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“2016 -Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional "
REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN BICAMERAL DE TRÁMITE LEGISLATIVO
LEY 26.122
Salón Eva Perón – H. Senado de la Nación
7 de junio de 2016
Presidencia del señor senador Luis Carlos Petcoff Naidenoff
PUBLICACIÓN DE LA DIRECCIÓ N GENERAL DE TAQUÍGRAFOS
“2016 -Año del Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional"
7.6.2016
Reunión de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, Ley 26.122
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– En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Salón Eva Perón del
H. Senado de la Nación, a las 14 y 20 del martes 7 de junio de 2016:
Sr. Presidente (senador Petcoff Naidenoff).- Buenas tardes.
En primer lugar, voy a hacer una aclaración. Esta reunión en realidad había sido
convocada con anterioridad para la semana pasada, pero a raíz de escritos presentados por
varios legisladores, en los que se explicaba que el horario de la reunión de comisión coincidía
con alguna sesión especial en Diputados, nosotros decidimos posponerla por una semana,
porque querían participar y dar el debate.
Quiero decir que esto tiene como antecedente una situación que se dio en el año 2014
cuando el diputado Landau, al frente de la Presidencia de la Comisión Bicameral, estableció
como criterio –criterio que sostuvo el Frente para la Victoria– que hasta tanto las cámaras no
se aboquen de manera expresa al tratamiento de los decretos, por más que estos decretos
puedan haber perdido su plazo para su tratamiento en la Bicameral, esta Comisión tiene
margen para tratarlos.
Nosotros sosteníamos la posición contraria; es decir, se cumplieron los plazos, no
trata la Comisión y se eleva al pleno. En función de ese precedente y por lo que se solicitó,
nosotros convocamos para el tratamiento. De allí en más, son interpretaciones. En base a eso,
quería hacer esta aclaración.
La señora diputada Juliana Di Tullio realiza manifestaciones
fuera del alcance del micrófono.
Sr. Presidente.- Aprobamos algunos.
Se realizan manifestaciones fuera del alcance del micrófono.
Sr. Presidente.- Avancemos.
En el orden del día –todos lo tienen a mano–, tenemos los decretos 626, 627, 628 y
630. El 626 es un decreto delegado por el cual en uso de facultades delegadas se fija en un 75
por ciento los impuestos sobre el precio de venta de cigarrillos al consumidor. El 627 es un
decreto delegado por el que se disminuye la alícuota del 21 por ciento de un impuesto
adicional de emergencia sobre el precio de venta de cigarrillos. El 628 también es un decreto
delegado por el cual se deja sin efecto transitoriamente el gravamen de los vinos espumantes.
El 630 es un decreto por el cual se prórroga hasta 31 de diciembre de 2016 la vigencia del
tratamiento de lo dispuesto para el biodiesel. Y el que se incorporó para el día de la fecha es
el decreto de necesidad y urgencia N° 691 –el único DNU–, que aprueba un régimen de
redeterminación de precios de contratos de obra pública.
Tiene la palara el diputado Tonelli.
Sr. Tonelli.- De los cinco decretos que tenemos para considerar y dictaminar hoy, hay cuatro
que son decretos delegados y uno que es un decreto de necesidad y urgencia. Incluso, de los
cuatro decretos delegados, hay tres que ya son viejos conocidos de la Comisión, porque
hemos dictaminado respecto de antecedentes exactamente iguales con anterioridad.
El primero de los decretos delegados es el 626 de 2016. Este es un decreto por el cual
el Poder Ejecutivo aumentó al 75 por ciento un gravamen sobre el precio de venta al
consumidor de los cigarrillos que está previsto en la ley 24.674 de Impuestos Internos. Ese
impuesto, hasta esta decisión del Poder Ejecutivo, que tiene vigencia desde el 1° de mayo de
2016 hasta el 30 de diciembre de 2016, anteriormente era del 60 por ciento. Ahora ha sido
aumentado al 75 por ciento de acuerdo con una expresa atribución conferida por la misma
Ley de Impuestos Internos al Poder Ejecutivo, mediante la cual se lo facultó para aumentar
hasta en un 25 por ciento los gravámenes previstos en la ley o para disminuirlos o dejarlos sin
efecto.
