REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN DE LA COMISIÓN BICAMERAL PERMANENTE DE TRÁMITE LEGISLATIVO Salón “Eva Perón” — H. Senado de la Nación 19 de abril de 2012 Presidencia del señor diputado Landau 19/04/2012 Pág. 2 – En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Eva Perón del Honorable Senado de la Nación, a las 11.47 del jueves 19 de abril de 2012: Sr. Presidente (Landau). – Vamos a dar comienzo a la reunión prevista para el día de la fecha. Contando con el quórum suficiente, correspondería entonces comenzar con el tratamiento del decreto de necesidad y urgencia que fue oportunamente girado a cada uno de ustedes para su conocimiento. Además, deseo señalar que se trata de un tema que no sólo ha sido debatido intensamente en esta casa en los últimos días, sino que ha tenido una relevancia pública significativa. De modo que vamos a hacer naturalmente una explicación o un desarrollo sobre el contenido del mismo porque es lo que corresponde y, posteriormente, iniciaremos la consideración del decreto para que en la mañana de hoy suscribamos el o los dictámenes pertinentes. El decreto fue ingresado y firmado el día lunes de esta semana, consecuentemente han sido observadas las formalidades en cuanto a los términos, también en lo que hace a la exigencia constitucional del acuerdo de ministros y demás exigencias. Lo que resta es la explicación, dado que se trata de una medida de carácter transitorio, una intervención por 30 días a la empresa YPF; como sabemos, continúa en debate el proyecto de ley para su intervención. Aquí nos encontramos con dos intereses en juego: el de la Nación argentina o el del Estado argentino que busca el autoabastecimiento como una forma de protección de la actividad económica argentina toda vez que Argentina es un país que cuenta con recursos hidrocarburíferos y, en consecuencia, debe continuar o retomar su política de autoabastecimiento que ha sido perdida en estos años. Esta posibilidad del autoabastecimiento es lo que ha ido defendiendo el Estado argentino. La situación con la empresa YPF es que la misma ha ido perdiendo cuotas de mercado y de producción en detrimento del resto de la actividad. Esta brusca disminución tanto en la producción como en la comercialización ha llevado a que se produzca un fuerte drenaje de divisas, consecuencia de la necesidad de importar el combustible para mantener los niveles de actividad y de fluidez con el fin de atender a la demanda económica del petróleo y del gas. Esto llevó a una participación segmentada en el mercado y a un fuerte aumento también en las utilidades y en las remesas de los dividendos. Así se generó también una situación de producción en disminución e importación en aumento. En el propio mensaje del Poder Ejecutivo se encuentran cifras que marcan esta fuerte disminución a la que me estoy refiriendo. Sólo deseo señalar que en petróleo la cuota de participación del mercado en el año 97 era de un 42 por ciento y en el año 2011 disminuyó un 34 por ciento; en gas estaba en un 35 por ciento y disminuyó un 23 por ciento. En consecuencia, este escenario ha llevado a que la Argentina se torne más vulnerable externamente y tenga un peligro latente para continuar su proceso de crecimiento, toda vez que la dependencia externa en la importación de los hidrocarburos lleva a exponer al conjunto de la economía Argentina a los vaivenes de esta situación. De esta manera, los intereses de la empresa YPF y de su conducción, que es el núcleo accionario que responde a la empresa Repsol, han ido en colisión con los intereses nacionales, que van por el autoabastecimiento y la defensa de la industria nacional; los intereses de la empresa van por la rentabilidad, la maximización de la misma y apuntar a franjas segmentadas de mercado, lo cual ha permitido un fuerte incremento en sus utilidades y remesas al exterior para atender a su casa matriz y a 19/04/2012 Pág. 3 su proyecto de inversión internacional. Esta situación de colisión que se ha venido manifestando de manera reiterada motivó la actitud de las distintas provincias argentinas que fueron revocando las concesiones oportunamente otorgadas. Es bueno recordar que el subsuelo de cada una de las provincias a partir de la reforma del ’94 pertenece a la administración de cada una de ellas. Y, en consecuencia, han actuado en defensa de sus propios intereses. También, es bueno recordar que, además de los antecedentes de la caducidad de estos contratos, existen también sanciones aplicadas por la Secretaría de Comercio a lo largo de estos años en el mismo sentido. Todo esto llevó al gobierno a disponer la expropiación del 51 por ciento de las acciones clase D de Repsol. Esto es, naturalmente, mientras se sustancia el tratamiento legislativo de la expropiación, a efectos de asegurar la continuidad de la empresa, preservar los activos y asegurar el abastecimiento de combustibles para el conjunto de la economía argentina y para garantizar la cobertura del conjunto de la actividad económica. De modo tal que la medida tomada en este caso respecto a la empresa es por un período determinado, treinta días, y las razones que motivan esta decisión tienen que ver la utilidad pública, los cuales han sido explicados. Quiero recordar que la provisión de energía y la posición prevalente que tiene la empresa en el conjunto de la economía argentina, así lo indican. Es la empresa argentina más grande y la que provee al conjunto de la actividad económica. De modo tal que, hasta el momento en que se resuelva el destino del proyecto de ley, es indispensable resguardar esta situación a través de la intervención. El proyecto que vamos a tratar en el día de hoy aprueba la decisión de la intervención más allá del tratamiento legislativo que tiene la expropiación por causa de utilidad pública, como es de conocimiento de todos, venimos tratando en el Congreso de la Nación. En estos términos, hemos considerado que este es el camino adecuado: el resguardo a través de la intervención. Y hemos suscripto un dictamen apoyando esto. Invitamos a los demás integrantes de esta Comisión a pronunciarse en este mismo sentido. Esto es todo lo que tengo que informar por el momento. Sr. Diputado Tunnessi. – Señor presidente, señores legisladores: