http://www.salta21.com/IMG/pdf/LA_INMORTALIDAD_DE_NUESTRAS_CULTURAS_MILENARIAS.pdf

Anuncio
C.E.U.P.O.
Comunidad Estudiantil Universitaria de
Pueblos Originarios
La inmortalidad
de nuestras
culturas milenarias
Universidad Nacional de Salta
Bergagna, María Alejandra
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias. – 1ª
ed. – Salta: CEUPO, 2013. E-Book.
ISBN 978-987-33-4192-2
1. Relatos. 2. Pueblos Originarios. I. Título
CDD A863
Fecha de catalogación: 03/12/2013
Este libro fue realizado con el apoyo de la
Secretaría de Políticas Universitarias del
Ministerio De Educación de la Nación, en el
marco del Proyecto: Interculturalidad
e
inclusión en contextos regionales. Un análisis de
las dimensiones vinculadas al ingreso a la
universidad
en estudiantes indígenas. IV
Convocatoria de Redes Interuniversitarias
Secretaría de Políticas Universitarias (RED
UNCuyo, UNsa, UNco y Universidad Católica de
Temuco, Chile). Res. SPU Nº 1492-10.
Participaron
estudiantes
universitarios
provenientes de los pueblos Colla, Wikyi y
Guaraní.
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
ESCRITORES ORIGINARIOS:
LA PROPIA VOZ
“la palabra escrita es el mundo contado por
otros
(con ciertas visiones, con ciertos poderes)”
Didier Álvarez Zapata,
Exploración de las relaciones entre lectura,
formación ciudadana y cultura política.
Hospitalidad y diferencia: uno
colectivo
En
el
actual
escenario
social
argentino, el ingreso masivo de estudiantes
a
la Educación Superior Universitaria
adquiere singular importancia, sobre todo
por el advenimiento de sectores de la
población antes excluidos.
El acceso a la educación de los
grupos subalternos implicó hasta 1983 un
fuerte proceso
de desestructuración
étnica, pérdida de la lengua y negación
identitaria. Es a partir del regreso de la
democracia al país que la lucha por
reivindicaciones políticas y legales de los
pueblos indígenas y el resurgimiento de
sus organizaciones, donde comienza a
plantearse la necesidad de implementar
una educación intercultural bilingüe que
incluya las necesidades educativas de un
5
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
alumnado cultural y lingüísticamente
diverso.
En
este
sentido
resulta
indispensable volver la mirada hacia los
conocimientos y destrezas de la cultura
enseñados fuera del contexto en que
surgieron. En la escuela este proceso tiene
lugar a partir de la utilización de la
abstracción, el lenguaje hablado y escrito,
en forma descontextualizada. Este tipo de
pensamiento abstracto, sin embargo, es
una exigencia crucial, como lo demuestran
diferentes estudios al comprobar que la
variable escolar introduce diferencias
cualitativas importantes en el desarrollo
del estudiante.
De allí que partimos de pensar que
el ingresante originario, por su mismo
contexto socio-cultural de formación previo
al ingreso a la universidad, necesita un
apoyo
diferente
para
alcanzar
equitativamente las condiciones que tiene
el resto de los estudiantes ingresantes. La
complejidad y la lógica disciplinar de los
textos académicos se constituye así como
una barrera para todos los ingresantes,
aunque
la
misma
adquiere
mayor
significatividad si tenemos en cuenta el
lenguaje, las creencias, las características
del sistema de educación en escuelas con
población bilingüe y la cosmovisión propia
6
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
de los pueblos originarios. El cursado de
un estudio superior supone saberes previos
y disposiciones moldeadas culturalmente.
Si bien se registran en la provincia
diferentes experiencias relacionadas con
conceptos
cercanos
a
educación
intercultural bilingüe, a pesar del tiempo
transcurrido desde la aprobación del marco
normativo a la actualidad, el proceso ha
sido muy lento y
la política de estado
respecto a la educación intercultural
bilingüe se ubica en el terreno de las
políticas compensatorias y focalizadas.
En la Universidad Nacional de Salta,
ubicada en la provincia con mayor
diversidad étnica de nuestro país, el
ingreso sostenido, desde el año 2008, de
jóvenes
pertenecientes
a
pueblos
originarios de la región, constituye un
desafío que no sólo interpela las formas de
enseñanza, permanencia y titulación de los
estudiantes, sino también impone la
obligación de volver a pensar y apreciar los
parámetros que sostienen la generación de
los contenidos académicos.
Con este propósito, la universidad
ha desarrollado políticas de inclusión a
través del proyecto de Tutorías para
Estudiantes de Pueblos Originarios, cuyo
dispositivo fundamental es el tutorial,
merced a la incorporación de la figura de
7
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
tutores pares 1. En este sentido, la función
tutorial en el contexto universitario
entraña la posibilidad de desplegar una
serie de estrategias tendientes a consolidar
el sostén, orientación, acompañamiento y
afirmación de los procesos de aprendizaje.
Para lograr este objetivo, el reconocimiento
y la revalorización de las pautas culturales
de origen de los estudiantes se vuelve
imperativo.
Ahora bien, la acción del tutor se
integra, por un lado, a un proyecto
educativo específico y, por otro, a una red
de relaciones que promueve acciones
compartidas
y
acordadas
entre
los
diferentes actores institucionales. De esta
manera, el desarrollo de su función tutorial
no es una intervención o una respuesta
individual sino, por el contrario, constituye
un accionar colectivo.
En este sentido la tutoría se ubica
en el marco de
una intervención
orientadora que posibilita comprender la
dimensión cultural del grupo, esto es, el
reconocimiento de su historicidad, la
aproximación a los códigos locales, el
reconocimiento de las representaciones y
1
Proyecto aprobado por Res N° 174/09 del consejo directivo
de la Facultad de Ciencias de la Salud y por la Res. N° 196/10
del consejo Superior de la Universidad Nacional de Salta.
8
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
estilos
de
intercambio
y,
fundamentalmente, no perder de vista su
propio protagonismo.
El
presente
libro
muestra
la
sistematización de la experiencia del Taller
de Comprensión y Producción de Textos,
coordinada por el Servicio de Orientación y
Tutoría de la Facultad de Ciencias de la
Salud que, de manera colectiva, pretende
construir conocimiento, ampliando los
escenarios de intervención, concepciones y
prácticas.
Antes de continuar, es preciso
reseñar que esta ampliación de espacios y
prácticas se han conseguido gracias al
esfuerzo colectivo y a la apelación a la
creatividad de los participantes. Aquí
mencionaremos dos experiencias. Al mismo
tiempo que se desarrollaba el taller de
Comprensión y producción de textos, en el
colegio secundario de la Universidad Ervis
Díaz y Osvaldo Villagra, pertenecientes a la
comunidad de La Puntana 2, dictaban los
talleres de idioma y cultura wicky. Tal
como
lo
indica
su
nombre,
estos
estudiantes originarios enseñaban a un
grupo de adolescentes las características
particulares de la identidad de su pueblo al
2
El taller fue dictado para los estudiantes del último año del
Instituto de Educación Media Dr. Arturo Oñativia, de la UNSa.
9
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
mismo tiempo que aportaban profundas
reflexiones acerca del sistema de su
lengua, la importancia de su preservación
y las relaciones diferenciales con las
estructuras educativas más occidentales.
Un aspecto importante de esta experiencia
fue la realización de un viaje de
intercambio entre estudiantes de la
Puntana y de Salta. De esta manera, el
conocimiento
teórico
puesto
a
consideración en las clases de lengua y
cultura adquirió una fisonomía humana y
vivencial que fortalece esos saberes y
enriquece
las
perspectivas
de
los
participantes.
La otra experiencia a reseñar es la
primera Feria de los Pueblos Originarios,
Diversidad en la universidad. Esta acción
surgió
en
el
marco
del
taller
de
Comprensión y producción de textos como
una idea que permitiera encauzar los
deseos, las propuestas y la energía del
grupo
para
establecer
vínculos
de
solidaridad más fortalecidos. Cabe destacar
que además de los participantes más
activos del taller, la actividad sirvió para
acercar y estimular a otros estudiantes de
Pueblos originarios que hasta entonces no
habían sido muy activos en este tipo de
eventos. Asimismo, permitió entablar un
diálogo
fructífero
con
estudiantes
10
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
originarios de las sedes regionales que
fueron invitados a todas las actividades
pero especialmente a un
Encuentro
intersedes que tuvo lugar después de la
Feria. Entre las actividades hubieron
exposición
de
fotografías
de
las
comunidades, muestra de artesanías,
exhibición de documentales y ficciones con
la temática, presentación de los textos
producidos en el taller de comprensión y
producción, venta de material bibliográfico
y degustación de comidas típicas.
Entre los resultados de estas
movilizaciones
colectivas
debemos
mencionar,
en
la
actualidad,
la
conformación de la Comunidad Estudiantil
Universitaria
de
Pueblos
Originarios
(CEUPO) que, entendemos, significa un
gran avance en el camino hacia la
consolidación de acciones afirmativas más
allá del reconocimiento. Álvaro García
Linera, en La potencia plebeya, sostiene
que los procesos de cambio social no deben
detenerse
cuando
se
logra
el
reconocimiento de la diversidad, por el
contrario, este es el punto de partida para
la profundización de las transformaciones.
El
taller
de
comprensión
y
producción de textos
El taller de escritura (como lo
llamábamos informalmente) fue un espacio
11
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
de trabajo semanal cuyo objetivo fue
elaborar una publicación de experiencias
de los estudiantes originarios en el marco
del Proyecto Fortalecimiento de Redes IV de
la Secretaría de Políticas Universitarias.
El libro constituye, junto a las otras
experiencias
mencionadas,
un
punto
crucial en el proceso de transformación de
la vida ciudadana de los estudiantes de
pueblos originarios. En su conjunto, no
significa una exhibición de una realidad
diferente, sino el acceso y la gestión por
parte de ellos de las estrategias de la
escritura
en
cuanto
dispositivo
de
subjetivación, de elaboración de la propia
identidad y de reflexión crítica acerca de
los procesos de poder involucrados en el
acto de escribir.
Participaron
de
la
experiencia
estudiantes pertenecientes a los pueblos
wicky, guaraní y kolla. Los primeros usan
de forma dominante su lengua materna; los
últimos,
si
bien
se
comunican
cotidianamente en castellano, lo hacen en
una variedad regional con características
muy particulares que demandan su
reconocimiento.
Uno de los aspectos que más
entusiasman del trabajo fue la oportunidad
que tuvimos todos los participantes para
‘extrañarnos’
y
escuchar
las
voces
12
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
originarias en su propia lengua. Así pues,
asistimos a la escucha de textos en wicky y
guaraní, además de conocer una amplia
variedad de léxico y usos por parte de
kollas que alteran el castellano tal y como
lo pensamos desde un registro estándar.
“El escuchar la lengua
desempeña un aspecto fundamental,
porque
al
escucharla
desde
la
perspectiva de ellos, no sólo nos
interpela y nos cuestiona, sino que
problematiza nuestra cultura. Otras
culturas
son
interrogatorios
para
nosotros si nos abrimos a escuchar sus
preguntas. Dejar entrar pero también
entrar, estar dispuestos a participar de
otros saberes y formas de ver el
mundo. No se trata entonces, de
conocer teóricamente otros mundos; es
la
enriquecedora
posibilidad
de
participar de sus ritmos, de sus
silencios y sus voces, de sus labores y
tiempo
libre”.
(Rocha
Vivas,
Interacciones multiculturales )
Asimismo, otra cuestión relevante y
conflictiva la constituyen los modos de
comunicación oral y escrita de su cultura
de procedencia, puesto que se tratan de
usos con propósitos diversos, además de
que las mediaciones tienen lugar en un
13
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
espacio discursivo más influenciado por
valores afectivos como la presencia, los
gestos, las entonaciones y la proximidad.
En donde las culturas escritas tienen, por
el contrario, una gran potencia, lo que
prima es la distancia y una exasperación
ostensiva de la impersonalidad: un mismo
mensaje puede repetirse hasta el infinito
sin importar quién lo dijo ni para qué
destinatarios, por ejemplo una tarjeta de
cumpleaños donde el acontecimiento del
que se trata, una ocasión especial, es sin
embargo conmemorado con una frase
impresa de producción masiva.
Por otro lado, al inicio del taller se
hizo patente que habían diferentes formas
en que las culturas orales y escritas
promovían la educación, el aprendizaje y la
generación de saberes, más situados en
una, más abstractos en otra.
Debemos anotar, entonces, que en
sus comunidades usan el lenguaje de un
modo que no resulta eficaz para la
comunicación en el aula ya que no
comparten con el docente las mismas
normas
comunicativas.
Asimismo,
no
dominan aún el estilo de lenguaje que
requiere el aprendizaje y uso de la
escritura de acuerdo a las exigencias de la
universidad. Todo lo cual suma, al
conflicto cognitivo, un conflicto social que
14
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
vuelve desigualitaria la relación entre
quien enseña y quien aprende.
Admitir al otro como diferente y
como igual, como diverso y como actor de
un
diálogo,
conformar
un
nosotros
intercultural,
es
un
reto
en
las
instituciones educativas; de allí que toda
política a encarar necesariamente debiera
enfocarse en la aceptación de la diversidad
como un derecho legítimo y no como algo a
compensar o asimilar.
Proceso cooperativo: los vínculos
El proceso de conformación del
grupo de jóvenes con los que trabajamos
varió a lo largo del taller, llegando a contar
con veinte participantes. La participación
de los jóvenes fue variando a lo largo de los
talleres, siendo un espacio que brindaba la
posibilidad del flujo de personas, ya que
las actividades seguían un eje pero era
posible integrarse en diferentes momentos.
De esta manera, se inició un
proceso de construcción de un espacio
colectivo, convocado a partir de la
escritura, dónde comenzaron a desplegarse
subjetividades y, con estas, la posibilidad
de vincularse con otros a partir de la
palabra, la escucha y la potencia. El
capitalismo
(modelo
económico
que
organiza las vidas cotidianas) no es solo un
15
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
modo de producción, sino una institución
de ciertos modos de subjetivación y los
efectos que conlleva es la destrucción de la
potencia de creación y reproducción de
singularidades individuales y colectivas.
Las lógicas del capitalismo han sido
eficaces en separar a los productores no
solo de sus productos sino del registro de
sus potencias. Es así que, partiendo de
estas premisas, se puede considerar que el
trabajo mediante el encuentro con otros y
el establecimiento de vínculos genera la
potencia para las transformaciones no solo
de los sujetos particulares y sus realidades
particulares, sino la transformación social
a partir de los lazos que se establecen.
Esta vinculación fue generando un tipo de
dinámica de trabajo característica de un
espacio común y significado por sus
integrantes.
Otra variación corresponde a las
temáticas abordadas, que fueron pensadas
en
función
de
un
ejercicio
de
problematización y compromiso desde un
posicionamiento
de
los
que
allí
discutiéramos. Un tema importante fue el
de las representaciones de género y su
incidencia en las prácticas comunitarias
desde la perspectiva femenina. Las mujeres
reflexionaron sobre todo en relación a sus
madres y a sus abuelas; cuáles eran las
16
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
características de la vida cotidiana que
ellas
transitaron
y
cuáles
son
las
oportunidades y las vivencias que tienen
ellas hoy siendo estudiantes universitarias.
Por ejemplo, observamos en las siguientes
citas una valorización de sus madres y una
continuidad en las proyecciones de las
mismas en ellas, es decir como si el hecho
de estar en la ciudad, en una carrera
universitaria, significara la posibilidad de
modificar el rumbo de la historia familiar,
por un lado, y de las mujeres de la
comunidad, por otro.
“Ellas soñaban con otras cosas y
nosotras estamos cumpliendo esos sueños.”
“Mi mamá me llevaba para que anote
a las reuniones.”
También trabajamos las diferentes
percepciones de los pueblos originarios a lo
largo de la historia, desde las versiones
etnocéntricas hasta las perspectivas de
antropólogos
recientes;
sus
propias
percepciones e identificaciones; el valor de
las comidas y la soberanía alimentaria; la
importancia de la memoria cultural y el rol
de los ancianos en la configuración de los
relatos
comunitarios;
los
lugares
importantes para cada uno (el río, los
cerros, el monte); los efectos del viaje y la
17
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
migración
hacia
la
ciudad
en
la
conformación de la identidad; el poder, la
tierra y el territorio; los debates en torno
de la literatura originaria contemporánea y
la inclusión de los propios participantes en
ella.
La otra variación se refiere a la
forma de participar de los jóvenes, de
acuerdo
a
experiencias
previas
de
intervención como así también a la
confianza que iban desarrollando en cada
encuentro. A nivel de la dinámica de los
encuentros, en un primer momento estuvo
muy apegada a la tradicional manera de
desarrollo de una clase expositiva: el
coordinador proponía un tema, llevaba
material sobre el mismo y, desde su rol,
propiciaba
la
participación
y
un
pensamiento crítico en relación a los
textos;
los
jóvenes
tímidamente
enunciaban sus pensamientos, otorgaban
el saber al coordinador.
Podemos pensar esta situación como
una reproducción en los estudiantes de los
espacios educativos en los que están
acostumbrados a transitar, donde el tipo
de educación que se sostiene es de tipo
bancaria, al decir de Freire. Allí la
intencionalidad era lograr que los jóvenes
fueran enunciando sus realidades a partir
del manejo de la escritura como así
18
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
también una mirada crítica en relación a
los textos presentados, por lo cual se
trabajó intensamente en esta propuesta.
Este tipo de dinámica se sostuvo
durante los primeros encuentros, luego, de
a poco, al ser la propuesta de un espacio
participativo
y
en
función
de
las
inquietudes que surgían, se favoreció más
la oralidad y los jóvenes comenzaron a
participar con mayor confianza, aportando
y compartiendo sus análisis y opiniones
acerca de los temas. Asimismo, el tenor de
muchos intercambios adquirió la forma de
argumentaciones
desde
lugares
de
enunciación propios y de narraciones de
experiencias personales que ilustraban y
profundizaban
los
temas
discutidos,
sabiendo
que
su
palabra
y
las
significaciones acerca de lo trabajado eran
valoradas y escuchadas por otros, es decir
un espacio donde su voz era legitimada.
Fue así que las participaciones
adquirieron diversas características en
función a la diversidad de sujetos que allí
se encontraban. Es posible pensar que las
trayectorias
participativas
en
otros
espacios, como así también las trayectorias
educativas, plasmaron en ellos algunas
marcas en cuanto a las modalidades de
participar. Algunos de ellos solo lo hacían
escuchando, otros se interesaban en lo
19
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
específico de la escritura, otros se
comprometían
en
las
discusiones,
proponiendo, cuestionando y realizaban
todas las actividades.
De esta manera, a medida que se
fueron consolidando los lazos entre los
jóvenes
y
el
coordinador,
las
problematizaciones comenzaron a tomar
protagonismo en los encuentros. La
modalidad
de
participación
de
los
integrantes del taller tomó características
activas, donde la discusión y la expresión
de sus pensamientos eran lo fundamental.
La posibilidad de discutir, de encontrarse
en un intercambio horizontal entre los
participantes permitió que la escritura y la
lectura
fueran
disparadores
del
pensamiento crítico.
En síntesis, se generaron procesos
de reconstrucción de la memoria cultural,
por ejemplo a partir del rescate de relatos y
de juegos infantiles; de resignificación de
la propia identidad y de legitimación de la
cultura originaria. El objetivo fue construir
un espacio en el que se escuchara lo que
cada uno tuviera para expresar, como así
también posibilitar la expresión de todos
los
participantes
sin
distinciones
jerárquicas sino más bien como una
asamblea donde se comparten saberes.
20
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Así pues, el taller fue un espacio en
el que los participantes comenzaron a
debatir y analizar los discursos de poder
que circulan en la sociedad. La posibilidad
del intercambio de saberes permitió ir
construyendo un rol activo frente a sus
realidades cotidianas. Por otra parte, fue
un
espacio
valorado
debido
a
la
importancia de la escritura como un factor
de poder con una doble funcionalidad, el
medio a través del cual se expresan los
grupos de élite y el dispositivo que les
permite controlar a los grupos dominados.
