REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA Salón “Arturo Illia” — H. Senado de la Nación 4 de septiembre de 2008 Presidencia de la senadora Giusti 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 2 – En el Salón “Arturo Illia” del H. Senado de la Nación, a las 11 y 20 del jueves 4 de septiembre de 2008: Sra. Presidenta (Giusti). –– Buenos días, damos comienzo a la reunión de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca, dándoles la bienvenida a los invitados que tenemos en esta oportunidad, y pidiéndoles que se acerquen a la primera fila de asientos. En la reunión del día de la fecha vamos a tratar una serie de proyectos vinculados con la promoción del uso de fertilizantes y agroquímicos. Están presentes el ingeniero Gear y el ingeniero Salguío, de Miazar; el ingeniero San Juan, de Fertilizar; el contador Caparelli, el señor Orjales y el señor Martínez del CIAFA; y el señor Juan Maceira y el señor Figueroa de la Secretaría de Agricultura. A su vez, contamos con la presencia de la senadora Gallego, que es la secretaria de la Comisión; del senador Marino, que es el vicepresidente de la Comisión; del senador Pérsico y de la senadora Sánchez, ambos integrantes de la Comisión. A continuación los representantes del CIAFA realizarán una exposición con la ayuda de un PowerPoint. –– Se proyecta una presentación en PowerPoint. Sr. Caparelli. –– Buenos días y muchísimas gracias por la invitación y por permitirnos hablar de este tema que para nosotros es trascendente. Nosotros pertenecemos al CIAFA, que es la Cámara de Industria Argentina en Fertilizantes y Agroquímicos, y que en el caso de los fertilizantes agrupa a todas las empresas que localmente producen fertilizantes y a prácticamente todas las que lo comercializan. Como todos sabemos, la evolución argentina en cuanto a la producción de granos ––que es a lo que nos referiremos en forma especial–– ha ido creciendo en los últimos 18 años, llegando a este año en curso a producir alrededor de 94 millones de toneladas de acuerdo con los datos de la Secretaría de Agricultura de la semana anterior. Al mismo tiempo, el área sembrada para producir esos granos, tanto en primera como en segunda cosecha, también ha crecido, pero en menor cantidad. ¿Qué implica esto? Que el rinde por hectárea ha crecido. Ese rinde por hectárea ha crecido a pesar de que hemos substituido maíz por soja, que evidentemente genera menor rinde, y a pesar de que hemos hecho primera y segunda cosecha; con lo cual también tenemos menor rinde y, al mismo tiempo, nos hemos desplazado hacia áreas más marginales, con lo cual tenemos menor rinde. Evidentemente, el crecimiento que se ha dado de alrededor de 1,7 a 3, en realidad, es mucho mayor. ¿A qué se debe esto? A que hemos aplicado más y mejor tecnología. Más y mejor tecnología en cosechadoras, en semillas, en climatología, pero especialmente en fertilizantes. Está dicho, y hay estudios realizados en los Estados Unidos, que indican que un 40 por ciento del aumento del rinde obedece a fertilizantes. En la Argentina, la evolución del consumo de fertilizantes realmente ha sido excelente: hemos pasado de 300.000 toneladas que teníamos en el año 1990, a 3.700.000 que tuvimos el año anterior. Como aclaración, el consumo de este año no va a ser ese, sino que va a ser inferior por diversas razones que no tiene sentido analizar. Evidentemente, está implicado que cada día se produzca más en el país. Esto está representado en la parte azul de las columnas que ustedes ven en la imagen. Sin embargo, nosotros aplicamos fertilizantes en los cultivos para producir. ¿Por qué? Porque el cultivo extrae nutrientes del suelo y lo que aportamos con los fertilizantes son nutrientes. En el mundo, existe todo un planteo sobre cómo es la relación del crecimiento del rinde con el crecimiento del uso de fertilizantes. Y acá tenemos una comparación de lo que ha ido sucediendo en la Argentina durante estos años. En realidad, en cuanto a los granos, la más importante cantidad de fertilizantes se empezó a aplicar a partir del año 1995. Entonces, ustedes allí pueden 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 3 observar la evolución del crecimiento del rinde con la evolución del uso de los fertilizantes y se podemos ver que las flechas, en la medida que van sucediendo los años, van acompañándose hasta llegar a una situación actual en la que una tendencia del crecimiento de la producción de granos, en realidad, está basada en un crecimiento algo mayor en el uso de los fertilizantes. Estas son las dos tendencias. Quienes analizan a nivel internacional, en forma más acabada y con mayor respeto el tema de los nutrientes son una serie de ingenieros reconocidos en la Argentina y en el mundo y, entre ellos, hemos tomado el análisis del ingeniero Darwich. En 1980, el ingeniero Darwich realizó un análisis de la existencia de fósforo en nuestros suelos. Ustedes pueden observar en el gráfico que el área verde, o sea el área de buena disponibilidad de fósforo, en 1980 era bastante representativa, mientras que la azul era pequeña. Evidentemente, esas eran nuestras pampas. Eran, porque ya en el año 1999, se puede apreciar, según lo que demuestra este gráfico, una casi desaparición del área verde y es de suponer que con el crecimiento que la actividad agrícola ha tenido en los últimos años, en el año 2008 todas las áreas deben estar muy cerca del área azul, que es un área que empieza a perjudicar los cultivos. Esta extracción de fertilizantes se basa en las producciones que tenemos de granos. Esta es la producción que informó la Secretaría de Agricultura la semana pasada. Todo lo que ustedes verán a partir de ahora es información pública a la que se puede acceder en su página web. Nosotros sólo hemos recopilar esas información para luego armarla. Vamos a suponer que toda la producción de estos cuatro granos se realiza en un solo campo, un solo campo de 29 millones de hectáreas, que son las hectáreas allí incluidas. En esa área producimos soja, maíz, trigo y girasol. El maíz tiene una aclaración de 700.000 toneladas porque parte del maíz se come ––o sea que no se cosecha como grano––, mientras que los 20 500.000 toneladas es la cosecha de granos. Con lo cual, llegamos a un rinde promedio. ¿Cuál es el rinde promedio de soja en la Argentina? 2.800 kilos, el del maíz 6.200 kilos, el del trigo 2.700 y el del girasol es de casi 1.800 kilos. Entonces, aquí surge la pregunta más importante: ¿cuánta cantidad de nutrientes extraen estos rindes de nuestros suelos? El IPNI, cuya planilla pueden apreciar aquí adelante y está a disposición del público si ustedes entran a la página del IPNI, es un ente de nutrición reconocido mundialmente. Si uno en esta página entra y carga en esta planilla la cantidad de kilos que va a cosechar, es decir la unidad que va cosechar, automáticamente se llena esta planilla. O sea, concretamente, el IPNI informa, de manera mundial y no sólo en la Argentina, que para producir 2.800 kilos de soja se extraen del suelo 134 kilos de N, nitrógeno, se extraen 15 kilos de P, fósforo y se extraen 6,7 kilos de K, potasio. Esto hay que transformarlo en algo parecido a fertilizantes, porque el fertilizante no se vende como P, sino como P2 o P5. A su vez, en el caso particular de la soja, buena parte del nitrógeno es aportado por los inoculantes rizobios que se fijan en la base de la plante. Hay alguna discusión sobre qué porcentaje extrae la planta de soja del aire, la fija en su propia contextura, y después lo utiliza para semillar. Dicen entre 50 y 70. Hemos puesto 60 promedio para respetar todas las opiniones científicas que existen. En conclusión, la soja produce 2.800 kilos por hectárea; nuestro campo, de 29 millones de hectáreas, saca 54 kilos netos de nitrógeno por hectárea; 15 kilos de P que en P2 son 5, son 34,5 kilos; 46,7 kilos de potasio que en K2 son 56 kilos. Eso lo hemos transformado en lo que