REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE ECONOMÍA NACIONAL E INVERSIÓN Salón “Auditorio” — H. Senado de la Nación 15 de noviembre de 2011 Presidencia de la señora senadora Montero 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 2 –– En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Auditorio del H. Senado de la Nación, a las 9.48 del martes 15 de noviembre de 2011: Sra. Presidenta (Montero). –– Buenos días Vamos a comenzar con las Jornadas sobre Presupuesto Público. En primer lugar, agradezco a todos los presentes por el esfuerzo de estar aquí. Mi segundo gran agradecimiento va dirigido a todas las instituciones que han contribuido con la organización de estas jornadas. La verdad es que cuando Leandro sugirió la idea ––porque debo decir que nosotros trabajamos anteriormente, hace dos años, en unas jornadas similares y contamos en ese momento con gente de los Estados Unidos––, dijimos que teníamos que hacer algo más para el proceso de instalación de un correcto tratamiento del presupuesto en el Congreso de la Nación. Entonces, comenzamos a juntar voluntades, y así apareció la gente del CIPPEC, de ASAP, de la Fundación Konrad Adenauer. Incluso, con el primer panelista de estas jornadas, que es Isaac Umansky, intercambiamos varias ideas hasta que finalmente pudimos consensuar un programa que nos pareció a todos interesante para llevar adelante en el día de la fecha. Creo que este proceso de instalación es absolutamente esencial en el Congreso de la Nación. Sabemos el rol que debería jugar el Congreso de la Nación en el proceso presupuestario y sabemos de los déficit de este rol en el ejercicio de sus funciones con respecto a la ley de leyes. Estamos en deuda; estamos en deuda desde la sanción de la 24.156, la Ley de Administración Financiera. Estamos en deuda, sobre todo, desde la Reforma Constitucional del 94. Estamos en deuda fundamentalmente en el proceso por las asimetrías que tenemos en el Congreso, y, como partícipe de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y, actualmente, como la presidenta de la Comisión de Economía Nacional e Inversión, debo decir que los legisladores tenemos muy pocos instrumentos más allá del esfuerzo individual que cada uno pueda hacer o del esfuerzo del bloque por contar con información, por analizar esa información y por tratar de seguir el proceso presupuestario. No contamos en el Congreso con una verdadera gestión de información, de análisis, de seguimiento, de control, que es lo que deberíamos tener si es que queremos cubrir estos déficit con algo eficiente. Y ese algo eficiente es tratar de organizar, por supuesto, esta Oficina de Presupuesto y Hacienda, respecto de la cual muchísimos legisladores ya han tenido iniciativas legislativas. Pero, en realidad, no voy a hablar de eso porque tenemos algunos invitados de lujo de la Cámara de Diputados que van a venir a contar qué es lo que está pasando actualmente en el tratamiento de la Oficina de Presupuesto y Hacienda. No quiero extenderme, ya que comenzamos con alguna demora. Lo otro que me parece muy importante decir es que todos juntos, los organismos que están trabajando desde la gestión privada, el Congreso de la Nación, los medios y la sociedad en su conjunto debería estar muy comprometida por tratar de llegar a procesos presupuestarios que se manejen desde la transparencia absoluta, desde principios de veracidad y de certeza, porque esto contribuye a la estabilidad y previsibilidad de los procesos económicos. Realmente, ese es nuestro otro gran déficit al que tenemos que contribuir de alguna manera. No voy a hacer catarsis desde lo que está pasando en el proceso presupuestario argentino, pero debo decir que realmente no está contribuyendo en la dinámica del presupuesto y en su tratamiento, tanto a nivel de lo que envía el Ejecutivo como en el tratamiento que se está dando en el Legislativo con los pocos tiempos, los apuros y las presiones puestas sobre el tratamiento del presupuesto, que debería ser, justamente, un proceso transparente, de estabilidad, que contribuya a la previsibilidad del comportamiento de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 3 la economía. Nuestro primer expositor es realmente una persona con conocimientos vastos en el tema que vamos a tratar. Isaac Umansky es contador público y economista egresado de la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Fue contador General de la Nación y director de la Comisión de Informática en el período 1985-1990 y es consultor internacional en Proyectos de Administración Financiera Pública y Gestión Pública para organismos internacionales, como el Banco Mundial, el BID, la CEPAL y la Agencia de Cooperación Sueca en Chile, Costa Rica, México, Bolivia y Cuba. Es ex presidente de la Asociación Uruguaya de Contabilidad y Presupuesto y ha ocupado ese cargo durante varios periodos. Asimismo, fue vicepresidente de la Asociación Internacional de Presupuesto Público durante dos períodos y actual asesor de esa institución. Es miembro actual de la Junta Internacional, que emite normas y estándares contables del sector público, y de la Federación Internacional de Contadores Públicos en el período 2010 2012. Desde ya, le agradezco al contador Umansky por venir a brindarnos su experiencia internacional. Antes de iniciar estas jornadas, le comentaba, en una charla breve que tuvimos, que hace poco tiempo me tocó estar en un congreso de parlamentarios que venían de las distintas Oficinas de Presupuesto y Hacienda o de las Comisiones que trabajan en el Congreso. Realmente, hay un interés general de tratar de coordinar procesos presupuestarios en todos los países latinoamericanos, y en esto hay una gran contribución de algunos organismos internacionales, como el Banco Mundial, el BID, que están favoreciendo los procesos de fortalecimiento del rol del Congreso. Por ejemplo, está presente la Fundación Konrad Adenauer, y, justamente, hablando con el doctor Loman nos hacía hincapié sobre la intención de esta fundación de fortalecer ese proceso en el Congreso; es decir, fortalecer el Congreso de la Nación en el rol que cumple en el presupuesto. A continuación, le damos el uso de la palabra al doctor Umansky. Sr. Umansky. –– Muchas gracias. Yo voy a tratar de hacer en media hora el abordaje del tema, y vamos a intentar, por lo menos en este corto tiempo, de plantear las inquietudes básicas que se están dando a lo largo y ancho de las muchas sociedades que están, obviamente, atenaceadas por múltiples factores económicos que las desafían corrientemente. Yo diría que para comenzar este tema y ver el rol legislativo en el proceso presupuestario primero tendríamos que definir lo que llamaría “los determinantes del rol legislativo”. Cuando hablamos de determinantes, estamos hablando de aquellos factores que condicionan la institución parlamentaria y cómo ese condicionamiento se refleja, a su vez, en el tratamiento del presupuesto. En primer lugar, deberíamos hacer una afirmación que puede parecer muy fuerte, pero que forma parte de lo cotidiano. Más allá de las inquietudes que nosotros podamos tener acerca del presupuesto, la primera convicción que debemos tener es que no existe una cosa tal como una distribución correcta del presupuesto, más allá de que, en general, todas las administraciones quieren, de alguna manera, presentar el presupuesto como el proyecto más racional de su administración. Debemos reconocer que la distribución correcta del presupuesto se va formando a lo largo y a lo ancho de su propio tratamiento. Es decir, el presupuesto, de alguna forma, es el lugar donde se van a encontrar los distintos actores sociales, políticos y económicos, y van a tratar de implementar las decisiones ciudadanas. Un tema no menor y no fácil, desde ya, son las acciones colectivas. En general, a las sociedades les cuesta mucho tomar decisiones 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 4 colectivas y, evidentemente, cuando nosotros estamos hablando del presupuesto, estamos hablando de un tipo de sistema en el cual lo que se está produciendo es un tipo de bien, que son los bienes públicos. Por ejemplo, cuando hablamos de educación, cuando hablamos de salud, cuando hablamos de seguridad estamos produciendo bienes públicos. Es decir, quiérase o no, el Estado y el presupuesto es el ámbito en donde se tranzan las necesidades ciudadanas y las ofertas que puedan provenir de los órganos representativos. Obviamente, los poderes legislativos son la máxima expresión de esos órganos legislativos y, como tal, deben estar encuadrados dentro de lo que conocemos por la democracia y por la densidad de esa democracia. Vamos a decir que una democracia existe y es profunda en la medida que tenga pesos y contrapesos entre todos los poderes del Estado. Y eso que parecería ser meramente una expresión de deseos cada vez se nos hace más difícil porque estamos viendo que ese peso y contrapeso a lo largo y a lo ancho y en todos los lados ––no sólo en un país determinado–– se está desbalanceando muy fuertemente hacia un mayor poder de los Ejecutivos, porque, evidentemente, la propia obligación de los ejecutivos de enfrentar la cantidad de inconvenientes, la variedad de problemas y la incertidumbre de los problemas los obliga a desenvolver, a su vez, instrumentos cada vez más complejos, cada vez más llenos de información, que deben ser resueltos en muy poco tiempo. Evidentemente, esto ha llevado a que los Poderes Ejecutivos tengan mayores habilidades y destrezas, y eso está bien porque es una manera de reflejar una respuesta a las inquietudes ciudadanas, pero no ha sido acompasado con los otros poderes en cuanto a la capacidad institucional para poder cumplir con su propia función. En el Poder Legislativo las funciones básicas son representar, legislar y controlar, y cada vez se hace más difícil representar, legislar y controlar con la falta de información que muchas veces tienen los Legislativos y la falta de capacidad para procesar la información que recibe. Entonces, yo diría que ese es un primer tema; es decir, los presupuestos son el ámbito o la arena donde se resuelven las decisiones colectivas, donde se plantean las necesidades de una sociedad y, más que nada, el presupuesto es un núcleo básico del proceso de definición. ¿De qué definición? De las políticas públicas. Cuando nosotros estamos hablando de bienes públicos, también tenemos que estructurar una forma de obtenerlos. No se trata sólo de tener una protección, por ejemplo, para una determinada edad desde el punto de vista de la seguridad social, sino que hay que tener una política de seguridad social. No se trata sólo de atender a la escolaridad infantil, sino de una política general de la educación. En los últimos años, cada vez se ha hecho más notorio que el abordaje de los temas de las necesidades ciudadanas y de la producción pública de bienes requiere un enfoque sistémico. Entonces, cuando nosotros hablemos de cada uno de los puntos, tratemos de ver qué parte ocupan de la definición de las políticas públicas. No es fácil porque no es un proceso fácil definir una política pública implementarla, controlarla y evaluarla. Recién en los últimos años estamos cobrando noción, justamente, de que esa es una tarea conjunta de los poderes. En lo que hace a su definición, obviamente, interviene el Poder Ejecutivo, pero todo lo que sea seguimiento, control y evaluación compete al Legislativo; ese es su rol, y es absolutamente imprescindible. Justamente, allí donde estamos viendo las debilidades de los Poderes Legislativos. Es decir, la capacidad de los Ejecutivos para formular políticas públicas, o parte de las políticas públicas, es manifiesta porque es su propia exigencia, ya que tienen que estar respondiendo las necesidades ciudadanas en muy corto lapso de tiempo. Sin embargo, cuando se trata de evaluar, cuando se trata de hacer el seguimiento y cuando se trata de ver qué grado de efectividad de impacto, de eficiencia o de eficacia tienen 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 5 esas políticas pública, hay errores desde el Legislativo, y es allí donde estamos viendo que los Legislativos están careciendo de instrumentos, tal como decía la senadora. Los Legislativos no se han organizado y no han tenido oportunidad de organizar equipos técnicos o sistemas que permitan hacer el seguimiento de lo que son las políticas públicas, su evaluación y su control. Todo esto nos revela algo que debiera ser palmario. El presupuesto, más allá de sus formalidades y de lo instrumental, es un proceso intrínsecamente político. ¿Político, por qué? Porque lo político define la capacidad de tomar decisiones colectivas y porque en lo político se tiene que expresar esa capacidad de tomar decisiones colectivas. En realidad, lo que estamos haciendo a través del presupuesto es estableciendo prioridades y si somos hábiles en el establecimiento de prioridades, vamos a poder decir que, de alguna manera, esos presupuestos nos permiten orientar o guiarnos y, tal vez, algunas cosas más. Orientarnos y guiarnos desde el punto de vista de las necesidades ciudadanas, pero también orientarnos y guiarnos desde el punto de vista de la propia agenda política, porque la propia agenda política tiene la necesidad de conseguir cierto tipo de acuerdo, cierto tipo de arreglos institucionales entre las diversas partes de los partidos políticos que expresan a la ciudadanía y cómo esos arreglos políticos se transforman luego en legislación y esa legislación luego se tiene que implementar. Lo que diferencia básicamente a nuestros países latinoamericanos de lo que es el desarrollo mundial en materia de presupuesto es que el gran énfasis que se pone en las distintas etapas del presupuesto es distinto. Todo presupuesto tiene formulación, tiene aprobación, tiene implementación y tiene control y evaluación. Nuestros países latinoamericanos se ocupan ––relativamente bien–– de la formulación y de la aprobación. Pero luego de que sucedió eso parece como si los Poderes Legislativos no tuvieran demasiada intervención, cuando, en realidad, deberían hacer hincapié en la implementación, en los controles y en la evaluación. Uno puede observar en los países desarrollados ––y observa porque hay instrumentos concretamente–– cómo en los países desarrollados el seguimiento del presupuesto no es, una vez que se presentó al año siguiente, ver qué fue lo que pasó, sino que una vez que se aprobó trimestralmente el Ejecutivo está obligado a dar informe al Legislativo y tiene que darlos dentro de un marco de planificación o de programación, que es una programación de mediano y largo plazo. Ese es el otro gran tema que no estamos teniendo en los países latinoamericanos. Falta una fuerte programación de mediano y largo plazo, llámese planificación, programación o previsibilidad. El lazo que debiera existir entre esas dos actividades es muy débil, y esa es una de las cuestiones que he de destacar como diferencia entre los países desarrollados y subdesarrollados. Los países desarrollados tienen cierto margen de previsibilidad, formulan planes de mediano y largo plazo junto con el presupuesto y, además, la rendición de cuentas puede ser trimestral; con lo cual, al final de un ejercicio los legislativos tienen tres o cuatro versiones de lo que está pasando con el presupuesto. Además, tienen que referirlo a ese marco de mediano y largo plazo, porque no basta sólo con decir que se gastó equis cantidad de pesos en un programa, sino que si ese programa cumplió con las metas de las políticas públicas. Asimismo, en caso de haber desvíos tienen que informar acerca de las razones por las que se dieron esos desvíos y ese tipo de desvíos tiene que ser analizados en conjunto con las comisiones parlamentarias, con los comités parlamentarios que van a retroalimentar al Ejecutivo en el sentido de que si hubo algún desvío no previsto dentro de lo que es el 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 6 presupuesto, ambas partes, el Ejecutivo y el Legislativo, tratan de remediarlo, ajustarlo o orientarlo nuevamente hacia el propósito final. De tal manera que el proceso presupuestario no puede ser analizado como un proceso aislado, sino que tiene que ser analizado dentro de un marco de múltiples actores: políticos, económicos y sociales. No nos olvidemos que si las tres funciones del Legislativo se tienen que cumplir ––y más en un marco actualizado que cada vez es más difícil por las incertidumbres, por la falta de previsibilidad de los marcos económicos evidentemente––, la actuación de los distintos actores es importante. No nos olvidemos de que existe una sociedad civil que se expresa, que lo hace de distintas maneras y cada vez está más informada, felizmente para la democracia, por los medios de difusión. Entonces, es buena cosa que también los legisladores recojan el grado de impacto que tiene el gasto público dentro de la comunidad, dentro de la sociedad civil e integren a la sociedad civil a través de audiencias parlamentarias, para escuchar acerca de qué grado de eficacia están teniendo el impacto del gasto público. Muchas veces, nosotros en ese afán de generalidad que tenemos en América Latina, hablamos de presupuesto, de políticas públicas, pero en el fondo lo que estamos dejando de lado es qué grado de eficiencia y de eficacia tiene el gasto público. Nosotros creemos que basta con asignar un crédito al principio de un ejercicio para una labor y que el tema ya está terminado, y que con eso se demuestra la inquietud que tuviera el Ejecutivo y el Legislativo respecto de satisfacer alguna necesidad pública. Pero, en realidad, cuando las cosas empiezan a marchar, vemos que el impacto que puede tener ese crédito que fue votado en determinado momento está muy intermediado por la propia burocracia, por la capacidad institucional que tienen las instituciones tanto del Ejecutivo como del Legislativo, por las capacidades individuales que forman parte de los recursos humanos de cada administración, por las costumbres y la cultura que tenga cada país en desarrollar su gasto público. Nunca vamos a ver un presupuesto igual entre distintos países porque es distinta la cultura entre distintos países. Es muy distinta una cultura política, por ejemplo, en la cual los partidos tienen que operar a través de coaliciones que una cultura política en que hay un partido predominante, porque, evidentemente, el poder tener una hegemonía parlamentaria facilita la toma decisiones. Esa facilidad en la toma de decisiones es peligrosa porque en determinado momento puede llegar a la discrecionalidad, y es allí donde el papel del Legislativo tiene que cobrar importancia. Todos sabemos que cuando nosotros, hombres y mujeres, nos dan poder podemos usarlo bien o podemos usarlo mal, pero, a veces, el exceso de poder suele ser utilizado muy discrecionalmente. Entonces, es acá donde cobra sentido el concepto de pesos y contrapesos de la democracia, pero para poder ejercer ese concepto de pesos y contrapesos las capacidades institucionales y personales de los legisladores tienen que ser desarrolladas y desenvueltas en un sentido mucho mayor que el que ahora tenemos. Por ejemplo, en los países desarrollados los informes de una auditoría general, de un tribunal de cuentas ––que son considerados trimestralmente en los Legislativos–– son informes llenos de información, pero también de interpretaciones. Es decir, la auditoría general facilita al Poder Legislativo la interpretación de lo que está pasando durante el ejercicio de la ejecución del presupuesto. En ese sentido, no sólo se las interpreta, sino que el cúmulo de informaciones es enorme. Por ejemplo –– aprovechando que he visto los temas de la contabilidad pública––, observo que en los países desarrollados la contabilidad pública se está utilizando como debe ser utilizada, como fuente de información y como base para tomar decisiones. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 7 En cambio, en los países subdesarrollados, la contabilidad pública es algo así como un registro medio forense, cuando la contabilidad pública también debiera servir como elemento para la previsibilidad. Entonces, cuando se analiza un problema que es muy difícil de analizar, el llamado problema de la sostenibilidad de la política fiscal, no es ni más ni menos que la posibilidad de que las políticas que se están instrumentando puedan mantenerse a lo largo del tiempo sin poner en tela de juicio a la economía, sin generar presiones inflacionarias, sin generar disfuncionalidad desde la economía. Entonces, allí el instrumento contable tiene mucha importancia porque está mostrando etapa a etapa, fase a fase, cómo se puede ir evaluando de una manera, qué es lo que está pasando y qué grado de continuidad puede tener eso. Generalmente, nosotros nos enfocamos sólo en el gasto, pero no olvidemos que también el presupuesto es el lugar donde, de alguna manera, se votan los recursos, y esos recursos están siendo obtenidos del sector privado. Ahora bien, el equilibrio entre el Estado y el sector privado cada vez debe ser más sostenidamente conseguido por una razón, que es propia de la demanda de la modernidad. Hoy en día, la globalización lleva a que la competitividad no sólo sea entre empresas, sino entre países. La competitividad de un país sólo puede estar asegurada si la acción mancomunada de Estado y del sector privado logra mantener los equilibrios, de tal manera que las presiones fiscales que tenga el sector público no desfiguren la formación de precios del sector privado. Esto, por un lado. Por el otro lado, que las propias demandas del sector público contribuyan a generar un mercado propio doméstico en cada caso, pero a costos y a precios que sean valuados internacionalmente. Hoy en día, cuando hablamos de precio no sólo estamos hablamos de precios de artículos privados, sino también de producción de bienes públicos; es decir, los precios de obtener un alumno egresado, de tener una persona atendida por el sistema de salud pública. Entonces, esto debe que ser parangonado con los sistemas internacionales porque hay una disputa en el sistema de la economía internacionalizada que lleva a la necesidad de determinar precios adecuados y amigables a lo que es la situación internacional y al intercambio que existe de mercancías y servicios entre las distintas economías. A partir de la década de los setenta del siglo pasado, comenzó este proceso de desregulación que se ha acentuado y que cada vez es más es más intenso. Basta ver lo que está pasando en nuestros días, pues lo que sucede en un país repercute en cualquier otro, y esto se da hasta en los países más pequeños. Por ejemplo, la crisis griega repercute en el mercado común europeo, el mercado común europeo es demandante de productos nuestros. Entonces, a nosotros también nos va a tocar en algún momento, más allá de que hemos tenido auspiciosos precios en nuestra materias primas, más allá de que en los últimos años la relación de precios de intercambio entre nuestras economías y las economías industriales ha cambiado. A su vez, ha cambiado una de las características fundamentales de lo que fue nuestra segunda mitad del siglo XX, en la cual, de alguna manera, los países latinoamericanos habían perdido sus relaciones de intercambio. Ahora es al revés, los países latinoamericanos estamos ganando en las últimas décadas una mejor relación de precios relativos entre nuestros productos y los productos industriales. Todo esto, que parece meramente un tema económico, es un problema de presupuesto, es un problema estatal, que repercute y que tiene que llevar buen cuidado a que las decisiones de los Estados no influyan sobremanera en los costos determinantes de la formación de precios de las sociedades en su conjunto. Ya no se trata sólo de proteger al mercado privado, sino también de proteger a la economía en su conjunto. No se trata de que el Estado busque 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 8 beneficios para el sector privado, puesto que el mejor beneficio que puede tener un Estado es un macroequilibrio económico que permita que los precios se expresen de manera adecuada. Cuando digo de manera adecuada, me refiero a que no todos los precios lo fijan en el mercado, desde ya. Muchos precios tienen que ser formados, tal vez, en la acción mancomunada de Estado y mercado. Pero para ello, debemos tener unidades de medidas; para ello, tenemos que tener señales muy claras; para ello, tenemos que tener formas de determinación de los precios que permitan, justamente, que los países se adecuen a estos desafíos del mundo moderno, que es el desafío de la desregulación, de la internacionalización de la economía, de la nueva forma de producir. Es evidente que la nueva forma de producir lleva a que se intensifiquen los factores intangibles, como el conocimiento, la información, la tecnología, que cada vez más están predominando en el proceso económico; no es que hayan desaparecido los otros factores, sino que estos están pesando muy intensamente. Entonces, si la información y si el conocimiento forman parte del proceso productivo actual y se hacen sentir, también se tienen que hacer sentir en las organizaciones públicas, porque las organizaciones públicas no dejan ser ––como las privadas–– organizaciones que tienen reglas de comportamiento, o que deben tener reglas de comportamiento, que hagan eficiente la utilización de recursos. Muchas de las polémicas que a veces vemos instaladas entre que un bien lo tiene que producir el sector público o el sector privado son falsas dicotomías, porque no interesa tanto quién es el que lo produce, sino a qué costo y en qué condiciones se produce y si eso es sostenible en el largo plazo. Puede ser el sector público o puede ser el sector privado, pueden ser mixtos; no en vano en los últimos años han surgido las experiencias de las asociaciones público-privadas. Con lo cual, esto está relevando que hay necesidad de nuevos instrumentos para enfrentar los desafíos de los fenómenos económicos y políticos modernos. Dentro de esta cuestión también cabe la integración social, porque la integración social no es meramente el distribucionismo entre los distintos estamentos sociales, sino que es también la posibilidad de generar condiciones para que todos los estamentos sociales puedan ingresar al mundo moderno en términos de educación, de salud y de posibilidades de tener iniciativas, y que estas iniciativas sean respaldadas. En este sentido, el Estado tiene que generar las condiciones para que la gente que no tiene mayores ingresos tenga oportunidades en términos de educación, salud y emprendimiento. Entonces, vemos que el rol de los Legislativos es un rol que no puede desprenderse del rol de los Ejecutivos y debe generar los mecanismos que permitan la tecnificación de los Legislativos, que permitan el crecimiento del conocimiento, del tratamiento de la información y de la creación de organismos especializados. Si uno ve las Oficinas de Presupuesto que tienen los Congresos en los países desarrollados, uno se da cuenta de que son oficinas importantes; sin llegar a la exageración de los Estados Unidos, que tiene arriba de doscientos funcionarios y que cuenta con expertos de distintos tipos, es decir, economistas, analistas, ingenieros, sociólogos, politólogos. Entonces, cuando viene el mensaje del Ejecutivo, las oficinas de presupuesto de estos países, especialmente las de los Estados Unidos, se encargan de desmenuzarlo al grado de detalle necesario para analizar su viabilidad técnica, su viabilidad económica, su viabilidad financiera y, en última instancia, para aconsejar al legislador, que es el que determina el grado de necesidad, el grado de prioridad y hace la verdadera función política. Ese es el verdadero sistema que debe existir, con alguien que asesore en términos de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 9 virtualidad qué es lo que se puede hacer, costo- beneficio, y que el legislador cumpla con su función, que es, justamente, la de ser representante de la sociedad, para que esa representación sea legitimada por buenas decisiones, por correctas decisiones, por decisiones de calidad y para que esas decisiones de calidad puedan ser seguidas a lo largo y a lo ancho del amplio tejido de instrumentación de una decisión; es decir, a través del Ejecutivo, a través de las distintas organizaciones del Ejecutivo, de los distintos ministerios, de las distintas instituciones del Ejecutivo. Con lo cual, el tema de la transparencia pasa a ser un tema cada vez más interesante, ya que no es meramente la transparencia por la honestidad, sino que es la transparencia por la información. La economía requiere que haya transparencia porque si hay transparencia, hay credibilidad, y si hay credibilidad, eso repercute económicamente. Hoy día, cuando nosotros hablamos en el mercado internacional del riesgo país, estamos diciendo que hay un montón de factores económicos que configuran el riesgo país, pero también estamos diciendo qué grado de madurez, qué grado de desarrollo tienen sus instituciones, qué grado de credibilidad tienen el relacionamiento de sus instituciones y cómo pueden jugar esas instituciones en la convicción de que eso se va a cumplir a lo largo del tiempo. Y como ven, la transparencia y la credibilidad, que parecen ser meras propuestas éticas, terminan siendo propuestas económicas porque forman parte del interjuego de la economía internacional. Entonces, creo que tenemos que aprender estas reglas de juego, más allá de que las estamos aprendiendo, pero reactivamente, a los porrazos. Deberíamos tener una posición proactiva; es decir, antes de que vengan los índices que nos van a evaluar. Otra de las características del mundo moderno es que hay índices para todo: índices de desarrollo humano, índice de transparencia, índice de cómo se hacen los negocios; en cualquier diario podemos ver como somos valuados. Pero no somos valuados únicamente nosotros, todo el mundo lo hace. Las reglas de juego de la globalización, nos guste o no nos gusten ––más bien, no nos gustan––, es el nuevo juego del mundo, y tenemos que aprender a jugarlo. En ese sentido, debemos contribuir en la credibilidad a la transparencia. La transparencia tiene fundamental importancia en la acción del Legislativo, porque sólo a través de los análisis, de las valuaciones, de las decisiones del Legislativo puede verse cuáles son los verdaderos impactos y los verdaderos contenidos y calidad de las decisiones de los Ejecutivos. Finalmente, como parte de estos contrapesos obviamente, también está la necesidad de actuar del Poder Judicial. Entonces, a modo de comparación internacional, la gran diferencia está en que en los países desarrollados la parte de control, evolución y seguimiento lo hacen y lo hacen a través de todos estos instrumentos, mientras que nosotros, en América Latina, todavía creemos que el presupuesto está meramente ligado a estas primeras dos etapas, que son la formulación y algún ajuste que le podamos hacer en el Legislativo. Después, el presupuesto se debería cumplir. Se debería cumplir. Entonces, pareciera que lo dejáramos en manos de la administración, cuando eso no debiera ser así, cuando es responsabilidad concurrente del Legislativo y del Ejecutivo implementar un presupuesto, pero también evaluarlo. Cuando se evalúa un presupuesto, nos da la medida del impacto que ha tenido el gasto público, nos da la medida de la calidad del gasto público, nos da la medida de si ese gasto público puede ser más eficiente o más eficaz. Es decir, son cuestiones que son fáciles de expresar, pero en la práctica hay que hacer o números o valuaciones, o valuaciones políticas. De eso se trata, los Legislativos tienen que hacer valuaciones políticas si un gasto que fue votado con la finalidad de instrumentar una política pública ha sido hecho correctamente. Y eso tiene tanto valor 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 10 como haber votado el crédito. En definitiva, vemos que nuestros Legislativos ––estoy hablando de América Latina en general–– en esa parte son muy débiles, no han conformado equipos, no han conformado esa red de información, no han conformado esa visión panorámica y sistémica que hay que tener hoy día. No basta conseguir un crédito y si se cumplió, no. Hoy hay que ver el sistema en su conjunto. No basta con decir que tenemos tantos egresos escolares antes de que termine su período de aprendizaje porque eso pasa a ser un problema social. Si es un problema social, obviamente va a ser rebotado luego en las necesidades que plantea la ciudadanía en el Parlamento. Entonces, tenemos que anticiparnos y que el grado de deserción escolar forme parte de los grandes mensajes, de los grandes avisos que el Ejecutivo le esté haciendo al Legislativo acerca de cómo se está cumpliendo o no una política educativa. Y los legislativos tienen que estar muy prestos a recoger esos lineales para poder determinar cuáles son las modificaciones que son necesarias hacer. Los nuevos desafíos son mucho más complejos porque el mundo está así. De lo que se trata es que los legislativos tengan las condiciones como para ir evolucionando para realizar esas tres funciones básicas: hay que presentar y legitimar su mandato frente a la ciudadanía; legislar y hacerlo bien, porque muchas veces vemos que la legislación con mala información termina generando más problemas que los que quiere resolver; y controlando y escuchando a las grandes auditorías, autoridades superiores, a los tribunales de cuentas, pero también buscando todas las señales, incluso, de los controles propios que tiene el Ejecutivo, ya que tiene auditorías internas y hay que saber qué es lo que se está gestando en cada una de las organizaciones. Y alguna vez pedir, como se pide en los países desarrollados, informes de las propias auditorías del propio Ejecutivo. Entonces, los desafíos son cada vez mayores e interesantes, pero tenemos mucho camino por hacer. A veces no es exitoso, porque estamos viendo las crisis de los países desarrollados, pero, por lo menos, más informado y diagnosticado, sabiendo a qué mecanismos hay que acudir cuando es necesario después emprender transformación. Muchas gracias. (Aplausos). Sra. Presidenta. – Le agradezco porque no solo ha descripto los procesos presupuestarios en general y cómo nos encontramos en Latinoamérica, sino también con una visión sistémica de cómo este proceso impacta, y los recaudos que hay que tomar en este proceso. Quería hacerle una pregunta para poder comprender un poco el análisis. ¿Cómo están viendo los países latinoamericanos los procesos presupuestarios en general, si hay países que están un poco más desarrollados? Simplemente, para hacer un análisis comparativo. Sr. Umansky. – Yo diría que los mayores progresos que se están dando en los últimos años no son tanto en los congresos, sino que los poderes ejecutivos se están autoregulando. Hoy en día el tema del presupuesto por resultados comenzó a ser un tema que se trata frecuentemente en un seminario de presupuesto, porque se ha cobrado noción o el concepto se comienza a arraigar en que el Estado tiene que mostrar los resultados, y que el propio Ejecutivo está tratando de hacer. Entonces, a través de programas de mejoramiento de gestión y programas estratégicos, y programas de presupuestos por resultados, vemos que hay algunas administraciones que están haciendo ciertas cosas de interés. Particularmente, hay tres o cuatro países que el esfuerzo lo están haciendo y se está viendo algún tipo de resultado, pero generalmente impulsados por los ejecutivos. Por ejemplo, Chile tiene un programa de mejoramiento de gestión muy bueno; Brasil tiene programas de planificación de presupuesto 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 11 bastante más integrado; Colombia y Perú están haciendo esfuerzos en ese sentido; y México también. Uno ve que las propias administraciones hacen esfuerzos por autoanalizarse, por medirse, y por no dejar a la discrecionalidad sus propias acciones. Hay que acompañar, a partir de los legislativos, el esfuerzo del Ejecutivo, y participar más porque hay que empeñarse en cuál es el concepto del presupuesto por resultados, cómo se mide, cuál es el impacto, exigir que el Ejecutivo muestre el verdadero impacto o los verdaderos resultados de las acciones públicas y no meramente una descripción de qué ha hecho con los créditos presupuestarios. Ese sería el tema que está viviendo América Latina, que también le está faltando sistemas de información contable buenos, porque los países desarrollados, a partir de los sistemas de información generados por la contabilidad, están logrando hacer estudios muy conceptuosos del tema de la sostenibilidad fiscal y cómo se pueden mantener las recaudaciones fiscales a lo largo de un período de tiempo. Y eso permite ir haciendo análisis de prueba y error de qué es lo que pasa este año, cómo va a impactar el año que viene y cómo puede impactar en los próximos años, si se tiende a tener una visión no inmediatista, sino tratando de dar un marco de acción mucho más amplio. Ese es el estado actual de las cosas. Sra. Presidenta. – Muchas gracias. Tiene la palabra Luciana Díaz Frers, del CIPPEC. – Se proyectan diapositivas. Sra. Díaz Frers. – Lo que estaba reflexionando, mientras se presentaba el señor Umansky, es que la tarea encomendada constitucionalmente al cuerpo legislativo no es nada sencilla. Además de entender el presupuesto, que les voy a contar todos los inconvenientes que tiene, tienen que también opinar de la ley de legalización del aborto, del matrimonio igualitario, de la resolución 125, de si está bien o no usar las reservas del Banco Central para cancelar deudas y del 82 por ciento móvil. Ahora vamos a hablar del presupuesto. La elaboración del presupuesto la hace el Poder Ejecutivo, y tiene cuerpos técnicos que están hace muchos años abocados exclusivamente a este tema. Después viene la aprobación, la discusión en el Congreso. Luego la implementación del presupuesto y nuevamente el rol es del Ejecutivo que, a través de sus ministerios, va ejecutando las partidas. Durante, también hay un seguimiento de la ejecución y después viene la evaluación y control que se realiza a través de la AGN, y luego a través de las comisiones específicas del Congreso. Siempre, en cualquier momento del tiempo, se están haciendo varias cosas. Hoy se está discutiendo, y por aprobar, el Presupuesto 2012, se está ejecutando todavía el de 2011 y, en realidad, ya deberíamos tener lista la evaluación de 2010. ¿Por qué hay esta alternancia? ¿Por qué está la cuestión republicana democrática en la alternancia de poderes? Un poco para asegurar la sostenibilidad, otro para asegurar la eficiencia. Y más que nada para asegurar la representatividad, es decir, que no se beneficie solamente a los más cercanos, sino que estén plasmados en el presupuesto los intereses contrapuestos. El presupuesto no cubre todo. El presupuesto de la administración nacional es solamente el 50 por ciento del gasto público consolidado; el otro 50 es a través de las provincias y los municipios, y dentro de lo que es la administración nacional es solo aparte la administración central, organismos descentralizados e instituciones de la seguridad social, pero lo que es empresas públicas, fondos fiduciarios, organismos extrapresupuestarios, si bien están como planillas, no se pueden discutir. Están asegurados, están apartados, presentados ahí para que sepan, pero no para que se discutan. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 12 Cuando mandan el presupuesto, el mensaje de revisión que tiene 240 páginas, que incluye el contexto económico, las proyecciones plurianuales, la política tributaria, es decir, los impuestos que, en realidad, están aprobados en otras leyes, la política de gasto, que es en donde todo el mundo pone el foco, pero no es todo lo que está aprobado en el presupuesto, cómo se va a financiar ese gasto. Además, hay un proyecto de ley que tiene 81 artículos muy complejos y están las planillas anexas. Todos los números son aproximadamente 250 planillas, que tienen entre 1 y 200 páginas cada uno, o sea, figúrense solamente en lo que tienen que hacer entre el 15 de septiembre y hasta el 30 de diciembre, que es procesar los legisladores, además teniendo que tratar con las otras cosas que mencionamos. Todo el mundo pone importancia en las proyecciones macroeconómicas. Siempre dicen que lo que está mal en el presupuesto son las proyecciones macroeconómicas, porque antes en los ´90 sobrestimaban el crecimiento y después no cerraban las cuentas, y ahora lo que hacen es subestimar la inflación, el crecimiento y después subestiman los recursos, lo distribuyen discrecionalmente. No es cierto siempre. De hecho, en 2009, fallaron las cuentas y al final no se recaudó tanto. Las diferencias son monovariables, redondeando un promedio del 10 por ciento. Esas son las diferencias entre lo recaudado y lo proyectado. En realidad, las diferencias que se llegan a sobre ejecutar son mayores. Por ejemplo, en el presupuesto se aumentó la ejecución de gastos con respecto a lo presupuestado -en esta línea azul que va con el eje de la derecha-, llegando hasta un máximo de 30 por ciento de adición al presupuesto en 2007. ¿Cómo se lo hizo? ¿A través de una ley? No. Eso se hizo solo en 2006. De toda la creación, el 75 por ciento fue por ley. El resto se hace a través de decretos y de decisiones administrativas. Entonces, se incrementa el presupuesto en números mucho más grandes de lo que se subestiman los recursos por las proyecciones. Supongamos que en el Congreso procesaron toda la información que tenga el proyecto de ley de presupuesto y a lo largo del año también tiene un rol para seguir, para decir por qué se está sobre ejecutando, por qué se está gastando de más y montos muy grandes, y a través de mecanismos que no son leyes, sino instrumentos legales. Como ejemplo, con los superpoderes qué es lo que se ha hecho. Se han reasignado recursos. ¿Quiénes han sido los beneficiarios de las reasignaciones? En gran medida, el Ministerio de Trabajo. Estos son pases de plan, es decir, cierto plan deja de manejarse a través del Ministerio de Desarrollo Social y pasa a administrarse por el Ministerio de Trabajo, o sea, que esto esconde cambios sustantivos y cambios que son administrativos. Ministerio de Trabajo, Ministerio de Planificación, obligaciones a cargo del Estado, ahí está un poco la discrecionalidad del Ejecutivo que no se está pudiendo monitorear a través del Legislativo, y en menor medida, Desarrollo, Justicia y otros. Calculemos que con el crecimiento brutal que tuvo el presupuesto, las que se benefician es como si perdieran en términos relativos, porque implementan el 4 por ciento con el nivel de inflación que hubo. ¿Qué pasó el año pasado? El Legislativo dijo “estoy enojado y no voy a aprobar el presupuesto”. El proyecto de ley de presupuesto que no fue aprobado tenía 372 mil millones por monto total de gasto. Como se prorrogó en 2010 lo que el Legislativo aprobó, es 273 mil millones, pero la decisión administrativa del número uno que dijo “no aprobaron”, pero aprobó el presupuesto por 380 mil millones, incluso, más de lo que había propuesto el Ejecutivo. Hoy lo que está vigente es 404 mil millones, con lo cual no haber aprobado el presupuesto no tuvo ninguna consecuencia. Nosotros lo que estamos haciendo son índices de presupuesto de medición de transparencia, pero utilizamos metodología internacional, es decir, eso nos permite comparar 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 13 a la Argentina con otros países. La metodología en este caso no es nuestra y lo que mide este índice es si están los documentos presupuestarios, si los presentan puntualmente, si tienen todo lo que tienen que tener. Entonces, es la cantidad de años que cubre, la profundidad de la información que muestra, si es amplia. Lo que descubrimos es que el importe de avance que está disponible, pero es el que presenta el Ejecutivo en julio, esta vez lo publicó más tarde, en octubre. Por lo tanto, no le da tiempo al Legislativo para prepararse para el momento en que venga el proyecto de ley de presupuesto. El proyecto de ley sí es abarcativo. La verdad es bueno, ya que tiene todo lo que tiene que tener. Eso tomando los requisitos internacionales como norma. El presupuesto aprobado también tiene todo. Lo que muchos países hacen es, una vez que está el presupuesto aprobado y esto a veces lo hace el Ejecutivo, pero otras el Legislativo, lo que se llama “presupuesto ciudadano”. Esto es una presentación en términos amigables de lo que es el bodoque de presupuesto, para que todo el mundo lo pueda entender y se sienta que en algún momento puede participar en la discusión y tener una opinión respecto al presupuesto. Respecto a los informes de ejecución, el Poder Ejecutivo es quien los presenta. Lo que pasa es que no redunda en un constante monitoreo por parte del Legislativo, cuando tiene que hacer esa alternancia de roles que designó la Constitución. La revisión de mitad de año hay muchas formas de hacerlo, pero lo que se está haciendo, según las mejores prácticas, es mandar una propuesta de ley a mitad de año con los cambios de prioridades o en las proyecciones macroeconómicas, y el Legislativo ahí vota si aprueba los cambios o no a mitad de año. Eso en la Argentina no se hace. Después está el informe final, que es la cuenta de inversión, y el informe de auditoría, que en principio hay como una puesta al día en muchas cosas. Lo malo que tiene es que esos informes emiten recomendaciones, pero no son vinculantes para nadie. No hay una vuelta de diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo a partir de lo que este opina. Teniendo en cuenta esto, la Argentina está a mitad de camino. Tiene 56 puntos sobre 100. Hay una correlación importante entre desarrollo y transparencia. Respecto al índice de percepción, curiosamente da parecido. Uno le pregunta a los expertos qué opinan, si los documentos tienen todo lo que tienen que tener, y estamos mejor que Bolivia, Venezuela y Ecuador, pero peor que Costa Rica, Brasil, Chile. Entonces, estos índices solamente monitorean si están estos documentos. No monitorea la veracidad de la información, las modificaciones que yo les decía. Hay una cuestión de definición de programas, cuando uno quiere hacer un análisis por programas, si los analiza por el lado del presupuesto, se llaman “actividades centrales vinculados a los programas 27, 29 y 43”. En cambio, va al Ministerio de Salud, decís eso y no hay un traductor, pero más o menos saben que ese es el programa de vacunas, pero tiene que saber un montón del presupuesto para poder hacer este chequeo y lo que hace efectivamente cada ministerio. Los fondos fiduciarios, que ahora son 15 y son importantes, y se están metiendo con el tema de los subsidios, tampoco están en discusión y, además, se crean en vez de eliminarse, cuando hay una obligación legal de consolidarlos en el presupuesto. Lo mismo con los organismos descentralizados y entes estatales. Después está la dimensión subnacional que queda afuera, y las trampas a los límites. Si con la transparencia estamos a mitad de camino a nivel nacional, en las provincias que manejan el 50 por ciento, estamos un poco peor. Hay provincias que están mucho peor que el gobierno nacional, y, en realidad, las que están mejor, están igual que la Nación. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 14 Hecha la ley, hecha la trampa. Cuando uno se mete con el articulado, que no es mi fuerte, pero si hago un esfuerzo muy grande y trabajo con mis colegas interdisciplinarios, y me pongo a ver el proyecto de ley, lo que encuentra es que está la ley de administración financiera, que pone un límite al gasto. En realidad, dice que si se quiere aumentar el gasto o el endeudamiento, eso tiene que pasar por ley, o si se quieren incrementar los gastos corrientes, o si se quieren realizar cambios entre cinco finalidades, eso tiene que pasar por ley con discusión del Congreso. Pero entre la ley de superpoderes que elimina estas dos restricciones y los DNU, ya ese límite no es obligatorio. También está el régimen de convertibilidad fiscal que obligó a la Argentina a hacer un fondo anticíclico. Ahorrar en tiempos de vacas gordas para tener recursos en épocas de recesión, y si miro el articulado, este límite no nos gusta tampoco. El régimen de responsabilidad fiscal que prohíbe el aumento de gastos por encima del PBI o el financiamiento de gastos por venta de activos, o que busca un resultado equilibrado, también limita cuánto se puede dedicar del presupuesto a los intereses de deuda. Está para eso el artículo 61 que dice que todos estos límites, disculpen, pero para mí no corren. El artículo 18 permite financiar sin tope el déficit de Aerolíneas Argentinas. El artículo 27 tiene un régimen de promoción de inversiones que, en rigor de verdad, debería ir por otra ley y evaluar con otro tratamiento. Y el artículo 46 faculta al Ministerio de Planificación para emitir deuda adicional a la que permite el presupuesto, y en caso de concretar la operación, ya se puede ampliar el presupuesto. Está diciendo que vamos a gastar tanto, pero si tenemos suerte y logramos colocar tanta deuda más, vamos a ampliar el presupuesto. Está escondido. También hay que prestar atención al articulado porque complejiza. Como dijo Umansky, no hay un presupuesto que esté bien o esté mal en términos de asignación presupuestaria, pero sí requiere un monitoreo, una disposición más profunda. El presupuesto nacional es solo una parte del sector público nacional. Es complejo analizar el presupuesto. Hay una escasa difusión, pero creo que es también porque no hay todavía la acumulación de acervo técnico para tratar el presupuesto. Están los superpoderes y los decretos de necesidad y urgencia que permiten realizar modificaciones al presupuesto. En materia de transparencia, estamos a mitad de camino. Lo que falta es un avance en revisión a mitad de año del sector ciudadano. Hay escaso control legislativo de los informes. La mayor parte cuando los legisladores hacen proyectos de ley, muchos de ellos no prevén fuertes financiamientos, como fue muy visible cuando fue la propuesta del 82 por ciento móvil. La mayoría no sabía cuánto iba a costar. Si bien la AGN produce anualmente 200 informes parciales, sus recomendaciones no son obligatorias para nadie. La conjunción de todo esto nos hace pensar que sería muy deseable generar una oficina de presupuesto en el Congreso para ayudar a los legisladores a cumplir con esta valiosa misión que la Constitución le ha encomendado. (Aplausos). Sra. Presidenta. – Te agradecemos, Luciana. Cuando planteamos, tenemos que tratar que quede claro cuál es el deber ser del proceso presupuestario. Lo has sintetizado muy bien, y nos has dejado los temas de los dos expositores bien presentados. Tiene la palabra Leandro Despouy, auditor general de la Nación. No voy a leer todo el currículum, porque la gente conoce muy bien tu trayectoria de tanto tiempo en la AGN y tu perfil internacional. Leandro va a hacer muy buena tarea poniéndonos en la situación actual de la AGN. Debo decir que trabajamos de manera conjunta un proyecto que se presentó para el debate 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 15 parlamentario, pero que lamentablemente no logramos hacer salir de las comisiones y poner en debate, que es un proyecto que regula el funcionamiento y la conformación de la AGN. Cuando yo decía que tenemos deudas, una de ellas es con la reforma constitucional del ´94, cuando plantea el rol de la Auditoría General de la Nación y que dice que esta se regirá por una ley de la Nación. Esta ley que tenemos que sancionar dándole el formato específico y su dimensión. Creo que buena parte de estos déficits que tenemos entre la vinculación de la Auditoría General de la Nación con las comisiones específicas, con las que se tiene que vincular en el Congreso de la Nación, la Mixta Revisora de Cuentas, la de Presupuesto y la de Economía, se verían mucho más aceitadas y podríamos estar sacando conclusiones sumamente importantes de estos análisis expos que tiene que hacer la Auditoría General de la Nación. Sr. Despouy. – Muchísimas gracias. Quiero agradecerle a Laura Montero esta invitación porque creo que permite inaugurar una reflexión continua y necesaria sobre las cuestiones de orden presupuestario. Además, aliento a que la continuemos. Mi participación no tiene otra finalidad que la de inaugurar. Entiendo que hacia el futuro tendremos oportunidad de ver en detalle gran parte de las cuestiones que aquí hemos esbozado. También es cierto que después de las dos presentaciones previas, mis reflexiones deben ser acotadas y tengo la tendencia a hacer comentarios de las exposiciones porque me parece que la primera fue una exposición brillante sobre la función parlamentaria en sus distintos aspectos, incluido, el presupuestario. Al mismo tiempo con la proyección internacional que necesariamente tiene toda la labor presupuestaria nacional en una economía global o una economía integrada regionalmente. De ahí rescato también una opinión muy interesante de su exposición, que es el rol del Parlamento durante la ejecución presupuestaria. Esto está muy ajeno en nuestra práctica latinoamericana, pero en particular en la Argentina. En mi exposición, como cuento con un documento que les voy a entregar a todos ustedes, que resume los criterios que podrían ser la actividad que desarrolla la propia AGN en materia de cuenta de inversión, también algunas reflexiones sobre lo que vemos luego del examen y otras de orden general que hacen a nuestra práctica presupuestaria. Me voy a remitir a ese documento, y les diría que en la primera parte trato de detallar aun complementariamente a lo que ya ha realizado nuestra exposición precedente sobre lo que se entiende de acuerdo con nuestra filosofía y nuestra legislación ordinaria, el presupuesto como un plan de gobierno. La Ley Fundamental establece el plan de gobierno donde se plasman las políticas públicas, sus metas y los recursos que la sustentan. La religión expos del presupuesto ejecutado en cada ejercicio anual a efectos de determinar sobre lo actuado rendición de cuentas, que se denomina “cuenta de inversión”, es una de las tareas críticas y más relevantes encomendadas a la Auditoría General de la Nación. Dos referencias de orden institucional histórico. Ya desde la Constitución del ´53, el Congreso cumple el rol de auditar, examinar, rechazar o aprobar la cuenta de inversión. Es una doble tarea presupuestaria: la aprobación del presupuesto y el examen de la ejecución presupuestaria. Históricamente, esto es una función que el Congreso ha cumplido a medias, algunos períodos con enorme deficiencia. Si estudian la historia de las cuentas de inversión tratadas por parte del Congreso, van a ver que hay períodos en donde no hay aprobaciones o aprobaciones fictas, en el sentido que después de un cierto período se consideran aprobadas. También hay períodos en los cuales no se sabe muy bien si la cuenta de inversión fue o no aprobada, y diríamos que es solo en los últimos tiempos como consecuencia que la reforma 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 16 constitucional estableció una de las obligaciones principales en cabeza de la Auditoría General de la Nación a auditar la cuenta de inversión que el Congreso ha podido contar con cuentas de inversión debidamente presentadas, auditadas, evaluadas, para su aprobación. La reforma constitucional tiene, además, un hecho que podemos decir básico y muy importante que establece que el Congreso solo puede tratar la cuenta de inversión si previamente ha habido un informe auditado por la AGN. Yo creo que uno de los principales esfuerzos que pusimos como Auditoría, en los últimos años, ha estado precisamente situado en esto, es decir, en enviar a la Comisión Parlamentaria Mixta el informe debidamente auditado a tiempo. Este ha sido uno de los principales esfuerzos y méritos de los últimos años. Esto no se ha traducido necesariamente en que el Congreso haya aprobado o tratado debidamente las cuentas de inversión que la propia Comisión Parlamentaria Mixta ha examinado o enviado, o las auditorías que la propia AGN ha auditado y enviado a la Comisión. Hay ahí un retraso considerable. Creo que se han aprobado solamente hasta 2007. En todo caso, en la información que ustedes disponen, van a poder ver un cronograma de estos retrasos históricos en la aprobación y en el tratamiento de la cuenta de inversión. ¿Qué es lo que nosotros auditamos? La Ley de Administración Financiera prevé en el artículo 95: los estados de ejecución de los presupuestos de la administración nacional, a la fecha de cierre de cada ejercicio; los estados que muestran los movimientos y situación del Tesoro de la administración central; el estado actualizado de la deuda pública interna, externa, directa e indirecta; los estados contables financieros de la administración central; un informe que presente la gestión financiera consolidada del sector público durante el ejercicio y muestre los respectivos resultados operativos económicos y financieros. La cuenta de inversión contendrá además comentarios sobre: el grado de cumplimiento de los objetivos y metas previstos en el presupuesto; el comportamiento de los costos y de los indicadores de eficiencia de la producción pública; y la gestión financiera del sector público nacional. Refleja en la incorporación de los tres últimos puntos: cumplimiento de los objetivos y metas, la eficiencia en la producción pública; y gestión financiera, obligan al Poder Ejecutivo a exponer los resultados de la gestión en términos de eficacia, eficiencia y economía. La Ley de Administración Financiera representó un verdadero progreso considerable en materia de exposición presupuestaria. Entre los requisitos que estableció, consistió en establecer metas, objetivos –evaluables, por cierto—que si bien es cierto que cuando nosotros realizamos la labor de auditoría comprobamos que el presupuesto no presenta el cumplimiento estricto de estos requisitos, por lo menos, desde el punto de vista metodológico y estructural, el presupuesto plantea estas metas, estos objetivos que permiten hacer una evaluación adecuada. La responsabilidad de la presentación de la cuenta de inversión le cabe a la Contaduría General de la nación, el jefe de Gabinete la presenta al Congreso de la Nación, y