Es decir que la palabra transmite más que
palabras. Por eso, la escritura de relatos
propicia procesos de vinculación con la
propia identidad, de aceptación de la
diversidad,
de
construcción
de
la
subjetividad,
de
desarrollo
de
la
autoestima, de creación y preservación de
la memoria colectiva.
La participación: hablar en la
lengua de uno
Las palabras aproximan a las
personas.
De
diversas
maneras
las
palabras
atraen
nuestra
atención,
demandan algo que, en nuestros días,
vamos olvidando de a poco: la escucha y la
demora. Los estímulos de la vida en las
21
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
ciudades modifican nuestros sentidos,
nuestros cuerpos, para conducirlos a sitios
que no existen, rodeados de múltiples
prótesis: auriculares, micrófonos, internet,
cámaras, celulares que incluyen todo lo
anterior, zapatos lujosos, motocicletas,
ómnibus, radares, monitoreo policíaco,
caos de cuerpos, personas libradas a la
intemperie y la indiferencia pública.
Velocidad
y
poca
demora,
la
atención es sometida a una fluidez
plasmática. En algún momento hemos
dejado de sentir al otro, primero lo hemos
dejado de tocar, luego hemos apartado
nuestros ojos y ya no parece posible
recibirlo, sobre todo cuando viene sin
invitación. Precisamente, lo otro de su
venida es que nadie lo espera y por eso
constituye un desafío.
Nuestra actitud, entonces, es la de
buscar otros sentidos que nos permitan
reconocernos en las diferencias: la voz de
cada uno convirtiéndose en oído, en una
propiedad compartida. Pensamos, pues,
que las palabras podían producir esas
diferencias
y
orientarlas
hacia
una
donación incalculable: importa lanzarla al
mundo, que se haga realidad en la realidad
de los que la escuchen.
Al mismo tiempo, hemos creído que
la escritura es un poder cuya distribución
22
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
es necesario compartir con la mayor
cantidad posible de personas porque es
una tecnología que sirve a los fines de
participar en los debates de la sociedad.
A
continuación,
a
modo
de
invitación y escucha, hemos introducido
las
palabras
de
algunos
de
los
participantes acerca de temas como la
Pachamama, el valor que le atribuyen a la
educación, cómo piensan la participación
política, el saber ancestral de las mujeres
mayores, las prácticas culturales para el
parto, los sueños de las mujeres y hasta
una escena mínima en donde una niña que
sabe escribir acompaña a su madre para
que tome nota de las reuniones de su
comunidad:
“La tierra no es de uno, uno es
de la tierra.” “Uno se siente parte
de la tierra, no es el dueño.”
“La educación es un medio para
poder luchar por nuestros
derechos.”
“Hay que estar dentro del
sistema porque todos queremos
conocer su lógica para poder
pelear.”
23
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
“Por más que ellas no han
estudiado saben muchas cosas”
“Las mujeres indígenas usaban
el calendario lunar para el parto.”
“Ellas soñaban con otras cosas
y nosotras estamos cumpliendo
esos sueños.”
“Mi mamá me llevaba para que
anote a las reuniones.”
Escritura y poder: la apropiación
insumisa
La
relevancia
que
tienen
las
prácticas de lectura y de escritura para los
estudiantes universitarios de pueblos
originarios que cursan sus carreras en las
diversas facultades resulta un factor
desequilibrante.
A
menudo
suele
considerarse que estas prácticas cumplen,
cuando
menos,
dos
propósitos
bien
definidos, por un lado, permiten la
adquisición del conocimiento y, por otro,
dificultan los procesos de aprendizaje.
24
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
En este sentido los estudiantes
deben
enfrentarse
al
lenguaje
especializado de las disciplinas cuando aún
no han podido desarrollar plenamente las
competencias de escritura necesarias. A
grandes rasgos puede decirse que las
principales dificultades guardan relación
con la mayor complejidad y abstracción
que requiere el aprendizaje de los lenguajes
disciplinares, debido, entre otras cosas, a
la presencia de nuevos conceptos, al uso
de una nueva gramática y a las mayores o
menores dificultades del estudiante para
establecer relaciones entre estos nuevos
conocimientos y la realidad cotidiana.
Con
el
propósito
de
ofrecer
experiencias de aprendizaje cooperativo
para los estudiantes de pueblos originarios
que
les
permitieran
desarrollar
competencias de comprensión y producción
de textos, de tal modo que fueran capaces
de superar sus dificultades académicas, se
propuso la realización de un taller de
lectura y escritura utilizando como objeto
el lenguaje científico.
Sin embargo, al poco tiempo de
haber comenzado con las actividades, una
situación emergente hizo patente la
necesidad de un giro de ciento ochenta
grados: el objetivo de plasmar en un libro
las experiencias de los estudiantes de
25
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
pueblos originarios en la universidad y en
el ámbito urbano en general y las
transformaciones que esas experiencias
producían en ellos. Este fue el detonante
para que se decidiera dejar la escritura
académica y optar por la escritura creativa.
Producto de esta decisión han surgido
interesantes reflexiones acerca de los
vínculos entre la escritura, particularmente
narrativa, y las realidades sociales que
cada uno experimenta.
Ahora esbozaremos una hipótesis
cardinal en la implementación del taller.
Cuando nos referimos hace un momento a
la escritura académica mencionamos que
representaba
una
dificultad.
Ahora
avanzaremos y diremos que la escritura en
general, la escritura que produce una
sociedad, no requiere competencias que
involucran
únicamente
aspectos
lingüísticos
sino
también
aptitudes
cognitivas y sociales. Más aun, la escritura
puede concebirse como una tecnología de
poder.
El grado de especialización del
discurso académico es un índice de ese
poder, cuyo ejemplo más palpable es que
no todos tienen acceso a él, tanto para
leerlo
como
para
escribirlo.
Si
consideramos que una de las formas de
construir ciudadanía consiste en participar
26
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
de los procesos que dan sentido y
plausibilidad a las prácticas sociales, a las
relaciones entre los individuos de una
comunidad y a los saberes compartidos,
podemos decir que en nuestras sociedades
urbanas
la
escritura
representa
la
tecnología mediante la cual se distribuye
de manera asimétrica e inequitativa las
posibilidades de participación social.
Si
avanzamos
un
poco
más,
podemos agregar que, más allá del carácter
conservador de las instituciones, en
muchas ocasiones la distribución de esta
tecnología adquiere las características de
una estrategia de exclusión social más o
menos evidente, más o menos formulada
como proyecto. Es así como acontece en las
escuelas rurales o en zonas de pueblos
originarios,
donde
los
conocimientos
escolares (como los incluidos en una
orientación agronómica) están planteados
para un destinatario que no saldrá de su
comunidad y hace referencia antes a sus
habilidades y destrezas manuales que al
desarrollo de competencias cognitivas que
le permitan producir conocimiento de
manera autónoma.
Para decirlo en otras palabras, la
escritura permite a los grupos de poder
segmentar, distribuir y jerarquizar a los
ciudadanos según sus competencias. Así
27
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
pues, en ocasiones la escritura llega a
convertirse en un factor de exclusión
social, por cuanto deniega o lesiona, con
mayor o menor severidad y contundencia,
los derechos de los ciudadanos a participar
en la construcción de los sentidos
socialmente disponibles en una comunidad
y una época determinadas, especialmente
cuando esos sentidos refieren a la
representación de identidades masivas, a
la gestión de demandas sociales, a la
difusión de pensamiento crítico, a la
construcción de discursos diferenciados
como la ‘literatura’ o la ‘medicina
ancestral’, a la realización de trámites que
requieren experticia (por ejemplo, la
escrituración de tierras), al acceso a
información verdadera y, aunque no hemos
agotado las posibilidades, cuando la
escritura refiere a una lengua nacional que
sirve de vehículo ideológico para interferir
con la autonomía de las comunidades (tal y
como sucede con la relación entre el
castellano que se enseña en las escuelas
primarias donde la lengua materna es
otra).
Ahora bien, para dejarlo todavía más
claro, en este país, en esta época, no basta
con enseñar a ‘comprender’ (es decir a leer,
a consumir) los sentidos elaborados por
otros, es necesario colaborar para que
28
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
todos o muchos más accedan a ‘producir’
esos sentidos, a formularlos con su propia
voz, en sus propios términos, según su
propio ritmo, con el estilo de una lengua
que los identifique con aquello que dicen.
Las palabras escritas portan sentidos que
no somos capaces de medir: cuando
lanzamos un texto al mundo, producimos
una donación que es también un poco un
sacrificio y un poco una demanda en
dirección al otro. Escribimos para buscar,
primero, y presentar, luego, nuestro
verdadero rostro a los demás.
Por lo tanto, presuponemos que los
escritores 3 pueden alcanzar ciertos grados
de experticia siempre y cuando existan los
estímulos, el contexto y los objetivos
pertinentes. La idea de escribir narrativa y
dejar a un lado la escritura académica
condujo entonces a replantearnos entre
todos cuáles podían ser los vínculos
políticos entre la escritura y la realidad de
quienes
escriben.
Estas
reflexiones
permitieron
avanzar
sobre
las
3
Llamamos escritores a aquellos que establecen una relación
con la escritura, de cualquier tipo de texto, y se muestran
competentes, eficaces, adecuados y conscientes. O sea los que
manipulan la escritura de manera voluntaria tomando en
cuenta sus intenciones, el contexto, los destinatarios, las metas
y los objetivos del texto.
29
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
representaciones
de
los
estudiantes
originarios
acerca
de
sus
prácticas
sociales, la calidad de sus relaciones con
los otros y sus saberes de una forma que
no hubiese resultado posible sin la
decisión de trabajar la escritura creativa.
La escritura literaria puede definirse
como un registro dentro de la producción
escrita en general, es decir la forma en que
la escritura circula en el ámbito de la
literatura y que luego se comprende como
la formulación específica de cada texto (un
cuento, una novela, un soneto, etcétera). A
continuación podemos deslindar diferentes
tipos textuales con los que los estudiantes
entablaron una relación progresiva de
autoconciencia lingüística: los relatos de
experiencias personales, las leyendas de
sus comunidades de origen, los cuentos
realistas, la narración oral.
En
este
punto
deberíamos
detenernos un segundo a reflexionar un
tema de suma relevancia: el de la literatura
indígena contemporánea. A este respecto,
nos cabe sostener un primer punto de
discusión que atañe a la relación entre las
diversas formas de oralidad mayoritaria en
las comunidades, y las formas en que
circulan los textos literarios en nuestra
sociedad letrada. A este respecto, algunos
críticos, como Rocha Vivas, hablan de
30
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
‘oralitura’, algo así como la puesta en
escritura de unos discursos que son
fundamentalmente propios del habla. Por
otra
parte,
unas
versiones
más
conservadoras o bien no le otorgan el
estatuto literario (o artístico) a esas
producciones
sino
como
expresiones
cercanas a la etnografía, o bien sostienen
que la ‘literatura indígena’ remite a un
proceso cuya finalización coincide con la
llegada de los españoles a nuestro
continente.
Ahora bien, con estos argumentos a
la vista, se nos hizo urgente pensar acerca
de cuál era la importancia de producir
relatos siendo quienes eran los autores. Es
decir, qué nos permite reconocer una
literatura indígena, si el tema del cual
trata o el autor que la produce. Este debate
aun está por desarrollarse en Salta, donde,
fuera del trabajo de Julia Zigarán,
Laureano Segovia y otros, entre los que
debemos
contar
antropólogos,
esta
cuestión no genera la necesidad de
reflexionar ni mucho menos de producir un
discurso crítico que pudiera hacernos
advertir las maneras en que estas
escrituras
producen
una
diferencia
sustancial
con
lo
que
entendemos
mayoritariamente por literatura.
31
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Con la publicación del libro La
inmortalidad
de
nuestras
culturas
milenarias, fruto de las experiencias de
escritura en el taller, abrigamos la
expectativa de poder avanzar en este tema
y generar un debate en el seno de los
espacios disciplinares de los estudios
literarios
que
permita
ampliar
las
perspectivas en las que se encuentran
limitados en la UNSa.
Tampoco debemos olvidar que la
escritura funciona, además de como
vehículo de circulación de los sentidos
socialmente disponibles, como el medio a
través del cual los estudiantes entablan
vínculos con los otros y, de manera
fundamental, con sus propias experiencias
del mundo. Ahora bien, debemos tener
presente que la posibilidad/ imposibilidad
para resolver las demandas escriturarias
no pueden ser observadas bajo una óptica
deficitaria, es decir en donde resulte
primordial la fase evaluativa de un proceso
complejo. En este sentido eludimos las
nociones de aprobado/ desaprobado y
preferimos operar con el concepto de
edición, es decir con un trabajo de
sugerencias sobre el texto en busca de su
reformulación más adecuada.
Lo anterior resultaba más coherente
con el objetivo del taller, que consistía en
32
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
fomentar
el
acercamiento
de
los
estudiantes a las diversas prácticas de
escritura desde un enfoque político que
pusiera en cuestión las representaciones
sociales
dominantes
acerca
de
las
realidades de los pueblos originarios. De
este modo, la escritura dejaba de ser algo
más que un instrumento de expresión para
convertirse en un territorio propicio para
abordar la intimidad, la memoria cultural,
las experiencias personales en la ciudad y
en las comunidades, los lazos sociales y las
transformaciones
que
los
estudiantes
padecen en sus periplos vitales cuando
deben migrar en busca de oportunidades
de inclusión y desarrollo.
Por este motivo, cualquier tarea
abordada desde presupuestos deficitarios
no podría garantizar la detección y trabajo
sobre las dificultades reales de escritura.
Por lo tanto, una fase importante en la
consecución de este objetivo fue el análisis
de los textos escritos que efectivamente
producían los estudiantes. Con esto en
mente,
se
utilizaban
continuamente
conceptos como paráfrasis, reelaboración o
reescritura,
con
el
significado
de
elaboración de estrategias de adecuación
discursiva al contexto de participación, a
los
objetivos
perseguidos
por
los
participantes,
a
las
representaciones
33
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
mentales de los eventos de escritura y a las
intenciones puestas en juego.
De este modo, el eje principal de un
taller con las características del que
llevamos a cabo (tres horas semanales de
trabajo,
ejecución
de
actividades
específicas de escritura de relatos con
restricción
temática
y
de
reflexión
metalingüística) debería ser el de observar
la relación de los estudiantes con su propia
producción escrita, es decir cuál es la
forma en que, en definitiva, se vinculan
con los sentidos sociales disponibles en
nuestra sociedad, si los producen o los
reproducen.
Fuerza es sostener la hipótesis de
que cuanto más cercana a la reproducción
se encuentre la palabra escrita del
estudiante, más altos resultan los índices
de fracaso. En estos casos se trabaja con el
presupuesto de que el estudiante somete
su escritura a pactos semióticos en virtud
de los cuales debe cubrir las expectativas y
demandas sociales y no sus propias
necesidades de re-conocimiento.
En consecuencia, una propuesta
central fue la de abordar las distintas
estrategias de reelaboración de textos
ajenos, como la leyenda del Quirquincho o
noticias periodísticas sobre violencia de
género o fragmentos de la novela En
34
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
tiempos de Magú Pelá, y observar cómo los
participantes reformulaban, en sus propios
términos (es decir con su propia voz,
utilizando la lengua tal y como ellos la
conocen)
los
sentidos
socialmente
disponibles.
En
esta
instancia
fue
muy
importante, además, el diálogo sobre la
relevancia que dichos sentidos tenían en
sus percepciones de la realidad y cuáles
eran las incidencias en la formación de
representaciones, de qué manera advertían
el entramado con sus propios proyectos
personales de realización y cuál era la
manera en que ellos se representaban su
paso por la universidad.
Por este motivo resulta factible
sostener que el lenguaje no es uno más
entre los recursos del aprendizaje sino el
primer contacto con el saber y, en este
sentido,
un
vehículo
importante
de
producción de conocimiento. En virtud de
esta
aseveración
nos
permitimos
argumentar en favor de organizar este tipo
de talleres pensados a largo plazo. En esta
época, en este país, resulta primordial
activar y generar vínculos comunitarios
que permitan desarrollar y fortalecer la
ciudadanía, especialmente de aquellos
sujetos más explícita y arbitrariamente
excluidos de los procesos decisivos que
35
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
afectan y repercuten en toda la sociedad.
El presente es un tiempo para producir
diferencias en el seno de la diversidad.
Estas acciones, surgidas
del
espacio grupal acercan a la comprensión
de la diversidad cultural, como un modo
de abordaje de las relaciones sociales más
amplias
que
permitan
una
interdependencia de diversos grupos con
capacidad de confrontar e intercambiar
normas,
valores
y
modos
de
comportamiento, lo que implica “hacer
visible la presencia de otros diferentes” en
la universidad, al
reconocimiento por
parte de las mayorías del pleno derecho a
la participación de las minorías.
No
buscábamos,
entonces,
la
integración asimilacionista y con ello eludir
el conflicto, por el contrario pretendimos
asumir que nuestras diferencias hacen
posible el diálogo, la valoración, el
reconocimiento y el respeto del otro. Y,
finalmente, procuramos que la vía para
conseguir una escritura de calidad, en el
sentido de participación conciente en los
procesos cruciales de producción de
sentido (como el sentido de qué es ser
kolla, qué es ser wicky o guaraní en la
universidad nacional de Salta a principios
del siglo XXI, como el sentido de la vida, de
lo que es digno aceptar como vida para mí
36
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
y para los otros), fuera la práctica
constante de un discurso crítico que no
diera nada por sentado y que colaborase a
formular
pensamientos
propios,
sin
temores y en el marco de la mayor libertad
posible.
La nuestra fue, entonces, una labor
más próxima a la escucha que a la
enseñanza magistral. Una tarea, además,
para abrir espacios intensos de debate y
reflexión. Es por eso que defendemos la
escritura como una acción sobre el mundo.
La escritura, el lenguaje, no son apenas
instrumentos para decir las cosas de una
forma elegante, son las oportunidades que
tenemos quienes (según algunos, desde
hace
mucho
tiempo)
no
tenemos
oportunidades para hacer que el mundo
que vivimos sea el mundo que deseamos.
Alejandra Bergagna4,
Juan M. Díaz Pas6.
4
Verónica
Vila5,
Licenciada en Trabajo Social y Especialista en Abordaje
Integral de Problemáticas Sociales. Profesora adjunta regular y
responsable del Servicio de Orientación y Tutoría de la
Facultad de Ciencias de la Salud. Coordinadora del Proyecto
de Trabajo con estudiantes originarios de la Universidad
Nacional de Salta.
37
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
PENSANDO, LLEVANDO Y CONVOCANDO
JUNTOS
EL ESPACIO DE TUTORÍA
“Para el que mira sin ver, la tierra es tierra
nomás”. Atahualpa Yupanqui
Existen variados artículos, fotos,
libros, relatos por escrito, videos, sectores
preocupados por discutir, analizar, valorizar y
difundir cuestiones vinculadas a los pueblos
originarios, que han provocado una suerte de
invasión de información que interpela nuestras
pupilas. Esto a su vez es acompañado por una
formación formal a través del recorrido
permanente por el sistema educativo.
Todo esto ha forjado juicios de valor, y
podemos decir que dicha construcción se
modificó de alguna manera por la experiencia
vivida a lo largo del trabajo como tutores del
Proyecto de Tutoría con Estudiantes de
Pueblos Originarios.
Inquietudes, dudas, miedos, ganas de
trabajar y formar parte de una beca de
5
Psicóloga de la Residencia en Psicología Comunitaria. Realiza
rotación institucional en el Servicio de Orientación y Tutoría.
6
Escritor y estudiante avanzado de la Carrera de Letras,
coordinó los encuentros semanales con los estudiantes
originarios.
38
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
formación y numerosos sentimientos que cada
uno de los tutores tenían en su interior, se han
hecho presentes en las primeras reuniones de
trabajo.
La
labor
primaria
que
hemos
desempeñado entre seis tutores representantes
de las distintas facultades de la universidad de
sede central, consistió en convocar a los
estudiantes que se autoidentificaban como
descendientes o pertenecientes a alguna
comunidad. Iban apareciendo interrogantes:
¿cómo?, ¿qué les digo?, ¿qué dirán?, ¿vendrán
a nuestras reuniones? También otros desafíos
se presentaron: hacer visible el proyecto en las
respectivas
Facultades
y
lograr
una
comunicación y relación con los Servicios de
Orientación y Tutoría. Estas preguntas y
acciones se hacían recurrentes en el camino
de este nuevo trabajo de acuerdo al tiempo,
orientación, formación y responsabilidades de
cada tutor.
