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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE JUSTICIA Y ASUNTOS
PENALES Y DE PRESUPUESTO Y HACIENDA
Salón ―Azul‖ — H. Senado de la Nación
10 de abril de 2013
Presidencia del señor senador Guastavino
PUBLICACIÓN DE LA DIRECCIÒN GENERAL DE TAQUÍGRAFOS
10/04/2013
Reunión plenaria de las comisiones de Justicia y Asuntos Penales
y de Presupuesto y Hacienda
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– En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Azul del
H. Senado de la Nación, a las 12 y 15 del miércoles 10 de abril
de 2013:
Sr. Presidente (Guastavino). – Vamos a dar inicio al tratamiento del proyecto de ley enviado
por el Poder Ejecutivo que tiene que ver con la creación de tres cámaras de casación.
Como dije anteriormente, habiendo quórum de las comisiones de Justicia y Asuntos
Penales y de Presupuesto y Hacienda, iniciamos el tratamiento, para lo cual, le pedimos al
ministro que nos informe y fundamente el proyecto que ha enviado el Poder Ejecutivo sobre
la creación de las tres cámaras de casación.
Sr. Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (Alak). – Muchas gracias. La
creación de tres cámaras de casación para el ámbito nacional y federal no ha sido un tema que
ha despertado tantas polémicas como el anterior. ¿Por qué no ha despertado tantas polémicas
como el anterior? Porque la casación, en la Argentina, existe. Existe la casación penal federal.
El año pasado se conmemoraron los 20 años de su existencia.
Existen, en este Congreso de la Nación, numerosos proyectos de creación de cámaras
de casaciones civiles, comerciales, laborales, previsionales, contencioso administrativas,
impulsadas en su gran mayoría por fuerzas políticas de la oposición. Es decir, no se puede
cuestionar la creación de las cámaras de casación como una novedad en la Argentina ni
tampoco se puede cuestiona la creación de la casación como una propuesta de una fuerza
política en el gobierno; sino que existen numerosos proyectos que han sido presentados aquí
por la oposición y, además, numerosa doctrina en la Argentina, que tiene como autoría a
juristas independientes o que tienen afinidad con fuerzas políticas que son opositoras, que han
tributado a favor de la existencia de las cámaras de casación.
¿Por qué es necesario promover esta ley creando estas tres cámaras de casación
nacional y federal? Como sabemos el término ―casación‖ deviene del francés de anular. Si
bien el derecho argentino tiene su fundamento inicial remoto en el derecho francés, de ahí
deviene la impronta del Código Civil de Bonaparte y de Vélez Sarsfield; fue girando en estos
200 años hacia un derecho de estilo y de sustancia más hispánica. Igualmente, la casación no
ha sido un instrumento en uso en Francia, sino que se ha extendido a países que tienen una
raigambre cultural importante como España o Italia. Es decir, la casación no es un
instrumento extraño a la vida jurídica de los argentinos.
Se han planteados dos objetivos principales de la casación. Uno es unificar la
jurisprudencia. Y el segundo es descomprimir la cantidad de causas que tiene la Corte.
La unificación de la jurisprudencia resulta indispensable para la celeridad. Existe
mucha jurisprudencia contradictoria de las cámaras. Y existe mucha jurisprudencia
contradictoria no sólo de una cámara del interior del país con una cámara de la Capital, que
interpretan el mismo caso y aplican el derecho en forma diferente o aplican el mismo derecho
a casos diferentes; sino que existen contradicciones entre las salas de una misma cámara. Esta
contradicción entre la jurisprudencia de diferentes cámaras o entre salas de una misma cámara
genera, en un porcentaje aproximado al 80 por ciento, lentitud en la Justicia.
La primera pretensión de la creación de cámaras de casación en lo civil y comercial,
nacional y federal, en lo laboral y previsional y en lo contencioso administrativo, como
tercera cámara, busca lograr celeridad en el procedimiento.
Se ha dicho y se ha sostenido –lo he leído en los diarios de hoy mismo– que crear tres
cámaras de casación significa mayor burocracia. Eso no es así. No es verdad. La palabra
burocracia se asocia a lentitud, a demora en la tramitación. Por el contrario, la casación
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acelera la tramitación a los efectos de unificar la jurisprudencia, a los efectos de centrar
jurisprudencia para que todas las salas de una misma cámara y todas las cámaras federales y
nacionales de la Argentina –en total son 30– puedan aplicar los mismos principios
jurisprudenciales o interpretación jurisprudencial de la norma en forma uniforme.
Otra falacia que se ha planteado es que se quiere crear la casación para demorar los
juicios previsionales. Es absolutamente al revés. La situación de la demora en el pago de los
haberes previsionales no obedece a una cuestión de burocracia. Obedece a fallos
absolutamente contradictorios ante la misma situación. En el caso previsional, hay una
pluralidad doctrinaria excesiva. Es útil la pluralidad doctrinaria. La reivindicamos. Pero, la
pluralidad doctrinaria excesiva lo único que genera es demora en la tramitación de los juicios
previsionales. Cito este tema porque ha sido planteado públicamente que se persigue anular
estos juicios.
