Climas europeos

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Tema 6. LOS CLIMAS EUROPEOS
Los factores del clima
El clima constituye uno de los principales factores ecológicos y de diferenciación de los paisajes en Europa
ya que condiciona el medio ambiente en que se desenvuelven las actividades humanas a través de
elementos como las precipitaciones, el régimen térmico, insolación, innovación, etc... Por coordenadas
geográficas el continente europeo se ubica en la franja planetaria que queda entre los 35º y los 75º de
latitud Norte, es decir, dentro de la gran zona de circulación atmosférica general del Oeste. De los
diferentes factores naturales que repercuten sobre los climas europeos destacan los siguientes:
Factores sinópticos
Destaca el mecanismo cósmico de las estaciones por sus efectos en la distribución latitudinal del balance
energético planetario. El territorio europeo que está ubicado por encima de los 55º de latitud Norte,
debido a la menor duración del dÃ−a en invierno y a la menor altura del sol en Verano, recibe una menor
cantidad de energÃ−a solar, alrededor de 70.000 cal/m2, de las cuales sólo un 40% corresponde a radiación
directa. Por ejemplo, todo el territorio que queda por encima del cÃ−rculo polar ártico permanece en
oscuridad durante la noche polar, en cambio, conforme se desciende en latitud, los calores de radiación se
incrementan alcanzando 150.000 cal/m2 en el territorio que queda próximo a los 35º de latitud Norte de las
cuales un 65% en radiación directa. En términos de insolación, aunque también inciden variables
como la nubosidad, las diferencias también evolucionan en sentido latitudinal, por ejemplo, en Alicante o
AlmerÃ−a se superan las 2.900 horas de insolación efectiva al año, mientras que en Copenhague u Oslo
apenas se alcanzan 1.600 horas de insolación efectiva al año.
Desde el punto de vista climático son enormes las implicaciones que tiene la distribución latitudinal de
energÃ−a solar sobre la que tiene la distribución latitudinal de energÃ−a solar sobre la dinámica
atmosférica. Al establecerse un fuerte gradiente meridiano (Norte-Sur, Sur-Norte) de temperatura entre
latitudes ecuatoriales y polares, se producen ajustes mediante transferencias horizontales, pero sobre todo,
meridianas de energÃ−a con desplazamiento de masas de aire y agua marina. Los desplazamientos de masas
de aire se producen en relación con el régimen de ondas de Rossby. Mediante circulaciones
atmosféricas de bajo Ã−ndice de circulación zonal con la corriente en chorro templada circulando a
velocidades inferiores a 150 Km/h se configuran dorsales anticiclónicas de bloqueo y valles planetarios
(vaguadas). A través de los primeros ascienden en latitud masas de aires tropicales hacia latitudes
superiores. En cambio a través de vaguadas descienden en latitud masas de aire polares y árticas. En los
niveles altos de la troposfera, es de diámetros de decenas de kilómetros, y de largo de cientos de
kilómetros, va a gran velocidad. Si va a 250 Km/h va recta (zonal). Cuando va a una velocidad inferior a 150
Km/h empieza a hacer variaciones de forma. cuando va rápido (zonal) no permite ni dorsales ni valles
(vaguadas) en posición zonal hay equilibrios: frÃ−as al norte y templadas o cálidas al sur.
Factores geográficos
Entre éstos destacan las dimensiones del continente, las influencias oceánicas, la deriva marina y la
configuración del relieve.
• Dimensiones
Europa se extiende de la Laponia finlandesa, por encima del CÃ−rculo Polar Ôrtico, hasta la isla de Creta
alrededor de los 35º N. Con esta situación geográfica gran parte del territorio se encuentra en la zona de
circulación general del Oeste. en cambio, lo que se refiere en longitud se extiende desde los 11º oeste de la
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costa irlandesa hasta los 60º Este de los montes Urales. Estas coordenadas proporcionan que grandes
extensiones del territorio estés a centenares o miles de kilómetros del Océano Atlántico y de los mares
continentales que bordean Europa por el Sur. Con ello, de Sur a Norte y de Oeste a Este en relación con la
lejanÃ−a del mar, se produce una ganancia creciente de grado de continentalidad y una disminución de las
temperaturas medias anuales.