A pesar de las tareas, actividades,
acciones y funciones que se debían llevar a
cabo, el equipo de tutores coincide en la idea
de que lo más significativo es
el vínculo
generado con los estudiantes originarios y
también el hecho de poder acercar a la
realidad
universitaria
la
necesidad
de
conformar un grupo que se sostenga y
continúe en el tiempo. Son numerosas las
inquietudes,
dificultades,
necesidades,
39
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
prioridades,
emociones,
etcétera, relacionadas con la
con sus historias, cultura y
vida que se evidencian en
tutoría y en cada uno de
grupales que organizamos.
conocimientos,
vida académica,
experiencias de
los espacios de
los encuentros
Es un continuo aprendizaje no
prescripto, con el objetivo de presentar y
revalorizar aquello que muchos estudiantes
originarios tienen en sus vidas como lo más
vivo o como alguna anécdota narrada por sus
padres o sus abuelos. No siempre es fácil, ya
que este espacio continúa en construcción, y
sus integrantes lo vamos protagonizando con
sus declives, vaivenes, contrapiés y éxitos.
Las
estrategias
pueden
resultar
difusas si no se cuenta con verdaderos apoyos,
coordinación del grupo, asistencia de los
estudiantes a cada encuentro y, sobre todo, el
respaldo institucional que demuestre interés
válido en incorporar de a poco la noción de
interculturalidad a su seno, dando apertura a
conocimientos, valores y cultura negadas a
través de los años por la sociedad.
Entendemos que en la actualidad esta
negación muestra su cara con otras máscaras,
tales como la discriminación, la violencia
simbólica y otras tantas acciones que forman
parte de la idiosincrasia del común de las
personas e invitan a seguir dejando en el
olvido estas preocupaciones.
40
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Hoy nosotros, mañana serán otros, la
idea es que el hacer se transforme y
permanezca con diferencias o similitudes en el
trabajo, que no se olvide el compromiso y la
responsabilidad con nuestros pares, para que
el resultado de la transformación sea mutuo.
Aún queda mucho camino por andar, es cierto,
pero sin importar que sea de tierra, que esté de
frente el pedregal o que el barrial nos llegue a
la cintura, estamos dispuestos a continuar
caminando, porque en cada recorrido nos
encontramos con personas dispuestas a
enseñarnos aquello que no vemos y no
sentimos. Esa tierra sin nombre que se pierde
en el horizonte, hoy sabemos que está llena de
valores, de cultura y, sobre todo, de vida.
Daniela Santillán, Natalia Aguirre,
Emanuel Tapia, Hugo Marcanthony y Federico
Rodríguez, Tutores de Ciencias Naturales,
Exactas, Humanidades, Económicas y Salud
respectivamente.
41
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Nazareno, Salta
Salinas Grandes, Jujuy
Pim Pim
La Puntana, Salta
El Condor, Jujuy
Susques, Jujuy
42
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
HISTORIA DE VIDA
OSVALDO “CHIQUI” VILLAGRA
43
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EN UN LUGAR MUY LEJOS DE MI CASA7
Mi nombre es Osvaldo Villagra, soy de
la
comunidad
Wikyi
de
La
Puntana
(departamento Rivadavia, provincia de Salta),
desde el año 2008 estoy acá en Salta
estudiando el Profesorado en Ciencias de la
Educación. Cuando llegué a la ciudad noté que
al pasar el tiempo cambié un poco mi forma de
ser, pero aun no puedo ni podré olvidar las
cosas que aprendí y practiqué en la
comunidad desde mi infancia, lo aprendido
permanecerá intacto en mí con el paso del
tiempo; debido a que son los [conocimientos]
que resaltan nuestra cultura Wikyi como un
pueblo que todavía mantiene sus costumbres y
creencias.
7
La siguiente es una entrevista en tres etapas realizada por los
estudiantes Nicolás Parra y Agustina Castillo, del Instituto de
Educación Media “Dr. Arturo Oñativia” de la Universidad
Nacional de Salta, a Osvaldo Villagra a propósito de sus
experiencias como estudiante universitario y de los contrastes
con la vida que llevaba en su comunidad. Nos ha parecido la
mejor forma de comenzar con los relatos porque narra con
detalles algunos aspectos que también aparecen con
frecuencia en las historias de vida de los jóvenes originarios
cuando deben tomar la difícil decisión de migrar para realizar
estudios superiores. Por otro lado, también representa un uso
del español que difiere de la norma estándar debido a que su
lengua materna es el wikyi.
44
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Como práctica de actividades más
comunes dentro de la comunidad puedo
mencionar la caza, la pesca, la recolección de
frutos. Son actividades en las cuales
participan personas adultas y niños. La
participación de los niños en estas actividades
es muy importante, ya que a través de la
observación y su participación directa van
aprendiendo, de hecho cuando yo era niño me
gustaba mucho ir al monte a jugar, subir a los
árboles más altos para ver qué había en la
distancia o para hacer caer los frutos de los
algarrobos, mistol o chañar, como así también
cazar pajaritos, acompañar a mi mamá a
recolectar algarroba (el fruto) e ir al río con mi
papá a pescar. Las enseñanzas que nacen de
estas actividades quedaron impresas en mí,
que aunque me encuentre lejos de casa, de mi
comunidad, no las olvido jamás, estos trabajos
son los que recalcan la particularidad del niño
Wikyi viviendo en una comunidad donde su
desarrollo va en torno a su cultura desde la
cotidianidad colectiva hasta lo particular.
Ahora estoy en la ciudad de Salta
estudiando el profesorado en Ciencias de la
Educación, lejos de mi familia, conociendo
nuevas personas con realidades distintas, a la
vez que aprendiendo nuevas cosas que son
propias de esta otra sociedad muy distinta de
la que provengo. Esta experiencia de vida que
llevo es muy productiva para mí, porque las
45
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
cosas que voy aprendiendo en la universidad y
fuera de ella son las que alimentan mi
conocimiento día a día.
UNO SIGUE LOS PASOS DEL PADRE
O DE CÓMO EL FUEGO NO SE APAGA
NUNCA
Osvaldo: Como bien dije anteriormente, soy
de la comunidad Wikyi de La Puntana. En esta
ocasión les contaré un poco de mi infancia,
comenzando desde aquel momento antes de
ingresar a la escuela, donde recibí la primera
educación que es propia de la cultura, esa
educación centrada en la práctica de
actividades
realizadas
dentro
de
la
colectividad, las que mencioné anteriormente.
Es decir que los quehaceres de los padres se
imprimen en la vida de los niños desde muy
temprana edad, los padres llevan consigo sus
hijos para que aprendan los secretos del
monte, desde cazar animales, ir al río, buscar
miel, como así también ubicarse en los montes
para no perderse. Estas cosas es fundamental
apreciarlas para asegurar la supervivencia en
esta región del Chaco salteño que nos tocó
vivir y construir nuestra cultura viviendo en
las riberas de un río, el Pilcomayo, que es la
fuente de vida más importante en este lugar,
que con sus ricos pescados alimentó y
alimenta
todos
los
pueblos
durante
46
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
muchísimos años ofreciendo día a día el pan
de la mesa.
No es fácil aprender las técnicas o las
maneras de cómo obtener las cosas, lleva
tiempo y se necesita mucha voluntad y
dedicación, en este sentido se aprecia que el
desarrollo del aprendizaje psicológico del niño
sucede junto con el desarrollo biológico. Desde
cómo reconocer un mejor lugar para pescar,
cómo saber si los frutos están ya listos para
consumir, cómo reconocer el lugar donde está
la miel y mucho más, todo esto con mucho
entusiasmo en aprender. Uno va encontrando
la manera de hacerlas cada vez más sencillas a
medida que uno va creciendo, siempre a la par
de los maestros de la comunidad que son los
padres.
Dentro de la comunidad la enseñanza suele
dividirse según el género, siendo un varón es
enseñado por el padre, es decir que el niño
aprenderá en forma exclusiva los trabajos de
su papá, y su crecimiento se moldearía con la
sabiduría ancestral proveniente de tiempos
remotos
mediante
las
actividades
y
conocimientos de los abuelos, para así ayudar
a afrontar su supervivencia dentro de la
comunidad. En el caso de la mujer, recibe la
enseñanza de la madre, que tras los pasos de
ella va construyendo su dignidad de ser una
mujer Wikyi. Tendrá la oportunidad de
aprender como base principal de sus
47
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
actividades las artesanías, como así también ir
al monte a recolectar frutos silvestres y
preparar los alimentos en el hogar. Todas
estas actividades también la mujer va a ir
aprendiendo a medida que va creciendo.
Uno de mis grandes desafíos cuando tenía
apenas 6 años de edad era aprender a nadar,
junto con otros chicos de la comunidad lo
hacíamos en “pelhat´ilis” que en español seria
lagunas- aguas estancadas dejadas por las
lluvias o el río-, y siempre con la presencia de
una persona mayor, como primera regla;
aprender a nadar a la perfección y luego
sumergirse dentro del agua sin abrir los ojos
ya que el agua es turbia, solo hay que guiarse
con las manos y brazos. Antes de ir al río tenía
que recibir una aprobación para poder hacer la
otra parte más difícil, la de nadar en el río, y
conocer los secretos del agua, es decir,
reconocer su movimiento para detectar las
partes profundas y menos profundas, así
poder atravesarla hasta el otro lado, cruzar y
nadar por la noche. Todo esto es para luego no
tener tanta dificultad a la hora de aprender a
pescar.
El aprendizaje de técnicas de pesca es a
través de la observación y la práctica directa y
los encargados de enseñar son los padres de la
comunidad, es decir que si quiero aprender a
pescar no necesariamente debe ser mi padre
quien me enseñe si no que puede ser cualquier
48
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
otra persona con experiencia, pero como niños
siempre preferimos andar tras los pasos de
nuestros padres para estar más seguros. Lo
mismo pasa cuando se aprende a cazar
animales del monte, yo puedo ir con mis tíos o
mis hermanos sin necesidad de que esté mi
padre. Con ellos aprendo lo que ya
aprendieron. Lo único que logré aprender fue
cómo entrenar a un perro para que sea un
buen cazador, cómo preparar trampas para
atrapar animales y utilizar las hondas (de
goma) para cazar aves. Lo que no logré
aprender es cómo cazar con flechas y el arco,
solo vi una vez debido a que estaba en desuso.
Agustina: ¿Qué cazabas?
Osvaldo: Pájaros como charatas, loros,
palomas, chajá, etcétera. Aves como el suri. Y
de los animales hay muchos, en mi comunidad
cazaba con los perros, corzuelas, liebres,
conejos, iguanas, etcétera. Y con las trampas
se caza cualquier animal desde tigres hasta los
más pequeños, como las vizcachas y muchos
más.
Agustina: ¿Suris? ¿Hay suris en esa zona?
Osvaldo: Sí, sí hay pero ya muy poco, hasta
que podría decir que se están extendiendo en
la zona del Pilcomayo, se cazan muchísimo por
la venta de las plumas y lo más triste es que se
venden solamente las plumas y su carne se las
49
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
tira, esto hace gente que viene de otros lugares
siempre con otras intenciones.
Una de las cosas fundamentales que hay que
tener en cuenta para ir a cazar es conocer
cada camino en el monte para no perderse,
hay casos de personas de la comunidad que se
desorientan en el monte y no vuelven a casa
durante varios días, es por eso que siempre
hay que estar listo para cualquier cosa y lo
importante es siempre no andar solo en el
campo.
Otra de las cosas que me fascinan en los
montes es reconocer el lugar donde está la
miel. Cuando se está en el monte hay que
andar con mucho cuidado y prestar la mayor
atención. Desde lo lejos se puede observar
abejas y otros insectos que vuelan. El secreto
de cómo reconocer las abejas está en el sonido
que hacen al levantar vuelo y si hay enjambre
en poco distancia en donde estoy ubicado, se
escucha, pero la dificultad está en precisar la
dirección del sonido, es más cuando hay
viento. Si esto ocurriera lo mejor que se puede
hacer es pararse y hacer un círculo de 360
grados alrededor por donde escuché el eco,
solo así puedo encontrar la miel, pero lo más
sencillo es cuando se las divisan con la vista a
las abejas entrar en el lugar preciso donde está
la miel. Si simplemente escuchas el enjambre,
perderás tiempo en encontrar y muchas veces
cuando encuentres el punto de donde viene el
50
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
sonido te podés llevar una sorpresa, puede que
sea miel u otra cosa, como por ejemplo una
serpiente en estado colérico u otra cosa peor…
Agustina: Claro…
Osvaldo: El eco de un posible enjambre
puede ser un poco engañoso, por eso muchas
personas no prestan tanta atención, esperan
ver la miel a la vista, pero es importante saber
estas cosas para tomar decisiones antes de
hacer una acción que incluso podría ser
peligroso.
También en mi comunidad he aprendido a
hacer cosas que lo remarcaría como
secundarias, por ejemplo hacer cercados para
el cultivo, la práctica
ganadera a campo
abierto con pequeños animales como ser
cabras, cerdos, ovejas y gallinas para ayudar a
promocionar la alimentación del grupo
familiar. Pero la principal actividad del hombre
dentro de la sociedad Wikyi es la pesca, la caza
y la recolección de frutos, estos trabajos se
apoyan en la participación de todos, niños,
jóvenes, madres y padres. La participación de
los niños es importante en la recolección de
frutos porque poseen la destreza de subir a los
árboles sin ninguna dificultad y hacer caer los
frutos maduros mientras que las madres los
recogen en el suelo.
51
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Agustina: Es como que los niños tienen esa
habilidad de treparse a los árboles para hacer
esta tarea.
Osvaldo: Sí, y esa habilidad es manejada por
quien la aprenda. Yo desde muy chico junto
con otros niños de la comunidad subíamos a
los árboles para observar el río, y también
hacíamos nidos como los pájaros en los
árboles, aunque nunca dormí en ellos por
temor a caerme… estas pequeñas travesuras
me sirvieron para ayudar a mamá a recolectar
y me ayudaron a ser un niño fuerte y sano.
Muchas veces estando encerrado en el aula
aprendiendo otras cosas como sumar, restar,
multiplicar, dividir, leer y escribir, no veía la
hora de salir e ir corriendo a casa a dejar mis
cosas de la escuela e ir a jugar con mis
amiguitos de la comunidad. Es muy divertido
ser niño. Cada vez que recuerdo mi infancia es
como si lo viviera ayer y que muchas veces
sueño volver a ser niño, olvidarme de las
preocupaciones que me privan de libertad y
vivir la vida, “libre y feliz”.
Agustina: ¿Es como que para ustedes la
escuela sería una cosa muy secundaria, no?
Osvaldo: No creo poner la escuela en esa
escala, solo hay que saber diferenciar, porque
la enseñanza que nos brinda la escuela
recobra importancia en esta época que
estamos situados, como así también la
52
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
educación de la comunidad es importante ya
que es el camino que nos conduce hacia el
equilibrio y la hermandad que siempre ha
existido entre todos los que formamos parte de
esta hermosa naturaleza. Pero de hecho son
dos educaciones simultáneamente diferentes:
una basada en la cultura que tiene como
patrones, historias de cómo vivieron nuestros
antepasados, cómo era su educación, su
economía, la organización social y política y
sus creencias, para que nosotros, los que
vivimos esta generación, podamos comprender
la resistencia cultural hasta estos tiempos,
etcétera. Como así también nos enseña a
manejar
la naturaleza viviente, mediante
prácticas y técnicas signadas por la sabiduría
de los abuelos desde tiempos remotos. La otra
sería la educación que recibimos mediante la
escuela, donde nos enseñan cosas totalmente
distintas, sumar, restar, multiplicar, dividir,
leer y escribir. Esta otra educación recobra
importancia en esta época, debido a que nos
permite conocer y entender al otro (de la
sociedad blanca) para vincular e interceder en
su mundo, pero desde luego que para
fortalecer estos nuevos conocimientos es
posible aceptar el español como segunda
lengua y ponerla en práctica, es por eso que la
escuela es fundamental dentro de la
comunidad. Aunque desde mi análisis es una
entidad que puedo ver en dos sentidos
comunes: desde un lado “positivo” y otro
53
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
“negativo”; lo positivo sería que nos permite
[adquirir] otros conocimientos que no rigen en
nuestra cultura y para desenvolvernos
claramente en los espacio de ideologías y
saberes (que son) aceptadas como verdades
absolutas, que desde hace tiempo han dado
lugar a las ciencias y que, si no las sabes, de
alguna manera te excluyen del sistema que
nos gobierna hoy en día. Y desde lo negativo
sería,
que
la
escuela
nos
destruye
culturalmente,
desmoronando
nuestros
saberes, costumbres, ideologías, creencias y
nuestra propia educación. Esta función que
cumple la escuela escolta la evangelización en
las comunidades indígenas, al ser dos grandes
armas estatales que sin duda defendieron sin
decadencias y con tanta firmeza los objetivos
futuros del Estado, coaccionando a los
ciudadanos “argentinos” y los pueblos
indígenas a ser parte de esta educación
uniforme, que es solo un modelo educativo
creado por los conquistadores europeos, sin
tener en cuenta los saberes de la comunidad.
Estos dos principios, con lograr estos
objetivos,
sentenciaron
severamente
los
saberes y la educación propia de las
comunidades indígenas como conocimientos
sin aprobación científica, que dicho de otra
manera [serían] sin importancia.
El aprender a pescar y manejar todas las
técnicas requiere mucho tiempo, pero existe
54
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
una diferencia entre esta enseñanza (Wikyi)
con la enseñanza que rige la sociedad
hegemónica, y está en que no necesariamente
se espera un título que te garantice para
aplicar tu profesión, si no que al saber una
cosa automáticamente te convertís en un
nuevo maestro en la comunidad, donde
enseñarás hasta que tus años ya no te
permitan realizar las actividades. Es más,
cuando
se
es
padre
de
familia
la
responsabilidad es mucho más grande, es
decir que enseñarás a tus hijos todo lo que has
aprendido, y depositarás en ellos tus
conocimientos que viene de tus padres, y a la
vez tus hijos se preparan para conocer y dar
lugar a una nueva educación fuera de casa,
entre las cuatro paredes de un aula. La
escuela se convertirá en la vida de los niños
como su segundo hogar donde aprenderán los
contenidos
educativos
dictados
por
la
otra…cultura.
La escuela me brindó conocimientos, me
permitió aprender otra lengua para poder
comunicarme con otras personas que no son
de la comunidad Wikyi. Me acuerdo cuando
entré al jardín, mis compañeros eran de la
misma comunidad, todos nos conocíamos,
éramos solo niños hablando en Wikyi todo el
tiempo, sin dar tanta importancia a si la
maestra –que todos la llamaban señorita- nos
entendía o si la entendíamos a ella. Solo lo que
55
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
nos importaba era el buen desayuno que nos
servían cada mañana en la escuela, y lo que
más apreciaba eran los recreos. Todo el mundo
jugaba, la maestra nos mostraba juguetes que
ella misma los consiguió, eran muchos
animalitos que totalmente desconocíamos, y
nos preguntábamos uno al otro, ¿de dónde
serán estos animales? ¿Será que existen?,
porque en esta zona nunca vi, ¿serán que son
así de pequeños?, estas clases de preguntas
hacíamos, me acuerdo y como no manejaba el
español nunca pregunté a la maestra. Pero
ahora es distinto, los niños de hoy miran
televisión y su conocimiento es mucho más
amplio que la de los niños de mi infancia.
Con relación a la participación y la
preocupación de los padres por la educación
de los hijos es muy importante, como bien
pude observar en la ciudad donde se rige
mucho la educación escolar. Los padres,
cuando sus hijos salen de la escuela, les
ayudan a hacer las tareas, y los niños sacan
sus dudas con los padres o hermanos,
mientras que en mi comunidad es diferente,
cuando llego a casa mi mamá o mi papá
siempre tienen una actividad para mí, me
mandan a buscar agua para tomar mate o
acompañar a mi padre a buscar leña en el
monte o muchas veces vamos al río a pescar,
como así también muchas otras cosas más. Y
cuando tengo algunas dudas de mis tareas de
56
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
la escuela consulto a mis hermanos más
grandes, porque mis padres desconocen lo que
nos enseñan en la escuela y al no saber no
pueden ayudarme.