quisiera comenzar adelantando que nos vamos a oponer a este decreto de necesidad y urgencia, por considerar que es manifiestamente inconstitucional e ilegal; constituye un precedente gravísimo en la juridicidad argentina y que, efectivamente, hasta donde uno puede conocer, para intervenir en una compañía de carácter privado, en una sociedad anónima, se requiere de una orden judicial, que no se exhibe en estas circunstancias. Quiero aclarar, antes de avanzar en nuestros fundamentos, que la Unión Cívica Radical no tiene que explicar las razones por las cuales va a votar por la reestatización de YPF en general. Para nosotros YPF siempre debió haber sido del Estado. Nos hemos opuesto a la privatización en el año 1992. Nos opusimos a la segunda privatización en el año 1998, cuando se terminaron de vender las últimas acciones y se incorporó Repsol. Y nos opusimos a la incorporación de un socio argentino en el año 2007 y siempre hemos sostenido que una política hidrocarburífera en el país requería de una empresa estatal que fijara los criterios y la orientación de un plan estratégico para un recurso central para tener clara conciencia del rumbo que el país tiene que tener en esta materia. Pero, creemos que se están violando aspectos graves y esenciales que tienen que ver con el respeto a la Constitución. La Constitución de la Nación Argentina no acepta la confiscación ni este atropello. No me vengan con la idea de que vamos a defender los intereses espurios de una empresa, en la que tardíamente han encontrado ahora, después de 19/04/2012 Pág. 4 desoír todos los dictámenes y opiniones en la materia reiterados, que Repsol es una compañía que giraba más utilidades al exterior, que no invertía y que, efectivamente, no tenía la finalidad de apoyar el desarrollo estratégico y la producción de hidrocarburos para el autoabastecimiento de nuestro país. Eso tampoco constituye una novedad. Eso es un hecho cierto, comprobado y acreditado. Sólo en un país donde somos incapaces de escucharnos puede aparecer esto como un hallazgo y reivindicación para decir que ahora hemos descubierto que se giraban utilidades para ampliar la compañía y hacer refinerías en otros lugares y que se distribuían dividendos por encima de lo razonable y previsible y por encima de la media que tiene que tener cualquier empresa petrolera del mundo. Todo esto fue hecho con consentimiento y aval absoluto del representante del Estado argentino en la compañía, que todavía subsiste, sin haber hecho uso de ninguno de los derechos societarios que todavía el Estado argentino conserva, con ese 0,01 por ciento de las acciones. Tampoco fueron advertidas ninguna de estas circunstancias de todo este proceso donde el gobierno actual reivindicaba el accionar de esta compañía como una empresa líder y un ejemplo, sobre todo después de la incorporación del socio argentino. La utilización de un dispositivo de carácter legislativo, cualquiera sea éste, más allá de que siempre hemos cuestionado la formalidad, incumbencia y competencia del Poder Ejecutivo para arrogarse legislativas, vamos a dejar sentado este precedente; pero aquí estamos haciendo un cuestionamiento de fondo, no de forma. La disposición de carácter legislativo para intervenir una empresa privada implica una grave violación a la división de poderes; viéndose esta situación agravada porque se adopta a través de una norma de estricto carácter excepcional, como un decreto de necesidad y urgencia. No desconocemos que el Estado es accionista y que posee representantes dentro del directorio de YPF. Esta situación lo faculta para ejercer el correspondiente control sobre las decisiones societarias y, como socio, instalar aquellas acciones judiciales vinculadas como, por ejemplo, la remoción del director, la intervención del organismo, la designación de veedores o la impugnación de las decisiones societarias. Más aún, existen precedentes que poseen el partido de gobierno y el oficialismo en nuestro país. Me refiero al caso de la intervención a Aerolíneas Argentinas, la cual se dispuso judicialmente como consecuencia de una medida cautelar autónoma, pedida por el Estado nacional, a través del Ministerio de Planificación, en el Juzgado Comercial N° 15, que está a cargo del concurso del concurso preventivo de dicha empresa. Ese era el camino legal a seguir para respetar la Constitución y para garantizar que, si la decisión del gobierno era comprar o expropiar la compañía, tuviera los elementos a su favor para impedir que la demora en la sanción de las normas pertinentes hiciera ilusorio el derecho del Estado argentino a recuperar el control y el dominio de YPF. Es cierto que YPF, además, es una compañía privada que no presta un servicio público, como sí es Aerolíneas Argentina. Pero también es cierto que, en realidad, es una compañía que tiene una función estratégica y a la que todavía le alcanzan, como a todas las empresas concesionarias de la Argentina, los términos de la Ley de Hidrocarburos del país, que determinan que ante el “incumplimiento sustancial o injustificado de las obligaciones estipuladas en materia de productividad, conservación, inversiones, trabajos o ventajas específicas” —artículo 80, inciso c)—, el Estado puede revocar las concesiones y hacer que éstas vuelvan a su control y dominio. De esa manera, se estaría discutiendo legal y racionalmente, y no arbitraria e ilegalmente, el proceso de reestatización de la compañía. También el artículo 85 dice: “Anulado, caducado o extinguido un permiso o concesión 19/04/2012 Pág. 5 revertirán al Estado las áreas respectivas con todas las mejoras, instalaciones, pozos y demás elementos que el titular de dicho permiso o concesión haya afectado al ejercicio de su respectiva actividad”. En consecuencia, nos oponemos terminantemente a un decreto de intervención, una figura jurídica irracional desde el punto de vista constitucional, e innecesaria, que, por si fuera poco, genera un clima de incertidumbre acerca de las reglas jurídicas, de la seguridad jurídica, que no es un bien de la derecha, ni es un bien de la burguesía ni de las multinacionales. Es un bien de los países serios y responsables tener reglas, actuar conforme a ellas, respetarlas, respetar el Estado de derecho, respetar las