HISTORIA DE LA QUÍMICA La Historia de la Química puede

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HISTORIA DE LA QUÍMICA
La Historia de la Química puede dividirse en 4 grandes épocas:
1.- La antiqüedad, que termina en el siglo III a.C. Se producían algunos metales a partir de sus minerales
(hierro, cobre, estaño). Los griegos creían que las sustancias estaba formada por los cuatros elementos: tierra,
aire, agua y fuego. El atomismo postulaba que la materia estaba formada de átomos. Teoría del filósofo griego
Demócrito de Abdera. Se conocían algunos tintes naturales y en China se conocía la pólvora.
2.- La alquimia, entre los siglos III a.C. y el siglo XVI d.C Se buscaba la piedra filosofal para transformar
metales en oro. Se desarrollaron nuevos productos químicos y se utilizaban en la práctica, sobre todo en los
países árabes Aunque los alquimistas estuvieron equivocados en sus procedimientos para convertir por medios
químicos el plomo en oro, diseñaron algunos aparatos para sus pruebas, siendo los primeros en realizar una
"Química Experimental”.
3.- La transición, entre los siglos XVI y XVII Se estudiaron los gases para establecer formas de medición
que fueran más precisas. El concepto de elemento como una sustancia que no podía decomponerse en otras. La
teoría del flogisto para explicar la combustión.
4.- Los tiempos modernos que se inician en el siglo XVIII cuando adquiere las características de una
ciencia experimental. Se desarrollan métodos de medición cuidadosos que permiten un mejor conocimiento de
algunos fenómenos, como el de la combustión de la materia.
No hay duda que la Química debía nacer con la conquista del fuego por el hombre, y que sus orígenes
deberán encontrarse en las artes y oficios técnicos del hombre primitivo, de los que tenemos idea por los
materiales usados por él y encontrados en los restos de las civilizaciones desaparecidas. Los artículos
normalmente encontrados son de metal, cerámica, vidrio, pigmentos y telas teñidas, por lo que la extracción de
los metales de sus menas, la fabricación de vidrios y cerámica, las artes de la pintura y del teñido, así como la
preparación de perfumes y cosméticos, práctica de la momificación y otros oficios análogos seguidos en las
civilizaciones primitivas, constituyen los conocimientos sobre los que está basada la «Química» de aquellos
tiempos.
El hombre primitivo se interesaría en primer lugar por los metales por ser materiales resistentes y
duraderos a los que podía dárseles forma con mayor o menor facilidad. Su utilización constituye las sucesivas
edades del oro y plata, del bronce y del hierro.
Los objetos más antiguos conocidos son de oro, situándose en una época anterior a los 5000 años a. J.C.
Por hallarse este metal libre y por su bello color, su inalterabilidad y su rareza ha sido siempre el metal precioso
por excelencia. Para los chinos tenía incluso propiedades sobrenaturales al creer que el que comía en un plato de
oro llegaba a una edad avanzada, y el que absorbía oro se hacía inmortal y tenía el privilegio de desplazarse
instantáneamente de un lugar a otro.
En la Edad del oro y de la plata se conoció también el cobre, y no puede negarse que el primer hombre
que obtuvo deliberadamente este metal a partir de alguno de sus minerales sería un verdadero genio.
La Edad del Bronce se sitúa sobre los 4000 años a. J.C. En el Egipto de las primeras dinastías y en la
Grecia de HOMERO, el bronce ocupó el lugar del hierro en nuestra época. Los fenicios adquirieron una gran
reputación en el trabajo del bronce y, aunque pueblo poco belicoso, fabricaba las armas más ricas y mejores.
La Edad del Hierro sucede a la del Bronce y su principio puede fijarse sobre los 200 años a. J.C. Las
dificultades que ofrece su preparación y su trabajo hicieron del hierro en los primeros tiempos un metal oneroso,
utilizado muy parcamente. En la Edad del Hierro se aprendió a fabricar acero, se conoció que su resistencia
aumenta con el temple y se llegó incluso a protegerlo de la corrosión.
La metalurgia fue más que una técnica un arte sagrado encomendado a los sacerdotes. Los metales
obtenidos del interior de la Tierra, concebida como un dios, fueron relacionados con el Sol y los planetas: el oro
el Sol, la plata a la Luna, el cobre a Venus, el hierro a Marte, el estaño a Júpiter, el plomo a Saturno y el
mercurio a Mercurio. Los antiguos veían en el número siete una manifestación de carácter universal, y así
conocían siete planetas, siete metales, siete dioses, siete maravillas del mundo, la hidra de siete cabezas, las siete
bocas del Nilo, las siete estrellas del carro de David, los siete días de la semana, identificados con los astros, etc.
Si aún hoy día consideramos sin base científica los siete colores del arco iris lo debemos a esta concepción de los
antiguos. Esta extraña y singular clasificación de los metales se mantuvo durante siglos, y aunque nuevos
metales fueron conocidos se consideraban necesariamente como uno de ellos. Incluso en el siglo XVI se
aceptaba que había muchas clases de oro como las había de peras o manzanas. Los siete metales indicados,
junto con el carbón y el azufre, incluían todos los elementos conocidos al principio de la Era cristiana.
