Mesa redonda: Los suelos en el Perú

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Mesa redonda
Los suelos en el Perú:
Recurso fundamental para crear y sostener vida
Fernando Eguren / Ricardo Marapi1
No es una casualidad ni un acto de co-
rrección política el que la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) haya
declarado 2015 como Año Internacional
de los Suelos. En los últimos años, cada
vez más, los Estados, autoridades y ciudadanos en general se están dando cuenta
de la gran importancia de este recurso
natural en diversos aspectos de la vida
humana. Por ejemplo, en la producción
de alimentos saludables, en el sostenimiento de la biodiversidad del planeta, en
su papel clave para responder y adaptarse
a los estragos del cambio climático, entre
otras estratégicas funciones.
Para esta edición de La Revista
Agraria (LRA) organizamos una mesa
redonda a fin de reflexionar sobre
varios de estos puntos. Participan el
sociólogo Héctor Maletta —doctor
en ciencias sociales, experto en temas
agrarios, consultor de la FAO y otros
organismos internacionales, y actualmente en el Centro de Investigación
de la Universidad del Pacífico; el
doctor Julio César Alegre Orihuela —ingeniero agrónomo, profesor
principal de la Universidad Agraria La
Molina (UNALM) y experto en temas
de suelos—; el profesor Juan Torres
Guevara —biólogo, con posgrado en
ecología del desierto y docente de la
UNALM; y, vía comunicación escrita,
la doctora Carmen Felipe-Morales Basurto —profesora de la UNALM, con
un doctorado en ciencias agronómicas,
con especialidad en suelos, y consultora
en conservación de aguas y suelos.
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LRA: ¿El Perú tiene tierras agropecuarias suficientes? ¿Cuál es la
frontera agrícola que necesita el país?
Héctor Maletta: Una cuestión primordial es reflexionar sobre el concepto
mismo de frontera agrícola y tratar de
entender qué significa. En primer lugar,
se debe comprender que, en los últimos
cincuenta años, la producción agropecuaria no depende exclusivamente de la
ampliación de la frontera agrícola, ni en
cientes. El Perú tiene un saldo comercial positivo en materia agropecuaria,
entre importaciones y exportaciones.
En realidad, podría producir menos y
todavía sería «suficiente» para satisfacer
la demanda interna. Si pensamos en un
suministro de alimentos adecuado para
toda la población peruana, el aumento
de la producción que sería necesario
es bastante pequeño. La dotación de
calorías y nutrientes por habitante ha
Héctor Maletta: «Si el objetivo es
incrementar la producción agropecuaria
del país, el factor menos importante es
el aumento de la frontera agrícola».
el Perú ni en el mundo. Si bien es cierto
ha vivido un crecimiento desde los años
sesenta, de ello es responsable solo en un
5 % la expansión de la frontera agrícola,
mientras que en un 95 % se debe al aumento de la producción por hectárea. Si
el objetivo es incrementar la producción
agropecuaria del país, el factor menos
importante es el aumento de la frontera
agrícola. Hay otros factores; por ejemplo,
explotar con mayor intensidad las tierras
de cultivo, con dos o más cosechas por
año, e incluso lograr un mayor rendimiento por hectárea sembrada. También se
puede realizar un desplazamiento de un
cultivo de bajo valor a otro de alto valor.
Otra cuestión que destacar es que las
actuales tierras agropecuarias son sufi-
aumentado con fuerza y se acerca a
países desarrollados, de tal manera que
difícilmente va a crecer más.
Entonces, al contar con una producción
agropecuaria suficiente, se hace evidente
que no es necesario aumentar la frontera
agrícola. Incluso podría disminuir la cantidad de tierra cultivada sin que por ello
sufra mayormente la producción agropecuaria. Además, necesitamos analizar el
concepto de frontera agrícola, que parece
ser un concepto agronómico: tierras aptas
para el cultivo. Sin embargo, hay que recordar que esto siempre está condicionado
a cierta tecnología y normas sociales. Por
ejemplo, si tengo tierra en la selva que es
apta para el cultivo, podría tirar abajo los
árboles y sembrarla; sería una «tierra disLA REVISTA AGRARIA / 170
Los suelos en el Perú
ponible», aunque a costa de olvidarme de
las regulaciones ambientales. El otro punto
es que la frontera agrícola está vinculada a
la inversión; con suficiente inversión, un
desierto puede transformarse en cultivable.