En cambio, una jurisprudencia unificada por una Cámara de Casación que ese es el rol
que tiene, permitiría mayor celeridad, mucha más celeridad a los juicios previsionales, incluso
contenciosos administrativos.
Otro de los argumentos centrales como la creación de las Cámaras de Casación y los
nuevos recursos que se están legislando para los ciudadanos como es el recurso de casación y
las nuevas garantías que tiene o el de revisión que contiene la ley o de inconstitucionalidad
pero no con los extremos del recurso de inconstitucionalidad del recurso extraordinario ante
la Corte que hay que cumplir con una serie tal de requisitos que nunca se termina ejerciendo
prácticamente. Otro de los objetivos que persiguen las Cámaras de Casación es descomprimir
el trabajo de la Corte. Como sabemos, la Corte interviene en el recurso extraordinario por el
artículo 14 de la ley 48 sancionada en 1863. Recién, mientras participaba de este debate
preguntaba la fecha de la ley 48, que es el fundamento del recurso extraordinario y me decían
1863. Saqué la cuenta y se cumplen 150 años este año, de esa puerta que la Corte abrió para
que se puedan recurrir los Tribunales de Primera Instancia cuando no existían las cámaras.
¿Qué pasó con el recurso extraordinario en estos 150 años? ¿Se aplicó a las causales
clásicas del recurso extraordinario solamente que son la incorrecta aplicación de un Tratado
por parte del Congreso de la Nación, la incorrecta aplicación de una ley de provincia en la
Constitución Nacional? No, se aplicó no solamente a las tres causales clásicas, se empezó a
aplicar con construcciones jurisprudenciales a una infinidad de casos. Por lo tanto la Corte,
que originariamente entendía en muy pocos casos y sentaba jurisprudencias que duraban
décadas empezó a verse atiborrada de una inmensa cantidad de causas comunes en donde se
debatía el derecho común, tanto procesal, común o de fondo.
Por lo tanto, generó un congestionamiento en nuestra Corte que dio como resultado
que mientras que la Corte de Estados Unidos –cito a Estados Unidos porque es el país que
nos dan como ejemplo quienes nos critican a nosotros y nos dan como modelo paradisíaco ese
país− trata anualmente 85 casos, ¿cómo los trata? Los trata con audiencias públicas, con
amicus curiae, con la participación de muchísimos sectores. Tiene la posibilidad de tratar a
fondo las causas y al tratarlas a fondo y abrirlas a prueba a la casi totalidad de las causas con
audiencias públicas el trabajo es tan profundo que genera jurisprudencia para varios años o
décadas.
¿Qué es lo que sucede con nuestras Cortes? La Corte actual, ha hecho un esfuerzo
muy grande en llevar adelante procesos con audiencias públicas. Es la primera que lo ha
hecho. Pero en casos limitados porque la cantidad de recursos de arbitrariedad que recibe
nuestra Corte es enorme, casi el 90 por ciento de los recursos de arbitrariedad que no debería
recibir la Corte en términos de lo que establece el artículo 14 de la ley 48. Casi el 90 por
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ciento de esas cuestiones llegan a la Corte.
Por lo tanto, queremos que la Corte tenga un número racional de causas, que se
dedique a las causas centrales, no las voy a enumerar pero lo argentinos sabemos cuáles son.
Si pregunto en esta mesa cuáles son las causas centrales que tenemos y seguramente ustedes
saben rápida que no son una o dos, sino que hay cinco o diez en las que la Corte se podría
avocar. Esto beneficia a la Corte en cuanto a que le da la posibilidad de dedicarse a menos
expedientes y cómo se resuelven hoy los recursos de arbitrariedad que son una construcción
−como decíamos− pretoriana, que no surgen del artículo 48, sino que la corte en todo este
desarrollo de 150 años fue abriendo la puerta para que ingresen. ¿Cómo resuelve la Corte
9300 expedientes al año? Y, los resuelve con el artículo 280 del Código Civil y Procesal de la
Nación. Con el famoso, en el ámbito jurídico, certiorari que muchos dicen que es un
formulario impreso que la causa le pone al expediente porque considera que no es pertinente
llegar a la Corte para plantear ese reclamo. Por lo tanto, la puerta que se abrió hace 150 años
con el recursos extraordinario, que era para las tres causales clásicas conocidas, se fue
abriendo para los recursos por arbitrariedad y hoy la Corte en el 90 por ciento de los recursos
que tiene que tratar por arbitrariedad y el 10 por ciento por cuestiones que corresponden a la
ley 48. Nosotros consideramos que este 90 por ciento va a poder ser mejor analizados por
jueces de casación. Porque en la práctica, la Corte, tiene su conjunto de secretarios y relatores
y esos expedientes de arbitrariedad circulan entre secretarios y asesores y terminan con una
plancha impresa. Y la Corte dice: ―no a lugar por insustancial o porque no corresponde el
procedimiento‖.