La educación formal llegó a la comunidad no
hace mucho tiempo, por esa razón es que
muchos de nuestros padres y madres no saben
leer y escribir, es más cuando se trata de los
abuelos.
Agustina: Pero si vos vas y les preguntás de
alguna actividad como pesca, artesanías,
¿ellos saben?
Osvaldo: Al tratar de cuestiones culturales,
los abuelos y los padres son las bibliotecas
abiertas, donde encontrarás respuestas de
cualquier duda que tengas, en este sentido
ellos están siempre dispuestos a ayudar para
que el niño aprenda cómo es la cosmovisión
cultural, desde técnicas y prácticas hasta los
conocimientos acerca de la mitología Wikyi.
Nuestros padres y abuelos no han tenido la
oportunidad de ir a una escuela para aprender
a leer y escribir y muchos de ellos no hablan la
lengua castellana. Cuentan ellos que no es
porque no hubo ya escuelas en la zona,
cuando todavía eran jóvenes, la razón estaba
en que no se aceptaban chicos indígenas en
las aulas de las escuelas. La discriminación
física y simbólica era latente, eran ignorados,
los corrían con caballos cuando intentaban ir a
57
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
la escuela. La entidad educativa estaba a una
distancia de 1 ½ km de la comunidad. No les
daban el desayuno como debe ser, como así
mucho más, y
solo se permitía alumnos
criollos. Pero con la llegada de los primeros
misioneros en la comunidad recién los niños
Wikyi podían acceder a la educación formal –
les enseñaban a leer y escribir para que
entendiesen el mensaje divino.
En estos tiempos
ya todos acceden a la
educación, hay algunos que lo toman con
mucho entusiasmo en asimilar las nuevas
cosas y otros a los que les cuesta aceptar, más
se dedican a los quehaceres de los padres.
Al aparecer la escuela dentro de la comunidad
pone al sujeto (Wikyi), en condiciones muy
complicadas, al tratar de elegir qué camino
tomar hacia el
futuro, si tomará mucha
importancia el estudio y dejar de lado un poco
los quehaceres de la comunidad. Al ser de esta
manera, estas dos alternativas que marcarán
el futuro de los niños y jóvenes de la
comunidad, es un poco engañoso, porque si se
comenzara a analizar son dos caminos que de
alguna manera se cortan inesperadamente. En
primer lugar, la educación de la comunidad es
fructífera en la vida de los niños y jóvenes ya
que garantiza la supervivencia y el buen vivir
en el futuro, pero eso actualmente no es lo
suficiente, con la degradación de los montes en
forma masiva, los animales y las plantas van
58
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
desapareciendo despiadadamente por las
manos de las multinacionales que afincan en
la zona del chaco salteño desde hace años,
logrando que las actividades ancestrales
caduquen hacia el futuro, de esa manera, ¿de
qué puede vivir el buen cazador si ya no hay
animales en los montes, el buen pescador si ya
no hay ríos y si los que hay están
contaminados o qué puede hacer el buen
sembrador si ya no tiene tierras para cultivar
porque se las han quitado? Mientras tanto, el
ofrecimiento de la educación que brinda la
escuela para nosotros es una línea recta que
nos lleva al vacío, es decir que mientras el
chico se desempeña en el estudio va dejando
de lado las actividades de la comunidad y
mientras va pasando cada escalón su futuro
entra en juego, la única verdad que limita a
todos los jóvenes estudiantes de comunidades
al terminar sus desempeños educacionales es
que nunca tienen las posibilidades de entrar
en un establecimiento de altos estudios –
universidad o terciario– para aspirar a seguir
una carrera. Esto se debe, por un lado, a que
la comunidad maneja otra economía para el
sustento familiar que no es exactamente el
papel moneda que maneja la sociedad
occidental y, por otra razón, es que al mismo
gobierno no le interesa que las comunidades
progresen, por eso es que muchos jóvenes al
terminar la secundaria no saben qué hacer, se
quedan frustrados, al saber que lo que ha
59
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
estudiado en la escuela y el colegio no les
garantizan conseguir un trabajo y es más
cuando quieren ir a pescar, no tienen la
suficiente práctica para realizar la pesca u otra
actividad.
Hay muchos padres que piensan que la
educación que brinda la escuela es una
pérdida de tiempo para sus hijos, porque
terminan sin saber nada y otros que ven como
una alternativa única para el futuro, que por lo
menos sabrá escribir, leer y hablar el
castellano.
Agustina: ¿La madre tiene que ir a recolectar
leña para hacer fuego?
Osvaldo: Hacer el fuego es una actividad
familiar, quien se levante primero hace el fuego
y prepara agua caliente para el desayuno. En
la recolección de leña antes hacía sola la mujer
pero ahora sale más el hombre a buscar que
las mujeres.
El fuego es muy importante en la cultura
Wikyi, que con el calor de sus llamas reúne la
familia cuando se esconde el sol en la noche,
hace revivir los mitos, leyendas, experiencias
de vidas a través de la voz y las palabras de
los ancianos, es la escuela donde se percibe la
sabiduría ancestral para la formación de
personas aptas para el desempeño de su
propia supervivencia. El fuego no se apaga,
tiene vida todo el día mientras que en su
60
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
alrededor se cosen los ricos pescados del
Pilcomayo, y por las noches solo descansa en
el rescoldo para revivir en las mañanas, es la
compañía familiar durante años.
MI ESCUELA Y AULA FUE UN
ALGARROBO
Osvaldo: Cuando ingresé, el jardín no tenía
maestro bilingüe pero, como bien dije
anteriormente, lo que más nos interesaba era
el “buen desayuno que daban en la escuela”.
Un año más tarde recién aparecen los
maestros auxiliares bilingües pero el aparecer
no era la solución ya que solo eran los
traductores del docente y no nos enseñaban la
lengua,
[aunque]
sí
fortalecían
la
comunicación de los alumnos hacia la
maestra. Por ejemplo, un alumno quería ir al
baño, le decía primero al maestro bilingüe y él
le decía a la maestra. En esos tiempos muchos
de los bilingües trabajaban en la escuela como
ordenanzas, los mandaban a buscar leña,
hacer fuego, preparar el desayuno, servir el
desayuno y el almuerzo. Ahora cambió un
poco, están más tiempo en las aulas y se ven
algunos trabajos en afiches pegados en las
paredes de la escuela.
Agustina: ¿Desde qué año tienen maestros
bilingües?
Osvaldo: Actualmente los maestros bilingües
están divididos en los primeros tres años, es
61
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
decir que comienzan desde el jardín hasta
tercer grado, y después el resto de los grados e
incluso hasta el colegio no hay. En esta
situación
surgen
muchos
problemas
educativos, a los alumnos, al no entender el
castellano, les cuesta asimilar los contenidos
que se les enseñan.
Agustina: Es como decía la vice directora, al
no tener maestro bilingüe el maestro los quería
hacer aprender a la fuerza y no les importaba
que aprendan.
Osvaldo: Sí, la verdad que sí, pero creo que
el problema es también del sistema, porque si
bien se están formando los futuros educadores
dentro de las universidades o terciarios, nada
se enseña en profundidad de las culturas que
existen actualmente en América o en
Argentina, es por eso que cuando un maestro
o un profesor va a un pueblo donde hay niños
o jóvenes indígenas se encuentra en
problemas. Al no saber nada de la situación
que actualmente padecen las comunidades, les
cuesta construir una buena educación. Uno de
los grandes desafíos que existen entre
docentes y alumnos es la lengua, los alumnos
no captan con nitidez los contenidos que dicta
el docente y el maestro tampoco entiende la
lengua de sus alumnos.
Agustina: Claro.
62
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Osvaldo: En la primaria aprendí a leer, a
escribir mi nombre y mi número de documento
con la actual directora (Marta Alicia Laimeescuela n° 4216). En ese entonces cursé mi
cuarto grado, el siguiente año me tocó de
maestra la actual vice directora (María
Magdalena Colodro), de ella me acuerdo que
me tenía mucho cariño, pero lo que me enseñó
nada.
Agustina: ¿No te acuerdas?
Osvaldo: No nada que me haya quedado en
mente…. También lo que me enseñó Marta
Alicia eran un par de canciones folclóricas.
Agustina: Claro, esas son cosas que te
marcaron.
Osvaldo: Sí… y cuando ingresé al colegio
todavía me costaba expresarme en español,
solamente
hablaba
en
pequeñas
comunicaciones con el docente. La práctica de
la lengua dentro de la comunidad es tan fuerte
que lo hablo en todo momento, en la escuela,
en los recreos, en la comunidad, en casa.
Agustina: Y como ustedes contaban que en
jardincito y en la primaria tenían clases bajo
los árboles…
Osvaldo: Sí… la razón por la cual se hacían
clases fuera de las aulas era por las elevadas
temperaturas. La diferencia en el colegio es
que no había aulas, solo un edificio que
63
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
cubría un solo curso. Los ingresantes tenían el
privilegio de gozar de un aula mientras que dos
cursos quedaban afuera. Mi escuela y aula fue
un algarrobo hasta que terminé mi nivel
secundario.
Agustina: El que está ubicado en predio del
anterior colegio.
Osvaldo: Sí… y me acuerdo que los cambios
climáticos eran los grandes adversarios,
cuando llovía se suspendían las clases, cuando
corría viento no se podía trabajar, nos llevaba
las hojas. En invierno era lo mismo, se sufría
por el frío, pero muchas veces con los profes
hacíamos fuego y alrededor nos daba la clase.
Agustina: ¿En qué año se construyó el
colegio?
Osvaldo: No sé exactamente, pero creo que
fue el año 2008, un año más tarde de mi
egreso.
Agustina: ¿Vos ya no estabas en el colegio?
Osvaldo: No… egresé en el año 2007 y la
construcción del edificio comenzó a principios
del 2008 y al siguiente año se inaugura con la
llegada de la presidente Cristina Fernández de
Kirchner a la comunidad.
64
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
ACÁ EN LA CIUDAD
EL TIEMPO ES MÁS CORTO
Nicolás: Bueno, Osvaldo, ¿cómo fue que vos
decidiste venir a estudiar a salta?
Osvaldo: En primer lugar me propuse
estudiar y terminar el polimodal en el más
humilde colegio rural ubicado dentro de la
comunidad, con mi único anhelo de seguir
estudiando en cuanto se me presentara la
oportunidad de concretarlo. Fuimos un grupo
de nueve chicos, cuatro mujeres y cinco
varones, atentos a cualquier posibilidad. Yo
siempre pensé estudiar algo de medicina, al
ver que tanta falta hacía en la comunidad,
para conseguir dar una mejor
atención
médica a mis pares. El sueño de todo el grupo
era seguir estudiando, no importaba en qué
lugar, sea lejos o cerca de los padres.
Nicolás: O sea que el objetivo era seguir
estudiando no importa dónde sea.
Osvaldo: Sí… lo más importante para
nosotros era seguir estudiando y ese anhelo lo
contábamos, me acuerdo, a cada persona que
llegaba a la comunidad. De esa manera hemos
recibido varias ofertas, gente que querían
ayudarnos para estudiar, muchos eran
médicos de Buenos Aires que apadrinaban el
colegio donde estudié. Pero la posibilidad
siempre se presentaba para uno o dos y la
65
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
intención era siempre que saliera todo el
grupo…
Nicolás:
estaba.
La
idea
de
seguir
estudiando
Osvaldo: Era un grupo muy especial,
siempre unidos en decisiones, en las cosas que
proponíamos hacer dentro de la institución, en
la recaudación de fondos para la cena de
egresados. Lo que también analizamos era lo
que nos enseñaban dentro de la institución y
si algo no nos gustaba lo planteábamos al
director.
Y al momento de poner un nombre a la
promoción lo primero que nos surgió fue “LOS
CHICOS MALOS”, hasta yo no sabía el porqué,
pero en fin, le pusimos ese nombre a la
promoción escrita y traducida al Wikyi
“NÄ´TSES FWITSES”.
Dentro de las posibilidades de seguir
estudiando fue primeramente con un médico
de Buenos Aires. Nos dijo que si alguien se
animaba a seguir alguna carrera dentro del
área de salud él estaba dispuesto a ayudar,
pero en la capital del país y muchos de mis
compañeros decían que era lejos. Como así
también nos contó que tienen contacto con
una institución en Cuba en la que podían
ayudar a chicos de comunidades indígenas a
seguir la carrera de medicina y si queríamos ir,
él se iba a encargar de las gestiones.
66
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Nicolás: ¿Los nueve de la promoción?
Osvaldo:
No…
como
bien
remarqué
anteriormente, las posibilidades siempre eran
para una o dos personas, como mucho cuatro,
y los que tenían más posibilidades eran los que
tenían el mejor promedio.
Uno de los obstáculos que nos impedían
decidir salir de la comunidad era la falta de
información, recientemente supe de la
existencia de una universidad, cuando cursé el
último año de la secundaria. Tampoco conocía
una ciudad, mi único conocimiento del mundo
era la comunidad. Para nosotros los Wikyi
(particularmente de La Puntana), nuestros
estudios terminan en la secundaria y de allí
[hay que] comenzar a capacitarse en los
trabajos de la comunidad.
Cuando un grupo de estudiantes y
profesores
llegaban
al
colegio,
les
preguntábamos como era la universidad y nos
contaban de su organización política, en
cuántas
facultades
está
dividida,
las
modalidades de cada carrera, etcétera.
Después preguntamos cómo era la ciudad de
Salta, sus paisajes, las calles, la gente. En
cuanto a estas informaciones, era la primera
vez que escuché que había instituciones de
nivel supriores donde se puede cursar una
carrera, porque en la escuela no se hace
67
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
conocer a los alumnos estas informaciones y
mucho menos de universidades.
Nicolás: ¿Y tú promoción fue la primera
que se enteró?
Osvaldo: Sí… y en ese año, 2007, con el
grupo de docentes y alumnos que llegaron de
Salta, nos invitaron a participar en una
jornada organizada por ellos en el predio de la
UNSa, todos estaban ansiosos de viajar y
conocer la universidad y más que nada la
ciudad de Salta. El viaje era para el mes de
septiembre, dos semanas antes ensayábamos
el baile del “pim pim” para presentar como un
número artístico, que salió muy bien en la
presentación en el anfiteatro G 400.
La ciudad de Salta me pareció lejos, pero muy
hermosa. Llegamos en horas de la noche y
fuimos directamente a la universidad donde
nos esperaban los que organizaban la jornada.
Era la primera vez que salía de la comunidad y
conocer una ciudad… fue una hermosa
experiencia.
Nicolás: ¿Así que era la primera vez que
salías de la comunidad?
Osvaldo: Sí, era la primera vez…. Viajar
lejos de casa.
Nicolás: ¿Y cómo fue, la universidad los fue
a buscar de allá o como hicieron?
68
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Osvaldo: Para llegar a Salta, teníamos que
hacer dos trayectorias, nos trasladamos hasta
la ciudad de Tartagal en camioneta y después
con el colectivo de la sede de la UNSa nos
desplazamos hasta Salta.
En la jornada todos hablaban en castellano y
utilizaban términos
que no entendíamos
mucho, ahí me di cuenta cuán poco
conocimiento tenía de la lengua española,
muchas de las personas presentes nos
preguntaban cosas, pero nos costaba formular
nuestras respuestas, había algunos que no se
animaban a hablar...
Nicolás: ¿Y en la secundaria veían solo
idioma o español?
Osvaldo: En la comunidad se habla el
idioma hasta dentro de las aulas y la práctica
de la lengua castellana… solo hay énfasis en
los textos y la comunicación breve con los
docentes criollos… por eso me costó y me sigue
costando el español.
Nicolás: O sea, sabías poco y lo utilizabas
poco.
Osvaldo: Sí… en la escuela y en el colegio
casi nunca nos hacían pasar al frente para ver
si entendíamos algún contenido y tampoco
una opinión sobre lo que nos enseñaba, por
esta razón no hablamos fluidamente el
español.
69
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Y con esta posibilidad que tuve de venir a
Salta a participar de la jornada me hizo
reflexionar mucho de la importancia en el
manejo del código fundamental de la
comunicación que es la lengua, de escuchar y
poder comprender el mensaje que se
transmite. Entendía poco el español pero no lo
suficiente para llevar a cabo un diálogo
coherente, las pocas palabras que manejaba,
antes de expresarlas tenía que pensarlas y
reorganizarlas mentalmente.
Nicolás: ¿Y
quedaron?
esa
vez
cuanto
tiempo
se
Osvaldo: Nos quedamos en Salta tres días,
nos albergamos en Vaqueros y por las
mañanas después del desayuno nos recogía el
colectivo de la universidad.
Nicolás: ¿Y cómo fueron las primeras
noches, porque vos estás acostumbrado al
silencio, no es así?
Osvaldo: En la comunidad no hay silencio
sereno, por las noches acompañan el sueño
ladridos de perros pero no frecuentemente, el
canto de pájaros nocturnos y por las mañanas
se despierta con el canto del gallo. Estos
sonidos no son elevados como el ruido de
autos que corren a diario en las calles o rutas.
La primera noche no pudimos dormir ni
siquiera con el cansancio del viaje, estuvimos
despiertos hasta las tres de la mañana
70
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
esperando que bajara un poco el ruido de
autos, camiones y motos sobre la ruta que
conduce de Vaqueros a la Caldera.
Nicolás. Claro, no estaban acostumbrados a
esos ruidos
Osvaldo: Sí… y lo más recalcable de esos
tres días es que he aprendido muchas cosas.
Conocimos a Javier Lajo Lazo, un filósofo
andino de Perú. Daba un discurso sobre la
cosmovisión andina, mucho no lo entendí,
utilizaba leguajes muy académicas y términos
que desconocía. Y después fuimos a la radio
FM de la U.N.Sa. para contar
nuestra
experiencia.
Nicolás: ¿Sentías la presión de estar en esos
medios, el hecho de ser escuchados por tantas
personas?
Osvaldo: ….Me puse nervioso antes de
entrar, y los que conducían el programa nos
hacían un par de preguntas y tratamos de
responderlas,
y
el
profesor
que
nos
acompañaba respondía las otras que no
entendíamos o nos costaba formular la
respuesta. Y después llegó al programa Javier
y nos regaló un libro escrito por él, lo leía en
mi casa una y otra vez… me acuerdo. Hasta
que al fin pude entender el contenido valioso y
cuando tuve la posibilidad de concretar mi
sueño de seguir estudiando en la universidad,
71
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
escuchaba nuevamente sus discursos pero ya
lo entendía claramente.
Nicolás: ¿Eso pasó mientras ustedes seguían
en el secundario?
Osvaldo: Cuando vinimos a Salta era el
último año de la secundaria y ese viaje lo
tomamos como viaje de egresados, ya que
todos vinimos por primera vez a conocer la
ciudad como así también a conocer la
universidad. Después del viaje, los profesores
de la universidad seguían viajando a la
comunidad, con ellos construimos una
biblioteca comunitaria para que los chicos y
jóvenes tengan acceso a las lecturas. La
inauguración de la biblioteca contó con la
presencia de la decana de la facultad de
humanidades [Mag. Flor de María del Valle
Rionda]. Fue allí donde concretamos seguir
con nuestros estudios en la UNSa, pero nada
fue sencillo, no teníamos comunicación y
además el problema era conseguir los papeles
que nos pedían para la inscripción.
Nicolás: Era una meta más para poder
seguir estudiando.
Osvaldo: Al no tener comunicación con los
profesores de la universidad era muy
complicado, nuestro único medio era el celular
del director y cuando se fue en las vacaciones
quedamos incomunicados. Algunos de los
requisitos requeridos lo podíamos encontrar en
72
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Santa Victoria Este. Y para llegar a este lugar
teníamos que recorrer 45 km en camino de
tierra y, como eran los primeros meses del
año,
los
cambios
climáticos
supieron
castigarnos bloqueando los caminos. Llegar al
municipio [de Santa Victoria Este] era
aventurarse, las copiosas lluvias y la crecida
brusca del río anegaron por completo los
caminos y nuestro único medio de transporte
para llegar era una bicicleta.