El Perú ha sido testigo de todos los proyectos de irrigación, donde una tierra eriaza
y desértica se convierte en un vergel que
produce leche y hortalizas con una simple
inversión en irrigación. Si se justifica o
no, si esa inversión está mal hecha o no,
es otra cuestión. Lo que destaco es que
buena parte del desierto costero del Perú
ha sido conquistado como tierra agrícola
por el ser humano, a partir de una inversión. Es decir, la calidad y cantidad de las
inversiones son las que determinan si hay
o no hay tierra agrícola, y el concepto de
rrollo agropecuario, porque no podremos
ser autosuficientes si al mismo tiempo
queremos exportar y queremos competir con países como Brasil. La frontera
agrícola es el área que puede mantener
alimentado a un país de manera autosuficiente, nutrida y, al mismo tiempo,
permitir contar con un excedente para
la exportación. El concepto de frontera
agrícola se define con base en nuestra
población, nuestro crecimiento y nuestras
ambiciones respecto a los mercados de
exportación. Por ejemplo, a pesar de que
Brasil no tiene problemas de seguridad
alimentaria, sigue produciendo en gran
cantidad. ¿Por qué? «Porque queremos
plata», nos decía un brasileño en una reunión. Brasil deforesta un millón y medio
Julio César Alegre: «No se debe abrir
una sola hectárea más, sino trabajar
en las áreas ya degradadas. Nuestra
frontera agrícola debe ser el área
degradada».
«frontera agrícola» deja de ser un hecho
puramente agronómico. Se pueden formar
suelos en un pedazo cualquiera de tierra
si hay una inversión suficiente. El mismo
concepto de tierra cultivable se relativiza
y se convierte en un concepto integrado
que abarca aspectos físicos, económicos
y climáticos.
Julio César Alegre: ¿Tenemos tierras
agropecuarias suficientes? Es un tema relativo. Si tomamos en cuenta la población
y el área que tenemos, no necesitamos
tanta frontera agrícola para alimentar a
nuestra población. Pero si hablamos de
exportaciones, nos quedamos chicos,
porque tenemos que competir a nivel
global. Allí entra otro aspecto del desafebrero de 2015
de hectáreas al año y aumenta su frontera
agrícola para ser el mayor productor del
mundo. Y mientras ese país deforesta
para crear riqueza, el Perú deforesta para
crear pobreza. Creo que no se debe deforestar más; pero, más allá de ese tema,
necesitamos tener un balance entre lo que
producimos para mantener a la población
y los excedentes que podamos exportar
para generar riqueza.
Juan Torres: Cada uno ve el tema
desde los «anteojos» de su disciplina.
Desde los anteojos de la ecología, el tema
de la ampliación de la frontera agrícola
pone la «piel de gallina» a varios, porque
significa desmontar algún ecosistema
natural (bosque, matorral, bofedal, pra-
dera), cuando más bien la tendencia es a
intensificar el uso de los suelos que ya son
utilizados. Una de las grandes propuestas
para este 2015 —que ha sido dedicado a
los suelos— es dirigirnos hacia un mundo
neutral en degradación de suelos, que está
muy asociada a la lucha contra la desertificación, la degradación de los suelos,
que es diferente a hablar de desiertos (los
desiertos también se pueden desertificar).
Ahí discrepo con Héctor y sus palabras de
«volver al desierto un vergel», porque ¡el
desierto ya es un vergel! Tiene diversidad
en flora y fauna. En nuestros desiertos
hay muchas especies que son parientes
silvestres de la papa, el ají, la caigua, las
calabazas, la lúcuma, la papaya, además
de algodón, tabaco, etc. Por otro lado, esta
idea de que los desiertos no tienen vida,
no hospedan gente, no tienen dueño y no
sirven para nada, tampoco es cierta. Las
tierras y los suelos del desierto también
tienen un umbral de uso, como cualquier
otro ecosistema. Así como se defiende
al bosque tropical lluvioso del avance
de la frontera de la palma aceitera, del
café y otros cultivos, también hay que
defender al desierto del avance de otros
cultivos (vid, «caña», arroz, espárragos,
páprika). Hay que respetar el umbral de
uso del desierto. Si todos los suelos del
desierto se «verdearan» por el avance
de la agricultura o por eventos como El
Niño y se quedaran así, eso sería un cambio climático. Y existe la preocupación
mundial de que los desiertos se vuelvan
verdes, pues son parte de la dinámica del
clima del planeta y con su desaparición se
derrumbarían barreras que nos protegen
de ciertas enfermedades, aparecerían otras
nuevas y, por lo tanto, habría incertidumbre para la producción de alimentos. Una
de las profesiones que más importancia
va a asumir en las próximas décadas es
la entomología, pues no sabemos con
precisión qué plagas y enfermedades
van a venir.