Por lo tanto, con la creación de la casación le estamos dando garantías de que jueces
designados por el Congreso de la Nación y el Poder Ejecutivo de la Nación analicen ese 90
por ciento de causas, lo puedan abrir a prueba y el justiciable no reciba un formulario impreso
diciendo: ―es improcedente‖. Estamos dando garantías y la posibilidad de que la Corte se
dedique a lo importante. A las cosas trascedentes y enmarque una correcta interpretación de
la Constitución como guía jurídica a todos los argentinos, a todas las cámaras y a todos los
jueces de la Nación. Creo que es un proyecto que no debería tener demasiada dificultad en ser
aprobado. Es más, no solamente tenemos los antecedentes federales con la Cámara Federal de
Casación, ni los europeos, sino que existen proyectos de ley y antecedentes provinciales en
los que la casación no solamente se limita a lo penal. Por otra parte, tanto se habla del
Consejo de la Magistratura del valor del Consejo de la Magistratura como institución de la
Europa continental o eurocéntrica, que es de Italia, España o Francia, y los tres tienen
casación. Y si vamos a la casación italiana, la cantidad de miembros no es 20, como en
Argentina, sino de 350.
Por lo tanto, tampoco queremos que se argumente que esto es creación de la
burocracia porque no es cuestión de tomar el modelo europeo que tiene perfil corporativo,
pero que lo corrige con un sistema parlamentario que puede cuestionar las sentencias. No es
cuestión de tomar el modelo europeo para el Consejo de la Magistratura y no tomar el modelo
para la Casación que es un instrumento muy desarrollado y que aquí se ha incorporado con
eficacia en la Cámara Penal Federal que ha tenido un desempeño impecable. Por ejemplo, en
los últimos años, en la promoción de los juicios contra delitos de lesa humanidad.
Por eso creemos que sería un proyecto sumamente beneficioso. Ganaría mucho en
celeridad y los argumentos que se han esgrimido de que esto es más burocracia, no es así,
porque esto está enderezado a mayor celeridad de los juicios y permitiría que la Corte pueda
dedicarse a lo que debe dedicarse la Corte a 80 causas y no a 9300 que es imposible que siete
juristas argentinos puedan analizar con profundidad, audiencias públicas y procedimientos de
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apertura tamaña cantidad de causas.
Sr. Presidente. – Gracias, ministro.
La falta práctica de incorporar modificaciones en los dictámenes llevó a que omitiera
leer una modificación a propuesta de nuestro bloque en el dictamen de mayoría. En el artículo
6°, sustitúyase el artículo 7 de la ley 24.937 texto ordenado 1099, por el siguiente:
―Atribuciones del Plenario del Consejo de la Magistratura‖. Dice: ―la sesión plenaria tendrá
las siguientes atribuciones‖, pasamos al inciso 6 ―con la mayoría absoluta de la totalidad de
sus miembros podrá instruir a la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial
que proceda a la convocatoria a concurso con anterioridad a la producción de vacantes
orientados por fuero e instancia judicial. Entre quienes aprueben el concurso previo se
confeccionará una nómina cuya vigencia será de cinco años y no de tres como estaba en el
proyecto que estaba en el órgano ejecutivo. Agradezco la posibilidad de hacer esta salvedad‖.
Gracias.
Tiene la palabra el señor secretario.
Sr. Álvarez. – El ministro fue muy contundente y muy completo. Una cuestión gráfica para
explicar cuál es la situación actual y cuál es el problema que se pretende subsanar con este
proyecto de ley de la creación de estas tres salas de Casación.
En el artículo 108 de la Constitución Nacional, que corresponde a la Sección Tercera
del Poder Judicial, Capítulo I, establece que el Poder Judicial de la Nación será ejercido por
una Corte Suprema de Justicia y por los demás tribunales inferiores. En este artículo establece
la forma piramidal del Poder Judicial de la Nación, una constitución y tribunales inferiores.
Hoy tenemos una pirámide trunca porque tenemos una base donde está toda la justicia de
primera instancia, una segunda línea donde están todas las cámaras de los fueros, pero
tenemos solo un pedacito de esa pirámide entre la punta, que es la Corte, y el resto de las
cámaras y los tribunales inferiores completa, que es solamente la Cámara de Casación Penal.
Con este proyecto de ley, nosotros pretendemos y vamos a subsanar esta pirámide
trunca. Vamos a completar el agujero que existe en esta pirámide. Y en ese sentido, se van a
crear las cámaras de casación faltantes con el antecedente ya comprobado de que la existencia
de una Cámara de Casación Penal para el fuero penal fue una experiencia fructífera,
reconocida por un consenso unánime de todos los operadores jurídicos. Por eso, creamos la
Cámara Federal de Casación en lo contencioso administrativo, la Cámara Federal y Nacional
en lo laboral y la seguridad social, y la Cámara Federal Nacional de Casación Civil. Esta es la
cuestión gráfica.