Demoramos en llegar a Victoria un día
completo cruzando los arroyos dejados por el
rio y las lluvias en el camino. Había una muy
poca voluntad de ayuda de parte del director
del colegio y de los profes que se
comprometieron a ayudarnos. Al no tener
comunicación con gente de la universidad no
sabíamos cuáles eran los papeles necesarios y
en qué fecha íbamos a viajar. Eso nos tenía
preocupados. Y cuando llegamos a Salta nos
dimos con que los papeles que supimos
entregar al director nunca llegaron a destino y
por esa razón había una confusión. Yo, que
quería estudiar enfermería, estaba inscripto en
Ciencias de la Educación junto con otros dos
chicos y otro compañero estaba inscripto en
enfermería pero se cambio de carrera y eligió
filosofía, que era y es la carrera que le gusta.
Cuando llegamos a Salta nos contó una de las
profesoras del grupo que no sabían hasta el
último momento si íbamos a venir o no, que
73
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
después de la inauguración de la biblioteca en
la comunidad no supieron más de nosotros,
como nosotros de ellos.
Nicolás: ¿Y cómo hicieron para inscribirlos
en las carreras?
Osvaldo: La verdad… de eso no sé muy bien
como hicieron con las preinscripciones porque
después entregamos los papeles en el
departamento de alumnos. El llegar a la
ciudad fue un cambio total, los ruidos de
vehículos nos aturdían los oídos. Nos alojamos
en la calle San Juan y Gorriti, dormíamos a las
dos o las tres de la mañana esperando que
calmara un poco el ruido de la ciudad. Para ir
a la UNSa, teníamos que tomar el “troncal”, el
colectivo urbano. En principio creíamos que
todos
los
colectivos
pasaban
por
la
universidad, lo que nos llevó muchas veces a
terminar en otro lugar. Durante el cursado del
CILEU [Curso de ingreso], recibimos apoyo de
tutorías, pero el problema estaba en cómo
hacernos entender los contenidos que nos
daban en clase, en el aula. Me acuerdo que en
la primera clase nos dieron una lectura de
media carilla y un par de preguntas para
desarrollar. Solo mirábamos cómo el resto de
mis compañeros entregaban sus trabajos y
nosotros siempre los últimos en entregar o sin
terminar. Cuando llegábamos a casa tomamos
un poquito de tiempo para comer y luego
seguir con la lectura y dejar el trabajo
74
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
terminado para el siguiente día. Esa era
nuestra rutina en la presentación de trabajos,
ya que en el aula era imposible terminar la
actividad dada por el docente. Perdíamos
mucho tiempo buscando las palabras en el
diccionario. En cuanto el uso del diccionario,
para buscar una sola palabra terminaba
haciendo un listado de cinco o más palabras
buscando entender mejor el significado de la
palabra principal que figuraba en el texto. Y en
relación a los compañeros del curso, nadie nos
daba importancia, éramos los más calladitos,
nadie nos preguntaba nada, solo nos veían
como unos más del montón, pero casi
finalizando el curso introductorio la profesora
nos presentó al resto de los compañeros
diciendo que “venimos de una comunidad
indígena del norte salteño, que todavía
tenemos una cultura viva y algo principal que
es la lengua”. A partir de ese momento los
compañeros comenzaron acercarse más a
nosotros preguntando cosas
de sus
incumbencias y por supuesto cada uno
ofreciendo su ayuda. Comenzamos a hacer
amistades y a formar grupos para estudiar y
jugar futbol en las horas libres. Eso fue
productivo en el transcurso del tiempo,
permitió soltarnos más, poner en práctica el
castellano, entender los chistes y ser sociables.
Nicolás: ¿Te sentiste respetado por esto?
75
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Osvaldo: Si.... de respetar siempre nos
respetaron creo…. No dábamos mucha
importancia a eso de fijarnos en las personas,
sus actitudes o de cómo nos veían ellos. Más
bien [estábamos] preocupados en cómo lograr
asimilar y entender los contenidos dictados por
el docente para así seguir en la carrera. Pero
una cosa que era evidente,
cuando se
enteraron que éramos de una comunidad más
bien nos apoyaban en todo sentido, si no
podíamos hacer una cosa (tareas áulicas) ellos
lo hacían con nosotros hasta que con el
transcurso del año éramos más capaces,
íbamos mejorando, lo que leía entendía. Una
de las tantas anécdotas al llegar a Salta fue el
cambio de horario al nivel nacional, al ajustar
el reloj del despertador, por equivocación
pusimos a las 4 de la mañana, salimos sin
desayunar para tomar el cole llegamos a la
UNSa todavía muy oscuro, no había nadie (de
los alumnos) solo los que limpiaban las aulas.
Me acomodé en el piso, me acuerdo, sin darme
cuenta me quedé dormido. Faltaban tres horas
para que empezaran a llegar los alumnos y
cuando me desperté ya habían llegado el resto
de mis compañeros.
Agustina: ¿Eso de una hora antes?
Osvaldo: Sí…. Lo que me llamó también la
atención fue la vida en las calles: niños,
jóvenes, madres, ancianos, pidiendo monedas,
estas situaciones nunca vi en la comunidad,
76
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
cuando vi no dejaba de pensar en el porqué
llegó a estar en esas condiciones de vida,
pidiendo monedas o escarbando cestos de
basuras en busca de comida. La situación en
la comunidad es otra, la sociedad es muy
generosa, donde los niños y los ancianos
tienen la mayor atención…. Estos desempeños
son originadas por la educación ancestral,
basada en la caridad para sujetar el buen vivir
de la comunidad… Para retomar un poco
cuando llegué a la UNSa, lo que me pasó en
primer año: me costaba mucho formular
preguntas, para preguntar a alguien lo que
quería saber. Por ejemplo, ¿por qué hay
muchos carteles pegados en la universidad?,
cómo hacer los trámites para becas, cómo
tramitar la tarjeta universitaria, etcétera,
porque no me sentía seguro al hablar el
español, pero las respuestas las encontraba
con el paso del tiempo. La situación sería
diferente si hubiera estudiantes Wikyi para [así
poder] preguntar cosas que no entendía. Por
ejemplo, estando nosotros aquí dentro de la
Universidad, un ingresante Wikyi se sentiría
más seguro de preguntar a nosotros hablando
en la lengua.
Nicolás: ¿Y ustedes fueron los primeros en
llegar de la comunidad?
Osvaldo: Nosotros no somos los primeros, ya
había estudiantes del pueblo Wikyi antes de
nosotros, pero que no tuvieron éxito en los
77
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
estudios por muchas cuestiones y se volvieron
a la comunidad. Porque para llegar a la
universidad es muy difícil, como expliqué
anteriormente. Y estar dentro es mucho más
complicado, desde acostumbrarse a la
sociedad, hasta cómo llevar adelante los
estudios, mantener las becas que muchas
veces es medio imposible, pero con tantos
esfuerzos es lo que me permitió permanecer
dentro de la casa de altos estudios…. Ahora el
español cada vez me cuesta menos, he
aprendido a desenvolverme dentro y fuera de
la UNSa.
Nicolás: O sea, si los chicos del secundario
vienen a estudiar acá se les va a hacer mucho
más fácil porque los tienen a ustedes para
preguntarles ciertas cosas o aclarar las dudas.
Osvaldo: Eso creo…. Un grupo de chicos del
colegio de la comunidad de La Puntana que
llegaron de visita a la ciudad de Salta, de paso
visitaron la UNSa. Más se dirigían a mí para
preguntar cosas que ellos veían y lo que
querían saber. Lo que me dijeron [fue] que se
sentían más cómodos de hablar conmigo que
con los profesores que los atendían, hablando
el Wikyi.
Nicolás: ¿Y eso fue lo que más te costó solo?
Osvaldo: Sí…. Igual el español me seguirá
costando ya que es mi segunda lengua, pero lo
que me ayuda estando acá es que pongo en
78
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
práctica esta segunda lengua. Después,
volviendo a la comunidad, hablo a diario el
Wikyi... Ahora lo que más deseo alcanzar, es
terminar mi carrera y volver a la comunidad
para fortalecer la educación. Es más, hacer ver
a los jóvenes que todo es posible, que el
estudio te genera riqueza de conocimientos, de
saberes, te da la posibilidad de ver lo que
antes ignorabas, adquirir herramientas para
luchar junto con el pueblo al que uno
pertenece….
Nicolás:
¿Y
tienes
pensado
seguir
estudiando Salud después de que termines con
Ciencias de la Educación?
Osvaldo: Yo quería estudiar enfermería
porque, estando todavía en la comunidad, era
el fundamental problema. Hasta ahora, los
médicos casi nunca llegan y la gente sufre
mucho. El hospital base está a unos 45
kilómetros de la comunidad y en tiempo de las
crecidas del río y en tiempos de lluvias, la
comunidad queda totalmente aislada. Pero
esta situación no es la única, hay muchas
otras cuestiones preocupantes, también está la
educación como un medio fundamental para
que sucedan cambios, por este motivo me
quede estudiando Ciencias de la Educación.
Terminando esta carrera, quiero seguir con
una nueva, Enfermería, pero ya veremos…. me
gustaría…. siempre y cuando pueda ayudar a
79
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
mi pueblo, estando dentro o fuera de la
comunidad.
Nicolás: O sea, sería trabajar dentro o fuera
pero siempre con la comunidad.
Osvaldo:
La
idea
es
esa,
trabajar
conjuntamente con la comunidad, sea en
pequeñas o grandes cosas. Mi única esperanza
es servir a mi comunidad y es la que me da las
fuerzas de seguir en pie en este camino que
tomé.
Nicolás: Bueno, Osvaldo, muchas gracias.
80
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
LA VIDA ESCOLAR
Lo mío comienza en una humilde escuela
rural ubicada en la comunidad, la escuela
número 342 de la Puntana, actualmente lleva
el nombre de un misionero sueco ‘Olof Fabian
Severin Johnsson’ con el número 4216.
Para comenzar un día de clases mi mamá me
despierta muy temprano ya que mi papá no
está en casa, no sé donde fue, ¿será que se fue
al monte a cazar o será que se fue al río a
pescar?, ¿o simplemente está trabajando en el
monte haciendo un cerco para el cultivo? No se
me ocurre preguntarle a mamá realmente
dónde se fue mi papá y mis hermanos
mayores,
mientras
me
acomoda
mis
despeinados cabellos con un viejo peine
prestado del vecino, con sus tiernas manos
lava mi cara con agua que ella recogió del río
la tarde del día anterior, finalmente limpia un
jarro y me lo entrega en las manos listo para ir
a la escuela, y me dice: yeja ach’isuka kye
lheyej nokyufwanyaj w’et (hay que portarse
bien en la escuela).
Hoy está lindo el día, no hace calor ni frío,
con mis pies descalzos voy camino a la
escuela, donde aprenderé nuevas cosas. Por
suerte todos mis compañeritos me conocen.
Todos hablamos wikyi, porque somos wikyi de
la misma comunidad.
81
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
En la escuela dan el desayuno (mate cocido
con pan) cosa que muchas veces falta en el
hogar (desayuno) por falta de azúcar.
Al hablar mayormente mi idioma me costó de
niño hasta hoy entender y asimilar contenidos
educativos dentro del aula. Cuando comencé el
jardín era muy tímido e inseguro para
expresarme frente a la maestra y no había
tanta comunicación verbal. No entendía
claramente lo que decía, siempre pedía una
mano al maestro bilingüe, que me dijera qué
es lo que decía la maestra y así comencé.
Aprendí el abecedario con una maestra cuyo
nombre es Silvia Cruz, me hizo conocer las
vocales y las consonantes, con algunos
nombres de animales, algunos que yo conocía
y algunos que no conocía, como así también de
cierta manera, tomándome la mano, me
enseñó a escribir. En esta ocasión yo tenía
ocho años de edad. Lo que recuerdo es que me
costó mucho. Pasaba el tiempo en la escuela,
en la casa viendo lo que aprendía en el aula.
Al pasar el tiempo, dentro de la escuela,
siempre me acompañó la dificultad de tercero
a noveno año. Nos hacían leer cuentos,
leyendas, poesías, entre otros, de los cuales
optaba más por las poesías y novelas, aunque
me costaba entender. Leía una y otra vez la
misma página, con el mecanismo en el
intelecto de producir lo que leía en el libro en
82
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
mi idioma para comprender mejor. Es lo que
hago hasta hoy estando en la UNSa con los
contenidos que me dan para leer en cada
cátedra.
En la escuela primaria lo que me interesaba
leer eran cuentos de hadas y duendes, porque
en mi casa mi abuelo siempre me contaba
relatos
ancestrales
sobre
‘nop’alhalis’
(duendes) que habitan en los montes.
En la secundaria más leía poesías y libros de
historia argentina, con lo cual llegué a
reflexionar en mi origen y el origen de mi
pueblo wikyi, que no figura en los libros o si lo
mencionan es muy poco. Y en la universidad
mis libros favoritos son Pedagogía del
oprimido, Cartas a quien pretende enseñar de
Paulo Freire, Obras completas de S. Freud.
83
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
LA COMIDA
La comida es algo vital como el agua que
tomamos a diario, sin la comida no sé cómo
podríamos sobrevivir en la tierra que
habitamos. Todos los seres vivos necesitan
nutrirse para tener la energía que les permita
crecer y desarrollarse, como el hombre y los
animales para moverse y realizar sus
actividades.
En esta oportunidad hablaré de la
importancia de
la alimentación en mi
comunidad. En primer lugar, las actividades
individuales, familiares y colectivas se realizan
en base a la alimentación del grupo familiar, es
decir que el hombre realiza actividades como la
pesca, la caza y la recolección de frutos, ente
otros, para satisfacer su principal necesidad:
su alimentación cotidiana.
En la comunidad de La Puntana, como así
también otras comunidades que viven en las
riberas del Pilcomayo, la fuente de vida más
importante es el río. Él alimenta a todos los
pueblos saciando con sus ricos pescados
durante muchísimo años, mientras que los
montes nos ofrecen la miel pura para endulzar
el desayuno en cada mañana, como así
también los distintos árboles en la zona, que
en cada época hacen caer sus frutos con el
soplar del viento.
84
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Aquí todo se comparte, desde los trabajos
que se realizan para obtener el alimento hasta
el alimento mismo. Todas estas cosas,
mientras uno vive en este contexto cultural, se
las aprende mediante la observación y la
participación directa de las actividades de la
colectividad.
Cuando todavía vivía en mi comunidad
comía todo lo que nos ofrecía la naturaleza.
Como dije anteriormente, el principal menú de
la familia es el pescado. Crecí comiendo
pescado. Lo que se consume también en la
comunidad es la miel, los animales del monte,
la algarroba, el mistol, el chañar, la sacha
sandia, los porotos del monte y mucho más.
Después, cuando tuve que venir a estudiar a
la universidad de Salta
aprendí y conocí
nuevos alimentos, comidas a las que mi
organismo
no
estaba
acostumbrado.
Lamentablemente las tenía que comer para
poder vivir en este lugar, ya que mi comunidad
está a una distancia de 600 kilómetros de
Salta y es imposible traer los alimentos típicos
con los que crecí.
Con el paso del tiempo yo no me quejo de los
alimentos de esta sociedad, es más, las
consumo sin ningún problema, eso creo que es
porque ya mi organismo se acostumbró a
comidas propias de este lugar como las pizzas,
las milanesas o las empanadas. Con esto no
85
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
trato de mostrar que ya hay un desinterés de
las cosas que se consumen en la comunidad.
Cuando voy a mi pueblo natal en los meses de
vacaciones –invierno y verano- lo primero que
como es el pescado, la algarroba, y todo lo que
anteriormente mencioné. Todos son alimentos
que podría calificar como comidas sanas, ya
que en ellas no se recetan otras sustancias, al
igual que muchos de los alimentos de la
ciudad que les ponen otros condimentos para
darles sabor o les echan conservantes u otras
cosas. Los alimentos de la comunidad son más
en estado natural.
Para finalizar, sostengo que los alimentos
forman parte de la cultura de cualquier grupos
social, no precisamente que sea una
comunidad indígena, muchas veces a los
pueblos se los identifica por una clase de
comida que realizan, como por ejemplo a la
ciudad de Salta por las empandas.
86
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL MEDIO AMBIENTE
Cuando comienza el día de las lluvias
todo el campo florece, las aves no se cansan de
cantar, hacen sus nidos y alimentan a sus
pichones, hay abundante comida para ellos,
los animales comienzan a salir para dar más
armonía al campo, caminando y corriendo
entre los verdes árboles y arbustos. Toda la
naturaleza recobra vida, en el río sube el
pescado y los algarrobos nos ofrecen el pan en
sus rubias vainas. Por esta maravilla tenemos
que cuidar nuestro medio natural, para
garantizar el bien vivir de los que formamos
parte de esta tierra en donde nacimos.
Todos los que formamos parte de esta
naturaleza viviente, tenemos que valorar la
vida, tanto la vida de cada persona como así
también la vida de cada componente natural,
es decir el monte, el río, los hombres, los
pájaros, los reptiles, los peces, etcétera. Para
mantener el equilibrio y más que nada vivir en
armonía. Lo cierto es que si se comienza a
degradar un mayor porcentaje de lo que hay
en la naturaleza, nuestros problemas se
multiplicarán. Por lo tanto, ¿de qué puede vivir
el pescador si no hay río o si lo hay está
contaminado?, ¿de qué puede vivir el melero si
ya no hay monte?, ¿de qué puede vivir el
cazador si ya no hay animales?
87
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
En una oportunidad, durante uno de los
encuentros del taller, se mostraron imágenes
de paisajes. De entre las muchas regiones que
puede haber en nuestro planeta se tomaron
dos cuyas características son plenamente
distintas: una posee como característica
primordial la de ser una zona montañosa, en
donde hay mucha altura y bajas temperaturas,
de acuerdo a su nivel climático ha desarrollado
su propia flora y fauna; otras imágenes
representan el chaco salteño, en las cuales se
visualiza una zona de llanura, con mucha
vegetación y altas temperaturas.
Es muy importante la toma de fotos, ya que
nos permite explorar y ver muchos lugares,
plantas, paisajes, animales, personas, etcétera,
que aun no conocemos. Cuando, al mirar las
imágenes presentadas por una compañera, en
donde nos mostraba cómo era y cómo es el
lugar donde ella nació y creció. Me fascinó
bastante, solo con el hecho de presenciar
tantos cerros y montañas. Mientras las miraba
me hizo llegar a la mente una anécdota que
tengo, de aquella primera vez que vine a Salta
para estudiar en la universidad. Viajando en
colectivo observaba durante el camino
animales, árboles, fincas y muchos vehículos
que iban y venían hasta que visualicé algo que
me sostuvo la mirada y no paraba de observar
hasta que dije entre mí: deben ser los famosos
cerros y montañas que vi en unas imágenes
88
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
que me mostraba la maestra cuando yo era
niño, lo que creía que no existía en alguna
parte del mundo realmente existía, fue la
primera vez que vi un cerro.
Para mí lo más importante de esto es que a
través de las imágenes podemos también
mostrar y difundir nuestra cultura, es decir lo
que hacemos en nuestra comunidad: nuestras
artesanías, nuestras costumbres, nuestra
economía, nuestra alimentación, nuestras
técnicas de pesca y de caza. También podemos
mostrar cómo es el lugar donde nacimos y
crecimos, cómo es el clima y la naturaleza que
nos tocó vivir. Por último, nos permite también
ubicarnos en una determinada época vivida.
89
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL ORIGEN
DEL RÍO PILCOMAYO
ERVIS DÍAZ Y OSVALDO VILLAGRA
90
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL ORIGEN DEL RÍO PILCOMAYO
Allí, frente al inmenso Tsemlhak8, el palo
borracho donde W’ahat Wuk9 tenía todos los
peces, su hijo avisó a los wikyi que podían
pescar lo que quisieran, pero que estaba
prohibido flechar al Atsa o el gran pez que
llamaban dorado.