es la extracción de nutrientes. En soja se extraen 891 mil de nitrógeno; de maíz, 328 mil; en trigo, 329; en girasol, 99 mil toneladas. Por lo tanto, la extracción neta de nitrógeno nutriente no fertilizante de nuestros suelos son 1.647.000 toneladas de nitrógeno; en fósforo, 932 mil. El potasio es importante, pero no vale la pena analizarlo demasiado porque nuestros suelos por el momento tienen abundante. La extracción de azufre, que está creciendo porque la soja extrae bastante de él, es en total de 197 mil 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 4 toneladas. Total país: 3.900.000 toneladas. Este es un dato que elabora CIAFA, es decir, nosotros mismos que es prácticamente exacto porque es de importación, y de los 3 ó 4 productores locales de fertilizantes. El año pasado el consumo agro de fertilizantes fue 3.714.000 toneladas, que en nutriente implicó 1.734.000 toneladas. Esto significa que de las 3.700.000 toneladas hemos utilizado 730 mil en soja; 875 mil en maíz; 1.150 en trigo y 110 mil toneladas en girasol. Estos valores son estimados; no hay un dato exacto. El dato de comercialización total es exacto, pero el de uso en cada cultivo es aproximado; motivo por el cual, hemos devuelto estos nutrientes a nuestros suelos. Comparemos: hemos extraído estos nutrientes, y hemos repuesto estos otros. Pero estos otros nutrientes no los hemos repuesto. Concretamente, 990 mil toneladas de nitrógeno no las hemos repuesto; 350 de fósforo —dejemos de lado el potasio—; y 128 mil de azufre. En consecuencia, yendo a los fertilizantes que conocemos todos, hemos extraído sin reponer inoculantes. Es decir, hemos hecho algo que podríamos denominar minería de minerales, porque los nutrientes son minerales de 2 millones de toneladas de urea. La evolución en la Argentina —que ustedes han visto en algunos cuadros anteriores— hace que el uso de fertilizantes tenga una tendencia más rápida que la producción, porque estamos aplicando cada vez más nutrientes a nuestros suelos. La “Fundación Producir Conservando” junto con “Fertilizar Asociación Civil” hicieron en 2003-2004 —entiendo que en este año lo vuelven a hacer para los próximos años— un análisis del año anterior y de la proyección para el año 2010-2011, donde vemos que las zonas de más extracciones están desapareciendo y están mejorando el resto de las áreas. El productor agropecuario está tomando conciencia de su propia realidad y está aplicando más fertilizante que lo que aplicaba antes. Nuestras Pampas —como vimos de Darwich— se están desnutriendo. En este sentido, es lo mismo para S, azufre. En conclusión, no reponemos potasio; reponemos alrededor del 60 por ciento en nitrógeno, parte por inoculación y parte por fertilización; estamos bastante bien en fósforo porque es más tradicional aplicarlo a los cultivos de trigo y de maíz; por último, en azufre —que es un poco más nuevo— venimos creciendo mejor en la reposición. Estamos lejos de una reposición del 60 por ciento. Mundialmente, se dice que no hay que reponer menos del 80 por ciento y, en el caso de los diferentes cultivos, el que menos recibe es la soja y el que más, el trigo. Mucha gente fertiliza trigo en abundancia, quizá algo en exceso porque después hace soja y el nitrógeno que le puso de más en el trigo, lo aprovecha la soja. La soja —por los consejos de los especialistas; yo soy contador y no puedo dar ese consejo— no debe ser fertilizada con nitrógeno al inicio de la campaña. Es conveniente fertilizar más el trigo, y después ese nitrógeno queda para la soja que es la que más se extrae de los fertilizantes de nuestros suelos. — No se alcanzan a percibir las palabras del señor senador Pérsico por manifestarse fuera del micrófono. Sr. Caparelli. –– No es tan malo, pero en algún momento se acaba. De la misma manera que se está acabando el fósforo, en algún momento se acabará el potasio. Inclusive, hay un emprendimiento para producir potasio en el país de una empresa que —no vale la pena que la nombre— es muy importante. ¿Qué implica esto por hectárea? El productor cuando produce soja y fija un arrendamiento o extrae de su propio campo, no es conciente que está extrayendo 194 dólares por hectárea; es la peor de todas. En realidad, él puede creer que es ganancia, pero no lo es porque está extrayendo un mineral que no repone. Por lo tanto, cuando decimos que con la soja se gana tanto y cuánto, mi comentario es “No, tené cuidado porque no estás ganando tanto dinero; en parte, estás descapitalizándote”. En el caso del maíz son 59 dólares y en el caso del 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 5 trigo son 18 dólares. Tendríamos que unir un poco esto, ya que hay soja que se hace, no en segunda sino en primera. Después, en girasol son 77 dólares. Promedio país: se están extrayendo 128 dólares que no se reponen. ¿Qué pasa en el mundo? Ésta es la producción mundial de soja, maíz, trigo y girasol. Ésta es la producción de Estados Unidos — después los vamos a comparar—, ésta es la producción de Brasil, y ésta es la producción de Argentina; O cada uno de ellos con sus rindes correspondientes. En conclusión, comparamos cuáles son los rindes y qué es lo que le estamos aportando de nutrientes al suelo. ¿Cómo se aporta en el mundo? Este cuadro no tiene sentido verlo en detalle y, en realidad, no se ve porque es a propósito. Lo único que interesa de este cuadro es el número de abajo. En el mundo se utilizan 164 millones de toneladas de nutrientes, según la información que nos da la IFA, que es la Asociación Internacional de la Industria de los Fertilizantes. Todos estos elementos los pueden encontrar en las páginas web correspondientes. Hagamos la comparación de acuerdo a estos datos. En la Argentina, el rinde de soja es casi comparable al de Estados Unidos: 2.800 contra 2.900 ó 3 mil kilos. Con relación al mundo y a Brasil, tenemos más rinde. Sin embargo, en el mundo y en los Estados Unidos se fertiliza mucho más que en la Argentina, y ni que hablar en Brasil, que sus suelos son de otra calidad ya que requieren potasio a diferencia de los nuestros. En el caso del trigo estamos un poco mejor; lo más bajo de todo es la soja. Con respecto al trigo, el mundo y la Argentina tienen un rinde parecido al de los Estados Unidos, que lidera en rinde y en uso, pero nosotros fertilizamos menos que el mundo. La cultura de fertilización de trigo en la Argentina tiene muchos años y se utiliza bastante fertilizante. Casi se repone, por ejemplo, en fosfato, todo lo que se retira, y no olvidemos que parte de este fertilizante va para la soja. Con relación al maíz, Estados Unidos lidera lejos; el mundo está en una situación de un 50 por ciento de lo que son ellos; la Argentina tiene un rinde respetable, superior al del mundo y al de Brasil, con una fertilización más baja que la de los Estados Unidos, Brasil —pero éste tiene un rinde menor que el nuestro— y que la del mundo. ¿Qué pasa si comparamos el total? Es una situación muy particular. El rinde de los cuatro cultivos de los que hemos estado hablando —no está incluido el rinde del girasol porque lamentablemente no hay datos mundiales de fertilización en girasol— es bastante parecido al del resto del mundo. Sin embargo, nuestra fertilización no llega al 40 por ciento de promedio que se da en el mundo. Esta es, quizás, la principal conclusión a la que tenemos que llegar. El mundo está fertilizando en forma proporcional a los nutrientes que se extraen, nosotros, en cambio, estamos descapitalizándonos a pasos agigantados y en poco tiempo lo vamos notar. Este año se va a usar menos cantidad de fertilizantes. En consecuencia, el rinde en las cosechas va a ser menor, nuestros campos van a estar muchísimo más desmineralizados que hace dos años y, desde ya, muchísimo más desmineralizados que hace veinte. Para que ustedes comprendan, en esta imagen se presentan gráficos informativos del año 2004 y 2005 que representan el consumo