La cuestión jurídica y procedimental –la cuestión formal- en el proyecto de casación
incluye la forma en que estas casaciones casan las sentencias de las cámaras en algunos
supuestos específicamente establecidos. Pueden casar una sentencia de cámara a través de tres
recursos: el recurso de casación propiamente dicho –que ahora lo voy a desarrollar-; el
recurso de inconstitucionalidad, como decía el ministro, tiene las mismas características que
el recurso de inconstitucionalidad ante la Corte, pero con efectos menos restringidos, por eso,
la estructura piramidal para llegar a la Corte por inconstitucionalidad se requieren más
requisitos que para llegar a la Cámara de Casación; y el recurso de revisión, que significa la
posibilidad de que la Cámara de Casación una vez establecida una sentencia de los tribunales
inferiores, una sentencia definitiva, pero probado por un hecho posterior que en otro proceso
se probó que la sentencia no era cierta.
Por ejemplo, el caso típico del final de una película que se descubre cómo habían sido
los hechos y quién había matado a la víctima. Si está probado ese hecho, la Cámara de
Casación por el término de tres años de dictada la sentencia del tribunal inferior podrá tomar
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la sentencia definitiva y hacerla pronunciar nuevamente en virtud de este nuevo hecho
probado que modifica de forma tan sustancial en la circunstancia del caso que hace que la
sentencia se vuelva inconducente y no conforme a derecho.
Entonces, este recurso de revisión más el recurso de inconstitucionalidad se suma al
recurso propio de la casación, que procede en cuatro circunstancias. Primer caso, procede en
la intervención de estas cámaras de casación cuando hay inobservancia, o errónea aplicación,
o interpretación de las normas de fondo. Segundo caso, procede la casación de las cámaras en
las sentencias de los tribunales inferiores cuando hay errónea aplicación de la forma.
Entonces, la Cámara de Casación manda al tribunal a subsanar esa forma, ese error de
procedimiento. Por ejemplo, esa omisión de abrir el expediente a prueba u omisión de una
prueba sustancial en particular.
En el tercer caso, procede la casación cuando hay arbitrariedad de las cámaras y de los
tribunales inferiores. Por último, procede la casación cuando es necesaria la unificación de los
criterios establecidos por los tribunales inferiores. Por ejemplo, una cámara en Comodoro
Rivadavia dicta una sentencia que se fundamenta en una doctrina distinta o una interpretación
distinta de la cámara de otra jurisdicción, como puede ser la Ciudad de Buenos Aires. En ese
caso, la Cámara de Casación unifica el criterio.
Este último punto deroga el conocido plenario de las cámaras. Lo que los abogados
litigantes y los jueces conocen como el recurso de inaplicabilidad de la ley, que es cuando dos
salas de la cámara piensan distinto sobre una ley. Entonces, la ley se torna inaplicable. Eso se
resolvía llamando al pleno de las salas para resolver cómo se tiene que aplicar la ley. Ahora
este recurso se suprime por la existencia de un tribunal superior que va a poder decidir cuál es
el criterio que se debe aplicar para interpretar y aplicar específicamente esa ley.
En consecuencia, se modifica el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
desde los artículos 288 hasta 301.
Sr. Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. – El plenario de cámara que
ha sido el instrumento utilizado por las cámaras para unificar jurisprudencia muchas veces se
ha convertido en una forma de legislar. Por eso, nos parece importante que haya un órgano
superior que unifique.
Por otro lado, el plenario de la cámara paraliza el procedimiento, es decir, paraliza el
fuero. Las demoras que generan los plenarios de cámara son de muchísimo tiempo en un
fuero, y estamos hablando de celeridad. Y si se quiere criticar este proyecto de ley por
demorar las causas previsionales, yo digo que uno de los problemas de la demora de los
fueros previsionales y laborales suelen ser los plenarios de cámara que quedarían superados
con este mecanismo de la casación.
Por otra parte, nosotros dijimos que queremos menos causas en la Corte para que las
profundicen. Se puede decir –no lo he leído aún, pero seguramente lo van a decir- que es
notable, quieren que la Corte vuelva al artículo 14 de la Ley 48, al recurso extraordinario
clásico o a la competencia originaria en conflictos entre provincias; sin embargo, le han
agregado el per saltum como nuevo recurso hace muy poco, pero una cosa es el per saltum
por gravedad institucional, que se da en muy contados casos y hacen a la gravedad del
funcionamiento de un Estado, y otra, son los miles de expedientes que hoy llegan a la Corte
por causas de derecho común o de procedimiento.
Antes de que venga la crítica por el per saltum creado por este Congreso necesario
para el país, quería advertir que nos parece correcto, y que la Corte en lugar de tratar nueve
mil causas, trate ocho mil doscientas al año.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el senador Pichetto.
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No se alcanzan a percibir las palabras del señor senador
Pichetto por inconvenientes en el audio.