• Relieves
Es otro de los factores que inciden en estos factores, distribución de precipitaciones y procesos de abrigo
aerológico y efecto Foehn. El dominio de llanuras costeras en la fachada oriental de Europa tan sólo se ve
interrumpido por pequeños macizos hercinianos y caledonianos arrasados por superficies de erosión. De
esta forma, las influencias oceánicas vinculadas a la Circulación Atmosférica General del Oeste, pueden
penetrar imperantemente suavizando las temperaturas y permitiendo que las borrascas oceánicas penetren
hacia el interior del continente e incluso los Urales. Todo ello, en el espacio sinóptico que ocupa Europa
sobre todo el sector occidental y central, resultan dominantes los flujos de componente Oeste, de forma que
algunos observatorios como BerlÃ−n o Viena suponen el 50% de los dÃ−as del año, mientras los flujos de
componente Este son sólo durante un 10% de jornadas del año.
La disposición y concentración del relieve influye en el reparto espacial de precipitaciones, en general las
vertientes de los relieves orientales hacia el norte y Oeste registran precipitación que triplica, o más, las
registradas en fachadas a sotavento. En la penÃ−nsula escandinava hay disimetrÃ−a establecida por el
relieve. la fachada atlántica puede alcanzar precipitación que superan los 3000 ml/m2 mientras que a
sotavento en el interior del escudo báltico las precipitaciones son de 300 a 500 ml/m2.
La orientación y exposición también son factores decisivos como sucede con las grandes cadenas de
relieve europeas. Por ejemplo el efecto Fohem alude a una localidad ubicada en la zona Norte de los Alpes de
Seetaler según al cual se hace alusión a un viento seco y cálido que desciende de las cumbres alpinas,
sobre todo de Marzo a Mayo, que puede elevar las temperaturas hasta 15º C, provocando aludes y fusión
de nieves y con ello avenidas fluviales.
• La deriva Nord-Atlántica
Se origina como corriente de impulsión en la zona de corriente atmosférica general del Oeste. Ello
propicia una anomalÃ−a térmica positiva en las costas atlánticas, de la penÃ−nsula escandinava, por
encima incluso del cÃ−rculo Polar Ôrtico, favoreciendo que puertos marÃ−timos como el de Murmansk,
sean navegables durante todo el año. Por efecto de esta corriente marina cálida, el mar de Noruega tiene
una temperatura superior en 5º C a la de otras zonas ubicadas a esa misma latitud de Islandia y Groenlandia.
La deriva Nord-Atlántica también explica que observatorios de la costa noruega, como el de Bodö,
tengan una temperatura media que siquiera en invierno desciende por debajo de 0º C pese a estar situada a
unos 67º de latitud Norte. Mientras que otros observatorios como Varsovia a unos 52º de latitud Norte
tienen una temperatura medie en el mes más frÃ−o del invierno que desciende hasta -4º C.
Las influencias marÃ−timas no se agotan en las corrientes oceánicas ya que son también de gran
importancia las influencias que tienen los mares continentales, especialmente el Mediterráneo, al
desempeñar el papel de un gigantesco reservorio de energÃ−a calorÃ−fica y humedad que es transferida a
las masas de aire que circulan sobre el mismo. Ello favorece que con la implantación en la alta troposfera de
depresiones frÃ−as, especialmente en la cuenca occidental debido a la presencia de relieves costeros que
actúan de trampolÃ−n de las masas de aire que evolucionan pseudoadiabaticamente concentrándose toda
esta inestabilidad cuando la disposición del litoral favorece áreas de ciclones como sucede en el golfo de
Venecia, Golfo de Génova, Valencia o Cádiz.