mundial de fertilizantes, donde la Argentina estaba en 0,7. Sin embargo, el crecimiento de estos últimos años llevó a que la Argentina el año pasado estuviera cerca del 1 por ciento del consumo. Con respecto a nuestra producción de fertilizantes, tenemos una única fábrica grande en la Argentina que no siempre puede producir por razones diversas y, entonces, la producción es muy baja. Las principales zonas de producción están donde se encuentran los yacimientos; es decir, en África, sur de Europa, algunos países de Asia y Norteamérica. Con esto finalizamos la primera parte de la exposición. Hay una segunda parte de este punto. Esta extracción de nutrientes implica en nuestro país 3.700 millones de dólares, que se van en nuestras cosechas. A mi ayer me preguntaron si estábamos de acuerdo en que exista una promoción en el uso de los fertilizantes y, si me 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 6 permiten, voy a mostrarles un pequeño gráfico. Este es el mercado de fertilizantes del año 2007 a valores de hoy, y es de 3.000.700 toneladas; es decir, hay 4.000 toneladas de más que a los precios de hoy son 3.200 millones de dólares. Al grano se aplica el 75 por ciento. Entonces, si hubiera una desgravación para usar fertilizantes en el impuesto a las ganancias, o en donde fuere, con el origen que sea del orden del cien por ciento, sobre los 2.300 millones de dólares que se usan en granos, le podría implicar al Estado argentino 737 millones de dólares de desgravación posible. Esto es mucho dinero, correcto, pero de esto surge una pregunta: ¿es realmente mucho dinero? En esta imagen se puede apreciar la cosecha argentina, que es de 94 millones de toneladas. Es un precio internacional, racional y de hace muy pocos días. Esto es lo que percibía un productor agropecuario hace muy pocos días. En la página anterior vimos 737 millones de dólares como costo de la desgravación total, 4,5 por ciento de más cosecha o de menos cosecha pagan en impuestos, entre retenciones e impuesto a las ganancias, los 735 millones de dólares necesarios. Es decir que si le otorgamos al productor agropecuario una desgravación del cien por ciento del impuesto a las ganancias, y eso implica que logramos cosechar 4, 5 por ciento más de granos, esa retención está paga. Si por casualidad no otorgamos esa promoción, 4,5 por ciento menos de cosecha, costaría lo mismo que hacer la desgravación. Obviamente, para conocimiento de todos, hay diferentes cultivos y al que menos ayudan es a la soja porque es el que menos fertilizantes usa. A los que más ayuda es al maíz y al trigo, que son los que más queremos sembrar. Sra. Presidenta. –– Tiene la palabra el ingeniero Gear. Sr. Gear. –– Me parece muy clara la exposición que acaba de realizar el representante del CIAFA. Justamente, nosotros como representantes de Maizar, entendemos que es el cultivo más sensible al tema de los fertilizantes. Es un cultivo caro, un cultivo que es sabido que requiere de muchos insumos por hectárea, insumos polarizados en su mayor parte. Asimismo, sabemos que pagan el 25 por ciento de retenciones; es decir, se compran insumos por un dólar de 3,06 y se vende a un precio dólar de 2,24, y esta situación incide fuertemente en un cultivo en el que el 70 por ciento de su costo es dolarizado. De manera que creo que es sumamente oportuno estimular este tipo de iniciativas. En la Argentina, oportunamente, ya ha existido este tipo de iniciativas. Creo que este es Salón Illia y, justamente durante la presidencia del doctor Illia, el diputado Aurelio Polonia presentó un proyecto en el que se establecía una desgravación para el uso de fertilizantes, que recién empezaban a usarse en la Argentina. De todos modos, esta iniciativa fue muy positiva porque desató el uso de fertilizantes en aquel momento, fundamentalmente, para el trigo, que era lo que más se fertilizaba. Coincidimos con la propuesta por lo que hemos escuchado respecto de la necesidad de reponer, por lo menos en alguna medida, la tremenda extracción de nutrientes que está sufriendo el país y por la necesidad de realizar una rotación más adecuada. Pudimos observar también lo que se producía en Estados Unidos, lo que se produce en Brasil y lo que se produce en la Argentina; los tres grandes productores de soja en el mundo sabemos que son la Argentina, Brasil y Estados Unidos. Pero, sin ninguna duda, hay una desproporción entre el área que se destina al otro cultivo importante de verano, que es el maíz, porque si miramos bien, en Estados Unidos las áreas son equivalentes, es decir 30 millones de hectáreas de cada uno que fluctúan en más o en menos un 5 o 6 por ciento, según los años. Tal vez un año es de 27 y otro año es de 33 millones de hectáreas. En Brasil sucede algo parecido ya que la producción de maíz y soja son casi equivalentes y en la Argentina tenemos una desproporción de 17 millones contra 3 millones de hectáreas. Por lo tanto, todas las iniciativas que tiendan a ayudar al cultivo de maíz, va en beneficio del país, de la economía en su conjunto, de la economía del interior, de la rotación de 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 7 los suelos y en beneficio de un sistema mucho más perdurable a lo largo del tiempo. Sra. Presidenta. –– ¿Alguien más quiere intervenir? Sr. Maceira. — Mi nombre es Juan Maceira de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos. Fuimos invitados a esta Comisión porque estuvimos colaborando con los equipos técnicos de la señora senadora Osuna y del señor senador Guastavino en la preparación del proyecto 1548/08 que se analiza en esta reunión, y en los temas que se mencionaron anteriormente, los cuales coincidimos, sobre la alta extracción de nutrientes que hace nuestra agricultura. Aproximadamente, coincidimos en los números: en un 60 por ciento de los nutrientes que se están reponiendo; fundamentalmente, en fósforo y nitrógeno; pero casi nada en potasio porque tenemos un gran excedente todavía pero que no va a ser eterno. Por un lado, uno de los temas importantes que nos trae acá es el gran incremento que hubo en los precios de los fertilizantes. La extracción de los fertilizantes se viene produciendo en el largo plazo desde hace muchos años. Las prácticas agrícolas —como vimos— estaban mejorando, se está tomando mayor conciencia y hay una mayor sensibilidad de parte de los agricultores en la necesidad de reponer fertilizantes, y parte de los aumentos de los rendimientos se deben al consumo. El riesgo que tenemos ahora es el grave aumento de los precios de los granos y de los fertilizantes. Tengo datos, que hoy no los hemos visto, del precio de la urea al productor agropecuario en la Argentina. En febrero de 2007, en la Pampa Húmeda, estaba 320 dólares la tonelada, en febrero de 2008 pasa a 550 dólares y en agosto a mil dólares la tonelada. Un aumento de más del doscientos por ciento en menos de un año y medio. Con respecto al fosfato diamónico aumenta de 362 dólares en febrero de 2007 a 970 dólares en febrero 2008, para llegar a agosto a 1.400 dólares la tonelada. Un aumento cercano al trescientos por ciento en los precios. En consecuencia, lo vemos como un grave riesgo para la pequeña agricultura. En el proyecto, en el cual estuvimos trabajando, se orienta a hacer una promoción en el uso del fertilizante en los pequeños productores, idea que está dentro de los lineamientos estratégicos de la gestión del gobierno nacional que está llevando adelante el ingeniero Cheppi al frente de la Secretaría de Agricultura. Una de las líneas de acción que pretende llevar adelante la Secretaría de Agricultura es incrementar las acciones orientadas a la preservación de la fertilidad de los suelos, la dotación de nutrientes y la calidad de las aguas, al tiempo que busca intensificar y focalizar las políticas de redistribución intrasectorial de la renta agropecuaria. En esos lineamientos estratégicos se establece el impulso a este