De modo que queda claro que el Poder Ejecutivo estaba expresamente facultado por
Dirección General de Taquígrafos
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una delegación del Congreso para disponer –como lo hizo– el aumento del gravamen sobre el
precio de venta de los cigarrillos.
El segundo es el decreto 627 de 2016, y es uno a los cuales yo hacía referencia cuando
decía que se trataba de “viejos conocidos de la Comisión”, porque mediante este decreto se
mantiene la disminución en el porcentaje del impuesto de emergencia sobre la venta de
cigarrillos. Ese impuesto originariamente era del 21 por ciento y, por sucesivos decretos
delegados que vienen dictándose desde hace varios años, se ha disminuido del 21 al 7 por
ciento. Este decreto, el 627, es el último en mantener esa tasa reducida del impuesto y tiene
vigencia del 1° de enero de 2016…, perdón, el anterior era del 1° de enero al 30 de abril, y
este es a partir del 1° de mayo hasta el 31 de diciembre de 2016. También está expresamente
autorizado el Poder Ejecutivo a disponer o a mantener en este caso esa rebaja de acuerdo con
lo previsto en la ley 24.625. Reitero, es uno más de muchos decretos dictados por el anterior y
por el actual gobierno, manteniendo ese tributo del 7 por ciento.
El 628, que es otro decreto delegado, mantiene la exención dispuesta anteriormente
por otros decretos delegados sobre el expendio de champañas, que había sido gravado con un
12 por ciento en concepto de impuesto interno. La última de esas prórrogas en la vigencia de
esta reducción impositiva fue resuelta en febrero del corriente año por el decreto 355, que ya
fue dictaminado favorablemente por esta misma Comisión al igual que todos los decretos
antecedentes que dispusieron esa exención en el impuesto sobre la venta de espumantes.
El cuarto y último de los decretos en los cuáles el Poder Ejecutivo ejerció una
atribución delegada es el 630 de 2016, por el cual se mantiene hasta el 31 de diciembre del
corriente año el régimen impositivo de estímulo respecto del biodiesel, que consiste
básicamente en dos exenciones. Una es la de considerar totalmente satisfecho con el pago del
gravamen sobre el componente gasoil u otro componente gravado las ventas de biodiesel. El
segundo es eximir al biodiesel, que fuera ampliado como combustible líquido en la
generación de energía, del gravamen que sí rige respecto de los otros combustibles. Este
decreto también es uno más en una larga lista de decretos mediante los cuales el titular del
Poder Ejecutivo, en ejercicio de una atribución delegada por las leyes 23.966 y 27.028,
mantiene este régimen referido al biodiesel.
El último es un decreto de necesidad y urgencia, a diferencia de los anteriores, y
requiere la mínima reseña histórica. Esa reseña comienza con la ley 25.561, que declaró la
emergencia –como todos recordarán– en materia de contratos de obra pública, de régimen
cambiario, de administrativa, etcétera. La ley 25.561, por sucesivas prórrogas –la última
dispuesta por la ley 27.200–, se mantiene vigente en la actualidad y seguirá así hasta el 31 de
diciembre de 2017. Como esa ley había dejado sin efecto todos los regímenes de
estabilización de precios o de recomposición de fórmulas en los contratos o de actualización o
de indexación de precios, en el año 2002 el Poder Ejecutivo se vio en la necesidad de dictar
otro decreto de necesidad y urgencia, que fue el 1.295, mediante el cual se estableció un
régimen y una metodología de redeterminación de precios de contratos de obra pública,
aplicable a los contratos de obra pública regidos por ley 13.064.