Tokfwaj10 desobedeció, quería fabricar un
gorro con su cola brillante. Lo atravesó con
una flecha y el Dorado en sus corcovos, partió
con la cola el gran Tsemlhak. Se desbordó el
agua y se derramaron los peces.
El W’ahat Wuk enojado, a modo de
castigo por la desobediencia, otorga a Tokfwaj
una
varilla
de
madera
con
poderes
8
Traducido al castellano significa palo borracho o yuchán.
Dueño de los peces.
10
El Tokfwaj es un personaje mítico, a veces traducido como el
gran tío, que aparece en casi todas las narraciones orales del
mundo wikyi. Se caracteriza por su astucia, su inteligencia, su
habilidad para burlar a los demás y sus poderes sobrenaturales
que le permiten transformarse en un sinnúmero de seres como
personas, animales, aves y objetos. Además, es importante
porque intervenía a favor de los wikyi otorgándoles elementos
vitales como el fuego y el río, entre otros. Hay que destacar
que el Tokfwaj aún perdura en la memoria de cada comunero
porque se siguen transmitiendo sus historias a los niños y
jóvenes por boca de los abuelos al abrigo de las noches
chaqueñas.
9
91
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
sobrenaturales y expresándose de esta manera
le dijo: “con esta vara guiarás detrás tuyo el
agua por el monte, y cuando el cansancio y el
hambre impidan tus pasos luego de una larga
jornada, en forma vertical clavarás la varilla en
el suelo, de este modo el agua en ella se
detendrá, luego así obtendrás peces a la orilla
del río para tu comida”.
Tokfwaj cumplió al principio como lo
había mandado W’ahat wuk, pero como su
destino estaba marcado por un trágico castigo,
una tarde decide hacer lo habitual de siempre,
retener el agua, sin embargo no logra hacerlo.
Tokfwaj asustado, desesperadamente empezó a
correr de un lado a otro, donde el corría ahí
iba el agua. Hasta que el agua lo alcanzó
terminando ahogado.
Desesperado, el decía: “yo seré un árbol
muy fuerte con raíces profundas que el agua
no podrá sacarme”. Repitiendo tres veces de
esta forma, se transformó en lo dicho. Sin
embargo, en instantes es llevado por el río.
Entonces dijo: “yo seré bosta de caballo, yo
seré bosta de caballo, yo seré bosta de
caballo”. Se hizo bosta de caballo y se dejó
llevar por el río, que en poco tiempo se
humedeció quedando sumergido bajo el agua.
Después empezó a decir: “yo seré porongo, yo
92
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
seré porongo, yo seré porongo”. Y se
transformó en porongo. También llevado por el
río, se fue contra el monte lleno de palos,
terminando esta vez en pedazos. El tokfwaj
sin más nada que hacer seguido por el agua en
donde iba, muere ahogado. Entonces W’ahat
wuk preocupado al ver tanta agua dispersa sin
ser guiada por nadie, bajó para ver que había
pasado. Solamente, a lo lejos por medio del río
pudo divisar unos cabellos flotando, que luego
tomándolos con sus dedos reconoció que eran
de Tokwaj. Murió tokfwaj!!, el fin de Tokfwaj!!,
dijo tristemente.
Desde allí, ante la desesperación y la
fuga de tokjua’j generó que el cauce del río no
sea correcto.
Así se formó la nueva gran casa de los
peces, el río Pilcomayo.
93
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
“tewok tes p´ante”
W’ahat wuk –w´ahat wuk- Tata´y´aj p´antenlä
tsemlhäk, ta w´ahat ihi, lhääs ifwenho p´ante
wichi ta is kye tiwokyhi wet ilään fw´ahat t´ak
häpe, häp ta n´ayej kyek nolään atsa.
Tokfwaj t´as p´ante´pe nolhämet,
iwat
p´antehla yene won´a atsa kyäs lhawo. Tiyajej
p´ante noch´äha wet taj p´ante´pe lawhoo wet
lakyäs iwasti p´ante tsemlhäk, wet nitsäy
p´ante fw´ahat ta ihi.
W’ahat wuk fwitsaaj p´ante, wet hiw´enho
p´ante
tokfwaj
notsut
ta
nokajyhayaj
ihi,yamtilak t´ikyunlä inäät ta tiyajkye tayhi,
yamp´ante kanhi ta y´elh wet ap nikyuyu,
itsänhi honhat notsut yamtilak inäät takasit,
wet takyuma w´ahat wet tuj. tokfwaj inuke
p´ante w’ahat wuk lhämet ta nech´e, häp ta
t´ilek ihi p´ante laweky´aj ta nowoyeje, honaj ta
häpe iwat p´antehlä yenlhi mat ta ifwalapej
yenlhi ikastayen inäät,wet inäät tok takasit.
Tokfwaj noway p´ante, wet inulhit alhoho, hap
ta lhip kye tiyäjkye inäät yahänt´at. Yamp´ante
kanhi ta inäät ifwit wet ich´alhi.
Ta lhakl´i ihi wet tahuy ta yok: “ohapehla hal´ä
ta lafwettsil atoskyenkya yamtilak tok inäät
ikyäj” ihi lajtumfwaya ta iwoyetso wet welane
94
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
p´ante mak ta iwatlä welane. ta häp ta paaj ta
inäät yakalhikye lafwettsil wet wey´ake p´ante.
Wet yakyajo ta tahuun wet yok: “ol´ataj
y´amukla, ol´ataj y´amukla, ol´ataj y´amukla”
welane p´ante l´ataj y´amuk wet yikkye p´ante
inäät, ta y´oot wet y´uhkya p´ante.
Wet yakyäjo ta tahuy wet yok: “owotsotajla,
owotsotajala, owotsotajla” paj p´ante ta ap
welane, ap hate inäät ikyäj, tiyajkye tayhi paj
pante ta wasi. Tokfwaj nemhit yahanej mak
kye iwoye, tsi inäät tok ilekye pajp´ante ta
hich´a wet y´il. Nilhak´alhi p´ante w’ahat wuk
ta hifw´en inäät ta i´pe honat tok ifw´en hin´o
kye yikkyafwi, wet inunkya p´ante ta iyajinpe
hat mak ta tamenej. Iyahimp´ante kani ta
ifw´en hilenhas ta i´pe inäät, ta takyuma
p´ante wet nitafwelej ta tokfwaj w´oley. Y´ilh
p´at tokfwaj!! Taj p´at lawhäy tokfwaj!! Iwoye
tso ta latahyaj ihi.
Tälhe ifwalatso, tokfwaj lhaklhi p´ante wet ta
inulhi alhoho ta inäät yahäänlhi, hap ta
tamenej ta tok is alhoho lan´ayil tewok
ifwalasna.
Wet nech´e p´ante lahi w´ahat wet nowuntej
Pilcomayo.
95
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL SUEÑO DE NIFWOTAJ
Nifwotaj, niño de diez años, con su típica
honda colgada al cuello, sueña ser un gran
melero, ¿lo acompañamos en su viaje?
RASTRO DEL PASADO, DULCE PRESENTE
EL MELERO
Un día como cualquier día en la vida de los
comuneros, el melero empezó con el trabajo
que mejor sabía hacer, buscar chaguar sabía,
recolectar frutos sabía, reconocer el mejor
lugar para pescar sabía, pero lo que mejor
hacía era descubrir en qué lugar estaba la
miel.
Hoy debía llevar a su hijo, el primero, el
heredero de su saber y su oficio, para que
caminara a su lado descubriendo los secretos
que ayudan a transformar a un niño en el
mejor melero de la comunidad.
Nifwotaj11, mientras caminaba, comparaba
las pequeñas huellas de sus pies con las
enormes de su padre, soñando con los ojos
abiertos con aquél día en que pudiera ser
como él. Tras largas horas de dejar sus huellas
en el monte chaqueño, el padre, con la
sabiduría transmitida por el tiempo y la
experiencia,
descubre
el
lugar
donde
encontrará el tesoro buscado.
11
Su traducción al castellano es valiente, audaz.
96
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Nifwotaj ve a su padre y por ratos el
cansancio lo vence pero, a pesar de todo, lo
acompaña a buscar leña. Deben prender fuego
y sabe que su padre le dirá que sea él quien lo
haga. Eso sí que le da alegría. Ahora él es un
especialista en encender el fuego porque su
padre se lo enseñó. Intenta aprender cada una
de las acciones que su padre realiza, quien
produciendo humo logra que las abejas huyan.
En ese momento se obtiene lo se ha venido a
buscar…
Nifwotaj regresa haciendo pasos más
grandes, más sabio, más adulto, más hombre,
con la esperanza de algún día ser como su
padre. Para él la miel significa muchas cosas
buenas, principalmente el camino que lo
ayudará a ser un hombre fuerte y sano, con la
vitalidad necesaria para cumplir con su deber
de ser un hombre Wikyi…
97
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
NIFWOTAJ FWILHEK
Nifwotaj häp hanafwaj ta wikyi hiw’en 10
nekkyämis
lafwontis
ta
ifwunti
law’o.
Tafwilhanej ta häp kila eelh ta akäyekkya, ¿ha
nat’ununkye ta yik?
MAKTA PAJKYE HAK’ONEK IFWALANA
AKÄYEKKYA
Ifwala ta häpe, akäyekkya iwolatesa
lakyumet ta matkye ta yahanej, ta t’uke
kutshaaj, yahanej ta yahutwek hal’ä lhay äp
yahanej ihi lhiip ta is kye t’iwokyhi, ta hap ta
lhaam t’unlak yahanej lhiip ta akäyek ihi.
Ifwalana yahanej ta ikyäj lhääs ta
lakyunkatsek häp kilak eelh kyek yahanej
lajkya kyumet yamtilak ifwakye lajkya ta yik
wet nitäfwelej imak ta latanyaj ihi, wet tach’ote
häpkila han’afwaj elh ta matkye ta akäyekkya
ta ihi law’et.
Nifwotaj, ta yik iyahin lan’äyhäy ta niwusa
wet itech’eynejlä lajkya lan’äyhäy, nitikyunejlä’
ifwalak häpe manhiyeja iwoye lajkya.
Ta pitaaj ifwala w’etes ta inakye tayhi
lan’äyhäy, lajkya ta lahanyaj talhe ifwalas ta
pajkye wet nitafwelej lhiip kye ihinla imak ta
matkye ta t’uke.
Nifwotaj, iyahin lajkya pajta, t’elak ta yämpe’
ta häp ta ch’ääj tach’ote ta t’uke itäj huuk,
lhamelh yenlhi itäj lhaam yahanej ta lajkya
98
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
isuknhiyejak lhaam kyek yenlhi, wet iläte ta
akäjlhi atana matkye ta yahanej ta yenlhi itäj
tsi häp ta lajkya ta ikyufwanej.
Nifwotaj, yelhte lhaikyufwanej imak ta lajkya
yenlhi, ta yenlhi tutshäj wet akäyekwos yiken,
häp ifwalatso hiw’een imak ta t’uke…
Nifwotaj, ta tapiilh yahan imakej, neche taläk,
häpe’hin’o ta takajay, lajit t’inayaja, wet iwoye
lakyumet ta häpe hin’o ta wikyi….
99
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
RECIBIENDO
LA PRIMAVERA
A. C. Cielo
100
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
A. C. Cielo
A todos los lectores de este libro, mi nombre
es A. C. Cielo. Nací en San Ramón de la Nueva
Orán, Salta, pero soy de la comunidad de
Escobar Tres Cerritos, departamento de Yavi,
Jujuy, que limita con Salta, vecino del pueblo
El Cóndor, donde inicié y terminé mis estudios
primarios.
Continué el secundario en La Quiaca, Jujuy,
en el límite con Bolivia.
Al egresar de la secundaria me vine para
Salta Capital, donde vivo actualmente. Estoy
en la Universidad Nacional de Salta, en la
facultad de Ciencias de la Salud.
Me gusta viajar, conocer lugares, personas,
escuchar música, me encantan los deportes, el
fútbol, soy hincha de River Plate.
En las vacaciones siempre viajo a Jujuy a
visitar a mis familiares y amigos.
LO QUE PODEMOS RECORDAR
Las fotos nos transmiten recuerdos de los
momentos únicos que vivimos, lugares por
donde pasamos, son tierras que pisamos
donde uno de esos días compartimos risas,
charlas, recuerdos con alguien así con la
familia, amigos, compañeros, también juegan
mucho los paisajes, el clima y el tiempo. Son
101
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
tan especiales que en ese momento te
transmiten una gran sensación de verse
involucrados con su belleza natural, es como
que la tierra o el paisaje especial te hablaran
para que los tomes en cuenta y en ese
momento te detengas y te lleves una parte de
ellos. Como sacarse una foto apoderándote de
esa hermosa imagen fija que plasma el fondo
natural.
Así también los videos filmados producen
muchos recuerdos de diferentes maneras,
dándoles vida y movimientos, sonidos y ruidos
a ese espacio o entorno vivido, de esa manera
podemos escuchar una risa, un chiste o una
palabra que dijiste, que quizás hoy no la
recuerdes muy bien con detalles, pero te
detenés a ver el video con atención y se te
vuelven a activar las neuronas de la memoria,
así como se observan las personas. Está
presente el movimiento natural como escuchar
los silbidos, el cantar de los pájaros, la
música, las vestimentas, los reflejos de los
rayos y la lluvia que cae, las plantas que se
mueven por la presencia de los vientos, el sol y
las nubes.
RECIBIENDO LA PRIMAVERA
Había una vez un pueblo tan lejano limitado
con Salta y Jujuy llamado Escobar Tres
102
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Cerritos, donde habitan pocas personas,
también animales como llamas, ovejas, burros,
vacas, vicuñas, liebres, vizcachas, zorrinos,
zorros y pumas, entro otros. También habitan
aves, perdices, loros y cóndores, águilas,
palomas y muchas más.
En una mañana de primavera tan bella, en
un
amanecer
en
espera
del
sol
resplandeciente, donde los pájaros cantaban y
los animales se despertaban, una vicuñita
pasaba corriendo, jugando y bailando al ritmo
de los cantares de los pájaros y todos la
miraban. Al ver a la vicuñita tan contenta le
seguían el paso, de repente uno de ellos se dio
cuenta de que la perdiz no estaba presente
para acompañar a la vicuñita en el baile, se
había quedado dormida.
Luego van en busca de ella y la despiertan.
Ella se levanta diciendo, ¿qué pasa, qué pasa
que están todos contentos y alborotados? La
liebre respondió: llegó la primavera, vení a
cantar y a bailar con nosotros, esto hay que
festejarlo. La perdiz la mira y le dice: aún no
salió el sol, tengo un poco de frío, quiero seguir
en mi camita, tan calentita y descansando.
Todos se van a seguir festejando y se dan con
que las llamas, las ovejas y las vacas estaban
en ronda bailando siguiendo el paso de la
vicuñita. De repente aparecen los pumas y los
zorros tan amables y cariñosos sin intención
de hacerles daño a nadie. De esa manera todos
103
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
se prenden a la fiesta y los reciben para seguir
festejando. Así termina esta mañana donde
todos esperaban a la primavera tan ansiada.
104
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL COQUENA
A.C. CIELO y SOL
105
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
En el monte argentino existe la leyenda del
Coquena, comentan nuestros ancestros que
vive en los cerros de la Puna entre murallones
mágicos y oscuros desfiladeros. Lo describen
como un hombre pequeño, casi enano, con un
gran sombrero y ropa tejida con lana de
vicuña. Tiene el aspecto de cholo y usa ojotas.
No deja rastros de persona y camina ligero.
Tiene el poder de hacerse invisible para
llevarse a las llamas cuando su pastor las trata
mal.
No deja que usen armas de fuego para cazar
y si esto ocurre se enoja y sale a defender su
ganado. Toma a veces la forma de un guanaco
y empieza a arrear sus tropas velozmente y las
esconde en los cerros. También aporrea a los
perros de los cazadores y hace extraviar a los
hombres.
Una vez un pastorcito que vivía en el monte
argentino se dedicaba a la cría de llamas,
ovejas, cabras y tendía a trasladarse de un
lugar a otro por temporadas. Con la ayuda de
sus burros cargaba sus alforjas de yuros,
ollas, tinajas de barro, sus camiris, frazadas
hiladas por el mismir de la pusca y palo12.
12
Yuro. Vasija para transportar chicha.
Pusca. Eje de la rueca de tejer.
Camiri. Especie de frazada.
106
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Arreando sus animales emprendía el viaje
hacia los cerros de sus obras donde tiene su
estancia y corrales hechos de piedras, en su
caminata ardua comía de trecho en trecho sus
avios, preparados por su cholita. Disfrutaba de
su charqui, requesón, cuajada, mote, papa y
su tostado. Para apagar su sed en su
cantimplora llenita de ulpada13, hasta llegar a
su estancia, arreando con su honda a su
hacienda y a sus burros.
En un día el pastorcito salió en busca de sus
llamas en los cerros altos de sus peñas,
caminando en medio de añaguas, pajas,
pupusas,
queñua,
canguias,
talillas,
14
cardones . Tocando su erquencho subía por
las faldas, olladas, barrancas y ojos de agua.
El hombrecito decide descansar en las piedras
de cuarzo, colgada su chuspa15 en su cuello
llevaba su coca. En su descanso saca de su
chuspa hojas para coquear y continuar. El
viento que sopla y juguetea pasa por su lado
sacándole el sombrero. Al levantarlo para
volvérselo a colocar se le presenta de repente el
Mismir. Preparación de los hilos para el tejido.
13
Avio. Especie de vianda que se prepara para los viajes.
Ulpada. Bebida a base de agua, azúcar y harina de maíz
tostado y molido.
14
Añaguas, pajas, pupusas, queñua, canguias, talillas,
cardones. Plantas y arbustos típicos de la zona andina.
15
Chuspa. Bolsa para guardar las hojas de coca.
107
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
dios de los animales. Lo saluda amablemente
y le pide un poco de coca y coqueando se
ofrece a ayudar a buscar las llamas del pastor.
Entablando charlas hablan las llamas del
pastor y divisan la presencia de un cazador
apuntando a una de ellas con un arma de
fuego. Observar eso para el Coquena es muy
desagradable. La intención de cazador es
matarlas. En ese momento saca un látigo muy
largo y las llamas se alejan dejando al
descubierto al cazador. El mismo no entendía
el porqué. El ser protector en forma de castigo
lo transforma en un cóndor solitario
levantando el vuelo hacia los puntos de los
cerros, deambulando en búsqueda de su
comida por no saber respetar los animales de
otras personas. Al pastorcito lo bendice con
una tinaja llena de pepitas de oro por su gran
nobleza.
108
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL ORIGEN
DE LA PLANTA DE MAÍZ
EMANUEL TAPIA
109
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL ORIGEN DE LA PLANTA DE MAÍZ
En los tiempos antiguos (arakae ete)
existió una mujer que tenía hijos mellizos (un
varón y una mujer). El varón se llamaba
kuaray (sol) y la mujer yasi (luna). Los niños
traviesos un día se alejaron de la casa para
jugar por el monte. Al retornar se extraviaron
en una planicie donde paseaba el ñandú
tumpa (dios ñandú) que vio en los niños que
podrían ser buenos compañeros para el
ñanderu tumpa (dios padre), por lo que en una
veloz corrida acometió a los niños y, tomando
impulso, intentó volar. La madre, que salió a
buscarlos al escuchar los gritos de los niños,
corrió a socorrerlos, llegando hasta el sitio. Sin
embargo la velocidad del ave y su esforzado
despegue se impusieron a la voluntad de la
madre que solo alcanzó a tomar los dedos
pulgares de los pies de sus hijos, la fuerza y el
impulso del ave la arrastró por varios metros
antes de iniciar el vuelo. La madre, sin poder
hacer nada, quedó en la tierra con lo único que
pudo retener en ese momento, la punta de los
dedos de los pies de sus niños y sin más
consuelo que ver como el dios ñandú se perdía
entre las nubes con los niños.