proyecto de ley que estaría fomentando el uso de los fertilizantes en los pequeños agricultores que posiblemente más desventaja encuentren en este incremento de precios recientes, que se produjo en el mercado, y quienes más dificultades pueden llegar a encontrar en el acceso a precios promocionales que se puedan encontrar por otros caminos. Por otro lado, acompañé al secretario de Agricultura en calidad de director de economía agraria a la última reunión del Consejo Agrario del Sur, realizada en Chile la semana pasada. Acudieron los ministros y autoridades de agricultura de los países del Mercosur, más los de Chile y Bolivia, que mostraron una gran preocupación por la situación del mercado de fertilizantes y por la provisión de nuestra agricultura. Se está trabajando en forma conjunta. Según una propuesta del ingeniero Cheppi, se va a conformar una comisión entre los países del CAS (Consejo Agrario del Sur), para tratar de desarrollar una estrategia común y una política de desarrollo del mercado de fertilizantes con uno de los países, y de complementariedad. En el caso del potasio tenemos una mayor potencialidad para la producción y no tanta necesidad de uso, al revés de lo que pasa con Brasil que podría llegar a tener un mayor excedente de fósforo y gran necesidad para el potasio. 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 8 Sra. Presidenta. — Aclaro que el proyecto, cuyo borrador de dictamen estamos distribuyendo para el análisis de los senadores, tiende a la temática de fertilizantes sin segmentar en grandes y pequeños productores. Es un proyecto de la autoría de la señora senadora Gallego, mío, y de otros senadores. El proyecto 1548/08 —que usted ha referido de la señora senadora Osuna; cabecera de la Comisión de Presupuesto y Hacienda— es un proyecto diferente que vamos a tratar. Como estamos con testes de esta necesidad de atender a los pequeños productores y dar un incentivo en ese aspecto, tomamos los índices del INdeR y de la Secretaría de PyMEs, para colaborar con la Comisión en la formulación del borrador del proyecto de la señora senadora Osuna. Este proyecto es distinto y creo —vamos a ver qué opina el resto de los senadores y senadoras de la Comisión—, que no deberíamos mezclar ambos temas. Eso lo vamos a ver en el transcurso de nuestro trabajo. Tiene la palabra pedida la señora Gallego, el senador Marino y el señor Caparelli. Sra. Gallego. — Uno de los temas que más nos ha preocupado en las cadenas de producción, tanto en las de ganadería como en las de agricultura, es cómo inciden otros factores que son absolutamente necesarios para lograr mejores rindes. Que sean no sólo de cantidad sino de calidad adecuados, a la vez de garantizar la preservación de los suelos —que es un imperativo como país— y cómo inciden los costos que hacen posible llegar a este objetivo de mayor cantidad y mejor calidad. Pregunto, ya que es uno de los temas centrales para dilucidar estos proyectos es: en los insumos importados y nacionales que tienen que ver tanto con la urea como con el resto de los fertilizantes, ¿cuáles son los valores que inciden para que se haya dado esta suba en dólares de valores tan abismal que se han duplicado? Es decir, han crecido exponencialmente. Esto está asociado —¿cuál es la opinión de ustedes?— a los valores de los granos en los commodities internacionales o al crecimiento de los valores de los hidrocarburos para el caso de la urea. Esto es lo que quisiéramos saber, porque ha bajado nuestra producción local en urea y ha subido el valor. Todos sabemos que estamos con dificultades con la provisión de gas, insumo imprescindible. También aumentan los que incorporan fósforo, azufre, etc. Esto se debe solamente a los valores internacionales, el crecimiento del valor del dólar o hay algún otro tipo de factor que ustedes crean que está incidiendo en los valores de los productos que hoy requieren de la agricultura para ser más eficientes. Nosotros no tenemos un estudio econométrico realizado al respecto. En realidad, es parcialmente intuitiva la respuesta. Pero en el caso del nitrógeno, lo que está afectando mucho es el precio del gas que si bien no está estrictamente relacionado con el precio del petróleo, acompaña. Es decir, los altos precios del petróleo están relacionados con los altos precios del gas en el mundo. En ese sentido, tenemos una ventaja porque tenemos un gas un poco más barato que nos permite llegar a un acuerdo con las empresas proveedoras. El precio que se ha acordado para la urea es de 450 dólares la tonelada, cuando la urea importada es de 1000 dólares la tonelada; menos de la mitad. Ambos precios son factibles para el mercado: uno para la urea de producción nacional y el otro para la urea importada. A su vez, en este punto juegan factores de especulación que están vinculados con el precio de los commodities y, obviamente, con la puja de esa renta. Al haber mayor renta en la producción de granos, entonces eso va a estar en puja con la provisión de insumos. Sin embargo, en el caso de la urea influye el gas y en el caso del fósforo, se trata de un recurso natural no renovable. De hecho, las minas de fósforo son escasas en todo el mundo y por ende tiene una oferta bastante limitada. Es por eso que la Secretaría de Agricultura está 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 9 trabajando en conjunto con la Secretaría de Minería y con el INTA para impulsar un plan de exploración de fósforo en la Argentina. Al mismo tiempo, se está desarrollando un estudio sobre las fuentes de fósforo identificadas en el país que, según los estudios realizados en los 60́ son de baja ley. De todas maneras, por medio de los estudios técnicos que se están llevando a cabo con el INTA, se podrían llegar a encontrar formas de utilización, aún a partir de esas rocas fosfóricas de baja ley que tenemos. En el caso del fósforo, la oferta está restringida porque es un recurso natural no renovable. Principalmente, las fuentes de fósforo ––corríjanme los expertos en el tema –– están en África. Al mismo tiempo, hay un gran aumento de la demanda estacional ya que en países como los Estados Unidos, el maíz se usa para generar bioetanol. Con respecto a los países de Asia, especialmente aquellos ubicados en el sudeste asiático, en los últimos 3 ó 4 años el mercado aumentó la demanda de nutrientes. En efecto, varios factores confluyen en este tema: hay restricción de parte de oferta, aumento de los precios nacionales y un aumento de la demanda porque hay mayor demanda de alimento agrario. Sra. Presidenta. –– Tiene la palabra el señor Martínez. Sr. Claudio Martínez. –– Mi nombre es Claudio Martínez y soy vicepresidente del CIAFA. Quiero hacer una pequeña aclaración. Tenemos que entender cómo se fijan los precios de los fertilizantes a nivel mundial. El fertilizante es un commodity, tanto como cualquier grano como la soja, el maíz, o el trigo. Como tal, todos los precios de los commodities se rigen por lo que es la oferta y la demanda. Aquí se hizo mención a algunas aclaraciones de restricciones de oferta, pero lo que tenemos que entender, fundamentalmente, es que el precio del fertilizante es totalmente transparente. O sea, uno puede entender hoy —y hay indicaciones internacionales— el precio que cuesta cualquier tipo de fertilizante en el mundo. Tenemos que sacarnos cualquier ese mito o idea acerca de que el precio del fertilizante puede ser manipulado o puede derivar de otros factores. La verdad es que la fijación de precios es muy transparente para poder seguirla y poder continuar y ver las tendencias. A nivel mundial ––tal como lo explicó el señor Maceira––, la oferta ha sido menor que la demanda. Entonces, al subir los precios de los granos, la demanda es mayor porque cuanto más usamos fertilizantes más producción de granos tenemos. Con lo cual, esa mayor demanda no ha podido ser absorbida por la oferta que se ha mantenido estable. Por lo