De todas las civilizaciones antiguas, la más avanzada en las artes químicas y la más relacionada con la
química europea moderna fue la egipcia. Los egipcios fueron maestros en la fabricación de vidrios y esmaltes;
imitaban a la perfección los metales nobles, así como el rubí, el zafiro y la esmeralda; utilizaron ampliamente el
cuero y usaron la lana, el algodón y el lino que sabían blanquear y teñir con índigo, púrpura y rubia, no
desconociendo el uso de mordientes; prepararon perfumes, bálsamos, productos de belleza y venenos, cuya
química fue muy floreciente en la antigüedad; obtuvieron jabones y diferentes sales de sodio, potasio, cobre,
aluminio y otros metales; y utilizaron el betún en embalsamamientos y en decoración. Pero todas estas prácticas
eran fundamentalmente empíricas y no constituían una ciencia ni siquiera en forma rudimentaria.
EDAD DE LOS METALES
Después del neolítico viene la edad de los metales, que supone un cambio tecnológico consistente en la
generalización de la metalurgia para construir los utensilios de trabajo.
La cronología de la edad de los metales es distinta según los lugares. El bronce comienza a generalizarse hacia el
5000 a.C. y en la Península Ibérica llega hacia el 4000 a.C.
EDAD DEL COBRE: La primera técnica metalúrgica conocida fue la del cobre. Debido a su escasa dureza se
usó para hacer objetos de adorno.
Se han encontrado objetos de cobre del 8700 a. de C., pero se empieza a utilizar a finales del Neolítico, hace
aproximadamente 5 000 años.
EDAD DEL BRONCE: El Bronce es una aleación de nueve partes de cobre y una de estaño, esta combinación
produce un nuevo metal mucho más duro que sus componentes y es más fácil de fundir y de trabajar que el
cobre. Posiblemente añadieron algún otro metal pues consiguieron un bronce elástico y flexible, que se trabajaba
bien en caliente.
Origen y expansión de la cultura del bronce.
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Surge en el Creciente Fértil hacia el IV milenio a. C.
La necesidad de estos minerales empujó a sus conocedores a buscarlos por Europa, dando lugar a las
rutas de los metales.
El mar Egeo es un área de intenso comercio del bronce.
En Europa central se introdujo hacia el año 1800-1600 y se desarrolla hasta el 700 a.C. En este periodo
se generalizan las construcciones megalíticas.
Utilización: Se fabrican gran variedad de instrumentos:
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útiles agrícolas, como azadas y hoces.
armas de guerra, como espadas, lanzas y escudos.
utensilios domésticos, como vasos, jarras y cuencos.
En esta época se desarrolló la navegación debido a la necesidad de desplazamiento y transporte de los
buscadores de metales.
EDAD DEL HIERRO. En esta época conviven pueblos prehistóricos que conocen el bronce, con pueblos
históricos que no conocen el hierro pero sí la escritura. (es el caso de los hititas dominadores del hierro pero que
no escriben y los egipcios que tienen una civilización culturalmente superior, pero más débil pues no
desarrollaron la cultura del hierro).
Origen:
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La metalurgia del hierro exige unos conocimientos y una tecnología distintos a la del bronce. Debieron
trabajar el hierro mediante hornos con fuelles y forjar los objetos mediante martilleado, para lograr el
endurecimiento y el temple correctos.
Al amparo de la metalurgia del hierro surgió el oficio de herrero.
La nueva tecnología del hierro era un secreto que daba superioridad a los pueblos que la dominaban. Los
primeros en conocer este secreto fueron los hititas, habitantes de la zona central de la Península de
Anatolia (actual Turquía), que lo guardaron celosamente durante muchos años. Estos hititas son un
pueblo enemigo de los egipcios.
El imperio hitita caería hacia el 1200 a. C. y a partir de esta fecha la nueva tecnología del hierro empezó
a difundirse por otros lugares.
Ventajas del hierro respecto al bronce.
1. El hierro abunda en todos los lugares (en todos los sitios hay piritas), y en cambio, el bronce exige la
búsqueda de sus dos componentes: cobre y estaño, a veces en lugares lejanos.
2. Las armas de hierro son más duras, y aunque debido a su flexibilidad se pueden deformar, es posible
arreglarlas. En cambio, las armas de bronce eran frágiles y se rompían con frecuencia en el choque.
Expansión de la cultura del hierro.
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En Europa occidental el hierro fue introducido por los pueblos celtas y su período alcanza hasta la época
romana y en Escandinavia hasta la época vikinga (alrededor del año 1.000 d.C).
En Europa central la Edad de hierro se divide en dos períodos: La cultura de Hallstatt (800-450 a.C.) y la
cultura de La Tène (desde el 450 a.C. hasta la conquista romana).
En Alemania los historiadores suelen diferenciar entre una Edad de hierro prerromana y otra romana
(cultura de Jastorf).
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