a continuación la Comisión Parlamentaria Mixta Revisora de Cuentas remite la cuenta a la AGN, en virtud del artículo 85 de la Constitución, para que esta lo analice y emita opinión. La Auditoría emite opinión, envía el documento a la Comisión Parlamentaria, y esta la envía al Congreso para su tratamiento. ¿Qué incluye el análisis presentado regularmente por la AGN? Primero, el análisis de la cuenta de inversión, y voy a ser muy esquemático, está dirigido a la obtención de evidencias válidas y suficientes respaldatorias de los estados contables y presupuestarios que integran la cuenta. Asimismo, se realizan informes macroeconómicos, y de cumplimiento de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 17 objetivos y metas, y de modificaciones presupuestarias. Esto quizá sea uno de los aspectos más interesantes de acuerdo con la modalidad de ejecución presupuestaria actualmente. El citado análisis de la cuenta se efectúa a dos niveles: uno a nivel de la Secretaría de Hacienda, que es un organismo coordinador de los sistemas presupuestarios de créditos públicos de tesorería y de contabilidad, y otro a nivel de las distintas jurisdicciones centralizadas o descentralizadas. Como es imposible la revisión de todo el universo, se selecciona una muestra del total de gastos previstos en la ley de presupuesto, con lo cual se elabora un plan plurianual que contempla auditorías recurrentes anuales en organismos que lo justifican por su grado de significación presupuestaria, ya sea esta desde el punto de vista de los ingresos como de los gastos. Por ejemplo, la ANSeS, la AFIP, las obligaciones a cargo del Tesoro y los servicios de la deuda. Tenemos también la medición de metas y objetivos, que si bien es cierto que sobre esto hacemos observaciones de la falta de una exposición adecuada, nos ha permitido detectar desajustes entre la ejecución física y financiera del presupuesto con consecuencia de las modificaciones presupuestarias. Además, el análisis macroeconómico que consideramos que es muy importante, porque se efectúa una comparación entre el mensaje del Ejecutivo y luego el crédito inicial, el crédito vigente y el crédito devengado. Los informes de ejecución presupuestaria y extrapresupuestaria es importante señalar que, como históricamente cuando realizábamos un único informe de la cuenta de inversión, nos encontrábamos con que existía una abstención de opinión crónica como consecuencia sobre todo de las irregularidades o las deficiencias, o la incertidumbre que encontrábamos en los balances. La AGN aprobó, como metodología, la presentación de los informes de auditoría en dos: uno con la opinión referida específicamente a la ejecución presupuestaria y otro con el dictamen referido a los estados contables de la administración central, organismos descentralizados y otros. ¿Cuánto auditamos del total del presupuesto? Nunca menos del 65 por ciento, que es nuestro piso, considerando los recursos y otros gastos del Ministerio de Planificación, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Desarrollo Social. Esto es lo que concierne al universo. Ahora bien, me permitiría hacer breves reflexiones sobre cuáles son los señalamientos que surgen de los informes que elabora la AGN. Y voy a referirme a dos grandes distorsiones. Primero, en los últimos años se verifican algunas prácticas que hacen perder al presupuesto rasgos esenciales debido a la conjunción de varios factores que ya fueron señalados, particularmente la subestimación de los ingresos, de la inflación real y del crecimiento económico. Quizás en esto podamos tener alguna pequeña diferencia, pero yo me voy a remitir a los números que surgen de nuestro informe de auditoría año tras año a través de las respectivas leyes de presupuesto. Estas distorsiones hacen que en algunos casos, en algunos textos, pueda haber una suerte de alegoría, en el caso concreto del presupuesto más, pero que en el fondo encubre y encierra una nueva distribución de los fondos. Algunas pruebas: algunos ejercicios, como en 2007, donde ya se señaló el desvío entre el presupuesto aprobado por el Congreso y el ejecutado, alcanzó un 30 por ciento, mientras que el promedio del último quinquenio supera el 20 por ciento. Esto, como hemos dicho en otras oportunidades, se traduce en una ejecución presupuestaria tan distinta que no traduce las políticas presupuestarias perseguidas al momento de la presentación del presupuesto. En virtud del abanico de ampliaciones y modificaciones, el verdadero análisis de la gestión gubernamental del presupuesto solo se puede evaluar cuando se procede al análisis anual de la cuenta de inversión de carácter 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 18 posterior. Por ejemplo: según surge del informe de la AGN, correspondiente al ejercicio 2009, el 82 por ciento de las modificaciones presupuestarias se encuentran concentradas en solo siete organismos, de los cuales los más relevantes son: ANSeS, el Ministerio de Planificación Federal, que participaron con un 46 por ciento del total de las reasignaciones presupuestarias. Incide también fuertemente en la composición del presupuesto la transferencia identificada como “discrecionales”, sujeta a la decisión del Ejecutivo, ya que permite, mediante convenios ad hoc, remitir considerables fondos a provincias, municipios, asociaciones de la sociedad civil y del sector privado. El total de las transferencias discrecionales en el período 2000-2010 se incrementó diez veces, pasando de 11 mil millones a 116 mil millones. Durante 2010, las provincias recibieron un 26 por ciento más de recursos nacionales a través de transferencias discrecionales por coparticipación federal de impuestos: 100 mil millones y 80 mil millones, respectivamente. Vale decir que esto va a tener una incidencia significativa en los coeficientes de distribución de ambos recursos. Si mal no recuerdo, en los comienzos de la auditoría, allá por el 2004-2005, la diferencia a favor de las transferencias por coparticipación con respecto a la discrecional era considerablemente mayor, y se ha invertido esta ecuación, acentuándose en forma creciente. Otro dato relevante observado por la AGN en sus informes es el incremento sucesivo de los subsidios a empresas del sector privado, los que alcanzaron en 2010, en principio, un monto de 43 mil millones. Como sabemos, el total de subsidios se estima para 2011 en más de 65 mil millones. La AGN creó en 2008 una nueva gerencia, que se ocupa específicamente en analizar las transferencias. Ahí detectó desajustes entre los avances físicos y financieros de varios programas. Por otra parte, las asignaciones directas de recursos presentan debilidades en el circuito de control interno, ausencia de un adecuado sistema de revisión de cuentas, serias deficiencias de calidad en la ejecución de obras. No olvidemos que la auditoría que estábamos realizando en el programa “Sueños compartidos” se refiere, precisamente, a transferencias de esta naturaleza. Los cuestionamientos al cumplimiento de esta nueva modalidad en la distribución de fondos no radican en el manejo, sino más bien en el manejo arbitrario. Se rompe el principio de equidad al permitir que algunas provincias reciban, por ejemplo, recursos que otras, no siempre en razón de su inequidad, sino en muchos casos por preferencias políticas o algunos desajustes, con los criterios prestablecidos. El informe de la AGN correspondiente a la cuenta de inversión del ejercicio 2009 revela que las provincias que recibieron mayores transferencias respecto del crédito inicial fueron: Jujuy, 46,8 por ciento; Santa Cruz, 41,2 por ciento; y Santiago del Estero, 40,2 por ciento. Por el contrario, otras recibieron transferencias por debajo del crédito inicial. Tal es el caso de Santa Fe, con menos del 25,3 por ciento, y Catamarca, con menos del 18 por ciento. La intervención del Congreso por su representación nacional podría limitar las consecuencias económicas y políticas desfavorables de este manejo concentrado de los fondos y evitar el doble juego de privilegios o restricciones presupuestarias infundadas. Es por ello que resulta fundamental que el Congreso recupere su rol de decidor principal, tanto en la remisión del presupuesto, previo a su aprobación, como en el análisis ex post de lo actuado, al aprobar o rechazar la cuenta de inversión. Solo si esa función se asume en toda su dimensión, el Congreso será el que apruebe la mayor parte de las partidas presupuestarias que efectivamente serán ejecutadas. También, insistiendo con mi opinión ya volcada públicamente, es imperioso que el 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 19 Congreso fije, con la aprobación de la Ley de Presupuesto, los criterios de acumulación de los recursos que se recauden por sobre los previstos. Esa sería una de las tareas muy importante. La circunstancia opuesta, que sea el Ejecutivo quien que fija cómo administrar y adjudicar los recursos excedentes, es decir, por sobre lo previsto en el cálculo de recursos, en virtud de su magnitud, desnaturaliza el carácter federal de nuestra República, convirtiéndola en cada vez más unitaria, no solo en lo económico, sino también en lo político. En esta misma dirección, resulta de suma importancia la iniciativa parlamentaria que aparece, y que esta vez puede concretar, de crear una Oficina de Presupuesto en el Congreso, que posibilitaría a los legisladores contar con información adecuada para una evaluación de los proyectos de presupuesto. Es muy importante entender que la posibilidad de crear una oficina para el presupuesto que permita asesorar adecuadamente al Parlamento para el conocimiento, debate y seguimiento del presupuesto es algo necesario y que está implementado y aplicado en la mayoría de los países, no solamente en los desarrollados, como es el caso de los Estados Unidos, donde la oficina del presupuesto tiene una intervención necesaria, previa a la discusión de cada una de las fracciones en que se discute y se analiza el presupuesto, porque también tiene como función verificar los costos que han sido presupuestados con respecto a determinados gastos importantes o significativos, como pueden ser Defensa y otros. Asimismo, cuando se presentan proyectos de ley, es la Oficina de Presupuesto la que mide y analiza las incidencias presupuestarias y, al mismo tiempo, las posibilidades concretas de su inclusión o no dentro del presupuesto ya aprobado. Quiero decirles que se trata de una tarea sumamente importante y complementaria de la labor que realiza la AGN. La AGN no puede realizar esa tarea. Como máximo, puede avanzar en su análisis de la ejecución presupuestaria para que, cuando el Parlamento examine el presupuesto que le ha sido remitido por el Ejecutivo, tenga elementos para juzgar cuál ha sido la marcha de la ejecución y cuáles son aquellas cuestiones que podrían servir básicamente para una corrección o un parámetro para afirmar o ratificar algunas decisiones o previsiones presupuestarias. Esto es probablemente un rol complementario muy importante. Sé que sobre este tema ha habido un largo esfuerzo en el Parlamento. Recuerdo aquel antiguo debate que plantearon dos parlamentarios de renombre, como fueron Baglini y Lamberto, con respecto a la necesidad de la creación de esta oficina. Sé que hoy en día existen proyectos mejorados de unos cuantos parlamentarios, a quienes creo escucharemos ahora. Quiero decirles que aliento fervorosamente la creación de esa oficina y participaré en todos aquellos debates que la promuevan, porque entiendo que es necesario y esclarecedor llevar adelante esa tarea tan crucial y decisiva. Dos reflexiones finales. Yo diría que el conjunto de principios que alumbran hoy la temática presupuestaria, que se podría resumir de una manera muy esquemática como el principio de programación que hace estrictamente a la concepción misma del presupuesto; la universalidad, que es algo que hoy forma parte integrante y básica de las necesidad de que todos los bienes y servicios estén incluidos dentro del presupuesto; la exclusividad, que hace a asuntos para que no haya situaciones que no sean inherentes a la materia específica presupuestaria —es importante esto, porque a veces las leyes de presupuesto incluyen cuestiones que son completamente ajenas—; la unidad, es decir, la sujeción a la política presupuestaria; la factibilidad, es importante que los objetivos sean realizables y no simplemente una exposición de deseo; la claridad, sobre la cual voy a volver al final; la especificación, es decir, los aspectos financieros del presupuesto; la periodicidad, que de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 20 alguna manera en América latina hemos resuelto la pugna entre los presupuestos plurianuales y los subanuales, por el presupuesto anual, que ha sido nuestra práctica histórica; continuidad, según la cual todos y cada uno de los elementos del presupuesto anual deben apoyarse en los resultados de ejercicios anteriores y tomar en cuenta la experiencia de los mismos, es decir, las expectativas de los ejercicios futuros. Esto es muy importante, lo que prueba y señala la importancia que tiene la cuenta de inversión como evaluación. Aun cuando es cierto que nuestras recomendaciones son facultativas, es un principio constitucional que sin el dictamen de la cuenta de inversión por parte de la AGN, el Congreso no podría pronunciarse —en todo caso, la Comisión Parlamentaria Mixta no lo podría hacer— sin el cumplimiento de un requisito de orden constitucional. Pero también es cierto que la Ley de Administración Financiera todavía conserva un artículo que prevé las responsabilidades patrimoniales y penales vinculadas a los funcionarios que hubiesen incurrido en responsabilidad con respecto al curso de la discusión presupuestaria. Y eso sí que es importante, porque si la cuenta de inversión se examinara a tiempo por parte del Congreso, antes del vencimiento de los plazos de prescripción, seguramente sería mucho más eficaz, atento y más riguroso del que a veces se lleva adelante. El principio de equilibrio: todos los gastos públicos deben ser igual al total de los ingresos. Aquí también hay un aspecto que ha sido poco analizado de la cuenta de inversión, que es la parte de la percepción de los recursos, sobre todo a través de los impuestos, que es uno de los aspectos más centrales. Yo volvería al principio de claridad. Esto lo digo con toda sinceridad, porque quienes tenemos la doble función de auditar, pero al mismo tiempo tenemos que pasar por el trámite presupuestario de los fondos, nos encontramos con que tenemos que hacer pedidos, porque después no vamos a poder tener ejecución presupuestaria. Nosotros no tenemos la posibilidad de recursos propios. Si no nos autorizan el gasto, no podemos ejecutar. De tal manera que tenemos los fondos, pero no los podemos ejecutar. Con lo cual, no somos ni más ni menos que el órgano de control de la ejecución presupuestaria. En consecuencia, yo realizaría algunas reflexiones, muy al pasar, sobre la necesidad de la autonomía financiera por parte de los organismos de control para que puedan definir por sí mismos el universo. Pero además, cuando hablaba de las gestiones de la claridad, decía que un principio básico que de alguna manera fue muy bien señalado en las anteriores exposiciones, que funciona como un requisito propio en la economía del país, sobre todo también en las cuestiones de globalidad, las incidencias que tiene en los parámetros, en los indicadores de transparencias. Pero es muy importante que el Congreso conozca lo que aprueba. Yo les puedo decir el gran déficit. En las planillas está nada más ni nada menos que la decisión concreta de si a tal provincia van tantos fondos, si se ha previsto tal obra, si se podrá realizar tal emprendimiento, si se podrá cancelar una deuda, etcétera. Es ahí donde está el gran secreto al cual, generalmente, los legisladores no llegan. Y creo que la oficina ayudaría muchísimo a eso. El principio de transparencia no solamente hace a la programación económica de un país, a los indicadores, o es un imperativo ético, sino que hace a la naturaleza misma, a la esencia del presupuesto. Y terminaría diciendo que la base inicial, central del presupuesto, es el principio de accesibilidad, porque la accesibilidad hace que el representante del pueblo sepa lo que en realidad está votando, proponiendo o aprobando para el pueblo. Y esto me recuerda algunas prácticas presupuestarias que había que tener muy en cuenta históricamente, como fue, y de alguna manera sigue siendo, donde el presupuesto lo aprueba la ciudadanía a 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 21 mano alzada, porque es muy importante saber qué se vota, cómo se vota y cómo votó cada uno. Y eso creo que hace también al control de la ciudadanía. (Aplausos.) Sra. Presidenta. — Le hago un profundo y sincero agradecimiento a Leandro por todos los aportes que hace. Quiero hacer una reflexión, casi diría como ingeniera. El proceso de control siempre ayuda a la focalización y a la objetivización de los problemas. Es decir, a ponerle los reflectores a las cosas donde hay que ponerle los reflectores. Justamente, eso nos ayuda a establecer procesos de mejora continuos. Quiero realmente agradecerle la exposición a Leandro, porque creo que la Auditoría General de la Nación viene haciendo un esfuerzo inconmensurable a la hora de objetivar, de focalizar y de hacer un análisis profundo de los presupuestos de la Nación, y nos entrega herramientas para que nosotros podamos seguir insistiendo en la claridad que tienen que tener los procesos presupuestarios por todo este impacto sobre el que bien hablaba Leandro, pero por sobre todo porque, como también lo mostró Luciana, y lo vivimos día a día, el presupuesto está vaciado de contenido. El presupuesto de la Nación, más allá de las diferencias numéricas en los cálculos, en las estimaciones, actualmente, con los superpoderes y decretos de necesidad y urgencia, ha quedado absolutamente vaciado de contenido. Y yo creo que este trabajo de la Auditoría General de la Nación, aunque sea ex post, nos está dando una luz clara y objetiva de los problemas que nosotros tenemos que tratar y cómo debemos de evaluar un presupuesto nacional como un instrumento de un plan de gobierno que impacta en la sociedad. Y acá veo lo importante de la primera disertación, en esa visión sistémica que hay que tener a la hora de evaluar el presupuesto y sus múltiples impactos. Así es que agradezco nuevamente a Leandro, porque también debo decir que fue uno de los promotores de la reunión de hoy. Este proceso de instalación para nosotros debería ser un ciclo permanente. Así que espero que en esto nos vayamos a abocar. Los siguientes expositores son los diputados Jorge Triaca y Alicia Ciciliani. Estoy muy contenta de recibirlos en este ámbito. Me parece que son dos legisladores que pueden resumir muy claramente cómo estamos en lo que se ha demandado acá y que se ha puesto como una cuestión de absoluta importancia para el Congreso de la Nación, que es la creación de una Oficina de Presupuesto y Hacienda. Como bien decía Leandro, existen bastantes antecedentes. Creo que el primero fue Carlos Balter, en 2002. Después este, el de Baglini y Lamberto, que logró por lo menos alguna sanción dentro del ámbito de las comisiones, que también lo firmó el senador Pichetto. Quiero decir que los diferentes bloques estábamos de acuerdo, más allá de que las circunstancias políticas ahora no lo avalen. Como voluntad política, ha habido manifiesta intención de los actuales legisladores oficialistas de promover una oficina. Esperemos que el contexto se dé. Después de estas iniciativas, que fueron las que más eco tuvieron a nivel del avance legislativo, hubo otras. Esto es lo que nos contarán un poco Alicia y Jorge, que han participado también en la confección de algunos proyectos, pero sobre todo han estado trabajando intensamente en lo que puede ser un dictamen consensuado, que, esperemos que llegue a dictamen en la Cámara de Diputados. Tiene la palabra la diputada Alicia Ciciliani. Sra. Ciciliani. — Buenos días a todos y a todas. Muchas gracias, senadora, por organizar este tipo de eventos. Usted, cuando me llamó, no lo dudé un instante. Iba a cambiar toda mi agenda para venir acá a debatir este tema, porque lo considero absolutamente prioritario. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 22 Voy a cumplir dos años de legisladora. Soy contadora pública y trabajé en el Estado. Formo parte de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Congreso, como vocal, y la verdad es que siento una gran frustración, como legisladora y como ciudadana, viendo la baja calidad institucional de este Congreso de la Nación. Y uno se puede preguntar qué podemos dejar en nuestro paso como legisladores. Yo trabajaré muy fuerte para hacer posible que la Oficina Técnica del Presupuesto del Congreso de la Nación sea una realidad. Con Jorge tuvimos una gran frustración el miércoles pasado cuando, después de trabajar mucho en un dictamen único, no conseguimos los votos necesarios para ir al recinto. Yo lo considero absolutamente inadmisible de parte de cualquier legislador que forme parte de la Comisión del Presupuesto por todo lo expuesto acá. Yo no voy a redundar en la necesidad de la Oficina, porque las exposiciones que nos precedieron fueron absolutamente claras. Lo que quiero mostrarles es que para ejercer plenamente nuestras funciones consideramos prioritaria la creación de la Oficina de Presupuesto. Se inscribe en esa línea de acción de fortalecer la calidad institucional del Congreso, que creemos que va a redundar en la calidad institucional de la Argentina y, por ende, de todos. No vemos ninguna cuestión política que pueda estar perjudicando a alguien que no tenga buenas intenciones. Si realmente se niegan a este tipo de avances institucionales en una democracia moderna, la verdad es que esconden atrás de estas decisiones no sé qué oscuros planteos políticos. Lo que hice fue mostrar los antecedentes internacionales para ver el atraso institucional que tenemos en la Argentina. — Se proyectan diapositivas. Sra. Ciciliani. — Brasil: Presupuesto, fiscalización y control en el Senado Federal. Analiza técnicamente cuando el proyecto llega al Congreso. En Chile hay una unidad de asesoría presupuestaria que colabora con la Comisión de Hacienda durante la discusión de los proyectos tratados en la comisión. En México, el Centro de Estudios de Finanzas Públicas se ocupa de capacitar a diputados y a sus cuerpos de asesores. Como diputada con la responsabilidad de emitir dictamen en la Comisión de Presupuesto, no tengo derecho como vocal a tener ningún asesor. Con lo cual, ustedes se imaginan —como decía Luciana Díaz Frers— que, cuando viene el presupuesto al Congreso, todos los medios de prensa nos ponen los micrófonos para que nosotros opinemos. ¿Y qué hacemos? Criticamos las proyecciones macroeconómicas, porque decimos: “Subestiman, no podemos aprobar por esto”. Y eso es una gran falacia; podemos aprobar si el Congreso nos delega facultades. La verdad es que la sesión del último año, donde se trató el presupuesto, frustrado en la aprobación, creo que fue una de las peores que pueda registrar el Parlamento en cuanto a calidad institucional y responsabilidad política de cada uno de sus miembros, por la baja calidad de la discusión. Y como legisladores, la tendencia es usar los datos del presupuesto para que refuercen nuestra posición política, lo cual creemos que debe ser totalmente al revés: debemos tener datos objetivos sobre el presupuesto y, sobre estos, que los daría la Oficina de Control, cada uno de los bloques podríamos tomar posición en cuanto a nuestra cuestión ideológica con respecto al presupuesto. Y creo que el punto más álgido fue la discusión del 82 por ciento móvil. Yo no sé lo que pensarían los ciudadanos de nosotros. Unos decían que hacían falta 16 mil millones; el otro, que hacían falta 20 mil. La verdad es que todo esto queda solucionado con tener una Oficina Técnica de Presupuesto del Congreso de la Nación. Ahí vemos que en Perú, en Venezuela, y en Estados Unidos, en la Oficina de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 23 Presupuesto del Congreso, está orientada la asistencia en cuestiones legislativas. Ese es, en forma aproximada, uno de los proyectos que está en la dirección del modelo de los Estados Unidos. Todas ellas comparten las funciones de análisis del presupuesto, de elaboración del informe, con el objetivo de asesorar a los miembros del Congreso. Y nosotros quisimos compartir esta experiencia para demostrar que no estamos inventando nada. Por otro lado, quiero enfatizar el tema de los antecedentes legislativos. Nuestro proyecto no viene a inventar nada, sino que viene a reforzar una posición política sobre la base de lo trabajado con mucha calidad por muchísimos legisladores que nos precedieron en esta tarea. Entre ellos, en 2002, el señor diputado Walter y el señor senador Colazo, quienes reconocieron la necesidad de una instancia autónoma del Congreso. En 2003 se presentaron otras dos iniciativas. Una, en la Cámara de senadores y, otra, en la Cámara de Diputados. Es decir, respectivamente, de los señores senadores Baglini, Lamberto y Pichetto y, la siguiente, sostenida por once diputados de distintos bloques que retomaron lo planteado por el señor senador Colazo. Asimismo, quiero remarcar las procedencias políticas disímiles. Por ejemplo, mi coterráneo Lamberto pertenece a otro partido político, sin embargo, le reconozco una formación profesional muy importante en este sentido, ya que él también presentó un proyecto en 2004. En 2006 se presenta una iniciativa de Chironi y Tate, y otra firmada por De Narváez, Sarghini y diez diputados más. Luego, en 2009, el diputado Bullrich, acompañado por otros dos diputados, realiza una nueva presentación. Y, finalmente, en 2010, encontramos el proyecto del diputado Triaca, que fue acompañado por todos los miembros del PRO, y mi proyecto, también acompañado por otros nueve diputados de distintas procedencias políticas. Llegamos así a la semana pasada con un dictamen único, coordinado por Alfonso Prat Gay, que realmente resumió todas estas cuestiones. A continuación quiero mostrarles algunas características que nosotros sostenemos que debe tener la Oficina de Presupuesto del Congreso. Entre ellas, deseo enfatizar la de la selección de submiembro por concurso público que se deberá realizar, a fin de que, a través de sus antecedentes, los técnicos que formen parte de esta oficina, demuestren tener las capacidades y las calidades necesarias para estar en esto. Asimismo, a esta oficina le pedimos que elabore informes periódicos relativos a la aprobación, ejecución y control del presupuesto y que realice estudios y análisis sobre el impacto fiscal de los proyectos legislativos. Como diputada tomé otra determinación: no voy a acompañar con mi firma ningún proyecto de modificación impositiva que no contemple la evaluación del impacto fiscal en las cuentas públicas. Porque si se analiza otro de los déficits del Congreso de la Nación podremos observar que a los legisladores se los califica por la cantidad de los proyectos presentados y nunca por la cantidad. Es decir que hay una tendencia a no quedar mal ante la opinión pública y a presentar una innumerable cantidad de iniciativas que no cuentan con algunos parámetros mínimos. Como lo manifestó también Leandro Despouy cuando habló del hecho de presentar un proyecto con un presupuesto en marcha, sin tener en cuenta su viabilidad, por el impacto fiscal que estas iniciativas generan, la verdad es que con la cantidad de asesores, con la oficina que el Congreso nos brinda y con los equipos técnicos con los que contamos para trabajar, resulta absolutamente imposible hacerlo. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 24 De modo que la Oficina de Presupuesto del Congreso de la Nación vendría a mejorar la tarea de todos los legisladores, sin importar su procedencia política. Por ese motivo, el punto b) me parece sustantivo. Además, la información que emita la propia oficina podría servir de información pública a fin de que los ciudadanos sepan y puedan controlar, a través de la propia oficina, lo que está pasando con los recursos de la Administración Pública. También consideramos el aspecto sustantivo de la cuestión de género. El dictamen le pide a la Oficina de Presupuesto que realice el análisis de la cuestión de género para ver qué asignación presupuestaria hacemos en apoyo de políticas públicas que ayuden a las mujeres a ingresar en la vida social, económica y política. A fin de que se facilite su tarea familiar en ese marco y en ese contexto. Así que, reitero, ese análisis nos parece sustantivo y, como legisladora de la provincia de Santa Fe, una de las provincias más castigadas por la discrecionalidad en el uso de los recursos públicos, considero importante poder analizar el tema de la equidad y del federalismo fiscal. Este fue un breve resumen, porque seguramente Jorge complementará mi discurso explicando de qué se trata una Oficina de Presupuesto. Así que, como conclusión, solamente quiero reiterar mi compromiso en seguir trabajando, durante estos dos años que me restan en el cargo de legisladora, a fin de que esta iniciativa se transforme en una realidad del Congreso. Nuevamente vaya mi agradecimiento y mis felicitaciones, en especial a Laura, por introducir este debate. (Aplausos.) Sr. Triaca. – Gracias, Alicia y muchas gracias, Laura, por la invitación. Gracias a todas las instituciones que están acá, que se acercaron a escuchar sobre este tema que, aunque no es muy “marquetinero”, resulta muy relevante. Un tercio de los recursos de todos los argentinos están siendo discutidos en las filminas que se presentaron con antelación. Estamos discutiendo cuántos impuestos se van a cobrar, cuál será la presión tributaria y estamos realizando las proyecciones necesarias para que todos los agentes económicos sepan en cuánto estimamos que crecerá el país; y, a partir de esa estimación, de cuánto será la inflación y demás. No son temas menores pero, lamentablemente, en los últimos años se han tomado como un instrumento más o un paso más a seguir y no como una herramienta de debate o de profundización y de análisis que permitiera dar la que entiendo como una de las características centrales de la discusión presupuestaria, aquella que busca asegurar la previsibilidad. Cuando discutimos el presupuesto le estamos dando una señal al conjunto de la población: dentro de qué marco y bajo qué reglas vamos a jugar el debate económico del año siguiente. Y cuando ese debate se subestima, cuando se toma a la ligera, cuando no se profundiza y no se permite a los funcionarios venir a dar explicaciones, cuando se trata de aprobar a libro cerrado, es decir, cuando nos mantenemos obtusos en una posición y no permitimos que se debata y que se negocie –y esto dicho tanto por el oficialismo como por la oposición– se terminan generando mayores niveles de discrecionalidad, mayor incapacidad de control y de transparencia, y se va degradando otra de las instituciones que tenemos que asegurar. Por ese motivo varios legisladores nos hemos propuesto unificar dictámenes sobre distintos proyectos presentados en materia de algo que consideramos relevante y necesario, la Oficina de Presupuesto del Congreso. Oficina que en la mayoría de las iniciativas se presenta para la asistencia de los legisladores, tanto en beneficio de los señores diputados como de los señores senadores –Alfonso es uno de los que ha trabajado fuertemente en ese sentido–. Su 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 25 objeto radica en brindar y asegurar un proceso de tratamiento del tema presupuestario que permita tener mayor nivel de información y mayor capacidad de análisis a la hora de la toma de decisiones y de la postura que cada uno de los diputados pueda asumir. En efecto, este mecanismo asegura un debate más transparente, más amplio y con mucha más información para el conjunto de los ciudadanos. Como bien se decía anteriormente, dada la representatividad del Congreso, de los distintos actores sociales, cuanta más información reciban los representantes, más información podrán trasladar al resto de los representados. Hemos hecho un gran esfuerzo. Y yo quiero señalar acá, y en particular, el trabajo de todos nuestros asesores. Porque más allá de que el Congreso, en muchas ocasiones, no nos provee los recursos necesarios, los asesores que tenemos han trabajado a destajo no solamente para abarcar los temas centrales, asegurados en el dictamen común, sino que han sido lo suficientemente conscientes de que, muchas veces, debimos resignar posiciones para generar consensos. Estos dictámenes han conseguido muchas firmas; y conseguir muchas firmas significa ceder posiciones personales para poder conseguir un consenso más amplio y abarcativo. A veces hay que bajar los brazos para que seamos más y tengamos más número. Eso es parte de la tarea democrática que nos toca. Muchas veces ir a la búsqueda de consensos significa que no somos los dueños de la verdad ni de un lado ni del otro. Lo que ha sido llamativo, con parte de este proyecto que hemos trabajado, es que hasta hace unos meses atrás, previo a las elecciones, el oficialismo tenía una actitud con respecto al proyecto que no es la que tiene ahora. Tanto es así que muchos de los esfuerzos que se han trabajado desde la coordinación contaban con proyectos del oficialismo. Es decir, se tenían en cuenta todas las características particulares de los proyectos del oficialismo y de la oposición y se buscaban consensos en detrimento de aquellas posiciones personales que cada uno de los proyectos podía tener. Eso le daba una riqueza, en términos de posiciones políticas y de espectro político, más abarcativa. Lamentablemente, después del resultado electoral, y al no necesitar contar con la oposición para aprobarlo, se ha dejado de lado la voluntad de tratar el proyecto de Presupuesto. Creo que estas cosas son las que tenemos que analizar los diputados para entender que estas cuestiones avanzan y retroceden dependiendo de los tiempos políticos y la coyuntura en la que estamos. Como decía Alicia, nosotros no podemos cesar en ese entendimiento porque creemos que es un instrumento válido y lo vamos a seguir haciendo en ese sentido. Yo creo que hay otras cosas que el gobierno teme a la hora de discutir la creación de la Oficina de Presupuesto y son las estimaciones que se pueden hacer con la evaluación técnica que está asegurada en el proyecto de Presupuesto. La idea de una Oficina de Presupuesto es que sus autoridades sean nombradas por concurso, que el mérito sobresalga por encima del “dedo” político del funcionario de turno que la quiera integrar y que se pueda sumar la experiencia de los consejos consultivos a la participación del Ejecutivo mediante algún tipo de vinculación con la Secretaría de Hacienda para tener información dinámica durante todo el período de formulación presupuestaria; porque son muchos los temas técnicos que involucran al proyecto. Es por eso que el gobierno cierra la puerta del debate en este sentido y no tiene la intención de discutir las metas que se propone en términos macroeconómicos y, mucho más allá de lo que señalaban anteriormente algunos de los expositores que hicieron uso de la palabra anteriormente en el sentido de cuáles serán las definiciones concretas de hacia dónde 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 26 irán los recursos, éstas son algunas de las cosas que van a limitar la calidad institucional del Presupuesto que viene. Nosotros vamos a seguir debatiendo una Oficina de Presupuesto porque creemos que va a ser un instrumento de mayor calidad. Como diputados opositores, debemos cambiar nuestra estrategia para que esto suceda. Si la Argentina quiere ingresar al mercado de capitales o si quiere obtener créditos de organismos internacionales o resolver sus controversias con el CIADI o con el Club de París, claramente, tiene que señalar credibilidad en sus números al resto del mundo. Si no lo podemos hacer con el INDEC bien podríamos hacerlo con una Oficina de Presupuesto que pueda asegurar calidad técnica, por lo menos, en el tratamiento de uno de los elementos centrales de la discusión económica. Es una de las propuestas para la agenda de trabajo de muchos de los diputados que vamos a insistir en esta cuestión, más allá de la aprobación o no de este dictamen. Quería señalar estas cosas y dejar a disposición de todos el dictamen y el trabajo consensuado que todavía no tiene despacho de la Comisión de Presupuesto. Esperemos que algunos otros diputados tomen conciencia de la relevancia de esto y lo acompañen. Muchas gracias. (Aplausos.) Sra. Presidenta.- Le damos la bienvenida a Alfonso Prat Gay que va a ser nuestro segundo moderador y va a tomar la posta. Cerramos este panel en horario. Cada uno de los expositores ha dejado un mensaje claro de acuerdo al programa. El segundo bloque, que va a comenzar en unos instantes, luego del coffee break, también va a ser muy importante. Pasamos a un cuarto intermedio. Participante.- Quería formularle una pregunta a la licenciada Frers vinculada con lo que se estaba desarrollando recién. ¿Hay algún ponderador a nivel internacional que pueda relacionar presupuesto asignado al control con el PBI y cómo nos estamos situando nosotros en este momento? Sra. Frers.- No lo tengo, pero no es difícil hacer la cuenta. Lo que marca más o menos una línea en eso es que la Oficina de Asesoría de Presupuesto en Chile tiene entre dos y cuatro personas. En cambio, en Estados Unidos, son más de doscientas personas. De todas maneras no estamos hablando de control, sino de asesoramiento al cuerpo legislativo. Para control presupuestario tendría que sumar lo que es la AGN, la Auditoría General, el cuerpo independiente más las instancias de control interna. Habría que sumar todo eso; no es difícil hacer la cuenta pero no la tengo aquí. Participante. – Para tener en cuenta el presupuesto asignado al control externo y al universo total de la Administración Nacional no es una porción significativa, teniendo en cuenta los insumos que se invierten para el análisis parlamentario. Sra. Frers. – Claro, 75 por ciento del Presupuesto está bárbaro, el tema es que después no tiene consecuencias. Sra. Presidenta. – De todas maneras, vamos a hacer un ciclo. Esta es la primera reunión y tenemos previstas para el año que viene varias y pensamos hacer algunas con aspecto de debate. – Es la hora 11 y 35. – A las 12 y 20 horas: Moderador (Prat Gay). – Comenzamos con el segundo panel. Les propongo, ya que es más tarde de lo que proponía el programa, que extendamos el horario hasta las 13 y 30. Tenemos un expositor menos pero todos tenemos muchas ganas de hablar. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 27 Van a tener más o menos 20 minutos cada panelista y yo voy a hacer una breve introducción ya que faltó el expositor. Antes quiero agradecerle a la senadora Laura Montero por haber cargado con la organización del evento. Deberíamos hacer más encuentros como éste. No he hecho demasiado par ala organización más que estar acá. Por eso todo el mérito es de la senadora Montero. Aunque no pude estar en todo el desarrollo del primer panel, descarto que fue muy interesante por eso me gustaría retomar donde dejaron mis colegas en el final del panel. Con todo respeto a quienes me acompañan en este momento en el panel, si tuviéramos una oficina de presupuesto independiente posiblemente no estaríamos recurriendo a IAAF, a AAPAF o a la Fundación Konrad Adenauer, por lo menos estaríamos recurriendo en segunda instancia a esos organismos. Esa es una primera reflexión que nos podemos dar. Hay un accionar supletorio de estas instituciones que hacen un aporte enorme y lo ratifico en mi condición de diputado nacional. Los trabajos que presentan con rigurosidad y regularidad son muy importantes para que muchos diputados tengamos la posibilidad de mirar las cosas con más profundidad de lo que, en promedio, podemos hacer los que tenemos la responsabilidad de darle media sanción a estos proyectos. En el fondo me parece que quienes ponemos las firmas a los dictámenes lo hacemos sin los recursos suficientes para analizar a fondo lo que se nos está ofreciendo desde el punto de vista del Poder Ejecutivo. A veces no solamente faltan los recursos, a veces tampoco está la información y esto es parte de una discusión que queremos empezar a instalar en la sociedad. Que la sociedad sepa cuál es el proceso a lo largo del cual se van tomando los distintos pasos para la aprobación de la ley más importante que es la Ley de Presupuesto Nacional. La sociedad debe saber que los legisladores no tenemos todos los recursos suficientes para que ese proceso de negociación de los distintos bloques y el proceso de aprobación sea lo profundo que debiera ser. Como saben el año pasado, por primera vez en la historia la oposición ofreció un presupuesto alternativo. No ofreció un presupuesto alternativo porque nos parecía divertido o un deporte nuevo que había que inventar, lo hicimos porque lo que nos ofrecía e gobierno era falso en su diseño –después lo vamos a discutir– y era reprobable en el proceso de discusión porque, básicamente, no lo hubo, como tampoco lo hubo este año. Entonces, firmábamos algo sin una sola modificación y, además, estaba elaborado sobre supuestos que a nuestro juicio eran falsos o directamente había que ponerse enfrente y rechazarlo, no votarlo o la alternativa que se les ocurra imaginar. Nosotros pensamos en una alternativa superadora, muy ambiciosa por lo que dije antes: si un legislador no tiene recursos para aprobar lo que viene del Ejecutivo, cuántos menos tiene para armar un presupuesto de cero. Este fue el ejercicio que hicimos el año pasado. El mensaje que le quedó a la sociedad no fue el que nosotros queríamos dar. Nosotros queríamos que la gente entendiera cuál era el proceso legislativo y las dificultades del proceso y me parece que al final la comunicación oficial terminó transmitiendo que hubo un grupo de legisladores que quisieron hacer de cuenta que eran gobierno y, por eso, les fue tan mal y después sacaron tan pocos votos en las elecciones y etcétera. Por eso celebro la idea de volver a instalar, en la medida en que podamos, la discusión presupuestaria para que la gente sepa cuál es el proceso. Y una vez que la gente tenga esa información decida, en consecuencia, si los legisladores cumplen o no con el mandato y si, 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 28 tal como dice la Constitución, que nos encarga a nosotros en el Congreso elaborar el Presupuesto lo estamos cumpliendo gradualmente. Lamento en lo institucional y en lo personal la ausencia del subsecretario de Presupuesto, Raúl Río que es un excelente funcionario y excelente persona. Particularmente lo traté mucho durante mis años en el Banco Central. No eran años fáciles aquellos y había una cantidad de cuestiones presupuestarias entre el Banco Central y la Tesorería, los adelantos transitorios entre muchas otras y la reglamentación de los decretos que establecían la pesificación también requerían de un equilibrio muy particular en las compensaciones en los bancos. Raúl Río siempre estuvo en el lugar en el que todos queremos estar, siempre estuvo del lado de la Nación. Más allá de las diferencias políticas creo que es un excelente funcionario y creo que hubiera hecho un gran aporte a esta jornada. Creo que debemos insistir en la invitación porque es un excelente técnico y, además, una excelente persona y es una lástima que no haya venido hoy a este encuentro. Simplemente porque él no está, me voy a permitir mostrar dos o tres filminas para establecer la discusión que vamos a tener con los otros tres panelistas que se concentra en la ejecución presupuestaria del 2011 y en los lineamientos del Presupuesto del 2012. Voy a usar poco tiempo para que puedan desarrollar las exposiciones el resto del panel. Básicamente, lo que quería mostrarles son estas filminas. En la primera vemos una simplificación brutal de dos presupuestos, el que presentó el Poder Ejecutivo en septiembre del año pasado para el Ejercicio Presupuestario 2011 con una apertura muy sencilla con impuestos y demás impuestos y dentro de impuestos hablamos de coparticipables y demás contribuciones a la seguridad social. Y en la segunda columna ponemos el dictamen de la oposición que contó con tantas firmas como el dictamen del Poder Ejecutivo en la discusión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda y terminó siendo el de mayoría el del oficialismo por el voto doble del presidente de la comisión que, como ustedes saben, es del Frente Para la Victoria. Pero en todo caso hasta ese final de la discusión la cosa estaba empatada y como saben estuvo más empatada en el Recinto a punto tal de que no hubo aprobación legislativa de ningún Presupuesto que no es lo mismo que decir que no hubo Presupuesto. El Presupuesto se aprobó por un decreto simple al poco tiempo de terminar las sesiones ordinarias, ese presupuesto fue casi un calco del que el Poder Ejecutivo había mandado. Y ese Presupuesto fue modificado a la semana por otro decreto simple con lo cual quedó demostrado que, en el fondo, en el andamiaje institucional, legal y legislativo que tenemos hoy no es necesaria la aprobación del Congreso para que el gobierno tenga su presupuesto. Esa es la primera discusión que tendríamos que tener. Toda la artillería de decretos de necesidad y urgencia de superpoderes, a mi modo de ver las cosas, devienen en abstracta la discusión presupuestaria si el que propone la discusión no tiene los escrúpulos mínimos que tiene que tener para encarar esa discusión. Entonces, aún identificado ese problema queremos darle a la Nación el mejor presupuesto posible, que es el Presupuesto del gobierno y con los mismos lineamientos presupuestarios parten de estimaciones mucho más realistas en lo macroeconómico, del crecimiento y, fundamentalmente, de la inflación. En ese momento decíamos que la inflación de este año la podíamos estimar en un 25 por ciento, cuando uno mira la evolución de la inflación según los registros de los institutos provinciales en los últimos doce meses es del 24,9 por ciento, o sea que no estuvimos tan lejos de la realidad y el gobierno dirá que tiene razón porque la inflación del INDEC es aún más baja de la que habíamos puesto en el presupuesto, pero todos sabemos lo que hace el INDEC. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 29 Con el crecimiento teníamos una discusión parecida aunque no se marca una gran diferencia allí. Pero lo que nosotros decíamos era cuidado porque a usted le van a sobrar 37 mil millones de pesos y, de antemano, quisiera participar en la discusión de cómo desde el Congreso de la Nación de cómo vamos a distribuir el excedente presupuestario. En el proyecto de ley del 2012 que ofrece el Poder Ejecutivo el punto de partida que necesito es la reestimación de los números del 2011. Vale decir, habiendo transcurrido casi tres trimestres, el Poder Ejecutivo reestima lo que son los ingresos y los egresos del Presupuesto para 2011. En el cuadro podemos ver que la estimación oficial de recursos para el 2011 es del orden de los 413 mil millones de pesos y eso compara con lo que nosotros estimábamos 411 mil millones y lo que ofrecíamos de estimación del gobierno oficial con 374 mil millones. Vale decir que en la subestimación de recursos el dictamen de la oposición se equivocó por el 0,6 por ciento y el dictamen del oficialismo por el 10,4 por ciento. Quiero dejar esto establecido, y seguramente los panelistas tendrán su propio cálculo y su propia visión. Pero para que quede claro lo que ocurre cuando los supuestos de base no son verídicos, básicamente se nos escapa un 20 por ciento de presupuesto. Y esto también hay que transmitírselo a la gente. La gente tiene que saber que si se subestiman los recursos, hay una buena parte de las partidas presupuestarias que terminan aprobándose en la Jefatura de Gabinete sin la firma y sin el proceso parlamentario que pide la Constitución Nacional. Para finalizar con esto, porque no me voy a extender demasiado, el otro mensaje que yo quería dar es el siguiente. En el marco de la discusión presupuestaria, hoy, cuánto más sencillo es discutirlo con muchos recursos que sin recursos. Y acá nosotros lo que mostramos es un cuadro de presión tributaria desde el retorno a la democracia. Podemos observar cómo durante la época del doctor Alfonsín los recursos presupuestarios que manejaban la Nación y la Provincia eran solamente un sexto de la riqueza que se creaba en un año en el país, un 15 por ciento del PBI, y durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner ese número pasó a ser de un tercio. Cuánto mayor es la responsabilidad de quienes tenemos algo para decir y de quienes participamos del proceso presupuestario hoy, donde los recursos son el doble de lo que solían ser durante algunas presidencias, incluso 13 o 15 puntos más de las presidencias intermedias de Menem, de la Rúa, Duhalde y demás. Entonces, mi mensaje es el siguiente. Le damos la bienvenida a estas tres instituciones, a la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) y a la Fundación Konrad Adenauer. Yo aspiro a que en algunos años los tengamos de espectadores y no de expositores, porque acá adelante vamos a tener a los distintos directores de la oficina de Presupuesto Independiente del Congreso, mientras tanto vamos a necesitar que no cejen en su esfuerzo de identificar algunas de las cuestiones que a nosotros como legisladores se nos hacen muy difíciles de identificar. Repito aquello de que espero que la próxima vez lo tengamos a Raúl Rigo entre los panelistas ilustrándonos desde su posición. Y vuelvo a plantear la cuestión de fondo: sería muy importante que la sociedad argentina conozca las deficiencias del proceso presupuestario para que cuando algunos intentemos modificar esas deficiencias, se interprete como un aporte y no como un ataque a la institucionalidad. Eso fue lo que nosotros intentamos hacer el año pasado, eso es lo que hemos vuelto a hacer, esta vez en soledad, en 2012, entendiendo las dificultades políticas de cada bloque. El ministro Boudou, cuando vino al Congreso a presentar el presupuesto remarcó varias veces que el presupuesto no era un ejercicio técnico, sino que era un ejercicio político. Y yo me permito corregirlo: yo creo que es un ejercicio político, pero no es un 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 30 ejercicio meramente político; y es un ejercicio técnico, pero no es un ejercicio meramente técnico. La política sin el rigor técnico —hay experiencias de sobra en la Argentina, que sabemos cómo terminan— y, por supuesto, que los tecnócratas sin el paraguas político tampoco funcionan. Eso es lo que corresponde hacer en el Congreso de la Nación, y eso es lo que nosotros aspiramos a que podamos hacer hacia adelante. Para eso necesitamos algunas herramientas como se explicó en el panel anterior: la oficina del Presupuesto. Mientras tanto, que sepa la sociedad que los elementos y los recursos con los que contamos los legisladores son —para usar un eufemismo— deficientes de cara a la responsabilidad que tenemos en una ley tan importante como la Ley de Presupuesto, que es la ley de leyes. Así que habiendo manifestado nuestra incapacidad desde el sector público, le paso la palabra, en primer lugar, al presidente de la Administración Financiera Pública (ASAP), licenciado Marcos Makón, a quien le doy la bienvenida y le agradezco mucho su participación. Sr. Makón. — Buenos días. En primer lugar, quiero agradecer en nombre de la Asociación Argentina de Presupuesto Público el poder participar de esta reunión. Este es el ámbito donde se discuten las políticas de mediano y corto plazo, donde se define la forma de vida de la sociedad a través del presupuesto público. Por eso nos parece muy importante poder participar en esta reunión. Y como dijo muy bien el diputado Prat Gay: Esperamos no seguir participando de esta manera. No importa que nos quiten trabajo, pero realmente a veces estamos cumpliendo un rol que no sé si nos corresponde como Asociación Argentina de Presupuesto Público, que es el análisis de tipo presupuestario. Pero creo que representa un aporte que como organismo no gubernamental podemos hacer a la sociedad, y básicamente al Congreso, sobre analizar esta técnica, este instrumento, que evidentemente es un instrumento político, pero que requiere muchos elementos técnicos, y no es de fácil comprensión. Naturalmente, el presupuesto público está conformado por una serie de normas, principios, reglas, porque significa administrar recursos ajenos. El presupuesto público significa tomar recursos de la sociedad en consignación para volcar en bienes y servicios, y por lo tanto tiene que ser transparente. Voy a dividir mi exposición en dos partes de forma muy sintética. Primero decir que la ejecución presupuestaria al 31 de octubre de 2011 de la administración nacional, o sea, del presupuesto nacional, nos está reflejando que faltando dos meses para cerrar el año, hay un 88 por ciento de ingresos corrientes recaudado, 81 por ciento a nivel de gastos totales. Es decir, hay un mayor nivel de ejecución de ingresos que de ejecución de gastos. Y tenemos una situación, que de acuerdo a estimaciones no se va a dar, de un superávit transitorio de 6.630 millones de pesos, porque todavía no se han incorporado a las cuentas públicas el implemento de recursos que estimamos nosotros entre 30.000 y 35.000 millones de pesos. Básicamente, hay una alta ejecución de gastos, más allá de la línea normal, y también una alta ejecución del ingreso, lo cual va a reflejar que vamos a tener en poco tiempo más una modificación grande del presupuesto, como se da todos los años y lo vamos a ver más adelante. Esto desde el punto de vista de la cuenta de organización y financiamiento. Hay algo que llama la atención, y lo que no sabemos es si hay un problema de subregistros o efectivamente ha bajado la inversión pública, pero el gasto del capital solamente se ha ejecutado el 69 por ciento. No sabemos si en este caso hay falta de registro o efectivamente es un enlentecimiento de inversión pública; eso lo sabremos dentro de dos meses. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 31 Desde el punto de los ingresos, hay algunos en los que se recaudó la totalidad de lo previsto para el año, como el Impuesto a las Ganancias que lleva recaudado el 99 por ciento; en el caso de crédito y débito en cuenta corriente el 92 por ciento. Los ingresos de importación están un poquito más bajo. Pero evidentemente, este cuadro está mostrando que va a haber mayor recaudación de la prevista en el presupuesto. Nuestro cálculo son 30.000 millones de pesos, que prácticamente es mucho menor de lo que el propio Ejecutivo ha presentado. A lo mejor somos muy conservadores. En cuanto al gasto, básicamente estamos en la línea. Es decir, el gasto social y el gasto económico, que es el que está más alto, y dentro del gasto económico es interesante mostrar el gasto de energía, combustible y minería, donde vamos a tener una modificación presupuestaria. Aclaro que cuando hablamos de estimaciones de gastos, históricamente el total del presupuesto hay una subejecución normal de entre el 4 y 5 por ciento. O sea que a la estimación del Poder Ejecutivo hay que restarle un 4 o 5 por ciento, que es una subejecución históricamente normal; alguna vez ha llegado a 7 por ciento. Lo interesante de ver las modificaciones presupuestarias que se han dado son las compensaciones. Es decir, hay dos tipos de compensaciones: las que no afectan al resultado presupuestario y ampliaciones a nivel de gastos, pero sin aumento de recursos, sino con disminución de la inversión financiera o con mayores recursos propios. Ustedes saben que de acuerdo a la ley, siempre el Ejecutivo estuvo facultado para aumentar los gastos con recursos propios o afectados a ese organismo. Entonces, hay 2.800 millones de pesos con mayores recursos propios afectados y 21.000 millones de pesos que afectó el resultado financiero. Hasta ahora las modificaciones que se han dado han compensado gastos o han pasado gastos por abajo o arriba de la línea dentro de las facultades que tiene el Poder Ejecutivo. Pero el Poder Ejecutivo no tiene facultades para ampliar gastos con mayores recursos, mayor endeudamiento. Los lineamientos del presupuesto 2012. El otro día tuve una charla en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas y está bien discutir los supuestos macros. Pero creo que a veces nos perdemos en el tema de los supuestos macros y nos olvidamos de los niveles micros del presupuesto. Por ejemplo, el crecimiento del producto bruto del 5,1 por ciento, que nos parece bastante optimista, hay una concepción de que va a haber menos crecimiento de consumo en relación a la inversión. Hay un indicador que no se estaba discutiendo, que creo que es desde el punto de vista del presupuesto es más importante, que es el índice de costo de vida, que está en el 12 por ciento, no en 9,2 por ciento. Porque los consumos de bienes y servicios que realiza el Estado no tienen mucha relación con el índice de costo de vida. Pero estos son temas discutibles. Yo lo que quiero señalar en mi exposición es que debería el Congreso y debería la futura Oficina de Presupuesto del Congreso también incluir otros elementos del presupuesto que me parecen centrales. En el cierre de 2011, lo que se está suponiendo es que en los próximos dos meses va a haber un incremento muy grande del presupuesto. Pero, de todas maneras, el presupuesto, tal como está ahora, después de sufrir un déficit de 26.000 millones, pasaría a un déficit de 11.000 millones de pesos, de acuerdo a la proyección del Ejecutivo. Y para el Presupuesto 2012, como consecuencia de efecto combinado de un incremento de ingresos por el 22 por ciento y de gastos del 18 por ciento, se pasaría a un resultado prácticamente equilibrado de 1.446 millones de pesos. Esto es todo. Muchas gracias. Moderador. – Estuvo muy bien. No hace falta un DNU. (Risas.) 