tanto, es lógico que los precios de los fertilizantes se hayan disparado como mencionaba. Hay una pequeña aclaración adicional que quisiera hacer respecto del tema de la urea. En cuanto a los precios de la urea que se mencionaron, hubo una mezcla en el sentido de que por un lado hablamos de precios de urea internacional y, por otro lado, del precio de urea nacional Hace poco, el gobierno acordó un precio con la productora de urea nacional Profertil, entonces, en la Argentina la urea se consigue a valores de 450 dólares. La verdad es que el mismo producto, al importarlo, sale 1000 dólares la tonelada. Esta es una realidad, es un número que uno lo puede extraer de cualquier comunicación Sra. Gallego. –– O sea que esta proveyendo el gas a un valor preferencial. Sr. Claudio Martínez. –– Tal cual. Este es un acuerdo particular entre el gobierno y la empresa productora. Es importante entender que el mercado de fertilizantes es muy transparente, sobre todo, en lo que respecta a la fijación de precios. Es más, si vemos para adelante, en la medida que los precios de los cereales bajen, es dable que los precios de los fertilizantes acompañen esa tendencia, porque la demanda va a ser menor que la que tenemos hoy. Sra. Presidenta. –– Tiene la palabra el senador Marino. Sr. Marino. –– La verdad que es muy bueno que estén aquí porque para hablar de producción, es importante rodearse de gente que sabe del tema. 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 10 El informe que veíamos recientemente en PowerPoint a mi me deja una preocupación. En la década del 80, sobre todo en la zona pampeana ––de acuerdo al gráfico––, teníamos pocas necesidades o menores necesidades de nitrógeno y de fósforo. Luego, en la década del 90, vimos como esa zona se cubrió de necesidades, y lo mismo nos va a suceder con el potasio en pocos años más. Con lo cual, deberíamos estar preparados. ¿Por qué digo que esto es bueno? Porque todo lo que el contador explicó es bueno para que empecemos a entender que para producir, en la Argentina y en cualquier lugar del mundo, es necesario que usemos fertilizantes; ya sea urea, fosfatos, y no sólo en la agricultura sino en la ganadería. El otro día tuvimos una reunión con la gente que se dedica a ganadería en la cuenca del río Salado, en la provincia de Buenos Aires. Ellos han realizado un trabajo experimental. Tomaron un campo de cuatro hectáreas e hicieron un testeo utilizando solamente fósforo por el tema de los pastos naturales, y después de un tiempo, pasaron de tener de 0,7 vacas por hectárea a 1,6, aplicando fósforo a los pastos naturales. Con lo cual, creo que es importante entender de una buena vez en la Argentina que lo que tenemos que hacer es producir el doble y tratar de devolverle a la tierra la mayor cantidad de nutrientes posible. Esto creo que lo explicó muy bien el senador Reutemann y ustedes lo acaban de graficar. Por ahí, se cree que el productor no se da cuenta de esa cantidad de dólares ––140 dólares aproximadamente–– y se cree que, verdaderamente, está ganando y, en realidad, está perdiendo porque lo está sacando de su propia tierra. Eso el productor lo sabe. Pero, me parece que, a veces, no es fácil fertilizar justamente por los valores. Creo que en esto es importante siempre hablar desde el conocimiento y cuando uno no lo tiene, mira a quienes realmente conocen del tema. Además, las estadísticas juegan un papel fundamental en esto; sin la estadística, no se puede trabajar. Cuando discutíamos la Resolución 125, muchas veces se decía que los productores venden sus productos en dólares y compran sus insumos en pesos. Esto está fuera de discusión. Creo que ya nos desayunamos todos, entre los que me incluyo, y todos sabemos que no sólo están en dólares, sino que ––como lo decía la senadora Gallego–– se han duplicado e, incluso, triplicado en dólares. Con lo cual, la ecuación no es la misma. Se preveía que vos vendías en dólares y comprabas los insumos en pesos. Además, quiero adelantarles que soy autor de un proyecto y me han acompañado otros porque estoy en contra de las retenciones. Cuando se discutía sobre el tema de las retenciones, yo planteaba, y lo sigo haciendo, que el mejor impuesto en la Argentina es el impuesto a las ganancias: quien más gana, más paga y quien menos gana, menos paga. Hoy, tomamos las retenciones como parte de nuestra vida, hasta el propio productor. Cuando sale esa discusión también es cierto. En esa propuesta que habíamos presentado, tomando como propias las retenciones, planteamos que la movilidad no debería pasar el 35 por ciento. Teníamos un esquema distinto para cada cultivo en el caso de la soja, porque en la Cámara de Diputados se habían olvidado del trigo y del maíz, que son dos aspectos fundamentales. En este momento, lo que le está pasando al productor es que el insumo sube y el producto baja: la urea, a mil dólares la tonelada, —creo que es así y sino corríjanme—. La soja no es el cultivo al cual se le aplica la urea —como bien lo explicó el contador— porque los ingenieros lo que nos aconsejan es eso; que no lo utilicemos pero sí lo que se utiliza es el trigo. Quien más respuesta tiene es el trigo y el maíz, esto está absolutamente claro. Cuando el productor hace la ecuación de costo-beneficio, es decir, costo de producción y beneficio de venta, entiende que la actividad no es rentable. Por lo tanto, debería haber una movilidad hacia abajo en las retenciones porque si a vos te suben los insumos y tu producto baja, —creo que la retención debería bajar para que la 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 11 ecuación sea rentable; para que el productor no llegue a la quiebra— afecta indefectiblemente al más chico porque el más grande tiene acceso a otro tipo de operaciones, otro nivel de mercado, de comercialización con distintos niveles de compra, soporte agronómico. Tienen un riesgo absolutamente distinto. Los grandes productores o fideicomisos financieros —afectados a la producción o “pooles” de siembra— tienen la producción diversificada. No les afecta tanto los fenómenos climáticos, siempre tienen alguna ventaja. Por lo tanto, el pequeño y el mediano productor están “al horno con todo esto”. ¿Vieron que no hubo un plan soja en la Argentina y la gente sembró soja? Podemos hacer el mejor plan ganadero, —hay muchas provincias; por ejemplo la mía tenía un muy buen plan ganadero— pero si no hay rentabilidad, no hay plan ganadero que funcione. Lo mismo nos va a pasar con esto. Me parece que ahí es donde el Estado debe empezar a equilibrar. Decir: ¿por qué se produce el fenómeno de la sojización? Porque había precio y rentabilidad. ¿Cómo podemos hacer para levantar la siembra de maíz y de trigo? Dándole beneficios, esta es la realidad. Con respecto al maíz, tenemos la posibilidad de conseguir un equilibrio, que es lo que tenemos que empezar a hacer en la Argentina. Es decir, ponerle valor agregado a lo que producimos utilizando maíz para engordar la hacienda. Esto es lo básico para cualquier productor; lo mismo para el caso del trigo. Cuando se discutió la Resolución 125 proponíamos beneficios de este tipo como los que hay en los proyectos que había enumerado la senadora; lo hemos planteado acá. No me acuerdo quién fue que me dijo hace un momento que se había modificado y se había incorporado —un dato que no es menor— porque si vamos a dar beneficios para descontar impuestos a las ganancias debemos hacerlo pos coparticipación federal. Porque sino ese beneficio de reducir el impuesto a las ganancias se hace pre coparticipación y termina pagando la provincia como siempre. Las provincias hoy están con un nivel de coparticipación federal —Nación-provincias— considerablemente bajo, con respecto a lo que era antes. En definitiva, se toma de los fondos que verdaderamente le corresponden al Estado nacional del impuesto a las ganancias. Cuando el Senado de la Nación logró frenar la media sanción