Después de catorce años de vigencia del decreto 1.295, en la actualidad el Poder
Ejecutivo Nacional ha considerado necesario poner al día y actualizar esa metodología de
redeterminación de precios y aplicarla no solo a los contratos de obra pública, sino también a
los contratos de consultoría. Por ende, mediante el decreto 691/16, que es el que tenemos a
consideración, el Poder Ejecutivo derogó el anterior decreto de necesidad y urgencia 1.295/02
y aprobó un nuevo régimen de actualización y redeterminación de precios en los contratos de
obra pública y de consultoría.
Hago aquí una salvedad para recordar que en su momento, cuando el decreto de
necesidad y urgencia 1.295 fue considerado por esta Comisión Bicameral, esta Comisión
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dictaminó a favor de la validez de ese decreto y yo, en aquella oportunidad, hice una
observación al dictamen de la Comisión Bicameral, considerando que no correspondía
convalidar el decreto. Sin embargo, ambas cámaras del Congreso lo convalidaron, de manera
tal que quedó establecido que era válido que el Poder Ejecutivo por un decreto de necesidad y
urgencia estableciera un régimen de redeterminación de precios.
En definitiva, esto es lo que ha venido a ser el decreto 691 derogando el decreto 1.295
y aprobando un nuevo reglamento para la redeterminación de precios en los contratos de obra
pública a la vez que ha creado en el ámbito del Ministerio del Interior un consejo consultivo,
que va a tener representación de la Unión Obrera de la Construcción y de la Cámara
Argentina de la Construcción, para hacer un seguimiento de la aplicación de este nuevo
régimen a los contratos de obra pública y, eventualmente, proponer las modificaciones que
sean aconsejables.
Por lo tanto y en resumen, los cuatro decretos mediante los cuales el Poder Ejecutivo
ejerció atribuciones delegadas están plenamente justificados y fundados en las expresas
atribuciones conferidas al Poder Ejecutivo para ello. El quinto y último decreto, el decreto de
necesidad y urgencia, más allá de cumplir los requisitos previstos en la Constitución y en la
ley, cuenta con el antecedente del anterior régimen de redeterminación de precios en los
contratos de obra pública, que también había sido aprobado por un decreto de necesidad y
urgencia, posteriormente convalidado por ambas Cámaras del Congreso.
Por estas breves razones, propongo que la Comisión dictamine en favor de la validez
de los cinco decretos que están a consideración.
Muchas gracias.
Sr. Presidente.- Tiene la palabra la senadora Fernández Sagasti.
Sra. senadora Fernández Sagasti.- Gracias, señor presidente.
Con los primeros decretos delegados estaríamos de acuerdo, porque básicamente son
decretos que venimos acompañando y promocionando. No quiero ser repetitiva, pero, por
supuesto, con respecto al relativo al gravamen previsto para vinos espumantes, aprovecho
para pedirle al presidente de la bancada oficialista que por favor acompañe la derogación del
impuesto a los vinos espumantes, que está en la Cámara de Diputados con media sanción de
esta Cámara.
Por último, con relación al DNU 691, nosotros tenemos un dictamen en contra,
primero, porque viola el artículo 99, inciso 3), en cuanto a demostrar la necesidad y la
urgencia para este tipo de procedimientos. Además, porque entendemos que no se dan las
circunstancias de 2002 cuando se reformó la ley mediante DNU.
Por supuesto, sin dejar pasar a la vista los inconvenientes que tienen sobre el control
esta legislación que propone el Ejecutivo, principalmente de sacar a la SIGEN como
controladora de la contratación pública, además de disminuir el porcentaje a partir del cual los
factores principales que componen el contrato hayan tenido una variación promedio en sus
costos, donde se pasa del 10 al 5 por ciento, lo cual nos parece inconveniente. Por otro lado,
tampoco sabemos cuál va a ser el índice que se va a tener en cuenta para redeterminar el
precio de la obra pública, etcétera.
Por estas razones y por las que se encuentran en el dictamen del Frente para la
Victoria, vamos a rechazar el DNU.
Sr. Presidente.- Muy bien.
Se pasan a la firma los dictámenes.
Se da por finalizada la reunión a las 14 y 36.
Dirección General de Taquígrafos
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