Al pasar el tiempo, la madre desconsolada
tuvo un sueño en el que el ñanderu tumpa
110
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
(dios padre) le ordenó sembrar en su chaco los
pequeños dedos de los niños. Al día siguiente
la madre realizó las tareas que le ordenó el
dios padre. Luego de un período de lluvia y sol
brotaron varias plantas altas y delgadas con
hojas en forma de lanzas, en las cuales se
albergaban unos frutos con granos blancos,
otros amarillos, algunos morados. Con el
transcurrir del tiempo estos frutos se
convirtieron en la esencia y motivos de la dieta
principal de la comunidades guaraníes, que
como regalo de dios padre se convirtió también
en el centro de las principales celebraciones
para practicar el convite y compartir la
felicidad entre todos. Es así que los guaraníes
se consideran como los hombres y mujeres del
maíz, en las comunidades se vive la cultura del
maíz, buscan tierras de maíz, hacen del maíz
su dieta principal. Alrededor del maíz gira su
vida social y del maíz deriva incluso su
prestigio y poder político. Existen documentos
en los antiguos regimientos de indias donde se
refieren a los guaraníes de la siguiente forma,
“cuando los trojes están llenos de maíz, el
indio es orgulloso y arrogante y le tienen sin
cuidados los blancos, la opresión o la pena. Si
el granero está vacío, es sumiso y desganado”.
111
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL TOBOROCHI (EL ÁRBOL DEL
REFUGIO)
“ES EL ARBOL UTILIZADO PARA HACER
LAS MASCARAS PARA EL ARETE GUAZÚ”
Hace mucho tiempo, cuando los dioses vivían
en la tierra como personas, los espíritus (aña)
de la oscuridad abusaban mucho de los
primeros guaraníes, asesinaban a los hombres
y se robaban a las mujeres.
En una pequeña aldea vivía una hermosa
muchacha a la que llamaban Aravera, “destello
en el cielo”, hija del gran cacique Ururuti,
“cóndor blanco”. Ella se había casado
recientemente con el dios Colibrí (chinu
tumpa) y esperaba tener un hijo en muy poco
tiempo, el mismo que se convertiría en el mejor
Chaman (pay) de la región, capaz de derrotar a
todos los espíritu del mal.
Los aña, al enterarse de la noticia, se
propusieron matar sin miramientos a Aravera.
Montados en sus caballos alados que
lanzaban fuegos por la boca se dirigieron
hacia la aldea, pero Aravera, percatándose
oportunamente del peligro, escapó volando
hacia los últimos confines del universo en su
sillita voladora, que le había regalado su
esposo Colibrí.
Los aña la perseguían por todas partes en el
fondo de las aguas, debajo de la tierra y más
allá de las estrellas.
112
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Cuando la sillita voladora ya no podía
soportar por mucho tiempo el peso de Aravera
y su pequeña criatura, descendieron a la tierra
y se ocultaron dentro de un Toborochi
(Samou). Los Añas pasaron de largo y nunca
pudieron encontrarlos. Ahí adentro Aravera
tuvo a su hijo. El niño creció y vengó la
maldad de los aña pero su madre se quedó en
la barriga del samou hasta hoy. De vez en
cuando sale afuera convertida en una hermosa
flor para que los colibríes vengan a disfrutar de
su néctar.
ASÍ NACIERON LAS LUCIÉRNAGAS
En el mundo de los guaraníes había
muchos dioses, pero dos eran los más
importantes. Aña era el Dios del mal y Tumpa
el Dios del bien. Un día en que el frío era muy
fuerte los indios encendieron una fogata y se
ubicaron alrededor para conversar.
Aña, al verlos tan unidos, decidió hacer
una de sus maldades y comenzó a soplar con
furia para apagar la fogata. Entonces intervino
Tumpa. Retuvo las chispitas que se
desprendían de las hogueras y les dio vida. Así
nacieron las luciérnagas a las que los
guaraníes le dieron el nombre de KOROKOCHI.
Los inquietos bichitos comenzaron a
revolotear alrededor del sorprendido Aña. Se
reían en la propia barba del Aña, encendiendo
su indignación. Pero la fogata se había
113
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
apagado y los Guaraníes temblaban de frio.
Condolido, Tumpa bajó a la tierra y volvió a
encender el fuego. La cordialidad y la paz
volvieron a reinar en las tribus.
Desde entonces los bichitos de luz
iluminan la noche imitando a las estrellas.
Esto pasó hace mucho tiempo.
JOKORAI ÖA KOROKOCHI RETA
(LUCIÉRNAGAS)
Arakae ndaye oiko jeta tumpa raanga,
jaema oime mokoiño tuichareta vae. Aña jae
pochi vae, jare tumpa jae ip·ŀ a guasu vae. Penti
ara tanta iro·ŀ yae, Guaranireta oyapo tuicha
tata, jaema oguapu reta oyepee jare imiarireta.
kua Aña oipotaa jaereta oguap·ŀ vae,
jaema oyapo ikavi mbae kua paravete reta,
omondo jeta ·ŀ v·ŀ tu kua tata ombogüe vaera.
Jaema tumpa ogueyi jare o+p·ŀ tätäp·ŀ,
jaema kua tätäp·ŀ oikove ye. jokorai oikove
korokochi reta.
kotrokochi reta, oyere añare jare opuka
jend·ŀ vare, kua pochi vaera.
Guaranie reta pe tätä iro·ŀ, jaema tumpa
oguey·ŀ ·ŀ v·ŀ pe, jare omoend·ŀ tata.
Añae kua reta oiko kavi yee reta.
Aña ojo oiko mat·ŀ, jaema kua korokochi
reta puntuyae jembipe yasitata rami.
jokoraiko kua arakaendaye.
114
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL GAVILÁN Y EL PÁJARO
CARPINTERO
Hace muchos años el gavilán le tenía
bronca al pobre carpintero y cuando lo veía
corría a pegarle.
Cuando el carpintero iba a ocupar la
madera, ésta era cortada en el fondo de su
casa, el gavilán lo escuchaba al carpintero
golpear el árbol y de inmediato se dirigiría
hacia él y lo corría.
Un día el carpintero se fue a cortar
madera para fabricar una silla y enseguida
llegó el gavilán, fue entonces cuando el
carpintero cumplió con su promesa de
retirarse
del
árbol,
el
gavilán
corrió
rápidamente hacia él y se dio un fuerte golpe
contra el árbol, cayendo medio muerto al
suelo.
El carpintero por su hazaña se burlaba
del gavilán y le decía: ¡tinga!, ¡tinga!, ¡tinga!
El carpintero a partir de ese momento se
convirtió en un pájaro muy pícaro y el gavilán
dejo de tenerle bronca.
GU+RARE JARE APEKU
Arakae ndaye guirake omotare·ŀ yae apeku
paravete, oecha yave jaema ndaye omoña
oinupa.
Apeku oipuruta ·ŀ v·ŀ ra yave, jaemai ojo
oyas·ŀ a jugua kot·ŀ. Gu·ŀ rake paravete, oendu
apeku ombotarara ·ŀ v·ŀ ra oiko yave, jaemai ojo
115
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
chupe jare omoña.
Penti ara ndaye apeku oñemboaras·ŀ ma
jare jei iye+pe.
Gu·ŀ rake chemoña yave, kuae ·ŀ v·ŀ rare ·ŀ
ayereta chugui, touño cheveño.
Penti neimbove apeku ojo ·ŀ v·ŀ ra oyas·ŀ a
ap·ŀ ka oyapo vaera, aramoete gu·ŀ rake avaete
ojo chupe, erei apeku ·ŀ v·ŀ rare oyere chugui.
Guirake ·ŀ v·ŀ rareño tata okua jare omano,
mano oa ·ŀ v·ŀ pe.
Jaema ndaye apeku oyerovia ap·ŀ ta jare jei
chupe, tinga!, tinga!, tinga!
Apeku iarakua ramo, jokuae ara guire gu·ŀ
rake mbaet·ŀ ma omotare·ŀ.
116
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
SI ESCRIBÍA UN LIBRO
ALGUIEN
SE ACORDARÍA DE MÍ
MARCOS, SOL Y LIDIA
117
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
RELATO (MARCOS)
En este relato quiero comenzar hablando de
una de mis primeras experiencias como lector.
Desde muy pequeño a mis padres les gustaba
regalarme libros, cuentos, fábulas, ya que ellos
son maestros de escuela primaria. Les gustaba
inculcarme un mundo de estudios. Pero yo no
me sentía muy a gusto por los regalos que me
daban, ya que a mí me gustaba el juego de
todo tipo.
En la primaria nos daban tareas de lecturas
a desarrollar pero tampoco me gustaban.
Comencé a leer en 6º grado del primario ya
que mi papá fue maestro de grado y siempre le
gustaba hacerme leer textos frente de todos
mis compañeros. Ahí me di cuenta que la
lectura es más que descubrir palabras
formadas por letras. Y desde entonces empecé
a leer más en casa para no volver a pasar
vergüenza delante de mis compañeros. Pero en
realidad no es para mí la lectura pero sé que
es necesaria y todo estudio se basa en la
misma.
También mis padres me mandaron a
estudiar música en una escuela de arte desde
los 12 años. Y aprendí otro tipo de lectura y
escritura en “partituras”. Me costó bastante
acostumbrarme a memorizar las ubicaciones y
el tiempo a llevar para ejecutar algún
instrumento. Pero con el tiempo supe aprender
118
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
gracias a las prácticas diarias que tenía. Me
hacía acordar mucho a las primeras veces que
empezaba a leer los libros que me regalaban
mis padres.
Actualmente, como lector, estoy en un nivel
medio ya que solo comienzo con la lectura
cuando la necesito para estudiar en alguna
materia.
RELATO (SOL)
Aprendí a leer junto a mi maestra con ayuda
de mis padres. El primer libro que leí fue una
fábula en mi casa. Los días que me aburría
leía pequeños cuentos. El libro que más me
gustó fue un libro de cuentos cortos, “El
corazón de vidrio”.
Cuando ingresé a la secundaria me empezó a
gustar la lectura, empecé a interesarme más
por las historias. Leí un libro que me llamó
mucho la atención. Trataba sobre la historia
de mi lugar, de donde vivo: cómo empezó y el
porqué del nombre “El Aguilarazo”.
Al ingresar a la universidad leí libros
relacionados con reflexionar los contenidos
que tienen. Me ayudaban y me ayudan en mi
recorrido por la carrera que elegí: “Gente
toxica” y “Tomáte tu tiempo”. Aún a mis 22
años conservo esos libros. Me sigue gustando
mucho leerlos. Tengo una pequeña biblioteca
119
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
donde los conservo y los leo acorde a cómo me
siento y lo que siento en ese momento.
No podría elegir uno en particular porque
todos fueron importantes en cada paso que di
o los momentos de mi vida.
Considero que me falta para ser una buena
lectora
MI EXPERIENCIA ¿CÓMO APRENDÍ A
LEER? (LIDIA)
En jardín, con los dibujos que la señorita me
enseñaba. Me decía los nombres de los dibujos
y yo ya creía que sabía leer. Pero a la hora de
escribir no lo podía hacer, es decir no podía
escribir tal cual pero yo sí me sabía el nombre
de las cosas.
En 1º grado aprendí a leer las palabras que
eran mi nombre o pato, mano, cara… fueron
palabras muy claves después de aprender
A.E.I.O.U. Obviamente recién entonces aprendí
a leer. También el abecedario, que me costó
bastante aprenderlo pero, bueno, a fin de año
ya sabía escribir y leer como esta oración “Mi
mamá cocina rico”.
Y los años fueron pasando y me gustaba leer
más. En 4º grado de la primaria me gustaba
recitar las poesías. ¡Cómo me voy a olvidar si
cuando recité la poesía para el día de la madre
120
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
mi mamá estuvo re feliz! Después leí más y en
5º grado también recitaba poesías en los actos.
Me gustaba la poesía y desde allí aprendí a
escribir y a leer lo que relataba de mí. ¿Por
qué? Porque en el año 2003 me acuerdo que
comenzó la guerra de EE.UU. e Irak. Y bien,
me propuse leer y escribir con lo que pasaba
en mi vida y a mí alrededor. ¡Ja ja!, así si
escribía un libro al que alguien leyera, se
acordaría de mí si la guerra hubiera llegado
hasta donde estaba yo ¡ja! ¡Qué ideas, no!, solo
tenía 10 años.
En 7º grado, en lengua, nos hicieron leer un
libro tan lindo pero tan lindo que hasta hoy lo
leo cuando tengo tiempo a mis sobrinos. Se
llama “Mi planta de Naranja Lima” de José
Mauro Vasconcelos. Fue lo mejor de la lectura
hasta hoy. Ya pasaron siete años pero fue y es
mi mejor lectura.
121
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EN MI TIERRA
APRENDÍ A LEER
MAGY, VILMA
Y GRACIELA
122
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
MAGY
¡Hola!, me llamo Magdalena Salas (Magy) y
vivo en Salta Capital desde hace cuatro años.
Vengo de Humahuaca, Jujuy, Argentina. Nací
en Mina El Aguilar, provincia de Jujuy. Soy de
pueblos originarios, mi etnia es la Kolla y muy
orgullosa de serlo a pesar de que al principio
me costó por miedo a ser discriminada y que
se burlen de mí. Pero hoy gracias a todas las
experiencias que he vivido no tengo miedo a
decir que soy aborigen. En este libro que
presentamos doy a conocer parte de mi
historia, la que pasé en la Universidad
Nacional de Salta. Espero que a los que tengan
la posibilidad de leerlo les guste cada historia
que presentamos, ya que lo relatamos desde lo
más profundo de nuestro corazón.
Todo comenzó un día de verano, cuando
llegué por primera vez a Salta. Fue tanta la
emoción y el miedo… llegar a la terminal y no
saber para dónde ir… me agarró escalofríos a
pesar de que hacía mucho calor. Pero no llegué
sola, estaba con Naty y Vivy, también de
pueblos originarios…. que me acompañaron
durante un tiempo, luego regresaron a sus
pueblos.
Espero que les gusten y lean todas las
historias porque de verdad son muy lindas.
123
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
MIS RECUERDOS (MAGY)
Aprendí a leer cuando llegué al tercer grado
con la ayuda de mi maestra porque mis padres
estaban muy ocupados. Mi papá trabajaba y
no lo veía casi nunca en casa, mi madre
cuidaba a mi hermanito que era un bebé y
hacia todas las tareas de casa.
Al principio me costó un montón ir al colegio
porque mi mamá no me hizo hacer el jardín.
Como siempre viajaba, casi nunca podía
quedarme en un solo lugar y por esa razón
comencé el 1° grado directamente. Para mí ese
momento era todo desconocido, tanto las
figuras, las letras y, bueno, casi todo. Y por lo
poco que me acuerdo, la maestra nos hacía
leer cuentos. Eran muy lindos y eso me ayudó
para que aprendiera a leer porque me
gustaban mucho los cuentos. Por eso leía cada
cuento que encontraba en mi casa o que la
maestra nos prestaba. Pero siempre leía en voz
baja ya que me costaba y tenía miedo a leer en
voz alta. Fui de a poco soltándome porque la
maestra nos obligaba a leer en voz alta y no
importaba que nos equivocáramos. Ella nos
ayudaba mucho pero yo era muy tímida y me
ponía tan nerviosa que se me trababa la
lengua y no podía leer.
Así pasé mi infancia. Fue difícil pero aprendí
a leer. Hoy en día, que me encuentro en la
facultad, me cuesta entender y analizar
124
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
algunos textos, tengo que leer y volver a leer
varias veces para llegar a comprenderlo o
pedirle a mi compañera que me explique pero
no es con todos los textos, son los que tienen
palabras que no conozco o palabras técnicas.
Y lo que más me gusta leer son historias y
cuentos que desde la infancia me gustaron
mucho.
RELATO HISTÓRICO (VILMA)
Cuando era niña, lo que recuerdo es que en
el jardín mi maestra me enseñó las primeras
palabras, las vocales, y ya en primer grado
creo haber aprendido algunas letras del
abecedario.
Yo creo que estando en segundo grado me
empecé a estudiar el abecedario. De a poco
empecé a leer pero nunca me sentía contenta
con lo que leía porque me sentía incapaz de
leer como mi maestra. Pero igual no me ponía
a practicar, porque decía: ¿de qué me sirve
leer?, es como que estaba confundida todo el
tiempo. Algunas veces, en séptimo grado, mi
maestra me decía que leyera tal cosa pero yo
nunca quería porque me avergonzaba como
leía.
Cuando comencé el secundario también me
sentía así todo el tiempo y me costaba mucho
poner en práctica la lectura en mi casa.
125
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Hoy que estoy en la facultad yo no siento
eso. Confieso que aquí aprendí muchas cosas y
perdí el temor a la lectura y verdaderamente
creo que aprendí a leer bien. Y ya no me
avergüenzo de mí misma. Y también
comprendí que el leer hace a la personas ser
racionales, capaces de aprender y realizarse en
la vida.
EN MI TIERRA APRENDÍ A LEER
(GRACIELA)
Aprendí a leer en mi tierra donde nací, donde
me crié, donde di mis primeros pasos, donde
aprendí a hablar, junto a mi familia, mi papá,
mis hermanos, mis hermanas, mis tíos, tías y
primos, en la primera escuela donde pude leer
cuentos, frases, adivinanzas, canciones,
coplas, etcétera.
Mi primera señorita, Marta Romana, me
enseñó cómo leer, cuando estaba en primer
grado aprendí el
abecedario, números y
algunas letras. Cuando fue pasando el tiempo
pasé a segundo. Ahí aprendí a redactar
oraciones y a escribir cuentitos. En tercero
escribía cartas, las maestras me prestaba
cuentos para leer en casa como Cuentos de la
selva de Horacio Quiroga, La Cenicienta, Los
tres cerditos y otros. Pero el que más me
acuerdo es el de Horacio Quiroga. Es un libro
que tiene varios cuentos como: La abeja
126
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
haragana, La guerra de los yacarés o Las
medias de los flamencos.
Una vez que aprendí a leer, podía leer todo lo
que tenía a mi alcance, lo que sea, cualquier
cuaderno, diarios, carteles que se me
presentaban en el trayecto de mi casa a la
escuela. Podía escribir cuentos ficticios, lo que
yo me imaginaba, lo que pasaba por mi mente.
Me acuerdo que en la escuela la señorita nos
hacía escribir coplas y poesías.
Hoy ya no leo cuentos de hadas, ahora me
gusta leer textos relacionados con la biblia;
tengo un libro que se llama Preguntas que se
hacen los jóvenes, me gusta leerlos porque me
hacen pensar en estar bien y que tengo que
seguir.
127
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
TENÍA QUE APRENDER A
CONOCER LAS LETRAS
RIX
128
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
RIX
Me llamo RSV, más conocida como Rix, nací
en un pueblo muy chico de Jujuy, Mina El
Aguilar, pero como destino de la vida crecí y
viví toda mi infancia y adolescencia en Tilcara,
un pueblo que con el correr del tiempo fue
creciendo,
tanto
turística
como
poblacionalmente. ¡Qué lindo lugar, cómo se
extraña estando lejos de ahí!... no sólo extraño
el hermoso paisaje sino también a mi familia y
a mis padres. Digo que los extraño porque
hace cuatro años que estoy estudiando
Enfermería en Salta, en la Facultad de
Ciencias Salud de la UNSa. Sin embargo, no
todo el año estoy aquí porque en vacaciones
vuelvo a mi lugar natal. Pero durante el
periodo de clases me es muy difícil adaptarme
a la nueva rutina diaria.
No sé qué más contarles, solo les doy un
consejo: “No dejen de soñar y de luchar para
que sus sueños se puedan realizar”. Un
tropezón no es caída, nos ayuda a crecer y a
seguir adelante.
TENÍA QUE APRENDER A CONOCER LAS
LETRAS
Les voy a contar la historia de vida por la
cual aprendí a leer, que sin duda fue a la
fuerza. Quién iba a decir que cuando apenas
tenía 5 años e iba a jardín, tenía que aprender
129
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
a conocer las letras y saberlas memorizar, para
mi mala suerte, bah, en esos momentos a mí
solo me importaba jugar y jugar, como todos
los niños de mi edad. Bueno, así durante todo
el cursado de jardín. Aprendí mucho sobre las
letras, los números, dibujos y mucho más.