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 32 Marcos: muchas gracias por ceñirte al tiempo y por la claridad de los conceptos vertidos. Yo ya me anoté algunas preguntas para hacer que, seguramente, luego, tendremos tiempo de compartir con ustedes. Pero una obvia que no puedo dejar soslayar es la siguiente: ¿cuál es la lógica geográfica de concentración en Buenos Aires, Conurbano y Santa Cruz? Porque me perdí. A continuación, le cedemos el uso de la palabra al próximo orador, Ariel Barraud, de IARAF, que nos hablará de la “Dimensión Provincial del Gasto Público Nacional”. Nada menos. Sr. Barraud. – Al igual que el resto de los participantes que me precedieron, desde IARAF, Instituto Argentino de Análisis Fiscal de Córdoba, agradecemos mucho la invitación que nos han cursado, la señora senadora Montero y su equipo, que nos permite participar hoy en el tratamiento de un tema tan importante. El señor presidente de la ASAP me dio el pie para hablar de la distribución geográfica del gasto y de la dimensión federal del presupuesto, de los efectos geográficos. Es decir, del efecto sobre el federalismo que puede tener el presupuesto 2012 en dos dimensiones básicas: por un lado, la gran masa de recursos que se destinan a las provincias –no el presupuesto mismo, sino el cálculo de presupuesto de los recursos– que a través de la Ley de Coparticipación van hacia ellas –alrededor de 220 mil millones de pesos– y, luego – aproximadamente–, los 260 mil millones de pesos que van a través del gasto que la Nación ejecuta, que evidentemente no lo puede ejecutar en otra parte que no sean las provincias mismas que componen la Nación, si bien hay un 5 por ciento que corresponde al nacional, binacional, interprovincial. Entonces, en primer lugar, la presentación girará en torno a si el presupuesto tiene un efecto –algo dijo el expositor que me precedió– de redistribución del gasto a través de la seguridad social y del componente de transferencias. Probablemente, yo los guíe a la respuesta que plantea que no es redistribuidor, y vamos a ver si coinciden conmigo. Para ello, debemos arrancar –o me permití hacerlo– presentando la heterogeneidad existente entre las provincias de nuestro país. Siempre hablamos de las provincias argentinas, que tienen los cuatro climas, etc., pero también las hay muy pobres, muy ricas, con pocos y con muchos habitantes. En efecto, reitero, como son muy heterogéneas, el sistema de transferencia que hay, a través de la coparticipación, no hace más que acentuar las diferencias. Acá tenemos acomodadas a las provincias de acuerdo con la recaudación de recursos propios, no sólo tributarios sino también de regalías. Estos datos estuvieron disponibles desde el año pasado. Obviamente las provincias petroleras y patagónicas están a la cabeza. A continuación, observamos cómo el sistema de coparticipación les suma recursos a esas provincias y les otorga un nivel de ingresos por habitante. Asimismo, les permite afrontar el gasto que estas tienen, siempre por habitante. Allí encontramos una línea de puntos que refleja el gasto anual promedio de cada habitante. Evidentemente, la distancia que hay en ese gasto promedio, para arriba y para abajo, en las distintas provincias, presenta una gran disparidad. Hicimos el mismo cálculo agregándole las otras transferencias que no sólo dependen de la coparticipación, para ver si el gobierno, a través de las otras transferencias que da – como subsidios y demás– genera algún tipo de efecto igualador y no, al contrario, potencia el efecto de variabilidad y de heterogeneidad que hay en las provincias. Entonces, reitero, para mostrar esta heterogeneidad entre las provincias lo paso rápido 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 33 porque simplemente la idea fue la de mostrar esta dispersión. Siguiendo con el tema de la coparticipación, tomamos la que surge del presupuesto 2012, a la que se le aplica la Ley de Coparticipación que tiene quince años, es decir que está vencida porque debía cambiar en 1996 –pero la seguimos usando–, y vemos cómo este presupuesto distribuye los ingresos entre las provincias. Lo que hice fue no tomar el ingreso en miles de millones de pesos, sino hacerlo en un promedio por habitante por cada provincia. Luego, colocamos a las provincias en cuatro grupos para tener una dimensión de comparabilidad. En el primer grupo tenemos las provincias de alto producto per cápita y de alta densidad poblacional, es decir, las cuatro grandes provincias de la Argentina y la C.A.B.A.. En segundo término, tenemos tres grupos más de provincias de altos ingresos con poca población. Tercero, provincias de bajos ingresos con mucha población y, finalmente, las provincias más rezagadas que tienen pocos ingresos y poca población. Por más que vean alturas similares en los gráficos, cuando analicen la escala en la que se encuentra cada uno de los gráficos, se van a dar cuenta de las grandes diferencias presentes en lo que recibe por habitante cada una de las provincias en términos de coparticipación. En este sentido, pareciera que la coparticipación tiene como un sentido redistributivo en cuanto a las de mayor ingreso y mayor densidad. A las provincias identificadas como ricas, a través de la coparticipación, se les destina, por habitante, menos dinero. Pero, después, al analizar cualquiera de los otros tres grupos, queda demostrado que no hay ningún criterio objetivo por detrás de esta ley y, por consiguiente, la distribución resulta de una disparidad tal que no tiene una explicación concreta. La coparticipación no está tratando de atacar la desigualdad en producto per cápita, no está tratando de atacar la desigualdad en términos de pobreza, de necesidades básicas insatisfechas, o de la misma densidad poblacional. Entonces, no sigue ningún criterio objetivo. Por lo tanto, acomodamos a las provincias de acuerdo a un ranking de producto per cápita estimado. En términos recientes, no tuvimos muchos datos para hacerlo, pero acomodamos las provincias de izquierda a derecha. Consideramos la que parte de un mayor PBG hasta la de menor PBG per cápita, es decir, Formosa y Santiago del Estero, junto con el Chaco. Estas son las provincias más pobres en términos de ingresos per cápita en la Argentina. También presentamos cómo se distribuye la coparticipación por habitante en el presupuesto 2012, que es lo que venimos viendo en cualquier otro presupuesto, en cualquier otro año, desde que rige esta ley de presupuesto, desde 88. Evidentemente, como pueden ver ahí, si alguno encuentra un patrón me avisa. Porque yo no veo ningún tipo de patrón. Hay provincias que son pobres y reciben más dinero que otras. En este sentido, por ejemplo y si alguno me puede explicar la diferencia, Salta y San Juan tienen el mismo PBG per capita pero una recibe casi el 50 por ciento más que la otra. Entonces, la coparticipación presenta una disparidad total. Nosotros buscamos observar que, quizá, la coparticipación no sea el único ingreso que va a las provincias, sino que estas reciben el gasto que la Nación hace en ellas, a través de la ejecución presupuestaria, entonces, quisimos estudiar si este gasto termina de nivelarlas. En primer lugar, tomamos el gasto que se ejecutará en las provincias argentinas en 2012 –según la estimación del presupuesto– y las acomodamos de acuerdo con los miles de millones que recibe cada una. Evidentemente, las provincias más grandes reciben más y en forma creciente. Aquí podemos encontrar un patrón relativo a la cantidad de habitantes –ni 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 34 siquiera de densidad sino como cantidad de habitantes– y parece que las provincias menos pobladas reciben menos gasto nacional en su jurisdicción. Pero van a ver ustedes, en el análisis que hacemos nosotros que, cuando empezamos a comparar las provincias no podemos hacerlo en pesos, sino que hay que hacerlo en pesos por habitante, o con alguna otra medida que se les pueda ocurrir a ustedes –por ejemplo, pesos por habitante por kilómetro cuadrado–, pero siempre con puntos más complicados y per cápita. Entonces, cuando volvemos al ordenamiento de las provincias de acuerdo con su producto bruto –a la izquierda tenemos a las provincias más ricas–, vemos otra vez que el total del gasto primario nacional que se hace en cada una de ellas, por habitante, no pareciera seguir un criterio igualador o nivelador, ya que las que están a la derecha, que son las más pobres, terminan recibiendo de parte del gobierno nacional un menor gasto por habitante que las más ricas, con los dos extremos de Santa Cruz y de la Ciudad de Buenos Aires. A esta última –hagamos una nota al pie– se le asigna geográficamente un mayor porcentaje de gasto, porque hay un montón de funciones que son del gobierno nacional y que no sólo benefician al habitante de la Ciudad de Buenos Aires sino que benefician a todo el país como, por ejemplo, la función legislativa. Pero aún descontando eso termina siendo un gasto muy grande. Siguiendo con la diferenciación en distintas clasificaciones económicas que hizo el orador anterior, lo que vamos a tratar de analizar con las próximas filminas es si el gasto en personal o la seguridad social, por ejemplo, son más generadoras que el otro. Gastos de consumo, básicamente es lo que gasta la nación en personal o bienes de consumo. Si tiene algún patrón identificable pareciera ser un patrón no nivelador que termina beneficiando, en términos de gastos per cápita, a las provincias identificadas como más ricas en términos de operación per cápita. No dejemos de lado a la Capital para hacer un análisis comparativo entre provincias y de nuevo Santa Cruz aparece como la provincia que más ejecuta en términos de gasto por habitante y bienes de servicio. Evidentemente acá hay una distorsión en el sentido de que Santa Cruz es una de las provincias menos pobladas del país. El gasto en seguridad social, podemos pensa en que sea redistributivo en el sentido de que se gaste más por habitante en las provincias más desfavorecidas. La Ciudad Autónoma es en una de las que más se gasta per cápita en seguridad social. La diferencia acá se ve en las provincias que no transfirieron sus cajas de jubilaciones por lo tanto al gasto de seguridad social le falta el componente de transferencia a la seguridad social, la ANSES. Esto es por habitante para tener una dimensión comparativa y, además, nos encontramos con que no hay un patrón que nos permita decir que el gasto es novelador. Podemos seguir con distintos gastos, pero vamos a llegar a lo mismo. El gasto de transferencias es corriente dentro del cual también están los subsidios. También muestra una disparidad nacional, si uno lo analiza partido por partido también va a encontrar que está más subsidiado, por habitante, uno de la Ciudad de Buenos Aires, de Santa Cruz que uno del resto de las provincias. Recién se comentaba que Buenos Aires y Santa Cruz en gran medida se llevan la mayor parte de la inversión, acá tenemos la Ciudad de Buenos, Buenos Aires donde el gasto per cápita se diluye, pero no hay nivelación. Cuando agrupamos solamente los gastos que son más discrecionales como la seguridad social nos encontramos con un patrón de discrecionalidad. Cuando nos preguntamos desde cuándo viene esta situación, tomamos el 2001 y también había discrecionalidad y lo único que vemos es que seguimos con la misma heterogeneidad, lo único que fueron cambiando los jugadores. Evidentemente CABA y Santa Cruz ganaron participación. Para dar algún ejemplo que no es tan sombrío, el gasto de la asignación universal por hijo cuando la consideramos por provincia vemos un ejemplo de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 35 gasto nivelador, en el sentido de que el gasto por habitante, no por beneficiario termina siendo más elevado en las provincias más pobres y evidentemente este es un gasto redistributivo en ese sentido. Cuanto tomamos todas las asignaciones familiares, las provincias más ricas, generalmente donde hay mayor formalidad laboral, las asignaciones familiares son más importantes per cápita y se termina diluyendo el efecto nivelador que podía tener la asignación por hijo. Para terminar a los ingresos por coparticipación se le suman los gastos primarios que la Nación ejecuta en cada provincia. Para tener una idea en muchas provincias se da el caso que es similar el monto que les llega por coparticipación que el monto que le llega de ejecución de gasto Nacional por habitante en esas provincias. El caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un caso aparte pero el resto de las provincias tienen medianamente una ejecución similar de coparticipación que de gasto primario por habitante, el tema que se da es que ninguno de los dos son niveladores y no se contrarrestan, por lo tanto la suma de toda la ejecución o de la consideración del presupuesto en la dimensión general o provincial nos da por resultado la heterogeneidad y no parecen estar contempladas en la definición de Presupuesto. Gracias. (Aplausos.) Moderador. – Muchas gracias. Tiene la palabra Gisell Cogliandro, de la Fundación Konrad Adenauer, que nos ilustra a los legisladores que lo esperamos todos los años con mucho interés, con el informe del gasto público social. Sra. Cogliandro. – Ante todo buenos días. Quiero agradecer a la senadora Laura Montero por habernos invitado a este seminario. Una aclaración: pertenezco a la Fundación Siena, pero estamos trabajando en conjunto con la Fundación Konrad Adenauer y un poco los datos que voy a mostrar voy a tratar de pasar filminas que han reiterado datos pero es el análisis del gasto público social en el proyecto de Ley de Presupuesto. Esto surge un poco en el año 2010 con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer y nuestro objetivo era traducir en un lenguaje simple, ameno y entendible el tema del Presupuesto Nacional y como bien me han antecedido el gasto social representa el 60 por ciento nos parecía importante hacer foco en eso. Hasta ahora se concentraba en los informes en general de Presupuesto y nos pareció bueno hacer foco en el gasto social. Entonces, este proyecto lo empezamos el año pasado y teniendo en cuenta que el presupuesto debe aprobarse y discutirse todos los años. Una de las cuestiones era cómo en un país federal cuando hablamos de redistribución de recursos no solamente deberíamos hablar desde el lado de la coparticipación, sino en poner énfasis en el presupuesto. Entonces, durante el año pasado y parte de este año trabajamos en elaborar tres informes. A principio de año, por una ley de Presupuesto, a mitad de año por ejecución y un tercer informe que tiene que ver con el proyecto de ley y nuestro principal objetivo fue acercarle información a los legisladores para que puedan tener herramientas más simples para discutir sobre todo a los legisladores que pertenecen a la Comisión de Presupuesto y Hacienda. En eso intentamos llegar a la mayor cantidad posible. ¿Qué querríamos para este año? Como mencionaba anteriormente, el proyecto de ley mantiene una importancia clave con el gasto social: representa el 60 por ciento del total del presupuesto. Y podemos tomar —acá empiezan todas las diferencias de números que van a haber— un incremento del 32 por ciento con respecto al crédito vigente que estábamos tomando nosotros en septiembre, y éste será superior a lo que es la Administración pública, o del 20 por ciento, si consideramos el ajuste que informó el Ejecutivo en el mensaje de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 36 remisión. Esto lo viene haciendo también desde el año pasado. Entonces, ahí hay un gasto encubierto, donde se dirá: “Bueno, vamos a terminar gastando más de lo que estaba previsto”. A pesar de esto, sigue teniendo una importancia, y nosotros lo vamos a comparar con el crédito vigente. Una de las cuestiones importantes: si bien ese gasto estimado, que será superior en un 20 por ciento, no se modificó esos 425 mil que se esperaban que estuvieran en el cierre, cuando uno ve la información del MECON, que es donde tomamos la fuente de información, no se modifica todavía ese crédito vigente. El análisis que hemos hecho del gasto es un poco diferente, pero creo que es complementario a lo que se estaba mostrando antes. Nos concentramos en tomar las principales jurisdicciones o ministerios, que son los responsables de ejecutar el gasto social. Nosotros tomamos el 91 por ciento del gasto social, y tomamos como principales jurisdicciones a la ANSeS, que si bien está dentro del Ministerio de Trabajo, por la entidad propia que tiene y el rol que adquirió en los últimos año en la política social, me parece que es conveniente tomarlo por separado; al Ministerio de Educación, en su totalidad; al Ministerio de Desarrollo Social; al Ministerio de Plantificación Federal, donde solamente consideramos los gastos que están referidos a gasto social, que es básicamente infraestructura social básica; Ministerio de Salud; Ministerio de Trabajo; Ministerio de Ciencias; y obligaciones a cargo del Tesoro, que tiene un programa más importante, que es Transferencias a Aguas Argentinas. Entonces, cuando vemos cómo se darán las prioridades de este gasto para 2012, la mayor importancia esta puesta en lo que es la seguridad social —también porque es un gasto rígido—, lo que tiene que ver con jubilaciones, pensiones no contributivas y asignaciones familiares. Pero también hay un incremento importante en lo que son la parte de educación, y eso básicamente —como verán en las próximas filminas— es universidades de salario docente. Y en lo que respecta a asistencia social, la Argentina trabaja en uno de los programas que tiene mayor incremento. Por otra parte, también programas destinados a agua potable y alcantarillado tendrán un aumento significativo. En contraposición, lo que es Planificación Federal prácticamente tiene muy poca variación o, en términos comparativos, tendrá casi reducción. Entonces, cuando vemos ordenados los ministerios, vemos que el aumento del total global del gasto es casi 33 por ciento, pero hay algunas diferencias. Si bien la ANSeS, Educación y Desarrollo Social son los que tienen comparativamente mayor aumento, Planificación Federal tiene un 0,9 por ciento. Por supuesto, referido solamente a los programas sociales. Vemos la importancia que tiene la ANSeS, que es responsable de ejecutar casi el 70 por ciento del gasto social. Por supuesto, la mayor parte del gasto está previsto en lo que son las prestaciones de jubilaciones y pensiones, que tienen un aumento casi del 38 por ciento. “Asignación universal”, si bien está dentro presupuestariamente en lo que son las asignaciones familiares, prevé un incremento del 20 por ciento, y “Asignaciones familiares”, un 18 por ciento. El otro programa que tendrá un incremento bastante importante es el “Conectar Igualdad”, con un 46 por ciento. Es el programa que reparte las netbooks a los colegios secundarios. Un dato que no he mencionado, pero que es importante: ustedes ven un análisis puramente financiero o de la parte de recursos financieros del gasto. Una de las cuestiones clave para destacar es la cierta debilidad en el momento de elaborar el presupuesto: cómo se asignan las metas físicas y esto que mencionaba antes Marcos, qué cantidad de beneficiaros o qué tipo de bien se distribuirá. Hay una brecha importante cuando uno ve lo que es la Ley del 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 37 Presupuesto y la cuenta de inversión, que termina siendo el otro parámetro para comparar. Y pensar que recién ahora tenemos los datos de lo que es 2010. En eso también hay un cierto retraso dentro de Economía en lo que es publicar las ejecuciones o los informes de ejecución, y sobre todo lo que es el boletín fiscal, donde se podría ver y evaluar el tema de las metas. Eso también retrasa lo que es el análisis de la información. Cuando vemos el presupuesto en el Ministerio de Educación, de los 27.385 millones, 18 mil millones corresponden a transferencias a las universidades. El “Fondo de incentivo docente” es otro de los programas que tendrá un incremento del 62 por ciento. Y en términos relativos, si bien presupuestariamente es mucho menor, el tema de infraestructura y equipamiento, que son transferencias también que se hacen a los gobiernos provinciales para el mejoramiento y equipamiento de las escuelas. Cuando vemos el análisis en el Ministerio de Desarrollo Social, me parece que lo más destacable es el componente de las pensiones no contributivas, que tendrá un incremento del 53 por ciento. Estas pensiones llegan actualmente a alrededor de 1.100.000 beneficiarios. Tiene diferentes componentes: desde lo que va a lo que es para vejez, madres de más de siete hijos e invalidez. Las más importantes son las de invalidez y madres de siete hijos. El otro programa que tiene bastante aumento en términos comparativos es “Argentina trabaja”, que tiene por objetivo conformar cooperativas. Uno de los programas, “Seguridad alimentaria”, tendrá un aumento relativo, con el 13 por ciento. Este programa tiene como fin asistir a los comedores escolares y comunitarios, pero también transfiere tickets a las personas. Nos llamó la atención la reducción del programa “Manos a la obra”, que se reduce un 41 por ciento, y “Familias”, que está explicado principalmente por el traspaso de beneficiarios a la Asignación Universal. Cuando vemos los datos referidos al Ministerio de Salud, los mayores gastos están concentrados en la atención médica a los beneficiarios de pensiones no contributivas. Esto tendrá un aumento del 21 por ciento. Otro programa importante en cuanto a temas relativos de aumento es “Atención a la madre y al niño”, que tendrá casi un 34 por ciento. Éste es el principal programa que distribuye, por un lado, leche, pero por otro lado también todo lo que es atención a las madres y a las embarazadas, con el objetivo de reducir la mortalidad materno-infantil. Inclusive, el componente más importante acá es el plan “Nacer”, cuya inscripción es requisito para las embarazadas que recibirán la asignación por embarazo. El programa “Remediar”, que tenía todo lo que es la distribución de medicamentos a los centros de atención primaria de la salud, también tiene un aumento significativo del 64 por ciento. Hay una cuestión que es difícil de evaluar, solamente cuando uno dice: “Bueno, ¿pero todos estos números en referencia a qué?”