que venía de la Cámara de Diputados sobre la Resolución 125, ahí no terminó el problema. En consecuencia, tenemos que, entre todos los oficialistas y opositores —porque esto es un problema de la Argentina—, empezar a trabajar fuertemente en este tipo de cuestiones. Uno de los elementos que estamos hablando es la fertilización y los beneficios; y cuando el contador hacía referencia a lo que perdería el Estado —si le sacara el ciento por ciento del impuesto a las ganancias— si lo que recuperaría, usted ha sido muy benévolo. Lo corrijo porque le aseguro que vivo en una provincia marginal, como es la provincia de La Pampa. No es Balcarce, ni Pergamino donde yo vivo. Además, soy productor; hemos hecho muchos ensayos. Tengo mucha información de ACREA; es un organismo al cual yo le creo porque es una información básica del productor. Los niveles de crecimiento en la producción, cuando fertiliza, son absolutamente superiores al 4 por ciento que usted indicaba aun si tiene niveles normales de lluvia, sin fenómenos climáticos adversos, ni pedrada o algo parecido. Por lo tanto, lo que estamos logrando con esto —si logramos este tipo de beneficio— es que el Estado —que somos todos— recaude mucho más, porque es producir más con beneficios para recaudar más. Es decir, una ecuación al revés; sacarle el corset a la producción, dejarlo que produzca y potenciar la producción con una fuerte presencia del Estado para que no se nos dispare la soja, para que tengamos un equilibrio de cultivos ya que la rotación es básica —creo que usted lo dijo— en cualquier nivel de producción. En los gráficos, veíamos cómo fertilizan los Estados Unidos y Brasil. Entonces, entiendo por qué el Presidente de Brasil subsidia con 50 mil millones de dólares la producción. 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 12 Es producir más, asegurar los consumos internos, bajar los costos de los que consumimos en la Argentina y exportar. Creo que este es el beneficio, por ahí vamos a perder. No recuerdo las cifras, creo que son 700 millones de pesos de recaudación; y vamos a triplicarlos, nuevamente en impuestos, produciendo más. Estoy totalmente de acuerdo con esto y pido que se haga pos coparticipación porque me parece que es necesario. Sra. Presidenta. — Gracias, senador. Está agregado en el artículo 14 su sugerencia de la reunión anterior de que sea pos coparticipación. Lo tenía anotado al contador Caparelli, y después al senador Martínez. Sr. Caparelli. — En primer lugar, aclaro que el comentario que hice hace un rato fue que con el 4,5 por ciento más de producción se paga toda la desgravación, el ciento por ciento. No el cincuenta ni el sesenta, sino el cien. Nuestra visión es que se utiliza el 30, 40, 50 por ciento más de fertilizantes y eso es una aclaración que no tiene posibilidad técnica de discusión. Si estuvieran bien aplicados, el incremento en la producción sería entre dos y cuatro veces más de lo que costaría esta desgravación. Esta es la aclaración que quería hacer. Sr. Orjales. — Mi nombre es Daniel Orjales de CIAFA. Quiero cerrar el tema del potasio que quedó inconcluso. Fernando García integrante del IPNI, institución de fertilizantes, dice: que “en aproximadamente el término de 8 ó 10 años va a haber un faltante de este producto y que en algunas áreas de la Argentina hay respuesta al potasio, especialmente en algunos lugares de la Mesopotamia”. Hay una empresa que tiene un emprendimiento en Mendoza para la extracción de este producto, con alguna dificultad; y hay otra trabajando en Neuquén para extraer este producto. Estos emprendimientos —que cierra también con el tema precios de oferta y demanda de fertilizantes— demoran mucho tiempo y son inversiones de más de 700 u 800 mil millones de dólares. Por lo tanto, la reacción de las empresas de fertilizantes ante el alza de precios no está dada al instante, porque todo ese tipo de inversiones demora más tiempo. Eso es lo que ha pasado con los fosfatados, con el azufre. Es decir, demora dos o tres años en ofrecer un mayor volumen y hace que haya una oferta limitada. Sra. Gallego. –– Los senadores de La Pampa conocemos bien el problema de la explotación de potasio y el tiempo que va llevar resolver y poner en funcionamiento la mina de potasio por parte de la empresa Río Tinto, en el sur de Mendoza. Nosotros somos quienes hemos cuestionado la puesta en funcionamiento, porque esto ocasiona un serio problema de peligro de contaminación de las aguas del río Colorado, que es la fuente de provisión de agua para consumo de toda la población de La Pampa, merced a un acueducto que toma en Pichimahuida y que somos condóminos en la cuenca del río Colorado. Así que tenemos serios problemas. No puede ser que para conseguir el potasio y resolver el problema de la extracción mineral a través de la agricultura, estemos contaminando la única fuente segura y renovable de agua potable para la población de toda la provincia de La Pampa que, como sabrán, tiene altos contenidos de sales, sobre todo de arsénico y flúor. Por lo tanto, estamos ante un problema serio con Río Tinto. En este momento están realizando un ensayo de relocalización de los efluentes de la explotación minera y, hasta que no esté aprobada por COIRCO, difícilmente la puedan poner en funcionamiento. Esto por supuesto, retrasará la previsibilidad en el tiempo la puesta en funcionamiento de la empresa. Tenían previsto cinco años para ponerla en el mercado y en este momento llevan un año de retraso, porque primeramente se tiene que resolver el problema de los efluentes. Esto era lo que le quería aclarar respecto de la previsión de cuándo va estar. Sra. Presidenta. –– Tiene la palabra el senador Martínez Sr. José Carlos Martínez. –– Respecto de la influencia que tienen los costos de producción y demás, algunos fertilizantes, como la urea ––que recién lo mencionaron–– cuesta mil dólares. Ese es el precio internacional de la tonelada, pero en la Argentina, por el convenio con la 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 13 Petroquímica que está en Bahía Blanca, cuesta 450 dólares la tonelada Ahora bien, el precio internacional está medianamente ligado al precio del millón de BTU internacional de un insumo, como es el gas, y la Argentina está importando a 17 dólares el millón de BTU. Ahora el precio interno, el que se le paga de referencia a las provincias productoras ––en mi caso Tierra del Fuego––, es un 1,20 dólar. Entonces, uno cuando analizada el valor internacional de un insumo se da cuenta que no tiene relación con el del mercado interno, con la provisión de gas, con los precios de gas interno de la Argentina ni con el precio final. Inclusive, 450 dólares es caro. ¿Ustedes han analizado esto?, ¿han visto alguna alternativa? Porque lo que se está trayendo o importando a Bahía Blanca a un precio de 17 dólares el millón de BTU es equivalente a 8 millones de metro cúbicos día. En Tierra del Fugo estamos planteando llevar adelante un desarrollo petroquímico porque en esa provincia existe un yacimiento que, por falta de capacidad de transporte, tiene ocioso 17 millones de metros cúbicos día; el doble de lo que la Argentina importa a un precio, vuelvo a insistir, de 1,20 el millón de BTU precio final. ¿Ustedes han analizado esa posibilidad? Porque esto también tiene que ver con el tema del potasio y demás nutrientes. De hecho, en la Patagonia hay posibilidad de extraer potasio. Creo que habría que hacer un sinceramiento del mercado de los fertilizantes con la producción. Si uno analiza las retenciones ––como decía el senador Marino––, hay ventajas comparativas que tendrían los productores. Entonces, si vamos a tomar el precio internacional para exportar, tomemos el precio internacional también para producir y tengámoslo en cuenta para considerar la mano de obra, los insumos y el costo de la energía, porque el gas oil está subsidiado. Muchas veces se habla de los altos precios