Todo esto me fue sirviendo al transcurrir el
tiempo, toda la primaria, que por cierto, qué
dolor de cabeza cuando la maestra decía,
¡Vilte, lea de nuevo!, y yo, ¡por Dios! Lo tenía
que volver hacer o si no me decía, ¡Vilte,
respete los puntos, las puntuaciones, empiece
de nuevo! ¡Qué bajón en esos momentos!, o
bien cuando la maestra me solía decir ¡yo se
que vos podés, Vilte!, lea más despacio y no se
ponga nerviosa. Qué aliento, para no ponerse
nerviosa pensaba yo. Pero bueno era la
primaria yo seguía pensando en jugar y jugar.
Nada era la presión en la escuela para que
aprenda a leer, también era en mi casa. Mi
madre me solía decir, hija, ¿ya hiciste la
tarea?, hija, ¿ya hiciste la tarea?, mirá que
tenés que leer lo que te dieron en la escuela
para el acto, y yo ¡uf, lo que me faltaba! Bueno,
pero a pesar de la presiones de mis maestras y
de mis padres aprendí a leer, lo cual me sirvió
mucho en la secundaria, porque empecé a
entender los textos aunque, por cierto, me
costaba una banda el agarrar los textos que
me daban los profesores. Bah, siempre lo hacía
porque tenía que hacer ¡mi bendita tarea!
130
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Logré aprender mucho y para más no decir
mi materia que más me molestaba tener era
Literatura, uf. Por Dios, que leer novela, leer
cuento, leer poema, lo bueno es que alguno de
esos libros que leí por obligación me gustaron,
como el libro de cuentos de fantasía, Un
monstruo en el bolsillo, que me llevó a la
imaginación increíble. Bueno, otro texto, que
no lo leí todo porque es una novela, pero sí leí
el resumen y me pareció muy buena, era
Rosaura a las diez.
Increíble pero en la secundaria sí me gusta
leer cuentos cortos de terror y que me lleven
a la imaginación.
Bueno, así con toda mi secundaria y mi poca
lectura.
Ahora que estoy en la universidad, qué
interesante, me gustan algunos libros de mi
carrera pero nunca los logro leer todo porque
es un fastidio, ¡uf!, me aburre mucha letra.
Es por ello que solo leo lo que más me llama
la atención. ¡Qué mal! A veces pienso: pero
bueno, eso es por mi falta de práctica de
lectura.
¡Esto es todo por hoy!, en algún otro
momento contaré mas sobre mí.
131
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
EL PUENTE DEL DIABLO
ROBUSTIANO RAMOS
132
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Se cuenta que hace mucho tiempo, en
época de guerra un ejército menor venía
huyendo de un ejército mayor, con el miedo
inmenso de que si se enfrentaban perderían la
batalla en un primer intento.
Cuando este pequeño grupo de soldados
mientras huía llega a la cima de una montaña
y se dan con la peor noticia, de que el camino
moría ahí y solo les esperaba un enorme
precipicio.
Ante
esto,
en
momentos
de
gran
preocupación, angustia y miedo, el capitán
piensa y dice: si apareciera el diablo en este
instante, le entregaría mi alma a cambio de
que me hiciera un puente para poder cruzar a
la otra orilla y salvarnos todos.
Esta petición, que fue dicha en un momento
de desesperación, se hace realidad, porque el
Diablo escucha decir esto al capitán. Entonces
al caer la tarde, se aparece un jinete todo
vestido de negro, incluido el caballo. No era
más que el Diablo y dijo: yo soy el Diablo y
escuché que el capitán quiere hacer un
contrato conmigo. Al ver esto, el capitán y todo
el ejercito quedan asombrados, pero sacando
una fuerza interior el capitán se acerca a él y
afirma que lo que había dicho era cierto pero
le pide una posibilidad o una condición para
que pueda salvar su alma. El Diablo acepta y
quedan en el acuerdo de que si él termina el
133
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
puente antes de que salga el primer rayo de la
mañana se iría a llevar el alma del capitán, de
ser lo contrarío el capitán salvaría su alma.
Cuando dan las doce de la medianoche, en la
inmensa oscuridad se escucha solo el rechinar
de los picos de los obreros del Diablo. El
tiempo corría y los soldados todos rezaban
para que se salvara su jefe.
La mañana se acercaba y cuando el primer
rayo alumbró, se alcanzó a ver que al puente
solo le faltaban veinte centímetros para topar a
la otra orilla. Al ver esto, todos se ponen
contentos y la tranquilidad invade, porque de
esta manera el capitán se salvó y también se
salvaron del enemigo porque pudieron cruzar a
la otra orilla.
Así es como se conoce la creación del ‘Puente
del Diablo’.
134
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
ESCENAS
DE LECTURA
AMILCAR Y ANAHÍ
135
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
RELATO (AMILCAR)
Cuando era chico, siempre me gustó leer.
Leía libros de geografía, historia, matemática,
etcétera, y siempre leí libros que no tenían
nada que ver con mis tareas que tenía que
realizar en la escuela.
Empecé leyendo un cartel que estaba en
frente de mi casa, más o menos cuando tenía 4
o entrando a los 5 años. El cartel decía:
“Municipalidad de Santa victoria Oeste” en
letras grandes y, más pequeño, decía “Por un
futuro mejor”. Aun lo recuerdo cuando mi
madre (abuela) me hacía escribir cada letra
que estaba escrita, así fue como empecé a leer.
Luego en el mismo edificio de enfrente, en la
parte de los primeros pisos había una
biblioteca. Ahí me hacía prestar libros
infantiles, cuentos, chistes, etcétera. Yo,
cuando entré al jardín, ya sabía leer. Llegaba a
mi casa siempre con las tareas realizadas en el
jardín, y en casa sabía leer más. También me
sabía mucho estudiar los mapas. No entendía
muy bien la ubicación en grados y longitudes,
pero aún así me gustaba mucho estudiarlos.
Hasta que los entendí.
El cuento que más me gusto fue el de
“Pinocho”. También leí otros cuentos, y me
leyeron también, como por ejemplo: Hansel y
Gretel, La casa encantada, La bella y la bestia,
136
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Alicia en el país de las maravillas, y otros, pero
el que más me gustó fue el de “Pinocho”.
Más grande empecé a dibujar. Dibujaba de
todo pero más me gustaban los dibujos de
“Dragon ball Z”, también me gustaba mucho
dibujar paisajes.
Hoy en día soy muy rápido comprendiendo
las cosas, tal vez fue por mi infancia, los textos
no me cuesta mucho entenderlos. Un libro tal
vez lo lea en menos de un mes. Actualmente
estoy leyendo un libro de Aldo Aparicio, el libro
se llama “De los cerros salteños a los mares
fueguinos”. En él relata toda su vida y viajes
realizados a distintos países. Tuvo una vida
muy compleja,
fue
albañil, tabacalero,
agricultor, marinero, pintor,
tuvo muchas
experiencias vividas. Su infancia fue muy
dura. A los primeros años de vida de él, falleció
su madre. Luego su padre tuvo un infarto en
medio de los cerros y solo se encontraban
acompañándolo un peón y él. Aldo tuvo que
viajar casi medio día para que le llevaran
ayuda a su padre. Luego estuvo a los ocho
años en una escuela católica acá en Salta. Le
costó mucho adaptarse por la separación de su
familia, su padre más específicamente. Hay
muchas cosas que contar de él, pero ahí
nomás.
137
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
RELATO (ANAHI)
En cuanto a la literatura o los temas
relacionados con el área lengua recuerdo que
recién conocí las letras a los cuatro años. Al
año siguiente ingresé al jardín de infancia,
donde ya se hablaban palabras. Se ponía el
nombre
completo,
la
fecha
completa.
Mayormente nos enseñaron a reconocer las
letras por medio de dibujos.
Cuando ingresé a EGB 1 no sabía leer.
Recuerdo haber aprendido recién a fines de
primer grado. Desde ese momento la lectura
era una herramienta muy útil para mi vida. A
través de ella podía conocer nuevas cosas y
mantenerme informada.
Nunca fui buena para leer. Siempre, cuando
nos hacían leer, el profesor o los docentes de
grado me solían decir “levante la voz, realice
los signos de puntuación cuando lea” y
muchas otras cosas.
En el secundario, Lengua y literatura era
una materia muy sociable, donde se
expresaban, desde nuestros puntos de vista, lo
que nos parecía. Me costó siempre mucho
manifestar mi opinión, si bien tenía mi punto
de vista. Hoy me sigue costando. Si bien se
trabaja en la universidad en grupo, yo prefiero
hacerlo individualmente.
En la actualidad me gusta leerles cuentos a
los niños. Me encanta enseñarle a mi hermano
138
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
menor a leer, a escribir bien las oraciones,
pero lo que siempre me gustó leerle fue “La
Biblia contada a los niños”. Un libro que para
mí tiene un significado único.
En cuanto a mi calificación para leer, en la
actualidad es muy deficiente, me cuesta
mucho leer en voz alta para los demás pero
para mí sola si lo hago. Prefiero leer libros y no
fotocopias, a pesar de que una fotocopia es lo
mismo para mí no lo es y me resulta más
difícil entenderlo. Nunca pude saber el porqué
de ese inconveniente.
La lectura es una herramienta muy útil en
todas las etapas de la vida. No debemos dejar
de practicarlas. Aunque nos reclamen por no
leer adecuadamente debemos entender que es
para nuestro bien.
139
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Encuentro de jovenes protagonistas
Primera feria intercultural
Encuentro 2013
Mi sabiduría viene de esta tierra
Wiphala 2012
Encuentro 2011
140
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
REFLEXIONES
141
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
 Para hacer lo que queremos
hacer debemos vencer el miedo de llegar
a un mundo distinto y de alcanzar un
destino. Con la ayuda de todos los que
quieran y de los nuestros.
 Llego a la universidad desde
muy lejos, perdido en medio de la
naturaleza, a buscar mi espacio en otra
sociedad. Doy gracias a la Madre tierra
que sin saber también aquí me estaba
esperando. Gracias CEUPO.
Nelson Mamaní.
 Pachamama, madre tierra,
somos lo que somos por ella.
Mi comunidad me enseñó
cultura, naturaleza y vida.
La universidad me enseñó
educación, respeto y disciplina.
A pesar de estar lejos, no olvido
mis raíces.
Javier Casimiro.
 Nací porque así lo quiso
Dios, sin saber lo que me esperaba.
Cruzar estos obstáculos son simples
bofetadas de la vida que se pueden
superar con el coraje del alma y del
corazón.
Víctor R. Mamaní.
142
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
 Este es un nuevo camino
donde aprendí muchas cosas y pasé por
muchas experiencias, de las cuales
aprendí un montón. Gracias a la ayuda
de los tutores que siempre estuvieron
ahí se hizo un poco más fácil. Quiero
agradecerles por todo lo que hicieron y
ojalá que no nos dejen…”
Marlen Velázquez.
 Ser estudiante de Pueblo
originario significa aprender nuevos
vocabularios, aprender a relacionarse
con una sociedad desconocida para ser
reconocido, significa descubrir nuevos
horizontes, pero siempre teniendo
presente lo que aprendimos en nuestro
núcleo familiar y en nuestra comunidad.
Un estudiante es aquel que pone
en juego todo lo que tiene para lograr su
único propósito, en mi caso, ser
enfermera universitaria.
Vilma Quispe.
 En mi pueblo nací y crecí
con mi familia. Aprendí a tener valores,
creencias, respeto y sobre todo a dar y
recibir AMOR, AMOR A LA VIDA, a
nuestros pares y a mi familia. Pero es
en la universidad donde aprendí a
formarme como una futura profesional,
y es en este espacio donde aprendí a
143
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
compartir mis valores, mis creencias y a
respetarlos con más fuerza… y a creer
más en mí y en mis enseñanzas… es en
este espacio que conocí un mundo
diferente con buenos amigos, una
familia que me da la confianza de poder
compartir con ellos.
Es por ello que doy gracias de
poder formar parte de este grupo…
La vida está llena de sorpresas y
una de ellas fue cuando ingresé a la
universidad y encontré una “familia” en
la cual puedo confiar, el CEUPO.
Me vine de mi pueblo sin saber
adónde iba a caer, lloré, lloré… cada
noche pensando en mi familia, en mi
pueblo y en mis amigos, pero fue este
grupo que me dio contención y un apoyo
incondicional… y es así que me di
cuenta de que no hay obstáculos que te
puedan vencer si tenés unos buenos
amigos y si uno se lo propone.
RIX
 “Cuando era chica me sentía
tan pequeña entre mi familia. Hoy he
crecido y estoy en la universidad, me
siento aun más pequeña por la cantidad
de personas que circulan a mi alrededor.
La universidad es un sitio tan
desconocido que cada día que pasa se
encuentra algo nuevo”.
144
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
“El tiempo que pasa y pasa me
hace pensar y preguntar cada día ¿qué
es la universidad para mí? Hoy en día
digo: “es un lugar donde llegué un día y
hoy sigo aquí con un sueño que cumplir
y lucharé hasta el final”.
“Mi comunidad es tan bella por
su paisaje que al caminar por sus
caminos de tierra me hace sentir tan
especial, me hace volar a lo más alto, el
aire que respiro me hace sentir tan llena
de vida, cuando el sol pega mi cara me
hace sentir un calorcito que te llena de
vida, sus vientos que recorren las calles
te abrazan tan fuerte, te elevan y te
envuelven”.
Magyluz.
 Vivo feliz en la ciudad pero
cuando vuelvo a mi comunidad me
siento en el paraíso.
Esteban Padilla.

Mientras
más
pienso
ahora…
Solo vienen recuerdos, creo que
fue bueno todo este momento de
reflexión para poder interpretar y poder
mirar el interior de uno y, si en este
instante lo pienso, puedo decir que todos
los días, minutos y momentos que llevo
aquí en este lugar, hay cosas que me
145
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
llevó
su
tiempo
aprender
y
acostumbrarme. Pero hoy por hoy puedo
decir que me siento muy bien y
agradecido por la oportunidad de estar
aquí, de conocer, de encontrar, de poder
vivir y sentir, de experimentar y sobre
todo de poder contar con alguien, por
todos los amigos conocidos y, bueno, en
cuanto a la tutora, gracias por la
presencia. Hay días en los que con tan
solo mirar o intercambiar palabras es
una motivación más para poder seguir
adelante.
Cosas que se extrañan también
existen, como el estar en familia.
Extraño el lugar en donde nací, sobre
todo a mamá, que es muy necesaria,
pero aunque no esté físicamente puedo
sentir su presencia y que está. Dicen
que a las personas se las conoce por sus
actos y no por las palabras, y aun más,
así sabiendo esas cosas, yo creo que hay
tantas cosas que extraño y que hoy no
están. Pero en fin, hoy la historia y sobre
todo mi historia es distinta, sé que está
cambiando a pasos agigantados. Toda
mi inspiración está en tener buenos
momentos y hacer cosas buenas.
Me queda por decir que espero
recorrer y ser llevado por un buen
camino. Gracias por los momentos de
hoy y a seguir adelante como es lo que
146
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
busco: a cada momento, nuevos
objetivos, nuevos horizontes. Dicen que
todos pueden soñar, hay que buscar
hacerlo…
Favián Copa.
En el espacio de tutoría de
Pueblos originarios aprendí a conocer
mundos particulares, modos de vida y
culturas diferentes a partir de una
mirada, de un gesto, de una sonrisa.
Lo que me ayudó a tener
conocimiento de las diferentes realidades
por las cuales atraviesan los estudiantes
en la universidad, en la ciudad, como
nuevas pautas de vida.
Todos
dejamos
nuestras
comunidades,
nuestras
familias,
nuestros conocidos para insertarnos en
un nuevo ámbito como la universidad,
sólo con el objetivo de adquirir otros
saberes, nuevas experiencias para
trasladarlos a nuestra cultura.
Por tal motivo el espacio de
Tutoría para Pueblos Originarios es
importante para todo estudiante de
comunidades, para su inserción en el
interior de la universidad, como
herramienta de solidaridad y de
colaboración.
Emanuel Tapia.

147
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
 Todo por un sueño
Desde un lugar, lejos, seco, frío,
donde los vientos fuertes azotan las
casas hechas de barro y paja. Vengo de
Susques con un sueño de descubrir,
aprender y estudiar para algún día
recibirme, poder ser alguien en la vida y
trabajar en lo que pueda, para así poder
sustentarme sola y darle lo esencial a mi
hija.
Durante todos estos años vengo
luchando con la carrera que elegí porque
venir desde una escuela con niveles
bajos de estudio y con un conocimiento
básico es como atravesar una barrera, la
verdad es muy difícil, pero nada
imposible… hay que seguir remándola
porque ser una estudiante universitaria
significa entrega, dedicación, paciencia y
¡sobre todo amor a los libros y a tu
profesión! Pido a Dios que me ayude a
cumplir mi sueño.
Estoy
muy
agradecida
a
Alejandra y Valeria, ya que nos
ayudaron, desde el primer día que
llegamos a esta casa de altos estudios.
En el transcurso del tiempo pudimos
formar un espacio de contención,
aprendizaje y lucha para todos aquellos
alumnos
provenientes
de
pueblos
originarios.
148
La inmortalidad de nuestras culturas milenarias
Hoy quiero decirles a todas
aquellas personas que quieran estudiar
que pueden llegar a leer este libro donde
se plasma todas nuestras anécdotas,
tropezones y triunfos… que luchar por lo
que querés ser no es imposible. ¡Sí, es
un sacrificio pero después viene la
recompensa!
Zulma Quispe.
149
ÍNDICE
::Escritores originarios: la apropiación de la voz
(Bergagna, Díaz Pas y Vila) …………………………………………… 5
::Pensando, llevando y convocando juntos el espacio
de Tutoría, (Aguirre, Marcanthony, Rodríguez, Santillán y
Tapia)………………………………………………………………………….. 38
::Paisajes de nuestras comunidades ………………. 42
::Historia de vida, Osvaldo “Chiqui” Villagra…… 43
::En un lugar muy lejos de mi casa …….. 44
::Uno sigue los pasos del padre o de cómo el
fuego no se apaga nunca …………………………………………….. 46
::Mi escuela y aula fue un algarrobo ……. 61
::Acá en la ciudad el tiempo es más corto. 65
::La vida escolar………………………………………………….. 81
::La comida ………………………………………………………… 84
::El medio ambiente …………………………………………… 87
::El origen del río Pilcomayo, Ervis Díaz y Osvaldo
Villagra ………………………………………………………………………….. 90
::El origen del río Pilcomayo …………………. 91
::Tewok tes p’ante ………………………………… 94
::El sueño de Nifwotaj …………………………… 96
::Nifwotaj fwilhek………………………………….. 98
::Recibiendo la primavera, A. C. Cielo ……………….. 100
::A. C. Cielo……………………………………………. 101
::Lo que podemos recordar………. 101
::Recibiendo la primavera …………. 102
::El Coquena, A. C. Cielo y Sol …………………………….. 105
::El origen de la planta de maíz, Emanuel Tapia …. 109
::El origen de la planta de maíz ……………… 110
::El toborochi (el árbol del refugio) ……….. 112
::Así nacieron las luciérnagas …………………. 113
::Jokorai öa korokochi reta (luciérnagas)….114
::El gavilán y el pájaro carpintero …………… 115
::Gu+rare jare apeku ……………………………… 115
::Si escribía un libro alguien se acordaría de mí,
Marcos, Sol y Lidia………………………………………………………….. 117
::Relato (Marcos)…………………………………… 118
::Relato (Sol) ………………………………………… 119
::Mi experiencia, ¿cómo aprendí a leer? (Lidia) 120
::En mi tierra aprendí a leer, Magy, Vilma y Graciela 122
::Magy………………………………………………….. 123
::Mis recuerdos (Magy) …………… 124
::Relato histórico (Vilma)………………………. 125
::En mi tierra aprendí a leer (Graciela)….. 126
::Tenía que aprender a conocer las letras, Rix……. 128
::Rix………………………………………………………… 129
::Tenía que aprender a conocer las
letras……………………………………………………………………………….. 129
::El puente del diablo, Robustiano Ramos ………….. 132
::Escenas de lectura, Amílcar y Anahí …………………. 135
::Relato (Amílcar) …………………………………… 136
::Relato (Anahí) ……………………………………… 138
::Nuestras actividades ……………………………………….. 140
::Reflexiones ………………………………………………………. 141
Descargar