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Los suelos en el Perú
El tema de la frontera agrícola también está asociado a un punto muy
importante: el cambio del uso del suelo,
un problema que afecta a muchos países
del mundo. Un factor para el análisis es
el sistema de clasificación de tierras.
Cuando hablamos de vocación de uso
agrícola nos referimos a un suelo con
determinadas características: pendiente,
profundidad de suelo, disponibilidad de
agua, materia orgánica, etc. Pero en el
Perú hay mucho suelo social, es decir,
suelos que han sido hechos por las culturas, andinas especialmente, como los
andenes, que no son un recurso natural,
sino social. Mucha de la andenería son
obras verdaderamente faraónicas. La
ampliación de la frontera agrícola hay
que tomarla con cuidado en un país
como el nuestro, con tan pocos suelos
con vocación agrícola, con una gran
tendencia a la erosión por estar en
montañas, desiertos o bosques tropicales lluviosos. Por ello, el tema de la
productividad es más importante que el
de la ampliación de la frontera agrícola.
Carmen Felipe-Morales: El territorio peruano, al estar atravesado por la
cordillera de los Andes, es predominantemente montañoso, lo cual determina
que la extensión de terrenos planos sea
relativamente escasa para desarrollar
una agricultura intensiva. La región de
la costa es desértica, lo que representa
un límite para la actividad agropecuaria.
Toda la agricultura es de riego y ello
implica una inversión alta. En el caso
de la sierra, en donde llueve más, predominan los terrenos con pendientes. Ello
determina que los riesgos de erosión
hídrica sean muy severos y restringe la
actividad agropecuaria. En la región de
la selva, si bien existen llanuras fluviales con terrenos planos, lo que limita la
actividad agropecuaria es el exceso de
lluvias y las constantes inundaciones
que ponen en riesgo no solo la actividad
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productiva, sino incluso la seguridad de
las poblaciones. En términos relativos,
se estima que solo el 3.8 % del territorio
peruano es apto para una agricultura
intensiva, el 2.1 % para una agricultura
permanente (sobre todo, árboles frutales) y el 14 % para la producción de pastos y una actividad ganadera extensiva.
Esta información corresponde al último
estudio de «Clasificación de tierras
por capacidad de uso», realizado por
la Oficina Nacional de Evaluación de
Recursos Naturales (Onern) y publicado
en 1982. Esta información, sin duda,
debe ser actualizada, pero la Onern
fue lamentablemente desactivada en el
primer gobierno de Alberto Fujimori y
transformada en el Instituto Nacional
de Recursos Naturales (Inrena), con un
rol más bien normativo y que no hizo
estudios de suelos. Como se sabe, el
Inrena también ha sido desactivado y no
existe una entidad que emprenda, con la
exigencia técnica requerida, los estudios
de evaluación de suelos del país.
En una perspectiva dinámica, ¿se
está realizando un uso sostenible del
suelo en el Perú? ¿Cuál es el impacto
de procesos actuales que vive el país,
como la salinización, la erosión eólica
e hídrica, la deforestación? ¿Cuál es
la responsabilidad del Estado con
respecto a los suelos?
H. Maletta: Desde hace un tiempo
se ha detectado una salinización de las
áreas de riego de la costa. Además, las
nuevas áreas irrigadas y, sobre todo, las
unidades agropecuarias grandes que se
han concedido para sembrar cultivos que
requieren una cantidad desproporcionada de agua por hectárea, contribuyen
a la salinización. Esta tendencia se
agravará si no se suplantan los sistemas
tradicionales de irrigación con sistemas
más modernos que economicen agua y
sean menos agresivos para los suelos.
Existen evaluaciones sobre la aptitud
de suelos por parte de la FAO, donde
hay varios aspectos que remarcar. El
primero es que el cambio climático hace
Juan Torres: «En la selva preocupa la
aparición de los desiertos verdes, que
ocurre cuando se desmonta un bosque
para poner un monocultivo. ¡Es un
desierto verde porque ha destruido una
gran biodiversidad!»
LA REVISTA AGRARIA / 170
El director de LRA, Fernando Eguren, en conversación con los participantes
de la mesa redonda. Uno de los consensos fue la necesidad de que lo mejor
es recuperar las tierras degradadas en lugar de ganar nuevas.
posible cultivar áreas donde antes no
se podía, como en los altiplanos, con
forraje, pastos cultivados o cereales. Lo
que se recomienda son usos integrales
de estos recursos, donde se combinen la
producción de forraje y la animal. Estas
podrán mejorar con un uso racional de los
pastos naturales y un manejo integrado
de las cuencas, de tal manera que el uso
adecuado del suelo en las partes más
altas contribuya a una mejor captación y
distribución de agua. Con ello se lograría,
simultáneamente, un aumento de la producción ganadera y agrícola en la zona
del altiplano y en los valles, así como una
progresiva formación y conservación de
suelos en todas las cuencas. El enfoque de
manejo integral de cuencas que se hacía
en el Perú a través de Pronamachs y otros
programas parece que se ha debilitado
mucho. Debería retomarse y dársele más
énfasis. Solamente con este enfoque integral se pueden hacer cosas sostenibles.
