo origen o fondo es la obligación de las provincias. Sr. Rivas.— No, porque uno puede decir que el aumento que establece el proyecto de ley es el aumento de la masa coparticipable que se va destinar, en parte, a llegar al aumento completo del 6 por ciento en las metas. Ahora, ese aumento puede no ser equivalente al necesario, y ahí es donde empiezan a funcionar los fondos propios de las provincias. O sea, la realidad es que eso no cubre todo el aumento necesario para llegar al 6 por ciento del PBI, porque puede ser que no aumente suficiente la coparticipación como para llegar al 6 por ciento del PBI. Entonces, para cumplir con un artículo que está en el proyecto de ley, que es mantener el gasto por alumno, es necesario poder monitorear eso. Es decir, es un artículo que está en el proyecto de ley y que en los cálculos necesariamente uno tiene que preveer que van a aumentar los recursos porque, primero, van a aumentar los presupuestos provinciales; si aumentan los presupuestos provinciales va a tener que aumentar el gasto en la educación para llegar a mantener su representación en el gasto total actual. Y en segundo lugar, como aumentan también los alumnos, va a tener que aumentar el presupuesto educativo para poder seguir financiando de la misma manera a cada alumno. Si ese artículo de la ley no se cumple, es muy difícil llegar al 6 por ciento del PBI. Sr. Sanz.— Sí, pero en realidad no se cumpliría para el caso de que no hubiera aumento de recursos. El tema chocaría con la realidad de que no hay aumento de recursos. La otra pregunta es si en el análisis que ustedes hacen le dan igual jerarquía a la afectación específica que supone para las provincias el aporte, que al aporte de la Nación que no tiene afectación específica. ¿A ustedes les genera igual tranquilidad lo que para nosotros es una diferencia de jerarquía? Sr. Rivas.— Entiendo el punto, la verdad es que no soy especialista legal en esos términos, simplemente creo que la obligación nacional está en la propia Ley de Presupuesto 2006. Es decir, tiene un correlato muy directo. En todo caso, uno podría reclamarle al gobierno nacional el no cumplimiento de una ley sancionada por el Congreso Nacional que establece el aumento del financiamiento del presupuesto directo del gobierno nacional, pero no soy especialista en la materia y entiendo que hay una discusión en cuanto a los criterios de asignación específica. Sra. Bar.— Todos los presupuestos provinciales educativos prevén su crecimiento vegetativo. Si vos creas una escuela con el primer grado, obviamente que para el presupuesto del año siguiente tenés que presupuestar el del primero más el del segundo grado. Es decir, no veo por qué tantos temores a que la provincia no invierta en su crecimiento vegetativo, que siempre lo han hecho todas las provincias. Sr. Rivas.— No es la realidad. La realidad es que ha habido durante los últimos 15 años más de 45 recortes en el presupuesto educativo de las provincias. Es decir, hay 45 casos de recortes; hay muchísimos casos donde, de un año para el otro, baja el gasto por alumno en algunas provincias y muchísimos casos más en los cuales el gasto total en la educación también es diminuido. Hay muchísimos ejemplos de que esto ocurre. El problema es que no lo podemos saber hasta casi tres años después cuando tenemos los datos consolidados. Sr. Sanz. — ¿Por qué tres años después? Eso es algo que tampoco entendí bien. Hoy cualquiera que quiera monitorear en cada provincia lo puede hacer tranquilamente. Sr. Rivas. — Hay muchísimas provincias que no presentan los datos y hay varias provincias que presentan los datos en forma muy distinta, con lo cual, para que la Nación pueda consolidar eso, lleva mucho tiempo hacer comparaciones y la realidad es que hace muy poquitas semanas terminamos de recibir por vía oficial los datos de 2003. Si uno busca los datos de 2004 tiene que ir provincia por provincia; algunas provincias no los presentan y es un trabajo, para quienes monitoreamos, mucho más difícil de hacer. Sr. Sanz.— ¿Ustedes hacen esto a través de la Nación? Sr. Rivas.— Sí. Sr. Sanz — Bueno, esto es preocupante. Si esto le pasa al CIPPEC, es una ONG, pero esto que está planteando es una realidad. A ver, la pregunta que le he hecho es si esta dificultad de monitoreo de las cuentas provinciales ustedes la han tenido presente con la Nación. Sr. Rivas.— Nosotros, hablamos por nosotros mismos, que la Nación hable por sus propios problemas. Sr. Sanz.— No, pero, ¿a quiénes le demandan ustedes información? Sr. Rivas. — A la Nación. Sr. Sanz.— ¿Y cuál es la respuesta de la Nación? Sr. Rivas.— Los últimos datos que tiene son de 2003. Sra. Bar.— Si me permite aclarar, en el Ministerio de Educación de la Nación hay un programa que se denomina Estudio de Costos y pido cada tres meses el avance de los salarios docentes, tengo cuadros comparativos y están hasta el corriente año. Sr. Rivas.