Sr. Pichetto. – ...Tanto Vanossi, como de la Rúa, han ocupado cargos relevantes. El doctor de
la Rúa, además de ser un buen jurista, también fue presidente de la Nación. En distintas obras,
ellos ratifican la necesidad –especialmente en la Facultad de Derecho de La Plata con
Morello, que ha sido un gran profesor de Derecho procesal– de consolidar las cámaras de
casación, fundamentalmente en orden a que esto ya tenía una historia: en el artículo 11 de la
Constitución del año 49 estaba la implementación del recurso de casación. Luego esa
Constitución no se implementó y esa tarea fue absorbida por la Corte, que indudablemente
debe ser una de las pocas Cortes del mundo que tiene más de 9 mil causas. Esto es
incomprensible. La Corte de los Estados Unidos, que es muy respetada y valorada por los que
opinan desde el punto de vista jurídico, tiene 70 u 80 casos en el año.
Es cierto que también en este debate hay que poner blanco sobre negro en cuanto al
aumento del abocamiento de la Corte en casos de gravedad institucional. La Corte tiene
sentada una posición de rechazo al per saltum. No le gusta el instituto del per saltum. Pero
también la Corte en los temas que realmente le gustan hace abocamiento por la gravedad
institucional. Éste es un debate interesante para clarificar. Estoy describiendo –no quiero que
se confundan– el incremento del avance de la tarea de construcción –que se denomina
―pretoriana‖– de la Corte en un conjunto de decisiones que son propias de tribunales
inferiores.
Por otra parte, en esta materia no estamos haciendo nada nuevo. Yo ayer, haciendo
zapping, observé cómo se quieren distorsionar algunos debates; cómo algunos, que incluso
han pertenecido a nuestro gobierno, distorsionan en la opinión, ponen a esto como un hecho
de una gravedad extraordinaria, con expresiones como ―Hay que unir a la República detrás de
esto, porque vienen por todo‖. Estos discursos los escuchamos de manera reiterada, cuando
en realidad la Cámara de Casación Penal funciona correctamente y es un tribunal que tiene un
reconocimiento y una jerarquía. Lo que estamos haciendo es complementando los demás
fueros que no tienen cámaras de casación. Esto permitirá ordenar unificar la jurisprudencia,
ordenar el proceso de plenarios de cámaras dispersas que concluyen en decisiones
contradictorias en muchos casos.
Así que éste es el proyecto. No estamos haciendo haciendo nada extraordinario o
destructivo de las instituciones de la República ni tratando de doblegar a la Justicia. Estamos
creando las cámaras en los fueros que faltan. Y precisamente la unificación del criterio
jurisprudencial servirá también para que los tribunales inferiores resuelvan los distintos casos
que se plantean conforme al criterio de la casación. Si bien en la Argentina no tenemos el
sistema de Common Law, del precedente, indudablemente que los jueces inferiores deberían
respetar más las decisiones de las cámaras de casación y las propias decisiones que tome la
Corte.
El otro tema que también escuché es que le queremos quitar a la Corte la competencia
sobre la constitucionalidad. La Corte seguirá siendo el último estamento, el último espacio,
del debate de la constitucionalidad de los temas que tienen que ver con la vida política e
institucional del país. Así que no estamos haciendo nada grave. Al contrario, creemos que es
positivo incorporar instituciones que le faltaban a los fueros; salvo la Casación penal, que ya
funcionaba, los demás fueron no tenían casación. Así que estamos creando cámaras que son
fundamentales para los fueros que se mencionan en el proyecto de ley.
Con esto, presidente, yo considero que estamos en condiciones de firmar el dictamen.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Filmus y posteriormente la señora
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senadora Escudero.
Sr. Filmus. – Muchas gracias, señor presidente. Quería aprovechar para plantear muy
brevemente una particularidad como senador de la Ciudad de Buenos Aires, porque sabemos
que cuando estamos hablando de la creación de cámaras federales y nacionales de casación,
estamos hablando en lo nacional de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces, quería plantear dos
cuestiones diferentes. En primer lugar, desde esta perspectiva también nos favorece a los
habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, que hasta el momento teníamos una sola instancia
superior para poder recurrir, porque no tenemos, como en las provincias, una tercera
instancia, que son los superiores tribunales de provincia. A partir de esto, la creación de la
Cámara Federal y Nacional de Casación nos permite tener esta posibilidad que no sea llegar
directamente a la Corte, donde como ustedes contaron, la mayor parte de estos temas son
desestimados.
Lo que quería plantear, al mismo tiempo de reivindicar y por eso apoyar fuertemente
esta iniciativa, es que nosotros debiéramos avanzar -hemos presentado un proyecto de ley en
este sentido- en la transferencia de la Justicia a la Ciudad. Esto no se contrapone con el
avance de la transferencia de la Justicia a la Ciudad.