normas y respetar la Constitución. No es un tema secundario y menor; ni debe ser relegado a una formalidad que se la pueda sustituir, cambiar o modificar. Es un hecho importante, que tiene que ver con el conjunto de la sociedad; que tiene que ver con las inversiones necesarias para el país y que todos reconocen para lograr los objetivos que se están proponiendo. Una intervención le hubiera costado al gobierno una decisión judicial que podría obtener en 48 o 72 horas. No optó por la decisión judicial; optó por el camino más oblicuo, por el peor de los caminos: intentar apoderarse de una compañía privada por vía de una ley o, en este caso, de un decreto de necesidad y urgencia. Repito: nosotros no estamos defendiendo y creyendo que el respeto a ley y a la juridicidad es en favor de los intereses foráneos o de los intereses de los que no cumplen. Creemos que YPF tiene que ser nacionalizada y tiene que ser del Estado argentino, porque siempre hemos creído eso. Pero, de la misma manera, creemos que hay formas mucho más razonables, mucho más sensatas, mucho más económicas y mucho más convenientes para el Estado argentino y para la sociedad en su conjunto que la vía y la forma que ha tomado el gobierno. En ese sentido, lo que ya referí y que ha sido aludido de la reversión de las áreas a favor del Estado argentino luego de la pertinente y debida auditoría que necesitan las concesiones petroleras de la Argentina... Todas las concesiones petroleras de la Argentina; no sólo las que explota YPF. Y cuando digo todas las concesiones petroleras de la Argentina, digo también aquellas que están en poder de compañías y de personajes sin historia, sin antecedentes en la materia, sin espalda financiera, sin experticia y sin otro currículum que la relación y la amistad con el gobierno para haber entrado en el negocio petrolero, para luego especular financiera o inmobiliariamente y no producir petróleo y gas en la Argentina, que es un problema de declinación sistemática y no solamente de una compañía. A continuación nos vamos a introducir en esta idea de que se va a defender a las provincias. Por supuesto que el artículo 124 de la Constitución Nacional determina que el dominio de los recursos es provincial. Es provincial, pero el Estado nacional jamás puede haber perdido, porque no delegó la jurisdicción sobre el tema en materia de hidrocarburos. Y haberse llegado al absurdo de que algunas provincias le renovaron concesiones, como a la British Petroleum, en el sur, por 40 años más, sin ningún tipo de licitación, es algo que nos avergüenza a todos los argentinos de bien. Son recursos de los argentinos que fueron dados con absoluta libertad y liberalidad, con absoluta falta de transparencia; y el Estado argentino, que tiene que llevar adelante la política energética, no dijo: “esta boca es mía”. No impidió, pudiendo hacerlo, los desaguisados que se cometieron en cada una de las provincias. La segunda cuestión que quiero mencionar, señor presidente, es que tampoco estamos de acuerdo con el artículo 2º de este decreto. Es una cuestión de fondo. Quiero decir que no estamos de acuerdo con este artículo porque allí se pone al frente de la intervención de la compañía que se intenta expropiar a los responsables de la decadencia y de la crisis energética 19/04/2012 Pág. 6 que hoy tiene la República Argentina. El ministro de Planificación Federal tiene mucho que explicar respecto de la pérdida del autoabastecimiento, de la caída abrupta de la explotación, de la caída abrupta de reservas y de la caída abrupta de la producción que ha sufrido la Argentina en los últimos siete u ocho años. Empieza en 1998 —es cierto—, en 1999 se agrava y en 2004 comienza una declinación persistente que se toleró o se aceptó o se ocultó. No podemos llevar el control de YPF a quienes le mintieron al pueblo argentino, a quienes ocultaron la verdad, a quienes cometieron perjurio; que es, a sabiendas, ocultar la verdad de una grave situación energética que se conocía, que se certificaba, que se denunciaba desde todos los puntos de la oposición y desde todos los sectores, y que empecinadamente se negó y se ocultó. Hoy, la Argentina es un país dependiente de importaciones. La noticia lamentable es que la Argentina tendrá que importar energía durante mucho tiempo; y que, lamentablemente, esto no se va a revertir, sino que va a ser un dato de la realidad. Estamos de acuerdo en que hay que resolverlo a través de la mejor vía posible; estamos de acuerdo en que hay que reincorporar a YPF como una empresa estatal. Pero tiene que haber un plan energético. Y no estamos de acuerdo en que la puedan administrar y manejar quienes condujeron al país a una crisis sistémica muy grave respecto de la energía. Y cuando digo crisis sistémica, quiero decir que el saldo comercial energético argentino es claramente deficitario, y va a profundizarse en su déficit, según todas las proyecciones serias que tenemos. Es un enfoque sistémico el que queremos, porque la producción del petróleo en la Argentina ha caído sostenida y reiteradamente; todas las concesiones. Lo indican así todos los datos de la propia Secretaría de Energía de la Nación. La producción de gas natural ha decrecido de manera sustantiva en nuestro país, según los mismos datos, y las reservas comprobadas de petróleo, operador por operador, y de gas natural también han decrecido. La caída de pozos de exploración terminados entre 2001 y 2010 es la peor estadística que marca la más baja actividad exploratoria en la República Argentina. Quienes condujeron este proceso, llevaron adelante esta política y decían hace menos de un año que la Argentina importaba gas y petróleo, porque era el símbolo del vigor del crecimiento económico que tenía el país, que era la prueba más acabada de que había que importar combustible y energía para sustentar el modelo de crecimiento económico, hoy sorpresivamente descubren -y ese es el único dato nuevo- y advierten que es muy grave que YPF-Repsol -incluyendo al socio argentino que se incorporó con la anuencia y la venia del Estado nacional repartiendo utilidades y autocomprándose un negocio que nunca fue aclarado en la Argentina y que deberá ser aclarado cómo ingresó el socio argentino al gerenciamiento de YPF en 2007 con