J.C. Alegre: Es importante diferenciar los conceptos de tierra y suelo porque no son lo mismo. La FAO habla, por
ejemplo, de land resources, pero eso es
muy amplio y puede contemplar desde la
superficie hasta el magma. Hay que destacar que cuando hablamos de suelo nos
referimos a una capa de cinco centímetros que, por ejemplo, sirve para alimentar a los camélidos ubicados a cuatro mil
metros. ¡El suelo debe ser considerado
como un componente importante de la
febrero de 2015
Archivo Cepes.
Los suelos en el Perú
tierra! Justamente, debido a que existe
ese desconocimiento o desinformación
conceptual, se formó el Panel Técnico
Intergubernamental de Expertos sobre
Suelos, un grupo internacional al cual
pertenezco a título personal, donde
estamos reestructurando algunas definiciones sobre el tema. Muchas veces la
destrucción y degradación de los suelos
se debe a este desconocimiento.
Acerca del tema de la frontera agrícola,
opino que ya no se debe abrir un solo
pedazo más de área virgen o forestal, pues
ya tenemos suficientes áreas degradadas.
En el caso de la selva, existen muchas
opciones agroforestales que ya están
siendo aplicadas. El gobierno debe tomar
en cuenta esta situación porque la selva
significa un 60 % del territorio peruano.
Aproximadamente, tenemos 10 millones
de hectáreas deforestadas, entre pastos,
bosques, etc. De acuerdo con nuestra
población y ritmo de crecimiento, pienso
que no se debe abrir una sola hectárea
más, sino trabajar en las áreas ya degradadas. Nuestra frontera agrícola debe ser
el área degradada. Por eso, cuestiono a
los grandes consorcios que van a la selva
a tumbar bosques para poner un solo
cultivo, como palma aceitera. Si tienen
10 millones de hectáreas deforestadas,
¿por qué no ponen la palma aceitera allí?
Por otra parte, en la costa continúa el uso
inadecuado de suelos. La presión por
la exportación, con grandes productos,
una fuerte cantidad de fertilización y un
mal manejo ha provocado que exista la
salinización, una pérdida de la fertilidad y
el mal drenaje en los suelos. Hay un gran
porcentaje de suelos degradados en la
costa debido a este uso no apropiado del
suelo. Sabiendo que tenemos poca agua
en la costa, ¿cómo lavamos la sal que tienen los suelos? Ese es un gran problema.
El Estado debe implementar un programa
más fuerte para el uso adecuado del suelo,
con políticas estrictas sobre la conservación de nuestros recursos. Creo que la
llave del éxito está en el uso de las áreas
ya degradadas, lo cual nos permitiría
tener una frontera agrícola estática donde
se manejen este tipo de áreas.
J. Torres: En primer lugar, debemos tomar en cuenta que vivimos en
ecosistemas de montañas. La costa no
tiene suelos; los pocos que tiene son los
que están cerca de los Andes. La costa
cuenta con tierra, pero no con suelos, y
los pocos que contiene son los llamados
suelos aluviónicos, en los valles. Es
decir, en un proceso natural, los 52 ríos
de la costa han arrastrado agua desde las
partes altas para formar los valles, debido
a un desvestimiento de los Andes. Y en
el lado de la selva, los suelos también
se han formado por los desvestimientos
andinos. Entonces, los suelos en el Perú
son de origen andino, de las partes altas,
¡por las dos vertientes! Por eso, cualquier
propuesta de uso sostenible o proceso de
degradación de los suelos pasa por lo que
hagamos en las partes altas. En la actualidad, el proceso de salinización que se
vive en la costa se debe a que no supimos
manejar bien los suelos. El enemigo de
los suelos del desierto es el agua. Es bien
delicado regar en desiertos. Uno puede
cometer un error rápidamente, porque
levanta sales. Por otro lado, en la selva
preocupa la aparición de los desiertos verdes, lo que ocurre cuando se desmonta un
bosque para poner un monocultivo. ¡Es
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Los suelos en el Perú
un desierto verde porque ha destruido una
gran biodiversidad! Una cosa es bosque y
otra cosa es una plantación. Por eso, me
parece una pedantería cuando algunos
hablan de restauración; no se puede hacer
eso. Hay rehabilitación, reconstrucción,
revegetación, pero no vamos a poder
restaurar un bosque primario. Entonces,
cuando pensemos en la conservación de
los suelos en el Perú, debemos pensar
en las partes más altas. Sin embargo,
ahora el tema más importante ya no es la
degradación del suelo por deforestación
o pastoreo, sino por el cambio de uso de
suelo. Los campesinos en Piura me dicen:
«Antes venía Inrena y nos sancionaban
porque sacábamos un palo (árbol). ¡Hoy
vienen otros y desmontan 10 mil hectáreas para poner caña, y allí sí se desmonta
el bosque en su totalidad!». Entonces, el
tema del cambio del uso de suelo y el
término ampliación de frontera agrícola
son puntos con los que, en el caso del
Perú, debemos tener mucho cuidado.
