¿Qué es un Desgarro Muscular? El Desgarro Muscular es una

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¿Qué es un Desgarro Muscular?
El Desgarro Muscular es una lesión bastante recurrente en deportes como la triatlón, deporte en
el que se combinan la utilización de altos niveles de resistencia muscular con contracciones
explosivas, resultado de la utilización de potencia a nivel musculo - tendíneo, estos son factores
que predisponen al tejido blando a sufrir tanto en tronco como extremidades lesiones como el
desgarro muscular.
El Desgarro Muscular es en palabras simples una herida interna, que presenta cortes en las
fibras musculares, puede estar asociado a ruptura de vasos sanguíneos y tejido conectivo que
envuelve dichas estructuras. La alteración en el tejido muscular se produce por un aumento
explosivo de las cargas tensiles hasta el punto de vencer la resistencia elástica del tejido,
provocando como consecuencia la ruptura. Estas fibras son las que al estirarse y contraerse,
producen el movimiento de los huesos gracias a su interacción con las articulaciones, es decir
frente a esta lesión tendremos consecuencias directas sobre el movimiento y la función.
Muchas veces ocurre que frente a desgarros menores, el deportista tiende a pasar por alto los
síntomas que el daño del tejido genera, provocando un retardo en el tiempo de recuperación e
incluso agravando las características del daño antes generado. Es por esto que con fines
prácticos es fundamental conocer los signos y síntomas que se presentan con esta lesión y tener
el conocimiento básico para poder relacionar estos con una clasificación básica del nivel de
daño producido.
Síntomas y signos de un Desgarro Muscular
Al momento de lesión se siente dolor inmediato como de puñalada y se puede escuchar
eventualmente un chasquido dependiendo del grado de lesión, también ocurre limitación
muscular funcional.
Los signos que se presentan frente a un desgarro son:
- Tumefacción
- Inflamación en zona desgarrada
- Hemorragia
- Depresión palpable (agujero) al pasar los dedos por la zona de lesión (según grado de
lesión).
Clasificación
Al momento de evaluar un desgarro, existen distintas clasificaciones, las más conocidas son
según gravedad y según las características del desgarro. Sin embargo con el fin de identificar al
momento de lesión cual es el grado de daño es importante conocer la clasificación según
gravedad:
-
Grado 1: es un desgarro leve en el cual se produce un estiramiento y ruptura pequeña de
la fibra muscular. La persona siente solo molestia y tumefacción mínima, en este grado
de lesión no se ve alterada la movilidad.
-
Grado 2: es un desgarro moderado que involucra fibras del músculo y del tendón, en
este se altera la movilidad, la persona siente dolor y hay presencia de tumefacción.
-
Grado 3: es un desgarro grave que presenta ruptura completa ya sea del vientre
muscular, como de la inserción del tendón o la unión miotendínea. Se presenta un surco
amplio al palpar la zona de desgarro, en este nivel de desgarro se altera aún más la
movilidad y carga, el dolor es intenso.
Tratamiento
Independiente del grado de desgarro que se produce, es importante tomar las medidas
inmediatamente ocurrida la lesión.
El manejo inicial es conocido como PRICE, siglas que significan (protección, reposo, hielo,
compresión y elevación) en inglés la sigla se conoce como RICE. El manejo dado
inmediatamente una vez producida la lesión es de vital importancia, así se logra prevenir un
mayor daño posterior a ocurrida la lesión. Este manejo se puede realizar por compañeros o
entrenadores y será la etapa inicial de tratamiento para una óptima recuperación. Una vez el
PRICE es aplicado se debe consultar sobre el grado de daño y tratamiento a seguir.
Explicación práctica del PRICE
Protección:
Se debe proteger la zona de lesión previniendo que la condición empeore, ante la sospecha de
otra lesión más grave no hay que mover la estructura, es importante estabilizar y proteger la
lesión actual para posteriormente trasladar al deportista a un lugar seguro.
Reposo:
Toda lesión independiente del grado de daño necesita tiempo para sanar, bajo ese concepto es
importante dar tiempo de recuperación para que la curación sea completa.
Hielo:
La aplicación de frío cumple el objetivo de disminuir tanto el dolor como la inflamación. Para
ello se puede utilizar hielo, compresas frías y toallas mojadas previamente enfriadas. Es
importante evitar el contacto directo con la piel para prevenir quemaduras por frío. Se debe
aplicar el hielo de 15 a 20 minutos, quitarlo y volver a aplicarlo una hora y media o dos horas
después durante otros 15 o 20 minutos.
Compresión:
Utilizando vendas elásticas se debe comprimir la zona inflamada para reducir la hinchazón. Se
debe pesquisar constantemente el aumento de presión debajo del vendaje, ya que frente a una
inflamación progresiva se puede intensificar demasiado la presión.
Elevación:
Elevar el área lesionada por encima del nivel de corazón reduce la inflamación.
Pronóstico estimado según grado de Desgarro
Grado 1 o leve 8 a 10 días
Grado 2 o moderado 2 a 3 semanas
Grado 3 o grave 3 semanas a 1 mes
Prevención
Es fundamental previo al entrenamiento, una competencia o frente a cualquier actividad física,
el calentamiento que realicemos previo a estas, así como también el manejo posterior a realizada
la actividad física.
El músculo en conjunto con el tejido miofascial necesita un calentamiento adecuado previo al
ejercicio asociado a pautas generales de elongación, durante y después de la actividad física. Es
importante mantener la hidratación (ojalá con isotónicos) sobre todo en actividades que
producen alta sudoración.
Posterior al ejercicio es importante generar una disminución gradual de tensión muscular que
permita con un trabajo de baja intensidad relajar y elongar la musculatura, optimizando de esta
forma la recuperación metabólica.
Frente a un desgarro es importante no volver a entrenar hasta haber recuperado como mínimo el
90% de la fuerza muscular y estar completamente asintomático frente a la contracción o
elongación del músculo lesionado.
Kinesic Clinic.
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