complicidades y con mutuas responsabilidades de la empresa Repsol, que lo toleró y lo aceptó, y del Estado nacional que llevó adelante la operatoria en detrimento de la actividad exploratoria y productiva de la propia compañía- no cumpla con los objetivos de producción, deja pasivos ambientales por todos lados, no se ha esforzado por el autoabastecimiento, gira copiosas y cuantiosas ganancias al exterior y no sé cuántas cuestiones catastróficas más. Ese era un hecho comprobado y denunciado que se lo ocultó deliberadamente. Queremos que YPF vuelva a ser del Estado. No queremos un Estado opaco, no transparente o corrupto en el manejo de YPF. Queremos una compañía estatal con un plan estratégico. Para llegar a tener esa compañía estatal, no hace falta sobre actuar con normas inconstitucionales haciendo de esta cuestión del atropello y la juridicidad un botín o una 19/04/2012 Pág. 7 actitud demagógica, poco seria y poco responsable que tendrá más temprano que tarde pagar el pueblo argentino. Las consecuencias deben ser que hay que retrotraer el dominio de los yacimientos al Estado nacional por incumplimiento. Hay que ofrecer una compra razonable que no rompa la relación, la vinculación y el clima de necesaria inversión y seguridad que tiene que tener el país para avanzar hacia al autoabastecimiento, y si no se logra ese cometido, a los precios razonables que fije el Estado nacional, habrá que expropiar. Y si hay que expropiar, se lo hará con la ley en la mano como corresponde. Y si hay que intervenir, se lo hará con una orden judicial como corresponde y sin ninguna necesidad de llevarse por delante el régimen jurídico de la seguridad en la Argentina. Por último, en nuestro dictamen, además proponemos no solo la existencia de esta forma de adquirir la compañía, de que vuelva a ser efectivamente estatal, sino también que sobre las acciones de YPF Repsol y del grupo Petersen Eskenazi haya una comisión investigadora para que en la Argentina se sepa cómo ingresó y cómo se pagó el ingreso del socio argentino al patrimonio de YPF. Y si hay responsabilidades ilícitas de los privados y de los públicos, se dispute en una comisión investigadora que aclare y eche luz sobre este episodio para recomenzar como siempre hemos querido por una empresa auténticamente nacional, insignia y bandera, y orgullo de todos los argentinos. Una YPF que lidere el proceso, como lo tuvo la Argentina, para lograr que con capital propio o con capital foráneo, pero conducido con un nivel estratégico claro desde el Estado y transparente, YPF vuelva a ser argentina, y los recursos también a favor del pueblo de la Nación. No de los amigos ni del populismo ni de la irresponsabilidad. Por eso, vamos a votar y nos vamos a oponer a este decreto de necesidad y urgencia innecesario y absolutamente inconstitucional. Sr. Presidente. – Tiene la palabra el senador González. Sr. Senador González. – Esta comisión se ha reunido para el tratamiento del DNU, no para tratar la cuestión de fondo que será oportunamente tratada por ambas legislaturas. ¿Por qué se da la necesidad de este DNU? En primer lugar, porque se cumplen los requisitos que establece el artículo 99 y 100 de la Constitución Nacional. No se pueden esperar 48 o 72 horas para una medida cautelar. Por ahí, aquellos que han demostrado tener otra dinámica para atacar la resolución de los problemas de los argentinos, creen que así debe ser, pero es absolutamente necesario aprobar este DNU. Y lo dice el mismo DNU, porque es para preservar los activos, el patrimonio, el abastecimiento de combustibles. Yo agrego también para preservar la fuente de trabajo de los compañeros petroleros. Lo digo con la autoridad que me da el haber estado con 10 grados bajo cero en un pozo petroleros y no tratando de entender la dinámica de este mercado, desde una oficina burocrática acá en Buenos Aires. Asimismo, es absolutamente necesario aprobar la Ley de Sociedades Comerciales que les preocupa tanto. En realidad, al darle aprobación a este DNU y ser tratado por las Cámaras, se convierte en ley. Es manifiestamente improcedente pedir la reversión de las áreas por parte del Estado nacional, como lo dijo el mismo diputado. El artículo 124 in fine de la Constitución dice que son de las provincias. Quien revierte o no un área son de las provincias, lo dice la Constitución. Sostener lo contrario sería inconstitucional. Si bien es cierto que no es un servicio público, sino una actividad de interés público, se le da certidumbre a los combustibles, al mercado, a la preservación de los activos sobre 19/04/2012 Pág. 8 todo, a las PyMe y empresas locales que son grandes dadoras de trabajo a las provincias petroleras, y tienen incertidumbre hoy si no se aprueban este tipo de normas. El ministro De Vido –yo no soy su abogado- es la persona indicada para llevar adelante esta intervención. Ha sido una figura clave en la reconstrucción del país desde 2003 hasta la fecha. Conoce acabadamente cuáles son los problemas del sector petrolero porque los ha vivido en carne propia, siendo 12 años ministro de la provincia de Santa Cruz. Por eso, adelanto mi voto positivo. Se trata de una expropiación. No hay ninguna confiscación. Es ni más ni menos que la aplicación de la ley nacional. Deberíamos pensar un poco en el interés público, de la gente, del petróleo argentino y avanzar en este sentido. Sra. Diputada Conti. – A mí me interesa que quede bien sentado que esta modalidad de llamar “inconstitucional” a lo que simplemente no gusta, no es correcto y no es buena para la formación del pueblo argentino tampoco. En primer lugar, recordar que constitucional es en todos los gobiernos lo que es constitucional, e inconstitucional es en lo que en cualquier gobierno es inconstitucional. Si hubo una confiscación sin ley de la propiedad privada transversal en la Argentina fue con dos medidas del radicalismo en la Casa Rosada: el recorte del 13 por ciento a los haberes jubilatorios a los sueldos de los empleados públicos y el corralito. Si eso no ha sido confiscación sin ley, que a mí me cuente alguien quién lo ha hecho. Confiscación es en todos los casos. En este caso, se está tratando de una medida de intervención por 30 días mientras se da un proceso legislativo de formación de ley