Hay que decir que desde la reforma de 1994, los únicos pasos que se han dado de
transferencias concretas de la Nación a la Ciudad han sido de este gobierno. Y quiero recordar
el primero, que fue en 2007, cuando el presidente Néstor Kirchner autoriza la creación de una
fuerza policial propia en la Ciudad. Luego nosotros votamos la transferencia de las
competencias penales. Vergonzosamente hay que decir que esa transferencia, que fue votada
por unanimidad por el Senado y por la Cámara de Diputados, ni siquiera ha sido puesta a
consideración de la Legislatura. Por lo cual, nosotros hemos votado una transferencia de
competencias penales que no está siendo de ninguna manera recibida por la Ciudad, porque el
oficialismo de la Ciudad no quiere dar ningún paso en tener mayor autonomía, como se
resistió posteriormente a la ley que nosotros hemos votado el año pasado cuando transferimos
los transportes subterráneo y colectivo. Resistió todo lo que pudo, porque la verdad es que el
gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no quiere esta autonomía.
Lo que quiero señalar es que esto no se contrapone de ninguna manera con avanzar en
el proceso de transferencia, y que avanzando en el proceso de transferencia, nosotros vamos a
proponer que estas funciones –porque seguirán las funciones federales de la Cámara– sean
absorbidas por el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad, que es lo que corresponde al
mismo nivel de todas las provincias.
Entonces, desde esta perspectiva, considero que es un aporte concreto a los habitantes
de la Ciudad. Como senador de la Ciudad de Buenos Aires, saludo al proyecto desde esta
perspectiva. Y también creo que es necesario instar al Gobierno de la Ciudad que reciba –así
como todavía falta que reciba parte de la ley de 2012 de transferencia de transporte– las
competencias penales, que estando el propio ministro de Justicia de la Ciudad, aquí lo pidió,
se discutió el tema de los recursos y se resolvió también, no hay ningún argumento para que
no ocurra.
Pasado eso, nosotros vamos a proponer también que se sigan debatiendo
fundamentalmente las competencias civiles y comerciales. Las laborales son mucho más
complejas, por eso el proyecto solamente incluye a las civiles y comerciales, pero entendemos
que es un avance hacia la autonomía que en 1994 se determinó que debía tener la Ciudad de
Buenos Aires.
Con este adicional aporte a la Ciudad de Buenos Aires, nosotros apoyamos
fuertemente este proyecto.
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Sr. Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. – Compartimos totalmente.
Casi todas las provincias tienen juzgados de Primera Instancia, Cámara y Superior Tribunal,
pero para los temas nacionales o federales no existía la posibilidad de tener, además del juez,
una cámara y después la Corte. O sea que se equipara la Ciudad de Buenos Aires al resto de
las provincias argentinas.
Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Escudero.
Sra. Escudero. – Gracias, presidente. Como los proyectos ingresaron ayer, tuve tiempo de
darles una lectura superficial, pero no he tenido tiempo de profundizarlos ni de hacer una
reunión con los asesores. En ese sentido, me gustaría compartir la reunión con otros expertos.
Me parece interesante. Me parece interesante escuchar la opinión del Poder Ejecutivo, pero
me parecería interesante también escuchar algunas opiniones de expertos, porque son temas
complejos y técnicos en muchas situaciones.
Quiero aprovechar lo que dijo el ministro acerca de que la Corte Suprema tiene 7000
causas y cómo es posible que siete miembros puedan atenderlas. Quiero aprovechar que está
el secretario de Justicia, que integra el Consejo de la Magistratura –si me escucha–, que el
juez de Orán tiene 8000 causas. Entonces, le pido al Consejo de la Magistratura que acelere el
concurso para el juez de Tartagal, que ya tiene ley; y que también acelere la creación del
tercer juzgado federal de Salta. La estadística lo está mostrando. Si ustedes dicen que siete
miembros no pueden ver 9000 causas, imagínense lo que es un juez con 8000 causas, todas
pesadas, relacionadas con el narcotráfico en la frontera.
Creo que si hablamos de democratización de la justicia lo que debemos hacer es ver
cómo facilitamos que el ciudadano llegue a la justicia. Tengo presentado desde hace un
tiempo un proyecto que pide que las cámaras federales de apelaciones tengan competencia en
la apelación de juicios previsionales. Es, realmente, un atentado a la democratización de la
justicia que a los pobres jubilados de las provincias que reclaman por cuestiones jubilatorias
se les exija venir a Buenos Aires, buscar un abogado de Buenos Aires y constituir domicilio
en Buenos Aires. Eso es denegación de la justicia.
Entonces, yo pido que si se está creando una cámara de casación, que por lo menos se
dé la competencia de apelación en temas previsionales a las cámaras federales de apelación;
con lo cual sí estaríamos diciendo que estamos democratizando la justicia, que estamos
llevando la justicia a donde están los ciudadanos. Ese es un primer pedido y me parece que
esta es una buena oportunidad para dar ese paso.