internacionales, entre ellos el que tiene el gasoil, pero por ejemplo, con respecto a los combustibles para los aviones ––y esto ayer lo charlábamos en el recinto––tiene las referencias del precio internacional y, es más, lo dejaron a un precio internacional cuando el barril de petróleo estaba 140 dólares. Pero ahora que ha bajado a un precio de 115 el barril de petróleo, no bajó el precio. En la Argentina, el precio que se le provee a las refinadoras es de 42 dólares, y está fijado en la Argentina desde hace mucho tiempo. También se subsidian a través de las provincias productoras. En realidad, no es que las subsidiemos, lo hacemos por parte de nuestras regalías. Las regalías, para que ustedes sepan, es un monto que se le paga a una provincia por un recurso no renovable que se le está sacando para que substituya cuando eso se acabe por otra actividad. Todo esto está pasando y veo que hay una fuerte distorsión en el mercado porque se hace hincapié en los subsidios en el proteccionismo y se hace hincapié en las retenciones para equilibrar, pero creo que no hay un sinceramiento en el mercado. Entonces, me gustaría tener su opinión sobre el tema, más que nada, sobre el tema de la urea que es tema concreto de producción argentina. Sr. Caparelli. –– No tengo la capacidad de contestar todas las preguntas que usted hizo. La forma por la cual la firma Profertil compra el gas local no lo conozco, tampoco su esquema de costos. Pero considero que la producción mundial de urea no se está realizando a partir de 17 dólares el millón de BTU, dado que la mayor parte de la producción se hace en países con exceso de gas y, por lo tanto, con costos de gas mucho más baratos. Sr. José Carlos Martínez. –– ¿Cuál es el promedio entonces? Sr. Caparelli. –– No lo conozco. Por ejemplo, en el Golfo Arábigo el millón de BTU tiene un precio de 1ó 2 dólares, mientras que en Estados Unidos el precio es de 5 ó 6 dólares. Esto es muy variable. Por eso, la mayor parte de la las últimas plantes de producción de urea se están instalando en los países de Oriente, países que dan una cantidad de subsidios. La posibilidad de que la Argentina tenga una planta de urea, más allá del hecho de si lo están vendiendo caro el producto ––que no lo están vendiendo caro––… 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 14 –– No se alcanzan a percibir las palabras del senador Martínez. Sr. Caparelli. –– No conozco su costo interno, pero estudiando el balance usted puede llegar a ella. Pero le puedo garantizar que no es de 17 dólares el costo de producción de urea mundial.17 dólares puede ser el costo de lo que importamos nosotros en estos barcos que están llegando para inyectar en la red, o sea que se una situación muy particular. La conveniencia de que la Argentina sea productora de fertilizantes es tremendamente conveniente. La Argentina podría producir, por ejemplo, Potasio… Sr. José Carlos Martínez. –– La Argentina le compra a gas a granel a Bolivia a un precio de 8 dólares. Sr. Caparelli. –– No lo estoy discutiendo. Usted sabe muchísimo más que yo de ese tema. Lo que yo le estoy diciendo concretamente es que la urea, que en el mundo se vende a aproximadamente 900 de dólares la tonelada, no se hace con gas comprado a 17 dólares y creo que tampoco a 8. En todo caso, habría que hacer el análisis con la firma Profertil. Yo no tengo ni la posibilidad ni el derecho de hacerlo porque no es función de la cámara ni era función de la explicación que estábamos dando en el día de hoy como para darle una respuesta acabada a su pregunta. Esto es lo que tenemos y cuando Porfertil abrió su planta, la Argentina se enorgulleció de tener el tren de producción más gran del mundo, que hoy no todos los días trabaja. Sra. Presidenta. — Requeriremos los datos vía Secretaría de Agricultura que es el organismo oficial. Tengo un pedido de palabra de los ingenieros Gear y Salguío. Les digo a los senadores y a los invitados que vamos finalizando esta primera ronda de consulta, para pasar luego a la Comisión para ver el resto de los temas que tenemos en la agenda de hoy. Sr. Gear. — En la campaña anterior hubo una situación muy particular. Veníamos con costos viejos y precios nuevos, y ahí fue donde se produjo el debate: la ganancia extraordinaria. En este momento, estamos exactamente al revés: costos nuevos y precios nuevos, muchos más bajos que lo que fueron; hay que tomarlo en cuenta. Es decir, el trigo ha bajado 130 dólares la tonelada, bajó de 420 dólares FOB a 290; el maíz bajó cien dólares la tonelada de 300 a 200 dólares; la soja bajó 130 dólares la tonelada, de casi 600 a 470 —FOB a FOB—; y todos los demás precios han quedado arriba, es decir, los fertilizantes, los combustibles, los arrendamientos, la predica arriba, todo lo que se habló. Hay que concientizarse de que los números ya no son lo que van a ser. El 80 por ciento de la producción del mundo está en el hemisferio norte quien está definiendo las cosechas en este momento. Por ejemplo: en la producción de trigo son 670 millones contra 600 millones de toneladas en la campaña anterior. Todos los países del mundo han crecido en su producción menos la Argentina. Europa Oriental ha crecido fuertemente; Rumania, Ucrania y Bulgaria; una serie de países que hace 5 años no contaban con el comercio internacional; esto hay que ponerlo en el contexto de los nuevos precios. Insisto, el senador comentó el nivel de las retenciones que, por ejemplo, el 25 por ciento de las retenciones en el caso del maíz, es alto. Se lo dije al secretario Urquiza el día que subió del 20 al 25 por ciento, quien me reconoció que no era partidario de subir las retenciones. Pero sabemos que en ese caso, la decisión de la Secretaría de Agricultura era cercana a cero. Sra. Presidenta. — Señor Salguío. Sr. Salguío. — Para nosotros en la “Asociación Maíz y Sorgo Argentino”, donde venimos discutiendo estos temas y —como comentaba el ingeniero Gear— conocemos el proyecto de ley que existió en su momento con relación a la desgravación del fertilizante. Es un tema que venimos trabajando. Hoy tenemos un enorme placer poder estar con ustedes y ver de qué manera nuestros senadores de la Nación se involucran en un tema tan importante, que por ahí es algo tan simple 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 15 como el uso del fertilizante que puede ser un insumo más en miles de industrias que hay en la Argentina. Por ejemplo, como puede ser el hilo en la industria textil u otros Como recién comentaba el ingeniero Gear, cuando vemos la producción mundial de materias primas agrícolas, vemos que hay algunas que están creciendo muy rápido. Creo que tiene que ver, y quizá nos puede ayudar a entender, qué es lo que pasa en el mundo de los fertilizantes. En la cosecha de 2004, en el mundo se produjeron 570 millones de toneladas de maíz. En la cosecha de este año va a llegar a casi 800 millones de toneladas. Es decir, que en cuatro campañas la producción mundial de maíz creció en casi un 50 por ciento. Eso implicó una demanda muy grande de fertilizantes, tanto de fósforos como de nitrógeno, de casi todos los países del mundo. Porque el maíz tiene una característica esencial: es el grano que más se produce en el mundo en volumen; y en todo el mundo. Por ejemplo: Japón —que casi no tiene superficie agrícola—, produce cerca de un millón de toneladas de maíz; en las últimas tres campañas, los países de América Central o los país más pobres de África —que normalmente eran importadores de maíz— empezaron a hacer un poco de maíz; y en muchos países de rendimientos muy bajos, de 800 ó 900 kilos por hectárea, en las últimas tres campañas duplicaron su producción, sobre todo con relación a los fertilizantes. En consecuencia, si el fertilizante lo vemos como una materia prima —como el petróleo u otras materias—, vemos que es uno de los que más aumentó su demanda en el mundo y, el aprovisionamiento de esa demanda, es