Concuerdo con la propuesta de utilizar las
zonas que ya están degradadas: hacerlo
de manera inteligente, con las tecnologías
de riego presurizado y las variedades adecuadas a esas condiciones. Una solución
para reutilizar el suelo degradado es a
través de la agroforestería; el componente
leñoso (subarbustos, arbustos, arboles) es
fundamental en la conservación de los
suelos en el Perú, tanto en la vertiente
occidental, en las partes altas, como en
la vertiente oriental. Las especies anuales son bienvenidas, pero las leñosas
nos pueden ayudar a cruzar las épocas
más duras, como las sequías, además
de «amarrar» suelo y crear condiciones
microclimáticas más abrigadas.
C. Felipe-Morales: En términos
generales, no siempre se da un uso
sostenible del suelo y ello trae como
consecuencia el deterioro de este recurso fundamental para la producción
de alimentos. Esto se agrava al tener un
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territorio con una reducida extensión de
suelos aptos para una agricultura intensiva. El mal manejo del agua de riego,
al aplicarla en exceso, sobre todo en la
costa, ha acarreado graves problemas de
salinización. Se estima que aproximadamente unas 350 000 hectáreas están
afectadas por salinización.
En el caso de la sierra y la selva alta,
si se cultiva en terrenos inclinados y no
se aplican prácticas de conservación de
suelos, la erosión hídrica puede provocar en poco tiempo la eliminación de la
capa arable del suelo, con diversas consecuencias, incluso la pérdida de vidas
humanas. Cabe señalar una tecnología
prehispánica que aún subsiste, sobre
y que se vienen aplicando principalmente en pequeñas extensiones, como
minifundios, sobre todo a través de una
agricultura familiar. También pueden
aplicarse en grandes extensiones, como
los latifundios. Una de las prácticas
agroecológicas más recomendadas es
la del reciclaje de todos los residuos
orgánicos que la misma actividad agropecuaria produce: estiércoles y rastrojos,
los que pueden transformarse luego en
abonos orgánicos.
Hay que promover el control biológico de plagas y enfermedades,
mediante prácticas como la rotación
de cultivos, la asociación de cultivos
—creando sinergias en beneficio del
Carmen Felipe-Morales: «El mal
manejo del agua de riego, al aplicarla
en exceso, sobre todo en la costa,
ha acarreado graves problemas de
salinización».
todo en la sierra: los andenes, o terrazas
agrícolas, que modifican la pendiente
natural del terreno y permiten que se
cultive en laderas, sin riesgos de erosión
hídrica. Se estima que existe alrededor
de un millón de hectáreas de andenes en
el Perú, los que requieren ser rehabilitados. En la selva, la deforestación es una
de las principales causantes del deterioro
de los suelos. Esta se produce para explotar especies de valor comercial, como
la caoba, el cedro, el tornillo, etc., por
quema de la vegetación circundante; así
como para la incorporación de nuevas
tierras para la actividad agropecuaria o,
peor aún, para la explotación minera.
Sin embargo, existen tecnologías con
enfoque agroecológico que permiten
darles un uso sostenible a los suelos
cultivo principal—, el uso de plantas repelentes, etc. Estas prácticas
sustituyen favorablemente el uso
indiscriminado de pesticidas, de uso
general en la agricultura comercial y
que contaminan no solo los alimentos
producidos, sino también el suelo y el
agua, afectando la salud de los consumidores. Por último, el uso controlado
del agua de riego mediante técnicas
eficientes como el riego por sifón, el
goteo y la microaspersión, no solo
significa un ahorro de agua —sobre
todo en las condiciones desérticas de
la costa—, sino que evita el problema
de la salinización de los suelos.
Nota
1 Sociólogo. Director de LRA y Presidente
del Cepes / Periodista. Editor de LRA.
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