La diversidad de tiempos atmosféricos
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Ya se ha indicado que por coordenadas geográficas el territorio europeo está inscrito dentro de la gran zona
de la circulación atmosférica general del Oeste. Por ese motivo, debido a las leyes dinámicas de
torbellino absoluto, las masas de aire que pierden latitud adquieren curvatura ciclónica, mientras que las
masas de aire que ganan latitud adquieren curvatura anticiclónica, es decir, se incurvan también hacia el
Este imperando en ambos casos los Westerlies o cientos del Oeste. La circulación atmosférica sobre el
espacio sinóptico europeo está dirigida según un esquema ideado por Rossby que plantea un esquema
tricelular con tres células ubicadas de Norte a Sur que serÃ−a: 1) la célula Polar, 2) la célula de Ferrel
y 3) la célula de Hadley. Según este esquema el espacio europeo quedarÃ−a sometido a una interacción
continua entre flujos, masas de aire y centros de acción con un comportamiento variable según los
Ã−ndices de circulación que alcanza la corriente en chorro o Jet Stream Polar.
Aunque las masas de aire se desnaturalizan con el desplazamiento meridiano es usual que la instalación de
una masa de aire frÃ−a en las capas altas de la troposfera propicie condiciones de inestabilidad atmosférica.
En cambio, la subsidencia dinámica que causa la presencia de aire tropical en la troposfera media y superior,
es sinónimo de estabilidad atmosférica y consecuentemente de ausencia de precipitaciones. Estas
circulaciones atmosféricas explican que, dependiendo de la época del año, el espacio europeo pueda
verse afectado por masas de aire de diversa procedencia y naturaleza. Las masas de aire árticas se
caracterizan por temperaturas muy bajas, entre 0º C y -30º C. Proceden de la Banquise del océano
Glacial Ôrtico. Las polares, en su variante marÃ−tima, tienen una temperatura que ronda los 5º C y se
originan sobre el océano Atlántico entre los 60º y 70º de latitud Norte. El aire polar continental tiene
su hogar (el hogar hace referencia la lugar de procedencia) en el gran anticiclón invernal Eurosiberiano con
temperaturas que pueden descender por debajo de -25º C. En su variante marÃ−tima las masas de aire
tropicales, procedentes del Anticiclón de las Azores, pueden alcanzar Europa Occidental hasta los 50º de
latitud Norte con elevada humedad y con temperaturas que rondan los 15º C. El aire tropical continental
puede alcanzar Europa meridional durante el invierno con temperaturas en torno a 20º C y en verano puede
hacerlo con temperaturas de hasta 40º C fundamentalmente afectando las penÃ−nsulas mediterráneas
(Ibérica, Itálica, etc...).
En consecuencia, el territorio europeo está afectado por una gran diversidad de climas y tipos de tiempo.
Condiciones de inestabilidad atmosférica suelen estar presididas por Ã−ndices de circulación zonal bajos
con vaguadas a las cuales puede vincularse ciclones extratropicales o noruegos (Frente Polar). También
suelen vincularse a las vaguadas las Gotas FrÃ−as, sobre todo en la cuenca del Mediterráneo, las bajas
pobres sobre el mar de Noruega, las bajas subpolares en el llamado Centro Ciclonal de Islandia, etc... En
cambio, condiciones de estabilidad atmosféricas se deben a la presencia del máximo subtropical de
Azores, que puede “abrazar” Europa hasta los 55º de latitud Norte, sobre todo en verano, mientras que en
invierno si se exceptúa el anticiclón térmico Eurosiberiano el resto del territorio europeo puede verse
afectado por borrascas atlánticas debido al descenso latitudinal del anticiclón de Azores.
Las dimensiones escalares del continente son tan grandes que resulta difÃ−cil establecer un catálogo de
tipos de tiempo. De todos modos, ese catálogo debe tener en cuenta los siguientes factores: Ã−ndices de
circulación zonal, masas de aire y configuraciones de presión. por ejemplo, en Europa Central y Oriental
las circulaciones con elevado Ã−ndice de circulación zonal y los flujos del Oeste acaparan un 45% de los
dÃ−as del año. En cambio con bajos Ã−ndices de circulación zonal y con la instalación del anticiclón de
Bloqueo que se sitúa sobre la llanura Rusa durante el invierno se favorecen adecciones de aire polar
continental o Ôrtico con escasa humedad que suponen el 40% de dÃ−as del periodo invernal, siendo muy
proclives a la formación de nieblas.