. De nuevo, creo que es fundamental poder trabajar en lo que es la asignación correcta o mejor puesta de lo que son las metas físicas, porque de esa forma después se puede evaluar mejor. Por otra parte, no sé si se llega a observar en la diapositiva la división que hemos hecho en “Programas de vivienda”, “Programas de agua potable y alcantarillado”; “Programas de educación”; y “Asistencia social”. Prácticamente, ahí las modificaciones son muy pocas y, si tomamos en términos reales, habrá casi una reducción. Lo que es el programa “Vivienda y urbanismo” tendrá un aumento del 3 por ciento, que es casi nada. Con lo cual, acá hay una clara política de preferencia a lo que son los programas de transferencia y asistencia, a los de infraestructura. Lo mismo pasa con agua potable, si el 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 38 mayor aumento está por obligaciones a cargo del Tesoro. Y los programas de educación, que son la construcción de escuelas, también tendrán un bajo nivel de aumento. Una de las cosas que llamó más la atención en cuanto a la asistencia y promoción es la asistencia financiera para lo que es infraestructura social básica a las provincias, que tiene una reducción del 32 por ciento. Pasaré los otros ministerios, para no demorarme más. Pero una de las cosas que quiero mencionar es que, así como hicimos un análisis por jurisdicción, también hemos hecho un análisis importante de lo que es la distribución geográfica del gasto. Y ahí las principales conclusiones que podemos tener de esto son las brechas y debilidades que hay en la asignación presupuestaria con los criterios objetivos. Así como una de las debilidades es el tema de las metas físicas, creo que la otra, y hasta más importante, es la distribución geográfica, por lo menos, en la Ley de Presupuesto. Si un legislador o cualquier persona toma cómo se redistribuye, después uno ve que en la realidad no es así. Y hay dos componentes importantes que yo quería mostrar acá en la distribución geográfica del gasto. Por un lado, el efecto Ciudad de Buenos Aires, que si bien —como veíamos— recibe mucha plata supuestamente, está mal asignado, porque debería poder sacarse ese efecto, dado que cuando uno quiere ver cuánto es lo que realmente recibe en bienes públicos, es difícil de poder evaluarlo. Entonces, ya partimos de la base que, con la información presupuestaria que tenemos, es muy difícil hacer una evaluación de la distribución geográfica del gasto. Con la ejecución seria otro tema. El otro punto es el gasto no asignado, que vendría a ser casi como la cuarta o quinta jurisdicción a nivel de importancia. Y ese es un gasto que en el momento de elaborar el presupuesto no se asigna, pero después en el momento de la ejecución discrecionalmente se asigna. Nosotros, para sacar las conclusiones de lo que es la distribución geográfica del gasto, analizamos quince programas sociales, que son los que están enumerados ahí, y los cruzamos por criterios objetivos en las provincias. Como conclusión, podemos decir que el principal criterio es el tamaño de población, pero cuando uno intenta ver con criterios objetivos, es casi nulo o, en segundo lugar, tiene criterios como línea de pobreza, desempleo, o déficit habitacional —depende el programa—, pero prácticamente hay bastante discrecionalidad y esos criterios no tienen mucha relevancia. El tema de los fondos asignados a la Ciudad es importante. En “Conectar Igualdad”, si uno quiere ver la distribución geográfica del gasto, no lo puede ver; en “Manos a las obras”, el 80 por ciento está asignado a la Ciudad; “Atención a la madre y al niño”, el 60 por ciento; y “Seguridad alimentaria” también. “Asignación Universal” es el único programa que, cruzándolo con criterios objetivos, como es empleo no registrado y desempleo, responde a un criterio objetivo. Por un lado, las provincias más grandes reciben mayor cantidad de plata y las que tienen el empleo no registrado, se sigue con ese criterio y el desempleo. “Argentina trabaja” es uno de los peores. Supuestamente, tiene asignada una distribución a once provincias, pero el 70 por ciento está concentrado en la provincia de Buenos Aires. En la ejecución, uno empieza a encontrar como que los datos recobran vida propia, en el sentido de que provincias que no tenían asignado gasto, tienen ejecutado, y viceversa. “Techo digno” es uno de los ejemplos intermedios que responde, de alguna manera, el déficit habitacional. Pero bueno, no quiero seguir abrumándolos con esto. Creo que uno de los temas importantes para poder lograr una mayor previsibilidad de 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 39 este gasto social es tender a revertir esa tendencia a las subestimaciones de las variables macro, particularmente lo que es la inflación en los ingresos, para evitar después esa distribución discrecional por parte del Ejecutivo. Creo que es fundamental mejorar la calidad de la información presupuestaria cuando llegamos a niveles de los programas, sobre todo en lo que tiene que ver con las metas físicas y, por lo tanto, poder otorgar mayor criterio objetivo de distribución. Es importante fortalecer esa información, sobre todo en cuanto a la ejecución presupuestaria. Para último, creo que es clave fortalecer la información presupuestaria, sobre todo en lo que es distribución geográfica, porque cualquier otro tipo de análisis que queramos hacer queda invalidado ante eso. Muchísimas gracias. (Aplausos.) Moderador. — Muchas gracias a los tres panelistas por el tiempo, pero sobre todo por el contenido. En todas las presentaciones hemos visto dimensiones de análisis que quisiéramos tener en el Congreso de la Nación, y que no tenemos. Muchas de ellas son tremendamente importantes, como la distribución federal, ya sea per cápita o en términos absolutos, y todo el análisis de si el gasto social está respetando los criterios a donde se diseñó que tenían que llegar esos gastos. Así que yo les agradezco mucho la presentación y el trabajo que hacen. Sra. Presidenta. — Abrimos ahora un espacio de preguntas. Participante. — Primero, quisiera hacer una reflexión. Me sobran los dedos de la mano izquierda o derecha para contar la cantidad de legisladores presentes en esta jornada. Yo soy una humilde semillita de eso que será el fruto que ustedes crearán seguramente. Hace muchos años que me toca estar en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Repito que me sobran los dedos de la mano izquierda o derecha. No están los legisladores. Y ellos son los destinatarios de este tema. Y cuento una anécdota que hace al tema: entre las cosas que me tocan hacer a mí está la de dar los cursos de capacitación presupuestaria en el Instituto de Capacitación Parlamentaria de la Cámara de Diputados. La Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados tiene 49 integrantes. En el curso de capacitación que me toca dar a mí en el ICAP, de entre treinta y treinta y cinco, dos o tres son procedentes de Económicas; uno o dos de Derecho; y el resto son psicólogos, escribanos, arquitectos. Señores: discúlpenme la expresión, pero la pelota de la cancha es de los legisladores. Son ellos quienes tienen que llevar adelante el fruto de esta oficina. Moderador. — Muchas gracias. Fue una linda reflexión. Participante. — El doctor Despouy se retiró, pero justamente lo comenté con él personalmente. Más allá todas estas ponderables iniciativas, existiendo la Auditoría General de la Nación, que tiene estructura formal, depende del Congreso y tiene planteles organizados de profesionales, ¿por qué, por lo menos inicialmente, la estructura de la Oficina de Presupuesto no se acondiciona para prestar este tipo de apoyo, ya que la Auditoria tendría toda la infraestructura inmediata, necesaria y profesional para hacerlo? No lo entiendo. Moderador. — A ver, yo contesto desde mi lugar personal. Creo que es una idea para explorar, habida cuenta de que todavía no tenemos el instrumento en el ámbito legislativo. Pero nosotros estamos apuntando a tener un cuerpo de análisis previo y no un cuerpo de auditoría pos ejecución. Participante. — Yo me refería a incorporarlo a la auditoría para tenerlo allí y que el análisis previo lo suministre la auditoría. Moderador. — Esa podría ser una idea, pero si uno lo escucha a Leandro con algún detenimiento, todavía está penando para hacer la auditoría de presupuestos anteriores. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 40 Entonces, me parece que primero tendríamos que asegurarnos de que esa auditoría se haga en tiempo y forma —por supuesto, no es responsabilidad del doctor Despouy, sino de la información que recibe a cuentagotas. Me parece que es una buena idea, pero si lo encaramos por ese lugar, corremos el riesgo de que termine teniendo un rol poco efectivo. Me parece que la batalla que hay que dar es ésta. Este año estuvimos bastante cerca, hay que seguir insistiendo y, como decíamos hace un rato, hay que comunicarlo a la sociedad, que la sociedad sepa cuáles son las deficiencias y que queden en evidencia alguna de las cuestiones que planteaba el señor en su pregunta anterior: que sepan que los legisladores que tienen la responsabilidad de tratar alguna de estas cuestiones, por desidia propia o por defecto institucional, no tienen los elementos para hacerlo. El atajo lo tomo como una idea, pero como ocurre siempre con los atajos, quizás termina siendo una solución de corto plazo pero un problema de mediano plazo. Participante. — Una propuesta: todas las presentaciones fueron muy interesantes, pero a la vez fueron demasiadas rápidas. Sería bueno que pongan a disposición alguna forma de tener acceso, dado que hemos dejado las direcciones de correo electrónico, al conjunto de las presentaciones de lo que se pueda mostrar. Sra. Presidenta. — Vamos a enviar todas las presentaciones para que se cuelguen en sus páginas. Lo mismo haremos en la página de la Comisión de Economía. Moderador. — Yo tomo la sugerencia. Habida cuenta de que cada uno tuvo que hacer el esfuerzo de anotar su dirección de e-mail, podemos enviarles las presentaciones. Tiene la palabra Marcó Makón. Sr. Makón. — Un temita más. El tema de fortificar el rol del Congreso, a mí entender, no es solamente el tema de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Yo creo que debería también tratarse o analizarse la posibilidad de cambiar el procedimiento de aprobación del presupuesto. Porque es un procedimiento muy largo y engorroso, que significa el dictamen de dos comisiones, que significan el tratamiento en dos plenarios, cuando existen países donde hay una comisión mixta de presupuesto, integrada por las dos Cámaras, y hay un tratamiento del presupuesto en plenario. Eso agilizaría el proceso de aprobación del presupuesto. Me imagino que cuando estábamos hablando de la Oficina de Presupuesto del Congreso, no es para la Cámara de Diputados y para el Senado, sino de manera mixta. Entonces, a lo mejor sería bueno también analizar la posibilidad de ver cómo se puede agilizar el proceso de aprobación. El otro tema es el proceso de aprobación de las modificaciones presupuestarias. Yo conozco casos de países donde, por ejemplo, una modificación presupuestaria que va al Congreso, tiene dictamen de la Comisión de Presupuesto de Diputados, después plenario, dictamen de la Comisión de Presupuesto de Senado, y plenario. Muy largo. Hay países donde la comisión mixta permanente del presupuesto, conformada por diputados y senadores, es la que trata las modificaciones presupuestarias. Lo que se dice desde el otro lado del mostrador es que es muy largo el proceso y, por lo tanto, hasta que aprueben, la situación ya se ejecutó. Pero además de ese argumento, sería importante revisar, los procedimientos de aprobación de presupuesto y aprobación de las modificaciones presupuestarias, junto con la Oficina. Participante. — Quiero hacer una sugerencia. Yo soy asesora de acá, no soy ninguna persona de peso, pero ¿podríamos poner a disposición el dictamen conjunto que está consensuado y lamentablemente no avanzó? Eso, por un lado. Y el otro tema —el participante anterior se debe acordar— es que cuando estaba Lamberto en la Comisión de Presupuesto y el amigo 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 41 Marcos Makón, había un diálogo muy fluido entre el Ejecutivo y el Legislativo. Cuando yo discutí con Triaca, dentro del PRO, el proyecto de Oficina de Presupuesto, uno de los puntos era intervenir —la Constitución lo faculta— durante el proceso de formulación para que se vaya dialogando, que sería una manera de agilizar. Porque, cuando llega a Diputados, ya está el paquetito cerrado y es muy difícil empezar una discusión en tan poco tiempo. Participante. — Siguiendo la idea —yo también lo pensé—, la clave es la concomitancia con la que se interviene, porque se puede caer en riesgo de crear la Oficina de Presupuesto y que no se solucione el problema. Resalto la concomitancia informativa en la fase del anteproyecto, donde se dé transparencia informativa, que no sea solamente al Congreso, sino también a la ciudadanía. Y ahí habría que ver el tema del presupuesto participativo, pero esa es otra discusión. Yo me temo que la ley vaya en vía muerta, entonces, habría que ir repensando alguna estrategia por la cual el Congreso respete ese rol presupuestario. Moderador. — Tomo la sugerencia y hago una reflexión antes de dar lugar a otra pregunta. Me parece que los que estamos acá reunidos pensamos en el mediano plazo. Dejemos, por lo menos para futuro, un mojón, más allá de la discusión coyuntural. Yo soy perfectamente conciente de que en el próximo período parlamentario no habrá muy buena predisposición de la mayoría por avanzar en estas cuestiones, pero eso no quiere decir que nosotros tenemos que bajar los brazos. Y por eso quizás la discusión hay que trasladarla a otro lugar, como siempre decimos con Laura, y que la lupa de la sociedad empiece a mirar estas cuestiones que le son totalmente ajenas, inasibles, y creo que en eso nosotros también tenemos un rol para cumplir. — Un participante realiza manifestaciones que no se alcanzan a percibir. Moderador. – Le damos derecho de réplica a Ariel. Y con eso vamos a ir cerrando. Sr. Barraud. – Si hacemos las consideraciones por densidad poblacional, las disparidades se mantienen. Provincias con la misma densidad poblacional reciben muy distintos recursos per cápita. O sea, yo hablaba de disparidad, no estaba haciendo ningún juicio de valor acerca de si el que tiene menos habitantes tiene que recibir menos. Pero las cuestiones de equiparación que vemos en Canadá y en Australia –donde se tienen en cuenta la densidad poblacional y las distancias– en la Argentina no se dan. Yo mostré una dimensión: la desigualdad. Y cualquier otra que tomemos mostrará desigualdades semejantes; sólo cambiarán los nombres de las provincias. Moderador. – ¿Estamos? Sra. Presidenta. – Simplemente para terminar, deseo agradecerles: Alfonso, tu moderación en este último panel y a todos los asistentes por participar. Creo que la importancia de este evento radica en que todos han estado, todos se comprometieron en tiempo y forma, y todos cumplieron perfectamente con su tiempo. Este encuentro ayuda a juntar masa crítica para instalar algo que tenemos que instalar: un tratamiento presupuestario correcto que genere un impacto sistémico. Esto tiene que llegar a la sociedad y tiene que ser claramente visible. Una sociedad que debe entender qué es lo que se hace cuando se deciden políticas presupuestarias. Asimismo, debe entender que el presupuesto, más allá que cualquier otra cosa, es un instrumento de política pública. Es decir que lo que muestra y da a luz es la forma en que se están distribuyendo esos recursos que representan los esfuerzos de todos. 15/11/2011 Reunión de la Comisión de Economía Nacional e Inversión Pág. 42 Entonces, nosotros estamos obstinados en esa pelea, a fin de que el Congreso realice, en el presupuesto de la Nación, un adecuado tratamiento legislativo en su responsabilidad de aprobación; pero, fundamentalmente, en su responsabilidad de control. Creo que el trabajo de todos ustedes –considerando los distintos orígenes que pueda haber acá–, y el solo hecho de querer interiorizarse y querer aprobar este tipo de jornadas, va en refuerzo de esto. Por lo tanto, les agradecemos muchísimo desde todo punto de vista. Fundamentalmente a las instituciones que han participado y apoyado la instalación del tema – más allá del esfuerzo que hacen cotidianamente en la provisión de información que para nosotros es sumamente útil–, porque creo que, bueno, hay una canción que me viene a la mente “con gotas sobre gotas se hacen océanos”. Así que muchísimas gracias a todos ustedes por estar aquí. (Aplausos.) – Son las 13 y 54.
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