de una expropiación cumpliendo todos los parámetros constitucionales: ley previa, que declara el interés público y que hace a una empresa sujeta a expropiación. El decreto de necesidad y urgencia tiene los mismos fundamentos que la ley en trámite en este Congreso -que ayer fue dictaminada en el Senado con amplia mayoría de firmas-, sólo que hasta que el tiempo parlamentario permita tener la ley, por un decreto de necesidad y urgencia en ese marco constitucional se toma una medida de intervención de 30 días, que es el tiempo que el Poder Ejecutivo ha considerado prudente para un trámite legislativo rápido, porque recordemos que a veces nos tomamos mucho más tiempo. Entonces, la intervención que estamos votando hoy no es una confiscación, sino que es una medida accesoria del proceso de declaración de utilidad pública y expropiación que la Constitución avala por razones efectivamente de interés y necesidad pública de carácter urgente. Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Rojkes de Alperovich. Sra. Senadora Rojkes de Alperovich. – He escuchado con mucha atención al señor diputado. ¿Cuándo se rompe un contrato? Cuando hay un verdadero y manifiesto incumplimiento. Es decir, si todo estaría bien, esto seguiría. Esto no habla de seguridad jurídica, sino que habla de la falta de responsabilidad por parte de quienes están del otro lado en este contrato. Hagámoslo simple: nosotros como país no hemos fallado, no hemos cambiado ningún término y, por otro lado, no ha habido tampoco de parte nuestra una competencia ilegal, sino que simplemente ante la falta de respuesta en los términos contractuales se toma esta medida y se procede como corresponde. Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor diputado Cigogna. Sr. Diputado Cigogna. – Como se ha enjuiciado nuestra política petrolera, me voy a permitir relatar un poco la historia del petróleo en la Argentina. En 50 años, desde el descubrimiento del petróleo, YPF tuvo el manejo absoluto de la exploración y explotación petrolera. En 50 años llegó a producir 5 millones de metros cúbicos de petróleo, lo cual era insuficiente para las necesidades del país y hacía necesario –de hecho ocurría- la importación de petróleo. En 19/04/2012 Pág. 9 consecuencia, esto incidía negativamente en nuestra balanza de pagos. El general Perón advierte esta circunstancia e intenta el contrato con La California. Repito, después de 50 años era evidente y ostensible que YPF no tenía capacidad económica ni financiera para resolver esta cuestión. Lo intenta el general Perón y no le fue posible, la libertadora anula la firma del contrato que se había intentado. Luego viene el gobierno del doctor Frondizi que en cuatro años triplica la producción petrolera que durante 50 años no se había podido conseguir superar. Se logra así el autoabastecimiento petrolero y, en consecuencia, se acompaña el proceso de desarrollo, se elimina ese déficit de la balanza de pago, etcétera. Luego, adviene el gobierno radical en la década 60 que anula los contratos petroleros; ustedes interpretarán qué significó eso en materia de la seguridad jurídica. Pero más grave aun que la anulación de los contratos es que YPF nunca tomó el control operativo de los pozos. Así que fue una medida pour la gallerie absolutamente inconducente para lo que se decía que se estaba procurando conseguir. Lo voltean a Frondizi. El gobierno radical hace lo que he expresado y posteriormente organizan -son tan afectos a las comisiones investigadoras como ahora mismo se ha escuchado por boca del señor diputado Tunnessi- una comisión investigadora que por supuesto nunca llegó absolutamente a nada; el ex presidente Frondizi, Rogelio Frigerio y Arturo Sábato asumieron las responsabilidades por la política petrolera y, repito, se rompió en esa oportunidad la seguridad jurídica, no se avanzó un centímetro en materia energética, etcétera. En el caso concreto, ya mis compañeros han explicado las razones jurídicas por las cuales esto es absolutamente constitucional. No hay ninguna confiscación y era necesario avanzar con la seriedad con que se lo hizo, que no permitía una medida judicial para tomar el control de la empresa e impedir cosas que pudieran haber ocurrido si el directorio preexistente hubiera continuado en sus tareas. Con absoluta convicción acompañamos el DNU que ha enviado la señora presidenta y naturalmente el proyecto de ley de expropiación que con absoluto respeto por toda la normalidad jurídica y constitucional -cualquiera puede leer el texto del proyecto de leyvamos a sancionar si Dios quiere en pocos días más. Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Pichetto. Sr. Senador Pichetto. – Vamos a ratificar el decreto de necesidad y urgencia. La cuestión de fondo y la riqueza del debate que hemos tenido en estos dos días demuestran que será importante el debate en el ámbito del recinto de ambas cámaras. Creo que así se podrán profundizar y analizar detenidamente todos los aspectos que han llevado a la señora presidenta a tomar esta decisión. Considero que el Congreso argentino está dando señales de gran responsabilidad, por lo menos las fuerzas políticas tradicionales en la Argentina, más allá de las diferencias y de las objeciones que puedan tener, legítimas, como partido de oposición, hay un marco decisorio realmente muy importante que va a permitir una votación con mucho volumen y apoyo político institucional. Como se trata también de señales, a ambos lados del Atlántico hay señales. Siempre recomiendo analizar la prensa española. Ayer el príncipe, el hijo del rey, estaba inaugurando con el señor Brufau en un país que no tiene petróleo una destilería. Es una clara demostración de la monarquía de respaldo a esta empresa. Se puede discutir si realmente es en su totalidad de capital español. Hay algunas voces que se levantan en el Parlamento que dicen que no y que desde el punto de vista del producto bruto español es insignificante. Indudablemente esa foto que se puede ver hoy en los medios tiene una simbología. La decisión que va a tomar hoy la comisión de DNU también tiene una simbología, que es ratificar esta voluntad y decisión 19/04/2012 Pág. 10 política de trascendencia de darle además al gobierno nacional los instrumentos que