En verano en todo este sector de la llanura Rusa, cuando transitan frentes o se instalan vaguadas de aire frÃ−o
en altitud, se produce lluvia por convección, estimándose que de un 30% a un 40% de la precipitación
media anual de Europa Oriental se debe a la transferencia de humedad que hay entre la tierra y el aire, debida
a la evaporación.
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Dominios y regiones climáticas
Factores geográficos y cósmicos unidos a la dinámica que impone la circulación atmosférica general
del Oeste, motiva que el territorio europeo esté dominado por una gran variedad de dominios y regiones
climáticas. A grandes rasgos se distinguen tres grandes dominios: el Mediterráneo, el Continental y el
Oceánico, aunque hay factores geográficos que favorecen la aparición de otros climas como sucede con el
clima ártico de las regiones más septentrionales de Escandinavia y Rusia, como sucede con los climas
subáridos de Transcaucasia y Sureste de la PenÃ−nsula Ibérica; o como sucede con los climas de alta
montaña de las grandes cadenas alpinas y hercinianas.
Clima Oceánico
Domina en las fachadas atlánticas, tanto en llanuras como en las vertientes de relieves expuestas al Oeste y
al Norte. Se incluye un amplio territorio que alcanzarÃ−a desde el barlovento de la cadena Escandinava a las
terminaciones del Sistema Central Ibérico en tierras portuguesas. Los lÃ−mites espaciales de este dominio
no resultan fáciles de establecer a no ser que medie alguna gran cadena de relieve, si bien en estos casos la
altitud acaba modificando sus rasgos caracterÃ−sticos. Es un clima con escasa amplitud térmica, en
general, inferior a 15º C. Las temperaturas medias anuales se acercan a 10º C con máximas en Agosto y
mÃ−nimas en Febrero, debido a la inercia térmica que propicia el océano. Las precipitaciones son
abundantes. Es frecuente superar los 1000 mm. A veces los 2500 mm sobre todo en polos húmedos ubicados
en relieves costeros. Estas precipitaciones suelen ser muy regulares, por ejemplo, un observatorio
prototÃ−pico llamado Brest tiene un registro de precipitaciones que asciende a 1129 mm que se recogen en
180 dÃ−as en los cuales se produce precipitación, destacando Diciembre (150 mm) que triplica al mÃ−nimo
que se ubica en Agosto (56 mm).
La degradación de este clima puede advertirse en observatorios como el de Estrasburgo que merece
consideración de semi-oceánico. Su temperatura media anual no supera los 10º C si bien, la amplitud
térmica ya es superior a 18º C, con mÃ−nima en Enero (0'6º C) y máxima en Julio (19'1º C). Lo
mismo sucede con los registros de precipitación. El total anual es de 607 mm y con su distribución
mensual: al máximo se ubica en Agosto (80 mm) como sucede con los climas continentales. Rasgo común
al clima oceánico son las abundantes precipitaciones, elevada humedad, una insolación que ronda las 1500
horas al año, temperaturas templadas y reducida amplitud térmica. Todo ello favorece una densa
cobertura vegetal con especies caducifolias (robles, castaños, hayas), siempre y cuando no halla tenido un
proceso de deforestación. Cuando esto ha sucedido, los elementos del clima oceánico son poco propicios
para agricultura, sobre todo cuando ésta se practica sobre suelos ácidos, es decir, materiales cristalinos
paleozoicos, lo que favorece el dominio de la landa, compuesta por un material donde resultan frecuentes los
brezos y otras especies arbustivas que pueden estar acompañadas en otros sectores por espacios dedicados a
pasto determinando asÃ− la orientación ganadera de este dominio ecológico.