Tengo algunas dudas y algunas preguntas. La primera está relacionada con el artículo
4°. Cuando se crea la Cámara Federal Nacional de Casación Civil y Comercial se excluye la
apelación de las resoluciones de las cámaras de apelaciones del país; o sea, pareciera que sólo
tiene competencia con relación a las cámaras de la Ciudad de Buenos Aires. Esa es la duda
que tengo: si es que no hay apelaciones que tengan que ver con las cámaras federales, porque
no tienen competencia.
Vamos esa pregunta y después sigo, porque hay dos temitas más que quiero preguntar.
Sr. Álvarez. – Con relación a la última pregunta, la cámara federal corresponde a toda la
justicia federal...
Sra. Escudero. – No dice eso el artículo 4°.
Sr. Álvarez. – Pero es cámara federal, entonces compete a toda la justicia federal. Hay
tribunales federales en la Ciudad de Buenos Aires y tribunales por fuera de la Ciudad.
Sra. Escudero. – El articulado dice: "Contra las sentencias dictadas por la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal –la Cámara– y contra la Cámara Nacional de
Apelaciones".
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Sr. Álvarez. – En lo civil y comercial federal.
Sra. Escudero. – Pero habría que decir "todas las cámaras", como dice el artículo anterior.
Sr. Álvarez. – Primero, esa cuestión.
En cuanto a la segunda cuestión, con relación a lo primero, que había dicho, respecto
de la necesidad de participar y analizar los proyectos mediante expertos, justamente
estábamos hablando con el ministro y le estaba comentando al senador Marcelo Fuentes que
nosotros estamos a disposición de todos los senadores durante el día de hoy, durante el día de
mañana y cuando necesiten para conversar cualquier punto. Me refiero a los expertos que
están detrás nuestro, asesores del Ministerio de Justicia; el propio ministro y quien les habla.
Con relación al punto intermedio, que era el punto de la importancia del acceso a la
justicia, creo que es un debate muy importante. Porque una de las características que tiene la
creación de las cámaras de casación es que se accede a la tutela judicial efectiva, que es el
principio que busca el acceso a la justicia como jurisdicción. El acceso a la justicia como
jurisdicción, esto es: un primer momento, de acceso a poder iniciar un proceso judicial; un
segundo momento, de acceso a un debido proceso, y un tercer momento, de acceso a una
sentencia en tiempo oportuno, se cumple en forma acabada con la creación de estas cámaras
de casación, que van a permitir solucionar estos temas que quedaban en una nebulosa, porque
no existían y porque no podían ni ir a la Corte ni solucionarse en los propios tribunales
inferiores.
Esto, en relación con el concepto de acceso a la justicia como jurisdicción; en el
sentido de que es importante que discutamos, por supuesto, la existencia de una
infraestructura judicial, a partir de la creación de juzgados y de la incorporación de nuevos
tribunales a distintos puntos del país, conforme el crecimiento poblacional y conforme la
distribución geográfica que tiene, gracias a esta política de inclusión de los últimos 10 años,
un país en crecimiento, un país pujante y un país que necesita, en consecuencia, tener
tribunales que solucionen los conflictos. En el Ministerio de Justicia analizamos lo que se
denomina mapa judicial y, si quiere, tenemos los proyectos de constitución y creación y las
necesidades de gestión en ese sentido, para poder conversarlo y discutirlo cuando lo desee.
También me importa destacar el otro concepto de acceso a la justicia, un concepto que
el Ministerio de Justicia, a través del ministro Julio Alak, viene pregonando y mucho, que es
el acceso a la justicia en términos de acceso a la justicia social. Nosotros, desde el Ministerio
de Justicia, consideramos que no tiene sentido hablar del acceso a la justicia jurisdiccional si
en nuestro país tenemos personas excluidas del sistema. Por eso, el acceso a la justicia
también es que los ciudadanos tengan DNI. Por eso, es importante que nosotros, como
Ministerio de Justicia, hagamos lo que venimos haciendo, que es crear centros de acceso a la
justicia como instancia intermedia entre el proceso jurisdiccional y el conflicto propiamente
dicho, para que los ciudadanos puedan solucionar su conflicto con un simple asesoramiento,
que es como se solucionan el 85 por ciento de los conflictos jurídicos. El 85 por ciento de los
conflictos jurídicos no se solucionan con un proceso judicial; se solucionan con el
asesoramiento jurídico, se solucionan con una mediación comunitaria, se solucionan también
brindando y otorgando los derechos adquiridos que tienen todos los ciudadanos, como el
derecho al que tanto trabajo le dedica el Ministerio del Interior de la Nación de tener un DNI.
Pensemos que si un ciudadano no tiene un DNI, no puede acceder al sistema de la justicia.
Esta característica de pensar el acceso a la justicia como acceso a la justicia social
transformó al Ministerio de Justicia, a partir de 2003, de un ministerio que solamente discutía
cuestiones legislativas o designación de magistrados, a un ministerio que tiene una política de
derechos humanos paradigmática en la región y en el mundo –por eso también tenemos la
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10/04/2013
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Secretaría de Derechos Humanos que tenemos– y en un Ministerio de Justicia que crea
centros de acceso a la justicia para resolver los problemas que se ocasionan en cualquier zona
de vulnerabilidad y que sean solucionables con un simple asesoramiento, una mediación, y no
con el acceso a la jurisdicción.