necesita para cuidar el patrimonio, los activos, etcétera. Me refiero a lo que mencionó el señor senador por la provincia de Santa Cruz recién. Así que sin perjuicio de aceptar el desafío del debate que planteó el señor diputado Tunnessi -que lo ha hecho con su convicción y sus conocimientos-, el Frente para la Victoria, el peronismo, dará ese debate en el recinto también en profundidad. Sin embargo, creemos que este decreto tiene que ser ratificado hoy por la comisión de DNU. Me parece que es una señal fundamental para darle fortaleza a la decisión política que no puede esperar una medida cautelar, un marco resolutivo judicial, cuando además la medida se anuncia y tiene repercusión en el mundo; es necesario tener en cuenta que estamos hablando de una repercusión muy fuerte en el plano internacional. Además, hay instrumentos, elementos, documentos que indudablemente era imprescindible preservar de cualquier sustracción u ocultamiento como venía haciendo la empresa Repsol-YPF. Por lo tanto, por los fundamentos que he expuesto, vamos a ratificar el decreto de necesidad y urgencia. Sr. Presidente. – Tiene la palabra el señor senador Petcoff Naidenoff. Sr. Senador Petcoff Naidenoff. – Voy a ser muy breve. Quisiera, previamente, reflexionar sobre algunas cuestiones. Creo que el debate sobre la cuestión de fondo lo vamos a dar la semana que viene. En este caso, los partidos políticos con responsabilidades políticas brindarán su propio relato –lo cual está hoy muy de moda– en la cuestión del accionar de los partidos en el marco de la política hidrocarburífera en la Argentina. Pero, también, como señal, a la cual ha hecho referencia el presidente del bloque de la bancada del oficialismo, me parece que esta medida de la intervención no es la más acertada ni la única posible como medida de emergencia cuando el Estado resuelve declarar de utilidad pública y avanzar en un proceso de expropiación. Creo que ni Estado ni el Poder Ejecutivo Nacional tendrían que haber utilizado el instrumento del decreto de necesidad y urgencia. Es más, la Ley N° 21.499 de Expropiación establece justamente la figura de la ocupación temporaria, que puede ser de carácter normal o anormal. La ocupación temporaria de carácter normal requiere una previa declaración legal de utilidad pública, para razones de viabilidad normal en el marco del entendimiento de una empresa. Ahora bien, cuando por razones de utilidad pública fuera necesario el uso transitorio de un bien o de cosas o por una necesidad normal, urgente, imperiosa o súbita, no inminente, el Estado puede decidir designar un funcionario, por esta figura, sin necesidad de recurrir a la intervención judicial. Digo esto en función de que se invoca la ley de expropiación. En el marco de dicha ley, no era necesario designar un interventor, porque el interventor requiere de la manda judicial, es decir, de una medida cautelar autónoma, como se ha hecho en el caso de Aerolíneas Argentinas. Para este caso, se hubiera obviado hasta el trámite del decreto de necesidad y urgencia, con la figura de la ocupación temporaria anormal. En segundo lugar, me parece que uno, en el marco de la Comisión, tiene que considerar el decreto de necesidad y urgencia desde el punto de vista político de manera amplia. Ese es el criterio que se sostiene desde la Comisión. La designación de la figura que propone el Poder Ejecutivo como interventor, para nosotros no es una cuestión menor. Con el mayor de los respetos, creo que la responsabilidad del Ministerio de Planificación en materia de política energética en los últimos años es intransferible. A esta altura, creo que el ministro De Vido es un “inmostrable”, como para detentar la figura de interventor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. 19/04/2012 Pág. 11 El gobierno no puede mirar a los costados y responsabilidad a la empresa o a los gobiernos anteriores, por la actuación de YPF, en materia de vaciamiento o por la extorsión de la empresa hacia el Estado nacional, ambas cosas fueron denunciadas por el propio viceministro de Economía. Si estas cosas ocurrieron fue porque el Estado dejó hacer. Y dejó hacer el ministro de Planificación. Entonces, el ministro que tuvo a su cargo la responsabilidad de fijar la política hidrocarburífera de acuerdo a la Ley de Hidrocarburos de la Nación, que tuvo la responsabilidad de delinear inversiones que tiendan no a sobreexplotar los yacimientos ya existentes sino, justamente, a invertir en nuevos yacimientos para no perder el autoabastecimiento, no puede terminar al frente de esta empresa. Como último dato, me parece que hay que aprender de los errores. Creo que, en esta materia, en la designación de interventores, el Ejecutivo no escarmienta. Hay que recordar la tragedia de Once. Hay que releer los informes de la Auditoría General de la Nación para darnos cuenta de la complicidad y la connivencia del Ministerio de Planificación en materia de política de transporte y ver cómo han terminado las cosas. Es más, creo que, en el día de la fecha, hay funcionarios de la cartera del Ministerio de Planificación que están siendo procesados por una figura delictiva muy potente en función de dicha tragedia. Por lo tanto, esta es una cuestión menor. Hay razones políticas por las cuales nos oponemos al decreto, más allá de las cuestiones jurídicas. Creo que es una pésima señal del gobierno la designación del Ministro de Planificación al frente de este proceso de intervención provisoria de treinta días que se ha establecido para YPF. Sr. Diputado Thomas. – Muy breve, señor presidente. Creo que vamos a tener tiempo para profundizar en el debate principal, que seguramente va a ser muy rico. Vamos a encontrar más coincidencias de las que imaginamos. Pero, quiero dejar sentado, en nombre de mi bloque, el rechazo al dictamen de mayoría. Sin agregar mucho más a lo que ya se ha dicho, en el sentido de que para defender los derechos de los trabajadores y los intereses de la Nación y del pueblo argentino, lo que hay que hacer es respetar las leyes. En este caso, como hace el DNU, para proponer una intervención en una empresa privada, las leyes establecen que hay que cumplir una serie de procedimientos en el derecho privado que no se ha cumplido. No hay antecedentes