Clima Continental
El clima Continental gana superficie de influencia hacia el Este a medida que merman las influencias
oceánicas aunque reflejando otros factores geográficos como la altitud, la orientación y la lejanÃ−a del
mar. En el sotavento de la cordillera Escandinava las tierras de Suecia padecen heladas a partir de Septiembre.
Los meses de Invierno presentan temperaturas negativas oscilando desde los -14º C (febrero) de Karesuando
a los -1º C de Lund.
Las precipitaciones también varÃ−an desde los 400 mm de Karesuando a los 580 mm de Lund, destacando
que una gran parte de esta precipitación se registra en forma de nieve. las repercusiones climáticas sobre la
economÃ−a son evidentes. Por ejemplo, el transporte marÃ−timo debe realizarse desde los puertos ubicados
en la fachada occidental ya que los puertos del mar Báltico y sobre todo del Golfo de Botnia paralizan su
actividad durante numerosas jornadas durante el invierno. La agricultura sólo se puede practicar durante el
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verano, dominando los cereales y los forrajes. En este mismo ámbito, especialmente por encima de los 70º
de latitud Norte, aparece el dominio ecológico de la Tundra que se caracteriza por especies vegetales de
raÃ−ces muy cortas compuestas por GramÃ−neas, algunos arbustos y, sobre todo, musgos y lÃ−quenes que
están adaptados a las variedades de clima ártico imperantes que propician que el subsuelo esté helado
durante gran parte del año (Permafrost).
Más al Sur, en las grandes llanuras y macizos hercinianos de Europa Central y Oriental, dominan los climas
de filiación continental en sensu estricto. La llanura Germano-Polaca es una zona que constituye transición
al clima continental desde variantes oceánicas, las temperaturas medias de los meses de invierno son
inferiores a 0º C, la amplitud térmica anual ya se aproxima a 20º C, las precipitaciones rondan los 500
mm con máximos en Junio y Julio. Estas caracterÃ−sticas se acentúan de Oeste a Este, desde Praga a Kiev
y Kazan; reforzándose el máximo pluviométrico de verano, se reducen los registros de precipitación
pero aumenta la innivación de 100 a 150 dÃ−as, la amplitud térmica anual rebasa los 20º C e incluso los
30º C debido al mayor contraste entre los meses frÃ−os de invierno y los cálidos de verano. La presencia
de heladas, de nieve y de frÃ−o riguroso está garantizada desde Septiembre a Mayo, de ahÃ− que la
duración del verano y el régimen pluviométrico tenga tanta incidencia sobre los cultivos y los
poblamientos vegetales. Tampoco son desconocidas sequÃ−as y olas de calor, en ocasiones con temperaturas
superiores a 30º C que en combinación con la humedad que aportan las tormentas estivales, pueden
favorecer un intenso desarrollo de los cultivos de cereales, forrajes, remolacha, patata, etc...
La repercusión del clima continental también se videncia en los poblamientos vegetales. Al Sur de la
Tundra, entre los 60º y los 65º de latitud Norte aparece el dominio de la Taiga y del bosque boreal de
conÃ−feras, de amplia representación en Suecia, Finlandia y Norte de Rusia, especialmente en los ámbitos
de estos paÃ−ses en los cuales los meses de verano logran superar los 10º C en la franja de latitud
señalada. Aparecen especies de pinos, abetos, abedules que constituyen la base del desarrollo de la industria
maderera de estos paÃ−ses. Son especies que están adaptadas al paro vegetativo del duro invierno.
Al Sur de los 60º de latitud Norte, a medida que aumentan las lluvias y las temperaturas del verano,
empiezan a aparecer especies caducifolias y algunas quercÃ−neas (robles), aunque estas especies ocupan
superficies muy reducidas debido a las transformaciones agrarias que en conjunto constituyen el paisaje
caracterÃ−stico de este ámbito alterando conformaciones palustres y lacustres. Todo este dominio
ecológico ocuparÃ−a una franja de latitud limitada al Sur por una lÃ−nea que irÃ−a desde Kiev (50º
latitud Norte) hasta Kazan (55º latitud Norte). En todo este ámbito mas meridional se ubicarÃ−an las
cuencas bajas del Dnieper, del Don y del Volga en las cuales al superarse los 19º C en el mes más caluroso
del verano, el aumento de la evaporación favorece la aparición de praderas y especies tÃ−picas de la
Estepa.
