«Siento que nos ven como personas raras y sin derechos. Nos ven como un objeto».

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«Siento que nos ven como
personas raras y sin derechos.
Nos ven como un objeto».
Entrevista a la lideresa indígena quechua Gladis Vila Pihue, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap), acerca
de los obstáculos que enfrenta el proceso de consulta previa que se está implementando en las comunidades nativas y campesinas, y sobre el actual significado de las
identidades indígenas en el Perú.
Ricardo Marapi1
LRA: ¿Cuál es la reflexión que hace sobre ser
indígena actualmente en el país? ¿Cuáles son los
criterios para reconocer a un pueblo como indígena o para autorreconocerse como indígena?
Gladis Vila: ¿Qué es ser indígena en el Perú?
Este es un proceso muy reciente en el país. Los
pueblos indígenas nos regimos por el Convenio
169 de la OIT2, donde se define claramente, por
ejemplo, quiénes somos los sujetos de consulta.
El convenio habla de pueblos que existen desde
antes de la creación de los Estados en diferentes
países y que aún mantienen parte de sus manifestaciones culturales. Sin embargo, en el actual proceso de implementación de la Ley de Consulta se
restringen varios aspectos, principalmente sobre
quiénes somos el sujeto de derecho. Por ejemplo,
para las autoridades, no todas las comunidades
campesinas deben ser sujeto de derecho a la consulta. Creemos que en el viceministerio de Interculturalidad este tema aún no está muy claro.
LRA: ¿Por qué existen obstáculos en el proceso de definición del sujeto de derecho a la consulta previa?
G. Vila: Cuando se elaboró el reglamento de la
ley, se cumplió lo de «Hecha la ley, hecha la trampa», porque en el tema de sujetos de derecho nos
imponen a los indígenas varias características. Primero: «que sean diferentes». ¿Qué implica esto?
Justamente, ahí entendemos lo que han dicho hace
poco el presidente Ollanta Humala, la misma Nadine Heredia o incluso varios empresarios: «que
debes tener tu pluma», «que no debes tener celular» o que solamente son indígenas los pueblos
no contactados o en aislamiento voluntario. Entonces, existen varias interpretaciones porque no
hay claridad en ese tema. El reglamento nos exige
muchos más aspectos, que incluso no están en el
Convenio 169, donde se establece que los indígenas pueden cumplir solo algunas de las consideraciones, como la pertenencia cultural y la autoidentificación. Por ejemplo, el reglamento exige que
debamos tener, necesariamente, un idioma pro-
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pio. En Onamiap creemos que con esto se anularía el derecho de consulta de los pueblos indígenas de Cajamarca, donde existe el polémico tema
del proyecto minero Conga.
LRA: ¿Por qué las organizaciones indígenas
plantean que el idioma no debería ser un factor o
requisito obligatorio para definir a los indígenas
y sujetos de consulta?
G. Vila: Porque nuestros idiomas indígenas están en extinción. Por ejemplo, el idioma jaqaru, que
se habla en la zona de Yauyos, en Lima, está en una
etapa de desaparición. En Cajamarca, los pueblos
perdieron el idioma originario durante la época de
la conquista española. No todos los pueblos indígenas hablamos en la actualidad un idioma propio.
LRA: Además, no ha desaparecido por sí solo.
¿Qué es lo que está detrás de esta extinción del
idioma?
G. Vila: La actual estructura del Estado. No hay
políticas públicas que protejan nuestros idiomas indígenas. La educación es homogénea en el país. Se
habla de una educación intercultural, pero esta no
se aplica realmente. La política educativa elimina
nuestras manifestaciones culturales e idiomas. Por
ejemplo, hoy en día, en ciertos centros educativos
de Huancavelica se prohíbe hablar el quechua. Muchos docentes te dicen: «Tú estás estudiando para
hablar perfectamente el español; no te sirve el quechua». Con la eliminación del idioma, asimismo se
está matando a todo un pueblo. Y esto genera también confusiones en el Estado para la aplicación de
la consulta previa. Pero para los pueblos indígenas
está clarísimo: no se debe restringir el derecho a la
consulta en función del requisito del idioma.