— De los salarios docentes, exclusivamente. Si usted va a buscar los datos de los presupuestos educativos provinciales, hace pocas semanas se publicaron los de 2003 y los salarios docentes a junio de 2005. Sra. Gallego.— Perdón, pero hay un método que adelanta un año, que son las cuentas de inversiones de las provincias. Las constituciones provinciales tienen, a año vencido, la cuenta de inversión del presupuesto y se publica. Sr. Rivas.— Muchas provincias no cumplen por sus propias normas y no publican los datos necesarios para que los organismos no gubernamentales podamos hacer el monitoreo correspondiente. Sr. Gallego.— Son leyes de publicación obligatoria. Sr. Presidente.— De cualquier manera, hemos sancionado en el Congreso de la Nación la ley 25.917, de Responsabilidad Fiscal, por la que se creó el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal que establece la obligatoriedad de la presentación de la información de la Nación al 30 de agosto —en este caso se ha cumplido escrupulosamente— y en el caso concreto de las provincias, al 30 de noviembre, desde el punto de vista de la proyección de los recursos del año próximo en materia de ejecución. Naturalmente, existe información y la exigencia que se plantea en la Ley de Financiamiento Educativo, precisamente en el Consejo Federal, es el monitoreo permanente de las asignaciones de recursos correspondientes, porque eso forma parte del compromiso para los estímulos y penalizaciones por eventuales incumplimientos. Así que esto tiene que funcionar con un buen sistema de información para la gestión, para el análisis desde el punto de vista del impacto de cada recurso asignado respecto de los resultados que se prevén y, naturalmente, eso no debería ser óbice para que la ley se cumpla en todos sus términos. Sr. Rivas.— Simplemente, quiero destacar la importancia de estas herramientas para quienes nosotros representamos, que son las organizaciones de la sociedad civil que se dedican al monitoreo de este tipo de normas. Sr. Presidente.— Cuando usted hace mención al estudio, ¿es el de coparticipación y financiamiento educativo? Sr. Rivas.— Ese es otro. El estudio presentado públicamente a todos los senadores y diputados es específicamente acerca de los proyectos educativos y se llama “Tiempos de inversión educativa”. Sr. Presidente.— Les agradecemos muchísimo a todos los que han participado y si es necesario, abriremos el debate e invitaremos a otras organizaciones u expertos que ustedes consideren conveniente con el objeto de que en la próxima semana brindemos un espacio final y definitivo de participación para pedirle eventualmente la participación oral aquí o por escrito con el objeto de terminar esta ronda de consultas a los efectos de poder trabajar estrictamente en el proyecto, con el objeto de elaborar el dictamen y fijar tentativamente para el día 23 de noviembre la fecha de tratamiento en el ámbito del recinto de sesiones. — Varios participantes hablan a la vez. Sra. Bar.— Señor presidente: solicito que la próxima semana nos reunamos sólo los legisladores para ir discutiendo algunos artículos respecto de la redacción teniendo en cuenta los aportes. Si otros quieren continuar las consultas, podríamos hacerlo, pero siento la necesidad de encontrarme con mis pares para ver las modificaciones que hay que hacer al texto del proyecto de ley. Sr. Sanz.— Señor presidente: dos cosas. Primero, atento a la ausencia del doctor Strubrin por las razones que se acaban de decir, solicitaría que le sea reiterada la invitación para que venga personalmente porque me parece un aporte muy valioso el que pueda expresarnos. Y segundo, quisiera preguntarle si las copias de las notas que usted envió han sido respondidas. Sr. Presidente.— No. Sr. Sanz.— Si no ha sido respondida, está contestada la pregunta. Me parece muy bien que se hayan enviado esas copias; lo que quería preguntar era si estaban respondidas para tener la versión. Sr. Presidente.— Nos falta la respuesta correspondiente, tenemos la nota que habíamos dicho que no la teníamos, pero la tenemos. Tenemos las dos que llegaron ahora. Sr. Sanz.— Vamos a hacer fotocopias. Sr. Salvatori.— Pido la palabra. Sr. Presidente.— Tiene la palabra el señor senador Salvatori. Sr. Salvatori.— Quisiera decir que recuerdo que en la reunión con los representantes provinciales hubo atinadas reflexiones, que prometieron enviar por escrito para que nosotros tuviéramos acceso. No sé si se ha recibido esta documentación. Si no fue así, solicito que se reitere por Presidencia el pedido de esa información que creo es muy valiosa para que la tengamos en cuenta, especialmente en lo relativo a cómo afectaba la coparticipación y cómo se puede liberar previamente la situación del salario docente de todo el país, de forma tal de no contar con esa diferencia que mencionaron quienes expusieron anteriormente. Además, para ratificar que el Estado nacional tiene que asumir el compromiso de una afectación específica y liberar las cargas porque, en definitiva, si cada una de las partes estableciéramos el 50 por ciento, no sería nada más que un reconocimiento implícito a las que no fueron transferidas de las alícuotas de los presupuestos educativos cuando se transfirieron las escuelas. Sr. Presidente.