Me parece que es importante destacarlo, porque también este trabajo que venimos
realizando desde hace muchos años, por indicación de la presidenta de la Nación, es
democratizar la justicia.
Sra. Escudero. – Sí, secretario. Pero cuando estamos hablando desde las provincias, los
temas que van a competencia de la justicia federal son aquellos en los que el ciudadano tiene
un conflicto con algún órgano del Estado nacional. Eso no se soluciona con mediación. Ojalá
los jubilados pudieran resolver sus reclamos de reajuste por una mediación. Ojalá. Lo que
estoy pidiendo es que le demos la oportunidad de competencia de apelación en temas
previsionales a las cámaras federales de apelaciones de las provincias. Sería importantísimo.
Sr. Álvarez. – Perfecto, senadora. Nosotros estamos estudiando ese tema. Simplemente,
como había incorporado el concepto de acceso a la justicia, quería referirme a que es un
concepto amplio.
Sra. Escudero. – Sigo.
Otra duda que tengo tiene que ver con el artículo 7°, segundo párrafo, que me parece
que no debería estar en esta norma, sino en la del Consejo de la Magistratura. Porque dice:
"En los casos que se considere necesario, se podrán establecer procedimientos abreviados
para la designación de los jueces a los efectos de otorgar mayor celeridad al trámite de las
causas".
Sr. Álvarez. – Está incorporado en el proyecto de casación porque es una norma específica
para incorporación de los jueces de casación.
Sra. Escudero. – Entonces, digamos cuál va a ser el procedimiento.
Sr. Álvarez. – El procedimiento es el mismo que se necesita en las formas esenciales para
concursar cualquier cargo: prueba de antecedentes y oposición. Pero esta norma habilita al
Consejo de la Magistratura, por ejemplo, a abreviar plazos. Simplemente eso. Es cierto que es
una norma que podría haber estado incorporada dentro de la ley del Consejo de la
Magistratura, pero por una cuestión de política legislativa, como es específica para la
incorporación de los próximos jueces de la Casación, se decidió incorporarla en la ley de la
Casación.
Sra. Escudero. – Por último, otra consulta. En el artículo 21 se reduce los miembros de la
Corte Suprema, entonces quiero saber cómo van a hacer la reducción a cinco miembros. ―La
Corte Suprema de Justicia de la Nación estará compuesta por CINCO (5) jueces‖.
Sr. Álvarez. – No, no. No se reducen los miembros de la Corte Suprema ni nada de eso.
Sra. Escudero. – Entonces, ¿qué significa?
Sr. Álvarez. – Cuando se sancionó la ley de reducción de Corte Suprema de Justicia la
Nación, hay un párrafo que habla del Ministerio Público Fiscal y creo que también se corrige
un párrafo que dice la Defensoría General de la Nación. Se agrega eso.
Sra. Escudero. – Pero dice que estará compuesto por cinco miembros.
Sr. Álvarez. – Acá está, mire. Dice ―Artículo 21. La Corte Suprema de Justicia de la Nación
estará compuesta por CINCO (5) jueces. Ante ella actuarán el Procurador General de la
Nación y los Procuradores Fiscales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación‖ Antes, se
había obviado escribir ―y el Defensor General de la Nación‖. Como era un error material,
quisimos subsanarlo y agregar ―y el Defensor General de la Nación‖. No se modifica nada.
Quedó todo igual. La confusión necesita esta aclaración. Se repite todo el artículo para
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subsanar un error, que era la palabra ―Defensor General‖.
Sr. Presidente. – Gracias, secretario.
Para ir finalizando y para subsanar una omisión en lo que tiene que ver con la
creación de los cargos de defensores públicos oficiales y también defensores públicos de
menores e incapaces, se agrega a la redacción del artículo 10 del referido proyecto el siguiente
texto: un cargo de defensor público oficial ante la Cámara Federal de Casación en lo
contencioso administrativo; un cargo de defensor público de menores e incapaces ante la
Cámara Federal de Casación en lo contencioso administrativo; un cargo de defensor público
oficial ante la Cámara Federal de Casación en lo civil y comercial; un cargo de defensor
público de menores e incapaces ante la Cámara Federal de Casación en lo civil y comercial;
un cargo de defensor público oficial ante la Cámara Federal de Casación del Trabajo y la
Seguridad Social; y un cargo de defensor público de menores e incapaces ante la Cámara
Federal de Casación del Trabajo y la Seguridad Social. Lo que he leído se agrega al artículo
10 del presente proyecto.
No habiendo más temas por tratar, está el dictamen a disposición para la firma del
mismo. Muchas gracias, señor ministro y señor secretario por la presencia. Buenas tardes.
– Son las 13 y 05.
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