LRA: En la actualidad, los procesos de consulta
se están realizando principalmente con comunidades nativas y en temas que no están relacionados con conflictos mineros. ¿El proceso de la consulta se aplicará con mucha lentitud en las comunidades campesinas?
LA REVISTA AGRARIA / 163
G. Vila: Creo que, en los años que
vienen, el proceso seguirá estancado.
Actualmente se realizan consultas, pero
en temas que no son polémicos. Por
ejemplo, en Huancavelica se está consultando sobre el bosque de Amaru para
buscar el reconocimiento de la zona
como reserva territorial, porque allí están las mejores orquídeas del país. Pero,
incluso ahí, la consulta solo se está realizando con dos comunidades, cuando
el acceso al bosque es de seis comunidades campesinas. Veo muy difícil que
en los próximos meses se pueda implementar con amplitud el proceso de consulta en los Andes en temas que sí son
polémicos.
LRA: ¿Cuáles son las capacidades
o herramientas que las organizaciones o pueblos indígenas necesitan para desarrollar un
adecuado diálogo intercultural con el Estado en el
marco del proceso de consulta?
G. Vila: Una herramienta que requerimos, y
que Onamiap está promoviendo, es que en el
nuevo censo demográfico nacional que debe eje-
Gladis Vila Pihue,
presidenta de la
Onamiap.
cutarse en 2017 se incorpore una pregunta acerca del tema de la pertenencia cultural. En el INEI se ha formado un comité
técnico, en el que participan diferentes
sectores académicos, universitarios e
indígenas, donde estamos discutiendo
acerca de cuál sería la pregunta sobre
pertenencia cultural y quisiéramos que
se incluya en el censo una pregunta sobre autoidentificación. Por ejemplo, no
hay en la actualidad ningún dato estadístico de la cantidad de indígenas en el
país. Sería importante conocer el nivel
de autoidentificación. Por otro lado, la
elaboración de la base de datos de pueblos indígenas, por parte del viceministerio de Interculturalidad, requiere también la participación de las organizaciones indígenas. En la actualidad, esa
base de datos se está elaborando de manera autoritaria, vertical y jerárquica. Nosotros no
vamos a permitir
que sea el Estado quien nos
diga si somos
o no somos
indígenas.
D e s d e
Onamiap, impulsaremos el tema de nuestra autoidentificación a una pertenencia
cultural como pueblos indígenas.
LRA: ¿Cómo cree que las autoridades, funcionarios y empresarios peruanos están viendo y percibiendo a los pueblos indígenas? ¿Cómo ve a los indígenas la gente que vive en las ciudades?
G. Vila: Siento que nos ven como personas raras y sin derechos. Nos ven
como un objeto y, como tal, las autoridades se sienten con el derecho de decidir
sobre nuestra forma de vida y de desarrollo, y sobre los territorios que habitamos. No nos ven como sujetos de derecho. De alguna manera, la Ley de Consulta Previa —aprobada por unanimidad— es riesgosa para ellos, pues al
aprobarla no midieron lo que iba a significar realmente. Nos siguen viendo como
si fuéramos menores de edad. Nos ven
distintos. Eso se aprecia en programas
de televisión como el de la «Paisana Jacinta». ¿Qué formación estamos dando a
los niños de las ciudades? El Estado debería promover aquellos valores culturales que tenemos los pueblos indígenas y
con los cuales estamos contribuyendo
día a día. Hoy se revalora mucho la medicina alternativa y natural. ¿Quiénes han
protegido ese campo? ¿Acaso no han
sido los pueblos indígenas? Sin embargo, estamos en un país donde persisten
el racismo, la discriminación, y donde
muchos todavía no han realizado un
proceso de autoidentificación. Incluso a mí me ha costado muchos
años llegar a una claridad acerca
de mi autoidentificación y pertenencia cultural. Entonces, para
muchos peruanos, hacer este
ejercicio es todavía muy complejo. El tema pendiente, y
que aún está muy lejos de
definirse, es que el Perú
cuente con una política
pública más realista y
donde se promueva la
pertenencia a los pueblos indígenas.
Notas
1
Periodista. Editor de La
Revista Agraria.
2
Organización Internacional del Trabajo.
JUNIO de 2014
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