— Respecto de las notas que hemos cursado quisiera decirle, señor senador Salvatori, que las hemos sintetizado en nueve puntos respecto de lo que hemos considerado en el plenario anterior. El primero se refería al alcance de la ley de responsabilidad fiscal, respecto del esfuerzo financiero derivado de la ejecución financiera del ejercicio 2006-2010, compatible con la capacidad de pago de la deuda pública de las provincias con mayor nivel de incidencia de deuda. Paralelamente, nosotros planteamos ahí la incidencia del artículo 10 de la ley de responsabilidad fiscal respecto de los parámetros. También quiero decir que se realizó la respectiva presentación ante el Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal que preside el ministro de Economía. El segundo tema se refiere a la interpretación del artículo 75, inciso 3) de la Constitución, en virtud de las diferentes interpretaciones vinculadas con la necesidad de requerimientos complementarios de adhesión por la firma de convenios preexistentes por la diferenciación de recursos coparticipados-coparticipables. Esto en el período correspondiente. En tercer lugar se planteó la disidencia de la asignación de los recursos a incrementar en cada jurisdicción respecto de la transferencia de recursos destinados a la coparticipación municipal. En cuarto lugar se consideró el análisis de la rigidez futura de la asignación de recursos respecto de otras prestaciones básicas que son indelegables. El quinto punto se refiere a la determinación del uso del fondo compensador; es decir la metodología. En sexto lugar se consideraron los convenios bilaterales. El séptimo punto se refiere a la determinación de los criterios de asignación específica respecto de las universidades, provincias, ciencia y técnica. El punto octavo hace mención a la elaboración de los artículos respectivos vinculados con las universidades y ciencia y técnica. Y por último, el punto nueve, hace mención a los parámetros para la reglamentación de la ley por parte del Consejo Federal. Esto es lo que hemos planteado como consulta a los efectos de que podamos tener buena información. La idea central es realizar un análisis final y definitivo respecto de que podamos llevar a cabo las reuniones de las comisiones sin audiencia pública para tratar el tema entre los senadores en rueda de trabajo, previo a agotar la lista de las que ustedes consideren personalidades que nos puedan efectuar aportes constructivos tanto por escrito como en forma oral. Sra. Perceval.— Pido la palabra. Sr. Presidente.— Tiene la palabra la señora senadora Perceval. Sra. Perceval.— Señor presidente: voy a manifestarme en el mismo sentido que el señor senador Salvatori. Más allá de que contamos con la versión taquigráfica, con la exposición de los distintos representantes de las provincias y sus notas oportunamente llegadas a nuestros despachos sobre una síntesis realmente excelente que contiene las preocupaciones, inquietudes y necesidades de información y exposición con respecto a las autoridades nacionales, al mismo tiempo me parece que podríamos permitir a las autoridades provinciales —en este sentido pienso igual que el señor senador Salvatori— que nos hagan llegar en esta semana algunos comentarios, mientras esperamos las respuestas de las autoridades nacionales, Esto lo señalo porque tal vez algunas autoridades de Hacienda o de Educación de las provincias tengan algunos comentarios para hacernos llegar, que es lo que decía el senador, más allá de lo que se haya planteado y que consta en la versión taquigráfica de la reunión que tuviéramos hace tres semanas atrás. Después podemos compatibilizar. También concuerdo con la señora senadora Bar en la necesidad de hacer una reunión, como ya contamos con suficiente información y opinión, entre los senadores y senadoras que integramos las tres comisiones que están liderando la posibilidad de que tengamos dictamen para este proyecto. Sr. Jaque.— Si están de acuerdo la podríamos realizar el martes que viene. — Varios senadores hablan a la vez. Sr. Presidente.— Si quieren mañana podríamos plantear informalmente un esquema. Sr. Salvatori.— Quisiera contar con mayores elementos de juicio y escuchar la opinión de algunos ministros que ya expusieron. Sr. Presidente.— El martes podríamos hacer la reunión formal. Queda levantada la reunión. — Son las 17 y 50.