rígido. Depende de abrir una cantera o una piedra fosfórica donde en muchos países pasan este tipo de problemas: contaminación de acuíferos, daño ambiental, daño a las poblaciones con enormes inversiones. En el caso del nitrógeno —que sale del aire— depende de enormes inversiones en fábricas que llevan varios años en presupuestar y en conseguir el capital. Entonces, este proyecto de ley en la Argentina es particularmente importante. Vemos un ánimo de disminución en el área sembrada. El informe de la bolsa de la semana pasada estima una caída del 10 por ciento en el área, prácticamente 11; mañana sale el informe nuevo de la bolsa. Ayer tuvimos una reunión con los analistas y estiman que posiblemente en el informe va a salir un 15 de caída de área, con una caída en la aplicación de tecnología. Esto significaría que de las 20,5 millones de toneladas —que mostraba el contador Caparelli— no sería raro que bajemos quizá a un número que no nos dé mucho gusto, y que prefiero ni siquiera decirlo. El proyecto de ley, si saliera relativamente rápido, generaría un cambio de ánimo en ese productor que se está decidiendo entre sembrar para un fin ganadero o lechero, porque verían que nuestros legisladores están atentos a estas cosas que —desde el punto de vista económico para el presupuesto nacional— no es mucha plata; quizá para el sector agrícola argentino es un número relativamente importante, pero no una cosa fantástica. Si hacemos cuentas, como las hacía el contador Caparelli, uno dice: “Si la cosecha fue 20,5 y la ley sale dentro de un año o más, sufrimos una caída del área sembrada”. Por lo tanto, si la ley sale pronto, podemos dar vuelta eso. Si sembramos lo mismo que el año pasado o un poco menos, pero con la misma tecnología aplicada, y logramos aumentar entre 4 ó 5 millones de toneladas adicionales nuestra producción de maíz, pagan cualquier costo fiscal que haya. Además, aseguran que nuestra ganadería, nuestros pollos, cerdos y lechería tengan maíz barato. Porque el gran problema que tiene la Argentina, como tuvimos en la cosecha de 2006, es que si la producción se acerca a las 15 millones de toneladas empieza a haber una cierta limitación del maíz disponible para el mercado interno. Así, empezamos a sufrir la competitividad de las cadenas que hoy quieren crecer: agricultura, cerdo, pollos, carne ya que necesitan tener un precio de maíz lo más bajo posible para ser competitivas durante todo el año. Por último, les agradezco y felicito por recibirnos acá; por ocuparse de este tema que 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 16 creemos que es central para el futuro de la Argentina. Sra. Presidenta. — Hemos creído que es un tema importante. Por lo tanto, está la voluntad de promover la producción agrícola del país. En el ánimo de la Comisión hemos asumido algunos compromisos luego del debate de la Resolución 125. En consecuencia, los senadores estamos buscando dar algunas soluciones, de modo, que orientamos nuestro trabajo hacia ello. Despido a nuestros invitados, y le pido a los senadores que nos quedemos para terminar el tratamiento de la agenda que tenemos en la Comisión. –– Luego de unos instantes. –– A las 12 y 45: Sra. Presidenta. –– Continuamos con la reunión de comisión para tratar los proyectos de declaración y comunicación. Tiene la palabra el senador Pérsico. Sr. Pérsico. –– El día martes he presentado en mesa de entrada un proyecto de comunicación que, seguramente, debe estar ingresando en breve a la Comisión… Sra. Presidenta. –– El giro se decide en el recinto, y lo establece la Secretaría Parlamentaria. Aún no nos han informado respecto del giro de ese proyecto. En el caso de que haya sido girado a esta comisión, lo tratamos de inmediato, junto con los otros proyectos de emergencia, pero si ha sido girado a la Comisión de Presupuesto y Hacienda, tendríamos que tratarlo en una reunión conjunta. Sr. Pérsico. –– Como no salió una ley de emergencia provincial, yo presenté un proyecto de comunicación porque, realmente, la situación que estamos viviendo en la provincia de San Luis es muy crítica, tal como la que se está atravesando en Córdoba. Ha habido más de veinte incendios que han puesto el riesgo la vida de algunos habitantes y, además, se han quemado varias líneas de alta tensión. Entonces, a través de este proyecto de comunicación quería dejar comunicado al gobierno nacional de la situación que estamos viviendo para que en caso de que evolucione a mayores, esté advertido y por medio del área de emergencia pueda actuar. Estamos en la misma posición que la provincia de La Pampa y Córdoba. Personalmente, me comuniqué con los presidentes de todos los bloques para ver si existía la posibilidad de tratarlo sobre tablas. De hecho, me contacté con el senador Pichetto, con el senador Sanz y con Rodríguez Saá y ellos estaban de acuerdo en que lo presentara en el día de ayer, pero como el asunto prioritario fue el de Aerolíneas, no lo pudimos tratar. Por lo tanto, sería mejor que si el proyecto ingresa a esta comisión, podamos llegar a emitir el dictamen al respecto. Sra. Presidenta. –– Los proyectos que están para la firma, los vamos a distribuir entre los senadores y senadoras para que puedan leerlos con tranquilidad, ya que se trata de proyectos de resolución, declaración y comunicación. Además, les pido que analicen el proyecto de ley vinculado con la promoción de fertilizantes para que podamos emitir un dictamen. Sra. Gallego. –– Le quiero pedir, señora senadora, que a través de la secretaría de la Comisión tratemos de acordar una reunión conjunta con la Comisión de Medio Ambiente para poder tratar y aprobar el proyecto relacionado con el manejo de fuego, ya que considero que cada día es más necesario tenerlo en vigencia. De hecho, le hemos incorporado modificaciones, ha sido analizado por los asesores y, además, estamos todos de acuerdo. Entonces, me parece que estamos demorando por problemas de agenda un proyecto que es vital. Por lo tanto, le solicito a la señora presidenta de la Comisión que, a través de la Secretaría, pueda convenir una reunión conjunta con las dos comisiones para poder emitir el dictamen en conjunto. Sra. Presidenta. –– Correcto. Esta presidencia está dispuesta a concretar la reunión cualquier 4 de septiembre de 2008 Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca Pág. 17 día de la semana que viene. Sra. Gallego. –– Llevamos dos años trabajando sobre el proyecto y creo que la situación amerita que lo tratemos. Sra. Presidenta. –– Tiene la palabra el senador Martínez. Sr. José Carlos Martínez. –– Sólo quiero hacerle un pedido a usted, en particular, y a la comisión, si es posible. Recientemente, he estado en contacto con miembros del Programa Social Agropecuario. Ellos tienen la intención de concretar una reunión con las Comisiones de Agricultura de la Cámara de Diputados y del Senado. Entonces, me pidieron si podía hacer este pedido. Precisamente, el próximo jueves, a las 14 horas, tienen una reunión con el nuevo subsecretario de Agricultura Familiar; que es una subsecretaría que se había creado pero que nunca se había cubierto; tengo entendido que el funcionario a cargo es un tal Martínez. Básicamente, ellos se quieren pronunciar sobre dos cuestiones particulares: por un lado el tema del programa en sí, ya que hay muchos subprogramas vinculado a esto, y por el otro, el tema de presupuesto. En ese sentido, la Subsecretaría tiene un presupuesto muy acotado y ya que se viene la discusión de presupuesto, querían empezar este tipo de ronda. Esta gente, encima, tienen una situación laboral muy particular porque tienen locaciones de servicio de hace más quince años y solicitan que se concrete esta reunión. Sra. Presidenta. –– Cómo no. Por secretaría lo vamos a agendar para convenir el día y el horario de dicha reunión. No hay problema. Sin más temas por tratar, damos por finalizada la reunión de comisión. –– Son las 12 y 50.