de una intervención de una empresa privada a través de un decreto de necesidad y urgencia. Los antecedentes de Aerolíneas –ya se ha mencionado– fue a través de la participación judicial. En el caso de la intervención de TBA, es una empresa que tenía una concesión y en esa concesión tenía la protección de bienes públicos y por eso, esa intervención para nosotros corresponde. Pero, en este caso, estamos entrando en un procedimiento que no va en línea con los objetivos de los cuales todos estamos hablando y que puede poner en riesgo una de las decisiones más complejas e importantes que tenemos los argentinos de acá en adelante. Quería dejar expresado mi rechazo y mi adhesión a un dictamen de minoría. Sr. Diputado Tunnessi. – Simplemente un breve comentario, sin trajinar la paciencia de nadie ni volver a abrir una cuestión, ya hemos expresado nuestra posición y el señor senador acaba de abonar un argumento mayor que es el de la figura de la ocupación que es algo que debiera tomarse en cuenta. Pero, quiero manifestar brevemente que para nosotros la Constitución y las leyes no son una cuestión de interpretación. Aún cuando haya precedentes que nos pueden endilgar, eso tampoco justifican. Que se haya trasgredido la Constitución en cualquier circunstancia, no justifica nuevas trasgresiones. Ese argumento es el que hace que la sociedad nunca evolucione 19/04/2012 Pág. 12 hacia parámetros más razonables de respeto y de juridicidad. Es un bien en sí mismo. No se puede alegar siempre que en el pasado alguien fue más inconstitucional que ahora. No tomo la historia con beneficio de inventario. En ese punto, lo último que quiero decir es que a la gente normalmente no le interesa, pero a nosotros sí nos preocupa la coherencia en un tema central para los argentinos como es el de los hidrocarburos. Vamos a discutir un rato la cuestión esta de la anulación de los contratos petroleros y del mal llamado Plan Houston, que fue el Plan Argentina y no el Plan Houston, el de la última etapa de Alfonsín, que fue el autoabastecimiento y la decisión de nunca jamás aceptar que YPF se trasnacionalice o privatice. Nunca. Y lo hemos definido desde siempre como el peor error político que se cometió en la década del 90. Haber privatizado YPF fue la peor de las medidas que se tomó. No la tomó Chile con el cobre, no la tomó Brasil ni la tomó ningún país de la región. Y nosotros hicimos eso. Tampoco se puede justificar esa situación. En nombre de esa coherencia, lo hacemos. Pero no hay ninguna razón para no respetar la legalidad cuando podemos hacer lo mismo respetándola y haciendo las cosas como corresponde. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Guinle. Sr. Senador Guinle. — Seré muy breve, como en un telegrama. Volvemos al DNU, señor presidente, porque la reflexión política ya la ha hecho mi jefe de bloque. El DNU cumple absolutamente con todos los aspectos formales y con los aspectos sustanciales. También está acreditando la necesidad y urgencia. Si bien muchos han dicho que no es emergencia, es cierto que acá hay necesidad y urgencia. Es el correlato absolutamente natural del proyecto de ley. Hay múltiples antecedentes respecto de la autorización de la intervención estatal para que funcionen determinadas personas jurídicas en el Código Civil. Es cierto, hay calificada doctrina que discrepa. Pero, obviamente, eso está escrito y se mantiene como letra en el Código Civil. En la Ley 20.680 hay una figura muy clara, también, sobre esto que se está hablando de la intervención. Es decir que es muy difícil quitarle validez si está la posibilidad de una intervención administrativa —como ocurrió en Autopistas del Sol o en Transportadora de Gas del Norte— a un recurso legal, que es el DNU, y que tiene este tipo de validez. Es decir, los argumentos que se utilizan para negarle validez legal no tienen absolutamente ningún sustento; por el contrario. Era necesario hacer esta aclaración porque se confunde en el debate, y aparece como utilizándose una figura que puede ser contrarrestada con un ataque de inconstitucionalidad. Eso no es cierto. Los requisitos están cumplidos, tanto los formales como los sustanciales: hay antecedentes administrativos e, inclusive, antecedentes jurisprudenciales que avalan que esta medida puede tomarse de esta manera; tiene un absoluto correlato con el proyecto de ley que estamos discutiendo, de hecho, van de la mano; y la necesidad y urgencia están argumentadas claramente en los objetivos que tiende a preservar: preservar patrimonio, preservar actividad, preservar activos. Evidentemente, no hay argumentos, de ninguna manera, que puedan sostenerse en sentido contrario, más allá de una lectura —respetable— desde el punto de vista político, pero no otra cosa. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor diputado Rossi... Sr. Senador Sanz. — Disculpe, señor presidente. Sr. Presidente. — Senador Sanz: usted había declinado el uso de la palabra. Sr. Senador Sanz. — El senador Naidenoff y yo nos tenemos que retirar. Estamos 19/04/2012 Pág. 13 presentando el dictamen de nuestro bloque en la cuestión de fondo, y desde las 12 están los senadores de nuestro bloque esperándonos. Por lo tanto, no quería quedar mal con el diputado Rossi y que piense que no lo quiero escuchar; me tengo que ir. Sr. Presidente. — Antes de que se retire, senador, quería advertir lo siguiente. Ha ingresado un nuevo decreto de necesidad y urgencia, ampliatorio del que estamos considerando ahora. Naturalmente, los términos de notificación no están observados. Pero existiendo por parte de nosotros el pleno de los asistentes, pongo en consideración si podríamos tratarlo en el día de hoy y emitir dictamen al respecto. Sr. Senador Sanz. — El diputado Tunnessi y el diputado Albarracín quedan con la responsabilidad de representar a la UCR. — Se retiran del salón los señores senadores Sanz y Naidenoff. Sr. Presidente. — Ahora sí, tiene la palabra el señor diputado Rossi. Sr. Diputado Rossi. — Seré muy sintético, señor presidente, para hacer dos reflexiones finales. La primera de ellas tiene que ver con el interventor que designó la presidenta. Está claro que esta es una decisión trascendente. Lo que estamos declarando de utilidad pública es la principal empresa privada