Clima Mediterráneo
En las tierras más meridionales de Europa, entre los 34º y los 45º de latitud Norte, integrando tierras de
la penÃ−nsula Ibérica y hasta el Este hasta la de Anatolia, se encuentran los climas de filiación
mediterránea. El principal rasgo que los define es la fuerte disminución meridional durante el verano
debido a la ganancia latitudinal de la subsidencia subtropical. Además de este factor, el comportamiento de
las precipitaciones registra la influencia de otros factores como el relieve, la exposición y el trazado del
litoral motivando con ello grandes variaciones regionales. Por esta razón en el área ciclogenética del
golfo de Venecia se encuentra el observatorio montenegrino de Boka Kotorska donde se registran casi 5
metros de precipitación media anual. En contraste se puede citar el caso del cabo de Gata (AlmerÃ−a) donde
se encuentra el polo más seco de Europa con 125-150 mm anuales.
En general se puede establecer una disminución de precipitaciones de Norte a Sur, mientras, mientras que en
sentido longitudinal el espacio europeo del Mediterráneo Oriental suele ser menos lluvioso que el occidental
y con mayor número de meses secos. Pueden servir de referencia los siguientes observatorios: Marsella, con
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632 mm y cuatro meses secos en los cuales la precipitación es inferior a dos veces la temperatura (P[mm] <
2T). En el otro extremo estarÃ−a Atenas con 394 mm y seis meses secos. Los mecanismos pluviométricos
de este dominio climático son mucho más complejos e imprevisibles que en otros climas debidos a la
autonomÃ−a que adquiere la meteorologÃ−a de la cuenca Mediterránea. Es evidente la facilidad con que se
activan procesos de ciclogénesis con la instalación de una masa de aire frÃ−o en la troposfera superior,
mientras que los procesos de estabilidad atmosférica casi siempre tienen relación con la subsidencia
tropical aunque también en este caso pueden incidir resultados de abrigo aerológico.
Este comportamiento alternativo de dichos mecanismos explica la elevada irregularidad interanual que
caracteriza a los climas mediterráneos, con sequÃ−as que pueden prolongarse varios años y episodios de
escasa frecuencia protagonizados por lluvias de gran intensidad horaria capaces de aportar 600 mm hasta 800
mm en apenas unas horas provocando inundaciones y avenidas fluviales.
En cuanto al régimen térmico, gracias al carácter de mar continental que tiene el Mediterráneo, el
clima de este ámbito se señala por una gran isotermia, de forma que de no mediar factores como el relieve,
la altitud o la continentalidad, los territorios bañados por este mar tienen temperaturas medias anuales entre
14º C y 18º C. La amplitud térmica anual casi siempre es inferior a 20º C, los inviernos son
relativamente suaves, también son escasos los riesgos de heladas y en algunas áreas la insolación supera
las 3000 horas anuales, especialmente en las más meridionales.
Con estas condiciones la evapotranspiración potencial puede superar los 700 mm al año repercutiendo en
un acusado déficit de agua creciente de Norte a Sur, manifestándose durante gran parte del año o incluso
durante periodos más amplios en situaciones de sequÃ−a. Tanto los cultivos como los poblamientos
vegetales se han adaptado a estas condiciones. Entre los primeros destaca la clásica trilogÃ−a mediterránea
y entre los segundos, los poblamientos vegetales más caracterÃ−sticos son la Maquia y la Garriga,
compuestos por especies arbustivas de tomillo, esparto, brezo, etc.. Y en algunas zonas formaciones arbóreas
de pinus halepensis y en algunos enclaves de encinas (quercus ilex).
Cuyas siglas son CAGO (y no es broma)
GeografÃ−a de la CEE. Tema 6. Página 1
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