que existe en el país. Y la presidenta, al decidir su intervención en este decreto de necesidad y urgencia, pone al frente de esa intervención al funcionario de mayor envergadura del área correspondiente. La verdad que lo sorprendente hubiera sido que ponga al ministro de Salud o al ministro de Educación al frente de la intervención de la empresa petrolera. Quien ha tenido la responsabilidad durante todos estos años, en forma directa, de la cuestión energética en la Argentina es el funcionario al cual la presidenta ha puesto al frente. Obviamente, nosotros, para dejarlo claro —como lo han dicho el senador Pichetto y otros legisladores—, no compartimos ninguna de las apreciaciones descalificadoras sobre el ministro De Vido. Tenemos una valoración política distinta de lo que se ha hecho. La otra cuestión sobre la que quiero reflexionar tiene que ver con las decisiones políticas y las oportunidades. Las decisiones políticas no se toman en un termo; las decisiones políticas tienen condiciones objetivas de entorno, de contorno y de coyuntura que las viabilizan o las retardan. Sin ánimo de entrar en ningún tipo de debate, yo me pregunto qué hubiera pasado en los dos años anteriores, cuando nosotros no teníamos mayoría parlamentaria —ni siquiera pudimos lograr sancionar el Presupuesto del año 2011—, en caso de surgir una decisión de esta característica. ¿Hubiéramos tenido el mismo apoyo parlamentario que esta medida, que nosotros celebramos y ratificamos, va a conseguir? Me pregunto también si allá, en el año 2008, cuando este Congreso debatió fuertemente la posibilidad de que el Estado argentino, en tanto representante de los argentinos, tenga mayor participación en la renta extraordinaria del sector agropecuario, con todo lo que pasó, existían condiciones políticas como para tomar una decisión de estas características. Me pregunto también si con la reacción que uno ve —como decía recién el senador Pichetto— del otro lado del Atlántico, la decisión a tomar no tiene que ser una decisión suficientemente fundamentada que uno pueda pararse en cualquier estrado en cualquier foro internacional y pueda decir por qué estamos tomando esta decisión. En donde lo cierto, lo concreto y lo objetivo de la performance de YPF, con la controlante Repsol, durante estos dos últimos años, ha sido claramente deficitaria; performance deficitaria que se ha acentuado durante los dos últimos años. Los números a veces ayudan, aunque no resuelven todo. Pero los 10 mil millones de dólares que importamos el año pasado en combustibles es más o menos lo mismo que pide 19/04/2012 Pág. 14 Repsol como resarcimiento económico. Lo que importamos nosotros en un año es lo que pide Repsol como resarcimiento por el 54 por ciento de las acciones que tiene de la compañía. Creo en esto de las oportunidades también hay que ser preciso, porque hay ejemplos cercanos en la historia argentina respecto de cómo las condiciones y la coyuntura condicionan, permiten, viabilizan o demoran determinadas decisiones políticas. La decisión de la presidenta de la Nación de enviar este proyecto de ley declarando de utilidad pública a la empresa YPF y declarando sujetas a expropiación las acciones de Repsol me parece que se hace en un marco y en una coyuntura en donde se juntan y se reúnen una cantidad de condiciones que viabilizan claramente la decisión. ¿Por qué no se hizo dos años antes? Vamos a encontrar respuestas en cada una de las circunstancias. Por otra parte, me acordaba —lo digo con todo respeto—de Raúl Alfonsín, cuando se debatía en este Parlamento la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Él sacó un comunicado de prensa apoyando la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, argumentando que las condiciones que existían diez o quince años atrás ya no existían en ese entonces, con lo cual claramente apoyaban esta decisión. Entonces, me parece que todos los que estamos acá tenemos altas responsabilidades. Vamos a participar de un debate histórico y estamos participando de jornadas históricas, a partir de esta decisión trascendente de la presidenta. Y tratar de ubicar el debate en el lugar más cercano a la chicana me parece que es perder una enorme oportunidad. Hay que tratar de hacer el esfuerzo de poner el debate más cerca de la mirada de estadista. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Pichetto. Sr. Senador Pichetto. — Ha ingresado también el decreto con la intervención a YPF-Repsol Sociedad Anónima Gas, que va a ser materia de incorporación en el recinto del Senado. Porque recién se pudo verificar ayer, precisamente con el ingreso de la intervención a la compañía, que esta empresa de gas no funcionaba ni como controlante ni como controlada, sino que formaba parte de una compañía autónoma perteneciente a Repsol, y a la que hay que intervenir. Si hay acuerdo de los diputados y de los demás integrantes de la comisión para evitar convocar nuevamente para el martes, sería importante sacar la ratificación del decreto –desde nuestra parte como oficialismo- y poder incorporarlo en el día de hoy. Sr. Diputado Tunnesi. – Por las mismas razones que hemos fundado, no vamos a dar un nuevo discurso. Nos vamos a oponer a esta situación. Es una cuestión de forma. Sí déjenme decirle que nos parece absolutamente poco prolijo y demasiado apresurado el tema de haberse olvidado un detalle tan elocuente como este, prueba de la premura y el apremio con que se están haciendo las cosas y la falta de apego a las formalidades y la legalidad. Por las mismas razones que hemos invocado rechazar esta intervención y con la misma contundencia, rechazamos la intervención de esta compañía por esta vía, ya que creemos que la vía es la judicial. Dejamos sentada nuestra posición, y, obviamente, no tiene mérito que convoquemos a una nueva reunión. Sr. Presidente. – Vamos a pasar a firmar el otro dictamen, y quiero poner en conocimiento que este decreto que estamos considerando ahora es el 557, que amplía los alcances del 530, que acabamos de considerar. De modo que se trata de un objeto análogo la intervención que traslada a Repsol YPF Gas SA. – Se circularizan los proyectos para la firma. Sr. Presidente. - Damos por finalizada la reunión de hoy. 19/04/2012 Pág. 15 – Son las 12.57.